TRAMAS SOCIALES • N° 04 | ISSN: 2683-8095
190Arcidiácono | El “mientras tanto” de la política social argentina.
ENTREVISTA
siones acaloradas en la mesa familiar atraviesan la coti-
dianidad. Por un lado, el eje trabajo (en cuanto al trabajo
asalariado) versus no trabajo es vertebral en la sociedad
argentina. Pensaba en el capítulo de ustedes Franco, el
de ENAPROS que hicieron para la provincia de San Juan,
del libro que se presenta hoy a cargo de Marcelo Lucero
y Laura Garcés y mostrar que la gente tiene ingresos por
esos planes o esas asignaciones, o lo que fuere y, o sea,
ingresos por parte del Estado, de transferencias directas
y que además hace un montón de trabajos, changas, lo
que fuera, trabajos informales, precarios, de cuidado. A
mí me preocupa más, en términos de lo que hablamos al
principio, de la de la legitimidad de la política social, de
ese tipo de planes llamemos, y las opiniones en los sec-
tores medios, medios-bajos, me parece que es un trabajo
importante que tenemos que hacer. La política social ha
respondido mucho para darle legitimidad metiendo 80
millones de condicionalidades y contraprestaciones para
mostrar que los pobres también se activan y hacen un
montón de cosas, ¿no? Entonces la política social ha sido
espejo también y amplificador de las visiones que cues-
tionan la política social por ejemplo de transferencias,
esa mirada se ha alimentado desde las élites; también es
complicado cuando algunos sectores, sobre todo los sec-
tores trabajadores pobres, que no reciben las transferen-
cias de ingreso porque quedan fuera dentro de la línea de
corte y ahí es donde bueno se generan estos malestares,
estos enojos que son socialmente comprensibles. A esto
se suma que los medios de comunicación mal informan,
se desinforma completamente de lo que verdaderamen-
te cubren las políticas, de lo que reciben, de lo que hay
que hacer a cambio, porque a veces los planes son un tra-
bajo enorme y eso no se ve. A veces exigen, sobre todo a
las mujeres, hay un montón de estudios cualitativos so-
bre eso, la cantidad de exigencias superpuestas por los
programas sociales en términos de condicionalidades y
contraprestaciones, que a la vez generan un montón de
cosas muchas veces virtuosas, de proyectos, de conocer-
se con otras personas, de interconectarse en el territorio.
Pero me parece que hay un trabajo importante y nosotros
como parte de la Universidad pública tenemos un rol im-
portante en comunicar, en hablar, en despejar. Nosotros
trabajamos desde el grupo Derechos Sociales y Políticas
Públicas, con la idea de desmitificar algunas cosas: que
las mujeres se embarazan para la AUH, o que los que reci-
ben planes no trabajan, pero bueno, es un trabajo a veces
muy difícil, muy difícil.
F-: Y las cuestiones de género: ¿qué lugar asume la pers-
pectiva de género hoy en los diferentes programas so-
ciales?
P-: Por un lado, hay una discusión orientada a incorpo-
rar cupos de personas trans o travestis a algunos pro-
gramas, eso lo he visto. Yo creo que el Potenciar tiene,
ya lo tenían Hacemos Futuro, o sea que hay algo de esa
discusión, digamos, como de ampliar, que puede ser in-
teresante, que hay que ver después sus efectos concretos;
no es un tema que yo siga. Por otro lado, yo te diría que
hubo unas discusiones interesantes en el mundo de las
contraprestaciones de los programas de Hacemos Futu-
ro, de Potenciar, de tratar de no presentar contrapres-
taciones con sesgo de género marcado; eso creo que fue
un avance frente a lo que teníamos en Jefas y Jefes, que a
la mujer le ofrecían peluquería y las tareas típicamente
conocidas como femeninas, en eso hubo muchos cam-
bios. Ya en la Argentina Trabaja, el Ellas Hacen, hay un
cambio en términos de abrir los temas y los trabajos que
las mujeres pueden hacer. Después hay otras discusiones
en el mundo Asignaciones, si tiene que seguir siendo la
mujer quien cobra, si eso no hace más que fomentar ma-
ternalismo o si por el contrario es un reconocimiento de
lo que ya hacen. Ahí hay algo dilemático que siempre está
vigente y tiene muchas aristas. Ahí es interesante entrar,
porque es una política que protege en general a los niños
y niñas y adolescentes, pero entran las madres a cobrar la
asignación y de golpe a los 18 quedan desprotegidas por
la seguridad social. Entonces, ¿dónde vuelve a atender
el Estado a esa madre?, a esa esa mujer-madre? si hasta
la jubilación le faltan un montón de años seguramente,
entonces ahí hay todavía una cuestión de la mujer enten-
dida como madre en la inserción en la Seguridad Social
que puede ser complicada. Finalmente tenemos la explo-
sión del tema de género y cuidado. Bueno, esta semana
¿no? se presentó el anteproyecto de ley de sistema de cui-
dados en Argentina, “Cuidar en Igualdad”, creo que es
el nombre; me parece que viene a explotar, en términos
de la discusión, que venimos teniendo hace un montón
de tiempo, con el tema licencias, con el tema de recono-
cimiento de centros de cuidado, profesionalización y re-
muneración de las tareas de las mujeres que se dedican
a esos temas. Creo que con el tema de seguridad social
se avanzó, se vienen sosteniendo la discusión de mujeres
por las moratorias, mujeres que estaban “inactivas” pero
que en realidad tenían, trayectorias laborales muy luc-
| 185 - 191