Internacionalización de la producción

y desarrollo industrial inestable en Argentina (1980-2014)

 

Internationalization of production

and unstable industrial development in Argentina (1980-2014)

 

Federico Naspleda | ORCID: orcid.org/0000-0001-9720-4576

fdnaspleda@gmail.com

CONICET

 

Argentina

 

Recibido: 21/10/2020

Aprobado: 13/4/2022

 

Resumen

El presente trabajo busca comprender los cambios en la industria argentina según el desarrollo de un fenómeno mundial: la Internacionalización de la Producción, iniciada en la década de 1970. El análisis del caso permite entender cómo dichas transformaciones se establecieron por los límites de la competitividad industrial argentina y la expansión fabril de otras regiones. Estas variaciones se observan en los procesos de reestructuración y crecimiento de la acumulación manufacturera argentina (1980-2014) y se distinguen al presentar un creciente desarrollo fabril basado en la internacionalización, concentración y especialización de la producción. Se observa cómo este aspecto trajo aparejado una nueva heterogeneidad y desequilibrio estructural. El estudio adopta una metodología, por un lado descriptiva, que integra el análisis empírico sobre la evolución industrial mundial y un examen del comportamiento manufacturero en el país de estudio; y por otro lado, se utilizan esquemas conceptuales ajustados al objeto de estudio como aporte cualitativo.

 

Palabras clave: Internacionalización Productiva; Industria Argentina; Acumulación.

 

Abstract

The present work seeks to understand the changes in Argentine industry according to the development of a world phenomenon: The Internationalization of Production that began in the 1970’s. The analysis of the case allows us to understand how these transformations were established by the limits of Argentine industrial competitiveness, and the industrial expansion of other regions. These variations are observed in the processes of restructuring and growth of Argentine manufacturing accumulation (1980-2014), and are distinguished by a growing manufacturing development based on the internationalization, concentration and specialization of production. It is observed how this aspect brought about a new heterogeneity and structural imbalance. The study addresses a descriptive methodology on the one hand, which integrates empirical analysis on world industrial evolution and an examination of manufacturing behavior in the country of study; on the other hand, conceptual schemes adjusted to the object of study are used as a qualitative contribution.

 

Keywords: Productive Internationalization; Argentine Industry; Accumulation.

 

 

 

Introducción

 

 

 

Los objetivos del presente estudio son, en primer lugar, analizar la evolución de la industria argentina entre 1980 y 2014 en términos de los cambios que generó la Internacionalización de la Producción. En segundo lugar, se busca comprender cómo dichas transformaciones modifican la estructura industrial argentina a partir de la dinámica intraindustrial y los problemas que se generan según la heterogeneidad y dese­quilibrio estructural.

Desde principios de los años 70 del siglo XX se inició una importante alteración de la producción mundial conocida como Internacionalización de la Producción (a partir de ahora IP). Esta variación consistió en el aumento sin precedentes de la producción y el comercio orientados al mercado mundial y, a su vez, de la competitividad industrial. Este proceso trajo aparejado una creciente localización de la producción en países asiáticos, y como corolario la pérdida de competitividad de la producción en otras regiones, como es el caso del Mercosur, y específicamente de Argentina.

La IP transformó decisivamente la estructura productiva Argentina en la etapa 1980-2014 en términos de, en primer lugar, limitar y centrar su exportación a un reducido tipo de manufacturas competitivas en detrimento de los bienes primarios; y, en segundo lugar, en hacerla más dependiente de importaciones de bienes de capital e insumos. La forma en que la economía argentina se adaptó al contexto dado por la IP se basó en la creciente Internacionalización, Concentración, y Especialización de la Producción (a partir de ahora ICEP) como principal forma de aumentar su competitividad a nivel mundial. Este fenómeno causó una nueva heterogeneidad y desequilibrio estructural que será estudiado en profundidad.

Teniendo en cuenta lo enunciado hasta el momento, este trabajo se distingue por construir una perspectiva del desarrollo industrial argentino desde el punto de vista de la totalidad del mercado mundial. Es por esto que el tratamiento que se hace de la etapa histórica parte de la comprensión del cambio internacional y su interacción respecto a la evolución argentina.

Como hipótesis de trabajo se sostiene que la conversión fabril en Argentina generada por la IP tuvo tres etapas.

Este trabajo se organiza de la siguiente manera. En el primer apartado se realiza un examen cualitativo y cuantitativo de los efectos de la IP en el mundo y en las principales regiones. A su vez, se elabora un estudio descriptivo de la evolución industrial por regiones para identificar de mejor manera los aspectos más importantes de la IP. Por último, se estudia el impacto de la IP en Argentina según el proceso de reestructuración productiva y avance de la ICEP (1980-2014). A continuación, en el segundo apartado, se profundiza en la noción de neoliberalismo como un fenómeno que deriva de la IP. Se observa su impacto en argentina teniendo en cuenta tanto sus fundamentos internacionales como las especificidades de su práctica en el caso de estudio dadas por la intensificación de la ICEP como forma de una nueva fase de crecimiento económico turbulento. Se centra la indagación del neoliberalismo en el concepto de competencia coercitiva, y para ello se realiza una exploración empírica que compruebe su adecuación al caso de estudio. Por último, en el tercer apartado. se examina el impacto de la ICEP en la estructura industrial (1993-2014) bajo dos fenómenos: la nueva heterogeneidad y el desequilibrio estructural. Se analizan dichos fenómenos mediante un estudio cuantitativo de la dinámica intra industrial y otra indagación sobre la situación de la balanza comercial.

 

 

 

Internacionalización productiva, reestructuración fabril

y crecimiento en base a la ICEP en Argentina

 

 

 

A nivel internacional las actividades manufactureras sufrieron un cambio inusitado producto del avance de la IP desde principios de los 70, transformación que se acrecentó a lo largo de la etapa en estudio. Este proceso se desarrolló por la creciente caída en la tasa de ganancia de las empresas productoras en los países centrales (Brenner, 2006). Y por el intento de revertir esta situación a partir de la expansión hacia otros países “menos desarrollados” aprovechando los adelantos tecnológicos existentes (Dunning y Narula, 2005), los salarios más bajos (Fröbel et al., 1980) y arreglos institucionales que permitieron una mayor estabilidad y explotación del trabajo (Gordon, 1988). Esto implicó un punto de inflexión histórico de la industria en el mundo, dando lugar a una nueva etapa en la economía mundial (Robinson, 2008). En este sentido, algunos autores encuentran en la IP un proceso unívoco, en el cual el mundo entero se homogeniza en términos de la libre movilidad que gana el capital para realizar inversiones en cualquier país, la mayor competitividad de los países de bajos salarios para atraer capitales (Fröbel et al., 1980) y la emergencia de las empresas multinacionales como clase internacional con autonomía (Robinson, 2008).

