Tramas Sociales | Revista del Gabinete  
de Estudios e Investigación en  
Sociología (GEIS)  
ISSN: 2683-8095  
“Tramas Sociales” Revista del Gabinete de Estudios  
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Nº 07 | Año 07 | Septiembre 2025  
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TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
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TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Índice  
Tras las huellas de la “Sociología Histó-  
rica” en la Universidad Nacional de San  
Juan: su institucionalización, protagonis-  
tas y legados............................................................59  
Victor Algañaraz, Graciela De Cara, Fernan-  
da Sánchez, Sonia Vega  
Espacio Editorial ............................................................7  
Periferias productivas: aportes de la  
sociología sanjuanina a sesenta años de  
su institucionalización ........................................... 8  
José María Carelli  
Investigar en ciencias sociales, una mi-  
rada sobre la formación en el oficio a 60  
años de la introducción de la Sociología  
en San Juan, Argentina ........................................ 82  
Valeria Gili Diez, Franco Montaño, María  
Luisa Graffigna, María Griselda Henríquez,  
Roberto Alejandro Dacuña  
Artículos Dossier ..........................................................11  
La sociología del trabajo en San Juan,  
Argentina 1971-2024 ...............................................12  
Francisco Nicolás Favieri, Sara Mabel Valen-  
zuela, Susana Giménez Herrero  
De Germani a Bourdieu. Origen, escuelas  
y transformaciones teórico-epistémicas  
en el proceso académico de la Carrera de  
Sociología de San Juan (1965-2018) .......................96  
Beatriz Arnedillo, José María Carelli, Nancy  
Gómez  
Pensar la Sociología desde la Partici-  
pación: el aporte de la cátedra Taller de  
Enfoques Participativos......................................... 31  
Aníbal Armando Álvarez, Luciana Belén  
Pérez, Javier Marsiglia Cicalese  
La perspectiva de género en la investiga-  
ción y docencia de la Sociología sanjuani-  
na: relato de experiencia. ......................................48  
Victoria Galoviche  
ESPACIO EDITORIAL  
ESPACIO EDITORIAL  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Periferias productivas: aportes de  
la sociología sanjuanina a sesenta  
años de su institucionalización  
Celebrar seis décadas de institucionalización de la sociología en la provin-  
cia de San Juan implica mucho más que conmemorar una fecha. Significa  
reconocer una historia que emerge entre disputas, apropiaciones y resigni-  
ficaciones que dieron lugar a un campo disciplinar con identidad propia,  
esto sin perder el constante diálogo y lecturas con corrientes nacionales e  
internacionales.  
El dossier que presentamos enmarca esa trayectoria como un proceso  
abierto, no exento de tensiones, pero fértil en términos de producción de  
conocimiento, formación de profesionales y elaboración de respuestas a los  
problemas sociales de cada época.  
Mirar hacia atrás permite advertir que la sociología sanjuanina se constitu-  
yó en un escenario atravesado por los grandes movimientos de la disciplina  
en Argentina y América Latina: la impronta inaugural de Germani marcó  
la década de 1960, y constituyó una huella que, de diversas maneras, logra  
permanecer en distintos aspectos aún hasta nuestros días. Una segunda  
instancia se configura en el difícil periodo signado por la irrupción de dic-  
taduras y sus implicancias en la universidad, etapa que nuestra carrera no  
se mantuvo como espectadora, este compromiso tuvo lamentables impli-  
cancias en nuestra historia institucional, una inexplicable barbarie nos  
arrancó estudiantes mediante un oscuro término denominado “desapari-  
ción”, jóvenes universitarios que entendían que lo social no solo se estudia-  
ba, también se practicaba desde un compromiso con lo social.  
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ESPACIO EDITORIAL  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
La reapertura democrática y la constante expansión de  
agendas de investigación a partir de los años noventa  
y hasta la actualidad nos muestra que nuestra historia  
es también un proceso con rasgos singulares: la socio-  
logía científica como argumento central en la etapa de  
creación, la temprana inserción de la sociología histó-  
rica como eje formativo, la apropiación creativa de la  
obra de Pierre Bourdieu en clave local, y la construc-  
ción de espacios de docencia e investigación que logra-  
ron sostenerse incluso en contextos de adversidad, el  
área de Planificación Social que define casi una hue-  
lla identitaria y, sin lugar a dudas, el rigor académico  
que puede manifestarse mediante el mantenimiento  
del trabajo de grado, también denominado tesis de  
grado, como instancia académica que valida y cierra  
la dimensión formativa con un consciente trabajo de  
investigación, desde la primera cohorte y hasta la ac-  
tualidad.  
particulares, sino que en realidad son aportes a deba-  
tes más amplios. Esta perspectiva reafirma la idea de  
que la sociología producida en contextos no hegemó-  
nicos puede nutrir y enriquecer el campo disciplinar,  
aún, y sobre todo por esto, más allá de los márgenes  
territoriales.  
La incorporación de la perspectiva de género en la  
docencia y en la investigación constituye otro hito  
significativo. Los artículos del dossier destacan cómo  
esta mirada permitió visibilizar desigualdades estruc-  
turales y abrir agendas críticas sobre los modos en  
que el poder se distribuye y se reproduce en distintos  
ámbitos de la vida social. La sociología sanjuanina,  
en este sentido, no se limitó a adoptar un enfoque ya  
consolidado en otras esferas, se propuso un objetivo  
más profundo al inscribirlo en las realidades locales,  
impulsando transformaciones en el plano académico y  
en las propias prácticas institucionales. El resultado es  
una sociología más atenta a las voces silenciadas, más  
comprometida con las luchas sociales y más sensible a  
la interseccionalidad de las opresiones.  
Los artículos reunidos en este dossier dan cuenta de  
esas trayectorias diversas. La recuperación de los proce-  
sos fundacionales ilumina el modo en que la disciplina  
se institucionalizó en San Juan, mostrando que no se  
trató simplemente de importar marcos teóricos exter-  
nos, en la provincia cuyana se reelaboraron escuelas y  
corrientes en función de problemáticas locales. De este  
modo, la Sociología Histórica se convirtió en un espacio  
para interrogar la relación entre memoria e historia po-  
lítica, articulando el estudio de procesos nacionales con  
experiencias concretas de nuestra provincia y región.  
Lejos de ser un mero ejercicio erudito, este enfoque per-  
mitió a generaciones de estudiantes comprender que la  
sociología no se limita a describir fenómenos contempo-  
ráneos, también debe dar cuenta de sus raíces históricas  
y de los conflictos que los configuran.  
El dossier del mismo modo pone de relieve la impor-  
tancia de las innovaciones pedagógicas. Experiencias  
como el Taller de Enfoques Participativos muestran  
cómo la enseñanza puede convertirse en un laborato-  
rio de metodologías colectivas, donde el conocimien-  
to no se transmite de manera vertical, es momento de  
proponer una construcción con la participación de ac-  
tores sociales diversos. Estas prácticas, que apuestan  
a democratizar la producción sociológica, subrayan el  
carácter performativo de la disciplina: la sociología no  
solo estudia la sociedad, también se transforma a sí  
misma en el acto de investigar y enseñar.  
Otro de los ejes presentes en este dossier es el desarro-  
llo de las llamadas “sociologías especiales o aplicadas”;  
Sociología de la Educación, Rural, Urbana, de las Or-  
ganizaciones, Sociología de la Salud, son algunos de  
los espacios que lograron permanecer por décadas con  
una constante articulación entre docencia y temáticas  
de investigación. A las ya citadas debemos agregar la  
Sociología del Trabajo, si bien no se constituyó en espa-  
cio curricular formal, aparece como un campo privile-  
giado para observar las transformaciones productivas,  
las tensiones sindicales, la precarización laboral y los  
cambios en las formas de organización del empleo. El  
valor de estas investigaciones radica también en su  
capacidad descriptiva, se hace foco en su articulación  
con debates nacionales y latinoamericanos, lo que re-  
vela que los estudios locales no son meramente casos  
Un aspecto transversal es el lugar de la investigación  
en la formación sociológica. Desde sus orígenes, la ca-  
rrera de Sociología en San Juan ha concebido la inves-  
tigación como núcleo del oficio, más allá de su carácter  
curricular. Este énfasis ha permitido que estudiantes y  
docentes incorporen la teoría en diálogo con la prácti-  
ca, y a situar sus preguntas en contextos sociales con-  
cretos. Hoy, en un escenario atravesado por las tecno-  
logías digitales, la precarización del trabajo académico  
y la urgencia de problemáticas como la desigualdad, el  
extractivismo o las migraciones, este compromiso con  
la investigación adquiere una relevancia renovada. La  
sociología sanjuanina se proyecta sosteniendo su vo-  
cación crítica, atenta a los cambios, pero también a las  
continuidades que estructuran su proceso institucio-  
nal, y por lo mismo, su identidad.  
Carelli  
Periferias productivas: aportes de la sociología sanjuanina a sesenta años de su... | 8 - 10  
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ESPACIO EDITORIAL  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Si algo muestran en conjunto los artículos de este dos-  
sier es que la sociología sanjuanina no puede pensarse  
como un proyecto aislado ni como un reflejo secun-  
dario de tradiciones centrales. Por el contrario, es una  
experiencia que aporta a la pluralización del campo so-  
ciológico en Argentina y en América Latina. Su historia  
enseña que desde los márgenes geográficos también  
se producen teorías, se disputan sentidos y se elabo-  
ran metodologías capaces de dialogar con los grandes  
problemas contemporáneos. Esta es, quizás, la contri-  
bución más valiosa de los sesenta años que hoy se cele-  
bran: la constatación de que la disciplina se enriquece  
cuando reconoce la diversidad de sus localizaciones y  
la potencia de sus múltiples genealogías.  
incidir en debates nacionales e internacionales. Una  
sociología que, sin renunciar a la rigurosidad teórica  
y metodológica, se mantenga abierta a la experimen-  
tación, a la crítica y a la intervención; en definitiva, a  
una propuesta que en todo momento y a pesar de los  
contextos eligió como faro el conocimiento.  
Lo que este dossier nos recuerda es que la sociología,  
en San Juan y en cualquier lugar, se afirma en su capa-  
cidad de preguntarse por la sociedad en que vive y de  
contribuir activamente a su transformación. Tal como  
advertía C. Wright Mills (2003)1, “la imaginación socio-  
lógica permite a su poseedor comprender el escenario  
histórico más amplio en cuanto a su significado para  
la vida interior y para la carrera exterior de diversidad  
de individuos”. A sesenta años de su institucionaliza-  
ción, la sociología en San Juan confirma la vigencia de  
esa imaginación, demostrando que también desde los  
márgenes se puede enriquecer el horizonte colectivo  
de la disciplina.  
El aniversario, entonces, no se limita a evocar un pa-  
sado institucional, nos permitimos abrir la posibili-  
dad de planificar un futuro con la seguridad de una  
institución académica que supo emerger, consolidarse  
y adquirir especificidad disciplinar en contextos com-  
plejos, y al mismo tiempo, imbricados en una cons-  
tante de perfeccionamiento y autonomía disciplinar,  
científica y académica. El desafío es continuar cons-  
truyendo una sociología comprometida con su tiempo,  
capaz de dialogar con las comunidades locales y de  
José Carelli  
Director Editorial  
1
Mills, C. (2003). La imaginación sociológica. Fondo de Cultura Eco-  
nómica, DF México. 3° edición.  
Carelli  
Periferias productivas: aportes de la sociología sanjuanina a sesenta años de su... | 8 - 10  
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ARTÍCULOS  
DOSSIER  
ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
La sociología del trabajo en San  
Juan, Argentina 1971-2024  
The Sociology of Work in San Juan, Argentina  
(1971-2024)  
Francisco Nicolás Favieri  
Sara Mabel Valenzuela  
Susana Giménez Herrero  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Resumen  
El propósito del artículo es explorar y visibilizar el papel y la relevancia de la  
Sociología del Trabajo en la Carrera de Sociología de la Facultad de Ciencias  
Sociales de la Universidad Nacional de San Juan (FACSO-UNSJ). Para ello,  
se analizaron los trabajos finales de grado (tesis) evaluados en la carrera  
desde 1971 hasta 2024. Estos trabajos fueron identificados y clasificados en  
función de su adscripción a distintas subdisciplinas, a partir de sus títulos  
y resúmenes. Con una estrategia estadístico-descriptiva, se exploró el pro-  
tagonismo de la Sociología del Trabajo. Complementariamente, se compa-  
raron los temas abordados en las tesis con las problemáticas analizadas en  
los proyectos de investigación desarrollados por el Gabinete de Estudios e  
Investigación en Sociología (GEIS) y el Instituto de Investigaciones Socioe-  
conómicas (IISE).  
Nuestro supuesto de trabajo sostiene que las sociologías especiales (salud,  
educación, urbana, rural, organizaciones) tienen mayor injerencia en las  
tesis respecto de la sociología del trabajo ya que no se trata de una sociolo-  
gía especial. Como resultado encontramos que la sociología del trabajo es  
la segunda más frecuente y acreditada en cuanto a tema de tesis, eviden-  
ciando un crecimiento sostenido a lo largo de la historia de la carrera.  
Abstract  
e purpose of this article is to explore and highlight the role and  
significance of the Sociology of Work within the Sociology Program at  
the Faculty of Social Sciences, National University of San Juan (FACSO-  
UNSJ). To this end, we analyzed undergraduate theses evaluated in the  
program from 1971 to 2024. ese theses were identified and classified  
based on their affiliation to different subdisciplines, according to their  
titles and abstracts. Using a statistical-descriptive approach, we examined  
the prominence of the Sociology of Work. Additionally, we compared  
the topics addressed in the theses with the issues explored in research  
projects conducted by the Research and Study Office in Sociology (GEIS)  
and the Institute of Socioeconomic Research (IISE).  
Francisco Nicolás Favieri  
IISE FACSO UNSJ - CONICET  
franciscofavieri@gmail.com  
-
Sara Mabel Valenzuela  
IISE FACSO UNSJ  
Our working hypothesis suggests that specialized sociologies (health,  
education, urban, rural, organizational) have a greater presence in the  
theses compared to the Sociology of Work, as the latter is not considered  
a specialized subdiscipline. However, the results show that the Sociology  
of Work ranks as the second most frequently addressed and recognized  
thesis topic, demonstrating sustained growth throughout the history of  
the program.  
valzuelasm@gmail.com  
-
Susana Giménez Herrero  
IISE FACSO UNSJ  
susgimenez@yahoo.com.ar  
-
Palabras clave: Sociología del  
Trabajo, San Juan, Sociología,  
Argentina.  
Keywords: Sociology of Work, San  
Juan, Sociology, Argentina.  
Favieri, Valenzuela, Giménez  
La sociología del trabajo en San Juan, Argentina 1971-2024 | 12 - 30  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Introducción  
Estructuramos el artículo de la siguiente forma. En la  
primera parte, revisamos los antecedentes relaciona-  
dos con el contexto y las sociologías especiales, mien-  
tras que en la segunda abordamos en profundidad  
lo propio de la Sociología del Trabajo en general y en  
particular a nivel latinoamericano y nacional. Pos-  
teriormente, explicamos los aspectos metodológicos  
aplicados para clasificar los trabajos finales y luego  
presentamos un análisis estadístico-descriptivo en el  
quinto apartado. Las principales discusiones se desa-  
rrollan en la sexta parte, y las conclusiones, junto con  
los aportes derivados del análisis, se exponen al final.  
La Sociología en San Juan tiene sus raíces en 1965,  
cuando se estableció como un programa de posgrado  
en la Universidad Provincial Domingo Faustino Sar-  
miento (UPDFS). Posteriormente, en 1967, evolucionó  
hacia un ciclo profesional de licenciatura, y en 1973,  
con la creación de la Universidad Nacional de San Juan  
(UNSJ), consolidó su desarrollo institucional. Sin em-  
bargo, este progreso fue abruptamente interrumpido  
por el golpe de Estado de 1976, que trajo consigo per-  
secuciones y el cierre de inscripciones bajo el régimen  
militar. Con el regreso de la democracia en 1983, la  
carrera experimentó una revitalización significativa,  
destacando hitos como la creación del profesorado en  
Sociología en 1992 y las reformas curriculares imple-  
mentadas en 2018.  
Contextos  
Según el registro, la Sociología emerge en San Juan, a  
partir de un programa de posgrado en sociología dic-  
tado en 1965 en el marco de la Universidad Provincial  
Domingo Faustino Sarmiento (UPDFS), con partici-  
pación de docentes de diferentes universidades ar-  
gentinas (Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Mendoza)  
y estudiantes de todo el país. En 1967 se abre el ciclo  
profesional de la licenciatura, al año siguiente se con-  
solida el primer plan de estudios que es renovado por  
un segundo plan cuando se produce la incorporación  
de la UPDFS a la recientemente creada Universidad  
Nacional de San Juan (UNSJ) en octubre de 1973.  
En el marco de la celebración por los 60 años de la ca-  
rrera de Sociología, este artículo busca explorar el ca-  
mino de la Sociología del Trabajo en el ámbito local.  
Según Arnedillo (2023), entre 2012 y 2018, los estudios  
del trabajo, junto con los de Sociología de la Educa-  
ción, representaron las áreas de investigación con ma-  
yor número de trabajos finales de grado. Sin embargo,  
mientras que la Sociología de la Educación se consolidó  
como una asignatura especial desde 1979, la Sociología  
del Trabajo ha tenido un desarrollo más fragmentado  
sin consolidarse nunca como una “sociología especial”,  
un espacio curricular autónomo.  
Arnedillo (2023) destaca que en los planes de aquellos  
años, la sociología en San Juan receptaba la importante  
influencia de la carrera que se dictaba en la Universi-  
dad de Buenos Aires (UBA), en ella se destaca la pre-  
sencia y predominio de Gino Germani (fundador de  
dicha carrera). No sólo se observa su proyección contri-  
bución en los temas y dimensiones de los planes de es-  
tudio (enfocados en la sociología sistemática, metodo-  
logía de la investigación, sociología del desarrollo, por  
ejemplo) sino también en el intercambio de docentes de  
la carrera e instituto de Sociología en esa época, hoy  
Instituto de Investigaciones Gino Germani, los que,  
desde el inicio en el contexto del curso de posgrado en  
Sociología, participaron en la formación de la docencia  
a nivel local.  
Nos proponemos explorar las temáticas de investiga-  
ción en los trabajos finales de grado desde 1971 hasta  
2024, con el objetivo de explorar, visbilizar y recons-  
truir el lugar de la Sociología del Trabajo en la socio-  
logía sanjuanina, es así que nos preguntamos ¿Qué  
relevancia sostuvo y sostiene la Sociología del Trabajo  
en la sociología sanjuanina? ¿Cuáles son sus principa-  
les vinculaciones? ¿Qué cambios se han producido a lo  
largo del tiempo?  
El artículo se sustenta en la hipótesis de que las so-  
ciologías especiales incorporadas formalmente en los  
planes de estudio han incentivado un mayor volumen  
de trabajos finales en comparación con aquellas áreas  
que no cuentan con este reconocimiento, como es el  
caso de la Sociología del Trabajo. Este planteamiento  
es significativo no solo para comprender las dinámicas  
internas de la carrera, sino también para reflexionar  
sobre cómo los marcos institucionales impactan en la  
construcción y consolidación de áreas del conocimien-  
to en el ámbito académico.  
A partir del golpe de estado en marzo de 1976, varios  
docentes y estudiantes son perseguidos, unos logran  
exiliarse, otros son secuestrados desaparecidos. Ra-  
fael Olivera (director de la carrera) y su esposa Nora  
Rodríguez Jurado, también docentes en ejercicio son  
secuestrados en el mes de julio de 1976; de igual modo  
alumnos de las cohortes de segundo y tercer año son  
Favieri, Valenzuela, Giménez  
La sociología del trabajo en San Juan, Argentina 1971-2024 | 12 - 30  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
secuestrados y desaparecidos entre 1976 y 1977. Duran-  
te esos años, se impone el cierre de las inscripciones a  
la carrera, situación que permanece durante siete años  
hasta 1982.  
de la Sociología, potenciando la capacidad proyectiva  
y resolutiva adquirida durante la formación general  
de los estudiantes. Desde el primer plan de estudios  
en 1968, la carrera de Sociología incluyó cuatro socio-  
logías especiales en los últimos años de cursado (4.° y  
5.° año). Estas no tenían un nombre específico, ya que  
eran concebidas como espacios temáticos adaptables  
definidos por el claustro docente. En el plan de 1974,  
se mantuvieron bajo el nombre de “especiales” en 4.°  
año. Sin embargo, en 1979, fueron reemplazadas por  
sociologías con denominación propia —sociología de  
la educación, de la organización, de la salud y rural—  
correspondientes al 5.° año.  
En ese periodo, en 1979 se celebraría la realización e im-  
plementación de otro plan en el marco de los criterios  
“normalizadores” exigido por la dictadura. Ese Plan  
en su versión original caduca hacia 1982, en las postri-  
merías de la apertura de la matricula o convocatoria a  
nuevas inscripciones, con la llegada de la democracia y  
en ese año el nuevo plan.  
La restauración democrática implicó la regularización  
académica como también el regreso de docentes y es-  
tudiantes, con fuerza en términos institucionales des-  
de el 83’ hasta la consolidación incluso de la UNSJ en  
1989 con la sanción del estatuto universitario. Quienes  
ingresan como docentes constituirían aquí el esquema  
base de la carrera hasta los 90’.  
En el plan de 1982, estas materias continuaron, pero  
con cambios en su ubicación dentro del plan de estu-  
dios: en 4.° año se dictaban Sociología de la Educación,  
de la Salud y Rural; en 5.° año, Sociología de la Organi-  
zación, junto con la incorporación de Sociología Urba-  
na como novedad. Una década más tarde, en el plan de  
1992, estas materias se consolidaron en 5.° año, com-  
plementadas por la incorporación de dos “seminarios  
de orientación”, concebidos como espacios adaptables  
a temas de coyuntura propuestos por el claustro. Este  
plan destacaba la intención de ofrecer al estudiante  
una profundización teórico-metodológica en aspectos  
concretos de la sociedad, junto con prácticas profesio-  
nales que les permitieran desempeñarse en diversos  
campos ocupacionales de la Sociología.  
Entre finales de los años 80 y principios de los 90, do-  
centes y estudiantes trabajaron en un nuevo plan de es-  
tudios, aprobado en 1992. Este plan retomó la fuerza crí-  
tica de la Sociología en un contexto de transformación  
democrática. Además, incorporó el profesorado en So-  
ciología, que desde entonces acompaña a la licenciatura.  
En 1996, se realizó una revisión y modificación del plan  
de 1992, con posterioridad en 1998 y 2002 se produjeron  
dos adecuaciones curriculares, respectivamente. En  
esos años se consolida la plantilla docente en las cáte-  
dras a través de concurso de antecedentes y oposición.  
El plan de estudios vigente desde 2018 establece la obli-  
gatoriedad de cursar y aprobar únicamente dos socio-  
logías especiales electivas y un seminario orientativo,  
también electivo. Este enfoque busca proporcionar  
una formación específica que optimice el desempeño  
profesional futuro, además de respaldar las postula-  
ciones a becas de investigación y el desarrollo de tesis.  
Durante los años que siguen, se inicia un recambio ge-  
neracional cuya incorporación paulatina en diferentes  
cátedras se enfrentó a un contexto de precarización  
general en la universidad ante disminución presu-  
puestaria, la licuación de los puntos para constituir  
cargos docentes con plena dedicación y las dificultades  
para rendir concursos de antecedentes y oposición. Si-  
guiendo con los Planes de Estudio, en 2018 se logran  
las reformulaciones de los planes de estudios tanto de  
la licenciatura como del profesorado, tras profundos y  
extensos debates a través de casi una década y media,  
por parte del claustro.  
Otro elemento, quizás más operativo, involucrado en  
el espíritu del plan de estudios reside en el propósito  
de considerar a las sociologías especiales como campos  
teórico-prácticos que pueden (y deben, dependiendo  
del plan) contribuir en el trabajo final de grado. El su-  
puesto subyacente se enfoca en las lecturas específicas,  
dirigidas hacia un tema particular con abordaje socio-  
lógico en el entendimiento que de ese modo se ayuda-  
ría a avanzar en la construcción del problema de inves-  
tigación, en el debate teórico y sus usos metodológicos,  
aplicables a las tesinas.  
Las sociologías especiales  
Las sociologías especiales tienen como objetivo brin-  
dar una formación especializada en diversos campos  
Es precisamente dicha argumentación lo que hace con-  
siderar válida la explicación que la repetición de temá-  
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ticas en las tesis de grado deriva consecuentemente de  
la presencia institucionalizada de determinadas so-  
ciologías especiales. En cualquier caso, como se verá,  
este supuesto no se confirma plenamente. Sin embar-  
go, sí nos interesa observar cómo a lo largo de los años  
los temas de tesis fueron cambiando y visibilizándose,  
poco a poco una de las subdisciplinas más recurrentes  
de los últimos años, la sociología del trabajo.  
aportes. Las referencias seleccionadas aquí tienen un  
propósito introductorio y orientador. Por lo tanto, in-  
vitamos a quienes lean el artículo a considerar estas  
limitaciones al abordar este apartado.  
De la Garza (2000) analiza la formación de la sociolo-  
gía del trabajo en cuatro etapas: desde la Revolución  
Industrial hasta el siglo XIX, de finales del siglo XIX  
a la crisis del 29, del 29 a los años 70 y de ahí hasta la  
actualidad.  
Como síntesis antes de continuar con el apartado si-  
guiente, presentamos una tabla resumen de la presen-  
cia/ausencia de las sociologías especiales en la carrera  
desde sus inicios.  
