TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

-
sencia inferida de las muJeres en las políticas
sociales

Pizarro, Tatiana Marisel
Universidad Nacional de San Juan
Resumen
Realizamos una exploración teórica acerca de la concepción de la ciudadanía
de las mujeres y su presencia en las políticas sociales. Nos centramos
entonces en el modo en que los Estados expresan la necesidad de proteger
y promover los derechos de toda la ciudadanía; pero, particularmente, en
lo referido a las mujeres. Para lograrlo, hacemos un planteo epistemológico
e, incluso, ontológico sobre las realidades de las mujeres. Ante esto,
dividimos el capítulo en tres partes. En la primera realizamos un recorrido
por la conceptualización de ciudadanía femenina. En la segunda parte,
hacemos un desarrollo conceptual de lo que distintos/as autores/as
denominan política social. Finalmente, en base a los apartados previos,
realizamos un breve recorrido por el sistema previsional argentino, con el
propósito de mostrar como ejemplo de políticas sin perspectiva de género
al Plan de Inclusión Previsional, devenido luego en la Pensión Universal
por el Adulto Mayor, debido a la externalidad positiva de estas medidas en
función a la realidad de las mujeres y la equidad de género.
Recepción: : 04/03/2021
Aceptación: 08/04/2021
Doctora en Ciencias Sociales en la
Universidad Nacional de Cuyo, Licenciada
en Comunicación Social por la UNSJ,
Diplomada en Ciencias Sociales con
mención en Género y Políticas Públicas
por el Programa Regional de Formación en
Género y Políticas Públicas con la Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales,
Especialista en Epistemologías del Sur por
el Consejo Latinoamericano de Ciencias
Sociales y el Centro de Estudos Sociais de
la Universidade de Coimbra, Magíster en
Políticas Sociales en la Universidad de San
Juan, Especialista en Políticas Públicas
y Justicia de Género por FLACSO Brasil.
Actualmente es becaria posdoctoral del
CONICET e investigadora del Instituto
de Investigaciones Socioeconómicas de la
UNSJ.
tatianamariselpizarro@gmail.com
Políticas sociales; perspectiva de género;
ciudadanía femenina; mujeres
Palabras claves
TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
-
men in social policies
Abstract
We carry out a theoretical exploration about the conception of women’s
citizenship and its presence in social policies. We then focus on the way
in which States express the need to protect and promote the rights of all
citizens; particularly with regard to women. To achieve this, we make an
epistemological and even ontological approach to the realities of women.

a tour of the conceptualization of female citizenship. In the second part,

policy. Finally, based on the previous sections, we made a brief tour of
the Argentine social security system, with the purpose of showing as
examples of policies without a gender perspective the Plan de Inclusión
Previsional and the Pensión Universal por el Adulto Mayor, due to the
positive externality of these measures for equity, the situation of women
and gender equity.
Pizarro, T. M. (2023).
Sin gafas violetas. Reexiones sobre la
presencia inferida de las mujeres en las
políticas sociales. Revista Tramas Sociales.
http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/
tramassociales
Social policies; gender perspective; female
citizenship; women
Keywords
Para citar este artículo
Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
1. Introducción


que es. Su existencia es casi axiomática: siempre hay política social, del mismo modo que siempre hay Estado (Danani, 2009,


política social a política contra la pobreza” (Danani, 2009, p. 33). En cada sociedad, las intervenciones sociales del Estado
“amparan” grupos, cobijan sus intereses; a través de acciones institucionalizadas, producen sus condiciones de vida y de

de una perspectiva de género en las políticas sociales: la toma en consideración por parte del Estado de las realidades de las
mujeres a la hora de crear medidas.
Ante esto, trabajaremos sobre la hipótesis de lo imperioso que es para el Estado adoptar una perspectiva de género en la
observación y creación de las políticas sociales, ya que hacerlo permitiría mostrar esos lugares comunes -y naturalizados-
ocupados por mujeres y varones dentro de nuestra sociedad; asimismo, motivaría el cuestionamiento acerca de las
asimetrías de poder que mencionaremos en el artículo. Para esto, es preciso hacer alusión a la transversalización de género
como mecanismo que permita acometer contra las desigualdades políticas, económicas, sociales que tengan como factor

políticas sociales desde una perspectiva de género.
Este artículo se divide en tres segmentos. En el primero nos enfocamos en la conceptualización de ciudadanía femenina. En
el segundo, realizamos un desarrollo conceptual de lo que distintos/as autores/as denominan política social. Finalmente, con
base en los apartados previos, realizamos un breve recorrido por el sistema previsional argentino, con el propósito de mostrar
como ejemplo de políticas sin perspectiva de género al Plan de Inclusión Previsional, por lo que también se hará una breve
alusión a la Pensión Universal por el Adulto Mayor, debido a la externalidad positiva de estas medidas para las realidades de
las mujeres y la equidad de género.

bajo esta perspectiva analítica, resulta de gran interés puntualizar la presencia de las mujeres en el Sistema Previsional

Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

a este artículo devienen de un análisis teórico-crítico, que pretende ser la llave para abrir nuevos debates sobre el


Por décadas, la conceptualización de género estuvo íntimamente relacionada con lo biológico. El cambio estuvo dado a partir
de las décadas del ‘60 y ‘70, cuando diversas investigaciones demostraron que esa correlación no existía. En 1972, por ejemplo,
la socióloga feminista Ann Oakley explicó que lo sexual era uno de los rasgos que permitía diferenciarnos, más no era un
aspecto biológico estático. Por lo contrario, podía ser cambiante por diversas causas –desde políticas a socioculturales-
(Ariño, 2013). Al respecto, Joan Scott (1997) menciona al género como una forma de comprender socioculturalmente aquellas
diferencias sexuales entre varones y mujeres. Para la autora es en el género donde se dan las relaciones de poder, basadas en
la distribución de lo material y lo simbólico.
En sí, el concepto género ha tenido –y tiene- un abordaje académico amplio, diverso y político. En este sentido, nos interesa
el desarrollo teórico propuesto por Butler (1990), que ve en el género una forma de existir el propio cuerpo –un constructo
meramente cultural-, por Joan Scott (1992), que lo postula como parte de las relaciones sociales –y, por ende, del poder- y
por Pateman (1996), quien se centra en las subordinaciones existentes en la vida social, económica y política a partir de la

que van más allá de las subjetividades, sino que están dados por lo natural que deriva de lo sexual-biológico. Es la sociedad
patriarcal y androcéntrica la que reproduce esta forma de concebir la realidad, en la que “el origen de tales diferencias en los

inevitable a partir del sexo de cada quien” (Naranjo, 2002, p. 23).
La explicación respecto al género que conlleva a la arbitrariedad de la naturaleza y a la biologización es propia del patriarcado.
Fue por esto por lo que en las décadas del 60 y 70, los distintos movimientos feministas buscaron diferenciar/separar al
binomio sexo-género, táctica que permitió subrayar los reduccionismos biologicistas que surgían como consecuencia de
asignársele a las mujeres determinados roles sociales y a los varones, otros. Es decir, diferenciar al género del sexo permitió