Estas tres últimas tendencias mencionadas, si bien captan parte de las transformaciones más importantes, suponen una sobrestimación de estos elementos de la IP. En este trabajo se retoma la crítica de Gordon, según la cual el proceso de expansión industrial tiene un carácter no homogéneo sino localizado, cuyo mayor exponente son los nuevos países industrializados de Asia (Gordon, 1988). En este sentido, los cambios de la economía internacional muestran una disminución de la movilidad del capital productivo, que se localiza en determinadas regiones. A su vez, el autor señala que las regiones de producción destacadas no se distinguen únicamente por los bajos salarios existentes en un momento dado, sino por los arreglos institucionales que permiten una mayor estabilidad económica, y una estable explotación del trabajo. A su vez, las corporaciones multinacionales no pueden considerarse como una clase internacional con autonomía: las mismas han buscado una mayor protección política e institucional estable y aislada contra la creciente volatilidad del comercio internacional. Por último, es preciso señalar, en favor al argumento de la localización productiva, que las inversiones en industria responden a procesos de largo plazo por la necesidad que tienen de ser amortizadas, y sus requerimientos de infraestructura, en claro contraste a las inversiones financieras (Gordon, 1988; Harvey, 1990).

Bajo estos términos, la evolución industrial mundial responde a un desarrollo combinado y desigual. Combinado según la mayor profundidad que ganó el proceso de internacionalización y especialización de la producción de los países y regiones para proveer cada vez más bienes al mercado mundial que antes se producían a nivel local. Desigual, por un lado, en el sentido de la mayor o menor acumulación productiva para la exportación que tuvo cada región y país en el mundo según su competitividad. Por otro lado, porque la internacionalización de la producción tuvo cada vez más un fortalecimiento regional-local y no una integración global. Por lo tanto, el resultado fue un Tercer Mundo cada vez más diferenciado (Gordon, 1988). Dicha diferenciación generó un mercado segmentado a nivel mundial por la mayor competitividad productiva de la región asiática frente al resto. Por otra parte, a la par de este fenómeno se evidenció una sostenida desaceleración productiva en los países centrales (Benanav, 2020), como a su vez un rezago productivo y competitivo en América Latina (Mortimore y Peres Núñez, 2001). Entonces, la industria de la mayoría de los países se reestructuró según la forma de inserción que pudo tener en el mercado mundial en un contexto de mayor competitividad. A continuación se describen estas tendencias.

 

 

Gráfico 1. Comercio de Mercaderías en el mundo (porcentaje del PBI)

 

6647.png 

Fuente: elaboración propia en base a Banco Mundial

 

Por un lado, siguiendo el Gráfico 1 se observa la mayor internacionalización de las regiones y del mundo según la evolución del comercio de mercaderías (la participación de las exportaciones e importaciones). Dicha variable tendió al crecimiento en el mundo entre los años 1970-2014, pasando del 19,5% al 48,1%. Por otra parte, se observan patrones diferenciales del comercio por regiones, donde las áreas más integradas al globo en el periodo 1970-2014 pertenecen a La Unión Europea, que pasó del 31,3% al 65,4%, la región de Asia oriental y el Pacífico, que muestran un crecimiento acelerado pasando del 21% al 47,8%, y el NAFTA, del 12,5% al 45,8%. Por otra parte, la región del Mercosur es la menos integrada en dicho periodo, pasando de un 22,1% al 37,8%. Esta tendencia manifiesta que la tesis de Gordon referida a la sobrestimación de la integración económica global tiene una base empírica de apoyo, como a su vez la importancia de considerar las marcadas diferencias regionales.

 

Gráfico 2. Participación de las exportaciones mundiales y valores en Mlls US$ (eje derecho)

 

6708.png 

Fuente: elaboración propia a partir de Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)

 

El Gráfico 2 muestra las variaciones en torno a la participación en las exportaciones manufactureras entre 1970-2011 por regiones y los valores exportados. El análisis regional nos permite entender de mejor manera la forma histórica que alcanzó la localización productiva, y las heterogeneidades presentes en materia exportadora. A su vez, el estudio del Mercosur, por sus características, nos proporciona tendencias que se asimilan a la evolución argentina. La evolución del periodo registra una caída y/o un estancamiento de la participación de las exportaciones de la mayoría de las regiones, donde en la más importante, la Unión Europea, cae un 14%; con excepción del Este y Sudeste Asiático que crece un 20,1%. El Mercosur adopta una tendencia al estancamiento, con una ya de por sí baja participación mundial que rodea el 3%. Esto refleja grandes diferencias de competitividad localizadas en regiones, mientras que los valores exportados muestran un continuo avance, siendo este aspecto característico a medida que se profundiza la IP.

Por otra parte, la IP en Argentina implicó un nuevo desarrollo destacado de manufacturas ligadas al mercado mundial y regional, de baja participación global -siguiendo la tendencia del Mercosur-. Este tipo de acumulación fabril, al estar compuesta por pocos sectores, y por una mayoría de empresas internacionales, estimuló la especialización y concentración industrial como principal forma de desarrollo, dando como resultado el progresivo avance de la ICEP. Este proceso tiene como principales elementos en Argentina una fase de reestructuración productiva (1980-1991) y un posterior crecimiento económico que hizo posible la persistencia de este tipo de desarrollo en el tiempo (con fases de crecimiento en las etapas 1993-1998; y 2005-2011). Estos elementos serán analizados a continuación.

 

Gráfico 3. Exportaciones y participación en las exportaciones de MOI, MOA, Combustibles y energía, y de productos primarios, Argentina 1980-2014 (en MM US$, y en porcentaje eje izquierdo)

 

6746.png 

Fuente: elaboración propia en base a INDEC.

 

 

En primer lugar, la reestructuración y el desarrollo productivo se evidencia siguiendo el Gráfico 3, y el mismo nos brinda información acerca del tipo y cantidades exportadas en Argentina. Se observa un progresivo aumento de las exportaciones MOI para los años 1980, 1998 y 2015, que pasaron de 19% a 30% y 32% respectivamente. Por su parte las MOA en los mismos años no mostraron un gran crecimiento, pero si son los de mayor participación con valores del 40%, 35% y 41%. Los productos primarios son los que más cayeron con un 37%, 25% y 23% respecto a los años anteriormente analizados. Por lo que se observa un quiebre del predominio agroexportador característico de décadas anteriores al ochenta, por el avance de las MOI y las MOA.