Desde mediados del siglo XIX, la economía política  
clásica (Smith, 1976; Ricardo, 1996) destacó al trabajo  
como creador de valor, vinculándolo a la riqueza gene-  
rada en las mercancías. Marx (2009) amplió esta pers-  
pectiva al señalar que la ganancia capitalista proviene  
del trabajo no pagado al obrero, introduciendo concep-  
tos como fuerza de trabajo y trabajo como base del con-  
flicto entre capital y trabajo. En este modelo, el trabajo  
industrial fue central hasta los años 50, cuando las teo-  
rías giraban principalmente en torno a este sector. No  
fue hasta los años 70 que los estudios se expandieron  
hacia el sector servicios.  
La sociología del trabajo  
Consideramos esencial definir con precisión qué en-  
tendemos por Sociología del Trabajo y subrayar su re-  
levancia tanto para la disciplina sociológica en general  
como para nuestra región y nuestro país. Para ello, nos  
basaremos en los aportes de De la Garza (2000) y Casti-  
llo (2000) como referentes clave en el ámbito global, en  
los trabajos de Abramo y Montero (2000) que analizan  
la perspectiva latinoamericana, y en los estudios de  
Collado (2017) centrados en el contexto nacional.  
A finales del siglo XIX, el marginalismo relegó al traba-  
jo como eje central y negó la lucha de clases, mientras  
las ciencias sociales comenzaron a enfocarse en aspec-  
tos “secundarios” como las dimensiones morales (Elster,  
1990 en De la Garza, 2000). En este contexto, surgieron  
reflexiones sobre una ética que reconstruyera los lazos  
destruidos por el industrialismo y el hombre económico.  
Si bien este artículo no pretende ser un compendio  
exhaustivo de todas las personas y equipos de inves-  
tigación que han contribuido al desarrollo de esta sub-  
disciplina, reconocemos la amplitud y riqueza de sus  
Tabla 1. Sociologías especiales según presencia y ausencias en planes de estudio de la carrera de Sociología.  
Años 1967-2018.  
Planes  
Sociologías especiales  
Sociología de la educación  
Sociología de la salud  
Sociología de las organizaciones  
Sociología rural  
1967  
1973  
1979  
1982  
1992  
2018  
Presente  
Presente  
Presente  
Presente  
Ausente  
Presente  
Presente  
Ausente  
Presente  
Presente  
Presente  
Presente  
Presente  
Presente  
Presente  
Libres  
Libres  
Libres  
Sociología urbana  
Nota: Libres se refieren a que el espacio de las sociologías especiales se encontraba en el plan, pero no con nombre propio.  
Fuente: Elaboración propia en base a datos de Arnedillo (2023).  
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Con ello, el trabajo perdió centralidad, reducido a una  
disposición individual regida por el mercado, elimi-  
nando la noción de explotación y destacando su rol  
como interacción social y su impacto en el orden social  
(De la Garza, 2000).  
al trabajador como actor central en las relaciones labo-  
rales.  
Castillo (2000), citando a Hughes (1954), define la so-  
ciología del trabajo como el estudio del trabajo con  
métodos sociológicos. Desde tradiciones anglosajona y  
francesa, destacan obras como el Tratado de Sociología  
del Trabajo de Friedmann y Naville (1961), que amplió  
su alcance más allá del trabajo industrial, definiendo  
el estudio de las colectividades humanas constituidas  
para el trabajo y su interacción con el progreso técnico  
(Castillo, 2000).  
Durkheim (1987), en su análisis de la división del tra-  
bajo social, advierte sobre el riesgo de anomia causado  
por la desaparición de comunidades pequeñas basadas  
en la solidaridad mecánica. Como alternativa, propo-  
ne la solidaridad orgánica, sustentada en la interde-  
pendencia funcional de la división del trabajo, para  
evitar este desorden social. Por su parte, Weber (1947)  
introduce la racionalización como herramienta analí-  
tica, diferenciando una racionalidad formal, centrada  
en el cálculo económico, y una sustantiva, guiada por  
valores, que modera a la primera. Sin embargo, como  
señala De la Garza (2000), esta racionalización refleja  
las tensiones de la modernidad al convertirse en una  
“cadena de circunstancias”.  
A partir de los años 70, con la irrupción del neolibe-  
ralismo, el trabajo es deslegitimado y se destruyen  
instituciones reguladoras y espacios de negociación  
colectiva. Paralelamente, las perspectivas críticas se  
transforman y emergen visiones como el neoinstitu-  
cionalismo. Durante este período, pese a las dificul-  
tades, la sociología del trabajo se expande y fortalece  
como campo de estudio.  
En este contexto, según De la Garza (2000), surge la  
sociología industrial, destacando a Elton Mayo (1946),  
quien critica la visión mecanicista del trabajador y la  
dificultad de separar concepción y ejecución. Contra-  
pone al humano racional económico los sentimientos y  
el liderazgo, clave para mejorar el desempeño laboral.  
De la Garza subraya que la sociología y la psicología  
industrial se alinearon con objetivos del management,  
buscando mejorar la cooperación laboral y optimizar el  
proceso productivo.  
En un recuento no exhaustivo, destacamos al neoins-  
titucionalismo que propone una flexibilidad consen-  
suada (De la Garza, 2000), enfocando los estudios del  
trabajo en la empresa y su gestión como eje central.  
Dentro de esta perspectiva destacan enfoques regula-  
cionistas (Hollingsworth y Boyer, 1997; Boyer y Drache,  
1996; Boyer y Freyssenet, 2001) y teorías neoshumpete-  
rianas y de especialización flexible (Freeman, Clarke y  
Soete, 1982; Piore, 1990; Scott y Stroper, 1992; Lundvall,  
1992; Edquist, 2004).  
En este periodo, el trabajo se centra en el ámbito in-  
dustrial, vinculado al taylorismo, base de la sociología  
industrial en los años 60. Durante los 70, se amplió su  
enfoque hacia el agro y los servicios, coexistiendo la  
sociología industrial, enfocada en la industria, y la so-  
ciología del trabajo, más general.  
Desde perspectivas críticas, emergen estudios que  
analizan conflictividad, dominación y formas de orga-  
nización laboral en transformación. Entre ellos, la teo-  
ría del proceso de trabajo (Braverman, 1974; Friedman,  
1977; Edwards, 1979; Burawoy, 1982; Knights y Willmo-  
tt, 1989; ompson y Smith, 2009), los obreristas italia-  
nos (Panzieri, 1968, 1976; Negri, 1989; Tronti, 2001), la  
escuela de relaciones industriales (Hyman, 1981; Frege  
y Kelly, 2003), así como estudios críticos de la gestión  
(ompson, 1989) y movimientos sociales (Tarrow,  
1998; Tilly y Wood, 2009).  
De la Garza (2000) señala que, hasta los años 70, la  
sociología industrial se enriqueció con autores como  
Blauner (1964), Goldthorpe (1970), Friedmann (1970) y  
Touraine (1970), bajo un enfoque estructuralista que  
consideraba al trabajo como institución integrada al  
capitalismo avanzado, formalizado y científicamente  
analizado (taylorizado).  
Este periodo marca un cambio de enfoque, despla-  
zando el análisis del trabajo industrial hacia el sector  
servicios y revisando el concepto mismo de trabajo.  
Actualmente, los estudios se centran en fenómenos  
como la digitalización, el trabajo en plataformas y la  
precarización, redefiniendo las dinámicas laborales  
contemporáneas.  
En los 70, surge una fase “institucionalista” marcada  
por la intervención del Estado, que regula conflic-  
tos laborales mediante seguridad social, negociación  
colectiva y acuerdos tripartitos. Según De la Garza  
(2000), este cambio desplazó el análisis de la empresa  
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La sociología del trabajo en América  
Latina  
A partir de los años ochenta y hasta el inicio del nuevo  
milenio, se desarrolla un tercer periodo en la evolución  
de la sociología del trabajo en América Latina como se-  
ñalan Abramo y Montero (2000). En este periodo, mar-  
cado por los impactos de la globalización económica,  
los ajustes estructurales y la crisis del modelo tayloris-  
ta-fordista, se enfatiza que las reformas productivas  
y la integración de las economías latinoamericanas al  
sistema global reconfiguraron las condiciones labora-  
les, ampliando las temáticas de análisis y en el marco  
de una expansión significativa de la sociología del tra-  
bajo en la región1.  
La sociología del trabajo en América Latina ha sido  
parte activa de los debates centrales que comenzaron  
a desarrollarse desde los años sesenta. De la Garza  
(2000) señala que “la sociología del trabajo actual en  
la región (...) es hija no reconocida del pensamiento  
latinoamericano que en los sesenta y setenta dio prio-  
ridad al desarrollo como eje central de la reflexión de  
las ciencias sociales” (p. 8). Según Abramo y Montero  
(2000), este campo fue inicialmente influido por para-  
digmas europeos y norteamericanos. Aunque su con-  
solidación fue tardía, ha logrado importantes avances  
teóricos y metodológicos, reflejando la interacción en-  
tre los cambios históricos de la región y el desarrollo  
de las teorías sociales, lo que permite identificar tres  
periodos clave en su evolución.  
Actualmente podemos identificar un cuarto periodo,  
que comienza a principios del siglo XXI. Este periodo  
sigue las transformaciones derivadas de la reestruc-  
turación capitalista global, pero se incluyen la digita-  
lización, la automatización y la expansión tecnológica  
como problemas de la coyuntura. La sociología del tra-  
bajo en esta etapa profundiza en el análisis de subjeti-  
vidades e identidades laborales, enfatizando el trabajo  
no clásico y explorando fenómenos como el trabajo en  
plataformas digitales, el teletrabajo y las dimensiones  
emocionales, estéticas y cognitivas del trabajo.  
En primer lugar, el periodo de la modernización, que  
abarca desde los años cincuenta hasta los sesenta, es-  
tuvo marcado por un enfoque centrado en la transición  
de las sociedades agrarias hacia sociedades urbanas e  
industriales. Este periodo, influido por las teorías del  
desarrollo, buscaba comprender las condiciones nece-  
sarias para formar una clase trabajadora que adaptase  
o bien adecuase al proceso de modernización econó-  
mica y social.  
En cuanto a las referencias, contamos para ambos pe-  
riodos con los tratados latinoamericanos de sociología  
del trabajo, que suelen ser una síntesis de gran parte  
de los debates. El primero, coordinado por Enrique de  
la Garza Toledo (2000), marcó un hito en la sistemati-  
zación de los estudios laborales en la región. El segun-  
do, publicado en 2024 y coordinado por De la Garza  
Toledo, Julio César Neffa, Marcela Hernández Romo,  
Claudia Figari, Antonio Aravena Carrasco, Juan Carlos  
Ospina, Héctor Lucena, Francisco Pucci y José Ricar-  
do Ramalho, amplía los debates al abordar los desafíos  
contemporáneos del mundo del trabajo.  
Para Abramo y Montero (2000) los primeros estudios  
se enfocaron sobre la clase trabajadora y sus movi-  
mientos buscaron integrar un análisis teórico y meto-  
dológico con un fundamento empírico que permitiera  
una comprensión más completa de estos fenómenos,  
se destacan los trabajos de Brandao Lopes (1967), Ro-  
drigues (1970) y Wefort (1968) en Brasil; Germani (1973),  
Di Tella (1965) en Argentina, entre otros.  
El segundo periodo, entre los años setenta y ochenta,  
se caracterizó por las crisis políticas y económicas en  
la región, así como por la fragmentación de los movi-  
mientos sindicales. En este contexto, la sociología del  
trabajo según Abramo y Montero (2000) giró en tor-  
no a la polaridad entre democracia y dictadura, con  
especial atención a las posibilidades de reconstruir  
un movimiento obrero desarticulado por los regíme-  
nes autoritarios y las profundas transformaciones  
estructurales. Destacan: Wefort (1972) en Brasil, De-  
lich (1970), Murmis y Portantiero (1971) y Torre (1974)  
en Argentina, Campero y Valenzuela (1985) en Chile,  
entre otros.  
1
Este campo se ha consolidado en las últimas dos décadas a tra-  
vés de espacios como el Consejo Latinoamericano de Sociología  
(CLACSO), la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS),  
la Asociación Latinoamericana de Estudios del Trabajo (ALAST) y  
asociaciones nacionales como la Asociación de Especialistas en Es-  
tudios del Trabajo (ASET) en Argentina, la Associação Brasileira de  
Estudos do Trabalho (ABET) en Brasil y la Asociación Mexicana de  
Estudios del Trabajo (AMET) en México, sólo por nombrar algunas.  
También se apoya en cursos de grado, posgrado, revistas especiali-  
zadas y publicaciones periódicas.  
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La Sociología del trabajo en Argentina  
reivindicar su contenido multidimensional, reco-  
nociendo también sus determinantes históricos y  
sociales, así como que el trabajo no es sólo el indus-  
trial, ni el asalariado; que se mezcla con la etnia y  
el género y que sigue teniendo sus vínculos con el  
no trabajo, que no es sólo el trabajo del obrero sino  
el de todos los niveles organizacionales.” (p. 33)  
Según Collado (2017)2, la producción académica sobre  
trabajo en Argentina sigue tendencias regionales, con  
particularidades propias ligadas a las transformacio-  
nes del mercado laboral y los regímenes de gobierno.  
Desde mediados de los ‘80 hasta inicios de los ‘90, en  
un contexto de democratización tras la dictadura, los  
estudios se enfocaron en las relaciones laborales. En  
los ‘90, las investigaciones abordaron el impacto de  
la reforma del Estado y la reconversión productiva,  
marcadas por pérdida masiva de empleos y cambios  
económicos. Hacia finales de esa década y principios  
de los 2000, se analizó la emergencia de trabajadores  
desplazados como “sujetos colectivos en lucha” (Colla-  
do, 2017, p.6).  
De esta forma,  
“la sociología del trabajo (…) se mantiene fiel a la  
idea de totalidad en tanto que el trabajo que parte  
del proceso productivo se articula con el mercado  
laboral (migraciones, trayectorias laborales y redes  
sociales), con la reproducción social de los obreros,  
con su cultura en diversos niveles, se imbrica con  
las relaciones laborales e industriales y en esa me-  
dida abarca al sindicalismo y al movimiento obre-  
ro, pero también a los empresarios como sujetos  
del trabajo y al Estado (…) se extiende al trabajo no  
asalariado, hacia los mandos medios e ingenieros,  
así como a la inclusión del tiempo libre, el espacio  
urbano o rural” (p. 11-12).  
Entre 2003 y 2015, los estudios se centraron en la  
“re-regulación” del trabajo promovida por el Estado.  
En años recientes, se investigan fluctuaciones del em-  
pleo, desigualdades salariales, calidad laboral, políti-  
cas sociales, género, migración, conflictos sindicales,  
cambio tecnológico, trayectorias laborales y diversidad  
sexual. También destacan análisis sobre el movimien-  
to obrero, educación, fuerza laboral y metodologías  
innovadoras para sectores populares y el futuro del  
trabajo.  
Metodología  
En el marco del objetivo del trabajo, visibilizar la par-  
ticipación de la sociología del trabajo en la carrera de  
Sociología de San Juan el punto de inicio fue el regis-  
tro de trabajos finales de grado (tesis) realizados en la  
carrera de sociología desde su fundación. Retomamos  
la base de Arnedillo (2023) cuyo recuento comprendió  
el período desde 1971 hasta 2022 y fue actualizada esa  
nómina hasta septiembre de 2024. Asimismo, conso-  
lidamos parte del mencionado registro completando  
parte de los datos perdidos de la base original donde  
el criterio de selección en ambos casos fue el mismo,  
integrar todas las tesis existentes (universo existente).  
Para finalizar esta parte, y siguiendo con De la Garza  
(2000) hacemos propias sus palabras en su definición  
de trabajo, historia de trabajo y como tal, sociología del  
trabajo:  
“lo que perdura como concepto de esta larga his-  
toria del trabajo es que, dependiendo de la teoría  
social, y de la etapa histórica, el trabajo ha sido  
destacado a veces como objetividad y otras como  
subjetividad. Pero el trabajo es actividad trans-  
formadora de la naturaleza, que se extiende al  
hombre mismo en su físico, pero sobre todo en  
su conciencia; es creador o circulador de riqueza  
y de objetos que satisfacen necesidades humanas,  
sean éstas materiales o inmateriales. (…) frente a la  
historia compleja del concepto de trabajo es mejor  
Las tesis se clasificaron en subdisciplinas o “sociologías  
especiales”, correspondiendo dicha taxonomía con las  
asignaturas que tradicionalmente se incluyeron en los  
planes de estudio: educación, salud, de las organiza-  
ciones, rural, urbana y las que innovadoramente com-  
prenden problemáticas tratadas: trabajo, histórica, de  
género, general, política, de la cultura, jurídica, de la  
población y de la religión.  
2
Collado (2017) realiza un análisis sobre los principales aportes  
de los estudios del trabajo en Argentina a partir de los registros en  
Actas que publica ASET y las Jornadas de Economía Crítica. Para  
más información sobre autores recomendamos visitar la web de  
ASET: https://aset.org.ar/congresos/  
Esta clasificación por supuesto no está exenta de po-  
tenciales sesgos, sino que se propone como una apro-  
ximación cuantitativa exploratoria e interesante para,  
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observar tendencias que, a lo largo de los años de la  
carrera, destacan la importancia de temáticas orien-  
tadas, en particular, sobre temas de trabajo. Con esta  
salvedad, nuestro criterio para imputar las subdiscipli-  
nas, parte de la lectura del título de cada tesis y, del re-  
sumen preliminar de cada tesina, identificamos a que  
subdisciplina pertenece. En varios casos, sólo dispusi-  
mos del título, pero en muchos otros contamos con los  
documentos de respaldo, como la mencionada tesis de  
Arnedillo (2023) que despliega una porción no menor  
(resumida) de objetivos, metodologías y líneas teóricas  
de los trabajos finales que nos ayudaron a consolidar  
de forma concluyente su participación en las subdisci-  
plinas especiales que categorizamos. Por otro lado, la  
búsqueda de archivos propios, junto a consultas per-  
sonales de datos a quienes rindieron efectivamente su  
tesis y, que, por ejemplo, no estaban registrados.  
las tesis. Las demás temáticas —general, política, gé-  
nero, cultura, jurídica, urbana y religión— tienen me-  
nor representación. Sociología urbana, en particular,  
muestra una baja participación, lo que llevó a diferen-  
ciar entre subdisciplinas “exclusivas” (trabajos centra-  
dos en una sola) y “combinadas” (trabajos que integran  
dos subdisciplinas, destacando la principal).  
En las subdisciplinas exclusivas, educación lidera con  
el 23,9%, seguida por salud (14,8%), trabajo y población  
(12,5% cada una). El resto no supera el 5%. En las com-  
binaciones, educación demuestra mayor autonomía  
temática, liderando en 8% de las tesis sin figurar como  
secundaria. Salud, aunque relevante, combina más  
frecuentemente: lidera en 17,2% de los casos, pero apa-  
rece como secundaria en 5 ocasiones (55,7%).  
La sociología de la población muestra un equilibrio en  
su participación: lidera como tema principal en 9 tesis  
(10,3%) y acompaña en 6 (6,9%). Por otro lado, la socio-  
logía del trabajo destaca no solo por ser la segunda en  
valores absolutos (13,8% del total general) sino también  
por liderar en participaciones combinadas. De sus 26  
participaciones históricas, 11 (12,5%) corresponden a  
trabajos exclusivos, mientras que en 15 (17,2%) compar-  
te con otras subdisciplinas. Es la que más combinacio-  
nes registra, asociándose principalmente con socio-  
logía de la organización (33,3%), política (26,7%), rural  
(18,2%) y población (13,3%).  
Entre algunos detalles, es importante realizar algunas  
aclaraciones de rigor. Los estudios sobre políticas pú-  
blicas y planificación social como también los estudios  
del Estado y sus expresiones fueron integrados a la “so-  
ciología política”. Por otro lado, cuando nos referimos  
a la “sociología general” seleccionamos las tesis cuyos  
desarrollos profundizaban en el debate teórico único  
sobre categorías conceptuales de la teoría sociológica.  
Con todo, al recategorizar partiendo de los títulos,  
reconstruimos una base señalando: año, título de la  
tesis, subdisciplina principal y subdisciplina secunda-  
ria. La división fue enriquecedora ya que nos permite  
reflejar la autonomía subdisciplinar; esto es, aquellas  
cuyo objeto de estudio se despliega de forma indepen-  
diente, al tiempo que observamos otras subyacentes,  
que participan como subdisciplina de soporte.  
Como subdisciplina secundaria en combinaciones, so-  
ciología del trabajo aparece en 35 tesis (40,2% del total  
de combinadas de segundo orden). Según las tablas 3 y  
4, colabora mayoritariamente con sociología de las or-  
ganizaciones (25,7%), rural (29%), general (17,1%) y po-  
blación (14,5%), entre otras. Esto consolida a la socio-  
logía del trabajo como la subdisciplina más transversal  
en la historia de la carrera, pese a no estar formalmen-  
te institucionalizada como una sociología especial.  
Análisis  
Entre 1971 y 2024, el 50% de las tesis de sociología se  
agrupan en educación (14,9%), trabajo (13,8%), salud  
(12,8%) y población (10,6%) (Ver tabla 2). Educación y  
salud, institucionalizadas como sociologías especia-  
les, destacan por su peso estructural desde los inicios  
de la carrera, mientras que trabajo ocupa la segunda  
posición. En cuarto lugar, población, anteriormente  
denominada “demografía”, se consolida en 1992 como  
sociología de la población, con amplia articulación en  
el campo.  
Arnedillo (2023) señala que el crecimiento de los estu-  
dios del trabajo está relacionado con crisis económicas  
en los años 90 y 2000, considerando estos contextos  
como momentos de “aceleración” o “expansión” que  
otorgan mayor protagonismo a la sociología del traba-  
jo. Basándonos en esta perspectiva, estructuramos un  
análisis gráfico dividiendo la trayectoria de la carrera  
de sociología local en seis períodos, considerando tan-  
to factores político-socioeconómicos externos como  
circunstancias internas o institucionales, como los  
planes de estudio.  
Otras áreas significativas incluyen organizaciones, ru-  
ral e histórica, que en conjunto representan el 19,1% de  
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Tabla 2. Tesis finales de grado de la carrera de Sociología – FACSO UN de San Juan según subdisciplinas por  
exclusividad y combinación disciplinar. Años 1971-2024. Valores absolutos y relativos.  
Combinadas  
Sociologías  
Total  
%
Exclusivas  
%
1ºOrden  
%
2ºOrden  
%
Sociología de la  
educación  
28  
14,9%  
21  
23,9%  
7
8,0%  
0
0,0%  
Sociología del trabajo  
Sociología de la salud  
26  
24  
13,8%  
12,8%  
11  
13  
12,5%  
14,8%  
15  
11  
17,2%  
12,6%  
35  
5
40,2%  
5,7%  
Sociología de la  
población  
20  
16  
10,6%  
8,5%  
11  
5
12,5%  
5,7%  
9
10,3%  
12,6%  
6
6,9%  
Sociología de las  
organizaciones  
11  
13  
14,9%  
Sociología rural  
10  
10  
9
5,3%  
5,3%  
4,8%  
4,8%  
4,8%  
3,7%  
2,1%  
1,1%  
0,5%  
6,9%  
100%  
2
5
2,3%  
5,7%  
2,3%  
4,5%  
5,7%  
5,7%  
3,4%  
1,1%  
0,0%  
0,0%  
100%  
8
5
9,2%  
5,7%  
8,0%  
5,7%  
4,6%  
2,3%  
1,1%  
7
7
1
5
0
4
0
1
3
8,0%  
8,0%  
1,1%  
5,7%  
0,0%  
4,6%  
0,0%  
1,1%  
3,4%  
Sociología histórica  
Sociología general  
Sociología política  
Sociología de género  
Sociología de la cultura  
Sociología jurídica  
Sociología urbana  
Sociología de la religión  
Sin datos  
2
7
9
4
5
9
5
4
7
5
2
4
3
1
2
1
1
1,1%  
1
0
1
1,1%  
13  
188  
0
0
0,0%  
100,0%  
Total  
88  
87  
87  
100,0%  
Fuente: Elaboración propia en base a datos de Arnedillo (2023) y actualización propia  
Adoptando criterios propios y siguiendo a Arnedillo,  
priorizamos como criterio de corte los cambios de  
planes de estudio, salvo en contextos de adversidad  
institucional extrema (cierres de inscripciones, per-  
secución o despidos). El primer período, denominado  
“inicial” (1971-1976), abarca desde la primera tesis de-  
fendida en 1971 hasta antes del golpe de Estado, inclu-  
yendo los planes de 1968 y 1974.  
gimen militar. Con el retorno a la democracia, se inicia el  
período de “restauración” (1982-1989), marcado por la rea-  
pertura de la matrícula y la introducción del plan de 1982.  
En medio de la crisis institucional de fines de 1989,  
identificamos el período de “estabilidad-crecimien-  
to” (1990-2001), marcado por el plan 92’, que implicó  
una refundación institucional de la sociología. Este  
período registra la mayor cantidad de tesis finales, en  
parte debido a la caducidad del plan 82, que llevó a  
un esfuerzo conjunto de autoridades y docentes para  
El segundo período, “dictadura” (1976-1982), se caracteri-  
za por la implementación del plan de 1979 durante el ré-  
Favieri, Valenzuela, Giménez  
La sociología del trabajo en San Juan, Argentina 1971-2024 | 12 - 30  
21  
ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Tabla 3. Tesis finales de grado de la carrera de sociología de San Juan según subdisciplinas combinadas de 1º  
orden. Años 1971-2024. Valores absolutos y relativos.  
