TRAMAS SOCIALES • N° 04 | ISSN: 2683-8095
51Henriquez | De la ganadería a la vitivinicultura en San Juan. La consolidación del nuevo orden
ARTÍCULOS LIBRES
los tendidos telegráficos, y el resultado de las campañas
militares de 1879 hacia el sur y luego, en el Chaco.
Arrabal (en Gironés et al., 2011) señala que entre 1860 y 1874
los “hacendados” se ocupaban preferentemente del cultivo
de pastos artificiales en razón de su precio y fácil expendio,
dejando de lado otras actividades, como la vitivinícola.
En su Informe sobre San Juan, Igarzabal (1873) indica
que hacia 1872, las plantaciones de vid no alcanzaban las
3.000 hectáreas, es decir la quinta parte de la extensión
que el mismo cultivo había tenido en 1850. Para darnos
una idea de la reducida cantidad de vino que producían
los establecimientos de la época, basta recordar que la
producción total para San Juan, fue de 291.170 arrobas
en 1870. Siguiendo a este autor, de las 44.373 cuadras
cuadradas cultivadas ese año, los viñedos y parrales sólo
alcanzaban las 1.831 cuadras. Los datos sobre superficie
implantada con vid para Argentina en 1875 ubican a La
Rioja en primer lugar con 3.885 cuadras cultivadas, a San
Juan con 1.226 y a Mendoza, por último, con poco menos
de la mitad que San Juan (543 cuadras). Sin embargo, en
esos años, vinos sanjuaninos van a participar de diferen-
tes exposiciones industriales.
Las exposiciones industriales que comienzan a desarro-
llarse a mediados del siglo XIX, tanto internacionales,
nacionales y regionales (la Primera Exposición Interna-
cional será en Londres, en 1851), tendrán como objetivo
producir y promover cambios en la técnica y la ciencia, la
cultura y el arte, así como también en la relación entre paí-
ses en el marco del capitalismo originario. En Argentina,
la primera exposición de este tipo se realizó en Córdoba,
entre octubre de 1871 y enero de 1872, permitiendo a las
provincias argentinas “ponerse en contacto con el espíritu
industrial del siglo” (Fraboschi, 1967, citado por Arrabal,
2009, p.64). De hecho, el informe de Igarzabal se produce
para ser enviado a esa exposición y promover las virtudes
de la provincia. Allí, los vinos de Rosauro Doncel reciben
medalla de Plata (Igarzabal, 1873, Guerrero, 1965). En 1876,
los vinos de José Eugenio Doncel reciben medalla de pla-
ta en la Exposición Internacional de Filadelfia (Maurín
había forjado a partir de la actividad mercantil previa (Richard Jorba,
2003).
Navarro, 1967). Ya en la década de 1880, los premios serán
para los vinos de la firma Serú, Maurín y Ruiz (medalla
de oro, Exposición Continental Buenos Aires, 1882)
7
, y en
1889 para los vinos de las bodegas “La Villicum” (propie-
dad de Juan Tierney, padre), “La Andina” (de Luis Lingou-
le) y Maurín los que obtuvieron medallas de bronce, plata
y cobre respectivamente en la Exposición Universal de
París (Gironés et al., 2011, pág. 138; 164; Maurín Navarro,
1967, p. 138). En esta exposición también se premiaron los
vinos de Justo Castro (Gironés et al., 2011, pág. 292).
En este conjunto de productores premiados encontra-
mos a dos representantes de una familia que hemos
identificado como perteneciente a la burguesía comercial
vinculada a la ganadería de exportación, terratenientes,
comerciantes y políticos con presencia en los poderes del
Estado provincial así como también, en la sociedad civil
(los hermanos Rosauro y José E. Doncel); otro político
y vitivinicultor (Juan E. Maurín); un enólogo y químico
francés (Lingoule) y un viñatero y bodeguero de origen
irlandés, Juan Tierney
8
.
Una manera de reconocer la condición de grupo social
en ascenso de estos agentes, a los que clasificamos como
burguesía, se encuentra en la manera en que autores san-
juaninos como Guerrero o Videla, marcan la diferencia
respecto de aquellos otros a los que es posible ubicar en
7 También ganaron premios en las exposiciones de San Juan de 1883,
1885 y 1891; en la de Entre Ríos en 1892; en la de París 1889; en la de
Chicago 1893 y en la Universal del Centenario de 1910, entre otras (Gi-
ronés et al., 2011). La sociedad Serú, Maurín y Ruíz, constituye la pri-
mera exportadora de vinos, una de las principales firmas comerciales
de Cuyo, previas a la llegada del ferrocarril. Esta sociedad se disuelve
en 1882, cuando Serú vende su parte para trasladarse a Mendoza y
Ruíz se desliga de sus acciones. La firma tenía “instaladas” agencias
comerciales en Mendoza, Rosario, Tucumán, Salta y Córdoba (Maurín
Navarro, 1967).
8 Este último, es el padre de un abogado egresado de la Universidad
de Buenos Aires, que será ministro de la Corte de Justicia provincial
iniciada la segunda década de 1900, unido en matrimonio con la hija
de Saturnino María Laspiur integrante de una reconocida familia san-
juanina que ingresa como ministro de la Suprema Corte de Justicia
durante el gobierno del presidente Avellaneda.
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