 

Cuadro 1: exportación de los 10 productos principales conforme a la CUCI rev.1, según participación porcentual en cada año, Argentina 1974-1998

 

Productos principales

1974

1980

1987

1991

1993

1998

2002

2005

2011

2015

Tortas y harinas de semillas oleaginosas

Maíz sin moler

Aceite de soya

Soya

Camiones y camionetas

Trigo (incluso escanda) y comuña sin moler

Vehículos automotores

Otros productos químicos

Crustáceos y moluscos

Carne de ganado vacuno

Preparados y conserva de carne

Pescado fresco, refrigerado o congelado

Cereales sin moler

Manzanas frescas

Azúcar de remolacha y de caña

Afrechos, salvados y harinas

Mineral y concentrados de cobre

Petróleos crudos

Petróleo

Gas natural

Aceite de girasol

Medicamentos

Cueros

Tubería de hierro

Otras partes para vehículos automotores

1.9

16.8

...

...

...

7.8

...

...

...

5.0

3.5

...

8.0

1.9

4.2

3.3

...

...

...

...

...

...

2.2

...

...

3.7

6.4

...

7.5

...

10.2

...

...

...

6.8

3.3

...

2.9

...

3.2

...

...

...

3.0

...

...

...

3.7

...

...

13.1

4.7

3.6

4.2

...

5.5

...

...

...

4.0

3.8

3.0

...

...

...

...

...

...

...

...

3.3

...

5.4

...

...

10.2

3.4

4.3

7.7

...

4.0

...

...

...

3.3

2.9

...

...

...

...

...

...

...

...

...

4.5

...

4.0

3.0

...

10.7

4.0

4.6

4.2

...

5.6

...

...

...

2.5

...

...

...

...

...

...

...

4.0

...

...

2.7

...

4.5

...

2.7

7.3

5.1

5.6

2.5

3.0

5.0

6.2

...

...

...

...

...

...

...

...

...

...

5.5

...

...

4.0

...

2.9

...

...

10.4

3.6

5.3

4.4

...

4.3

2.4

...

...

...

...

...

...

...

...

...

2.2

8.7

...

2.4

...

...

2.6

...

...

9.7

3.4

5.6

5.7

2.7

3.2

2.0

...

...

2.9

...

...

...

...

...

...

...

6.3

...

3.1

...

...

...

...

...

12.1

5.4

6.2

6.5

4.3

3.0

5.8

2.9

...

...

...

...

...

...

...

...

1.8

2.7

...

...

...

...

...

...

...

18.0

5.7

7.0

7.8

5.5

1.9

3.5

...

1.7

...

...

...

...

...

...

...

...

...

...

...

...

1.6

...

...

1.6

Total primarios

Total MOI

Total MOA

Complejo soja

38.7

0.0

15.9

1.9

33.2

0.0

17.5

11.2

14.4

0.0

36.2

20.9

11.1

3.0

29.2

22.2

17.8

2.7

25.0

19.5

18.1

9.2

19.8

15.4

23.2

2.4

18.3

20.1

18.5

4.7

18.2

21.0

19.4

13.0

18.3

24.8

15.4

12.2

26.7

32.8

 

Fuente: elaboración propia en base a CEPAL

 

 

En segundo lugar, la reestructuración productiva en base a la concentración y especialización de la producción se puede observar en el quiebre del modelo agroexportador, predominante en las décadas anteriores a 1980, siguiendo el Cuadro 1, según el cual los 10 productos más exportados en Argentina sufrieron transformaciones entre 1974 y 2015, etapa en la cual se reemplazó el liderazgo de los productos primarios por las MOA y aumentaron significativamente las MOI. En este sentido, los productos primarios en estos años pasaron de comprender el 38,7% de las exportaciones a tener un 15,4%, mientras que las MOA tuvieron un cambio de 1,9% a 32,8%, y las MOI del 0 al 12,2%. A su vez, el cuadro también revela aspectos ligados a la especialización de la canasta exportadora en la fase 1974-2015, estando liderada la misma por el complejo soja, y en menor medida por la producción de Camiones y Vehículos automotores, mientras que los productos primarios pierden participación.

Por una parte, esta forma de desarrollo productivo se afianza en la década de 1990 bajo la adopción del neoliberalismo al iniciarse por primera vez desde su aparición una fase de crecimiento económico y de la industria (1993-1998) con base en la ICEP. La importancia de esta etapa nos obliga a detenernos en su mayor comprensión en el siguiente apartado. Por otra parte, el afianzamiento de esta nueva forma de inserción internacional y desarrollo productivo continuó en la fase posneoliberal, ligado a las dificultades ya existentes en la etapa neoliberal. Estos problemas refieren a los generados por la nueva heterogeneidad y desequilibrio estructural, y la mayor dependencia importadora-tecnológica, cuestión que será analizada en el apartado 2.

 

 

 

La intensificación de la ICEP en Argentina: de la reestructuración productiva

al neoliberalismo como forma de crecimiento turbulento (1993-1998)

 

 

 

El análisis del impacto del neoliberalismo en el proceso de reestructuración productiva en Argentina requiere una previa explicación histórica y comprensiva del surgimiento de este proceso en el mundo. En términos históricos, como se ha mencionado anteriormente, la IP se desarrolla en un contexto de desaceleración de la ganancia en la producción de los países centrales. En consecuencia, a fines de la década de 1980, la tasa de ganancia agregada de las empresas privadas para las economías del G7 en su conjunto estaba ligeramente por encima del nivel de fines de 1970 (Brenner, 2006). Frente a este escenario, el neoliberalismo emerge como una alternativa de crecimiento económico con base a una estrategia de ofensiva del capital contra el trabajo, articulada a través del disciplinamiento de las economías locales por el mercado internacional (Piva, 2020). A su vez, el neoliberalismo puede explicarse como la respuesta a la crisis del sistema capitalista mundial de principio de los años 70 mediante la profundización y aceleración de las tendencias transnacionales de la globalización capitalista (Colás, 2005). Dicha profundización se enmarca en un desarrollo industrial localizado bajo la lógica de la IP, como se ha expuesto en el apartado anterior, es por esto que el neoliberalismo no da cuenta de un mundo cada vez más unificado para el capitalismo global como así lo han considerado algunos teóricos (tales como Robinson, 2008).

De esta manera, el neoliberalismo generó una profundización de las relaciones económicas de los países respecto al mercado internacional, según un determinado tipo de competencia llamada coercitiva (O’Connor, 2010). Este tipo de competencia puede comprenderse bajo tres procesos.

El primero de ellos es la racionalización del estado y la preminencia del mercado internacional como eje ordenador de la economía de un país. Bajo este aspecto, la presión de la competencia internacional obliga a las empresas a innovar, a introducir tecnologías más avanzadas y a explotar mejores rendimientos crecientes a escala. En este proceso, las empresas innovadoras, si son exitosas, obtienen mayores beneficios, acumulan más rápido y aumentan sus cuotas de mercado a expensas de pequeños capitales, incapaces de seguir el ritmo de la competencia. Así, el capital tiende a concentrarse como consecuencia de la ley coercitiva de la competencia, que obliga a cada empresa individual a crecer para no morir (Palermo, 2017).

