TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 ARTÍCULOS DOSSIER 31 Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques Participativos Sociology from Participatory Perspective: The Contribution of the Participatory Approaches Workshop Course Aníbal Armando ÁlvarezLuciana Belén PérezJavier Marsiglia Cicalese
32 Álvarez, Pérez, Marsiglia Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... ARTÍCULOS DOSSIER TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 RESUMEN La cátedra Taller de Enfoques Participativos comenzó a implementarse en el 2019, a partir de su inclusión en el plan de estudios 2018 de las carreras Licenciatura y Profesorado en Sociología , de la Facultad de Ciencias Socia-les, de la Universidad Nacional de San Juan.Se presenta como una propuesta innovadora, que no contaba con antece-dentes en planes anteriores de la carrera en la provincia y en el país. Los objetivos del taller referen a la posibilidad de que los alumnos y alum -nas integren los fundamentos epistemológicos, teóricos y metodológicos de los enfoques participativos de investigación – acción. Así como también, logren adquirir entrenamiento en el trabajo con grupos, organizaciones y comunidades en la aplicación y manejo de técnicas participativas.Para la creación de esta asignatura hubo un esfuerzo inicial para diseñar los contenidos teórico-metodológicos, el repertorio de técnicas y dinámi-cas participativas y las actividades en terreno que iban a ser parte del pro-grama de la asignatura.El Taller de Enfoques Participativos, (en adelante TEP), conforma el Área de Planifcación y Políticas Públicas, desde una propuesta novedosa, respecto a las incumbencias tradicionales de un saber experto que trasciende el campo disciplinar. Sin embargo, los procesos participativos son parte importante de las propuestas internacionales para resolver problemas complejos. ABSTRACT Te chair of Participatory Approaches Workshop began to be implemented in the year 2019, following its inclusion in the 2018 curriculum for Sociology undergraduate and teaching degrees at the Facultad de Ciencias Sociales of the Universidad Nacional de San Juan.It is presented as an innovative proposal which did not count with precedents in previous study plans for the career neither in the province nor in the country. Te objectives of the Workshop refer to the possibility of students integrating the epistemological, theoretical and methodological fundamentals of participatory research-action approaches. In the same way, this course aims to enable students to accomplish the acquisition of training as regards work with groups, organizations and communities in the application and management of participatory techniques. For the creation of this course, there was an initial effort to design the theoretical- methodological contents, the repertoire of participatory techniques and dynamics and the feld activities that were going to be part of the course program.Te Participatory Approaches Workshop is part of the Planning and Public Policies Area with a pioneering proposal that transcends traditional expert knowledge. However, participatory processes are a crucial part of the international initiatives to solve complex problems. Aníbal Armando Álvarez (FACSO-UNSJ) ­ anibalvarez24@gmail.com Luciana Belén Pérez (FACSO-UNSJ) ­ lucianabelenperez@gmail.com Javier Marsiglia Cicalese (FACSO-UNSJ) ­ javier.marsiglia@gmail.com Palabras claves: participación, sociología, investigación e intervención participativa. Key words: participation, Sociology, research and collaborative intervention. | 31 - 47
ARTÍCULOS DOSSIER 33 Álvarez, Pérez, Marsiglia Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 Introducción La terminología vinculada a la participación surge con relativa fuerza en el lenguaje del desarrollo durante la década de los años sesenta del siglo pasado, referida fundamentalmente a las preocupaciones de los países; organismos de Naciones Unidas, ONG de diferente tipo, para involucrar más activamente a la población en el diseño, formulación e implementación de los pro-yectos de desarrollo. La mayoría de estos actores plan-tean, por diferentes razones (algunas contradictorias entre sí) que era importante cambiar las estrategias tradicionales de diseño y ejecución de los proyectos caracterizadas por ser verticales, ceñidos por una ló-gica de arriba a abajo , por lo cual habría que pensar y aplicar otras modalidades de interacción más horizon-tales. De esta manera poner en el centro las demandas, expectativas, capacidades y competencias de las per-sonas, los grupos organizados y las comunidades para ser sujetos de su propio desarrollo.Lo anterior tiene que ver también con la preocupación más reciente por la deriva del régimen democrático. Estamos asistiendo a comportamientos ciudadanos que nos hablan de un crecimiento de la desconfanza en las instituciones, a las que se siente progresivamen-te desvinculadas de los problemas cotidianos de la gente, con su consiguiente alejamiento de los asuntos públicos. La centralidad de la noción de participación radica en el involucramiento de la población a partir de los dere-chos ciudadanos desde las distintas instituciones que conforman la sociedad.Cuando la participación comunitaria es puesta en práctica, los miembros de la sociedad se involucran desde un papel activo y responsable en todas las etapas de los programas de desarrollo y políticas públicas que los afectan. Es en este contexto que se ha planteado que la partici- pación de la ciudadanía es la que garantizaría, en últi -mo término, la defensa de sus intereses y consecuente- mente el control de los poderes públicos y la exigencia del cuidado de sus derechos y necesidades. El concepto de participación se ha ido confgurando en el marco de un recorrido histórico complejo, rico en signifcados, que se va delineando en el tiempo en el mapa de las relaciones humanas y que implica, tanto en la producción académica como en la práctica social, la convivencia de diferentes enfoques y niveles que han ido acompañando dicho proceso.Por lo tanto, a la hora de hablar de participación y de formular nuestras estrategias y programas académi-cos en el ámbito de las ciencias sociales y en particular en la sociología, es importante tener en cuenta nuestra concepción del desarrollo, de la democracia y el papel de los diferentes actores en su construcción. Analizar la participación en su contexto, sin perder de vista que la inclusión de las personas en las estrategias de parti-cipación social, va a estar determinada por una expe-riencia histórica y patrones culturales determinados, los cuales defnirán las potencialidades y restricciones para que esos diferentes actores puedan operar en ese escenario participativo. La participación como categoría ha sido defnida como producto, pero también como proceso, es en sí misma una variable que puede ser analizada como depen-diente o como variable aleatoria. Es un fenómeno que puede ser intencionalmente potenciado según los ob -jetivos que se persiguen, o directamente diezmado por ciertos sectores de la sociedad.La participación social ha sido y sigue siendo objeto de los más variados abordajes en las ciencias sociales en el ámbito nacional e internacional. En su mayoría, los estudios sobre el tema centran sus esfuerzos en expli-car las características de la participación como proceso social y como mecanismo de poder. Con especial én- fasis, se identifcan los factores condicionantes his -tórico-sociales, culturales, institucionales y políticos que la limitan o estimulan y que se expresan a partir de prácticas recurrentes, enmarcadas en la relación de los niveles micro-macro, objetivo-subjetivo, estructu-ra-acción, pautas culturales.La participación en tanto participación ciudadana es un elemento fundamental para fortalecer la democra-cia y el desarrollo. Al involucrarse en la toma de deci- siones públicas, los ciudadanos pueden asegurar que sus intereses sean representados y defendidos. Esto implica una relación bidireccional entre los ciudada-nos y las instituciones, donde se fomenta la transpa-rencia, la rendición de cuentas y la responsabilidad. La participación ciudadana también contribuye a la cons-trucción de una sociedad más justa y equitativa. Al in-volucrar a todos los sectores de la sociedad, se pueden abordar las desigualdades y exclusiones que afectan a determinados grupos. Además, la participación ciu-dadana permite la generación de conocimiento y expe- | 31 - 47
