Migraciones y clases sociales

Presentación

 

Migrations and social classes

Presentation

 

Verónica Trpin | ORCID: orcid.org/0000-0002-7384-682X

vtrpin@hotmail.com

CONICET

 

Cecilia Jiménez Zunino | ORCID: orcid.org/0000-0003-0984-1925

ceciliazunino@hotmail.com

CONICET

 

Argentina

 

Las migraciones internacionales se conectan en la era de la globalización con formas de desigualdad y polarización social a escala mundial, colaborando en configurar un espacio de clases globales. Ante el crecimiento de las asimetrías en el contexto del capitalismo del siglo XXI, hay autores que sugieren que la migración constituye un salto de escala para posicionarse en la distribución de la renta mundial (Korzeniewicz y Morán, 2005).

Como parte de dichas tendencias, algunos grupos aprovechan oportunidades estratégicas creadas en el marco de dinámicas diversas de movilidad territorial, y al mismo tiempo, se encuentran limitados por los sistemas nacionales que siguen operando de manera significativa en la reproducción social (Wagner, 2007). En el abordaje de estos procesos, hay estudios que señalan que estas nuevas configuraciones de clases globales constituyen un puente entre ámbitos nacionales densos (donde sigue funcionando la mayor parte de la vida política, económica y civil) y las dinámicas globales de desnacionalización (Sassen, 2007). Asimismo, estos movimientos se producen como efecto de políticas neoliberales a nivel macroestructural, generando desplazamientos de poblaciones con características diversas y segmentadas por pertenencia étnica, nacional y de género (Portes y Hoffman, 2003).

El nexo migración y clases sociales no es nuevo en el campo migratorio, y viene siendo abordado desde los estudios específicos de diferentes modos:

 

 

Los ya clásicos estudios de Castles y Kosack (1973) intentaban determinar los efectos de la inmigración en el posicionamiento de clase social en los lugares de recepción, a través de su inserción en el mercado laboral. Considerando los lugares de origen de las migraciones, también se ha estudiado la selectividad social de quienes emigran, al detectar que son más proclives a emprender estos movimientos quienes pueden financiar el desplazamiento y poseen ciertas credenciales educativas (Grasmuck y Pessar, 1991). Asimismo, les migrantes acceden a la sociedad de destino en determinadas condiciones, en función del contexto de recepción que encuentran, quedando asignados a estos sistemas de desigualdad y estratificación (Pries, 1998 y Herranz, 1998).

En el contexto actual, la expansión de los medios de transporte ha generalizado las posibilidades de emigrar, y la composición social, étnica, de género y generacional de quienes migran se ha tornado cada vez más heterogénea (Laacher, 2002; Rea y Tripier, 2003). Ciertamente, puede interpretarse, como han hecho Portes (1999) o Tarrius (2007), que existe una mundialización por abajo, en contraste con la mundialización por arriba del capital y de los migrantes de elite. Sin embargo, las múltiples categorías sociales en las que están inmersos los migrantes (etnia, clase, género, generación) pueden generar efectos disímiles en la transformación o persistencia de las desigualdades sociales (Tilly, 2000).

Desde los debates entablados en la teoría social a lo largo del siglo XX, la clase se ha constituido en un concepto dominante para interpretar la desigualdad, con primacía por sobre otras manifestaciones, siendo limitada la posibilidad de observar la convivencia de relaciones sociales productivas o económicas con otras fundadas en términos no económicos, como la esfera de la reproducción doméstica, o las categorías nacionales, étnicas y de género. El giro cultural en este terreno (Devine y Savage, 2005), así como la incorporación de ámbitos no productivos en la interpretación de la desigualdad social, han enriquecido la mirada de las clases sociales por fuera de las visiones más economicistas (Crompton, 1997).

Muches autores vienen complejizando el estudio de las clases sociales al incorporar dimensiones de análisis que desbordan la categoría en su sentido económico y la amplían como hiper-categoría de clasificación de la desigualdad, al incorporar otras variables como pertenencia étnica, género, generación, nacionalidad y experiencias ancladas territorialmente (Bourdieu, 1998, 1999 y 2011). En este encuadre, las migraciones internacionales se vuelven un eje fundamental para estudiar la estratificación y la desigualdad social. Asimismo, los estudios que recuperan la interseccionalidad, en tanto sistema complejo de estructuras de opresión que son múltiples y simultáneas (Crenshaw, 1991:359) realizan un aporte crucial para comprender la diversidad de factores que enmarañan la experiencia vital de les agentes. Este abordaje ayuda a visualizar de qué manera convergen distintos tipos de discriminación (Anthias, 2006) insistiendo en que las estructuras de clase, racismo, género y sexualidad no pueden tratarse como “variables independientes” porque la opresión de cada una está inscrita en las otras -es constituida por y es constitutiva de la otras- (Brah, 2004:138). El enfoque de la interseccionalidad se presenta como la perspectiva privilegiada para observar los entrecruzamientos que se producen con las migraciones en las estructuras sociales de los espacios de origen, tránsito y destinos, como bien lo ejemplifican algunos de los textos que presentamos.