En segundo lugar, una economía basada en el crecimiento del mercado internacional requiere igualdad en las condiciones de competencia para las empresas extranjeras y locales, y para lograr esto los gobiernos deben eliminar todos los obstáculos en el acceso al mercado. Esta tendencia histórica se ha manifestado en diversos grados entre los países que adoptaron al neoliberalismo, y siguiendo el caso de estudio se definirán sus límites.

El tercer elemento de la competencia coercitiva es la mayor movilidad de factores, garantizada por los adelantos tecnológicos.

El neoliberalismo atravesó el mundo a través de Programas de Reestructuración Económica que buscaban lograr dentro de cada país el equilibrio macroeconómico, mediante la liberalización de la economía para fomentar el desarrollo del capital transnacional y profundizar la integración nacional y regional a los circuitos globalizados de acumulación (Robinson, 2008). Según este autor, entre 1978 y 1992 más de 70 países emprendieron 566 programas de estabilización y ajuste estructural impuestos por el FMI y el Banco Mundial.

Para entender de mejor manera los elementos descriptos de la competencia coercitiva durante la adopción del neoliberalismo en el país de estudio es necesario detenernos en la situación previa. En tal sentido, la reestructuración productiva en Argentina se inició en la década del ochenta condicionada por la IP en términos de una acotada inserción productiva mundial. A su vez, presentaba una baja performance de los principales indicadores económicos con excepción de las exportaciones que tuvieron un signo positivo con un crecimiento del 78% entre 1980 y 1990 (Kosacoff, 1993). Este hecho, sumado al agotamiento de la sustitución de importaciones, significó que muchas empresas industriales buscaran reconvertir su producción local en búsqueda de una salida exportadora (Azpiazu, 1992). Además, en este periodo se transformó la estructura productiva exportadora en base a la concentración de empresas transnacionales (Azpiazu, 1992; Bisang y Kosacoff, 1992). De esta manera, el desarrollo económico vía exportaciones mediante la ICEP fue la base de la reestructuración productiva.

En los años 80 la ICEP se vio acotada por una economía que no daba señales de recuperarse, protecciones estatales que no permitían el desarrollo de la competencia coercitiva y los mayores beneficios del capital internacional, tales como la obligatoriedad de las empresas transnacionales de invertir conjuntamente con el capital nacional (Azpiazu, 1992), el restablecimiento de aranceles altos y restricciones a la importación, y retenciones a las exportaciones e incentivos fiscales a las manufactureras (Kosacoff, 1993).

Por los límites señalados, la reestructuración productiva sólo logra consolidarse como vía de desarrollo económico dependiente a partir de su profundización con las reformas neoliberales iniciadas a principio de los años noventa, momento en el cual se manifestó un periodo de crecimiento (1993-1998) que contrasta con respecto al nivel de estancamiento durante los 80. Esta fase de crecimiento afianzó las transformaciones de la estructura exportadora iniciada en los 80 mediante un conjunto de importantes inversiones que acrecentaron como nunca antes la ICEP.

De esta manera, el crecimiento industrial se basó en profundizar la forma de desarrollo productivo de los años 80 mediante la competencia coercitiva. Este tipo de competencia se estableció, en primer lugar, mediante la apertura del mercado, principalmente por la gradual disminución de los aranceles a las importaciones, que para 1992 el arancel máximo quedó en un 20% y un 0% para el caso de bienes de capital (Heymann, 2000) que cubrió casi todo el espectro de los instrumentos e instituciones políticos y trastocó de manera fundamental el modo de operación de la economía. Al mismo tiempo, hubo variaciones significativas en el contexto internacional: frente a una nueva configuración de incentivos, los agentes internos modificaron sustancialmente sus patrones de comportamiento. En claro contraste con lo ocurrido previamente, durante los años 90 la economía retomó un apreciable ritmo medio de crecimiento, con tasas de inflación que se redujeron a valores extremadamente bajos. Asimismo, se recuperó agudamente la inversión. Sin embargo, pese a la apreciable suba del producto acumulada a lo largo del período, se elevó la incidencia del desempleo. Por otro lado, el nivel de actividad experimentó intensas fluctuaciones, y mostró gran sensibilidad ante impulsos externos; hacia finales de los 90, en un contexto internacional netamente menos favorable que algún tiempo atrás, se había generado incertidumbre sobre las perspectivas macroeconómicas. La intensidad de los movimientos que tuvieron lugar en el período en las principales variables macroeconómicas puede apreciarse observando un conjunto reducido de indicadores (Cuadro 1). La excepción más importante fue el sector automotriz (Cuadro 1) que tuvo un mayor impulso productivo bajo la formación de un mercado regional, el MERCOSUR, y funcionó mediante la reducción de aranceles y protecciones limitadas sobre algunos bienes (como es el caso de las autopartes locales). Pero la liberalización económica contribuyó a su acumulación: permitió a las corporaciones automotrices mejores condiciones competitivas (mayor movimiento de sus capitales, flexibilidad laboral, entre otros aspectos). En este sentido, se eliminaron las restricciones a las inversiones de empresas multinacionales (Bisang y Gómez, 1999), condición fundamental para el establecimiento de la competencia coercitiva y el avance de la ICEP. Otro aspecto fundamental para profundizar la competencia coercitiva fue el impulso de las leyes de flexibilización laboral, que permitió en la industria aumentos de productividad y un estancamiento del salario real (Salvia, 2018) promovido por las reformas neoliberales aplicadas por el Estado Argentino. Al igual que en otros países de la región, aunque con sus particularidades, estas reformas se basaron en una mayor libertad en el comercio, leyes de flexibilización laboral, desregulación económica, privatización de empresas estatales, etc. Esas medidas estuvieron acompañadas por una política monetaria extremadamente restrictiva, cuyo mayor exponente fue la fija (por ley) de la tasa de cambio, una singularidad argentina.

En este sentido, el presente trabajo discute con autores eminentes que caracterizan los 90 como un periodo de “desindustrialización”, desarrollando una metodología cuantitativa para el análisis de información producida por el Centro de Estudios de la Producción (CEP).

Los efectos de la apertura del mercado se hicieron sentir, implicando un fuerte desplazamiento de la inversión industrial pública por la privada (Bisang y Gómez, 1999).

 

Gráfico 4. Exportaciones MOI y MOA, Importaciones MOI, y Saldos, Argentina 1993-2014 (En MM US$)

y PBI industrial, eje derecho (en MM de $ de 1993)

 

6968.png 

Fuente: elaboración propia en base a Centro de Estudios Para la Producción e INDEC

 

 

Si consideramos que en 1993 el PBI industrial era similar al máximo alcanzado en la década de 1980, vemos que, según el Gráfico 4, entre 1993 y 1998 se dio una fase de crecimiento industrial por encima de la recuperación del 15%. El incremento fue acompañado de las exportaciones MOI y MOA con un porcentaje histórico similar del 94%. Pero claramente divergen en su autonomía respecto al ciclo económico local por la dependencia importadora de las MOI y los problemas que esto genera a la balanza comercial. A diferencia de este último aspecto, las importaciones MOA van a ser bajas, logrando así un continuo superávit (INDEC) -no se agregó este dato en el gráfico por la cantidad de elementos analizados-.