Sociologías  
Total  
%
Combinación de 1º orden  
Sociología de la  
educación  
Salud (2) -28,6%-, Trabajo (2) -28,6%-, Población (1) -14,3%-,  
Rural (1) -14,3%-, Religión (1) -14,3%-  
7
8,0%  
Organización (5) -33,3%-, Política (4) -26,7%-, Rural (4) -26,7%-,  
Sociología del trabajo  
Sociología de la salud  
15  
11  
9
17,2%  
12,6%  
10,3%  
12,6%  
5,7%  
Población (2) -13,3%-  
Organización (4) -36,4%-, Población (2) -18,2%-, Trabajo (2)  
-18,2%-, Cultura (2) -18,2%-, Rural (1) -9,1%-  
Sociología de la  
población  
Trabajo (5) -55,6%-, Histórica (2) -22,2%-, Rural (1) -11,1%-,  
Salud (1) -11,1%-  
Sociología de las  
organizaciones  
11  
5
Trabajo (9) -81,8%-, Población (1) -9,1%-, Salud (1) -9,1%-  
Trabajo (2) -40%-, Población (1) -20%-, Organización (1) -20%-,  
Sociología histórica  
Cultura (1) -20%-  
Sociología general  
Sociología política  
Sociología de género  
Sociología rural  
7
5
4
8
2
1
1
8,0%  
5,7%  
4,6%  
9,2%  
2,3%  
1,1%  
1,1%  
Trabajo (6) -85,7%-, Histórica (1) -4,3%-  
Histórica (4) -80%-, Organización (1) -20%-  
Religión (2) -50%-, Salud (1) -25%-, Urbana (1) -25%-  
Trabajo (7) -87,5%-, Organización (1) -12,5%-  
General (1) -50%-, Trabajo (1) -50%-  
Organización (1) -100%-  
Sociología de la cultura  
Sociología jurídica  
Sociología urbana  
Trabajo (1) -100%-  
Sociología de la  
religión  
1
1,1%  
Cultura (1) -100%-  
Total  
87  
100%  
Fuente: Elaboración propia con datos actualizados sobre la base publicada en Arnedillo (2023)  
apoyar a las cohortes rezagadas, facilitando así sus  
egresos.  
las tres sociologías especiales con más tesis, tanto en  
valores totales como en trabajos enmarcados como  
subdisciplinas de segundo orden.  
Los periodos recientes se dividen en dos. El primero, de  
“consolidación” (2002-2017), refleja menor producción de  
tesis, pero afianza la continuidad institucional. El segun-  
do, de “coyuntura” (2018-2024), inicia con el plan 18’, mos-  
trando tendencias de etapas previas y cambios en otras.  
El gráfico muestra un crecimiento sostenido de la so-  
ciología del trabajo en todos los periodos, intensificán-  
dose en la transición de consolidación a coyuntura.  
Por otro lado, sociología de la educación, tras un inicio  
fuerte en la etapa inicial y dictadura, cae en la restau-  
ración, se recupera en el periodo de crecimiento, des-  
ciende entre 2002-2017 y repunta en 2018.  
En este análisis, no profundizaremos en aspectos ins-  
titucionales de cada periodo, sino en el desempeño de  
Favieri, Valenzuela, Giménez  
La sociología del trabajo en San Juan, Argentina 1971-2024 | 12 - 30  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
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Tabla 4. Tesis finales de grado de la carrera de sociología de San Juan según subdisciplinas combinadas de 2º  
orden. Años 1971-2024. Valores absolutos y relativos.  
Sociologías  
Total  
%
Combinación de 2º orden  
Sociología de la  
educación  
0
0%  
Ninguna  
Organizaciones (9) -25,7%-, Rural (7) -20%-, General (6) -17,1%-  
, Población (5) -14,3%-, Educación (2) -5,7%-, Salud (2) -5,7%-,  
Histórica (2) -5,7%-, Urbana (1) -2,9%-, Cultura (1) -2,9%-  
Sociología del trabajo  
Sociología de la salud  
35  
40,2%  
Educación (2) -40%-, Organizaciones (1) -20%-, Población (1)  
5
6
5,7%  
6,9%  
-20%-, Género (1) -20%-  
Sociología de la  
población  
Trabajo (2) -33,3%-, Salud (2) -33,3%-, Educación (1) -16,7%-,  
Organizaciones (1) -16,7%-  
Sociología de las  
organizaciones  
Trabajo (5) -38,5%-, Salud (4) -30,8%-, Política (1) -7,7%-,  
Histórica (1) -7,7%-, Ambiente (1) -7,7%-, Jurídica (1) -7,7%-  
13  
14,9%  
Sociología histórica  
Sociología general  
Sociología política  
Sociología de género  
7
1
5
0
8,0%  
1,1%  
5,7%  
0,0%  
Política (4) -57,1%-, Población (2) -28,6%-, General (1) -14,3%-  
Cultura (1) -100%-  
Trabajo (4) -80%- , Histórica (1) -20%-  
Ninguna  
Trabajo (4) -57,1%-, Población (1) -14,3%-, Educación (1) -14,3%-  
, Salud (1) -14,3%-  
Sociología rural  
7
8,0%  
Sociología de la cultura  
Sociología jurídica  
Sociología urbana  
4
0
1
4,6%  
0,0%  
1,1%  
Salud (2) -50%-, Histórica (1) -25%-, Religión (1) -25%-  
Ninguna  
Género (1) -100%-  
Sociología de la  
religión  
3
3,4%  
Género (2) -66,7%- , Educación (1) -33,3%-  
Total  
87  
100%  
Fuente: Elaboración propia con datos actualizados sobre la base publicada en Arnedillo (2023)  
La sociología de la salud crece entre las etapas inicial  
y dictadura, pero disminuye en restauración, creci-  
miento y consolidación (2002-2017), con un descenso  
final tras 2018. Sociología de la población tiene su ma-  
yor participación en la dictadura, cae posteriormente,  
se recupera en los años 90 y consolida su crecimiento  
hacia 2018, para luego volver a descender.  
ración, alcanza su mayor participación en el periodo  
de crecimiento y desciende en los periodos siguientes.  
Sociología rural y de las organizaciones mantienen  
tendencias estables, salvo en la etapa inicial, donde  
solo aparece organizaciones, y en la dictadura, donde  
predomina rural. En el periodo de crecimiento (1990-  
2001), rural tiene baja participación. Sociología histó-  
rica, con protagonismo inicial y en la dictadura, dismi-  
nuye en los periodos posteriores.  
En combinaciones, sociología del trabajo crece entre  
las etapas inicial y dictadura, se reduce en la restau-  
Favieri, Valenzuela, Giménez  
La sociología del trabajo en San Juan, Argentina 1971-2024 | 12 - 30  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
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Gráfico 1. Tesis finales de grado de la carrera de sociología de San Juan según subdisciplinas exclusivas (e) y  
combinadas (c). Años 1971-2024. Valores relativos.  
Fuente: Elaboración propia con datos actualizados sobre la base publicada en Arnedillo (2023)  
Discusión  
de “sociologías institucionalizadas” logran el goce de  
la obligatoriedad electiva y la permanencia en el tiem-  
po lo que se expresa en tesis con existencias de mayor  
exclusividad. Por otro lado, sucede lo contrario para  
sociología del trabajo (una sociología no instituciona-  
lizada) que es casi tan numerosa como las ya nombra-  
das y al mismo tiempo, supera en comparación a otras  
sociologías institucionalizadas como urbana y rural.  
Esta situación deja la puerta abierta a reflexionar so-  
bre el desempeño particular de cada subdisciplina que  
debieran ser repensadas e incorporadas con otros fun-  
damentos disciplinares y pedagógicos de rigor.  
Observamos que, durante todos los años, la sociología  
del trabajo tuvo y tiene una gran participación en los te-  
mas de tesis como subdisciplina exclusiva (compartien-  
do el tercer lugar con sociología de las organizaciones  
después de sociología de la educación y salud) y, combi-  
nada, consiguiendo el primer lugar como subdisciplina  
de 1º orden y con diferencia abrumadora como subdis-  
ciplina de 2º orden. La tendencia observada a lo largo  
del tiempo nos permite afirmar que la sociología del  
trabajo a pesar de su no institucionalización se mantu-  
vo con un gran protagonismo creciendo cada vez más  
durante todos los periodos de la sociología en San Juan.  
Ante estas limitaciones, urge considerar algunos deta-  
lles que aparecen de las reflexiones del caso, con res-  
pecto a la exclusividad, las combinaciones y la cantidad  
de participaciones. Consideramos que la exclusividad  
no se explicaría únicamente por la “institucionaliza-  
ción” sino que se vería potenciada positivamente en su  
despliegue en el ámbito de la investigación.  
En contraposición, las sociologías de la educación y  
salud, expresiones más numerosas de trabajos fina-  
les, tuvieron mayores variaciones que la sociología del  
trabajo, pero marcaron una diferencia en cuanto a su  
mayor nivel de autonomía, en tanto aparecen en gran  
cantidad de tesis con tema exclusivo de estas subdisci-  
plinas. Hasta aquí nuestro supuesto se cumple parcial-  
mente. Por un lado, estas sociologías por su carácter  
La participación de docentes en proyectos de investi-  
gación cuyos equipos siguen las líneas de las sociolo-  
Favieri, Valenzuela, Giménez  
La sociología del trabajo en San Juan, Argentina 1971-2024 | 12 - 30  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
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Tabla 5. Proyectos de investigación relacionados a la sociología del trabajo de la Facultad de Ciencias Sociales  
(UNSJ) por grupo. Años 1976-2024. Valores absolutos y relativos.  
Total  
Total  
Periodos  
Eq. 1  
Eq. 1  
Eq. 2  
Eq. 2  
Eq. 3  
Eq. 3  
general  
general  
1976-1982*  
1990-2001  
2002-2017  
2018-2024  
Total general  
1
1
2
5
9
11,1%  
11,1%  
22,2%  
55,6%  
100%  
0,0%  
27,3%  
45,5%  
27,3%  
100%  
0,0%  
11,1%  
55,6%  
33,3%  
100%  
1
3,4%  
17,2%  
41,4%  
37,9%  
100%  
3
5
1
5
3
9
5
12  
11  
29  
3
11  
*Registro incompleto  
Fuente: elaboración propia en base a resoluciones publicadas por la Universidad Nacional de San Juan y Facultad de Ciencias  
Sociales.  
gías institucionalizadas, redituaría finalmente en la  
consolidación de espacios que promueven la exclusi-  
vidad, en tanto se vincula cátedra-proyecto de inves-  
tigación y circulan en esos espacios estudiantes con  
adscripciones y becas.  
tigaciones Científicas y Técnicas y de Creación Artís-  
tica (CICITCA) que suelen durar dos años y proyectos  
internos de la FACSO cuya duración es de un año cuyos  
lugares de trabajo se sitúan en el Instituto de Investi-  
gaciones Socio-Económicas (IISE) y el Gabinete de Es-  
tudios e Investigación en Sociología (GEIS).  
Esta reflexión insiste en que la “especialización” con-  
duce a la “autonomía” y motoriza la existencia de tesis  
con temas exclusivos en mayor proporción entre las so-  
ciologías institucionalizadas respecto de las que no lo  
están, como es el caso de la sociología del trabajo, que,  
a pesar de todo, sostiene una fuerte tradición en tér-  
minos de proyectos; esto explicaría la diferencia sobre  
la exclusividad pero al mismo tiempo brindaría algu-  
nas razones para explicar las diferencias en tanto par-  
ticipaciones combinadas y en cantidad asociadas a los  
temas de investigación desarrollados en los proyectos  
relacionados a los estudios del trabajo.  
Por otra parte, encontramos tres grandes equipos que  
desde hacen más de 30 años exhiben diferencias temá-  
ticas además de vincularse con la sociología del trabajo  
(ver tabla 6).  
En el registro del equipo 1, podemos situar su origen en  
el 79’ con un proyecto institucional, dirigido por Alicia  
Vera de Guimaraes con “Implementación del Progra-  
ma de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) en  
el Aglomerado Urbano del Gran San Juan”; el registro  
es incompleto durante estos años. Desde los 90’ este  
equipo conducido por Sara Valenzuela dirigiría sus in-  
vestigaciones con temas entre la sociología de la pobla-  
ción y la sociología del trabajo, dependiendo los años  
una predominaba sobre la otra, los temas de trabajo  
hicieron énfasis sobre la dinámica y estructura de las  
poblaciones, el mercado de trabajo, la pobreza y la des-  
igualdad. La continuación de esa línea conceptual, con  
mayor énfasis sobre la sociología del trabajo, la conti-  
nuará luego Francisco Favieri hasta la actualidad.  
Sobre esto último y para consolidar la explicación de  
la tendencia observada para la sociología del trabajo  
en Sociología, nos referimos aquí a los proyectos de  
investigación en la Facultad de Ciencias Sociales (FAC-  
SO) relacionados a los estudios del trabajo. En la tabla  
5 registramos proyectos desde los años 90’ y observa-  
mos su consolidación hacia el 2002-2017, de hecho, con  
menos años, el último periodo casi alcanza al anterior.  
Debemos tener en cuenta que la duración de los pro-  
yectos varía según cada convocatoria y por esas razo-  
nes pueden existir más o menos propuestas. En este  
caso incluimos las convocatorias del Consejo de Inves-  
En cuanto al equipo 2, destacamos que se trata del  
equipo con mayor cantidad de proyectos relaciona-  
dos con la sociología del trabajo de forma exclusiva.  
Registramos propuestas desde el año 97’ en los que  
Favieri, Valenzuela, Giménez  
La sociología del trabajo en San Juan, Argentina 1971-2024 | 12 - 30  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
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Tabla 6. Proyectos de investigación relacionados a la sociología del trabajo de la Facultad de Ciencias Sociales  
(UNSJ) por grupo y nominación. Años 1990-2024.  
Grupo 1  
Grupo 2  
Grupo 3  
(1979) Implementación del Programa  
de la Encuesta Permanente de Hogares  
(EPH) en el Aglomerado Urbano del  
Gran San Juan  
1990-2001  
1990-2001  
1990-2001  
Acerca de la identidad del joven san-  
juanino. Modelos identificatorios con  
relación al mundo del trabajo y de la  
política  
Impacto de las políticas económicas en  
la transformación socioeconómica y  
espacial de San Juan  
La realidad de san juan: indicadores  
sociodemográficos  
La cultura del trabajo como marcador  
de identidad de pequeños productores  
Niños que desarrollan actividades  
como estrategia de supervivencia en la  
provincia de San Juan  
2002-2017  
2002-2017  
2002-2017  
Dinámica demográfica y socioeconómi-  
ca de la desigualdad e inequidad en la  
región de cuyo  
El sujeto Docente de EGB en la Institu-  
ción Educativa en escuelas sub-urbanas  
de la provincia de San Juan  
Crisis capitalista en la periferia y con-  
flictividad social: la visibilización de la  
cuestión social  
Democracia de Consenso y persistencia  
de desigualdades en el capitalismo  
periférico  
Los jóvenes del campo y la ciudad: sus  
prácticas y trayectorias laborales  
Desarrollo e Inclusión: la problemá-  
tica de la producción y el empleo en  
el departamento Capital San Juan.  
2000-2006  
Políticas Sociales para la infancia, en  
el marco de la protección integral de  
la niñez  
La mortalidad en San Juan. Periodo  
1990-2005  
Representaciones y significaciones  
sobre el trabajo desde la perspectiva  
de jóvenes sanjuaninos  
Hegemonía, políticas sociales y desem-  
pleo en San Juan, 2002-2009  
Resistencias y Luchas territoriales:  
conflictos en torno al trabajo y los  
bienes comunes. San Juan, Argentina  
2014-2017  
Transición a la vida adulta: las trayecto-  
rias laborales de jóvenes sanjuaninos  
2018-2024  
2018-2024  
2018-2024  
Capitales específicos que los jóvenes  
universitarios ponen en juego en el  
campo laboral y político, en la provincia  
de San Juan  
Desigualdad social, alambique de la  
pobreza, Argentina. Región de cuyo  
2000-2020  
Alternativas al extractivismo minero.  
Otra producción es posible.  
Heterogeneidad estructural, desigual-  
dad social y precariedad laboral: recon-  
figuración del mercado de trabajo y la  
conflictividad en la post-pandemia  
Desafíos del posdesarrollo: Prácticas  
productivas alternativas y sus poten-  
cialidades transformadoras, San Juan  
2020-21  
Economía del Conocimiento: realidad  
y posibilidades en la provincia de San  
Juan  
Mercado de trabajo y pandemia: im-  
pacto y perspectivas sobre la dinámica  
laboral en Gran San Juan 2020-2022  
Empleos atípicos: nuevas modalidades  
de trabajo, presentes en las activida-  
des laborales de jóvenes insertos en  
el sector servicios, en la provincia de  
San Juan  
Subjetividades políticas y desigualda-  
des sociales en tiempos de extractivis-  
mos. San Juan, Argentina 2023-24.  
Mercado de trabajo, conflictividad y  
juventudes gremiales  
Trabajo, ingresos y políticas públicas.  
Gran San Juan, 2000-2015.  
Fuente: elaboración propia en base a resoluciones publicadas por la Universidad Nacional de San Juan y Facultad de Ciencias Sociales.  
Favieri, Valenzuela, Giménez  
La sociología del trabajo en San Juan, Argentina 1971-2024 | 12 - 30  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
se abordaron el trabajo en relación con las infancias y  
juventudes, formas de representación del trabajo e in-  
serción laboral campo-ciudad, servicios, cuarto sector,  
entre otros. En este equipo se destacan las direcciones  
de María Luisa Landini, Alejandra Castilla, Eugenia  
Varela y actualmente Susana Giménez Herrero.  
Este espacio institucional flexible (seminarios electi-  
vos) y fortalecimiento de proyectos de investigación,  
han permitido dotar de mayor fortaleza a la sociología  
del trabajo local permitiendo la creación del Programa  
de Investigación y Estudios del Trabajo (PIET) en el  
Instituto de Investigaciones Socio-Económicas (IISE)  
durante 2020 y fortaleciendo el trabajo en red desde los  
eventos previos como el 1er Encuentro de Estudios de  
Población y Trabajo (2018), las XV Jornadas Naciona-  
les de Estudios de Población (2019) hasta los actuales  
ciclos de debates sobre trabajo y empleo (2022, 2023,  
2024) junto a un incremento en la participación de con-  
gresos especializados como co-organizadores como en  
los regionales de trabajo (Pre-ASET) por ejemplo, o  
bien proponiendo mesas sobre la temática en diferen-  
tes eventos científicos locales.  
Por último, el equipo 3 se sitúa desde un perfil asociado  
a la sociología política pero que recupera inquietudes  
de la sociología del trabajo. Temáticas que destacan las  
problemáticas del desarrollo y las políticas públicas, la  
democracia y la conflictividad laboral. Aquí encontra-  
mos direcciones de Nora Toledo y en la actualidad de  
Alicia Naveda.  
Estos equipos consolidaron y consolidan a la sociolo-  
gía del trabajo sanjuanina y al interior de la carrera  
constituyéndose como espacios de formación para  
estudiantes de grado y posgrado. Gran parte de las  
tesis desde los 90’ relacionadas a los estudios del tra-  
bajo se corresponden con temas que se desarrollan  
en los mencionados proyectos o bien se despliegan  
desde su marco general. Por otro lado, vemos cómo el  
crecimiento de proyectos relacionados a la sociología  
del trabajo acompaña también al incremento de tesis  
finales de sociología en el periodo de crecimiento y  
coyuntura.  
Otro elemento importante es la emergencia cada vez  
mayoritaria de estudiantes y egresados que, en el mar-  
co de becas otorgadas desde el Consejo Interuniversi-  
tario Nacional (CIN), CICITCA-UNSJ y el Consejo Na-  
cional de Ciencia y Tecnología (CONICET) aportaron  
a cada proyecto, logrando en la actualidad consolidar  
posiciones en el sistema científico nacional desde la  
universidad con la ejecución de una línea de fortale-  
cimiento I+D+i de CONICET vinculada a trabajo en  
FACSO-UNSJ.  
Este proceso cuenta con otros hitos de interés, que  
pueden asociarse al crecimiento de las tesis sobre so-  
ciología del trabajo en la carrera. Uno de ellos es el se-  
minario de estudios del trabajo, cuya propuesta surge  
de proyectos del equipo 1 y las cátedras de sociología de  
la población y sociología política.  
También destacamos que durante estos últimos años,  
los proyectos comenzaron a vincularse activamente a  
asociaciones y redes de trabajo a nivel nacional e in-  
ternacional como la Asociación Argentina de Especia-  
listas en Estudios del Trabajo (ASET), la Asociación de  
Estudios de Población Argentina (AEPA), la red Siste-  
ma de Información del Mercado Laboral (SIMEL), la  
Red Latinoamericana de Estudios sobre Precariedades  
del Trabajo (RELEPT), la Red Nacional de Observato-  
rios de Conflictividad Social (ROCS), la Asociación  
Latinoamericana de Estudios del Trabajo (ALAST), el  
comité de investigación en sociología del trabajo de la  
Asociación Internacional de Sociología (AIS-ISA) y a  
integrarse en la participación en grupos de trabajo del  
Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLAC-  
SO) hasta la actualidad.  
Se trata de un seminario electivo en el marco del plan  
1992.2 de la carrera de sociología, que propone abor-  
dar las problemáticas del trabajo en su conjunto y que  
hoy se constituye como un seminario de sociología del  
trabajo que lleva, a la fecha, 11 años consecutivos de  
dictado, con un libro publicado durante 2024. Estos  
seminarios recorrieron discusiones sobre la proble-  
mática disciplinar de la sociología del trabajo en sus  
debates teórico-metodológicos, las herramientas para  
su estudio, el abordaje de problemas como las juventu-  
des, las mujeres y la población migrante con respecto  
a la precariedad laboral, el sindicalismo, la economía  
popular, los riesgos psicosociales del trabajo, el trabajo  
de plataformas, entre otros temas en los que contamos  
con invitados de España, Chile y Uruguay en el marco  
de intercambios inter-cátedra y proyectos.  
Todos estos elementos, nos conducen a afirmar que el  
fortalecimiento de la sociología del trabajo en el campo  
de la investigación permitió en parte, el incremento de  
tesis de sociología sobre la temática.  
Favieri, Valenzuela, Giménez  
La sociología del trabajo en San Juan, Argentina 1971-2024 | 12 - 30  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Conclusiones  
zación y, con ello, potenciar discusiones que superen  
el ámbito local y se animen a debatir problemáticas a  
nivel regional, nacional y local ubicando la sociología  
sanjuanina a participar en los ámbitos citados.  
En este artículo destacamos cómo, desde la fundación  
de la carrera de sociología, la sociología del trabajo fue  
parte constitutiva importante siendo uno de los pro-  
blemas abordados más populares en las tesis de grado.  
Partimos de un supuesto de trabajo donde sostuvimos  
que las sociologías especiales incorporadas en el plan  
de estudios logran la realización de un mayor número  
de trabajos finales que aquellos campos disciplinares  
no instituidos como sociologías especiales, como en el  
caso de la sociología del trabajo.  
Por otra parte, este trabajo, como aproximación a la  
dinámica de la producción intelectual de la sociología  
del trabajo tiene limitaciones en cuanto a la definición  
consistente de los criterios seleccionados para ubicar los  
trabajos finales de grado en las subdisciplinas indica-  
das, en tanto no logramos el acceso al trabajo comple-  
to de cada tesis que clasificamos, lo que instituiría una  
apreciación concluyente. Sin embargo, insistimos en el  
cual esta aproximación es valiosa para incentivar y pro-  
fundizar estudios en esta línea a fin de completar bases  
de datos existentes y en la que se integren de forma con-  
sistente los temas y líneas de investigación de proyectos  
(investigación y extensión) como observamos de forma  
parcial en el ámbito del IISE y el GEIS; temáticas relacio-  
nadas a la sociología del trabajo de becas de estudiantes  
y egresados junto a las vinculaciones institucionales a  
nivel sindical, empresarial y gubernamental desde ca-  
rrera, gabinetes, institutos y facultad.  
Sin embargo, dicho supuesto se cumplió parcialmen-  
te por dos motivos. El primero, es que la sociología del  
trabajo se posicionó como la segunda más popular en  
el registro histórico de temas de tesis, presentando un  
protagonismo inusitado y, en segundo lugar, a pesar  
de encontrar entre las posiciones 1 y 3 a las sociologías  
especiales con temas recurrentes entre educación y  
salud, referidos a la sociología de la educación y de la  
salud respectivamente; no ocurrió lo mismo con otras  
especiales como sociología urbana.  
Las razones detrás de esta parcialidad nos llevaron a  
explorar otros elementos de rigor que nos permitieran  
explicar el aumento de tesis vinculadas a la sociología  
del trabajo. Para ello, elaboramos un registro prelimi-  
nar de proyectos de investigación del IISE y el GEIS,  
así como de propuestas especiales desarrolladas por  
algunas cátedras de la carrera en esta área temática y  
los resultados de trabajos colaborativos en red duran-  
te los últimos diez años. A partir de este análisis, con-  
cluimos que el fortalecimiento de las tesis sobre esta  
temática se vincula, al menos de manera parcial, con  
el incremento de actividades en proyectos de investi-  
gación, la oferta de seminarios electivos en la forma-  
ción de grado y la consolidación de la participación en  
diversos eventos científicos, sin embargo, es necesario  
profundizar esta aproximación.  
Como examinamos al inicio, sociología del trabajo ha  
sido protagonista de los debates que, desde los años  
60, dieron prioridad al desarrollo como eje central de  
las ciencias sociales en América Latina. A lo largo de las  
décadas, este campo se ha nutrido de un pensamiento  
crítico y autónomo que le ha permitido abordar proble-  
máticas complejas como la precariedad laboral, el mer-  
cado de trabajo y la distribución del ingreso, así como  
explorar temas emergentes como el trabajo autogestivo,  
la economía popular y la relación entre trabajo, género y  
cuidados. La consolidación institucional de este campo  
en asociaciones, grupos de trabajo y programas acadé-  
micos refleja su vitalidad y relevancia como desde hace  
tiempo se refleja en la sociología del trabajo en San Juan.  