Este dossier presenta ocho trabajos que abordan los procesos señalados desde el supuesto de que las migraciones internacionales constituyen un factor estratificador que se ha incorporado a las relaciones de clases de las sociedades de acogida (Ribas Mateos, 2004). Tratando de superar las visiones más economicistas en el tratamiento de las migraciones, propiciamos un espacio de discusión que parte de la situación de la población migrante en los mercados de trabajo y considera otras dimensiones de análisis que enriquecen la lectura en clave de clase social. Algunas de las líneas de indagación que se recorren a través de los artículos giran en torno a los mercados de trabajo y la inserción desigual de les inmigrantes; las migraciones y el género en circuitos laborales; el transnacionalismo y las trayectorias de clase; los mercados educativos y las migraciones cualificadas.

Los textos propuestos por autores de larga trayectoria en los estudios migratorios permiten adentrarnos en dinámicas y problemáticas de las migraciones en espacios rurales y urbanos en Argentina, así como en las movilidades desde América Latina hacia Estados Unidos, Inglaterra y España. La apelación a categorías nodulares de las investigaciones sociales como movilidad social, segregación, transnacionalismo, deportabilidad, se ve enriquecida por los anclajes territoriales de los procesos que se presentan desde la complejidad de las desigualdades que vivencian los/as migrantes.

Los cuatro primeros artículos que conforman el dossier han centrado el análisis en las dinámicas migratorias en entornos rurales. Las trayectorias migratorias en la ruralidad y en relación con la histórica segregación de los mercados de trabajo en términos de pertenencias étnicas y de género son abordadas en los artículos escritos por María Florencia Linardelli y por Verónica Trpin y Silvia Moreno. En tanto, los aportes de Carlos L. Minchala Buestán y Diego Ramos Rojas y Carlos Melgoza Sepúlveda atienden a históricos circuitos desde zonas rurales de América Latina hacia Estados Unidos.

El texto de Linardelli, titulado Migraciones de mujeres en el agro de América Latina y Argentina. Herramientas analíticas feministas para un estado de la cuestión realiza una revisión sobre las movilidades de mujeres en torno al trabajo agrícola en América Latina y se focaliza en las migraciones entre Bolivia y Argentina, para detenerse en las herramientas analíticas que la teoría feminista ofrece al campo de los estudios migratorios. Sugerente articulación entre ámbitos productivo y reproductivo, el artículo aporta claves de interpretación de las movilidades femeninas en el contexto de las cadenas globales, regionales y locales de cuidados al centrarse en las migraciones intrarrurales de mujeres en la región.

Por su parte, en el artículo Segregación laboral en territorios de agricultura intensiva. Aproximación comparada en las producciones agrícolas de Mendoza y Río Negro, Trpin y Moreno analizan la segregación laboral presente en circuitos de producción agraria intensiva en dos provincias de la Argentina y la incidencia de factores históricos, sociales y simbólicos en la fijación de límites -lugares permitidos/prohibidos- que condicionan las diversas formas de vivir, ocupar y representar los territorios sociales y productivos de la migración. La ruralidad también se hace visible en el texto Migraciones irregulares en la era del capitalismo global. Causas, ilegalidad y deportabilidad en el éxodo de la población de Azogues (Ecuador) de Carlos L. Minchala Buestán, donde se analizan los orígenes migratorios de la población de Azogues (Ecuador) y en sus anhelos por concretar el sueño americano en Estados Unidos. La dimensión de precariedad que cimenta las vidas de les migrantes por su condición de deportabilidad e ilegalidad jurídica y simbólica construida por el Estado de destino, se contrapone con los motores que el propio capitalismo enciende de ilusiones de progreso social.

En esta línea, el texto escrito por Diego Noel Ramos Rojas y Carlos Melgoza Sepúlveda y titulado Dinámicas socioeconómicas: remesas, crecimiento patrimonial y familias receptoras. El caso de la comunidad de Las Cieneguitas, Michoacán, nos traslada a un poblado rural mexicano, en el que la llegada de remesas producto de circuitos migratorios transnacionales, impacta en la condición social, cultural y patrimonial de los núcleos familiares destinatarios.

En el ámbito urbano, otros cuatro artículos exploran las dinámicas de movilidad espacial y social que se articulan en las migraciones contemporáneas en tramas de desigualdad. En esta línea, una de las perspectivas que destaca en dos de estos artículos es la de la interseccionalidad, constituyéndose en la lente privilegiada con las que autoras Gavazzo, Gerbaudo Suárez, Espul, Matossian y Abal han observado las migraciones.