De esta manera se observa sobre la estructura industrial un mayor grado de dependencia y de menor integración productiva, que es una constante en el tipo de crecimiento de la ICEP. Cuyas consecuencias principales son los límites a la expansión exportadora y del crecimiento de gran parte de los sectores industriales mercado internista que dependen de importaciones. Este último aspecto será profundizado en el siguiente apartado.

 

 

Cuadro 2. Participación de las Empresas

Multinacionales al interior de las 100 empresas

de mayor facturación industrial

 

 

Participación

en las ventas

Cantidad

de empresas

1980

1990

2000

2010

46.7

48.8

60.8

70.8

46

51

56

70

 

Fuente: elaboración propia

según Azpiazu (1992) y Manzanelli y Schorr (2013)

 

 

El cuadro 2 nos permite diferenciar las décadas de 1980 y 1990, y el primer decenio del 2000 en términos de la concentración internacional de las 100 mayores empresas industriales en argentina en términos de facturación y cantidad de empresas. De esta manera, observamos que la fase de mayor concentración e internacionalización corresponde a 1990-2000 con un aumento en la participación en las ventas industriales del 12% y un aumento en la cantidad de empresas multinacionales de 5 (56 en total); mientras que en los 80 existió sólo un aumento del 2,1% y de 5 empresas respectivamente. Es importante observar que durante el posneoliberalismo la concentración aumentó de manera más desacelerada que en los noventa con una participación del 10%, y se incrementaron la cantidad de empresas internacionales de 56 a 70.

Por este camino, la estructura manufacturera de esos años transita un continuo proceso de cambio por el aumento de la ICEP como principal vía de desarrollo acorde a las nuevas condiciones competitivas. Las transformaciones encontraron fuertes límites al desarrollo económico, lo que produjo a finales del neoliberalismo (1999-2001) una de las crisis más grandes de la historia argentina. Pero los cambios realizados en los 90 perduraron a lo largo del tiempo y serán claves para comprender parte importante del tipo de industria desarrollado en el posneoliberalismo, cuestión que será examinada con más detenimiento en el siguiente apartado.

 

 

 

Impacto de la ICEP en la estructura industrial:

elementos de una nueva heterogeneidad estructural (1993-2014)

 

 

 

La crisis del neoliberalismo supuso cambios que modificaron la economía del país durante el posneoliberalismo (2002-2014), cuyas rupturas se evidencian en políticas económicas de un tipo de cambio alto y en la expansión de la demanda (Piva, 2015). Pero, como veremos en este apartado, este proceso no logró revertir las tendencias previas basadas en el desarrollo mediante la ICEP, y la profundización de la heterogeneidad y desequilibrio estructural.

En este sentido, es importante detenernos en la idea de estructura productiva desequilibrada (Diamand, 1984) y de heterogeneidad estructural. Por una parte, el autor entiende la estructura productiva desequilibrada formada por dos sectores:

 

 

Esta estructura presenta un tipo de desarrollo particular conocido como stop and go, que supone ciclos de crecimiento y estancamiento recurrentes y desequilibrados. Es que bajo este tipo de estructura el crecimiento económico (definido como momento go) requiere de cantidades crecientes de divisas para el desarrollo industrial, siendo su única fuente las provenientes del agro. Así, el principal límite a la evolución económica en la época de estudio de Diamand en Argentina se manifestó en la divergencia existente entre el crecimiento del sector industrial consumidor de divisas y el más lento crecimiento del sector agropecuario generador de divisas. Por otra parte, el concepto de heterogeneidad estructural se relaciona directamente al de desequilibrio estructural en términos de que busca el reconocimiento de características en los países según desequilibrios sectoriales y diferencias de productividad. De esta manera, la idea de heterogeneidad estructural reúne las disparidades empíricamente aprehensibles en un denominador conceptual (Sturm y Nohlen, 1982).

Las ideas de estructura productiva desequilibrada y heterogeneidad estructural sirven para comprender los problemas en torno al desarrollo económico en los años de estudio, aunque es importante considerar algunas novedades frente al planteo original. En estos años, los desequilibrios estructurales no van a depender tanto de la relación agro/industria (como así lo estudiaba Diamand, 1972), sino que existen importantes elementos que aportan a la idea de un cambio en el cual los desequilibrios surgen por las diferencias en la acumulación de los sectores que integran el todo industrial.

Para observar esta transformación, a continuación se observa, en primer lugar, cómo la ICEP impacta en la estructura industrial promoviendo el desarrollo de la heterogeneidad y el desequilibrio estructural en etapas que comprenden el neoliberalismo y el posneoliberalismo. Para esto se realiza un examen intersectorial sobre el carácter dinámico y no dinámico de todos los sectores que integran la industria. En segundo lugar, veremos este impacto en términos de las exportaciones e importaciones MOI y MOA, y la balanza comerciar industrial.

 

Cuadro 3. Evolución de los Sectores Competitivos, Dinámicos en el neoliberalismo,

Dinámicos en el Posneoliberalismo y No Dinámicos en Argentina (1993-2013)

 

Sectores de la industria

TAA

1993-1998

TAA

1998-2002

TAA

2002-2005

TAA

2005-2011 

TAA

2007-2011

TAA

2011-2013 

% VBP

1993

% VBP

2011 

Dinámicos en el posneoliberalismo (%)

Elaboración de azúcar, café, té, yerba mate, otros (154)

Elaboración de bebidas (155)

Fabricación de electrodomésticos (293)

Fabricación de calzado (192)

Fabricación de vidrio (261)

Fabricación de maquinaria de informática (300)

1,70

0,40

1,90

2,00

-1,10

-7,50

-5,74

-7,84

-26,20

-10,82

-5,11

-25,01

11,38

18,07

52,13

27,99

17,05

16,86

11,93

11,01

16,91

18,86

11,29

12,55

11,13

12,76

15,19

17,65

10,38

14,29

6,94

16,32

1,72

2,35

4,33

-7,25

6,40

4,60

1,10

1,40

0,20

0,20

7,10

4,60

1,90

1,50

0,50

0,03

Competitivos 

Productos alimenticios (151)

Fabricación de productos químicos agroquímicos (242)

Fabricación de vehículos automotores (341)

Fabricación de productos de plástico (252)

Fabricación de muebles, somieres y colchones (361)

Fabricación de aparatos de de sonido y video (323)