Bibliografía  
La sociología del trabajo es parte constitutiva de la  
identidad de la carrera de sociología, ello queda de-  
mostrado por su numerosa participación en trabajos  
finales a lo largo de la historia de la sociología local. A  
pesar de su relevancia no fue nunca instituida en nin-  
gún plan de estudios y con los años ha demostrado su  
adaptabilidad temática y auspiciosa articulación con  
diversos temas del ámbito sociológico.  
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ciembre.  
Consideramos que su institucionalización es necesaria  
ya que permitiría acelerar los procesos de autonomi-  
Favieri, Valenzuela, Giménez  
La sociología del trabajo en San Juan, Argentina 1971-2024 | 12 - 30  
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30  
ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Pensar la Sociología desde la  
Participación: el aporte de la  
cátedra Taller de Enfoques  
Participativos  
Sociology from Participatory Perspective: The  
Contribution of the Participatory Approaches  
Workshop Course  
Aníbal Armando Álvarez  
Luciana Belén Pérez  
Javier Marsiglia Cicalese  
31  
ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
RESUMEN  
La cátedra Taller de Enfoques Participativos comenzó a implementarse en  
el 2019, a partir de su inclusión en el plan de estudios 2018 de las carreras  
Licenciatura y Profesorado en Sociología, de la Facultad de Ciencias Socia-  
les, de la Universidad Nacional de San Juan.  
Se presenta como una propuesta innovadora, que no contaba con antece-  
dentes en planes anteriores de la carrera en la provincia y en el país.  
Los objetivos del taller refieren a la posibilidad de que los alumnos y alum-  
nas integren los fundamentos epistemológicos, teóricos y metodológicos  
de los enfoques participativos de investigación – acción. Así como también,  
logren adquirir entrenamiento en el trabajo con grupos, organizaciones y  
comunidades en la aplicación y manejo de técnicas participativas.  
Para la creación de esta asignatura hubo un esfuerzo inicial para diseñar  
los contenidos teórico-metodológicos, el repertorio de técnicas y dinámi-  
cas participativas y las actividades en terreno que iban a ser parte del pro-  
grama de la asignatura.  
El Taller de Enfoques Participativos, (en adelante TEP), conforma el Área de  
Planificación y Políticas Públicas, desde una propuesta novedosa, respecto a  
las incumbencias tradicionales de un saber experto que trasciende el campo  
disciplinar. Sin embargo, los procesos participativos son parte importante de  
las propuestas internacionales para resolver problemas complejos.  
ABSTRACT  
e chair of Participatory Approaches Workshop began to be implemented  
in the year 2019, following its inclusion in the 2018 curriculum for Sociology  
undergraduate and teaching degrees at the Facultad de Ciencias Sociales of the  
Universidad Nacional de San Juan.  
Aníbal Armando Álvarez  
(FACSO-UNSJ)  
anibalvarez24@gmail.com  
-
Luciana Belén Pérez  
(FACSO-UNSJ)  
It is presented as an innovative proposal which did not count with precedents in  
previous study plans for the career neither in the province nor in the country.  
lucianabelenperez@gmail.com  
-
e objectives of the Workshop refer to the possibility of students integrating the  
epistemological, theoretical and methodological fundamentals of participatory  
research-action approaches. In the same way, this course aims to enable students to  
accomplish the acquisition of training as regards work with groups, organizations  
and communities in the application and management of participatory techniques.  
Javier Marsiglia Cicalese  
(FACSO-UNSJ)  
javier.marsiglia@gmail.com  
-
For the creation of this course, there was an initial effort to design the theoretical-  
methodological contents, the repertoire of participatory techniques and dynamics  
and the field activities that were going to be part of the course program.  
Palabras claves: participación,  
sociología, investigación e  
intervención participativa.  
e Participatory Approaches Workshop is part of the Planning and Public  
Policies Area with a pioneering proposal that transcends traditional expert  
knowledge. However, participatory processes are a crucial part of the  
international initiatives to solve complex problems.  
Key words: participation, Sociology,  
research and collaborative  
intervention.  
Álvarez, Pérez, Marsiglia  
Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... | 31 - 47  
32  
ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Introducción  
la convivencia de diferentes enfoques y niveles que han  
ido acompañando dicho proceso.  
La terminología vinculada a la participación surge con  
relativa fuerza en el lenguaje del desarrollo durante la  
década de los años sesenta del siglo pasado, referida  
fundamentalmente a las preocupaciones de los países;  
organismos de Naciones Unidas, ONG de diferente  
tipo, para involucrar más activamente a la población  
en el diseño, formulación e implementación de los pro-  
yectos de desarrollo. La mayoría de estos actores plan-  
tean, por diferentes razones (algunas contradictorias  
entre sí) que era importante cambiar las estrategias  
tradicionales de diseño y ejecución de los proyectos  
caracterizadas por ser verticales, ceñidos por una ló-  
gica de arriba a abajo, por lo cual habría que pensar y  
aplicar otras modalidades de interacción más horizon-  
tales. De esta manera poner en el centro las demandas,  
expectativas, capacidades y competencias de las per-  
sonas, los grupos organizados y las comunidades para  
ser sujetos de su propio desarrollo.  
Por lo tanto, a la hora de hablar de participación y de  
formular nuestras estrategias y programas académi-  
cos en el ámbito de las ciencias sociales y en particular  
en la sociología, es importante tener en cuenta nuestra  
concepción del desarrollo, de la democracia y el papel  
de los diferentes actores en su construcción. Analizar  
la participación en su contexto, sin perder de vista que  
la inclusión de las personas en las estrategias de parti-  
cipación social, va a estar determinada por una expe-  
riencia histórica y patrones culturales determinados,  
los cuales definirán las potencialidades y restricciones  
para que esos diferentes actores puedan operar en ese  
escenario participativo.  
La participación como categoría ha sido definida como  
producto, pero también como proceso, es en sí misma  
una variable que puede ser analizada como depen-  
diente o como variable aleatoria. Es un fenómeno que  
puede ser intencionalmente potenciado según los ob-  
jetivos que se persiguen, o directamente diezmado por  
ciertos sectores de la sociedad.  
Lo anterior tiene que ver también con la preocupación  
más reciente por la deriva del régimen democrático.  
Estamos asistiendo a comportamientos ciudadanos  
que nos hablan de un crecimiento de la desconfianza  
en las instituciones, a las que se siente progresivamen-  
te desvinculadas de los problemas cotidianos de la  
gente, con su consiguiente alejamiento de los asuntos  
públicos.  
La participación social ha sido y sigue siendo objeto de  
los más variados abordajes en las ciencias sociales en  
el ámbito nacional e internacional. En su mayoría, los  
estudios sobre el tema centran sus esfuerzos en expli-  
car las características de la participación como proceso  
social y como mecanismo de poder. Con especial én-  
fasis, se identifican los factores condicionantes his-  
tórico-sociales, culturales, institucionales y políticos  
que la limitan o estimulan y que se expresan a partir  
de prácticas recurrentes, enmarcadas en la relación de  
los niveles micro-macro, objetivo-subjetivo, estructu-  
ra-acción, pautas culturales.  
La centralidad de la noción de participación radica en  
el involucramiento de la población a partir de los dere-  
chos ciudadanos desde las distintas instituciones que  
conforman la sociedad.  
Cuando la participación comunitaria es puesta en  
práctica, los miembros de la sociedad se involucran  
desde un papel activo y responsable en todas las etapas  
de los programas de desarrollo y políticas públicas que  
los afectan.  
La participación en tanto participación ciudadana es  
un elemento fundamental para fortalecer la democra-  
cia y el desarrollo. Al involucrarse en la toma de deci-  
siones públicas, los ciudadanos pueden asegurar que  
sus intereses sean representados y defendidos. Esto  
implica una relación bidireccional entre los ciudada-  
nos y las instituciones, donde se fomenta la transpa-  
rencia, la rendición de cuentas y la responsabilidad. La  
participación ciudadana también contribuye a la cons-  
trucción de una sociedad más justa y equitativa. Al in-  
volucrar a todos los sectores de la sociedad, se pueden  
abordar las desigualdades y exclusiones que afectan a  
determinados grupos. Además, la participación ciu-  
dadana permite la generación de conocimiento y expe-  
Es en este contexto que se ha planteado que la partici-  
pación de la ciudadanía es la que garantizaría, en últi-  
mo término, la defensa de sus intereses y consecuente-  
mente el control de los poderes públicos y la exigencia  
del cuidado de sus derechos y necesidades.  
El concepto de participación se ha ido configurando  
en el marco de un recorrido histórico complejo, rico en  
significados, que se va delineando en el tiempo en el  
mapa de las relaciones humanas y que implica, tanto  
en la producción académica como en la práctica social,  
Álvarez, Pérez, Marsiglia  
Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... | 31 - 47  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
riencia colectiva, lo que enriquece la toma de decisio-  
nes. Sin embargo, la participación ciudadana enfrenta  
desafíos y limitaciones. La desigualdad en el acceso a  
la educación, la información y los recursos puede limi-  
tar la capacidad de los ciudadanos para involucrarse  
en la toma de decisiones. Además, la falta de confianza  
en las instituciones y la percepción de corrupción pue-  
den desalentar la participación.  
itinerarios, por eso encontramos en la realidad diver-  
sas expresiones y ejemplos de participación, lo que re-  
fleja la dificultad para establecer un modelo único para  
su aplicación en los diferentes contextos.  
La participación es una forma de cooperar, de movili-  
zar, de construir alternativas. Etimológicamente, en-  
cuentra dos significados: ser parte de: lo que implica  
vinculación a algo y pertenencia a un grupo o colecti-  
vidad y tomar parte de (alguna acción), lo que connota  
libertad, creación y transformación.  
Para superar estos desafíos, es necesario promover  
una cultura de participación y transparencia. Las ins-  
tituciones deben ser accesibles y responsivas a las ne-  
cesidades de los ciudadanos. También es fundamental  
fortalecer la educación cívica y la conciencia ciudadana  
para fomentar una participación informada y activa.  
Implica un proceso de profundización democrática y  
de reparto del poder y de los procesos de toma de deci-  
siones. Es un modo de acción colectiva que arranca en  
una decisión individual y que tiene como consecuen-  
cia la construcción de la dimensión social y cívica de la  
persona y la transformación social junto con otros/as.  
Sintetizando, la participación ciudadana es un ele-  
mento clave para fortalecer la democracia y el desarro-  
llo. Es importante abordar los desafíos y limitaciones  
de la participación y promover una cultura de transpa-  
rencia y responsabilidad.  
Parte de la bibliografía aquí consultada, plantea mu-  
chos interrogantes acerca de la viabilidad de la parti-  
cipación: ¿qué es?, ¿quién la impulsa o promueve?, ¿qué  
condiciones se requieren para concretarla?, ¿cuáles son  
los pasos para asegurar la colaboración y la coopera-  
ción entre los actores?  
En líneas generales, el abordaje de la participación (en  
todas sus acepciones), en la Sociología no ha sido muy  
amplio a pesar de estar vinculada a muchos de los con-  
ceptos sociológicos fundamentales y constituir el proce-  
so generador y enriquecedor de las relaciones sociales.  
Dentro del campo de la Sociología existen diversas  
vertientes en debate, que abordan el tema de la parti-  
cipación social. Este concepto nace en Latinoamérica  
durante la década de 1960 – 1970 (más allá de algunas  
elaboraciones anteriores que pueden ubicarse en otros  
contextos) vinculados con la lucha por la transforma-  
ción de las estructuras del poder político e institucio-  
nal. Con el desplazamiento del Estado Benefactor y con  
el posterior avance de las políticas neoliberales sobre la  
región latinoamericana, la cuestión de la participación  
y las políticas públicas resurge para convertirse en un  
tema central en el desarrollo de estos países.  
En otras palabras, este artículo pretende proporcionar  
aquellas categorías, enfoques y abordajes de la partici-  
pación en las curriculas de las carreas Licenciatura en  
Sociología y Profesorado Superior en Sociología. Esto,  
desde una perspectiva integral que busca integrar ins-  
tancias prácticas y concretas en el territorio que junto  
al contenido teórico – metodológico dictado, formen  
con y en el aula el andamiaje central para una visión  
crítica y pragmática de la participación durante el tra-  
yecto de los y las alumnas que formen parte del TEP  
durante la cursada.  
En palabras de Rofman (2001), la participación cons-  
tituye una reformulación de la relación entre Estado  
y los ciudadanos, con la consecuente multiplicación y  
diversificación de los modos y formas de participar en  
sociedad, fundamentalmente en la creación de políti-  
cas públicas activas.  
Fundamentos de la propuesta académica  
en el marco de la formación en Ciencias  
Sociales.  
La participación es un proceso relacional que pone  
en diálogo personas, grupos, organizaciones, comu-  
nidades. Estos actores se sienten parte de un proyec-  
to, de actividades concretas, a través de las cuales se  
comparten estrategias, recursos, habilidades y buscan  
generar un cambio sobre una situación dada. En tanto  
que proceso, es algo abierto y se realiza bajo diferentes  
La transición del modelo de política social universalis-  
ta y homogeneizadora, propia de la sociedad salarial  
basada en el desarrollo industrial, al actual modelo de  
desarrollo globalizado sostenido sobre el crecimiento  
del sector terciario y generador de fuertes clivajes so-  
cioeconómicos puede ser comprendida, también en el  
Álvarez, Pérez, Marsiglia  
Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... | 31 - 47  
34  
ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
marco de la creciente complejización de la cuestión so-  
cial. Rofman (2001) indica: “De esta manera, aparecen  
en la escena pública nuevas cuestiones que nuclean en  
su entorno individuos y organizaciones que reclaman  
la intervención del Estado…” (p. 03).  
mente con el marco de surgimiento de nuevas formas  
de institucionalización de la participación, dado que  
son nuevas formas de organización social que impo-  
nen formas de participación diversas con fundamen-  
tos políticos, sociales y civiles.  
La diversificación de las problemáticas sociales y su  
consiguiente ampliación en el abanico de actores in-  
volucrados en la gestión de las políticas estatales,  
hace evidente la heterogeneidad social y territorial de  
la cuestión social y lleva a jerarquizar el espacio local  
como referencia para la gestión de los nuevos modos y  
formas de participación.  
La participación supone entonces, la ampliación de la  
ciudadanía de los sectores sociales empobrecidos, que  
encuentran de esta manera la posibilidad de hacer oír  
su voz en el proceso de gestión de políticas públicas.  
Supone la ampliación y profundización de la democra-  
cia, la participación de nuevos actores sociales no esta-  
tales asegura una mayor transparencia y eficacia en el  
accionar público, permitiendo una gestión concertada  
en el desarrollo de una nueva institucionalidad local.  
(Rofman, 2001).  
Es necesario, según Hopenhayn (2000), tener en cuenta  
que todos estos cambios alteran roles, hábitos y deseos,  
además de las formas de ejercicio ciudadano, ya que no  
se restringen a un conjunto de derechos y deberes con-  
sagrados constitucionalmente, sino que se expanden a  
prácticas cotidianas relacionadas con la interlocución a  
distancia. El uso de la información y participación para  
el logro de conquistas personales y/o grupales, la rede-  
finición del ciudadano y sus derechos, y el uso del espa-  
cio mediático para devenir actor frente a otros actores,  
necesitan hoy de una mirada más analítica y detenida.  
El hecho de que los representantes de la sociedad civil  
se encuentran participando en nuevas formas de or-  
ganización en el entramado social, significa una am-  
pliación del funcionamiento de la democracia, exten-  
diéndola más allá de los mecanismos establecidos por  
las instituciones representativas propias del sistema  
democrático. Sostenido principalmente por los movi-  
mientos sociales y organizaciones de base que se han  
conformado sobre redes territoriales.  
El marco institucional se ha visto, de esta manera, am-  
pliado a la incorporación de nuevos actores y la cues-  
tión de la participación social en la formación e imple-  
mentación de políticas, que ocupa hoy un lugar central  
en la planificación y en el análisis de la acción social de  
estas demandas.  
En palabras de Di Marco (2006), la participación en  
diversos sectores crea una acumulación de efectos  
positivos en el avance hacia una sociedad más demo-  
crática. En este sentido, los procesos participativos y  
la democratización, entendidas como variables, son  
mutuamente interdependientes. Las relaciones so-  
ciales susceptibles de ser democratizadas no solo son  
las que median entre el Estado y la sociedad civil, sino  
también aquellas que se establecen al interior de todo  
tipo de organizaciones: escuelas, organizaciones de la  
sociedad civil, clubes deportivos, centro de investiga-  
ción, así como también en sus instituciones: educa-  
ción, salud, tecnología, cultura, política.  
En relación a esto, Hopenhayn (2000), indica que  
emergen movimientos sociales, que encarnan nuevas  
formas de reclamar por los derechos y por su posibili-  
dad de ejercerlos. Sintomáticamente, los movimientos  
sociales protagonizados por grupos que no acceden al  
poder del Estado, ni se sienten representados por el  
sistema político, tienen mayor eco en el espacio público  
cuanto más se vinculan con el tema de la ciudadanía y  
sus formas de participar.  
La adopción de formatos participativos para la gestión  
de las nuevas formas de organización implica revalori-  
zar recursos y las articulaciones que tienen lugar en el  
ámbito local, puesto que son los actores sociales impli-  
cados los que necesariamente poseen un fuerte arraigo  
en el territorio. (Rofman, 2001). Ello pone de manifies-  
to la importancia de la inserción local territorial que  
generalmente tienen las organizaciones, reconociendo  
y recuperando la dinámica territorial de trabajo que  
traen las organizaciones de base.  
La participación y la ampliación de los espacios de  
igualdad no se refieren solamente a la ciudadanía po-  
lítica ni a su canalización mediante los partidos políti-  
cos, sino que se extiende a las relaciones de género, de  
generaciones, a los diferentes modos de vivir la cultu-  
ra, el cuerpo y la sexualidad. (Di Marco, 2006).  
Este contexto de expansión de nuevas demandas so-  
ciales, complejas e innovadoras se relaciona directa-  
Álvarez, Pérez, Marsiglia  
Pensar la Sociología desde la Participación: el aporte de la cátedra Taller de Enfoques ... | 31 - 47  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
¿Qué es entonces la participación? Se concibe a la  
participación real como una herramienta de los  
sectores populares para transformar las desigualdades  
en la distribución de la riqueza nacional y plantear  
“quién y cómo distribuye” los bienes.  
a la calidad de las prácticas culturales dentro del eje  
consumo/producción, hilvanando diferenciaciones  
entre una calidad pasiva/consumista y otra activa/pro-  
ductiva. Esta autora involucra, además, las represen-  
taciones que los sectores populares elaboran respecto  
de sus propias prácticas de participación diferencian-  
do la participación real de la participación simbólica.  
Por su parte, María Teresa Sirvent (1999) posiciona su  
análisis de la participación social abordando la rela-  
ción entre estructura de poder institucional y los inte-  
reses objetivos de los grupos comprometidos.  
Participación Real y Participación  
Simbólica  
Coraggio (2004) se refiere a la acción de participar  
como:  
Sirvent (1994) adopta la concepción de participación  
como necesidad humana y, por ende, como un dere-  
cho, que muchas veces no es evidenciado como tal por  
las personas y los grupos. Valora la implicancia de la  
participación en el crecimiento individual y social en  
la capacidad para hacer cultura transformando las for-  
mas de convivencia y de relación social.  
“Tomar parte de algo o en algo. ¿En qué? En pro-  
cesos, en acciones, en decisiones colectivas. Por  
ejemplo, tomar parte en la producción, en el con-  
sumo, en las creencias generalizadas, en la infor-  
mación, en expresiones colectivas de ánimo, en la  
gestión, en la defensa...” (pp.33 – 34).  
Con el fin de analizar las prácticas de participación  
social, se emplean dentro de la propuesta curricular  
del TEP los conceptos de participación real y partici-  
pación simbólica. Los mismos poseen un alto grado de  
abstracción y han sido elaborados por la investigadora  
(1999) a partir de tres grandes dimensiones de análisis:  
quiénes participan, cómo participan (mecanismos de  
participación) y en qué ámbitos de la vida institucional  
participan (niveles de la toma de decisiones).  
Esta participación puede desenvolverse de forma pasi-  
va o activa, según las formas de relación y de integra-  
ción. Coraggio (2004), refiriéndose a la participación  
de los sectores populares en las sociedades latinoame-  
ricanas, detecta una participación amplia, en la pro-  
ducción, en el consumo, pero cuya calidad yace en la  
pasividad, al encontrarse imbricada en mecanismos  
de mercantilización de las relaciones sociales:  
“Son muchos y participan mucho pero en una cali-  
dad pasiva, son básicamente excluidos de los diá-  
logos sociales fundamentales (…) Su participación  
en las decisiones y en la gestión es una participa-  
ción absolutamente subordinada (…) está básica-  
mente determinada por el mercado, por las rela-  
ciones mercantiles, que son el principal sistema de  
integración a la totalidad social; y por un sistema  
político que ha tendido cada vez más a mercantili-  
zarse, donde finalmente el voto mismo se convier-  
te en un recurso económico, como lo demuestran  
muy bien los sistemas clientelistas…” (pp. 34 – 35).  
En relación a quiénes participan, muchas veces sucede  
que se distribuye información, se reciben sugerencias,  
se trabaja en reuniones exhaustivas, pero el proceso  
de la toma de decisiones continúa concentrado en una  
minoría que selecciona la información y procesa las  
opiniones. Para completar este análisis, resulta nece-  
sario regresar a los aportes respecto a los criterios de  
participación ofrecidos por Rofman (2001). Esta autora  
distingue dos posibles actores generales susceptibles  
de participar: 1) las organizaciones (públicas, privadas,  
mixtas, de base, intermedias, etc.) y 2) los individuos o  
ciudadanos que en conjunto conforman el primer cri-  
terio de clasificación de la participación, es decir, los  
actores y sectores involucrados.  
Este autor, en definitiva, plantea la existencia inevita-  
ble de la participación en calidades diferenciales y en  
tres niveles diferentes de acción. En su pensamiento  
apunta a la lucha por el sentido de la participación po-  
pular, entre una participación pasiva y una participa-  
ción activa que permita revolucionar la vida cotidiana.  
Según Rofman (2001) es importante la consideración  
de los actores de la sociedad civil, distinguiendo entre  
las instancias que agrupan preferentemente a organi-  
zaciones o grupos constituidos, de las que involucran a  
personas individuales en calidad de ciudadanos o des-  
tinatarios de las políticas.  
Esta categorización puede ser relacionada con la dis-  
tinción que ofrece María Teresa Sirvent (1999), respecto  
Álvarez, Pérez, Marsiglia  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
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Además de un enfoque de los actores considerados  
como agentes, esta perspectiva concibe como relevan-  
te el acceso en igualdad de condiciones a los derechos  
sociales, junto con la democracia interna de las institu-  
ciones sociales, ya que los derechos no pueden existir  
fuera de las organizaciones, de los valores y prácticas  
sociales. (Di Marco, 2006).  
territorial que Rofman (2001) identifica como el tercer  
criterio de participación, dado que las acciones desple-  
gadas por los actores no se realizan en el aire, la escala  
territorial indica que toda participación se sitúa en un  
lugar concreto. Se recupera y valoriza desde este punto  
de mira, lo espacial en su existencia como categoría.  
La participación no deja de lado el anclaje local que  
tiene lo participativo en un territorio. Ya que la par-  
ticipación y sus mecanismos estarán atravesados por  
esa construcción social y la relación que este entorno  
mantenga con otros niveles regionales, nacionales o  
internacionales.  
Investigar cómo se participa, significa identificar los  
mecanismos generados en la institución para asegurar  
la participación. En la esfera social, económica o cul-  
tural es infrecuente hallar mecanismos que posibiliten  
una expresión responsable, reflexiva y creativa por  
parte de la mayoría de los sujetos y grupos comprome-  
tidos. En este sentido, las grandes asambleas y votacio-  
nes, generalmente no reúnen las condiciones mínimas  
de manejo de información o de tiempo de reflexión  
como para permitir una participación real e incluso  
pueden funcionar como mecanismos de participación  
ilusoria o participación simbólica.  
Teniendo en cuenta que en la sociedad se hallan exten-  
didas las prácticas pasivas – consumistas, cuya parti-  
cipación es de carácter receptivo, se pretende desde la  
propuesta del TEP concentrar la atención en estas di-  
mensiones con el fin de analizar la calidad de las prác-  
ticas sociales vinculadas a la participación.  
Los conceptos de participación real y simbólica resul-  
tan útiles para identificar y diferenciar cada una en la  
realidad que posteriormente será observada por los y  
los alumnos del TEP. Permite como categoría analítica  
una primera aproximación que considera la dimensión  
territorial, actoral y de instancias participativas ante-  
riormente desarrolladas.  
Un punto importante a analizar consiste en indagar en  
las áreas o ámbitos de la vida institucional donde se per-  
mite la participación. En la mayoría de las situaciones, la  
participación acontece en la fase de implementación de  
un proyecto, rara vez se produce en las etapas de determi-  
nación de las decisiones políticas sobre los objetivos ins-  
titucionales, las estrategias generales y las evaluaciones.  
“…la participación real ocurre cuando los miem-  
bros de una institución o grupo a través de sus  
acciones ejercen poder en todos los procesos de la  
vida institucional: a) en la toma de decisiones de  
los diferentes niveles, tanto en la política general  
de la institución como en la determinación de me-  
tas, estrategias y alternativas específicas de ac-  
ción, b) en la implementación de las decisiones y c)  
en la evaluación permanente del funcionamiento  
institucional.  
Respecto a esto, Rofman (2001) propone distinguir las  
instancias de participación como otro de los criterios a  
tener en cuenta, dado que las instancias participativas,  
no necesariamente deben cristalizarse en organismos  
que viabilicen la intervención de los actores organiza-  
dos, sino que también cabe incluir en este universo de  
formas de participar a los mecanismos de la participa-  
ción ciudadana que permiten, incluir a los ciudadanos  
(vecinos no socios), en las decisiones públicas, aún sin  
estar estos organizados.  