en la sociedad, que no fue más que estipulada por constructos culturales impuestos. En este sentido, la antropóloga Gayle
Rubin explica que el binomio sexo-género es “el conjunto de disposiciones por el que una sociedad transforma la sexualidad
biológica en productos de la actividad humana, y en el cual se satisfacen esas necesidades humanas transformadas” (1975, p.
97).
En esta línea, se puede interpretar que el género es la arena de lucha sobre la que se dan las contiendas políticas acerca del

sus roles sociales construidos, determinados por su papel dentro de la historia, es preciso situar al concepto género lejos de
lo relacionado a lo sexo-biológico (Haraway, 1995, p. 227).
Estas diferencias construidas -y jerarquizadas- socialmente permiten presentar a las relaciones de género como relaciones
de poder, en las que los varones tienen un acceso directo a éste; mientras que, en el caso de las mujeres, se encuentra limitado.
Tanto hombres como mujeres viven el poder de un modo distinto, lo que también establece las propias identidades genéricas

TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
femenino y lo masculino. Por esto, es importante realizar un análisis que amplíe la visión de lo político , al enmarcar aspectos
que aborden temas que se ubican dentro de aquello que es invisible, privado e íntimo.
En efecto, durante siglos, se habló en términos de naturaleza femenina para demostrar una supuesta incapacidad de las

eran consideradas la excepción, no la regla. Pero, a su vez, la misma naturaleza mostraba a los varones carentes de la capacidad

-y son- parte de las tensas relaciones de poder , que no fueron abordadas como un problema de interés social, sino que los
diversos movimientos feministas los han puesto en la agenda mediática y/o política.
Es importante mencionar que las concepciones creadas con relación a lo que se entiende como desigualdad de género

privado; lo que conlleva a ser un tópico excluido del abordaje estatal (Bacchi, 1999). Es necesario subrayar esto, ya que con esta
interpretación se puede inferir que, en contrapartida, lo masculino hace referencia al desarrollo social, lejos de aquello que
ocurre al interior del ámbito privado del hogar.

términos de inequidad . La desigualdad puede observarse en distintos ámbitos: los escasos puestos de liderazgos ocupados
por mujeres, los menores registros de la presencia femenina en el mercado de trabajo formal directamente relacionados con
la llamada feminización de la pobreza, etcétera. Esta situación también es trasladable a la esfera privada del hogar, en la que
la desigualdad está enraizada en la distribución inequitativa de las tareas domésticas y de cuidado, arraigadas en estructuras
que señalan que son responsabilidad de las mujeres, sólo por su género.
La condición social de la mujer en la actualidad no la ha ubicado muy lejos del modelo patriarcal imperante, a quien se le

grupo. Este trabajo no remunerado parece estar bajo un manto de invisibilidad en el reconocimiento del ámbito económico
por la concepción errónea de sólo pertenecer al carácter privado de las relaciones familiares (Antonopoulos et al, 2007, p. 243).
A propósito de esto, es oportuno preguntarnos y analizar cómo las identidades de género –y la interpretación de éstas- son
              
es el caso de su inclusión en las políticas sociales. En otras palabras, la transformación de esta situación depende de la


capaces de resolver asuntos políticos; por lo que, es preciso no sólo erradicar estas naturalizaciones, sino que las mismas
políticas tengan entre sus objetivos dispositivos que lo realicen (Nott y Kylie, 2000).
1. 1. Ciudadanas sin ciudadanía
Acerca del ser mujer, Simone de Beauvoir (1949) postulaba que no se trata de un designio biológico, sino que es la sociedad la
que crea a un ser intermedio entre lo que representa el macho y aquello castrado que alude a lo femenino.
Estas relaciones de poder entre los géneros derivan de acuerdos gestados en instituciones sociales como el hogar, el mercado,
el Estado y la comunidad, los cuales proporcionan a los hombres, más que a las mujeres, una mayor capacidad para movilizar
   
Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
gozan, en términos generales, de un mayor acceso a los puestos políticos o a la tierra, una mayor movilidad física, menos
responsabilidades asociadas al autocuidado o cuidado de las personas, una posición privilegiada en términos de control de

Ser mujer no es sólo una categoría descriptiva, es un modo de vida, es desigualdad simbólica, económica, política,
normativa, cultural y social. Por esto, es importante ver al género, en sí, como una categoría que nos permite hacer visibles
las desigualdades entre los hombres y mujeres, interpretar esas diferencias e incluso entender por qué el poder se distribuye
inequitativamente entre los géneros.


economistas Rania Antonopoulos y Francisco Cos-Montiel, –con su interpretación sociopolítica del desarrollo como proceso
cultural, político y económico-, analizan esta situación desde la perspectiva de las desigualdades entre mujeres y hombres
derivadas de la división sexual del trabajo. Respecto a éstas, plantean que no son cuestionadas, sino que se las comprende
como resultado de una organización natural de las funciones sociales. De hecho, exponen que las políticas sociales son
formuladas de acuerdo con el modelo de familia nuclear, en el que la mujer toma un rol pasivo dentro de ese desarrollo,
debido a que no se la ve más allá de su papel reproductivo y de cuidadora (Antonopoulos et al., 2007, p. 234).
Ante este análisis, María Elena Valenzuela y Claudia Mora (2009) presentan a la mujer como un sujeto que convive –o



dominaciones y discriminaciones de las sociedades latinoamericanas -en especial, aquellas referidas al género- (Bareiro,
1997, p. 3).
El Estado es la institución que cuenta con el poder para que la sociedad cumpla lo que disponen sus dirigentes. Históricamente,
bajo sus diversas formas, han sido las mujeres quienes han estado en situaciones de subordinación, en las que el poder era
ejercido sobre ellas. En este punto es en el que radica la desigualdad mencionada, en la existencia de privilegios que los
diversos colectivos tienen en la sociedad y el Estado; en otras palabras, en la comunidad política (Bareiro, 1997).
A pesar del paso del tiempo, esta inequidad poco cambió para las mujeres en función a su rol dentro de la sociedad. De hecho,
la antropóloga María Carolina Feitó (2004) plantea que, si se hace un paralelismo entre
una determinada concepción de la historia de la humanidad, de las relaciones entre hombre y la naturaleza, asumiendo al
mismo tiempo un modelo implícito de sociedad considerado como universalmente válido y deseable”, se puede inferir que
muy lejos está la mujer de alcanzar eso que es “válido y deseable. (p. 5)