34 Álvarez, Pérez, Marsiglia Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... ARTÍCULOS DOSSIER TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 riencia colectiva, lo que enriquece la toma de decisio-nes. Sin embargo, la participación ciudadana enfrenta desafíos y limitaciones. La desigualdad en el acceso a la educación, la información y los recursos puede limi-tar la capacidad de los ciudadanos para involucrarse en la toma de decisiones. Además, la falta de confanza en las instituciones y la percepción de corrupción pue-den desalentar la participación.Para superar estos desafíos, es necesario promover una cultura de participación y transparencia. Las ins-tituciones deben ser accesibles y responsivas a las ne-cesidades de los ciudadanos. También es fundamental fortalecer la educación cívica y la conciencia ciudadana para fomentar una participación informada y activa.Sintetizando, la participación ciudadana es un ele-mento clave para fortalecer la democracia y el desarro-llo. Es importante abordar los desafíos y limitaciones de la participación y promover una cultura de transpa-rencia y responsabilidad.En líneas generales, el abordaje de la participación (en todas sus acepciones), en la Sociología no ha sido muy amplio a pesar de estar vinculada a muchos de los con-ceptos sociológicos fundamentales y constituir el proce-so generador y enriquecedor de las relaciones sociales. En otras palabras, este artículo pretende proporcionar aquellas categorías, enfoques y abordajes de la partici-pación en las curriculas de las carreas Licenciatura en Sociología y Profesorado Superior en Sociología. Esto, desde una perspectiva integral que busca integrar ins-tancias prácticas y concretas en el territorio que junto al contenido teórico – metodológico dictado, formen con y en el aula el andamiaje central para una visión crítica y pragmática de la participación durante el tra-yecto de los y las alumnas que formen parte del TEP durante la cursada. Fundamentos de la propuesta académica en el marco de la formación en Ciencias Sociales. La participación es un proceso relacional que pone en diálogo personas, grupos, organizaciones, comu-nidades. Estos actores se sienten parte de un proyec-to, de actividades concretas, a través de las cuales se comparten estrategias, recursos, habilidades y buscan generar un cambio sobre una situación dada. En tanto que proceso, es algo abierto y se realiza bajo diferentes itinerarios, por eso encontramos en la realidad diver-sas expresiones y ejemplos de participación, lo que re- fleja la difcultad para establecer un modelo único para su aplicación en los diferentes contextos.La participación es una forma de cooperar, de movili-zar, de construir alternativas. Etimológicamente, en- cuentra dos signifcados: ser parte de : lo que implica vinculación a algo y pertenencia a un grupo o colecti-vidad y tomar parte de (alguna acción), lo que connota libertad, creación y transformación.Implica un proceso de profundización democrática y de reparto del poder y de los procesos de toma de deci-siones. Es un modo de acción colectiva que arranca en una decisión individual y que tiene como consecuen-cia la construcción de la dimensión social y cívica de la persona y la transformación social junto con otros/as.Parte de la bibliografía aquí consultada, plantea mu-chos interrogantes acerca de la viabilidad de la parti- cipación: ¿qué es?, ¿quién la impulsa o promueve?, ¿qué condiciones se requieren para concretarla?, ¿cuáles son los pasos para asegurar la colaboración y la coopera- ción entre los actores? Dentro del campo de la Sociología existen diversas vertientes en debate, que abordan el tema de la parti-cipación social. Este concepto nace en Latinoamérica durante la década de 1960 – 1970 (más allá de algunas elaboraciones anteriores que pueden ubicarse en otros contextos) vinculados con la lucha por la transforma-ción de las estructuras del poder político e institucio-nal. Con el desplazamiento del Estado Benefactor y con el posterior avance de las políticas neoliberales sobre la región latinoamericana, la cuestión de la participación y las políticas públicas resurge para convertirse en un tema central en el desarrollo de estos países.En palabras de Rofman (2001), la participación cons-tituye una reformulación de la relación entre Estado y los ciudadanos, con la consecuente multiplicación y diversifcación de los modos y formas de participar en sociedad, fundamentalmente en la creación de políti- cas públicas activas. La transición del modelo de política social universalis-ta y homogeneizadora, propia de la sociedad salarial basada en el desarrollo industrial, al actual modelo de desarrollo globalizado sostenido sobre el crecimiento del sector terciario y generador de fuertes clivajes so-cioeconómicos puede ser comprendida, también en el | 31 - 47
ARTÍCULOS DOSSIER 35 Álvarez, Pérez, Marsiglia Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 marco de la creciente complejización de la cuestión so- cial. Rofman (2001) indica: “De esta manera, aparecen en la escena pública nuevas cuestiones que nuclean en su entorno individuos y organizaciones que reclaman la intervención del Estado…” (p. 03). La diversifcación de las problemáticas sociales y su consiguiente ampliación en el abanico de actores in-volucrados en la gestión de las políticas estatales, hace evidente la heterogeneidad social y territorial de la cuestión social y lleva a jerarquizar el espacio local como referencia para la gestión de los nuevos modos y formas de participación. Es necesario, según Hopenhayn (2000), tener en cuenta que todos estos cambios alteran roles, hábitos y deseos, además de las formas de ejercicio ciudadano, ya que no se restringen a un conjunto de derechos y deberes con-sagrados constitucionalmente, sino que se expanden a prácticas cotidianas relacionadas con la interlocución a distancia. El uso de la información y participación para el logro de conquistas personales y/o grupales, la rede- fnición del ciudadano y sus derechos, y el uso del espa -cio mediático para devenir actor frente a otros actores, necesitan hoy de una mirada más analítica y detenida.El marco institucional se ha visto, de esta manera, am-pliado a la incorporación de nuevos actores y la cues-tión de la participación social en la formación e imple-mentación de políticas, que ocupa hoy un lugar central en la planifcación y en el análisis de la acción social de estas demandas. En relación a esto, Hopenhayn (2000), indica que emergen movimientos sociales, que encarnan nuevas formas de reclamar por los derechos y por su posibili-dad de ejercerlos. Sintomáticamente, los movimientos sociales protagonizados por grupos que no acceden al poder del Estado, ni se sienten representados por el sistema político, tienen mayor eco en el espacio público cuanto más se vinculan con el tema de la ciudadanía y sus formas de participar.La participación y la ampliación de los espacios de igualdad no se referen solamente a la ciudadanía po -lítica ni a su canalización mediante los partidos políti-cos, sino que se extiende a las relaciones de género, de generaciones, a los diferentes modos de vivir la cultu-ra, el cuerpo y la sexualidad. (Di Marco, 2006).Este contexto de expansión de nuevas demandas so-ciales, complejas e innovadoras se relaciona directa-mente con el marco de surgimiento de nuevas formas de institucionalización de la participación, dado que son nuevas formas de organización social que impo-nen formas de participación diversas con fundamen-tos políticos, sociales y civiles.La participación supone entonces, la ampliación de la ciudadanía de los sectores sociales empobrecidos, que encuentran de esta manera la posibilidad de hacer oír su voz en el proceso de gestión de políticas públicas. Supone la ampliación y profundización de la democra-cia, la participación de nuevos actores sociales no esta- tales asegura una mayor transparencia y efcacia en el accionar público, permitiendo una gestión concertada en el desarrollo de una nueva institucionalidad local. (Rofman, 2001).El hecho de que los representantes de la sociedad civil se encuentran participando en nuevas formas de or- ganización en el entramado social, signifca una am -pliación del funcionamiento de la democracia, exten-diéndola más allá de los mecanismos establecidos por las instituciones representativas propias del sistema democrático. Sostenido principalmente por los movi-mientos sociales y organizaciones de base que se han conformado sobre redes territoriales.En palabras de Di Marco (2006), la participación en diversos sectores crea una acumulación de efectos positivos en el avance hacia una sociedad más demo-crática. En este sentido, los procesos participativos y la democratización, entendidas como variables, son mutuamente interdependientes. Las relaciones so-ciales susceptibles de ser democratizadas no solo son las que median entre el Estado y la sociedad civil, sino también aquellas que se establecen al interior de todo tipo de organizaciones: escuelas, organizaciones de la sociedad civil, clubes deportivos, centro de investiga- ción, así como también en sus instituciones: educa -ción, salud, tecnología, cultura, política.La adopción de formatos participativos para la gestión de las nuevas formas de organización implica revalori-zar recursos y las articulaciones que tienen lugar en el ámbito local, puesto que son los actores sociales impli-cados los que necesariamente poseen un fuerte arraigo en el territorio. (Rofman, 2001). Ello pone de manifes -to la importancia de la inserción local territorial que generalmente tienen las organizaciones, reconociendo y recuperando la dinámica territorial de trabajo que traen las organizaciones de base. | 31 - 47