4,30

3,00

4,80

6,50

8,70

6,00

-0,05

-11,07

-21,14

-2,03

-26,80

-21,51

9,73

12,37

26,35

11,04

23,09

60,03

9,40

12,26

19,11

10,14

8,55

15,42

10,55

12,06

14,30

11,35

5,42

16,67

1,40

5,47

-1,80

-5,00

2,01

-0,19

12,2

6,90

4,60

2,60

1,80

1,20

16,20

6,80

6,20

3,90

1,05

0,10

Dinámicos en el neoliberalismo 

Fabricación de material de locomotoras, y aeronaves (35A)

Productos de hierro y acero (271)

Fabricación de abonos y otros productos químicos

de uso agropecuario (24a)

Elaboración de productos lácteos (152)

Fabricación de carrocerías y remolques (342)

Fabricación de hilos y cables aislados (313)

Fabricación de fibras manufacturadas -artificiales y sintéticas- (243)

Fabricación de sustancias químicas básicas, excepto abonos (241)

Molienda de trigo, legumbres y cereales. Alimentos para animales (153)

Productos de metales no ferrosos (272)

Fabricación de papel y productos de papel (210)

Fabricación de madera y sus productos (excepto muebles)(20a)

Fabricación de ropa de cama, toallas y mantelería (172)

25,80

10,70

 

10,10

8,80

7,50

6,20

5,20

5,00

4,90

4,60

3,90

3,90

3,70

-18,43

-6,68

 

10,02

-6,36

-31,01

-30,48

-10,82

3,05

-4,76

7,19

-4,80

-6,49

-27,21

18,53

8,22

 

15,72

10,50

56,77

23,68

-6,73

4,90

9,49

6,53

11,01

11,65

27,16

-8,17

7,56

 

3,90

3,54

5,87

5,97

-1,39

1,56

5,88

4,46

6,34

2,10

5,10

-9,32

9,57

 

2,55

7,75

1,85

5,24

3,26

0,80

3,40

4,90

5,21

1,19

5,93

-30,12

-3,73

 

-2,18

4,48

-0,42

0,61

0,15

1,45

-2,88

-2,73

2,93

0,63

4,28

 

 

No dinámicos (%) 

Edición de folletos, libros, periódicos (221)

Curtido, terminación de cueros y marroquinería (191)

Fabricación de maquinaria de uso general (291)

Fundición de hierro y acero, y de metales no ferrosos (273)

Preparación de hojas del tabaco y elaboración de cigarrillos (160)

Fabricación de productos de minerales no metálicos (269)

Fabricación de maquinaria de uso especial (292)

Productos de caucho (251)

Procesos de acabado de superficies metálicas (289)

Fabricación de partes para vehículos automotores (343)

Producción de combustibles líquidos, gaseosos y grasas lubricantes (232)

Fabricación de válvulas, y transmisores de radio y televisión

y telefonía (32A)

Fabricación de tejidos de punto y artículos de punto y ganchillo (173)

Fabricación de motocicletas, bicicletas (359)

Fabricación de motores y transformadores eléctricos (31A)

Impresión y servicios conexos (222)

Confección de prendas de vestir y de artículos de piel (18A)

Fabricación de productos de hornos de coque (23a)

2,30

2,20

2,20

1,80

1,20

0,30

-0,10

-0,20

-0,30

-0,30

-0,40

 

-0,70

-1,00

-1,10

-1,70

-2,30

-2,30

-2,50

-13,56

5,98

-0,12

-19,94

-1,70

-19,14

-18,69

-7,53

-18,18

-6,10

-1,16

 

-47,33

-19,37

-36,54

-23,85

-6,18

-15,31

-6,21

16,91

3,83

9,66

34,04

-1,27

24,93

30,64

13,55

19,69

9,75

3,12

 

46,09

32,24

62,80

41,03

15,19

20,42

23,43

1,79

1,81

7,53

7,78

7,62

7,55

0,45

1,97

5,57

7,28

0,07

 

-2,57

2,38

0,83

8,22

4,51

1,25

2,55

0,56

0,66

4,21

0,52

7,59

4,74

-6,43

2,37

4,27

8,13

-2,37

-

2,65

3,01

6,49

2,82

-0,80

0,04

15,32

-6,52

-5,47

-19,80

1,99

-1,31

2,66

-16,27

10,63

-3,83

-10,12

0,58

 

9,03

4,44

-2,86

-9,83

-1,25

4,08

9,63

 

 

Fabricación de acumuladores, pilas y baterías primarias (31B)

Joyas, artículos de deporte y juguetes (369)

Instrumentos médicos, ópticos y de precisión, y de relojes (33A)

Fabricación de hilados y tejidos; acabado de productos textiles (171)

Fabricación de productos metálicos para uso estructural (281)

Construcción y reparación de buques y embarcaciones (351)

-2,50

-3,00

-3,20

-4,70

-11,70

-17,50

-23,18

-22,89

-17,72

-20,54

-17,99

-13,78

22,65

15,40

29,11

18,06

30,71

14,59

5,68

6,32

6,72

7,33

2,17

-8,17

6,10

5,07

2,90

6,90

4,09

-18,32

5,23

9,23

-2,56

10,50

-15,97

-20,24

 

 

Total industria

2,40

-8,39

13,49

8,41

7,91

2,32

 

 

 

Fuente: elaboración propia en base a Centro de Estudios para la Producción (CEP)

 

 

La perspectiva de la dinámica sectorial nos aporta información respecto a la heterogeneidad estructural localizada en todos los sectores que comprende la industria durante distintas fases del neoliberalismo y el posneoliberalismo. El Cuadro 3 nos permite identificar 4 agrupamientos sectoriales armados según las fases de crecimiento neoliberal (1993-1998) y posneoliberal (2005-2011) y la dinámica de su tasa anual acumulativa (TAA) del volumen de producción. En estos términos, los agrupamientos sectoriales se definen como:

 

 

Por último, se tiene en cuenta el peso de cada sector en el valor bruto de producción (VBP) para definir la importancia de cada uno al interior de cada grupo. Es importante aclarar que considerar como fase de crecimiento los años 2005 a 2011 puede traer problemas de sobrestimación de la etapa en lo referente al incremento inflacionario y a la crisis internacional 2008-2009. Es por esto que es necesario hacer unas aclaraciones metodológicas. Se cotejaron los resultados de la fase 2005-2011 respecto a la fase 2007-2011 para de esta manera ver si la inflación y la crisis internacional alteraron la dinámica sectorial. Como resultado vemos que la acumulación industrial se modifica, se desacelera levemente con una TAA de 7,91% (en 2005-2011 la TAA es de 8,41%), pero en general siguió creciendo, y el nivel de los Sectores Dinámicos en el Posneoliberalismo y los Sectores Competitivos respecto a la fase 2005-2011 no cambia significativamente.