sociedades de intervenir en el poder político y, en simultáneo, a ser intervenidas (Bareiro, 1997).
En este sentido, es preciso traer a colación a la postura de la feminista Chandra Mohanty, respecto al modo en que es
construida la mujer como un compuesto cultural e ideológico mediante distintos discursos de representación sobre cómo
son las mujeres reales –con sus propias historias-. Es en este punto en el que la autora pone especial énfasis en aquellos
discursos que “colonizan de forma discursiva las heterogeneidades materiales e históricas de las vidas de las mujeres en el
Tercer Mundo (Mohanty, 2008, p. 11).
De este modo, la llamada ciudadanía de las mujeres ha sido desarrollada en contraposición al concepto universal de ciudadanía
Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
planteado por varones, para ellos mismos y que excluye a las mujeres. Por décadas, han sido las distintas agrupaciones
feministas las que se han opuesto y luchado contra esa masculinización que sufren las mujeres ante la necesidad de ganar más
derechos y espacios dentro de un sistema patriarcal –la Conferencia Mundial sobre Población y Desarrollo, la IV Conferencia
Mundial sobre la Mujer, son ejemplos claves de las exposiciones sobre esta situación-.
En esta línea, la politóloga Mary Dietz (2001) plantea que el eje de los cuestionamientos de las feministas debe estar focalizado
en quién y cómo se toman las decisiones; interpelar y comprender a la ciudadanía como un bien en sí mismo y como un

escasa y a fuerza de leyes de cupo en el caso del ámbito político- ha permitido que muchas constituciones latinoamericanas
incluyeran la diversidad junto con la igualdad legal, real, social y de género (Bareiro y Soto, 2016).
En este sentido, esta particularidad que otorga la igualdad debe ser tomada con cautela. La ausencia implícita de ésta en el
mito de las oportunidades equitativas nos deja ver aquellos supuestos que niegan la realidad de las inequidades relacionadas
a la discriminación sexual, los estereotipos y la subordinación de las mujeres -tanto en ámbitos privados, como el hogar,

En conjunción a esta postura, la Estrategia de Montevideo para la Implementación de la Agenda Regional de Género en el
Marco del Desarrollo Sostenible hacia 2030 (2016) de la CEPAL, plantea que el ejercicio pleno de la ciudadanía femenina estará

como ciudadanas de pleno derecho. Esto podrá lograrse una vez que las distintas formas de representación política postulen
una concepción de desarrollo que incluya a lo privado y no soslaye las diferencias de género.
2. Cuando nos volvimos públicas: políticas sociales sin gafas violetas
La política social posee una relación con el modo de producción y el tipo de sociedad en la que se desarrolla. Podemos observar
en la política social una mediación constitutiva de la reproducción social, en estrecha relación con el modo de producción,
el proyecto de Estado y de la sociedad que se está articulando en la misma. Por esto, es histórica y, en simultáneo, establece

perspectiva.

a las intencionalidades con las que fueron creadas y ejecutadas. En el caso que, desde el ángulo de los intereses del Estado, las
políticas asuman características funcionales al control social y a la propia reproducción de las condiciones de dominación,
también presentan un carácter contradictorio que precisa ser considerado y que hace referencia a la intensidad de las luchas
políticas de los subalternos por la ampliación de los programas y de las políticas de corte social (Yazbek, 2000, p. 126).
En este sentido, también en concordancia con el planteo de este artículo, es importante ver a las políticas sociales como un
conjunto de instrumentos orientados a la compensación de las desigualdades sociales generadas en el ámbito de la esfera

 
posicionamiento teórico diferente respecto a la comprensión tradicional de las políticas sociales (Fernandez y Rozas, 2004,
p.154).
Sobre la base de lo expuesto conceptualmente en este apartado, se retoma que la política social es una herramienta que
Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
el Estado produce para otorgar respuestas a las necesidades de los sectores más vulnerabilizados socialmente. También
es oportuno recalcar que son los sectores populares los que luchan y exigen el cumplimiento de sus derechos que serán
materializados en una política social que los contenga a todos y todas.

el rumbo de las políticas sociales, lo que hace que el Estado deje de ser el responsable de los mecanismos redistributivos que

2004, p. 2).
Rodríguez Bilella (2004), además, plantea que las políticas sociales “no deben ser consideradas como la simple ejecución de
aquello que ha sido planeado, sino más bien como procesos continuos, negociados, y socialmente construidos que ciertamente
incluyen iniciativas tanto ‘desde abajo como ‘desde arriba’” (p.4).
En este sentido, es interesante analizar la situación de las mujeres que se encuentran atrapadas en el ciclo del empobrecimiento,
en el que carecen de acceso a los recursos y los servicios para cambiar su realidad. Pero, a su vez, claro está que la pobreza y la

Las mujeres, por ejemplo, sufren los efectos de la pobreza y la exclusión de una manera especial debido al papel que desempeñan
en la sociedad, la comunidad y la familia. Pobreza y exclusión para las mujeres son, además, la falta de seguridad, de voz, de
alternativa; lo que se traduce en marginalidad.

con determinados criterios les correspondería participar” (Arias, 2011, p.50). Ana Arias (2011), por otro lado, plantea que al
hablar de marginalidad entran en juego dos aristas: la comprensión sobre la pobreza como marginalidad implicaba una idea
de desarrollo que ampliaba la mirada hacia un conjunto de experiencias vitales, y por otro lado esta misma consideración
ubicaba al sujeto en el lugar del atraso e implicaba una fuerte carga de desvalorización cultural (p. 63).

ingresos propios, lo que acarrea el riesgo de vivir situaciones de pobreza. Sobre este esquema, se pone especial énfasis en
tratar de entender las demandas de intervención en la complejidad, categoría de análisis que hace referencia a problemas de
la pobreza que no se resuelven inmediatamente por la vía de la distribución de los ingresos. Tampoco lo hacen en aquellas
situaciones de padecimiento subjetivo, relacionado con el deterioro de ciertos vínculos familiares, comunitarios y sociales,

la resolución de estas cuestiones (Gómez, 2008, p. 33).
2.1. Ellas y/en los regímenes de bienestar
En las décadas de los 80 y 90, Latinoamérica ha pasado por diversos ajustes estructurales gracias a políticas neoliberales
privatizaciones, inversiones transnacionales, supresiones de políticas sociales, etcétera- adoptadas por los gobiernos de este
periodo. Estas decisiones políticas, que lejos estuvieron de tener compromiso social, se rigieron por las leyes del mercado.
Ya con la llegada del nuevo milenio y con la asunción de gobiernos populistas , la relación entre Estado-Mercado se desenfocó y
pasó a ser eje central una nueva reciprocidad: Estado-Sociedad. Esta naciente bilateralidad estuvo atravesada por la necesidad
de darle voz a los excluidos, a las minorías, a los vulnerables sociales -en casi todas esas categorías encajan las mujeres-. En
otras palabras, “en las democracias modernas se ha desarrollado un proceso de extensión del derecho a la ciudadanía, a los
Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
colectivos inicialmente excluidos” (Bareiro, 1997, p.6).
Para vislumbrar cómo es la situación en Latinoamérica es fundamental comprender los cimientos: los regímenes de
bienestar. Éstos son precisamente la constelación de prácticas, normas, discursos relativos a qué le corresponde a quiénes en
la producción del bienestar (Esping-Andersen, 1990). Esping-Andersen (1993) explica que
el Estado del Bienestar no es sólo un mecanismo que interviene en la estructura de la desigualdad y posiblemente la corrige,