36 Álvarez, Pérez, Marsiglia Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... ARTÍCULOS DOSSIER TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 ¿Qué es entonces la participación? Se concibe a la participación real como una herramienta de los sectores populares para transformar las desigualdades en la distribución de la riqueza nacional y plantear “quién y cómo distribuye” los bienes. Por su parte, María Teresa Sirvent (1999) posiciona su análisis de la participación social abordando la rela-ción entre estructura de poder institucional y los inte-reses objetivos de los grupos comprometidos. Coraggio (2004) se refere a la acción de participar como:“Tomar parte de algo o en algo. ¿En qué? En pro -cesos, en acciones, en decisiones colectivas. Por ejemplo, tomar parte en la producción, en el con-sumo, en las creencias generalizadas, en la infor-mación, en expresiones colectivas de ánimo, en la gestión, en la defensa...” (pp.33 – 34).Esta participación puede desenvolverse de forma pasi- va o activa, según las formas de relación y de integra - ción. Coraggio (2004), refriéndose a la participación de los sectores populares en las sociedades latinoame-ricanas, detecta una participación amplia, en la pro-ducción, en el consumo, pero cuya calidad yace en la pasividad, al encontrarse imbricada en mecanismos de mercantilización de las relaciones sociales:“Son muchos y participan mucho pero en una cali -dad pasiva, son básicamente excluidos de los diá-logos sociales fundamentales (…) Su participación en las decisiones y en la gestión es una participa-ción absolutamente subordinada (…) está básica-mente determinada por el mercado, por las rela-ciones mercantiles, que son el principal sistema de integración a la totalidad social; y por un sistema político que ha tendido cada vez más a mercantili- zarse, donde fnalmente el voto mismo se convier -te en un recurso económico, como lo demuestran muy bien los sistemas clientelistas…” (pp. 34 – 35). Este autor, en defnitiva, plantea la existencia inevita -ble de la participación en calidades diferenciales y en tres niveles diferentes de acción. En su pensamiento apunta a la lucha por el sentido de la participación po-pular, entre una participación pasiva y una participa-ción activa que permita revolucionar la vida cotidiana.Esta categorización puede ser relacionada con la dis-tinción que ofrece María Teresa Sirvent (1999), respecto a la calidad de las prácticas culturales dentro del eje consumo/producción, hilvanando diferenciaciones entre una calidad pasiva/consumista y otra activa/pro-ductiva. Esta autora involucra, además, las represen-taciones que los sectores populares elaboran respecto de sus propias prácticas de participación diferencian-do la participación real de la participación simbólica. Participación Real y Participación Simbólica Sirvent (1994) adopta la concepción de participación como necesidad humana y, por ende, como un dere-cho, que muchas veces no es evidenciado como tal por las personas y los grupos. Valora la implicancia de la participación en el crecimiento individual y social en la capacidad para hacer cultura transformando las for-mas de convivencia y de relación social. Con el fn de analizar las prácticas de participación social, se emplean dentro de la propuesta curricular del TEP los conceptos de participación real y partici-pación simbólica. Los mismos poseen un alto grado de abstracción y han sido elaborados por la investigadora (1999) a partir de tres grandes dimensiones de análisis: quiénes participan, cómo participan (mecanismos de participación) y en qué ámbitos de la vida institucional participan (niveles de la toma de decisiones).En relación a quiénes participan, muchas veces sucede que se distribuye información, se reciben sugerencias, se trabaja en reuniones exhaustivas, pero el proceso de la toma de decisiones continúa concentrado en una minoría que selecciona la información y procesa las opiniones. Para completar este análisis, resulta nece-sario regresar a los aportes respecto a los criterios de participación ofrecidos por Rofman (2001). Esta autora distingue dos posibles actores generales susceptibles de participar: 1) las organizaciones (públicas, privadas, mixtas, de base, intermedias, etc.) y 2) los individuos o ciudadanos que en conjunto conforman el primer cri- terio de clasifcación de la participación, es decir, los actores y sectores involucrados. Según Rofman (2001) es importante la consideración de los actores de la sociedad civil, distinguiendo entre las instancias que agrupan preferentemente a organi-zaciones o grupos constituidos, de las que involucran a personas individuales en calidad de ciudadanos o des-tinatarios de las políticas. | 31 - 47
ARTÍCULOS DOSSIER 37 Álvarez, Pérez, Marsiglia Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 Además de un enfoque de los actores considerados como agentes, esta perspectiva concibe como relevan-te el acceso en igualdad de condiciones a los derechos sociales, junto con la democracia interna de las institu-ciones sociales, ya que los derechos no pueden existir fuera de las organizaciones, de los valores y prácticas sociales. (Di Marco, 2006). Investigar cómo se participa, signifca identifcar los mecanismos generados en la institución para asegurar la participación. En la esfera social, económica o cul-tural es infrecuente hallar mecanismos que posibiliten una expresión responsable, reflexiva y creativa por parte de la mayoría de los sujetos y grupos comprome-tidos. En este sentido, las grandes asambleas y votacio- nes, generalmente no reúnen las condiciones mínimas de manejo de información o de tiempo de reflexión como para permitir una participación real e incluso pueden funcionar como mecanismos de participación ilusoria o participación simbólica.Un punto importante a analizar consiste en indagar en las áreas o ámbitos de la vida institucional donde se per-mite la participación. En la mayoría de las situaciones, la participación acontece en la fase de implementación de un proyecto, rara vez se produce en las etapas de determi-nación de las decisiones políticas sobre los objetivos ins-titucionales, las estrategias generales y las evaluaciones.Respecto a esto, Rofman (2001) propone distinguir las instancias de participación como otro de los criterios a tener en cuenta, dado que las instancias participativas, no necesariamente deben cristalizarse en organismos que viabilicen la intervención de los actores organiza-dos, sino que también cabe incluir en este universo de formas de participar a los mecanismos de la participa-ción ciudadana que permiten, incluir a los ciudadanos (vecinos no socios), en las decisiones públicas, aún sin estar estos organizados.En función al ámbito en el que se participa cabe pre-guntar por la existencia de una participación activa de aquellos actores, que implique la toma de decisiones y de gestión en los niveles de planifcación, ejecución y evaluación dentro de los proyectos de la biblioteca po-pular, lo que constituye una participación real o si por el contario, se efectúa una participación pasiva única -mente en la fase de ejecución de las decisiones refor-zando una participación simbólica.Más allá del ámbito respecto a las tomas de decisiones en la organización, es importante destacar la escala territorial que Rofman (2001) identifca como el tercer criterio de participación, dado que las acciones desple-gadas por los actores no se realizan en el aire, la escala territorial indica que toda participación se sitúa en un lugar concreto. Se recupera y valoriza desde este punto de mira, lo espacial en su existencia como categoría. La participación no deja de lado el anclaje local que tiene lo participativo en un territorio. Ya que la par-ticipación y sus mecanismos estarán atravesados por esa construcción social y la relación que este entorno mantenga con otros niveles regionales, nacionales o internacionales.Teniendo en cuenta que en la sociedad se hallan exten-didas las prácticas pasivas – consumistas, cuya parti-cipación es de carácter receptivo, se pretende desde la propuesta del TEP concentrar la atención en estas di- mensiones con el fn de analizar la calidad de las prác -ticas sociales vinculadas a la participación.Los conceptos de participación real y simbólica resul- tan útiles para identifcar y diferenciar cada una en la realidad que posteriormente será observada por los y los alumnos del TEP. Permite como categoría analítica una primera aproximación que considera la dimensión territorial, actoral y de instancias participativas ante-riormente desarrolladas. “…la participación real ocurre cuando los miem -bros de una institución o grupo a través de sus acciones ejercen poder en todos los procesos de la vida institucional: a) en la toma de decisiones de los diferentes niveles, tanto en la política general de la institución como en la determinación de me- tas, estrategias y alternativas específcas de ac -ción, b) en la implementación de las decisiones y c) en la evaluación permanente del funcionamiento institucional.La participación simbólica asume dos connota- ciones: una, el referirse a acciones a través de las cuales no se ejerce, o se ejerce en grado mínimo una influencia a nivel de la política y del funcio -namiento institucional y otra, el generar en los individuos y grupos comprometidos la ilusión de ejercer poder inexistente…” (Sirvent, 1984, p. 46).En esta ilusión del ejercicio del poder, se experimen-ta uno de los mecanismos inhibidores de las prácticas reales de participación, pues lo riesgoso de este modo de participar recae en su efecto de enmascaramiento de la situación de verticalismo y dominación. La par- | 31 - 47