La participación simbólica asume dos connota-  
ciones: una, el referirse a acciones a través de las  
cuales no se ejerce, o se ejerce en grado mínimo  
una influencia a nivel de la política y del funcio-  
namiento institucional y otra, el generar en los  
individuos y grupos comprometidos la ilusión de  
ejercer poder inexistente…” (Sirvent, 1984, p. 46).  
En función al ámbito en el que se participa cabe pre-  
guntar por la existencia de una participación activa de  
aquellos actores, que implique la toma de decisiones y  
de gestión en los niveles de planificación, ejecución y  
evaluación dentro de los proyectos de la biblioteca po-  
pular, lo que constituye una participación real o si por  
el contario, se efectúa una participación pasiva única-  
mente en la fase de ejecución de las decisiones refor-  
zando una participación simbólica.  
En esta ilusión del ejercicio del poder, se experimen-  
ta uno de los mecanismos inhibidores de las prácticas  
reales de participación, pues lo riesgoso de este modo  
de participar recae en su efecto de enmascaramiento  
de la situación de verticalismo y dominación. La par-  
Más allá del ámbito respecto a las tomas de decisiones  
en la organización, es importante destacar la escala  
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ticipación real se ejerce cuando los sectores involucra-  
dos concretamente actúan en el proceso de tomas de  
decisiones. Existen situaciones definidas como parti-  
cipativas que, no obstante, no modifican en absoluto la  
estructura monopólica del poder.  
mentación, con un nivel alto de participación, bajo  
un esquema de gestión asociada que les permite  
intervenir en decisiones respecto de las formas y  
condiciones de implementación de las acciones.  
Participación en el diseño de las decisiones:  
Por lo tanto, se considerará como situación de par-  
ticipación real, aquella donde los sectores populares  
constituyen los sujetos activos de la participación,  
mediante mecanismos genuinos que promuevan la re-  
flexión, el debate, y la formación ciudadana en torno  
a los niveles y temas a decidir, con un manejo conciso  
y amplio de la información, y que dichas decisiones  
se encuentren dirigidas hacia los tres niveles institu-  
cionales, de planificación, ejecución y evaluación de  
proyectos y actividades desarrolladas por las organi-  
zaciones sociales.  
los actores intervienen en la toma de decisiones  
respecto de las acciones, del establecimiento de  
las prioridades y de la asignación de los recursos,  
o participan en la formulación de proyectos con-  
cretos.  
Participación en el control y monitoreo: la in-  
tervención de los actores involucrados se concen-  
tra en el control y seguimiento de las acciones.  
Luego de este recorrido sobre las principales catego-  
rías que permiten definir desde distintas aristas la  
participación, es importante resaltar que la formación  
ciudadana multidimensional así como la participación  
social, en tanto categorías sociológicas, se basan en la  
perspectiva de ampliación de la ciudadanía, como el  
“derecho a tener derecho”, asumiendo, en palabras de  
Di Marco (2006), una conceptualización que conside-  
ra a la ciudadanía como una construcción histórica y  
social, que dependerá de la sinergia entre la participa-  
ción y la conciencia social.  
Mientras que las prácticas de participación simbólica  
serán aquellas donde un grupo reducido sea el encar-  
gado de tomar las decisiones, donde el uso de la infor-  
mación sea acotado y selectivo y los mecanismos repro-  
duzcan el autoritarismo en las decisiones. En aquellas  
situaciones donde exista una falta de discusión y que  
dentro de los niveles de participación la comunidad se  
vea involucrada en la implementación de actividades  
y proyectos, pero no en la determinación de los objeti-  
vos, estrategias y evaluación de las mismas.  
Algunos de estos cuestionamientos, además, son for-  
mulados en tono general sobre el “deber ser” de la par-  
ticipación, si es “políticamente correcta”, o acerca de su  
dimensión ética. La mayoría de las inquietudes, si bien  
son pertinentes, a veces dejan de lado otros aspectos  
igualmente importantes relacionados con el cómo se  
hace participación, sus métodos y técnicas; por lo que,  
se debe admitir también diferentes criterios y “zonas  
grises” a develar en cada situación concreta.  
Por último, se presenta a continuación una tipología  
de mecanismos institucionales de participación elabo-  
radas por Rofman (2001), que al momento de salir al  
territorio permitirá a los y las alumnas del TEP identi-  
ficar en cuáles se encuentran los grupos componentes  
de las organizaciones que se selecciones para su abor-  
daje. Esta tipología toma como referencia el ciclo de  
políticas en la que intervienen los actores organizados  
y los no organizados:  
La cuestión se hace más compleja porque existen re-  
sistencias desde distintos sectores a promover la par-  
ticipación, no solo por desconocimiento, sino porque  
su diseño e implementación exige adoptar estrategias,  
procedimientos y actitudes de relación interpersonal  
y grupal que rompen las distancias y la autoridad.  
Para otros, por el contrario, la aplicación de los méto-  
dos participativos constituye una oportunidad de co-  
municación y negociación entre los agentes externos,  
la población y las entidades locales. Existen también  
aquellos que mitifican los métodos participativos, con-  
siderándolos indispensables en las intervenciones con  
grupos de población en condición de pobreza y vulne-  
rabilidad, lo que no siempre es viable, dependiendo de  
Participación baja o nula: la única participa-  
ción habilitada consiste en la recepción de los be-  
neficios o logros obtenidos por el proyecto, política  
o decisión tomada.  
Participación en la ejecución de las acciones:  
los actores sociales toman parte en la fase de im-  
plementación de las acciones, pero con baja inten-  
sidad, es decir, intervienen solo en tantos ejecuto-  
res de actividades diseñadas previamente.  
Participación asociada en la implementación:  
los actores participan en el momento de la imple-  
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las características socio-económico-culturales de cada  
Desde una mirada sociológica de autores clásicos de la  
Sociología, la importancia de la participación se puede  
vincular con Marx cuando fundamenta el papel activo  
del ser humano en su propio desarrollo como una res-  
ponsabilidad para crear y preservar su propia existen-  
cia. Marx parte del reconocimiento de las capacidades  
que poseen los hombres y mujeres para la modificación  
de la naturaleza y de la sociedad a través de la partici-  
pación en el trabajo.  
población en su contexto específico.  
Hemos planteado a lo largo del texto que construir  
procesos participativos requiere instancias de nego-  
ciación entre diferentes actores para lograr ciertos  
consensos básicos para llevar adelante iniciativas y  
proyectos. Pero esto no siempre es posible. La realidad  
nos plantea permanentemente conflictos derivados de  
las relaciones de poder que existen en nuestras socie-  
dades y que reflejan la existencia de intereses contra-  
puestos y lógicas de acción que tienden a consolidar  
estructuras verticalistas y autoritarias que dificultan  
la cooperación.  
Tal como plantea Hernández Freeman (2014) en Marx  
se puede ver la necesidad de conocer y tomar en cuenta  
cómo los hombres y mujeres viven la experiencia co-  
lectiva, e introduce la posibilidad de ser parte de esa  
experiencia para el estudio de los fenómenos socia-  
les. La fusión de las acciones individuales se produce,  
según Marx, en un acto de cooperación capaz de en-  
gendrar una fuerza conjunta superior a la de los in-  
dividuos que la componen. Cabe señalar aquí, que la  
participación se vincula con varios conceptos básicos  
de la Sociología entre los que se deben tener en cuenta  
la práxis. La práxis como categoría central en Socio-  
logía se utiliza generalmente desde la perspectiva del  
marxismo y tiene su continuidad en los postulados de  
Antonio Gramsci, mismos que dan fundamento a la  
llamada filosofía de la práxis. La práxis, en palabras  
de Hernández Freeman (2014) hace referencia inevita-  
blemente a la práctica humana como punto de partida  
del pensamiento, que, aunque definida a veces como  
lo contrario a la teoría, esta es la unión dialéctica entre  
teoría y práctica.  
Esto es importante trabajarlo con los y las estudiantes  
del TEP para evitar una imagen idílica que plantee que  
la participación es siempre alcanzable. Tanto los con-  
tenidos teóricos aportados en el aula, como las activi-  
dades prácticas en terreno, apuntan a trasmitir que se  
trata de la construcción de procesos de diálogo entre  
actores no exentos de conflictos, que requieren un co-  
nocimiento de los distintos intereses en juego en las  
relaciones humanas y esto es generador de tensiones  
por visiones distintas que se oponen en el escenario, ya  
sea local, provincial o nacional.  
Ahora bien, esto no inhibe la actuación profesional  
desde las ciencias sociales, aportando por ejemplo des-  
de un rol de mediación o de facilitación para “gestionar  
las diferencias” en base a la construcción de iniciativas  
que puedan orientarse a proyectos colectivos, más allá  
de los intereses individuales o sectoriales. La partici-  
pación amplia (“real” en el sentido de Sirvent) puede  
ser un factor que ayude a la cooperación entre diferen-  
tes, los que pueden encontrar en la búsqueda del “bien  
común” un elemento catalizador que no elimina las di-  
ferencias, pero las pone a trabajar en común, en base a  
un proyecto superador que es evaluado como impor-  
tante por la diversidad de actores.  
Teniendo en cuenta la decimoprimera tesis sobre Feu-  
erbach en donde se plantea que “Los filósofos no han  
hecho más que interpretar de diversos modos el mun-  
do, pero de lo que se trata es de transformarlo” (Marx,  
1844). La teoría deberá necesariamente servir para  
transformar la realidad y no solo para poder explicar-  
la. Generalmente los marxistas suelen usar el término  
praxis para referirse a la acción política revolucionaria  
que permitirá transformar o cambiar el orden político,  
económico y social vigente.  
Veremos más adelante las actividades concretas en  
terreno, previstas en el marco pedagógico del taller.  
Estas ideas que acabamos de plantear, por lo menos  
en forma introductoria, se podrán apreciar por los y  
las estudiantes por ejemplo cuando salen al encuentro  
de organizaciones de la sociedad civil a nivel territo-  
rial que se relacionan con una municipalidad, o con  
las empresas del territorio y canalizan sus demandas  
y reivindicaciones en una dinámica donde aparecen  
avances, dificultades y tensiones que son parte del en-  
tramado de relaciones que se tejen en los territorios.  
En este punto la participación no puede ser compren-  
dida entonces solo desde los enfoques teóricos y me-  
todológicos, sino también desde los mismos procesos  
de acción que los agentes despliegan al momento de  
vincularse y pertenecer en y con otros. La vida en las  
sociedades organizadas estará atravesada por la par-  
ticipación constante de los individuos: si participar es  
“ser parte de” los sujetos son parte de una familia, de  
una religión, de una comunidad, de una organización,  
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TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
de un Estado en cualquiera de sus niveles: nacional,  
provincial y/o municipal, etc. En ese pertenecer la for-  
ma en que se ordenan las acciones serán siempre en re-  
lación al otro. La participación tiene un fuerte compo-  
nente de acción y transformación porque resulta ser el  
proceso sociológico por excelencia en el que las organi-  
zaciones se sustentan y permiten basar sus intenciones  
de cambio y transformación.  
Se suele señalar el origen de la investigación-acción  
en las investigaciones llevadas a cabo por el psicólogo  
norteamericano de origen alemán, Kurt Lewin en la  
década del 40. Para Lewin este tipo de investigación,  
es la emprendida por personas, grupos o comunidades  
que llevan a cabo una actividad colectiva de bien públi-  
co y que consiste en una práctica reflexiva social en la  
que interactúan la teoría y la práctica con miras a es-  
tablecer cambios en la situación estudiada (Lois 2017).  
La praxis será un concepto que se recuperará poste-  
riormente en los enfoques de Investigación – Acción  
e Investigación Acción Participativa como un eje rec-  
tor del Taller de Enfoques Participativos en el que se  
introducen los principales lineamientos que poste-  
riormente serán profundizados por otras áreas dis-  
ciplinares de las carreras Licenciatura y Profesorado  
en Sociología.  
Es posible caracterizar fundamentalmente a esta pers-  
pectiva a partir de su condición participativa –las per-  
sonas trabajan con la intención de mejorar sus propias  
prácticas-; tiene un doble propósito, de acción para  
cambiar una organización o institución, y de investi-  
gación para generar conocimiento y comprensión. En  
sí, es un proceso sistemático de aprendizaje, orientado  
a la praxis y a teorizar sobre la práctica.  
Por su parte, según Hernández Freeman (2014), el clá-  
sico de la sociología, Emile Durkheim considera im-  
prescindible la idea de que todo sujeto existe en tanto  
sujeto socializado, en una sociedad que está compues-  
ta por partes, pero donde el todo está muy por encima  
de las mismas partes que la componen. El “ser parte”  
de una sociedad como individuo se relaciona direc-  
tamente con diferentes niveles de participación. Para  
Durkheim, la visión organicista de la sociedad se vin-  
cula con la idea de que los individuos deben participar  
activamente en las instituciones socializadoras.  
Por su parte, el sociólogo colombiano Orlando Fals Bor-  
da, se dedica a desarrollar durante la década de 1960  
un programa de investigación que culmina con la co-  
rriente de pensamiento llamada investigación acción  
participativa (IAP) y que marca una explícita distancia  
con la línea de procedimiento de la investigación-ac-  
ción iniciada por Lewin, por tener otros propósitos y  
valores (Fals Borda, 1970).  
La IAP es un estilo o enfoque de la investigación social  
que procura la participación real de la población invo-  
lucrada en el proceso de objetivación de la realidad en  
estudio, con el triple objetivo de generar conocimiento  
colectivo sobre dicha realidad, de fortalecer la comuni-  
dad y de promover la modificación de las condiciones  
que afectan la vida cotidiana de los sectores populares.  
La Investigación Acción y la  
Investigación Acción Participativa como  
cimiento de la propuesta  
En América Latina en los años ’70; se plantea en las  
Ciencias Sociales una nueva forma de construcción de  
conocimiento sobre lo social: la investigación acción  
(I-A) y la investigación participativa (IAP). Estas pers-  
pectivas expusieron la posibilidad de producir conoci-  
miento desde la praxis política y ética, así como desde  
las diversas lógicas del saber al interior de los sectores  
populares. En este sentido, sostuvieron y sostienen  
que ante los escenarios de exclusión, desigualdad y  
opresión de grandes sectores de la sociedad es ineludi-  
ble el desarrollo de abordajes que promuevan la cons-  
trucción colectiva de conocimiento, la articulación en-  
tre conocimiento y acción, junto con el diálogo entre  
diversos saberes que planteen visiones poscoloniales  
y emancipadoras de lo social (Lander, 2000; Mignolo,  
2005; Sousa Santos, 2010; Walsh, 2010; en Lois 2017).  
Las prácticas de la IAP tienen en común el concebir a la  
investigación y la participación como momentos de un  
mismo proceso de producción de conocimiento, que se  
torna así práctica colectiva.  
Autores como Fals Borda, María Teresa Sirvent y To-  
más Villasante enfatizan que la investigación-acción  
representa un enfoque alternativo a la investigación  
social tradicional. La naturaleza práctica de la IA/ IAP,  
demuestra que sus resultados no sólo son de relevan-  
cia teórica para el avance del conocimiento en el campo  
social, sino que, ante todo conducen a mejoras prác-  
ticas durante y después del proceso de investigación.  
Estas perspectivas ponen sobre el tapete el rol de la  
Universidad, las formas de construcción del conoci-  
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miento social y su relación con las prácticas de actores  
sociales diversos. Esta mirada permite vislumbrar la  
relación existente entre conocimiento y poder.  
cación e intervención con diferentes actores desde  
un enfoque participativo.  
Objetivos de la asignatura de acuerdo al Plan de  
Es por ello que, en la actualidad existe un amplio con-  
senso a nivel nacional e internacional respecto de la  
importancia de la participación como contribución al  
fortalecimiento de la ciudadanía, la democracia y el  
ejercicio de las políticas públicas. También desde el  
punto de vista académico ha sido notoria en los últi-  
mos años la relevancia que se le ha dado a la temática,  
lo que se ha expresado por ejemplo en su inclusión en  
las tres funciones básicas de la vida universitaria (do-  
cencia, investigación y extensión), a través de diferen-  
tes modalidades de abordaje, como en nuestro caso,  
incorporándola como un enfoque prioritario en la for-  
mación de los y las alumnas de sociología.  
Estudios 2018  
Objetivos generales:  
La asignatura debe contribuir a que los alumnos y  
alumnas:  
Integre los fundamentos epistemológicos,  
teóricos y metodológicos de los enfoques partici-  
pativos de investigación-acción, a través del cono-  
cimiento de las principales corrientes  
Adquiera entrenamiento en el trabajo con  
grupos y manejo de técnicas participativas.  
En este sentido, consideramos que la incorporación del  
enfoque de la participación en el diseño curricular de  
las carreras de Licenciatura y Profesorado en Sociología  
contribuirá a que los y las alumnas de primer año de las  
respectivas carreras, incorporen en términos introduc-  
torios conceptos, metodologías y herramientas partici-  
pativas, conformando una plataforma inicial a profun-  
dizar a lo largo del desarrollo curricular y en particular  
en diálogo prioritario con las asignaturas que confor-  
man el Área de Planificación y Políticas Públicas.  
Objetivos especícos:  
Al finalizar el curso se espera haber contribuido a que  
los alumnos y alumnas:  
Incorporen el conocimiento y manejo de  
métodos y técnicas participativas de investiga-  
ción-acción y sus posibilidades de aplicación en  
diferentes campos del ejercicio profesional.  
A continuación, se transcriben los objetivos plantea-  
dos en la redacción del Plan de Estudios 2018 referi-  
dos a la asignatura y posteriormente se desarrollará  
en una breve síntesis aquellos aspectos centrales de  
la propuesta académica que se ha implementado en  
los cinco años que lleva de aplicación esta experiencia  
formativa:  
Adquieran el entrenamiento para organizar,  
conducir, apoyar y/o colaborar con el trabajo en  
grupos.  
El desarrollo de la propuesta académica  
diseñada por el equipo docente  
Desde los inicios de la implementación de la asignatura,  
el equipo docente estuvo integrado por un Profesor Titu-  
lar, una Profesora Adjunta y un Profesor Jefe de Trabajos  
Prácticos que se mantuvo durante los seis años de ejecu-  
ción de la experiencia desde el 2019 al 2024. Al tratarse  
de una asignatura de la cual prácticamente no había an-  
tecedentes en planes anteriores de la carrera en la pro-  
vincia, hubo un esfuerzo inicial importante para diseñar  
los contenidos teórico-metodológicos, el repertorio de  
técnicas y dinámicas participativas y las actividades en  
terreno que iban a ser parte del programa de la materia.  
Objetivos de las carreras, en relación con la  
asignatura  
Procurar que los y las alumnas adquieran com-  
petencias y habilidades para incorporar técnicas y  
herramientas participativas para realizar con or-  
ganismos públicos, entidades de la sociedad civil y  
organizaciones privadas de carácter empresarial.  
Objetivos del área de conocimiento en relación  
con la asignatura  
Todo ello se fue ajustando a medida que se avanzaba en  
el dictado en los sucesivos cuatrimestres, consideran-  
do las evaluaciones anuales que se realizaban tanto por  
parte de los y las alumnas como del equipo docente.  
Integrar por parte de los y las alumnas los  
conocimientos y capacidades para desarrollar es-  
trategias de comunicación, diagnóstico, planifi-  
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El dictado de la asignatura se organizó en base a tres  
unidades temáticas, cada una con sus respectivos con-  
tenidos, objetivos específicos y bibliografía de apoyo.  
La Investigación-Acción en sus vertientes eu-  
ropeas (Tomás Rodríguez Villasante-Madrid; Fun-  
dación Hegoa-Universidad del País Vasco, etc.).  
Se mencionará a continuación los contenidos básicos  
por unidad:  
Los enfoques de la educación popular (Paulo  
Freire y otros) como una modalidad de conoci-  
miento de la realidad e integración de la perspec-  
tiva de los sectores populares.  
Unidad Temática I: La intervención profesional y  
el trabajo participativo: principales enfoques teó-  
rico-metodológicos y su vinculación con el ciclo  
del proceso de planicación en ciencias sociales  
El paradigma de las redes y su aporte a las  
ciencias sociales: “el lenguaje de los vínculos”: una  
mirada desde las experiencias concretas de traba-  
jo en redes.  
Participación: surgimiento de la temática en  
la agenda de las ciencias sociales. Principales en-  
foques epistemológicos y teóricos.  
Introducción a las técnicas de observación y  
observación participante.  
Niveles de análisis, modalidades y desafíos de  
su aplicación en el campo de las ciencias sociales y  
en las políticas públicas.  
Unidad Temática III: Introducción al conocimien-  
to y manejo de las principales técnicas participa-  
tivas para el trabajo con individuos, grupos, orga-  
nizaciones y comunidades.  
Conceptualizando al actor social en su di-  
mensión individual y colectiva. Identificar tipos  
de actores y modalidades de intervención.  
Las técnicas participativas: ventajas y limita-  
ciones de su aplicación.  
El ciclo del proceso de planificación mirado  
en clave participativa.  
Técnicas de presentación, de animación so-  
cio-cultural, de análisis estructural de la realidad  
social, de aplicación en el ciclo del proceso de pla-  
nificación (diagnóstico, planificación y evaluación)  
y en el abordaje de las políticas públicas.  
La ética de la intervención y la participación  
con individuos, grupos y comunidades.  
Unidad Temática II: Introducción a las principa-  
les corrientes de la investigación-acción-partici-  
pativa (IAP), las redes y los actores como estrate-  
gia de abordaje de la realidad social.  
Selección de un repertorio de técnicas y di-  
námicas participativas para el trabajo con indivi-  
duos, grupos, organizaciones y comunidades y su  
experimentación en el aula.  
Diferentes aproximaciones de la realidad so-  
cial para incorporar la mirada de las ciencias so-  
ciales sobre la vida cotidiana.  
El rol del sociólogo (a) como facilitador (a) en  
la utilización de técnicas participativas: condicio-  
nes, limitaciones y desafíos para el cumplimiento  
de la función. (El abordaje de esta unidad es trans-  
versal y se desarrolla a lo largo del cuatrimestre).  
La realidad social vista desde el sujeto, las  
instituciones-organizaciones, la comunidad y la  
sociedad.  
Metodología de trabajo del TEP en base al Plan  
Finalidad, objetivos, enfoques y modalidades  
de Estudios 2018  
de la investigación-acción participativa: una visión  
panorámica de las diferentes corrientes europeas y  
latinoamericanas y su aplicación a la realidad y al  
proceso de formación en la carrera:  
Como se señala en el Plan de Estudios 2018: “el Ciclo de  
Formación General está conformado por un conjunto  
de asignaturas y talleres que recortan contenidos con-  
siderados básicos para la producción y apropiación de  
nuevos y futuros conocimientos, como así también  
para el desarrollo de capacidades y habilidades especí-  
ficas”. Uno de esos talleres es precisamente el que des-  
La Investigación-Acción-Participativa en su  
vertiente latinoamericana (Fals Borda y otros)  
Álvarez, Pérez, Marsiglia  
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cribimos en este documento y que forma parte del Área  
de Planificación y Políticas Públicas que es una de las  
seis áreas en las que está organizado dicho Plan.  
y grupos y entrenarse en tareas de animación y apoyo  
técnico-profesional en diversas actividades.  
Del punto de vista teórico-metodológico se aborda el  
campo de estudio, recorriendo en clave histórica el  
surgimiento del interés por los enfoques participati-  
vos, explorando los principales aportes surgidos en los  
últimos años. Estos se vinculan con diferentes corrien-  
tes que vienen de la investigación-acción, las variantes  
del poder-empoderamiento y las diversas visiones de  
participación.  
Para el Plan los talleres son: “espacios curriculares  
de construcción de conocimiento entre docentes y  
alumnos, de cursado obligatorio, considerados como  
ámbitos de desarrollo de competencias y habilidades.  
Pueden ser de despliegue cuatrimestral (14 semanas)  
o anual (28 semanas)”. En este caso se trata de un ta-  
ller de despliegue cuatrimestral ubicado en el segundo  
cuatrimestre del primer año de las carreras de Licen-  
ciatura en Sociología y Profesorado de Educación Su-  
perior en Sociología.  
Entrando en los métodos participativos, se plantean las  
diversas modalidades de involucramiento de la gente  
en las decisiones y en el ejercicio del poder. Estos cami-  
nos previamente estructurados que orientan el trabajo  
individual y en grupo, implican etapas ordenadas lógi-  
camente, algunas de las cuales requieren de sus propios  
procedimientos como cuando abordamos el ciclo del  
proceso de planificación. Los métodos participativos son  
múltiples y es posible visualizarlos en diferentes áreas de  
las políticas públicas, tanto a nivel del Estado como de  
la sociedad civil y admiten diferentes estrategias de in-  
tervención, según el contexto y los actores involucrados.  
La metodología del curso se basa en el tratamiento  
de algunos contenidos teórico-metodológicos que se  
combinan con el aprendizaje de técnicas y la realiza-  
ción de actividades prácticas en el aula y a nivel de te-  
rreno que le posibiliten a él y la estudiante posicionarse  
desde una actitud observadora y crítica de la realidad  
con una mirada que se apoya en los parámetros de las  
ciencias sociales. Estas últimas actividades están re-  
feridas a un primer abordaje de diferentes escenas so-  
ciales cotidianas, orientadas por una pauta de obser-  
vación que en algunos casos es aportada por el equipo  
docente y en otros casos construida por los propios  
alumnos y alumnas con la coordinación docente.  
Las técnicas participativas implican seguir pasos de-  
terminados con protocolos de ejecución que deben  
respetarse y cumplirse para asegurar logros; las técni-  
cas se aplican, entre otros, en los ámbitos de comuni-  
cación, animación socio-cultural, reflexión colectiva,  
decisiones grupales, liderazgo horizontal, intervencio-  
nes públicas y actividades combinadas.  