44)


y viudas-; es decir, un modelo patriarcal de protección social (Draibe y Riesco, 2006, p. 40).
                   
las lógicas de género: a) la situación del trabajo no remunerado; b) la diferenciación y la desigualdad de género en la


45). Planteos que contrastan con una realidad en la que hay una falta de programas de asistencia social y apoyo a las familias,
un surgimiento de mecanismos políticos -corporativismo, el clientelismo y “máquinas de patronazgo”- que aparecen con la

Este enfoque entra en tensión con lo que postula el ideal de igualdad que plantea cumplir la Convención para la Eliminación
de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW ). Es necesario, entonces, un compromiso real de los Estados
y de los distintos actores involucrados para conjugar la igualdad de voces, problemas y propuestas de todas las personas,
para lograr así eliminar la pobreza y reducir desigualdades (Bareiro y Soto, 2016, p. 3). Para esto deben discutirse objetivos
como: erradicar las desigualdades y brechas de género que repiensan a la política social y el empoderamiento de las mujeres;
analizar el modo de crear e implementar políticas incluyentes que evoquen a la igualdad de género y empoderamiento de
ellas; y, por supuesto, ponderar la transversalización de género en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (Bareiro
y Soto, 2016, p. 3).

género, que es el eje argumentativo de este artículo, es preciso que se produzca un

en cuestión, tome en consideración las diferencias entre mujeres y hombres, y en un plano causal, analizando los factores
             

que hayan sido detectadas. (Bueno Sanchez y Rodríguez 2006, 20)
Entonces, para conseguir un diseño e implementación de políticas sociales se debe erradicar el enfoque mujerista, y así
alcanzar la visión género-transformativa que dará otra perspectiva a las medidas sociales. Un modo de lograr este objetivo
es el de incorporar el ideal de empoderamiento de las mujeres y, por supuesto, de redistribución entre los géneros; también
tener en cuenta la interseccionalidad lograda al transversalizar el género a todas las demás desigualdades (Bareiro y Soto,
2016, p.15).
De hecho, en el caso de las mujeres,
Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
la condición de ciudadana se ha transformado bajo el signo de procesos sumamente contradictorios: por una parte, como
señala Alda Facio, se ha producido por una planetarización de derechos ciudadanos para las mujeres, a la vez que la noción
de género ha sido apropiada por la oligarquía internacional del BID, el BM, el FMI (Facio, 2001). Mientras los organismos
internacionales presionan sobre los gobiernos para la suscripción de plataformas internacionales, las políticas de ajuste
ligadas a la lógica del neoliberalismo que esos mismos organismos propugnan estrechar los espacios reales de ciudadanización

A., 2003, p. 74)

manifestaciones latentes de las distintas formas sociales y culturales presentes (Rodríguez Bilella, 2004, p. 4).
En tal sentido es interesante observar cómo estas diferencias construidas y jerarquizadas socialmente, permiten presentar
relaciones de género en las que tanto hombres como mujeres establecen propias identidades genéricas; situación que se

un análisis que amplíe la visión de lo político , al enmarcar aspectos que aborden temas que se ubican dentro de aquello que
es invisible, privado e íntimo.

profundización de la democracia y, con esto, la construcción de Estados incluyentes (Bareiro y Soto, 2016).
En este sentido, nos parece clave subrayar que la desigualdad de género es una de las limitaciones más relevantes de los
sistemas de seguridad social basados en el diseño bismarckiano. Tal como lo expresa Camila Arza (2013) en estos sistemas la

del hogar -que incluye el cuidado de niños/as o ancianos/as- se encuentra protegida a través de su marido. El derecho a una
pensión en caso de muerte es un ejemplo de esta cobertura “derivada” de la condición familiar.
En este caso, uno de los problemas de este diseño es que responde cada vez menos a la realidad de la organización familiar


en desventaja. Por ejemplo, acumulan menos aportes y por lo tanto muchas de ellas no logran alcanzar el mínimo requerido

porque sus aportes y/o ingresos laborales fueron menores. Tal como lo señala el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género
(2011), esto también está relacionado con que el incremento de la sobrevida de los varones sin acrecentar la cobertura de la

tienden a ser unipersonales, lo que “puede traducirse en menor presencia de mujeres dentro del sistema de jubilaciones y
pensiones, lo cual habla de la menor inserción asalariada formal de estas mujeres durante su vida activa” (p. 18).
En esta línea, puede observarse el sesgo de género cuando se pone atención en la manera en que tanto hombres como mujeres
se incorporan a los sistemas de pensiones y jubilaciones: “las mujeres son mayoría entre quienes perciben pensión (ELA, 2008),
lo cual da cuenta de que su ingreso al sistema de seguridad social se hizo como derecho derivado de su vínculo matrimonial
con el asalariado formal, posteriormente jubilado, y no por un derecho propio (Pautassi, 2005)” (ELA, 2011, p. 18).
                 


Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
se vivió un proceso de contrarreforma que abarcó la lógica misma de funcionamiento del sistema -de uno mixto a uno de

y la cobertura.
3. Breve historia del sistema previsional argentino
En 1968, a raíz de la reforma administrativa del sistema previsional, con la Ley 17.575, se le otorgó a la Secretaría de Seguridad
Social el manejo y control del Régimen Nacional de Seguridad Social. A partir de ese momento, todas las cajas de jubilación
dispersas se agruparon en tres Cajas Nacionales de Previsión, una de ellas: la Caja Nacional de previsión de Trabajadores
Autónomos.
Ese mismo año se consolidó el régimen normativo en el que todos los aportes eran obligatorios; se establecieron además
como prestaciones la Jubilación Ordinaria, la Jubilación por Edad Avanzada, la Jubilación por Invalidez y la Pensión por


Desde 1968 a 1993, el sistema previsional estuvo regido por la Ley 18.037 -Nuevo régimen de jubilaciones y pensiones para los
trabajadores en relación de dependencia- y la Ley 18.038 -Nuevo régimen de jubilaciones y pensiones para los trabajadores
autónomos-. Ambas determinaban el carácter del Sistema Nacional de Previsión Social -contributivo, obligatorio y cuyos

etapa pasiva-. Los requisitos para el ingreso a este sistema consistían en tener 55 años en el caso de las mujeres y 60 en el caso


de la Ley 24.241 en 1993. Con ésta se creó el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones, que permitía la existencia

reforma previsional se estableció un régimen mixto en el que se agrega como componente a las Administradoras de Fondos
de Jubilaciones y Pensiones (AFJP). A partir de 1993, las amas de casa se incorporaron al régimen, pero esta incorporación

Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (Ley N°24.828, 1997).
Dos años después, en 1995, con la Ley 24.476, se les permitió regularizar la situación previsional a los/as trabajadores/as
autónomos/as y tener así una forma de “pagar” los años no aportados. Entonces, tanto los/as trabajadores/as autónomos/as