38 Álvarez, Pérez, Marsiglia Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... ARTÍCULOS DOSSIER TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 ticipación real se ejerce cuando los sectores involucra- dos concretamente actúan en el proceso de tomas de decisiones. Existen situaciones defnidas como parti - cipativas que, no obstante, no modifcan en absoluto la estructura monopólica del poder.Por lo tanto, se considerará como situación de par-ticipación real, aquella donde los sectores populares constituyen los sujetos activos de la participación, mediante mecanismos genuinos que promuevan la re- flexión, el debate, y la formación ciudadana en torno a los niveles y temas a decidir, con un manejo conciso y amplio de la información, y que dichas decisiones se encuentren dirigidas hacia los tres niveles institu- cionales, de planifcación, ejecución y evaluación de proyectos y actividades desarrolladas por las organi-zaciones sociales.Mientras que las prácticas de participación simbólica serán aquellas donde un grupo reducido sea el encar-gado de tomar las decisiones, donde el uso de la infor-mación sea acotado y selectivo y los mecanismos repro-duzcan el autoritarismo en las decisiones. En aquellas situaciones donde exista una falta de discusión y que dentro de los niveles de participación la comunidad se vea involucrada en la implementación de actividades y proyectos, pero no en la determinación de los objeti-vos, estrategias y evaluación de las mismas. Por último, se presenta a continuación una tipología de mecanismos institucionales de participación elabo-radas por Rofman (2001), que al momento de salir al territorio permitirá a los y las alumnas del TEP identi- fcar en cuáles se encuentran los grupos componentes de las organizaciones que se selecciones para su abor-daje. Esta tipología toma como referencia el ciclo de políticas en la que intervienen los actores organizados y los no organizados: Participación baja o nula: la única participa -ción habilitada consiste en la recepción de los be- nefcios o logros obtenidos por el proyecto, política o decisión tomada. Participación en la ejecución de las acciones: los actores sociales toman parte en la fase de im-plementación de las acciones, pero con baja inten-sidad, es decir, intervienen solo en tantos ejecuto-res de actividades diseñadas previamente. Participación asociada en la implementación: los actores participan en el momento de la imple-mentación, con un nivel alto de participación, bajo un esquema de gestión asociada que les permite intervenir en decisiones respecto de las formas y condiciones de implementación de las acciones. Participación en el diseño de las decisiones: los actores intervienen en la toma de decisiones respecto de las acciones, del establecimiento de las prioridades y de la asignación de los recursos, o participan en la formulación de proyectos con-cretos. Participación en el control y monitoreo: la in -tervención de los actores involucrados se concen-tra en el control y seguimiento de las acciones. Luego de este recorrido sobre las principales catego- rías que permiten defnir desde distintas aristas la participación, es importante resaltar que la formación ciudadana multidimensional así como la participación social, en tanto categorías sociológicas, se basan en la perspectiva de ampliación de la ciudadanía, como el “derecho a tener derecho”, asumiendo, en palabras de Di Marco (2006), una conceptualización que conside-ra a la ciudadanía como una construcción histórica y social, que dependerá de la sinergia entre la participa-ción y la conciencia social.Algunos de estos cuestionamientos, además, son for- mulados en tono general sobre el “deber ser” de la par - ticipación, si es “políticamente correcta”, o acerca de su dimensión ética. La mayoría de las inquietudes, si bien son pertinentes, a veces dejan de lado otros aspectos igualmente importantes relacionados con el cómo se hace participación, sus métodos y técnicas; por lo que, se debe admitir también diferentes criterios y “zonas grises” a develar en cada situación concreta.La cuestión se hace más compleja porque existen re-sistencias desde distintos sectores a promover la par-ticipación, no solo por desconocimiento, sino porque su diseño e implementación exige adoptar estrategias, procedimientos y actitudes de relación interpersonal y grupal que rompen las distancias y la autoridad. Para otros, por el contrario, la aplicación de los méto-dos participativos constituye una oportunidad de co-municación y negociación entre los agentes externos, la población y las entidades locales. Existen también aquellos que mitifcan los métodos participativos, con -siderándolos indispensables en las intervenciones con grupos de población en condición de pobreza y vulne-rabilidad, lo que no siempre es viable, dependiendo de | 31 - 47
ARTÍCULOS DOSSIER 39 Álvarez, Pérez, Marsiglia Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 las características socio-económico-culturales de cada población en su contexto específco.Hemos planteado a lo largo del texto que construir procesos participativos requiere instancias de nego-ciación entre diferentes actores para lograr ciertos consensos básicos para llevar adelante iniciativas y proyectos. Pero esto no siempre es posible. La realidad nos plantea permanentemente conflictos derivados de las relaciones de poder que existen en nuestras socie- dades y que reflejan la existencia de intereses contra -puestos y lógicas de acción que tienden a consolidar estructuras verticalistas y autoritarias que difcultan la cooperación.Esto es importante trabajarlo con los y las estudiantes del TEP para evitar una imagen idílica que plantee que la participación es siempre alcanzable. Tanto los con-tenidos teóricos aportados en el aula, como las activi-dades prácticas en terreno, apuntan a trasmitir que se trata de la construcción de procesos de diálogo entre actores no exentos de conflictos, que requieren un co -nocimiento de los distintos intereses en juego en las relaciones humanas y esto es generador de tensiones por visiones distintas que se oponen en el escenario, ya sea local, provincial o nacional.Ahora bien, esto no inhibe la actuación profesional desde las ciencias sociales, aportando por ejemplo des- de un rol de mediación o de facilitación para “gestionar las diferencias” en base a la construcción de iniciativas que puedan orientarse a proyectos colectivos, más allá de los intereses individuales o sectoriales. La partici- pación amplia (“real” en el sentido de Sirvent) puede ser un factor que ayude a la cooperación entre diferen- tes, los que pueden encontrar en la búsqueda del “bien común” un elemento catalizador que no elimina las di - ferencias, pero las pone a trabajar en común, en base a un proyecto superador que es evaluado como impor-tante por la diversidad de actores.Veremos más adelante las actividades concretas en terreno, previstas en el marco pedagógico del taller. Estas ideas que acabamos de plantear, por lo menos en forma introductoria, se podrán apreciar por los y las estudiantes por ejemplo cuando salen al encuentro de organizaciones de la sociedad civil a nivel territo-rial que se relacionan con una municipalidad, o con las empresas del territorio y canalizan sus demandas y reivindicaciones en una dinámica donde aparecen avances, difcultades y tensiones que son parte del en -tramado de relaciones que se tejen en los territorios. Desde una mirada sociológica de autores clásicos de la Sociología, la importancia de la participación se puede vincular con Marx cuando fundamenta el papel activo del ser humano en su propio desarrollo como una res-ponsabilidad para crear y preservar su propia existen-cia. Marx parte del reconocimiento de las capacidades que poseen los hombres y mujeres para la modifcación de la naturaleza y de la sociedad a través de la partici-pación en el trabajo. Tal como plantea Hernández Freeman (2014) en Marx se puede ver la necesidad de conocer y tomar en cuenta cómo los hombres y mujeres viven la experiencia co-lectiva, e introduce la posibilidad de ser parte de esa experiencia para el estudio de los fenómenos socia-les. La fusión de las acciones individuales se produce, según Marx, en un acto de cooperación capaz de en -gendrar una fuerza conjunta superior a la de los in-dividuos que la componen. Cabe señalar aquí, que la participación se vincula con varios conceptos básicos de la Sociología entre los que se deben tener en cuenta la práxis. La práxis como categoría central en Socio-logía se utiliza generalmente desde la perspectiva del marxismo y tiene su continuidad en los postulados de Antonio Gramsci, mismos que dan fundamento a la llamada flosofía de la práxis. La práxis, en palabras de Hernández Freeman (2014) hace referencia inevita -blemente a la práctica humana como punto de partida del pensamiento, que, aunque defnida a veces como lo contrario a la teoría, esta es la unión dialéctica entre teoría y práctica.Teniendo en cuenta la decimoprimera tesis sobre Feu- erbach en donde se plantea que “Los flósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mun-do, pero de lo que se trata es de transformarlo” (Marx, 1844). La teoría deberá necesariamente servir para transformar la realidad y no solo para poder explicar-la. Generalmente los marxistas suelen usar el término praxis para referirse a la acción política revolucionaria que permitirá transformar o cambiar el orden político, económico y social vigente.En este punto la participación no puede ser compren-dida entonces solo desde los enfoques teóricos y me-todológicos, sino también desde los mismos procesos de acción que los agentes despliegan al momento de vincularse y pertenecer en y con otros. La vida en las sociedades organizadas estará atravesada por la par- ticipación constante de los individuos: si participar es “ser parte de” los sujetos son parte de una familia, de una religión, de una comunidad, de una organización, | 31 - 47