Del análisis del Cuadro 3 vemos que en la primera fase de crecimiento industrial (1993-1998) se pueden observar desequilibrios en la acumulación al interior de la industria. De esta manera 19 sectores industriales van a tener una TAA por encima del promedio mientras que 30 quedan por debajo. En el primer grupo se destacan los Competitivos y en menor medida los Dinámicos en el Neoliberalismo. Estos sectores que crecen refieren a tres tipos fabriles:

 

 

La segunda fase que se puede observar es la crisis del neoliberalismo (1998-2001), en la cual, siguiendo el Cuadro 3, la industria se contrajo un 8.39% anual y sólo 5 sectores no perdieron terreno, siendo una crisis muy profunda en términos históricos. El sector más importante que menos cayó bajo estos términos es el de Productos Alimenticios, líder de las MOA (ver cuadro 1), cuestión que refleja su mayor autonomía respecto a la evolución económica local. A diferencia de la Fabricación de vehículos automotores (MOI), cuya caída estrepitosa fue del 21,14%. Esto muestra diferencias importantes al interior de las MOA y MOI: las fases de crisis alteran más el crecimiento de las segundas al estar más ligadas a la dinámica del mercado local mientras que las primeras presentan mayor autonomía.

En la tercera fase de acumulación (2002-2005), siguiendo el Cuadro 3, se produjo una acelerada recuperación industrial (del 13,4% anual), que afectó a la mayoría de los sectores. Se habla de recuperación porque en la crisis (1998-2002) 38 sectores cayeron más de un 5% anual y en la recuperación, 45 se posicionaron por encima de este valor. Pocos sectores mostraron un crecimiento sostenido en ambas fases (como son los casos 24a, 272, 191 y 241).

Existió una cuarta fase de crecimiento (2005-2011) en la que se observan tendencias de profundización de la heterogeneidad y desequilibrio estructural. En esta fase sólo 12 sectores crecen por encima del promedio, los cuales refieren a los Competitivos y a los Dinámicos en el Posneoliberalismo. Si bien continuó el incremento industrial, al interior de los sectores vemos profundas desigualdades. En el caso de las novedades, pocos sectores se destacan respecto a los años 90, y los mismos no logran transformaciones profundas en la estructura productiva -como Producción de Bebidas, Calzado y Electrodomésticos-. En contraste, los Sectores No Dinámicos y los Dinámicos en el Neoliberalismo muestran una fuerte desaceleración productiva respecto a la etapa de recuperación.

Por último, en la quinta fase de crisis, entre los años 2011 y 2013 existe en la industria una fase de fuerte desaceleración productiva con una TAA del 2,32% (el año 2014 no está disponible en CEP, aunque la información dada por el VBP industrial según INDEC refleja una caída para el año 2014 y un estancamiento para el 2015). En términos de la heterogeneidad y el desequilibrio estructural esto es significativo, sobre todo siguiendo la evolución TAA de la mayoría de los Sectores No Dinámicos en los años de estancamiento, que serán negativas (13 de un total de 24), o continúan en procesos de desaceleración, hecho que contrasta fuertemente con el incremento acumulado en la fase de recuperación. Por su parte, los Sectores Dinámicos en el Posneoliberalismo y los Competitivos sufrirán una fuerte desaceleración respecto a la fase de crecimiento, e incluso tendrán tasas negativas (como es el caso de Fabricación de Productos de Plástico de gran incremento en la fase de crecimiento), con excepción del sector Elaboración de Bebidas. Un hecho que grafica el panorama de estancamiento y caída de la producción es la evolución de dos sectores que más aporte tuvieron a la industria en términos de volúmenes producidos y de valores, el de Alimentos y el Automotriz, que tienen en la fase de desaceleración un crecimiento débil (del 1,4%) y una caída (-1,8%) respectivamente.

Otro indicador de los desequilibrios presentes lo observamos si tenemos en cuenta las dos fases de crecimiento industrial y la situación al interior de los Sectores Competitivos: Productos Alimenticios entre las dos fases de crecimiento 1993-2011 presenta una suba de 12,2% a 16,20% del VBP, Fabricación de Vehículos Automotores pasó de 4,60% a 6,20%, y Fabricación de productos químicos agroquímicos decreció del 6,9% al 6,8%.

 

 

Gráfico 5. Sectores de la industria dinámicos en la posconvertibilidad,

dinámicos en el neoliberalismo, dinámicos, y no dinámicos.

Participación en el VBP, exportaciones e importaciones en las fases de crecimiento industrial. 1993-2011

 

7694.png 

Fuente: elaboración propia en base a CEP

 

El Gráfico 5 nos suma aspectos de la hetero­ge­neidad y el desequilibrio estructural creados en las fases de crecimiento neoliberal y posneoliberal:

 

 

El análisis sectorial de los años 1993 a 2013 nos permite entender los efectos de la nueva heterogeneidad y desequilibrio estructural a nivel interindustrial. De este modo, encontramos que la industria presentó un doble límite. Por una parte, la constante expansión industrial en ambas fases de crecimiento se estableció por el buen desem­peño de manufacturas creadoras de divisas, aso­ciada a los Sectores Competitivos, que permitieron la expansión desigual de gran parte de la industria de manera intempestiva e inestable. Dicha expansión se manifiesta en mayor magnitud en los años de posneoliberalismo. Por otra parte, los límites del desarrollo industrial revelan su carácter intempestivo dado por las debilidades que genera la expansión fabril en términos del creciente aumento de importaciones, en mayor medida observado en los Sectores No Dinámicos. De manera tal que la dependencia tecnológica es una constante no superada en el periodo, con excepción de una parte menor de los sectores competitivos que pudieron desarrollarse por la ICEP.

Entonces, en la etapa de estudio, la heterogeneidad y desequilibrio estructural están dados por la poca competitividad manufacturera y la dependencia tecnológica. Ambos fenómenos responden a la acotada competitividad de la producción argentina que caracterizó la expansión de la IP, vista en el primer apartado, y la consiguiente mayor localización productiva en otras regiones del mundo.

También se vuelve necesario profundizar en la forma que adoptan el desequilibrio estructural y los límites del desarrollo industrial, dados por: 1) la evolución de las exportaciones e importaciones, especialmente la creciente demanda de importaciones de bienes de capital e insumos de las MOI, a medida que se profundiza el ciclo de crecimiento económico; y 2) la acumulación de divisas dadas en mayor medida en las MOA y en el Sector Primario. Se muestra este análisis para la etapa 2002-2014 porque la fase neoliberal ya fue descripta en el primer apartado.