La dinámica de las sesiones del TEP incluye exposi-  
ciones docentes y de los alumnos y alumnas sobre los  
temas seleccionados en las unidades temáticas y su  
puesta en común y debate en el aula. Esto se comple-  
mentará con la realización de actividades prácticas de  
observación y su presentación y análisis en el marco  
del taller.  
Estas técnicas se traducen en instrumentos y dinámi-  
cas que son los dispositivos concretos que se aplican  
en el lugar de los hechos y están disponibles para ser  
utilizados por los diferentes actores y los facilitadores  
durante las acciones colaborativas. Estos instrumen-  
tos constituyen la “caja de herramientas” a utilizar en  
las diferentes instancias participativas que se promue-  
van y serán abordadas en el marco del taller a través de  
una selección para el proceso de formación. La fuente  
principal de las técnicas participativas surge de la lec-  
tura de los “Manuales de Técnicas Participativas para  
la Educación Popular Ilustradas” en sus tomos I, II y  
III de las ediciones de 1997, 1998 y 1999 por el Centro  
de Investigación y Desarrollo de la Educación de Chile.  
Además de la incorporación de las técnicas propuestas  
por Chahaybar y Kuri (2012) de su “Manual de Técnicas  
para el aprendizaje grupal. Grumos numerosos” del  
Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la  
Educación, de la Universidad Nacional de México.  
A su vez, estos debates permanentes son objeto de  
sistematización, mediante la revisión posterior de las  
conclusiones que tales discusiones generaron en los  
alumnos y alumnas. Estas conclusiones se ordenan en  
tres campos: a) teóricas, b) metodológicas, c) prácticas  
o instrumentales. Tal ordenamiento tiene por objeto  
comenzar a habituar a los alumnos y alumnas a discri-  
minar estos campos de conocimiento científico y a re-  
portar actividades realizadas en el proceso formativo.  
El TEP contribuye a fomentar el desarrollo de habili-  
dades sociales y la adquisición de herramientas prác-  
ticas para organizar, ejecutar y sistematizar procesos  
participativos que permitan a los y las alumnas ope-  
rar como facilitadores para el trabajo con individuos  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
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Este recorrido entre teoría y práctica, permite abor-  
dar los diferentes niveles y escalas de la participación,  
como así también la consideración de los principales  
elementos teóricos, metodológicos e instrumentales  
que importan encarar para incorporar una visión inte-  
gral de la temática que nos ocupa.  
La modalidad consta de presentaciones teóricas del  
equipo docente, para luego dar paso a discusiones en el  
aula. Adicionalmente los alumnos y alumnas realizan  
presentaciones orales sobre temáticas referentes a la  
participación que permitan enriquecer los contenidos  
tratados en las clases, a la vez que se constituye como  
una instancia para el desarrollo y fortalecimiento de  
habilidades “blandas”. En cada sesión se procura apli-  
car una técnica o dinámica grupal de acuerdo a la uni-  
dad temática que se esté abordando.  
Competencias provistas por la asignatura  
1. Los alumnos y alumnas integrarán en su for-  
mación enfoques y metodologías participativas  
que les permitirán facilitar procesos participativos  
con individuos, grupos y organizaciones y fomen-  
tar el aprendizaje colectivo.  
En relación a las técnicas o dinámicas participativas, el  
equipo docente del TEP ha elaborado fichas de técnicas  
participativas que son entregadas a los y las alumnas  
una vez concluida la actividad en el aula. Estas fichas  
contienen información precisa acerca de los pasos y  
condiciones de cada técnica participativa en lo que se  
procura detallar se encuentra: tipo de técnica, nombre  
de la técnica, objetivo, duración estimada en minutos,  
recursos, procedimientos, preguntas a las que respon-  
de y notas y conclusiones finales que los y las alumnas  
del TEP pueden anotar o ilustrar en un espacio en blan-  
co destinado para esto.  
2. Los alumnos y alumnas experimentan en tér-  
minos introductorios en el aula y a través de activi-  
dades prácticas el diseño y gestión de actividades  
participativas en relación al proceso de planifica-  
ción en el contexto social, considerando la siste-  
matización y evaluación de las mismas.  
3. Los alumnos y alumnas desarrollarán habi-  
lidades comunicacionales que les permitirán re-  
lacionarse en forma efectiva con los participantes  
del taller y con su entorno.  
También se apoya desde el equipo docente con guías de  
lectura y consignas específicas que permiten un mejor  
seguimiento por parte de los alumnos y alumnas del  
proceso de enseñanza-aprendizaje.  
Estrategias metodológicas de enseñanza–  
aprendizaje  
Finalmente se diseñan e implementan por lo menos  
dos actividades en terreno, de manera que los y las  
alumnas puedan poner en práctica lo aprendido e in-  
corporar gradualmente una mirada sociológica de la  
realidad social. A título de ejemplo se proponen dos  
ejercicios de observación participante que ha sido apli-  
cados en los diferentes cuatrimestres:  
Como marco general, el curso de carácter introduc-  
torio y bajo la modalidad de taller se basa en tres es-  
trategias de aprendizaje: i) Investigación- Acción-  
Participativa (IAP) dando énfasis a que los actores se  
transforman de objetos en sujetos protagonistas de la  
investigación, ii) Aprender-Haciendo, en donde el co-  
nocimiento se construye a partir de la experiencia pro-  
pia desarrollada en el aula, a través de la integración  
de conocimientos teóricos, aprendizaje y aplicación  
de técnicas y algunas actividades prácticas en terreno  
y iii) Observación participante y sistematización del  
proceso de enseñanza-aprendizaje, promoviendo que  
los alumnos y alumnas se involucren activamente en  
tareas o situaciones dentro del taller y fuera del aula.  
1. “Viaje en Colectivo” (dividir al grupo y viajar  
en colectivo por distintos barrios con pauta de  
observación preparada por el equipo docente). Se  
observa a los pasajeros y a la realidad externa du-  
rante el recorrido del colectivo. Esta actividad en  
los años de restricciones sanitarias fue sustituida  
por un trabajo de gabinete virtual en base a infor-  
mación secundaria geo referenciada que permitió  
realizar con los alumnos y alumnas una observa-  
ción y análisis básico de diferentes realidades del  
territorio sanjuanino.  
Las tres estrategias se complementan, pues permi-  
ten que el estudiante sea capaz de diseñar instancias  
participativas, además de generar compromiso y res-  
ponsabilidad respecto al impacto que el trabajo del es-  
tudiante puede tener en su proceso formativo y con la  
sociedad.  
2. “Visita al barrio” (dividir el grupo en dos; selec-  
cionar dos barrios con características socio-econó-  
micas, culturales y ambientales diferentes y reco-  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
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rrida con ayuda de pauta elaborada en trabajo de  
taller). En general, se realiza también una entrevista  
colectiva con una organización barrial representati-  
va de los intereses de los y las vecinos (as) con una  
pauta sencilla adecuada a alumnos y alumnas de  
primer año. Esta actividad final constituye la etapa  
integradora donde los y las alumnas deben lograr la  
convergencia entre los y las autoras leídas durante  
el cursado, la aplicación de las técnicas participati-  
vas, las observaciones participantes realizadas y la  
experiencia vivida en los territorios, con sus corres-  
pondientes organizaciones sociales.  
cando un desafío pedagógico para docentes y alum-  
nos, pero también siendo un quiebre en las acciones  
prácticas que pretendían tener una continuidad en los  
territorios.  
2022: Con la vuelta a la normalidad y sobre todo con el  
regreso a la presencialidad en los espacios, el TEP du-  
rante este año trabajo con la Cooperativa de Trabajo,  
Producción y Comercialización Boca del Tigre. Ubi-  
cada en el departamento San Martín en la localidad  
de Boca del Tigre, los alumnos y alumnas tuvieron la  
oportunidad de visitar las instalaciones de la organi-  
zación. Conocieron acerca de cómo la participación  
logró la conformación de una organización vecinal con  
un enfoque social, laboral y cultural como una coope-  
rativa de trabajo. Entrevistaron a miembros de la coo-  
perativa, registraron experiencias sobre la mediación,  
las reuniones, las asambleas y demás mecanismos de  
participación directa y real que la cooperativa fue apli-  
cando en sus inicios.  
La dinámica para el cumplimento de estas actividades  
finales ha sido siempre la misma: en un primer mo-  
mento desde el TEP se invitaba al aula a referentes de  
las organizaciones sociales a que pudieran contar y ex-  
presar el desarrollo de sus organizaciones, quedando  
abiertos a las preguntas y dudas que los y las alumnas  
pudieran hacer. El paso siguiente es, mediante una  
pauta de observación previamente proporcionada por  
el equipo docente, realizar la visita al territorio y las  
entrevistas necesarias a los participantes de las orga-  
nizaciones sociales. La temática central será siempre  
indagar cómo la participación tiene cuerpo y espacio  
en un territorio determinado y cuáles son las particu-  
laridades que se dan en él, para su fomento, limitacio-  
nes, potencialidades y desafíos.  
2023: En este año el TEP trabajo con la organización so-  
cial “Centro Barrial Vientos de Libertad” dependiente  
del Movimiento de Trabajadores Excluidos. Ubicado  
en el departamento Rivadavia. Este centro barrial se ha  
dedicado durante años a la atención de personas vícti-  
mas de adicciones que necesitan el apoyo y contención  
de profesionales. Los y las alumnas del TEP visitaron  
las instalaciones donde se encontraba el centro barrial  
pudiendo observar las instalaciones y la infraestruc-  
tura con la que contaban. Pudieron entrevistarse con  
la coordinadora y conocer sobre las necesidades y las  
demandas que tiene el centro barrial. El trabajo articu-  
lado con otros centros barriales en San Juan y la necesi-  
dad de trabajar con el Estado provincial y/o municipal  
de una manera más fluida.  
Se detallan a continuación las visitas realizadas desde  
el 2019 al 2024 en el marco del trabajo final del TEP que  
se realizan durante el mes de noviembre de los años:  
2019: se visitó la Unión Vecinal del Lote 24 en la locali-  
dad de La Bebida, departamento de Rivadavia. Duran-  
te esta salida se contó con el apoyo logístico de la Muni-  
cipalidad de Rivadavia que dispuso de una movilidad  
para el traslado ida y vuelta de los y las alumnas. Se  
entrevistaron vecinos y vecinas que estaban en la plena  
recuperación de la histórica sede de la Unión Vecinal.  
En este caso, el edificio de la misma estaba habitada  
por vecinos que no tenían casa propia. El proceso de  
participación observado estuvo enfocado en cómo los  
vecinos se organizaban y reorganizaban en la recupe-  
ración de la sede, pero también en la constitución de la  
Comisión Directiva, socios y vecinos.  
2024: Para este periodo el TEP trabajo de manera arti-  
culada con el Centro de Vinculación Universitaria de  
la Municipalidad de Rawson. Este centro proporcionó  
la información y logística necesaria para realizar la en  
territorios. Se eligió la localidad de Médano de Oro, en  
el departamento Rawson para que los y las alumnas  
lograran encontrarse, observar y entrevistar a miem-  
bros de distintas instituciones y organizaciones socia-  
les de aquella comunidad para interiorizarse acerca  
de sus orígenes, problemáticas y proyectos. El trabajo  
de campo consistió en la división del curso por grupos  
que abordaron las siguientes organizaciones: Centro  
Integrador Comunitario del Médano de Oro, Asocia-  
ción de Elaboradores de Vinos Artesanales, Unión Ve-  
cinal Médano de Oro, Jóvenes del Médano.  
2020 y 2021: En estos dos años consecutivos el contexto  
internacional marcaba la agenda de todas las organi-  
zaciones sociales ya que se transitó por la pandemia  
por Covid-19. En este sentido, el TEP tuvo que adecuar  
y readecuar su caja curricular a la virtualidad, impli-  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Algunas reflexiones en torno a las salidas de  
tiva debe ser definida como un proceso de interacción  
social dotado de sentido que, en su trayectoria histó-  
rica y ubicada en territorios determinados, crea, sus-  
tenta, construye y deconstruye las normas de acción y  
vida cotidiana de los sujetos organizados en grupos y  
comunidades.  
campo  
Pensar las salidas de campo como una instancia for-  
mativa es la clave para lograr el ensamble entre lo teó-  
rico y lo práctico. Tanto las observaciones como las ob-  
servaciones participantes, así como la aplicación de las  
técnicas participativas en el aula y el trabajo de campo  
que cumple la función de trabajo coloquio final inte-  
grador la cátedra, constituyen momentos de materia-  
lización y fortalecimiento de los contenidos vistos. En  
la experiencia de los distintos momentos en los que el  
TEP logra esa conexión con el territorio los y las alum-  
nas cursantes manifiestan haber comprendido “final-  
mente” lo que se estudia y lee en las teorías. Ese “baño  
de realidad” al que se enfrentan implica un salto cua-  
litativo en la comprensión y apropiación de los saberes  
en los y las alumnas. Si bien, durante el cursado y desa-  
rrollo de las diferentes materias que componen el plan  
de estudios de las carreras tendrán, con sus matices y  
similitudes, más salidas al campo y visitas al territo-  
rio, una primera experiencia en primer año marca un  
rumbo de claridad e interpretación diferente de lo que  
hace un sociólogo o socióloga en contacto con el otro,  
con el entorno, con las organizaciones y con los actores  
sociales.  
El estudio de todo fenómeno social, en especial aque-  
llos que tienen un fuerte componente participativo no  
puede estar apartado de las construcciones de signifi-  
caciones y valores culturales que identifican a los gru-  
pos humanos en el marco de sus prácticas y contextos  
cotidianos. Toda organización social deberá estar do-  
tada de mecanismos participativos que, más o menos  
democráticos fomenten la toma de decisiones hacia  
dentro y hacia afuera de la misma.  
No puede dejar de mencionarse que los procesos par-  
ticipativos que se abordan desde el TEP están enmar-  
cados en un nivel de análisis mucho más complejo y  
general como es el estudio del Estado en un sistema de  
democrático que implica otras concepciones de parti-  
cipación. Históricamente la relación entre sujeto – Es-  
tado se entendió como un proceso unidireccional en el  
que el Estado asigna una nacionalidad, un documento  
de identidad único, una residencia, un derecho cívico,  
etc. El Estado interviene principalmente en la asigna-  
ción de derechos civiles para el sujeto en una relación  
de asimetría donde el sujeto quedaba subsumido a las  
acciones verticalistas de un Estado que asigna momen-  
tos y lugares específicos de participación. Con el de-  
venir del tiempo, esta relación asimétrica entre sujeto  
– Estado empieza a ampliarse dando lugar a la concep-  
ción de ciudadano, este proceso se da de la mano del  
fortalecimiento de los derechos civiles, pero también  
de la inminente aparición de los derechos políticos en  
primera instancia y los derechos sociales en última.  
El sujeto ahora tiene el poder de organizarse con y en  
otros y conformar mecanismos de participación ciuda-  
dana y colectiva que se desprenden de la dependencia  
directa del Estado. Hay ahora un enfoque que define  
la relación como bidireccional, donde el Estado pasa a  
ser un actor más dentro de los sistemas actorales terri-  
toriales, pero no el menos importante. Sino que ahora  
permite otros mecanismos de poder que involucran las  
organizaciones sociales en todo su repertorio, con sus  
más variados objetivos, formas y complejidades orga-  
nizacionales.  
Consideraciones finales  
Desde momentos embrionarios, el TEP estuvo encau-  
zado hacia una búsqueda de superación de lógicas de  
estilo de pensamiento disyuntivo, reduccionista, com-  
partimentalizado. Es decir, se procuró un conocimien-  
to basado en la interdisciplina y en la praxis (unidad  
dialéctica de teoría y práctica) desde la iniciación de los  
alumnos y alumnas en las carreras de Licenciatura y  
Profesorado en Sociología.  
El TEP implica una propuesta técnica, metodológica y  
epistemológica innovadora basada en la complejidad  
de las problemáticas de la realidad social actual, con  
escalas de tiempo y espacio múltiples, y relativos a ac-  
tores sociales con diversidad de intereses. Es por ello  
que desde los enfoques de la participación se presen-  
tan procesos relacionales que ponen en diálogo perso-  
nas, grupos, organizaciones y comunidades en procu-  
ra de resoluciones conjuntas.  
Al presentar las principales corrientes que abordan la  
participación como tema de investigación y estudio, se  
considera que la misma en su carácter de acción colec-  
Como consideración final se extrae que la participación  
es un proceso que puede y debe ser observado siempre  
en relación al otro. Y ese otro ubicado en un tiempo y  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
espacio atravesado por coyunturas políticas y cultura-  
les que constituyen los territorios donde despliegan o  
no sus acciones participativas. La participación vista  
de este modo es plausible de ser objeto de investiga-  
ción, observable en sujetos activos e interpretada por  
diferentes enfoques teóricos – metodológicos.  
Di Marco, G (2006) Hacia una sociedad inclusiva: demo-  
cratización ciudadana y derechos humanos. Buenos  
Aires.  
Fals Borda, O. (1970). Ciencia propia y colonialismo inte-  
lectual. México, Nuestro Tiempo.  
Teniendo en cuenta que el estudio de la participación  
en la Sociología no ha sido muy amplio, a pesar de estar  
estrechamente vinculada a una diversidad de catego-  
rías sociológicas primordiales, desde la cátedra se la  
concibe como un proceso social y como mecanismo de  
poder. Es un modo de acción colectiva que arranca en  
una decisión individual y que tiene como consecuen-  
cia la construcción de la dimensión social y cívica de  
la persona y la transformación social junto con otros  
y otras.  
Hernández Freeman, L., (2014). Una mirada sociológica  
a la participación social. Estudios del Desarrollo So-  
cial: Cuba y América Latina, 2(3), 77-86.  
Hopenhayn, M (2000) Ciudadanía e igualdad social: la  
educación pendiente. Reflexión Política Vol. 2, N° 3  
– Universidad Autónoma de Bucaramanga, Buca-  
ramanga, Colombia.  
Lois, Ianina (2017): “La Investigación-Acción (I+A) y la  
Investigación Acción Participativa (IAP): un recorrido  
posible entre el conocimiento y la praxis”. Dossier dis-  
ponible en versión electrónica.  
Si bien, el camino recorrido no es extenso, se considera  
que en el marco de los sesenta años de trayectoria de la  
Sociología en la Provincia de San Juan, este espacio cu-  
rricular se constituye como una plataforma inicial que  
brindará las herramientas necesarias para el quehacer  
profesional de los futuros sociólogos y sociólogas que  
ingresen al campo profesional y laboral.  
Rofman, A (2001) Participación de la sociedad civil en po-  
líticas públicas: una tipología de mecanismos institucio-  
nales participativos. Salvador de Bahía, Brasil.  
Marx, K (1844) “Tesis sobre Feuerbach y Manuscritos econó-  
mico – filosóficos” Moscú, Editorial Progreso.  
Bibliografía  
Sirvent, M. T (1999) Cultura Popular y Participación So-  
cial. Una investigación en el Barrio de Mataderos (Bue-  
nos Aires) Buenos Aires, Argentina. Miño y Dávila  
Editores.  
Coraggio, J. L (2004) De la emergencia a la estrategia. Más  
allá del alivio de la pobreza. Buenos Aires. Editorial  
Palacio.  
Álvarez, Pérez, Marsiglia  
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TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
La perspectiva de género en la  
investigación y docencia de la  
Sociología sanjuanina: relato de  
experiencia.  
The gender perspective in sociological  
research and teaching in San Juan: an  
experience report.  
Victoria Galoviche  
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TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Resumen  
El presente artículo expone un recorrido sobre los principales hechos y mo-  
mentos que marcaron los inicios del trabajo sobre género en la Sociología  
de San Juan, específicamente en el marco de la Facultad de Ciencias Socia-  
les de la Universidad Nacional de San Juan.  
El camino andado por los primeros estudios de género y sus actores en jue-  
go en la provincia, será reconstruido gracias a los relatos de una entrevista  
aplicada en el mes de agosto de 2024 a una referente y pionera de dicha  
perspectiva en la Sociología sanjuanina, como es la Mg. Laura Ávila.  
Laura nos ofrece una narrativa autobiográfica, y en cada pasaje de su vida,  
se rescatan otras voces y actores que aportaron a la interesante tarea de  
abrir el camino al abordaje del género como temática emergente de estu-  
dio, tanto a nivel de investigación como docencia.  
A 60 años de creada la carrera de Sociología en la provincia de San Juan, es  
que resulta de gran interés y relevancia, recuperar los primeros pasos en el  
trabajo de la perspectiva de género; una sociología crítica y reflexiva, que  
entiende las demandas y las luchas sobre la desigualdad de género y las  
brechas creadas en este sentido, e intenta dar respuestas a estos fenómenos  
acuciantes.  
Abstract  
is article presents an overview of the main events and moments that  
marked the beginnings of work on gender in the Sociology of San Juan,  
specifically within the framework of the Faculty of Social Sciences of the  
National University of San Juan.  
e path taken by the first gender studies and its actors at play in the  
province will be reconstructed thanks to the stories of an interview  
conducted in the month of August 2024 with a reference and pioneer of  
this perspective in San Juan Sociology, such as the Mg. Laura Avila.  
Laura offers us an autobiographical narrative, and in each passage of her  
life, other voices and actors are rescued who contributed to the interesting  
task of opening the way to approaching gender as an emerging topic of  
study, both at the research and teaching levels.  
Victoria Galoviche  
FACSO UNSJ  
60 years after creating the Sociology degree in the province of San Juan,  
it is of great interest and relevance to recover the first steps in the work  
of the gender perspective; a critical and reflective sociology, which  
understands the demands and struggles over gender inequality and the  
gaps created in this sense, and tries to provide answers to these pressing  
phenomena.  
victoriagaloviche@gmail.com  
-
Palabras clave: Sociología en San  
Juan – Estudios de Género – Pioneras  
Keywords: Sociology in San Juan –  
Gender Studies – Pioneers  
Galoviche  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Introducción y breve presentación de  
Resulta interesante, el rescate de la voz de sus pro-  
tagonistas en primera persona, en un relato de ex-  
periencias y saberes que nos ayudan a comprender y  
recrear los caminos andados en relación a la temática  
de género en el marco de la Sociología, entendiendo a  
las prácticas discursivas como los modos y espacios a  
través de las cuales los/as agentes sociales elaboran na-  
rrativamente e incorporan biográficamente los aconte-  
cimientos y las experiencias de aprendizaje a lo largo  
de su vida (Murillo Arango, 2015).  
nuestra entrevistada  
Laura Fanny Ávila, es Socióloga por la Universidad Na-  
cional de San Juan, dedicada desde hace décadas a los  
estudios de género, forjando distintos proyectos de in-  
vestigación afines a dicha temática en el marco del Ga-  
binete de Estudios e Investigación en Sociología (GEIS)  
y del Instituto de Investigaciones Socio-económicas  
(IISE), pertenecientes a la Facultad de Ciencias Socia-  
les (FACSO). Asimismo, se ha dedicado a la docencia en  
el área de Teoría Sociológica de las carreras Licencia-  
tura y Profesorado en Sociología en la misma facultad  
–desde 1987 hasta su jubilación en el año 2023-.  
Asimismo, resulta impostergable, reconocer las voces  
de mujeres en la Sociología, desde una postura que  
comprende los siglos de ocultamiento de la labor so-  
ciológica femenina a nivel mundial, acaecido en pos de  
un ensalzamiento de las voces masculinas, heteronor-  
mativas, en consonancia con un academicismo que ha  
colocado el acento en el costado “valorado” de la dico-  
tomía sexo-genérica -el racional, distanciado de emo-  
ciones, masculino y en el mundo público-.  
Laura, posee formación en temáticas de género y dere-  
chos humanos; se ha desempeñado también como con-  
sultora y/o disertante en temáticas afines en la provincia  
y región. Ha acompañado a estudiantes, becarios/as y  
tesistas que comparten su deseo de trabajar con la pers-  
pectiva de género atravesando sus diferentes aristas.  
Nos acercamos a ella con el fin de conocer desde su  
propia voz, cómo fueron los inicios del tratamiento de  
la perspectiva de género en los estudios de la época,  
qué temáticas tuvieron interés desde el comienzo has-  
ta hoy, tanto para los equipos de investigación en Cien-  
cias Sociales, y cuáles en la Sociología específicamente.  
Además, indagar cuál ha sido el vínculo de los resulta-  
dos o hallazgos de dichos estudios y su transferencia  
en la docencia de la carrera Sociología en la provincia.  
Investigar y reflexionar desde el  
enfoque de género: primeros pasos en la  
sociología sanjuanina.  
Antes de comenzar, proponemos un breve repaso por  
la categoría “enfoque de género” o “perspectiva de gé-  
nero”.  
El enfoque de género tiene como fin, identificar y ana-  
lizar críticamente las particularidades contextuales  
vivenciadas por las personas de acuerdo con su géne-  
ro, entendido este como constructo social, que históri-  
camente ha sido asociado con el sexo. En este sentido,  
dicho enfoque puede asociarse al análisis de la diferen-  
ciación o desigualdad entre los géneros, cuáles son sus  
implicancias y consecuencias a nivel económico, po-  
lítico, psicológico, cultural y/o jurídico, identificando  
brechas y patrones de discriminación.  
Cabe recalcar, que este articulo no agota -ni pretende  
hacerlo-, los aportes testimoniales que pueden reco-  
brarse en torno a la temática. Pues en el transcurso de  
estos 60 años de Sociología sanjuanina, han sido varia-  
das las protagonistas que se acercaron a indagaciones  
que tenían a las mujeres como objeto de estudio, desde  
diversas líneas. Por ello, en este caso particular, se res-  
cata la voz de una de ellas, para dar paso más adelante  
y en otros momentos, a nuevas entrevistas con mujeres  
pioneras que nos ofrezcan sus miradas y reconstruc-  
ción oral.  