40 Álvarez, Pérez, Marsiglia Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... ARTÍCULOS DOSSIER TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 de un Estado en cualquiera de sus niveles: nacional, provincial y/o municipal, etc. En ese pertenecer la for-ma en que se ordenan las acciones serán siempre en re-lación al otro. La participación tiene un fuerte compo-nente de acción y transformación porque resulta ser el proceso sociológico por excelencia en el que las organi-zaciones se sustentan y permiten basar sus intenciones de cambio y transformación.La praxis será un concepto que se recuperará poste-riormente en los enfoques de Investigación – Acción e Investigación Acción Participativa como un eje rec-tor del Taller de Enfoques Participativos en el que se introducen los principales lineamientos que poste-riormente serán profundizados por otras áreas dis-ciplinares de las carreras Licenciatura y Profesorado en Sociología. Por su parte, según Hernández Freeman (2014), el clá - sico de la sociología, Emile Durkheim considera im -prescindible la idea de que todo sujeto existe en tanto sujeto socializado, en una sociedad que está compues-ta por partes, pero donde el todo está muy por encima de las mismas partes que la componen. El “ser parte” de una sociedad como individuo se relaciona direc-tamente con diferentes niveles de participación. Para Durkheim, la visión organicista de la sociedad se vin -cula con la idea de que los individuos deben participar activamente en las instituciones socializadoras. La Investigación Acción y la Investigación Acción Participativa como cimiento de la propuesta En América Latina en los años ’70; se plantea en las Ciencias Sociales una nueva forma de construcción de conocimiento sobre lo social: la investigación acción (I-A) y la investigación participativa (IAP) . Estas pers-pectivas expusieron la posibilidad de producir conoci-miento desde la praxis política y ética, así como desde las diversas lógicas del saber al interior de los sectores populares. En este sentido, sostuvieron y sostienen que ante los escenarios de exclusión, desigualdad y opresión de grandes sectores de la sociedad es ineludi-ble el desarrollo de abordajes que promuevan la cons-trucción colectiva de conocimiento, la articulación en-tre conocimiento y acción, junto con el diálogo entre diversos saberes que planteen visiones poscoloniales y emancipadoras de lo social (Lander, 2000; Mignolo, 2005; Sousa Santos, 2010; Walsh, 2010; en Lois 2017). Se suele señalar el origen de la investigación-acción en las investigaciones llevadas a cabo por el psicólogo norteamericano de origen alemán, Kurt Lewin en la década del 40. Para Lewin este tipo de investigación, es la emprendida por personas, grupos o comunidades que llevan a cabo una actividad colectiva de bien públi - co y que consiste en una práctica reflexiva social en la que interactúan la teoría y la práctica con miras a es -tablecer cambios en la situación estudiada (Lois 2017).Es posible caracterizar fundamentalmente a esta pers-pectiva a partir de su condición participativa –las per-sonas trabajan con la intención de mejorar sus propias prácticas-; tiene un doble propósito , de acción para cambiar una organización o institución, y de investi-gación para generar conocimiento y comprensión. En sí, es un proceso sistemático de aprendizaje , orientado a la praxis y a teorizar sobre la práctica.Por su parte, el sociólogo colombiano Orlando Fals Bor-da, se dedica a desarrollar durante la década de 1960 un programa de investigación que culmina con la co-rriente de pensamiento llamada investigación acción participativa (IAP) y que marca una explícita distancia con la línea de procedimiento de la investigación-ac-ción iniciada por Lewin, por tener otros propósitos y valores (Fals Borda, 1970).La IAP es un estilo o enfoque de la investigación social que procura la participación real de la población invo-lucrada en el proceso de objetivación de la realidad en estudio, con el triple objetivo de generar conocimiento colectivo sobre dicha realidad, de fortalecer la comuni- dad y de promover la modifcación de las condiciones que afectan la vida cotidiana de los sectores populares. Las prácticas de la IAP tienen en común el concebir a la investigación y la participación como momentos de un mismo proceso de producción de conocimiento, que se torna así práctica colectiva.Autores como Fals Borda, María Teresa Sirvent y To-más Villasante enfatizan que la investigación-acción representa un enfoque alternativo a la investigación social tradicional. La naturaleza práctica de la IA/ IAP, demuestra que sus resultados no sólo son de relevan-cia teórica para el avance del conocimiento en el campo social, sino que, ante todo conducen a mejoras prác-ticas durante y después del proceso de investigación.Estas perspectivas ponen sobre el tapete el rol de la Universidad, las formas de construcción del conoci- | 31 - 47
ARTÍCULOS DOSSIER 41 Álvarez, Pérez, Marsiglia Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 miento social y su relación con las prácticas de actores sociales diversos. Esta mirada permite vislumbrar la relación existente entre conocimiento y poder.Es por ello que, en la actualidad existe un amplio con-senso a nivel nacional e internacional respecto de la importancia de la participación como contribución al fortalecimiento de la ciudadanía, la democracia y el ejercicio de las políticas públicas. También desde el punto de vista académico ha sido notoria en los últi -mos años la relevancia que se le ha dado a la temática, lo que se ha expresado por ejemplo en su inclusión en las tres funciones básicas de la vida universitaria (do-cencia, investigación y extensión), a través de diferen-tes modalidades de abordaje, como en nuestro caso, incorporándola como un enfoque prioritario en la for-mación de los y las alumnas de sociología.En este sentido, consideramos que la incorporación del enfoque de la participación en el diseño curricular de las carreras de Licenciatura y Profesorado en Sociología contribuirá a que los y las alumnas de primer año de las respectivas carreras, incorporen en términos introduc-torios conceptos, metodologías y herramientas partici-pativas, conformando una plataforma inicial a profun-dizar a lo largo del desarrollo curricular y en particular en diálogo prioritario con las asignaturas que confor- man el Área de Planifcación y Políticas Públicas. A continuación, se transcriben los objetivos plantea-dos en la redacción del Plan de Estudios 2018 referi-dos a la asignatura y posteriormente se desarrollará en una breve síntesis aquellos aspectos centrales de la propuesta académica que se ha implementado en los cinco años que lleva de aplicación esta experiencia formativa: Objetivos de las carreras, en relación con la asignatura Procurar que los y las alumnas adquieran com-petencias y habilidades para incorporar técnicas y herramientas participativas para realizar con or- ganismos públicos, entidades de la sociedad civil y organizaciones privadas de carácter empresarial. Objetivos del área de conocimiento en relación con la asignatura Integrar por parte de los y las alumnas los conocimientos y capacidades para desarrollar es- trategias de comunicación, diagnóstico, planif -cación e intervención con diferentes actores desde un enfoque participativo. Objetivos de la asignatura de acuerdo al Plan de Estudios 2018 Objetivos generales: La asignatura debe contribuir a que los alumnos y alumnas: Integre los fundamentos epistemológicos, teóricos y metodológicos de los enfoques partici-pativos de investigación-acción, a través del cono-cimiento de las principales corrientes Adquiera entrenamiento en el trabajo con grupos y manejo de técnicas participativas. Objetivos específcos: Al fnalizar el curso se espera haber contribuido a que los alumnos y alumnas: Incorporen el conocimiento y manejo de métodos y técnicas participativas de investiga-ción-acción y sus posibilidades de aplicación en diferentes campos del ejercicio profesional. Adquieran el entrenamiento para organizar, conducir, apoyar y/o colaborar con el trabajo en grupos. El desarrollo de la propuesta académica diseñada por el equipo docente Desde los inicios de la implementación de la asignatura, el equipo docente estuvo integrado por un Profesor Titu-lar, una Profesora Adjunta y un Profesor Jefe de Trabajos Prácticos que se mantuvo durante los seis años de ejecu-ción de la experiencia desde el 2019 al 2024. Al tratarse de una asignatura de la cual prácticamente no había an-tecedentes en planes anteriores de la carrera en la pro-vincia, hubo un esfuerzo inicial importante para diseñar los contenidos teórico-metodológicos, el repertorio de técnicas y dinámicas participativas y las actividades en terreno que iban a ser parte del programa de la materia.Todo ello se fue ajustando a medida que se avanzaba en el dictado en los sucesivos cuatrimestres, consideran-do las evaluaciones anuales que se realizaban tanto por parte de los y las alumnas como del equipo docente. | 31 - 47