El artículo de Natalia Gavazzo, Débora Gerbaudo Suárez y Sofía Espul titulado Intersecciones entre migración, clase, género y generación. Las estrategias de movilidad social de mujeres migrantes en el Gran Buenos Aires, se basa en el trabajo de campo realizado en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Las autoras recorren la heterogeneidad de experiencias de mujeres migrantes y los modos en que desarrollan estrategias individuales y comunitarias para adaptarse al entorno y lograr un ansiado ascenso socioeconómico. Por su parte, Brenda Matossian y Yamila Soledad Abal escribieron el texto De menciones y omisiones. Experiencias de desigualdad en un barrio periurbano de La Matanza. Las investigadoras indagan en forma pormenorizada la complejidad de la desigualdad social en un barrio periurbano de la provincia de Buenos Aires. A partir de un enfoque cualitativo analizan los relatos de quienes advierten cómo es percibida la vulneración de derechos, en este caso, más ligada a las condiciones de informalidad urbana o a la desigualdad de género que a la condición migratoria.

Los modos de vivir la tensión transnacional entre las clasificaciones de dos espacios sociales -de origen y de destino- son abordados por los artículos de Jiménez Zunino y Martins Junior. Ambos autores utilizan, en sendos textos, el andamiaje conceptual de Pierre Bourdieu para analizar las migraciones y atienden a las diversas maneras en que operan las clasificaciones sociales para jerarquizar, en las sociedades de inmigración, las categorías que funcionan en los países de origen y destino. El texto de Cecilia Jiménez Zunino, titulado Tránsitos epistemológicos para estudiar las migraciones y las clases medias. Una propuesta de análisis para el caso de argentinos en España, está centrado en los recorridos epistemológicos realizados en la construcción del objeto de investigación sobre argentinos de clase media en España, y compone un modelo de análisis para atender a las movilidades geográficas y sociales de las clases medias desde las apuestas teóricas de Bourdieu y Sayad. En tanto, la forma en que las clases medias brasileñas en Inglaterra se diferencian de los migrantes pobres es abordado en el texto (Re)haciendo diferencias de clase en movimiento: la clase media brasileña en Londres por Angelo Martins Junior. Allí, el aukltor elabora una sugerente interpretación desde la etnografía de los códigos morales y estéticos de los migrantes brasileros como formas de diferenciación de las clases medias hacia las bajas del mismo origen nacional.

 

Desde el recorrido de los artículos que componen el dossier se advierten algunos de los centrales retos teóricos y metodológicos que transitan los estudios migratorios contemporáneos, siendo su lectura una invitación a nutrirnos desde investigaciones sostenidas en los territorios y que inspiran tensionar categorías sociales.

Los temas abordados parecen indicar caminos adecuados para pensar los procesos de configuración de las clases sociales en la mundialización en relación con las migraciones internacionales. Así, podemos enmarcar la configuración de clases sociales en el papel que juegan las características asociadas a la condición de les migrantes en la distribución de variables pertinentes para definir posiciones en un espacio social. El estatus migratorio y jurídico, la nacionalidad y la etnia, sumado al género, se configuran en atributos de suma importancia para la distribución de recursos o poderes en las sociedades contemporáneas, que se agregan a los relacionados con la ocupación, los niveles educativos y los grupos de edad, por mencionar los más trabajados. Esta mirada compleja de las clases sociales y de las experiencias que atraviesan las vidas y los cuerpos de trabajadores que migran refleja condicionamientos en los mercados laborales, aunque no se restringe a ellos. Otras esferas y dinámicas de la vida social emergen como relevantes para definir las valorizaciones sociales de las propiedades de les sujetes y ubicarles así, en un espacio relacional de posiciones que pueden ser cuestionadas y franqueadas.

 

Referencias bibliográficas

 

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- - - - - - (1999). La miseria del mundo. España: Akal.

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Castles, S. y Kosack, G. (1973). Immigrant Workers and Class Structure in Western Europe. Inglaterra: Oxford University Press.

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Grasmuck, S. y Pessar, P. (1991). Between Two Islands. Dominican international migration. Estados Unidos: Universtity of California Press.

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Laacher, S. (2002). Après Sangatte… nouvelles immigrations, nouveaux enjeux. Francia: La Dispute.

Portes, A. (1999). “La mondialisation par le bas. L’émergence des communautés transnatio­nales”. Actes de la recherche en sciences sociales, N° 129, pp. 15-25.

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Rea, A. y M. Tripier (2003). Sociologie de l’immi­gration. Francia: La Decouverte.

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Sassen, S. (2007). Una sociología de la globalización. Argentina: Katz.

Tarrius, A. (2007). La mundialización por abajo. El capitalismo nómada en el arco mediterráneo. España: Hacer.

Tilly, C. (2000). La desigualdad persistente. Argen­tina: Siglo XXI.

Wagner, A. C. (2007). Les classes sociales dans la mondialisation. Francia: La Découverte.