Por ello, el análisis comprende dimensiones que aluden  
tanto al trasfondo cultural de las relaciones de género  
como a su carácter político. Así, Pautassi (2011) expresa  
que “el “enfoque de género”, se instituye como un pris-  
ma que permite desentrañar aquellos aspectos que de  
otra manera permanecerían invisibles. No basta saber  
qué hacen y qué tienen las mujeres y los varones de un  
grupo social determinado, sino que resulta imprescin-  
dible comprender el significado de esta división, las  
formas en que culturalmente se legitima, las vivencias  
que produce y las identidades que construye” (p. 4).  
Para la elaboración entonces del texto que aquí se pre-  
senta, se llevó adelante una entrevista en profundidad,  
enmarcada en la metodología biográfica-narrativa.  
“La investigación biográfico-narrativa como una po-  
sibilidad que nos permite llegar al otro y recuperar su  
voz traducida en historias contadas de sucesos y pasa-  
jes de su vida” (Hernández Morales y otros, 2018, p. 2).  
Galoviche  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Si hablamos de la categoría enfoque de género en vín-  
culo con la ciencia o generación de conocimiento, la  
misma resulta útil al reconocer su carácter transversal,  
es decir, este lente o prisma sobre el cual nos acerca-  
mos a la realidad estudiada, puede estar presente tan-  
to en las tareas de investigación, como en la difusión,  
la extensión o la formación. Y transversaliza, desde el  
comienzo de una indagación sobre un problema de la  
realidad, hasta su posible implicación en una política  
pública, en tareas propias de la investigación, como en  
tareas de transferencia a la comunidad.  
Con posterioridad, la entrevistada rememora, una ac-  
tividad que marcaría también los inicios de los estudios  
de género, hablamos de la creación de una “Cátedra de  
la Mujer”, en el marco de la Facultad de Ciencias Socia-  
les (FACSO-UNSJ), en los años ´90. Dicha actividad,  
fue llevada adelante por docentes e investigadoras de  
diversas disciplinas de las ciencias sociales y humanas,  
se trataba de una cátedra libre dirigida a estudiantes  
universitarios, pero también al público interesado de  
sectores sociales comprendidos por la temática.  
“Una cátedra de la mujer donde había un grupo de  
profesionales: psicólogas, historiadoras, políticas,  
bien abierto, sociólogas, que se integran a esa cá-  
tedra y promocionan todos los temas de género, de  
igualdad, de violencia, de participación laboral, a  
nivel de cada cátedra y, más que nada, de difusión  
más que de formación” (comunicación personal  
Ávila, 2024).  
Resulta fundamental adquirir una perspectiva de gé-  
nero en el ejercicio profesional de la sociología, ya que  
estamos hablando de una disciplina que problematiza y  
reflexiona sobre las diversas subjetividades y las prácti-  
cas que los sujetos llevan a cabo, así como los mandatos  
o estereotipos sociales de género que rigen algunos dis-  
cursos o comportamientos. Adquirir una perspectiva de  
género implica, entonces, reconocer las especificidades  
y particularidades de cada identidad sexo-genérica en  
vinculación con temáticas de interés sociológico, y los  
derroteros que este vínculo determina.  
Si bien para la entrevistada, esta fue una de las acti-  
vidades que pudo visualizar y problematizar al géne-  
ro como tema en estudio, se comprende que previo a  
ello, ya existían variados trabajos en el feminismo de  
la provincia en vínculo con otros sectores sociales, par-  
tidos políticos, sindicatos, así como las organizaciones  
que trabajaban en los encuentros nacionales de muje-  
res. Laura recuerda que en dichos años se realiza el 1er  
Encuentro Nacional de Mujeres -en 1986-, el cual está  
muy relacionado con la apertura democrática y el reco-  
nocimiento del Movimiento de Madres y mujeres.  
Por otro lado, trabajar con tal perspectiva, nos posi-  
bilita emprender la búsqueda del reconocimiento, la  
lectura y reflexión sobre las voces de las mujeres en la  
ciencia, y en nuestra disciplina científica.  
Ahora bien, en este apartado recuperaremos, desde el  
relato de experiencias de Laura Ávila, la historia de la  
investigación de temáticas que abordan la construc-  
ción y relaciones de género en la sociología provincial.  
Volviendo a la FACSO, y a partir de la creación de la  
cátedra libre, se comienzan a abrir nuevas propues-  
tas de trabajo, en este caso en conjunto con la vecina  
provincia de Mendoza, con profesionales de temáticas  
afines de dicha provincia y la nuestra. Así, se hicieron  
jornadas de debate y capacitación en la temática de gé-  
nero. Además, recalcamos la creación de un Programa  
de Desarrollo de Estudios de las Mujeres (PRODEM),  
por parte de la socióloga sanjuanina María Cristina  
Wehbe.  
Podemos marcar un inicio en cuanto a problematiza-  
ciones sociológicas en relación a las mujeres y sus con-  
diciones de vida, con la preocupación de sociólogas de  
la provincia -como Alicia Vera y Sara Valenzuela–, que  
desde los años ‘80 emprenden el camino de analizar  
estadísticamente algunos factores socio-demográficos  
en relación a las mujeres sanjuaninas: fecundidad, re-  
producción, mercado de trabajo y trabajo doméstico.  
En este marco, destacamos el estudio llevado adelante  
por Valenzuela, denominado como “La actividad de las  
inactivas”, refiriendo a un cruce de datos censales y a la  
encuesta mundial de fecundidad.  
Por otro lado, Laura nos recuerda un hecho importante  
que nuclea a algunas académicas que deciden investi-  
gar desde la sociología al género; se trata de la Maestría  
en Metodología de la Investigación en la UNSJ. Laura  
comienza dicha maestría en el año 1993, y llegado el  
momento de culminar con su tesis decide -junto a su  
compañera de tesis Alicia Vera- realizar un trabajo fi-  
nal que refería a temáticas de género y su vínculo con  
el mundo laboral.  
Asimismo, hallamos antecedentes de algunas investiga-  
ciones que abordan al sujeto mujer en vinculación a la  
educación superior –acceso, permanencia, egreso-, por  
parte de sociólogas de la FACSO, como: Lucia Manchinelli,  
Cristina Negri, Silvia Montañez y Mercedes De Martini.  
Galoviche  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
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“Entonces trabajamos esa primera tesis de maes-  
tría que se llamó “Participación laboral femenina  
en el gran San Juan”, y abarcó una década de 1980  
al ´90. Y bueno, para mí fue un cambio cultural  
importantísimo, una cosa muy interesante y fue la  
primera vez que se hizo una investigación de corte  
sociológico, con datos estadísticos, con entrevis-  
tas semi estructuradas…” (comunicación personal  
Ávila, 2024).  
que exigen habilidades, capacidades y tiempos muy di-  
versos y distintivos; se trata de una doble presencia que  
ocasiona dificultades y perjuicios de importante signo  
en la vida de las mujeres.  
Laura enfatiza:  
“No ha cambiado mucho. En los primeros encuen-  
tros nacionales de mujeres, este tema estaba súper  
planteado, ¿no? Bueno el asunto era que eso era lo  
común, lo distintivo era cómo se arreglaban para  
articular lo público y lo privado cada uno de los  
sectores, los sectores populares recurrían a sus  
vínculos familiares siempre había una abuela que  
se hacía cargo de toda la contención, la atención,  
bueno habían arreglos familiares o vecinales, so-  
ciales. Y del otro lado, había posibilidades de mer-  
cado, una guardería, pagarle a una persona que  
cuide, esa era la diferencia” (comunicación perso-  
nal Ávila, 2024).  
Resulta interesante, destacar este trabajo pionero de la  
sociología del género en San Juan, ya que se pudieron  
concretar vastas entrevistas a mujeres de distintas cla-  
ses sociales y sectores: mujeres empresarias, mujeres  
cuentapropistas, mujeres migrantes, mujeres trabaja-  
doras, amas de casa, empleadas domésticas, obreras,  
etc.  
Además, esta investigación estuvo acompañada de da-  
tos estadísticos, datos estructurales sobre cómo se in-  
sertaba laboralmente la mujer en esa década, los cam-  
bios que iban sucediéndose en la PEA y en la no PEA, y  
fundamentalmente la relación entre trabajo doméstico  
y el extra doméstico.  
En el año 1996, Laura y otras investigadoras de temá-  
ticas educativas, comienzan a involucrarse en el Ins-  
tituto de Investigaciones Socioeconómicas (de ahora  
en más IISE) de la FACSO-UNSJ; con un proyecto que  
estudiaba la demanda laboral de profesionales de la  
universidad pública. Se indagaba cuál era la solicitud  
en cuanto a saberes profesionales; constatando que, en  
ese tiempo, lo demandado eran nuevas calificaciones y  
competencias que requería el cambio tecnológico.  
En suma, el aporte innovador, fue captar la subjetivi-  
dad de las mujeres:  
“¿Cómo hacían para articular el espacio público y el  
privado, si lo hacían con ayudas, si las ayudas eran  
de vínculos familiares o dentro del mercado ex-  
terno? Entonces era muy interesante…, y además  
segmentamos entre mujeres de sectores populares  
y mujeres de clase media. Lo común que apareció  
en todas las mujeres, es que nunca podían dejar de  
pensar lo doméstico en cualquiera de los espacios  
donde estuvieran” (comunicación personal Ávila,  
2024).  
“Por ese lado, nos metimos en qué requerían las  
grandes empresas y las pequeñas empresas, y  
dentro de las pequeñas empresas, como influía el  
tema de género. ¿Cómo era ese momento el tema  
de género?, invisibilizado el trabajo de la mujer, no  
existía en los emprendimientos pequeños” (comu-  
nicación personal Ávila, 2024).  
La vigencia de dicha temática es notable, desde ese pri-  
mer estudio, pasando por otros similares en otras par-  
tes de nuestro país, muestran que aun con el intenso  
ingreso de las mujeres al mundo laboral extra-domés-  
tico -aun en sus diferentes clases sociales, dedicacio-  
nes u oficios-, continúa la simultaneidad de tareas que  
conjugan el mundo público y el privado.  
Llegado el año 2000, se emprende un nuevo proyecto  
de investigación en el marco del IISE a cargo de la di-  
rección de Laura. Allí, la temática de interés fue la eco-  
nomía social de género y el desempeño de las mujeres  
en las actividades comunitarias para contener la crisis  
de esos años.  
Hablamos de un contexto de gran relevancia nacional;  
época de crisis económica, política y social, y frente a  
este escenario, el surgimiento de distintas medidas de  
carácter gubernamental, pero también comunitarias,  
para paliar esta depresión: Plan Jefes y Jefas de Hogar,  
comedores comunitarios, merenderos, granjas, coope-  
En este sentido, una conciliación trabajo-familia, que  
no promueva una reorganización familiar, lo único que  
ocasiona es una mayor presión sobre las espaldas de  
las mujeres. Es posible pensar más bien, en un vínculo  
complejo entre las cargas productivas y reproductivas,  
Galoviche  
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rativas, etc. En este escenario, surge la preocupación  
por vincular los trabajos académicos y la comunidad.  
estudio es fantástico. Tuvimos una gran difusión  
y promoción de ese estudio” (comunicación perso-  
nal Ávila, 2024).  
Se comienza a habar de “transferencia” en torno a los  
resultados de las investigaciones sociales y, en este  
caso de género. Así, el proyecto citado más arriba,  
tiende puentes entre estas organizaciones comunita-  
rias, las mujeres que allí ocupaban un rol preponde-  
rante y la Universidad.  
La investigación arriba mencionada, partió de la apli-  
cación de encuestas y entrevistas a varones y mujeres  
de distintas edades y grupos sociales. Se recupera para  
ello, un formulario y experiencia de estudios del uso  
del tiempo que ya se aplicaban en otros países como  
Italia o Cuba.  
“Nos trasladamos a los comedores comunitarios  
con esta idea de capacitar a las mujeres para un  
empleo productivo, para su reconocimiento social  
y cultural en la sociedad. Se profundizó ese víncu-  
lo. […] Granjas colectivas, los comedores, los ro-  
peros, las pequeñas industrias textiles; el tema de  
la construcción que pedían mujeres también, etc.”  
(comunicación personal Ávila, 2024).  
El fin de dicho estudio era poder dar cuenta del peso de  
trabajo medido en tiempo para las mujeres; probando  
así que las mujeres trabajaban en simultaneo más ho-  
ras y todo el día, respecto a los varones. Lo llamativo  
es la suma de segundos, minutos y horas que demues-  
tran un trabajo simultáneo por parte de las mujeres, es  
decir, mientras las mujeres preparaban la comida para  
sus hijos/as, a la vez disponían el lavarropas para el la-  
vado, y revisaban tareas de la escuela de los niños/as.  
Se trató de un proyecto sociológico, que abarcaba la  
idea de la transferencia de los conocimientos sobre gé-  
nero, y el análisis del posicionamiento de la mujer en la  
sociedad. De algún modo visibilizar su labor, y romper  
con la inferiorización en el mundo productivo.  
Los hallazgos fueron contundentes, y ello permitió la  
transferencia y difusión en medios de comunicación  
local y encuentros académicos.  
Los trabajos de investigación en dicho periodo, guar-  
dan relación con las demandas emergentes de temas o  
preocupaciones del momento socio-histórico, así mis-  
mo en los subsiguientes.  
“Fuimos al Congreso Internacional de Sociología  
con ese trabajo y fue éxito total. Y estuvimos en la  
Comisión con las personas que habían desarrolla-  
do esa línea teórica. Por otro lado, a partir de ese  
trabajo, nos conectamos con el Observatorio de  
Pobreza y Genero de Buenos Aires” (comunicación  
personal Ávila, 2024).  
Es notable esclarecer, que “las relaciones entre mujer,  
género y desarrollo, así como las políticas y sus en-  
cuentros y desencuentros para transformar la posición  
y condición de la mujer, se aprecian como partes del  
complejo proceso de conquista de los derechos de las  
mujeres, como derechos humanos” (León, 1996, p.2).  
Luego del trabajo descrito, dicho equipo lo replica en  
los años siguientes, pero en el contexto de mujeres ru-  
rales. Allí, las conclusiones giraron en torno al cambio  
en las mujeres en contexto rural, visualizando que ya  
no se dedicaban a hacer labores relacionadas con el  
campo y lo agrícola -como preparar salsas o dulces-.  
Hablamos de un contexto de liberalismo económico y  
un plan de convertibilidad, que desaloja o desalienta  
dichas actividades rurales o domésticas.  
Seguidamente, Laura nos recuerda que, desde allí, co-  
mienzan a acercarse estudiantes de Sociología a dicho  
equipo, comenzando así la formación de alumnos/as  
y becarios/as, intentando canalizar estas preocupa-  
ciones sobre las relaciones desiguales de género y sus  
posibles análisis.  
“Había emprendimientos o había diferimientos  
impositivos importantísimos y muchas mujeres  
trabajaban ahí, bueno había habido un cambio  
muy grande. También, las mujeres rurales iban al  
SUM, hacían ejercicio físico, hacían otras cosas”  
(comunicación personal Ávila, 2024).  
Siguiendo el hilo de proyectos de investigación, se lleva  
adelante un nuevo trabajo sobre las “mujeres y el uso  
del tiempo” en el año 2006.  
“Y “el uso del tiempo” nos posicionó en un trabajo  
que para mí ha sido muy rico, hicimos como ciento  
cincuenta entrevistas a distintas mujeres, midien-  
do como se distribuía el tiempo cotidiano. […] Ese  
A partir de este estudio, se muestra cómo se lleva ade-  
lante el uso del tiempo para estas mujeres. En este  
Galoviche  
La perspectiva de género en la investigación y docencia de la Sociología sanjuanina... | 48 - 58  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
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escenario, las mujeres seguían siendo las que más tra-  
bajaban, además de estar sometidas a situaciones de  
mayor violencia y mayor discriminación.  
En el marco de tal estudio, se desarrollaron entrevis-  
tas a personal clave en dichas instituciones, con el fin  
de observar qué conocimientos mantenían respecto  
al tema de violencia de género y cómo gestionaban los  
aparatos a su disposición -jurídicos o administrati-  
vos-, para garantizar la no violencia.  
Desde 2010 en adelante, comienza lo que Laura de-  
nomina “un semillero de estudios de género”, se trata  
de la creación de nuevos proyectos de investigación,  
de profesionales jóvenes y estudiantes que empiezan  
a trabajar este tema en todas las facultades, de modo  
progresivo desde sociales hasta en ingeniería. En el  
marco específico de la Sociología en San Juan, se con-  
solida la creación de un “Espacio de Sociología Femi-  
nista” en el año 2018, que articula con docentes y es-  
tudiantes de dicha carrera en tareas de investigación  
sobre la realidad local y el enfoque feminista.  
Las conclusiones de la investigación culminaron en la  
elaboración y publicación en el año 2014, de un libro  
denominado ““Algo habrán hecho” Una mirada crítica  
de la violencia de género en San Juan”. Este título, fue  
dado porque en el desarrollo del estudio, la socióloga  
pudo constatar que los/as agentes del Estado mante-  
nían la consigna sobre que, en los casos de violencia de  
género, “la culpable es la víctima”, “algo habrá hecho”  
... Es decir, se erige sobre las mujeres un halo de sospe-  
cha; esa sospecha a su vez se reproduce en institucio-  
nes de relevancia social, como la escuela, el sistema de  
salud, la policía, etc.  
Asimismo, puede advertirse durante esos años, el in-  
cremento en estudios de género abordados en las Tesis  
de Grado para la finalización de los estudios en la Li-  
cenciatura en Sociología (FACSO-UNSJ). Las reflexio-  
nes sobre género han ido acompañando también las  
luchas y demandas sociales por mejoras en las relacio-  
nes de género en estos trabajos, tratando tópicos como:  
salud sexual y reproductiva y su vínculo con el género,  
maternidades, aborto, la presencia de las mujeres en  
las políticas públicas, diversidad de género, experien-  
cias locales de mujeres en diferentes rubros económi-  
cos, entre otros.  
Es importante destacar que, en esa época, los aconteci-  
mientos de femicidios y su número creciente en el país,  
llevan a una necesidad de lucha feminista y moviliza-  
ción, que culmina en la realización del primer “Ni una  
menos”, el 03 de junio de 2015. A partir de allí, fue dán-  
dose a conocer que el Estado como garante de derechos  
y cuidados a los grupos vulnerables -en este caso las  
mujeres-, no estaba dando las respuestas necesarias.  
En este contexto, también se advierten indagaciones  
sobre estos temas en los estudios de posgrado de egre-  
sados/as y profesionales de la Sociología sanjuanina,  
en relación a: las leyes que amparan derechos sexuales  
y (no) reproductivos, masculinidades, identidad de gé-  
nero, trabajo sexual, entre otros.  
“En esa época, 2011, esa etapa se rompe por la can-  
tidad de femicidios que hay en toda esa etapa y  
termina con el primer “Ni una menos”, donde todo  
el mundo ya sabe que el Estado no funciona, la  
marcha se hace contra el Estado y bueno, qué pasa  
que no se cumplen las leyes…, no se garantiza el  
cuidado de las mujeres…, todo eso” (comunicación  
personal Ávila, 2024).  
Volviendo al ámbito específico del equipo pionero -lu-  
gar de trabajo de la entrevistada-, y llegado el 2011, se  
puede señalar el comienzo de un nuevo proyecto de  
investigación. Dicho equipo compuesto por sociólogas  
y otro/as colegas de las Ciencias Sociales, emprende el  
desafío de analizar la temática de violencia de género:  
En un periodo posterior, Laura y su equipo emprende  
otro análisis referido también al Estado y la ciudada-  
nía, denominado “Ciudadanía, derecho y género”. En  
este caso, se estudiaba si las mujeres tenían acceso a  
la justicia o no, se hablaba de justicia en el sentido de  
derechos. Resultaba interesante aquí, observar si las  
mujeres conllevaban el carácter de ciudadanas y de  
qué tipo en nuestra sociedad local.  
“y por primera vez nos fuimos de la economía, de  
lo domestico a estudiar el Estado, cosa vedada  
para los sociólogos, generalmente los sociólogos  
no estudiamos el Estado, lo estudian los politólo-  
gos, entonces ahí estudiamos al Poder Judicial, al  
ministerio, a la escuela pública, a los sectores de  
salud, a la policía” (comunicación personal Ávila,  
2024).  
La culminación del tal proyecto, se vio plasmado en  
otro libro de su autoría, llamado “¿Ciudadanía para  
quienes? De los pactos sexuales al activismo de las mu-  
jeres y la diversidad sexual en San Juan”, publicado en  
el año 2018.  
Galoviche  
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Por último, Laura nos recuerda su proyecto final de  
investigación, donde ella tiene participación hasta su  
jubilación en diciembre de 2023. La temática allí es: las  
maternidades y los diversos estilos que existen en vín-  
culo con la diversidad de género. Se trata de un análisis  
de los mandatos sociales referidos a la maternidad y  
su perseverancia o cambios, a partir de las transforma-  
ciones culturales y su relación con el género.  
Hablamos, en este sentido, de uno de los primeros es-  
pacios de formación de estudiantes que intenta ofrecer  
reflexiones y explicaciones teóricas a diferentes tópi-  
cos de la historia y trayectoria de las mujeres, sus de-  
mandas y necesidades, así como de sus luchas.  
Mas adelante, en el año 2008, y siguiendo esta línea  
de formación docente, Laura y su equipo emprenden  
el desafío de dictar un seminario de posgrado donde  
se abordó los temas estudiados anteriormente por su  
equipo. Tal seminario permitió tratar amplias temáti-  
cas, en las cuales la teoría de género y los estudios de la  
mujer venían avanzando en la Argentina y en el mun-  
do. Se habla aquí de una época en que los estudios de  
este tipo, ya se difundían mucho más:  
Si bien, este trabajo resultó en la última experiencia de  
Laura en la investigación en la UNSJ, ella sigue apor-  
tando y reflexionando sobre estos temas, como la mis-  
ma indica:  
“es un tema que no te lo olvidás, nunca; estás siem-  
pre revisando, viviendo” (comunicación personal  
Ávila, 2024).  
“estudios cada vez más ricos, yo creo que en esta  
área se ha profundizado, abierto, es una cosa de  
una riqueza conceptual, teórica, es impresionan-  
te” (comunicación personal Ávila, 2024).  
El vínculo investigación y docencia: el  
género en las cátedras de Sociología.  
En este marco, se reflexiona sobre la importancia de  
la difusión de estos temas, y el anclaje en los/as estu-  
diantes de las preocupaciones sobre la desigualdad de  
género, y el abordaje sociológico para intentar ensayar  
respuestas a ello.  
Resulta interesante hacer un punto aparte respecto al  
vínculo investigación-docencia, como una secuencia  
de doble vía que enriquece la labor académica, en este  
caso de la Sociología en San Juan.  
Laura expresa con agrado, su compromiso de transfe-  
rencia en las cátedras de Sociología en las que partici-  
paba como docente, de los hallazgos de sus investiga-  
ciones o de sus conocimientos adquiridos a través de la  
formación en género.  
Yo veo que en los equipos nuestros han partici-  
pado muchos estudiantes, pero muchos, o sea que  
abrió el camino a la formación. Ha habido una  
gran afluencia y compromiso de estudiantes que  
iban y hacían, yo no puedo creer, las capacitacio-  
nes, nos hemos movido por la provincia, hemos  
ido a la cárcel, hemos ido a 9 de julio, 25 de mayo,  
con el esfuerzo propio y con un compromiso y unas  
ganas de hacer y de estudiar. Después en la vida  
me encuentro con gente que reconoce, que ha es-  
tado, que me lo recuerda, que le parece que ha sido  
muy lindo” (comunicación personal Ávila, 2024).  
A partir del 2003 en adelante, Laura decide incorpo-  
rar a su cátedra, por un lado, el pensamiento nacional,  
a través de la propuesta teórica de la Socióloga Alcira  
Argumedo, quien proponía una síntesis de la historia  
latinoamericana, argentina y la importancia de los  
movimientos sociales. Aquí se retoma, junto con la au-  
tora, una búsqueda de ese “nosotros” para ofrecernos  
categorías propias que nos permitan pensar la realidad  
de nuestros pueblos.  
En el marco de la cátedra bajo su dictado, puede ad-  
vertirse también la riqueza de pequeños ensayos y ta-  
reas de investigación realizadas por los/as alumnos/as  
en Sociología, que dieron lugar a interesantes conclu-  
siones y aportes, que rescatan las voces y experiencias  
sanjuaninas en torno a movimientos sociales y la te-  
mática de género. Entre ellos, se recuerda un trabajo  
de análisis de la historia oral de 4 lideresas de movi-  
mientos sociales en San Juan, en relación a temáticas  
de derechos humanos, derechos ambientales y género.  
Dicho trabajo fue realizado en 2018 por parte de estu-  
diantes de la cátedra Teoría Sociológica II -profesoras  
En este marco, el rescate de las voces de las mujeres,  
como uno de los sectores postergados en las decisio-  
nes políticas, así como de la propia academia, resulta  
cardinal. Así, en el despliegue de la asignatura dictada  
por Laura, se comienza a incorporar, no solo lecturas  
que abordan a este grupo de género y sus problemá-  
ticas, sino también el trabajo de acercamiento a expe-  
riencias relacionadas con dichas temáticas, en clave de  
prácticas o evaluaciones de cátedra.  
Galoviche  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Laura Ávila y Victoria Galoviche-, y presentado en las  
Jornadas Provinciales de Sociología de ese año; en el  
panel se contó además con la presencia de las mujeres  
entrevistadas.  
ra Tristán, Beatriz Cienfuegos, Victoria Kent o María  
Zambrano.  
Para el caso de Harriet Martineau (1802-1879), quien  
está considerada la primera mujer socióloga y funda-  
dora de esta disciplina, desde Inglaterra, ofrece su es-  
fuerzo por consolidar “una ciencia de la sociedad”.  