42 Álvarez, Pérez, Marsiglia Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... ARTÍCULOS DOSSIER TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 El dictado de la asignatura se organizó en base a tres unidades temáticas, cada una con sus respectivos con- tenidos, objetivos específcos y bibliografía de apoyo. Se mencionará a continuación los contenidos básicos por unidad: Unidad Temática I: La intervención profesional y el trabajo participativo: principales enfoques teó-rico-metodológicos y su vinculación con el ciclo del proceso de planifcación en ciencias sociales Participación: surgimiento de la temática en la agenda de las ciencias sociales. Principales en-foques epistemológicos y teóricos. Niveles de análisis, modalidades y desafíos de su aplicación en el campo de las ciencias sociales y en las políticas públicas. Conceptualizando al actor social en su di- mensión individual y colectiva. Identifcar tipos de actores y modalidades de intervención. El ciclo del proceso de planifcación mirado en clave participativa. La ética de la intervención y la participación con individuos, grupos y comunidades. Unidad Temática II: Introducción a las principa-les corrientes de la investigación-acción-partici-pativa (IAP), las redes y los actores como estrate- gia de abordaje de la realidad social. Diferentes aproximaciones de la realidad so-cial para incorporar la mirada de las ciencias so-ciales sobre la vida cotidiana. La realidad social vista desde el sujeto, las instituciones-organizaciones, la comunidad y la sociedad. Finalidad, objetivos, enfoques y modalidades de la investigación-acción participativa: una visión panorámica de las diferentes corrientes europeas y latinoamericanas y su aplicación a la realidad y al proceso de formación en la carrera: La Investigación-Acción-Participativa en su vertiente latinoamericana (Fals Borda y otros) La Investigación-Acción en sus vertientes eu-ropeas (Tomás Rodríguez Villasante-Madrid; Fun- dación Hegoa-Universidad del País Vasco, etc.). Los enfoques de la educación popular (Paulo Freire y otros) como una modalidad de conoci-miento de la realidad e integración de la perspec-tiva de los sectores populares. El paradigma de las redes y su aporte a las ciencias sociales: “el lenguaje de los vínculos”: una mirada desde las experiencias concretas de traba-jo en redes. Introducción a las técnicas de observación y observación participante. Unidad Temática III: Introducción al conocimien-to y manejo de las principales técnicas participa-tivas para el trabajo con individuos, grupos, orga- nizaciones y comunidades. Las técnicas participativas: ventajas y limita -ciones de su aplicación. Técnicas de presentación, de animación so-cio-cultural, de análisis estructural de la realidad social, de aplicación en el ciclo del proceso de pla- nifcación (diagnóstico, planifcación y evaluación) y en el abordaje de las políticas públicas. Selección de un repertorio de técnicas y di-námicas participativas para el trabajo con indivi-duos, grupos, organizaciones y comunidades y su experimentación en el aula. El rol del sociólogo (a) como facilitador (a) en la utilización de técnicas participativas: condicio -nes, limitaciones y desafíos para el cumplimiento de la función. (El abordaje de esta unidad es trans-versal y se desarrolla a lo largo del cuatrimestre). Metodología de trabajo del TEP en base al Plan de Estudios 2018 Como se señala en el Plan de Estudios 2018: “el Ciclo de Formación General está conformado por un conjunto de asignaturas y talleres que recortan contenidos con-siderados básicos para la producción y apropiación de nuevos y futuros conocimientos, como así también para el desarrollo de capacidades y habilidades especí- fcas”. Uno de esos talleres es precisamente el que des - | 31 - 47
ARTÍCULOS DOSSIER 43 Álvarez, Pérez, Marsiglia Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 cribimos en este documento y que forma parte del Área de Planifcación y Políticas Públicas que es una de las seis áreas en las que está organizado dicho Plan. Para el Plan los talleres son: “espacios curriculares de construcción de conocimiento entre docentes y alumnos, de cursado obligatorio, considerados como ámbitos de desarrollo de competencias y habilidades. Pueden ser de despliegue cuatrimestral (14 semanas) o anual (28 semanas)”. En este caso se trata de un ta-ller de despliegue cuatrimestral ubicado en el segundo cuatrimestre del primer año de las carreras de Licen-ciatura en Sociología y Profesorado de Educación Su-perior en Sociología.La metodología del curso se basa en el tratamiento de algunos contenidos teórico-metodológicos que se combinan con el aprendizaje de técnicas y la realiza-ción de actividades prácticas en el aula y a nivel de te-rreno que le posibiliten a él y la estudiante posicionarse desde una actitud observadora y crítica de la realidad con una mirada que se apoya en los parámetros de las ciencias sociales. Estas últimas actividades están re -feridas a un primer abordaje de diferentes escenas so-ciales cotidianas, orientadas por una pauta de obser-vación que en algunos casos es aportada por el equipo docente y en otros casos construida por los propios alumnos y alumnas con la coordinación docente.La dinámica de las sesiones del TEP incluye exposi-ciones docentes y de los alumnos y alumnas sobre los temas seleccionados en las unidades temáticas y su puesta en común y debate en el aula. Esto se comple -mentará con la realización de actividades prácticas de observación y su presentación y análisis en el marco del taller.A su vez, estos debates permanentes son objeto de sistematización, mediante la revisión posterior de las conclusiones que tales discusiones generaron en los alumnos y alumnas. Estas conclusiones se ordenan en tres campos: a) teóricas, b) metodológicas, c) prácticas o instrumentales. Tal ordenamiento tiene por objeto comenzar a habituar a los alumnos y alumnas a discri- minar estos campos de conocimiento científco y a re -portar actividades realizadas en el proceso formativo.El TEP contribuye a fomentar el desarrollo de habili-dades sociales y la adquisición de herramientas prác-ticas para organizar, ejecutar y sistematizar procesos participativos que permitan a los y las alumnas ope-rar como facilitadores para el trabajo con individuos y grupos y entrenarse en tareas de animación y apoyo técnico-profesional en diversas actividades.Del punto de vista teórico-metodológico se aborda el campo de estudio, recorriendo en clave histórica el surgimiento del interés por los enfoques participati-vos, explorando los principales aportes surgidos en los últimos años. Estos se vinculan con diferentes corrien -tes que vienen de la investigación-acción, las variantes del poder-empoderamiento y las diversas visiones de participación.Entrando en los métodos participativos, se plantean las diversas modalidades de involucramiento de la gente en las decisiones y en el ejercicio del poder. Estos cami-nos previamente estructurados que orientan el trabajo individual y en grupo, implican etapas ordenadas lógi-camente, algunas de las cuales requieren de sus propios procedimientos como cuando abordamos el ciclo del proceso de planifcación. Los métodos participativos son múltiples y es posible visualizarlos en diferentes áreas de las políticas públicas, tanto a nivel del Estado como de la sociedad civil y admiten diferentes estrategias de in- tervención, según el contexto y los actores involucrados. Las técnicas participativas implican seguir pasos de-terminados con protocolos de ejecución que deben respetarse y cumplirse para asegurar logros; las técni-cas se aplican, entre otros, en los ámbitos de comuni- cación, animación socio-cultural, reflexión colectiva, decisiones grupales, liderazgo horizontal, intervencio- nes públicas y actividades combinadas. Estas técnicas se traducen en instrumentos y dinámi-cas que son los dispositivos concretos que se aplican en el lugar de los hechos y están disponibles para ser utilizados por los diferentes actores y los facilitadores durante las acciones colaborativas. Estos instrumen- tos constituyen la “caja de herramientas” a utilizar en las diferentes instancias participativas que se promue-van y serán abordadas en el marco del taller a través de una selección para el proceso de formación. La fuente principal de las técnicas participativas surge de la lec- tura de los “Manuales de Técnicas Participativas para la Educación Popular Ilustradas” en sus tomos I, II y III de las ediciones de 1997, 1998 y 1999 por el Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación de Chile. Además de la incorporación de las técnicas propuestas por Chahaybar y Kuri (2012) de su “Manual de Técnicas para el aprendizaje grupal. Grumos numerosos” del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, de la Universidad Nacional de México. | 31 - 47