éstos/as hubiesen cumplido con la edad estipulada y cancelado el monto total de los aportes requeridos.
Ahora bien, durante estos años, la seguridad social en Argentina resultó ser un punto clave a nivel laboral y previsional por
las reformas que se desarrollaron. Respecto al ámbito laboral, la seguridad social fue indispensable por el aumento del
desempleo, la subocupación y la precariedad laboral. Lo que se resume en una fórmula simple: trabajo intermitente y/o
precarizado + aumento de edad y de cantidad de años de aportes = imposibilidad de lograr una jubilación ordinaria.
Durante esta década, de acuerdo con datos del INDEC, los/as trabajadores/as informales –no registrados/as- correspondían
a un 53,8%, los/as desempleados/as a un 28,8%, mientras que aquellos/as pertenecientes al mercado formal eran apenas un
17,4% (D’Elía, 2014).
Ante la crisis de estos años, con la creación de las AFJP –Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones-, lejos de su
Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
objetivo original –ser la solución a la crisis que atravesaba el sistema estatal-, éstas se convirtieron en un problema mayor:
mientras que la transición fue asumida por el Estado, estos entes recibían las contribuciones que antes percibía la Nación,

de segmentos vulnerables de la población –peones/as rurales, trabajadores/as informales, personal de servicio doméstico,


básica universal pasara a ser suplementaria, garantizándoles $300 a todos/as los/as jubilados/as mayores de 65 años. Además,

trabajo, hubiera tenido haberes bajos y por eso no hubiera podido completar los años de aportes, etcétera. Se pretendía que


debates, la reforma propuesta por este decreto fue revocada.

agenda.

a la inclusión, solidaridad y universalidad, se estipularon distintas normas que permitieron la incorporación al sistema

Una de las políticas que cumplía con ese objetivo fue el Plan de Inclusión Previsional. Éste surgió como medida de corto plazo
para incorporar al ámbito de la seguridad social a aquellos/as adultos/as mayores que, castigados por los cambios registrados
en el mercado de trabajo y en el sistema previsional en los años 90, se encontraban en una situación de vulnerabilidad social
al no contar con un haber jubilatorio.
El 16 de diciembre de 2004, el proyecto de ley (CD 124/04) fue aprobado por unanimidad en el Senado argentino, sancionándose
así la Ley 25.994 y con esta la creación de la prestación de Jubilación Anticipada, que se promulgó parcialmente el 29 de
diciembre del mismo año. Esta preveía un régimen de jubilación anticipada para aquellos/as trabajadores/as que acreditasen
30 años de servicio y que tuviesen más de 60 años en caso de los varones y más de 55, las mujeres, conforme a lo estipulado
por la Ley 24.241 -Ley Nacional del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones-.
Además, con esta ley se determinó que aquellos/as trabajadores/as que en el 2004 hubiesen cumplido la edad estipulada en la
Ley 24.241 para acceder a la Prestación Básica Universal, pudiesen solicitar una moratoria que les permitiese pagar en cuotas

a la moratoria a través de Sistema de Información para Contribuyentes Autónomos y Monotributistas de la AFIP y, por otro,
pagar la primera cuota de la moratoria. A partir de este punto, las cuotas restantes se descontaban de los haberes jubilatorios.
La duración de esta moratoria fue de dos años, con la posibilidad de ser prorrogada por el Poder Ejecutivo en caso de ser

disposición redentora de las consecuencias conducidas por las medidas neoliberales adoptadas durante los gobiernos


La Ley 25.994 fue aprobada por unanimidad y sin abstenciones –tanto en el Congreso como en el Senado-, lo que permite
inferir que el consenso estuvo dado en torno a la necesidad de una cobertura previsional mayor . Esto se debe a que durante
Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
los ’90, como se mencionó en el apartado anterior, la tasa de cobertura previsional de la población pasiva decreció como
consecuencia de: a) altos niveles de desempleo, b) precariedad/informalidad laboral, c) la reforma previsional con la
consecuente creación de las AFJP.
Un dato para destacar es que esta moratoria previsional fue una de las políticas sociales más exitosas en cuanto al impacto en


Para contextualizar mejor esta situación, es necesario aclarar que el
73% de los 3 millones casi 400 mil jubilaciones por moratorias vigentes corresponden actualmente a mujeres y de la totalidad
de jubilaciones destinadas a mujeres, el 86% fue obtenida a partir de las moratorias. Los valores absolutos y relativos
anteriores buscan mostrar por diversos indicadores complementarios el fuerte impacto feminizante que tuvieron las
moratorias previsionales. No obstante, es necesario mencionar que la primera moratoria (que fue la más potente en términos

un enfoque de género. (Corsiglia, L., 2018, p.6)
                  
“jubilación de amas de casa”, siendo que no se menciona ni a las mujeres ni a la labor doméstica y de cuidado desarrollado en
el hogar. Es más, la denominación Jubilación de Ama de Casa operó discursivamente de modo estigmatizante -en lugar de
celebrar plenamente el reconocimiento del trabajo reproductivo como una tarea anteriormente invisibilizada- haciendo en
gran medida responsable a las millones de mujeres incluidas por este medio, de su imposibilidad por haber cumplido con una
trayectoria de aportes a lo largo de la vida (Corsiglia, L., 2018, p. 7).
Luego, en 2005, con la Ley 25.994, se estipularon las jubilaciones anticipadas por desempleo –podían acceder aquellos/
as con aportes completos, pero que no cumplían con la edad requerida- y las prestaciones por moratorias –para aquellos/
as trabajadores/as con la edad necesaria, pero con sus aportes incompletos-. Ambas medidas permitieron cubrir aquellos
baches que el sistema previsional tuvo por no cumplir con buenas condiciones laborales para los/as trabajadores/as.
El principal instrumento a través del cual se implementó el Plan de Inclusión Previsional entre enero de 2005 y abril de
2007 fue el artículo 6 de la Ley 25.994, junto al Decreto 1454/05, el cual reglamentó la Ley 24.476. Este permitió que los/as
autónomos/as con problemas de regularización de aportes se inscribiesen mediante un plan de facilidades hasta el 30 de


las condiciones dadas hasta julio de 2004-, y quienes una vez que tuviesen la edad en cualquier momento, completasen los
aportes anteriores al 30 de septiembre de 1993 (Calabria et al., 2012).
Por otra parte, el artículo 2 de la Ley 25.994 establecía que los hombres con 60 años y las mujeres con 55, que acreditaran 30
años de servicios con aportes computables en uno o más regímenes jubilatorios comprendidos en el régimen de reciprocidad
y que se encontrasen en situación de desempleo al 30 de noviembre de 2004, podían acceder a la jubilación anticipada. Estas

24.241. Además, facilitaron la incorporación de aquellas personas desocupadas a noviembre de 2004 y que registraban todos

