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Favieri
TRAMAS SOCIALES | Nº 02 | Año 02 | ISSN 2683-8095
173-184
De la Garza (2016) señala que las estructuras pueden
pensarse y existir, a la vez, en diferentes niveles de
abstracción. Existen en tanto que dependen de las
concepciones de los sujetos y al exterior de ellos (como
extra-subjetivas), sin embargo, las estructuras no tienen
por qué reducirse solo a las económicas:
(…) sobre cada espacio de relaciones sociales
pertinentes al objeto debe descubrirse la
estructura que importe. Por ello puede hablarse
de ‘conguraciones estructurales’ como redes de
relaciones entre diversos niveles estructurales de
diversas áreas de relaciones sociales pertinentes al
objeto (De la Garza, 2016, p.344)
En este sentido, se permite la denición de
“conguraciones subjetivas” como resultado de una
“formación de conglomerados o redes especícas
de códigos de diferentes espacios de subjetividades,
para dar sentido a la situación concreta” (De la Garza,
2016, p.196), es por ello que “(…) será el arreglo o red
especíca de códigos provenientes de los campos de
la cognición, valorativos, sentimentales, expresados
o no discursivamente y combinados en parte en
forma pseudo-inferencial a través de categorías del
razonamiento cotidiano” (De la Garza, 2016, p.196)
Ahora bien, la presión “ejercida” por las estructuras
(materiales o simbólicas) puede potenciarse o
amortiguarse según sea el resultado (expresión) de la
mediación ejercida por los sujetos. Sucede entonces que
los resultados de esta mediación (acciones/decisiones)
pueden concretarse o no y en función de ello pueden
interpretarse como “tendencias” que permitirán
descubrir las “trayectorias” en “la coyuntura del espacio
de posibilidades para la acción viable de los sujetos” (De
la Garza, 2016, p. 346).
Esto, además, destaca incluso la presencia de un sujeto
activo con potencial transformador, sin embargo,
no es tarea fácil encontrar el objeto frente a tantas
mediaciones, ya que el objeto se dene más cercano a
una gura parcial cuyo movimiento podrá ubicarse en
los cruces entre estructuras, subjetividades y acciones.
En este punto, descubrir “los procesos de construcción
de signicados y sus contenidos” (De la Garza, 2016,
p.344) implica para el objeto concreto, identicar los
códigos subjetivos en juego durante el proceso de
relaciones entre estructura-subjetividad-acción.
La decodicación resultante de esos elementos,
servirán para descubrir/construir el sentido de cada
situación concreta, sea de origen cultural, estético,
moral, cognitivo o aquellos “vinculados con otras
formas de razonamiento como deducción, causalidad,
funcionalidad, razonamiento cotidiano, etc.” (De la
Garza, 2016, p.344).
No obstante, existe la posibilidad que, entre
código y situación concreta, no exista una relación
visiblemente clara, sino más bien, se exprese en
forma de contradicciones y/o discontinuidades. Estas
“conguraciones no sistémicas” (De la Garza, 2016)
son también importantes si quieren descubrirse nuevos
elementos sobre la problemática en estudio.
Sentidos teórico-metodológicos generales
Se entiende al método desde esta perspectiva, como
una guía heurística para construir conocimiento, en
especial, para comprender signicados de los actores.
El objetivo no es “universalizarlos” sino de ubicarlos en
función de la situación concreta.
Para De la Garza (2016) no se trata de ver si los
argumentos son válidos con respecto a otra realidad,
sino si guiaron la acción
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(…) no basta con decir que hemos formulado las razones
de la acción de otros, sino si éstas fueron objetivas (…)
objetivas, teórica, argumentativamente, conforme a
datos y sobre todo, a la reconstrucción de la totalidad, la
verdad como articulación en donde lo empírico tendría
un papel subordinado a la reconstrucción (De la Garza,
2016, p. 55-56).
3.Reconstruir razones que llevan a la acción