44 Álvarez, Pérez, Marsiglia Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... ARTÍCULOS DOSSIER TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 Este recorrido entre teoría y práctica, permite abor-dar los diferentes niveles y escalas de la participación, como así también la consideración de los principales elementos teóricos, metodológicos e instrumentales que importan encarar para incorporar una visión inte-gral de la temática que nos ocupa. Competencias provistas por la asignatura 1. Los alumnos y alumnas integrarán en su for-mación enfoques y metodologías participativas que les permitirán facilitar procesos participativos con individuos, grupos y organizaciones y fomen-tar el aprendizaje colectivo. 2. Los alumnos y alumnas experimentan en tér-minos introductorios en el aula y a través de activi-dades prácticas el diseño y gestión de actividades participativas en relación al proceso de planifca -ción en el contexto social, considerando la siste-matización y evaluación de las mismas. 3. Los alumnos y alumnas desarrollarán habi-lidades comunicacionales que les permitirán re-lacionarse en forma efectiva con los participantes del taller y con su entorno. Estrategias metodológicas de enseñanza–aprendizaje Como marco general, el curso de carácter introduc-torio y bajo la modalidad de taller se basa en tres es- trategias de aprendizaje: i) Investigación- Acción- Participativa (IAP) dando énfasis a que los actores se transforman de objetos en sujetos protagonistas de la investigación, ii) Aprender-Haciendo, en donde el co -nocimiento se construye a partir de la experiencia pro-pia desarrollada en el aula, a través de la integración de conocimientos teóricos, aprendizaje y aplicación de técnicas y algunas actividades prácticas en terreno y iii) Observación participante y sistematización del proceso de enseñanza-aprendizaje, promoviendo que los alumnos y alumnas se involucren activamente en tareas o situaciones dentro del taller y fuera del aula.Las tres estrategias se complementan, pues permi-ten que el estudiante sea capaz de diseñar instancias participativas, además de generar compromiso y res-ponsabilidad respecto al impacto que el trabajo del es-tudiante puede tener en su proceso formativo y con la sociedad.La modalidad consta de presentaciones teóricas del equipo docente, para luego dar paso a discusiones en el aula. Adicionalmente los alumnos y alumnas realizan presentaciones orales sobre temáticas referentes a la participación que permitan enriquecer los contenidos tratados en las clases, a la vez que se constituye como una instancia para el desarrollo y fortalecimiento de habilidades “blandas”. En cada sesión se procura apli -car una técnica o dinámica grupal de acuerdo a la uni-dad temática que se esté abordando.En relación a las técnicas o dinámicas participativas, el equipo docente del TEP ha elaborado fchas de técnicas participativas que son entregadas a los y las alumnas una vez concluida la actividad en el aula. Estas fchas contienen información precisa acerca de los pasos y condiciones de cada técnica participativa en lo que se procura detallar se encuentra: tipo de técnica, nombre de la técnica, objetivo, duración estimada en minutos, recursos, procedimientos, preguntas a las que respon- de y notas y conclusiones fnales que los y las alumnas del TEP pueden anotar o ilustrar en un espacio en blan-co destinado para esto.También se apoya desde el equipo docente con guías de lectura y consignas específcas que permiten un mejor seguimiento por parte de los alumnos y alumnas del proceso de enseñanza-aprendizaje.Finalmente se diseñan e implementan por lo menos dos actividades en terreno, de manera que los y las alumnas puedan poner en práctica lo aprendido e in-corporar gradualmente una mirada sociológica de la realidad social. A título de ejemplo se proponen dos ejercicios de observación participante que ha sido apli- cados en los diferentes cuatrimestres: 1. “Viaje en Colectivo” (dividir al grupo y viajar en colectivo por distintos barrios con pauta de observación preparada por el equipo docente). Se observa a los pasajeros y a la realidad externa du-rante el recorrido del colectivo. Esta actividad en los años de restricciones sanitarias fue sustituida por un trabajo de gabinete virtual en base a infor-mación secundaria geo referenciada que permitió realizar con los alumnos y alumnas una observa-ción y análisis básico de diferentes realidades del territorio sanjuanino. 2. “Visita al barrio” (dividir el grupo en dos; selec -cionar dos barrios con características socio-econó-micas, culturales y ambientales diferentes y reco- | 31 - 47
ARTÍCULOS DOSSIER 45 Álvarez, Pérez, Marsiglia Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 rrida con ayuda de pauta elaborada en trabajo de taller). En general, se realiza también una entrevista colectiva con una organización barrial representati-va de los intereses de los y las vecinos (as) con una pauta sencilla adecuada a alumnos y alumnas de primer año. Esta actividad fnal constituye la etapa integradora donde los y las alumnas deben lograr la convergencia entre los y las autoras leídas durante el cursado, la aplicación de las técnicas participati-vas, las observaciones participantes realizadas y la experiencia vivida en los territorios, con sus corres-pondientes organizaciones sociales.La dinámica para el cumplimento de estas actividades fnales ha sido siempre la misma: en un primer mo -mento desde el TEP se invitaba al aula a referentes de las organizaciones sociales a que pudieran contar y ex-presar el desarrollo de sus organizaciones, quedando abiertos a las preguntas y dudas que los y las alumnas pudieran hacer. El paso siguiente es, mediante una pauta de observación previamente proporcionada por el equipo docente, realizar la visita al territorio y las entrevistas necesarias a los participantes de las orga-nizaciones sociales. La temática central será siempre indagar cómo la participación tiene cuerpo y espacio en un territorio determinado y cuáles son las particu-laridades que se dan en él, para su fomento, limitacio-nes, potencialidades y desafíos.Se detallan a continuación las visitas realizadas desde el 2019 al 2024 en el marco del trabajo fnal del TEP que se realizan durante el mes de noviembre de los años: 2019: se visitó la Unión Vecinal del Lote 24 en la locali-dad de La Bebida, departamento de Rivadavia. Duran-te esta salida se contó con el apoyo logístico de la Muni-cipalidad de Rivadavia que dispuso de una movilidad para el traslado ida y vuelta de los y las alumnas. Se entrevistaron vecinos y vecinas que estaban en la plena recuperación de la histórica sede de la Unión Vecinal. En este caso, el edifcio de la misma estaba habitada por vecinos que no tenían casa propia. El proceso de participación observado estuvo enfocado en cómo los vecinos se organizaban y reorganizaban en la recupe-ración de la sede, pero también en la constitución de la Comisión Directiva, socios y vecinos. 2020 y 2021: En estos dos años consecutivos el contexto internacional marcaba la agenda de todas las organi-zaciones sociales ya que se transitó por la pandemia por Covid-19. En este sentido, el TEP tuvo que adecuar y readecuar su caja curricular a la virtualidad, impli-cando un desafío pedagógico para docentes y alum-nos, pero también siendo un quiebre en las acciones prácticas que pretendían tener una continuidad en los territorios. 2022: Con la vuelta a la normalidad y sobre todo con el regreso a la presencialidad en los espacios, el TEP du-rante este año trabajo con la Cooperativa de Trabajo, Producción y Comercialización Boca del Tigre. Ubi-cada en el departamento San Martín en la localidad de Boca del Tigre, los alumnos y alumnas tuvieron la oportunidad de visitar las instalaciones de la organi-zación. Conocieron acerca de cómo la participación logró la conformación de una organización vecinal con un enfoque social, laboral y cultural como una coope-rativa de trabajo. Entrevistaron a miembros de la coo-perativa, registraron experiencias sobre la mediación, las reuniones, las asambleas y demás mecanismos de participación directa y real que la cooperativa fue apli-cando en sus inicios. 