La Ley 25.994 estuvo vigente hasta abril de 2007 y estableció un plan de facilidades de pago para que aquellos/as trabajadores/
as autónomos/as que adeudaban aportes devengados a la ANSES hasta el 30 de septiembre de 1993, pudiesen regularizar su
Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
situación y acceder así al sistema previsional. En este contexto, el Plan de Inclusión Previsional fue complementado por otras

En 2008, la Ley 26.425 eliminó este sistema de capitalización individual e hizo una transición al sistema de reparto y

  

el acceso al sistema previsional debido a la intermitencia laboral, a la informalidad y precariedad del trabajo, al subempleo
o al desempleo. De este modo, entró en vigor el Sistema Previsional Argentino –SIPA-, que eliminó al sistema integrado,
volviéndose un sistema enteramente de reparto. Esta transformación junto a las moratorias previsionales implementadas,
fueron medidas que buscaron revertir la tendencia en alza al acceso escaso a la jubilación por parte de los/as trabajadores/as.
El 2 de julio de 2014 fue sancionada la Ley 26.970 (O.D. Nº 244/14) que permitía regularizar aportes previsionales del periodo
1993-2003, a través de un plan de pago de 60 cuotas, destinada principalmente a autónomas/os y monotributistas con edad de
jubilarse -65 años los varones y 60 las mujeres-. Éste resulta ser un punto clave, ya que a esta nueva moratoria podían acceder
aquellos/as trabajadores/as autónomos/as , estuvieran inscriptos o no en el Sistema Integrado Previsional Argentino –SIPA-.
Para acceder a esta prestación sólo bastaba con haber cancelado una cuota del régimen de regularización de deuda y que la
Administración Nacional de Seguridad Social –Anses- determinara el derecho a esta prestación, luego de haber hecho una

vulnerable (Anses, 2010).
El 29 de junio de 2016 se sancionó la Ley 27.260 , también conocida como Ley de Reparación Histórica. Esta es una de las
primeras medidas adoptadas en el ámbito previsional por el gobierno de corte neoliberal de Mauricio Macri que, entre otros

Universal para el Adulto Mayor (PUAM).
Los puntos de quiebre principales a partir de la implementación de la PUAM corresponden a que ésta no es una jubilación
que se integra al sistema contributivo, sino una pensión no contributiva; hay un incremento de 5 años en la edad de retiro
en las mujeres; no genera derecho a pensión; el monto de ésta es del 80% de la jubilación mínima y tiene un carácter de



3.1. El Plan de Inclusión Previsional y su externalidad positiva para la equidad la situación de las mujeres
y la equidad de género
Con el Plan de Inclusión Previsional –PIP-, el Estado previó la incorporación en el sistema jubilatorio de personas que no
alcanzaran los requisitos previstos para el acceso a la prestación de vejez impuestos por el Sistema Integrado de Jubilaciones
y Pensiones. Paulatinamente, el sistema previsional expandió su alcance mediante la implementación del Monotributo
social y del Régimen de Regularización de Deudas de los/as trabajadores/as autónomos/as, que en su conjunto proponen
saldar la deuda de contribuciones que tenían los aportantes previos a 1994. Cabe destacar que el Monotributo Social es
una categoría tributaria permanente, creada con el objeto de facilitar y promover la incorporación a la economía formal de
Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
aquellas personas en situación de vulnerabilidad que han estado históricamente excluidas de los sistemas impositivos y de
los circuitos económicos.


dicho, excluyéndolas del derecho que el trabajador en su etapa de retiro tiene: la jubilación.
El abordaje de esta cuestión se vincula con la necesidad de diseñar sistemas de pensiones que, o bien reconozcan el costo de
continuidad y calidad de los empleos que soportan quienes sostienen la carga no remunerada del trabajo, o bien prevean que
una proporción importante de la pensión futura no dependa del vínculo formal en el mercado laboral (CEPAL, 2009).
Tal como se mencionó, en la primera moratoria previsional en 2004, de los 2,7 millones de personas que pudieron acceder al



política ha tenido como externalidad positiva la ayuda a las mujeres que efectuaron labores informales o cuya invisibilización
laboral las convirtió en trabajadoras vulnerables.
                    

corresponde a un 80% del monto total de una jubilación considerada mínima-. De este modo, se concluyó con una solución
transitoria a las consecuencias de políticas del mismo modelo tomadas en los 90. Este escenario político, como se mencionó
antes, condujo a que miles de ancianos y ancianas no tuvieran los años de aportes previsionales requeridos para acceder a una
prestación, lo que los llevó a una clara situación de vulnerabilidad social.
Ante esta realidad, cabe aclarar que las mujeres siempre han sufrido informalidad laboral, que las obliga a aceptar trabajos con

que esta moratoria fue una medida efectiva e inmediata al cumplir con una cobertura previsional casi total de la franja etaria
de los 60 a 64 años, que reconocían el derecho universal de la ancianidad a acceder a protecciones previsionales. Esto es clave
si se toma en consideración que, en su momento, con la inserción al sistema previsional mediante las moratorias, se favoreció
mayormente a “los sectores vulnerables, es decir los primeros quintiles de ingresos. Sumado a ello, la evidencia empírica
hasta aquí disponible también muestra que las provincias más pobres del país fueron las más favorecidas en términos de
incrementar su tasa de cobertura en adultos mayores” (Di Costa, V. 2018, p. 13).
Es decir, muchos/as de estos/as jubilados/as pertenecían a los estratos sociales más bajos, incluso la mayor parte de los
casos no hubiese podido alcanzar un haber previsional si no fuese por estas medidas mencionadas anteriormente; lo que

haber logrado revertir el escaso acceso al retiro -5 de cada 10 ancianos/as-. Un punto clave a destacar es que estas también
permitieron alcanzar una mayor equidad respecto al género –sin proponérselo-, debido a que gran parte de los nuevos
jubilados, resultaron ser jubiladas, ya que son ellas las que pertenecían al sector que percibía menos ingresos del mercado.
            
primordiales de seguridad económica. Contar con un sustento económico ajeno al apoyo del círculo familiar es imprescindible

sistemas no contributivos no tienen una rígida relación con la trayectoria laboral. Es decir, este tipo de pensiones/jubilaciones
Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023

ingreso mínimo-.
El Plan de Inclusión Previsional no sólo fue una medida para universalizar las prestaciones previsionales a ancianos y
ancianas con vulnerabilidad social, sino que fue el reconocimiento implícito que las amas de casa ancianas alcanzaron como
trabajadoras invisibilizadas, aunque como una consecuencia no esperada de la medida.
              