Siguiendo el Gráfico 4 se puede observar que:

 

 

 

Gráfico 6. Importaciones según uso económico (1991-2014)

 

7717.png 

Fuente: elaboración propia según INDEC

 

 

Respecto a la dependencia importadora, es importante hacer unas aclaraciones. Los gráficos 4 y 5 dan cuenta de importaciones que no se encuentran diferenciadas por uso económico, cuestión que dificulta más entender si su evolución muestra una mayor dependencia tecnológica. Para esto es importante entender qué parte de las importaciones corresponden a insumos (en este caso bienes intermedios) y cuáles a bienes de capital. La mayor importación de los últimos refiere a rezagos tecnológicos más importantes. El Gráfico 6 nos permite acercarnos a esta problemática pero en relación a la evolución de la economía. En el mismo gráfico se observa que la dependencia tecnológica se acentúa en la fase de crecimiento neoliberal por la acumulación de las importaciones de bienes de capital (aumentan 87%) y piezas y accesorios para bienes de capital (121%); también en la fase de crecimiento posneoliberal (del 94% y 207% respectivamente). Los bienes intermedios también aumentan en la primera fase de crecimiento (107%) y en la segunda (110%), mientras que los bienes de consumo aumentan un 96% y un 154% respectivamente. Algunos insumos están directamente vinculados a la dependencia tecnológica, tales como las autopartes y la electrónica, mientras que otros no. Varios estudios señalan que parte importante de los insumos importados en Argentina refieren a problemas de rezago tecnológico (Gigliani y Michelena, 2013; Bekerman, Dulcich y Vázquez, 2015) por lo que el incremento de los mismos profundizó esta problemática.

Por último, respecto al concepto de estructura productiva desequilibrada en Diamand es importante diferenciar las MOA y el Agro. El desarrollo de las primeras requiere de la industrialización del agro, cuestión que en Argentina se inició desde los años ochenta hasta la posconvertibilidad en el complejo sojero (Pierri y Junior 2017; Naspleda, 2021). Las inversiones que se llevaron a cabo fueron de las tres más importantes del mundo -junto a EEUU y Brasil- y fueron realizadas en mayor medida por tres empresas multinacionales: Cargill, Bunge y LDC, siendo las mismas parte del fenómeno de ICEP. En cambio, Diamand (1974) hace referencias del agro como un sector atrasado tecnológicamente y que requiere de importantes inversiones para su desarrollo. Es por esto que en los años analizados se habla de nueva estructura productiva desequilibrada al trasladarse la desigualdad entre el Agro y la industria (Diamand) al interior de la industria misma.

La evolución de la balanza comercial acompaña las tendencias mencionadas presentando fases de recuperación, crecimiento y desaceleración del -29,7%, -14,42% y -33,22% respectivamente. Desde este punto de vista el superávit comercial, permitió una fase de crecimiento más sostenida pero dependiente, expandiéndose la acumulación hasta los límites que las exportaciones primarias (MOA y MOI) y las importaciones MOI lo permitieron. De esta manera el desarrollo local quedó atado a su vínculo respecto al mercado mundial. ´

 

 

 

Conclusiones

 

 

 

En el presente artículo se lograron avances para explicar cómo determinados cambios históricos productivos a nivel internacional entre los años 1970 y 2014 han afectado de manera decisiva la acumulación industrial argentina.

En primer lugar, se observó cómo la IP marcó una nueva segmentación regional industrial basada en una creciente desigualdad productiva. El estancamiento observado del Mercosur fue consecuencia del avance y la mayor participación exportadora de otras regiones, en mayor medida del Sudeste y Este asiático, según un proceso de pérdida de competitiva de la primera región. Esta situación trajo aparejado una mayor dependencia del Mercosur y de Argentina respecto al mercado mundial.

En segundo lugar, vimos que la IP en Argentina sentó las bases para una reestructuración productiva en base a la acumulación destacada de las exportaciones MOI y las MOA en detrimento de los bienes primarios. En consecuencia, la IP implicó el mayor desarrollo de manufacturas ligadas al mercado mundial y regional, que, al estar compuestas por pocos sectores y empresas internacionales, estimuló la ICEP como principal forma de desarrollo.

En tercer lugar, en este trabajo se observó cómo, durante la década de 1990 emergió el neoliberalismo como intento de respuesta al estancamiento económico previo. Los ejes de este desarrollo se basaron en crear apoyos sobre el elemento económico que mostró el mayor crecimiento sostenido en la década previa: la forma de inserción al mercado mundial centrado en las MOI y MOA. Dichos apoyos se formaron con la instalación de la competencia coercitiva y la ofensiva del capital sobre el trabajo como forma de impulsar el desarrollo de la ICEP. El aumento de la dependencia importadora y exportadora que esto trajo derivó en una de las crisis más profundas de la historia.

En cuarto lugar, hemos visto que la doble dependencia mencionada se puede entender como una nueva forma de heterogeneidad y desequilibrio estructural. En este sentido, el desarrollo de la estructura industrial Argentina dependió para su expansión, de un cúmulo importante de importaciones de bienes de capital e insumos, y del buen desempeño de ciertas manufacturas (principalmente de las MOA, pero también de las MOI), que generaron las divisas necesarias para la expansión productiva. Como vimos en el tercer apartado, este desarrollo se configuró bajo la reestructuración productiva, y se intensificó durante el neoliberalismo y en la etapa posneoliberal. El análisis sectorial de los años 1993 a 2013 nos permitió entender los efectos de la nueva heterogeneidad y desequilibrio estructural a nivel interindustrial. Por una parte, la constante expansión industrial en ambas fases de crecimiento se estableció por el buen desempeño de manufacturas creadoras de divisas, asociada a los Sectores Competitivos, que permitieron la expansión desigual de gran parte de la industria de manera intempestiva e inestable. Dicha expansión se manifiesta en mayor magnitud en los años del posneoliberalismo. Por otra parte, los límites del desarrollo industrial revelan el carácter intempestivo de su acumulación, dado por las debilidades que genera la expansión fabril en términos del creciente aumento de importaciones. Este último proceso se identificó en mayor medida por la evolución de un conjunto de Sectores No Competitivos. De manera tal que la dependencia tecnológica es una constante no superada en la etapa de estudio.

En definitiva, los intentos de solucionar los problemas del desarrollo industrial durante el periodo 1980-2014 no parecen claros. Los intentos se basaron, por un lado, en la incorporación de elementos propios de la competencia coercitiva, y por otro, en una mayor intervención del Estado: formas opuestas que no pudieron controlar el aumento del desequilibrio estructural y de la dependencia tecnológica. En definitiva, no pudieron evitar la consolidación de una economía cada vez más inestable. En años posteriores a los aquí analizados no parece que se hayan superado estos problemas. Incluso se han repetido varias fórmulas pro mercado y otras centradas en el estado, que, al no encontrar soluciones concretas, ponen cada vez más en jaque su efectividad y poder de resolución. Si bien esta última reflexión debe estudiarse en profundidad en futuros trabajos.

 

 

 

Referencias bibliográficas

 

 

 

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