2023: En este año el TEP trabajo con la organización so- cial “Centro Barrial Vientos de Libertad” dependiente del Movimiento de Trabajadores Excluidos. Ubicado en el departamento Rivadavia. Este centro barrial se ha dedicado durante años a la atención de personas vícti-mas de adicciones que necesitan el apoyo y contención de profesionales. Los y las alumnas del TEP visitaron las instalaciones donde se encontraba el centro barrial pudiendo observar las instalaciones y la infraestruc-tura con la que contaban. Pudieron entrevistarse con la coordinadora y conocer sobre las necesidades y las demandas que tiene el centro barrial. El trabajo articu-lado con otros centros barriales en San Juan y la necesi-dad de trabajar con el Estado provincial y/o municipal de una manera más fluida. 2024: Para este periodo el TEP trabajo de manera arti-culada con el Centro de Vinculación Universitaria de la Municipalidad de Rawson. Este centro proporcionó la información y logística necesaria para realizar la en territorios. Se eligió la localidad de Médano de Oro, en el departamento Rawson para que los y las alumnas lograran encontrarse, observar y entrevistar a miem-bros de distintas instituciones y organizaciones socia-les de aquella comunidad para interiorizarse acerca de sus orígenes, problemáticas y proyectos. El trabajo de campo consistió en la división del curso por grupos que abordaron las siguientes organizaciones: Centro Integrador Comunitario del Médano de Oro, Asocia-ción de Elaboradores de Vinos Artesanales, Unión Ve-cinal Médano de Oro, Jóvenes del Médano. | 31 - 47
46 Álvarez, Pérez, Marsiglia Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... ARTÍCULOS DOSSIER TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 Algunas reflexiones en torno a las salidas de campo Pensar las salidas de campo como una instancia for-mativa es la clave para lograr el ensamble entre lo teó-rico y lo práctico. Tanto las observaciones como las ob-servaciones participantes, así como la aplicación de las técnicas participativas en el aula y el trabajo de campo que cumple la función de trabajo coloquio fnal inte -grador la cátedra, constituyen momentos de materia-lización y fortalecimiento de los contenidos vistos. En la experiencia de los distintos momentos en los que el TEP logra esa conexión con el territorio los y las alum- nas cursantes manifestan haber comprendido “fnal - mente” lo que se estudia y lee en las teorías. Ese “baño de realidad” al que se enfrentan implica un salto cua-litativo en la comprensión y apropiación de los saberes en los y las alumnas. Si bien, durante el cursado y desa-rrollo de las diferentes materias que componen el plan de estudios de las carreras tendrán, con sus matices y similitudes, más salidas al campo y visitas al territo-rio, una primera experiencia en primer año marca un rumbo de claridad e interpretación diferente de lo que hace un sociólogo o socióloga en contacto con el otro, con el entorno, con las organizaciones y con los actores sociales. Consideraciones finales Desde momentos embrionarios, el TEP estuvo encau- zado hacia una búsqueda de superación de lógicas de estilo de pensamiento disyuntivo, reduccionista, com-partimentalizado. Es decir, se procuró un conocimien-to basado en la interdisciplina y en la praxis (unidad dialéctica de teoría y práctica) desde la iniciación de los alumnos y alumnas en las carreras de Licenciatura y Profesorado en Sociología.El TEP implica una propuesta técnica, metodológica y epistemológica innovadora basada en la complejidad de las problemáticas de la realidad social actual, con escalas de tiempo y espacio múltiples, y relativos a ac -tores sociales con diversidad de intereses. Es por ello que desde los enfoques de la participación se presen-tan procesos relacionales que ponen en diálogo perso-nas, grupos, organizaciones y comunidades en procu-ra de resoluciones conjuntas.Al presentar las principales corrientes que abordan la participación como tema de investigación y estudio, se considera que la misma en su carácter de acción colec- tiva debe ser defnida como un proceso de interacción social dotado de sentido que, en su trayectoria histó-rica y ubicada en territorios determinados, crea, sus-tenta, construye y deconstruye las normas de acción y vida cotidiana de los sujetos organizados en grupos y comunidades.El estudio de todo fenómeno social, en especial aque-llos que tienen un fuerte componente participativo no puede estar apartado de las construcciones de signif - caciones y valores culturales que identifcan a los gru -pos humanos en el marco de sus prácticas y contextos cotidianos. Toda organización social deberá estar do-tada de mecanismos participativos que, más o menos democráticos fomenten la toma de decisiones hacia dentro y hacia afuera de la misma.No puede dejar de mencionarse que los procesos par-ticipativos que se abordan desde el TEP están enmar-cados en un nivel de análisis mucho más complejo y general como es el estudio del Estado en un sistema de democrático que implica otras concepciones de parti- cipación. Históricamente la relación entre sujeto – Es-tado se entendió como un proceso unidireccional en el que el Estado asigna una nacionalidad, un documento de identidad único, una residencia, un derecho cívico, etc. El Estado interviene principalmente en la asigna-ción de derechos civiles para el sujeto en una relación de asimetría donde el sujeto quedaba subsumido a las acciones verticalistas de un Estado que asigna momen- tos y lugares específcos de participación. Con el de -venir del tiempo, esta relación asimétrica entre sujeto – Estado empieza a ampliarse dando lugar a la concep-ción de ciudadano, este proceso se da de la mano del fortalecimiento de los derechos civiles, pero también de la inminente aparición de los derechos políticos en primera instancia y los derechos sociales en última. El sujeto ahora tiene el poder de organizarse con y en otros y conformar mecanismos de participación ciuda-dana y colectiva que se desprenden de la dependencia directa del Estado. Hay ahora un enfoque que defne la relación como bidireccional, donde el Estado pasa a ser un actor más dentro de los sistemas actorales terri-toriales, pero no el menos importante. Sino que ahora permite otros mecanismos de poder que involucran las organizaciones sociales en todo su repertorio, con sus más variados objetivos, formas y complejidades orga-nizacionales. Como consideración fnal se extrae que la participación es un proceso que puede y debe ser observado siempre en relación al otro. Y ese otro ubicado en un tiempo y | 31 - 47
ARTÍCULOS DOSSIER 47 Álvarez, Pérez, Marsiglia Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095 espacio atravesado por coyunturas políticas y cultura-les que constituyen los territorios donde despliegan o no sus acciones participativas. La participación vista de este modo es plausible de ser objeto de investiga-ción, observable en sujetos activos e interpretada por diferentes enfoques teóricos – metodológicos.Teniendo en cuenta que el estudio de la participación en la Sociología no ha sido muy amplio, a pesar de estar estrechamente vinculada a una diversidad de catego-rías sociológicas primordiales, desde la cátedra se la concibe como un proceso social y como mecanismo de poder. Es un modo de acción colectiva que arranca en una decisión individual y que tiene como consecuen-cia la construcción de la dimensión social y cívica de la persona y la transformación social junto con otros y otras.Si bien, el camino recorrido no es extenso, se considera que en el marco de los sesenta años de trayectoria de la Sociología en la Provincia de San Juan, este espacio cu-rricular se constituye como una plataforma inicial que brindará las herramientas necesarias para el quehacer profesional de los futuros sociólogos y sociólogas que ingresen al campo profesional y laboral. Bibliografía Coraggio, J. L (2004) De la emergencia a la estrategia. Más allá del alivio de la pobreza. Buenos Aires. Editorial Palacio. Di Marco, G (2006) Hacia una sociedad inclusiva: demo-cratización ciudadana y derechos humanos. Buenos Aires. Fals Borda, O. (1970). Ciencia propia y colonialismo inte-lectual . México, Nuestro Tiempo. Hernández Freeman, L., (2014). Una mirada sociológica a la participación social . Estudios del Desarrollo So- cial: Cuba y América Latina, 2(3), 77-86. Hopenhayn, M (2000) Ciudadanía e igualdad social: la educación pendiente. Reflexión Política Vol. 2, N° 3 – Universidad Autónoma de Bucaramanga, Buca-ramanga, Colombia. Lois, Ianina (2017) : “La Investigación-Acción (I+A) y la Investigación Acción Participativa (IAP): un recorrido posible entre el conocimiento y la praxis”. Dossier dis-ponible en versión electrónica. Rofman, A (2001) Participación de la sociedad civil en po-líticas públicas: una tipología de mecanismos institucio-nales participativos. Salvador de Bahía, Brasil. Marx, K (1844) “Tesis sobre Feuerbach y Manuscritos econó- mico – flosófcos” Moscú, Editorial Progreso. Sirvent, M. T (1999) Cultura Popular y Participación So-cial. Una investigación en el Barrio de Mataderos (Bue-nos Aires) Buenos Aires, Argentina. Miño y Dávila Editores. | 31 - 47