disgregados y excluidos, pero sobre todo a un sector correspondiente al de las mujeres que se desarrollaron silenciosamente
en el trabajo de cuidado y doméstico no remunerado durante toda su vida activa. No sólo hubo un incremento de la cobertura




aquellos/as trabajadores/as excluidos/as como consecuencia de las medidas tomadas durante los 90, garantizándole a este
sector una cobertura mínima.
El predominio de mujeres en la titularidad del Plan de Inclusión Previsional es consecuente a la realidad de aquellas personas
que tuvieron una vida laboral intermitente e informal o abocándose por completo al trabajo reproductivo privado dentro

al trabajo de cuidado no remunerado dentro de las políticas sociales para garantizarles a las mujeres bienestar futuro y
una seguridad económica en la ancianidad. Sin tenerlo como su objetivo, estas medidas le dieron a la labor de cuidado y
reproductiva el carácter de “trabajo”.
Cabe mencionar que, a pesar de los antecedentes de las moratorias, el género no es visto durante la gestión de Mauricio
Macri como un factor relevante a ser tenido en consideración ante las nuevas medidas adoptadas para el ingreso al Sistema

previsionales, la política que como ya hemos desarrollado, había generado para las mujeres el mayor poder inclusivo de la
historia del sistema previsional. La ley 27.260 dio por cerrada la modalidad de inclusión por la Ley 26.970, remplazándola por
la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM)” (Corsiglia, 2018, p. 9)
En esta línea, es necesario enfatizar que a pesar de que el PIP resultó ser para las amas de casa un vehículo para alcanzar
un nivel de autonomía económica desconocida y una concepción de sujetas merecedoras de este derecho, esto no implicó
cambios en la división sexual del trabajo ya que la medida no manifestó un reconocimiento explícito del trabajo reproductivo.

directas, esto ha sido producto de una externalidad positiva de la medida, no estuvo pensado para ellas. Entonces, la deuda

suerte derivada de la medida. Es necesario que el género y el cuidado formen parte del debate previsional y sea foco de cambio
para futuras políticas.
En otras palabras, estas moratorias compensaron una visible desigualdad existente en la inserción de trabajadores/as con
problemas para acceder al sistema previsional, pero no transformaron la invisibilidad otorgada al trabajo realizado en el seno


Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
con la invisibilización de las trabajadoras que desempeñan tareas no remuneradas en el ámbito privado del hogar, cuando, en
realidad, son quienes proveen fuerza de trabajo al mercado para su venta.
De este modo, es posible observar cómo tanto la primera como la segunda etapa del Plan de Inclusión Previsional y la Pensión


el género es el que se vuelve una norma social que nos jerarquiza con la vara del patriarcado.




a los constructos socioculturales sobre el deber ser de mujer y de madre, en cuanto a la naturalización de la responsabilidad
de ellas respecto al cuidado y las tareas domésticas en los hogares.
Los Estados tienen el deber de proteger y promover los derechos de toda la ciudadanía, principalmente los de los oprimidos
o desaventajados socialmente, en ambas categorías encaja la mujer.
Propusimos ver a la mujer bajo una nueva lógica epistemológica, axiológica y ontológica. Partimos de la idea de que cuando

no como prácticas discursivas que ven al “otro” como diferente.
Los constructos sobre las mujeres -basadas en la lógica binaria- y el imperialismo están estrechamente ligados. En este caso,

asumido como homogéneo sin poder, explotado y sexualmente acosado, víctimas de la violencia masculina y dependientes-.
En este artículo pretendimos presentar un panorama de las transformaciones en el Sistema Integrado Previsional Argentino

previsionales se puso en foco la concepción de las tareas domésticas no remuneradas y el valor social de éstas como trabajo.
Si desde sus inicios el PIP hubiese tenido entre sus objetivos principales la inclusión del ama de casa al sistema previsional,

perspectiva de género.
La realidad es que su implementación tuvo implicancias de género por una externalidad positiva de su objetivo original –

                  

En esta línea, es necesario enfatizar que a pesar de que el PIP resultó ser para las amas de casa un vehículo para alcanzar
un nivel de autonomía económica y una concepción de sujetas merecedoras de este derecho, esto no implicó cambios en la
división sexual del trabajo ya que la medida no manifestó un reconocimiento explícito del trabajo reproductivo.
En consideración a lo planteado, pudimos observar que tanto el Plan de Inclusión Previsional, la segunda parte de éste
y la Pensión Universal para el Adulto Mayor están pensadas sin una perspectiva de género para un colectivo genérico de

Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
No se debe olvidar que es el género el que en una sociedad patriarcal se vuelve norma social, son estos indicadores sexo-género
los que jerarquizan patriarcalmente. Quisimos poner en consideración cómo estas tres políticas sociales están atravesadas
por tres dimensiones sin tenerlo entre sus objetivos: la política –propiamente dicha ya que subyace la división sexual del

través de las experiencias sociales colectivas también reproducen las subjetividades-.
Durante siglos, a la mujer se la ha presentado socialmente como un sujeto monolítico y sin historia. Lo que conlleva a la
supresión de las heterogeneidades materiales e históricas de las vidas de las mujeres en concreto. Tal como señala Mohanty
(2008) “las vidas de las mujeres no son idénticas, pero son comparables” (p. 25). Por esto se plantea la necesidad de formas de
movilización, organización y concientización transnacional que podrían sentar las bases de una política solidaria de género.
Referencias
Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

Antonopoulos, R.; Cosmontiel, F (2007). Estado, diferencia, diversidad:
buscando un camino con mayor democracia e igualdad de género. En
Mariani, R (Coord): Democracia/Estado/Ciudadanía: Hacia un Estado de y
para la Democracia en América Latina. Lima: Sede PNUD.
Anses (2010). Análisis de la Cobertura Previsional del SIPA: Protección,
Inclusión e Igualdad. Buenos Aires, Anses. Recuperado de http://obser-
vatorio.anses.gob.ar/archivos/documentos/An%C3%A1lisis%20de%20
la%20Cobertura%20del%20SIPA.pdf
Arias, A (2011). Formas de interpretación de la pobreza. Ensayo sobre la
primera década del siglo. En Diloretto, M. y Arias, A (comp) (2011) Miradas
sobre la pobreza: intervenciones y análisis en la Argentina posneoliberal -
1a ed. - La Plata: Universidad Nacional de La Plata.
Ariño Villarroya, A. (2013). La cultura y el género. Perspectivas contem-
poráneas. En Capitolina Díaz y Sandra Dema (ed.) Sociología y género.
Madrid: Tecnos.
Arza, C. (2013). La política previsional y la prevención de la pobreza: ele-
mentos salientes de la trayectoria latinoamericana reciente. Revista Voces
en el Fénix. N°23, pp. 102-109. Buenos Aires. Recuperado de http://www.
youblisher.com/p/616267-Voces-en-el-Fenix-N-23-Nosotros-los-pobres/
Bacchi, C. L. (1999). Women, Policy and Politics. The Construction of Policy
Problems. Londres: Sage Publications
Bareiro, L (1997). Construcción femenina de ciudadanía. En Bareiro, L. y
Soto, C. (Ed), Ciudadanas: una memoria inconstante. Venezuela: Nueva
sociedad.
Bareiro, L. y Soto, L. (2016). Igualdad de género mediante Políticas Públicas en
estados inclusivos en el marco de la agenda 2030. Borrador Documento de
Insumo. Montevideo, Uruguay.
Beauvoir, S (1949). El segundo sexo. Buenos Aires: Siglo Veinte
Butler, J. (2004). Lenguaje, poder e identidad. Madrid: Síntesis.
Butler, J. (1990). El género en disputa. El feminismo y la subversión de la
identidad. Barcelona: Paidós.

S. (2012). Análisis del Plan de Inclusión Previsional: protección, inclusión e
igualdad, Revista de Economía Pública, Social y Cooperativa. N°74, 285-311.
CIRIEC-España, Recuperado de http://www.redalyc.org/ pdf/174/17423124011.
pdf
CEPAL (2009): “Género, trabajo remunerado y no remunerado: eslabones en
la discriminación y la desigualdad” y “Políticas Públicas y crisis de cuidado
en América Latina: alternativas e iniciativas” en Panorama Social en América
Latina 2009, CEPAL, Santiago de Chile (págs.173 a 196 y 227 a 240).
Ciriza, A. (2003). Las paradojas de la ciudadanía bajo el capitalismo global.
De consensos y violencias. Utopía y Praxis Latinoamericana. Año 8, N° 22. Pp.
67-83.
Corsiglia, L (2018). Las mujeres, el derecho a la jubilación y las disputas en
torno a los sentidos de lo legítimo. Escenarios. Revista de Trabajo Social y
Ciencias Sociales. Universidad Nacional de La Plata, N° 18.
TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67

Crenshaw, K. (1989). Demarginalizing the intersection of race and sex: A
black feminist critique of antidiscrimination doctrine, feminist theory and
antiracist politics. University of Chicago Legal Forum, 140, pp. 139-167
Danani, C. y Beccaria, A. (2009). La (contra)reforma previsional argentina
2004-2008: aspectos institucionales y político-culturales del proceso de
transformación de la protección. En Hintze, S. y Danani, C (comp.) (2011)
Protecciones y desprotecciones: la seguridad social en la Argentina 1990-
2010. Los Polvorines: Universidad Nacional de General Sarmiento.
Dietz, M. (2001). El contexto es lo que cuenta: feminismo y teorías de la
ciudadanía. En M. Lamas (Comp.), Ciudadanía y feminismo. México: Metis,
Estudios Culturales.
Draibe, S. y Riesco, M. (2006). Estado de Bienestar, desarrollo económico
y ciudadanía: algunas lecciones de la literatura contemporánea. CEPAL.
Serie Estudios y Perspectivas 55. México.
ELA (2009). Informe sobre Género y Derechos Humanos. Vigencia y
respeto de los derechos de las mujeres en Argentina (2005-2008). Buenos
Aires: Editorial Biblos.
Esping-Andersen, G. (1990). The Three Worlds of Welfare Capitalism.
Princeton: Princeton University Press.
Esping-Andersen, G. (1999). Social Foundations of Postindustrial Econo-
mies. New York: Oxford University Press.
Feitó, M. C. (2004). Antropología y Desarrollo Rural: Contribuciones del

Políticas. Revista Avá, Misiones
Fraser, N. (1997). ¿De la redistribución al reconocimiento? Dilemas de la

Haraway, D. (1995). Ciencia, cyborgs y mujeres. La reinvención de la natura-
leza. Recuperado de http://kolectivoporoto.cl/wp-content/uploads/2015/11/
Haraway-Donna-ciencia-cyborgs-y-mujeres.pdf
Kabeer, N. (1998). Realidades trastocadas. Las jerarquías de género en el
pensamiento del desarrollo. México D.F.: Paidós.
Lagarde, M. (1990). Cautiverio de las mujeres: madres, esposas, monjas,
putas, presas y locas. México: UNAM.
Letcher, H. y Strada, J. (24 de abril de 2016) Se jubiló la moratoria. Suple-
mento Cash. Página 12. Recuperado de http://www.pagina12.com.ar
Millet, K. (1995). Política sexual. Madrid: Cátedra [original: 1966].
Mohanty, Ch. (2008). Bajo los ojos de Occidente. Academia feminista y
discurso colonial. En Suárez Navaz, L. y Hernández, A. (Ed). Descolonizando
el Feminismo: Teorías y prácticas desde los márgenes. Madrid: Ed. Cátedra.
Recuperado de https://sertao.ufg.br/up/16/o/chandra_t__mohanty__bajo_los_
ojos_de_occidente.pdf
Naranjo Guiraldo, G (2000). Ideas y prácticas de la ciudadanía… para repensar
la democracia. Desde la Región. Recuperado de http://iep.udea.edu.co:8180/
bibliotecaiep/bitstream/recursos/197/1/GNaranjo2.pdf
Nott, S. y Kyle, S. (2000). Making women count. Integrating gender into law
and policy-making. Burlington: Darmouth.
Pateman, C. (1996). Críticas feministas a la dicotomía público / privado. En
Castells, C. (Comp.), Perspectivas feministas en teoría política. Barcelona:
Paidós.
Peker, L. (18 de marzo de 2016). Sin Resguardo. Suplemento Las 12. Página 12.
Recuperado de http://www.pagina12.com.ar
Phillips, A. (1998). Feminism and politics. Oxford: Oxford University Press.
Rodriguez Bilella, P. (2004). Etnografía y Política Social: el Caso del Enfoque
Orientado al Actor. Instituto de Desarrollo Económico y Social: Buenos Aires.

sex. En Rayna Reiter (Ed). Toward an anthropology of women. Nueva York:
Monthly Review Press.
Scott, J. (1990). El género: una categoría útil para el análisis histórico. En J.
Melang y M. Nash (eds.), Historia y género: las mujeres en la Europa moderna
y contemporánea. Valencia: Alfons el Magnánim.
Skocpol, T. (1992). Los estados y las revoluciones sociales. Un análisis compa-
rado de Francia, Rusia y China. México, DF: Fondo de Cultura Económica.
Stahl, K. (1994). Política Social en América Latina. La privatización de la crisis.
Nueva sociedad. N°131, 48-71.
Valenzuela, M. E. y Mora, C. (2009). Esfuerzos concertados para la revalori-
zación del trabajo doméstico remunerado. En Valenzuela, M. y Mora, C. (ed).
Trabajo doméstico: un largo camino hacia el trabajo decente. Santiago: OIT.
Verloo, M. y Lombardo, E. (2007). Contested Gender Equality and Policy
Variety in Europe: Introducing a Critical Frame Analysis Approach. En M.
Verloo (Ed.), Multiple Meanings of Gender Equality. A Critical Frame Analysis
TRAMAS SOCIALES Vol. 03 | Revista del Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología (GEIS)
ISSN: 2683-8095 | http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales. Año 03 , Octubre 2023
of Gender Policies in Europe, Budapes: CEU Press
Yazbek, M. C. (2000). Sistemas de protecao social, intersetorialidade e
integracao de políticas sociais. Recuperado de http://www.cpihts.com/
PDF07/Carmelita%20Y.pdf
Pizarro, T. M. / Sin gafas violetas. Reexiones sobre la presencia inferida de las mujeres en las políticas sociales | 48-67