En este marco, Laura reflexiona acerca de sus inicios:  
“Este tema que estudiamos… bueno, en el cual  
todas no teníamos una guía y maestra, no era “el  
Germani” con todos sus equipos especializados,  
era una cosa de muy…, de mucho compromiso per-  
sonal y social en nosotras, de las que estábamos en  
esos equipos” (comunicación personal Ávila, 2024).  
“Retomó de Saint Simon, la idea de que el progreso de  
la ciencia había llegado a tal punto de poder convertir-  
se en un instrumento para descubrir las leyes rectoras  
de la sociedad e incidir en ellas para encaminarlas a la  
mejora social. De esta forma, Martineau se sumó al  
proyecto de fundación de una ciencia de lo social que  
estuviera puesta al servicio de los imperativos éticos  
ilustrados: libertad, democracia, igualdad, autonomía  
y progreso” (Lengermann y Niebrugge, 2007, p.31).  
Fundadoras de la Sociología a nivel  
internacional y nacional: el valor de su  
contribución.  
Por otro lado, nos encontramos con las estadouniden-  
ses Ida B. Wells (1862-1931) y Ann Julia Cooper (1858-  
1964); consideradas como las pioneras de la Sociología  
feminista negra. “Nacen siendo esclavizadas y crecen  
en el optimismo de la posguerra civil norteamericana  
donde se abolió la esclavitud y comienzan sus oportu-  
nidades, pero también las enormes contradicciones  
que atentan contra sus derechos” (Fundación CENTRA  
y Universidad Pablo de Olavide, 2021, p.3).  
En este último apartado, nos permitimos exponer un  
sucinto repaso de las contribuciones que realizaron  
distintas mujeres referentes en la Sociología, para sen-  
tar las bases e impulsar esta disciplina científica.  
“Hasta fechas recientes, el estudio de los orígenes de  
la sociología se ha venido contemplando a través de  
los “padres fundadores” que nutren los manuales de  
la disciplina, siendo muy escasas las referencias a las  
autoras. En paralelo, el interés por el estudio de la si-  
tuación de las mujeres en la sociedad apenas tenía eco  
y, cuando se trataba, se hacía de manera sesgada y  
parcial, tal y como muestran los trabajos de Durkheim,  
Marx, Weber o Simmel, entre otros” (García Sainz,  
2021, p.3).  
Por último, citamos a Beatrice Potter Webb (1858-1943),  
esta socióloga británica, destaca por su participación po-  
lítica y su trabajo científico que “le llevó a impulsar distin-  
tas causas de alcance político y social, como la creación  
de la London School of Economics, y de la revista New  
Stateman o su contribución, como socialista fabiana, al  
Informe Beveridge, que en 1942 establecería las bases del  
Estado de bienestar británico” (García Sainz, 2021, p.5).  
En este sentido, este artículo en completo, y este últi-  
mo apartado, intentan reconocer a las mujeres sociólo-  
gas, mujeres comprometidas con la explicación social  
de los fenómenos, mujeres silenciadas en los marcos  
teóricos tradicionales de nuestra disciplina.  
Hacer este breve repaso que, si bien no es exhaustivo,  
pretende significar una reflexión en clave de desanu-  
dar a la sociología dominante que, durante siglos, ha  
excluido del canon a las contribuciones de mujeres.  
Para comenzar, recordamos a la socióloga y jurista ale-  
mana Marianne Schnitger Weber (1870-1954), dedicada  
a la causa feminista, estudió el acceso de las mujeres a  
las profesionales liberales, al mercado laboral, desde la  
construcción de la subjetividad de las mismas.  
Transversalizar la perspectiva de género en la Socio-  
logía, implica entre otras cosas, salvar las propuestas  
teóricas y experiencias de las mujeres pioneras en la  
Sociología. Esta tarea, no es menor, entendiendo que,  
desde nuestra formación hasta nuestro trabajo profe-  
sional, la mirada que tengamos sobre estos temas nos  
marca profundamente.  
Se destacan otras pioneras como: Harriet Martineau,  
Ida B. Wells y Ann Julia Cooper, Charlotte Perkins Gil-  
man y Jane Addams. Así también se rescata la labor  
sociológica de las mujeres que formaron parte de la  
Escuela de Chicago y el trabajo desde Andalucía: Flo-  
Y si hablamos de Pioneras en la Sociología, resulta im-  
portante destacar el Proyecto impulsado por la Univer-  
Galoviche  
La perspectiva de género en la investigación y docencia de la Sociología sanjuanina... | 48 - 58  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
sidad de Buenos Aires, denominado: “Pioneras. Mujeres  
de la sociología”, llevado adelante por las sociólogas  
Evangelina Caravaca, María Sánchez y Ana Blanco, en  
el año 2019. Se trata de un ciclo de entrevistas que reúne  
los testimonios de algunas de las primeras egresadas y  
docentes de la carrera de Sociología de esta casa de estu-  
dios -la primera que se fundó en nuestro país, en 1957-.  
trabajo de campo, y en Marianne Schnitger ya hay una  
sociología centrada en la vida cotidiana y en las emo-  
ciones. Así que cuando se añade el estudio de autoras  
mujeres a la currícula, no sólo se suman personajes fe-  
meninos, sino que se reconfigura la historia de la dis-  
ciplina, se abren coordenadas de discusión y aparecen  
nuevos elementos para los viejos debates” (p. 14).  
A partir de este estudio, y de las entrevistas celebradas  
en 2019, se intenta visibilizar la historia, trayectoria y  
legado de las mujeres protagonistas en el desarrollo de  
la disciplina en nuestro país.  
Reflexiones finales  
Este artículo intentó presentar una síntesis de los pa-  
sos que la Sociología en San Juan ofreció a los estudios  
de género, desde sus comienzos hasta hoy.  
No podemos entonces, dejar de nombrarlas: Alcira  
Argumedo, Dora Barrancos, Susana Checa, María del  
Carmen Feijóo, Elizabeth Jelin y Catalina Wainerman.  
Todas ellas referentes de los inicios e institucionaliza-  
ción de la Sociología en Argentina.  
Esta tarea de reconstrucción de la historia de la temá-  
tica abordada, se llevó adelante siguiendo los linea-  
mientos de la metodología de investigación-biográfico  
narrativa; la cual invita a la posibilidad de “captar la ri-  
queza e indeterminación de las experiencias, vincular  
el conocimiento que surge de la propia acción. Permite  
comprender aquello que el razonamiento lógico formal  
deja marginado: otorgar voz a la experiencia del actor  
social con las intenciones y procesos sociales que vive”  
(Bolívar y otros, 2001: p. 58).  
Dora Barrancos, en el marco de dicha entrevista, en-  
fatiza en su mirada sobre una sociología que mucho  
tiene de voz de mujer, hablamos del nexo o tensión en-  
tre lo emocional y lo racional. Barrancos, nos recuerda  
que no es posible pensar una Sociología alejada de la  
pasión: “la metodología parte de algo fundamental: la  
pasión. Sin pasión no hay ninguna articulación intere-  
sante, ni pregunta interesante. La pasión es un movi-  
miento telúrico…, luego hay que saber que hay reglas.  
Pero sin pasión no hay movimiento” (Barrancos, 2019).  
Entendemos, siguiendo esta clave, que conocer desde  
dentro lo que cada sujeto hace, siente y piensa, resul-  
ta una vía para la comprensión e interpretación de sus  
acciones dentro del contexto en el que tienen lugar, y  
permite recobrar experiencias significativas, en este  
caso para la historia de nuestra disciplina.  
El trabajo de transversalizar la perspectiva de género,  
bien puede llevarse adelante desde muchas aristas en  
nuestra disciplina; desde el rescate de autoras y sus  
obras, hasta la mirada feminista en las formas de acer-  
carnos al objeto de estudio, así como en la defensa de  
mayores y mejores oportunidades de ingreso y perma-  
nencia para las mujeres en todos los sectores y esta-  
mentos que contempla la academia.  
En este relato en estudio, pudimos observar, entre  
otras cosas, que no puede separarse el desarrollo de las  
investigaciones sociológicas en género, del contexto  
local, social, político y económico, y con ello de las de-  
mandas sociales que hacen necesario esos abordajes.  
Entre las aristas nombras, el rescate de las mujeres y  
sus obras, los aportes que han realizado, tanto a la in-  
vestigación como al derrotero de la teoría sociológica a  
lo largo de los siglos, resulta inaplazable. En este sen-  
tido, cabe aclarar que, y siguiendo a Santana y otras  
(2021), incluir el estudio de autoras -sociólogas- en las  
cátedras universitarias, tiene un efecto reconfigura-  
dor en la caracterización de la sociología misma, por  
ejemplo en la sociología clásica; ya que en ello pueden  
hallarse “algunos rasgos que se suele suponer que apa-  
recen en la sociología de las generaciones posteriores;  
por ejemplo, en Martineau, la primera socióloga, ya  
encontramos la apuesta por una sociología basada en  
Laura rememora:  
“nunca hemos hecho un tema que no estuviera tan  
a la par de lo que la sociedad tematizaba y siempre  
hemos tenido una escucha, tal vez inconsciente,  
no es que alguien nos tocaba la puerta y nos pe-  
dían, no, nosotras lo veíamos, porque éramos so-  
ciólogas y porque estábamos ahí. Estábamos en  
el ambiente de ver como las mujeres resolvían sus  
necesidades” (comunicación personal Ávila, 2024).  
Como corolario de un trabajo que comienza con preo-  
cupaciones sociodemográficas sobre las mujeres en la  
Galoviche  
La perspectiva de género en la investigación y docencia de la Sociología sanjuanina... | 48 - 58  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
provincia, luego una cátedra libre sobre la mujer, jor-  
nadas interprovinciales de capacitación y los estudios  
desarrollados por la socióloga entrevistada y su equi-  
po, se visualiza el avance y diversificación de distin-  
tos grupos de investigación, proyectos, becas, cursos,  
talleres y trabajos de extensión que se realizan en la  
actualidad sobre el género, las mujeres, la diversidad  
sexo-genérica, la construcción social de la identidad  
de género y la garantía de sus derechos.  
Hernández Morales, J., Atilano Morales, P. y Morales,  
C. (2018). Investigación biográfico-narrativa: po-  
sibilidad metodológica horizontal para el diálogo  
y encuentro con el otro. En Galindo, Jorge y Ale-  
jandro Monsiváis, coords. 2018. Teorías y meto-  
dologías de las ciencias sociales. Vol. XVII de Las  
ciencias sociales y la agenda nacional. Reflexiones  
y propuestas desde las Ciencias Sociales. México:  
COMECSO.  
Este artículo, pretende aportar herramientas que re-  
sulten valiosas para formadores y estudiantes de nues-  
tra disciplina, como forma de conocer escenarios a  
veces poco visibles, y para continuar evaluando la posi-  
bilidad de la inclusión de la perspectiva de género en la  
labor sociológica de nuestro tiempo. Asimismo, ensaya  
una reconstrucción histórica de la riqueza de la socio-  
logía local, en términos de develar las problemáticas  
que atañen a los géneros.  
Lengermann, P. y Niebrugge, G. (2019). Fundadoras de  
la sociología y la teoría social 1830-1930, Madrid:  
Centro de Investigaciones Sociológicas.  
León, M. (1996). Mujeres, género y desarrollo, en: GUZ-  
MÁN, Laura y PACHECO, Gilda, (comps.) Estudios  
Básicos de Derechos Humanos IV, Instituto Inte-  
ramericano de Derechos Humanos, San José, 1996.  
Murillo Arango, G. (2015). Narrativas de experiencia  
en educación y pedagogía de la memoria. Com-  
pilado por Gabriel Jaime Murillo Arango. - 1a ed.  
– Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Editorial de  
la Facultad de Filosofía y Letras Universidad de  
Buenos Aires, 2015.  
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sencia como condicionante de las estrategias ali-  
mentarias familiares y los estilos de vida en hoga-  
res de Santiago de Chile. Cad. Saúde Pública 2020;  
36(9):e00199819.  
Pautassi, L. (2011). La igualdad en espera: el enfoque de  
género. Revista Lecciones y Ensayos, nro. 89, 2011  
ps. 279-298.  
Bolívar, A., Domingo J. y Fernández, M. (2001). La in-  
vestigación biográfico-narrativa en educación.  
Enfoque y metodología. Madrid. La Muralla S.A.  
Pino, M. J. y otras (2021). Fundadoras de la Sociología,  
investigación y ciencia con nombre de mujer. Fun-  
dación Centro de Estudios Andaluces (CENTRA) y  
la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.  
Caravaca, E.; Sánchez, M. S. y Blanco, Ana (2019).  
«Pioneras, Mujeres de la Sociología Argentina».  
Proyecto audiovisual. UBA.  
Santana, S. y otras (2021). Cuaderno de trabajo “La  
participación femenina en la Sociología clásica”.  
Universidad Nacional Autónoma de México.  
García Sainz, C. (2021). Sociólogas fundadoras, la me-  
moria oculta de la sociología. Revista Española de  
Sociología (RES), Vol. 30 Núm. 2 (Enero - Abril,  
2021), a38. pp. 1-21. ISSN: 1578-2824.  
Galoviche  
La perspectiva de género en la investigación y docencia de la Sociología sanjuanina... | 48 - 58  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Tras las huellas de la  
“Sociología Histórica” en la  
Universidad Nacional de San  
Juan: su institucionalización,  
protagonistas y legados  
Behind the traces of “Historical Sociology”  
at the National University of San Juan: its  
institutionalization, protagonists and legacies  
Victor Algañaraz  
Graciela De Cara  
Fernanda Sánchez  
Sonia Vega  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Resumen  
Este artículo focaliza en el análisis del surgimiento y devenir de la “Socio-  
logía Histórica” como un área de conocimiento especializada en la carrera  
de Sociología de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ). Busca recrear  
su punto de llegada e institucionalización en la provincia, examinando los  
planes de estudio de la carrera a nivel local y recuperando las voces y expe-  
riencias de ex–docentes del área que le confirieron identidad y pusieron en  
valor. Para ello, se explora la especificidad de su objeto de reflexión y análi-  
sis en la malla curricular del plan de estudios de la UNSJ -nacido de la com-  
pleja intersección entre Sociología e Historia-, al tiempo que se indagan sus  
características diferenciales a partir de explorar la estructuración del área  
de conocimiento en el mapa general de carreras de Sociología del país.  
Abstract  
is article focuses on analyzing the emergence and becoming of  
“Historical Sociology” as a specialized area of knowledge in the Sociology  
carreer at the National University of San Juan (UNSJ). It seeks to recreate  
its arrival and institutionalization in the province, examining the  
program’s curriculum at the local level and recovering the voices and  
experiences of former teachers in the field who gave it its identity and  
value. To this end, the specificity of its object of reflection and analysis  
in the study plan of the career of the UNSJ is explored —born from the  
complex intersection between Sociology and History— and investigating  
its distinctive characteristics by exploring the structuring of the field of  
knowledge in the general map of Sociology programs in the country.  
Victor Algañaraz  
IISE FACSO UNSJ - CONICET  
victoralgz@gmail.com  
Graciela De Cara  
IISE FACSO UNSJ  
gradecar@gmail.com  
Fernanda Sánchez  
IISE FACSO UNSJ  
sanchez.fernanda92@gmail.com  
Sonia Vega  
IISE FACSO UNSJ  
sonyavez@gmail.com  
Palabras Clave: Sociología Histórica;  
institucionalización; trayectorias  
académicas; método biográfico-  
narrativo; planes de estudio.  
Keywords: Historical Sociology;  
institutionalization; academic  
trajectories; biographical-narrative  
method; study plans.  
Algañaraz, De Cara, Sánchez, Vega  
Tras las huellas de la “Sociología Histórica” en la Universidad Nacional de San Juan... | 59 - 81  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Introducción  
sociedades tradicionales a las modernas y establecer  
patrones generales del desarrollo social.  
En este trabajo, se presentan los resultados de un estu-  
dio realizado por los integrantes del Área “Sociología  
Histórica” de las Carreras Licenciatura y Profesorado  
de Educación Superior en Sociología de la Facultad de  
Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San  
Juan (UNSJ), con el propósito de destacar la necesaria y  
compleja relación entre Sociología e Historia y su pro-  
ceso de institucionalización en las carreras menciona-  
das. Se toman en cuenta los vínculos y tensiones entre  
ambos campos disciplinares que estuvieron presentes  
desde la génesis de la carrera y se fueron superando  
con el tiempo, particularmente a partir de la necesi-  
dad de los trabajos interdisciplinarios. La Sociología  
Histórica, como enfoque epistémico y área de conoci-  
miento, fue adquiriendo cada vez más importancia y  
centralidad en dichas carreras, en pos de dar cuenta de  
una realidad social cambiante que requiere consolidar  
la expertise profesional de los/as sociólogos al tiempo  
que reducir los riesgos de la fragmentación disciplinar.  
En “Economía y Sociedad: esbozo de sociología com-  
prensiva” (1964), también Max Weber se refirió al apo-  
yo mutuo entre Sociología e Historia. Mediante el  
desarrollo de su paradigma comparativo-comprensi-  
vo reconoció que ambas disciplinas poseen métodos  
distintos pero objetivos complementarios: mientras la  
Historia apela a la particularización e irrepetibilidad  
de los procesos sociales, la Sociología la complementa  
estableciendo generalizaciones analíticas.  
Por supuesto, el propio Karl Marx con su paradig-  
ma del materialismo histórico, desarrolló un cuerpo  
de ideas fundamentales tanto para la historia social  
como para el enfoque de la sociología crítica. Con el  
foco de análisis puesto en las relaciones de producción  
dentro de la estructura capitalista, en el “Prólogo a la  
contribución a la crítica de la economía política” (1971),  
esboza una profunda explicación de los cambios his-  
tórico-sociales a partir de las condiciones económicas.  
Entre otras cuestiones, establece que la historia devie-  
ne de las propias relaciones entre los seres humanos y  
que éstas son relaciones de producción, resultantes de  
procesos sociales estructurales.  
Conforme lo dispone el Plan de Estudios vigente, el  
Área “Sociología Histórica” se compone de las siguien-  
tes materias: Sociología Histórica del Mundo Moder-  
no y Contemporáneo (1° Año), Sociología Histórica  
Argentina I (2° Año), Sociología Histórica Argentina  
II (3° Año), y Sociología Latinoamericana (4° Año). Se  
trata de asignaturas fuertemente articuladas entre sí,  
que ponen de relieve la importancia de este espacio  
disciplinar híbrido como referente indispensable para  
la comprensión y explicación de hechos y procesos de  
naturaleza histórico-social y de sus interrelaciones y  
transformaciones a través del tiempo.  
Puede decirse, entonces, que la “Sociología Históri-  
ca” es una rama de la Sociología en general que busca  
identificar las problemáticas sociales, en atención al  
abordaje de un hecho o proceso acontecido, pero des-  
plegando cierto aparato teórico conceptual que le per-  
mita abordar su compleja configuración en un tiempo  
y espacio determinado. La especificidad de este campo  
de estudios no reside en el simple abordaje de proce-  
sos pertenecientes al pasado, sino en la representación  
sociopolítica y explicación sociológica de las realidades  
sociales que configuran esos procesos temporales.  
La necesidad de incorporar la mirada histórica para  
el abordaje de los procesos sociales estuvo presente  
en la configuración de la disciplina desde sus oríge-  
nes. Aunque con miradas y propósitos divergentes,  
los grandes fundadores de la Sociología demostraron  
la importancia de atender las relaciones complejas en-  
tre las estructuras y las acciones sociales. Emile Dur-  
kheim con su versión evolucionista-organicista de la  
sociedad y su enfoque de la historia comparada indi-  
caba, en su obra “Las Reglas del Método Sociológico”  
(2004), que la Sociología se relaciona con la Historia,  
aunque reivindica su carácter científico autónomo do-  
tándola de un objeto y método propio para el análisis  
de los hechos sociales. En “La división del trabajo so-  
cial” (2012), el padre fundador de la disciplina reconoce  
también la importancia de la historia como fuente de  
información y contexto, para examinar el paso de las  
Entre otros referentes del tema, se recuperan los apor-  
tes de autores destacados de la literatura internacional  
como Peter Burke (1980); Santos Juliá (1989) y el propio  
Pierre Bourdieu (2000) en articulación con bibliogra-  
fía especializada de nuestro propio campo académico  
nacional y local: Waldo Ansaldi (2007); Verónica Gior-  
dano (2011); María del Carmen Goldberg (2009) y María  
Eleonor Milia (2008). En líneas generales, estos autores  
coinciden en señalar que la Sociología Histórica devie-  
ne de la unión de dos lógicas diferentes (Sociológica e  
Historiográfica) para el abordaje de la realidad; reco-  
nociendo que no existen diferencias epistemológicas  
entre ambas disciplinas, sino que su relativo divorcio  
Algañaraz, De Cara, Sánchez, Vega  
Tras las huellas de la “Sociología Histórica” en la Universidad Nacional de San Juan... | 59 - 81  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
proviene desde el momento de la profesionalización y  
la especialización disciplinar.  
tro de procesos contextuales más amplios. Si bien dan  
cuenta de los contenidos básicos que se imparten en  
cada carrera reflejan, al mismo tiempo, las opciones  
epistemológicas, las decisiones políticas académicas  
y disputas disciplinarias que fueron configurando el  
perfil formativo de cada carrera. De allí que examinar  
los planes de estudio de Sociología en las universida-  
des públicas del país e indagar la conformación del  
área de la “Sociología Histórica” en su seno contribuye  
a conocer las estructuras formales del conocimiento  
institucionalizado que asumió este campo híbrido.  
Especial interés se prestará a la configuración del área  
“Sociología Histórica” en las carreras de Sociología de  
la UNSJ. Para ello se rastrearon y examinaron los di-  
ferentes planes de estudio desde su génesis hasta la  
actualidad. Desde la perspectiva de este trabajo, estos  
documentos son entendidos como la cristalización de  
proyectos político-educativos, visiones de la realidad  
social y jerarquías del saber, y su análisis permite ras-  
trear continuidades y rupturas en los modos en que  
la disciplina, y el área misma, se conciben y legitiman  
dentro de la institución.  
A partir de ello, el presente trabajo se erige sobre 3 ejes  
de análisis articulados. En primer lugar, a partir de  
una revisión exhaustiva de la literatura especializada  
disponible, se plantea un acercamiento teórico al cam-  
po de la “Sociología Histórica”, teniendo en cuenta la  
tensión que desde sus orígenes presentaron en su re-  
lación la Sociología y la Historia como espacios disci-  
plinares relativamente autónomos. Reconociendo, sin  
embargo, la necesidad de comprender sucesos y pro-  
cesos a través del tiempo y del espacio, pero desde una  
perspectiva que articule ambos campos disciplinares.  
Se analizan, para ello, las continuidades y discontinui-  
dades en dicha relación, producto del avance del es-  
tructural-funcionalismo en Estados Unidos (1940), que  
terminó desterrando de la Sociología, la historicidad.  
La reconciliación entre Sociología e Historia se dará a  
partir de la década del ´60 tratando de explicar sucesos  
y acontecimientos contextualizados, dejando de lado  
la tendencia hacia teorías generales de la sociedad o  
grandes teorías como otrora había sucedido. Median-  
te esta publicación, se atenderá el proceso de reconci-  
liación y consolidación relacional de ambos espacios  
disciplinares, que dará como resultado en la contem-  
poraneidad a una especialidad dentro de la Sociología  
General, que es precisamente la “Sociología Histórica”.  
En este sentido, cobra especial interés el tercer aparta-  
do del trabajo donde se abordan las características del  
área de la “Sociología Histórica” en la propia UNSJ, en  
cuyo análisis se tuvieron en cuenta las palabras y per-  
cepciones de distinguidas profesionales, que habiendo  
transitado como profesoras en las distintas Cátedras  
del área aportan un caudal de opiniones y reflexiones  
basadas en su conocimiento y experiencia. Mediante  
el empleo del método “biográfico narrativo”, se han re-  
cuperado entre otras dimensiones: su paso como es-  
tudiantes por la primera Facultad de Ciencias Sociales  
de la UNSJ, sus trayectorias como docentes, y su mi-  
rada experta, desde la etapa jubilatoria en la cual hoy  
se encuentran. Para ello se realizaron entrevistas a las  
Profesoras Lic. Alicia Giugni de Badano, Lic. Mónica  
Riverós de Corradi, Mg. Lic. Clara Isabel de la Vega y  
Lic. Cristina Ayza, quienes con sus palabras, conoci-  
miento y experiencia permiten reflexionar y poner de  
relieve la importancia que reviste el área de la Sociolo-  
gía Histórica en la trama de la Sociología general como  
disciplina y profesión.  
Desde entonces, la instrumentación de este enfoque  
híbrido e interdisciplinar ha devenido en una relevante  
alternativa teórico-metodológica para dar cuenta de la  
complejidad y multicausalidad en el abordaje de pro-  
cesos macro y micro sociales. El trabajo mostrará que  
su potencialidad analítica radica, fundamentalmente,  
en su capacidad para articular herramientas concep-  
tuales, fuentes de datos y accesos empíricos de ambos  
campos disciplinares. Empero, ello no significa la diso-  
lución de sus fronteras disciplinares y objetos autóno-  
mos de indagación sino más bien la consolidación de  
un campo de conocimiento relacional sobre la historia  
y la sociedad.  
En segundo lugar, el trabajo focaliza en la incorpora-  
ción y pertinencia de la Sociología Histórica en las Ca-  
rreras de Sociología de las Universidades Nacionales  
del país, explorando para ello la configuración de los  
diferentes planes de estudio en pos de indagar la espe-  
cificidad de su objeto de estudio en la UNSJ. En tanto  
documentos oficiales, los planes de estudio constitu-  
yen fuentes documentales válidas y pertinentes para  
explorar trayectorias institucionales y formativas den-  
En definitiva, cada una de las secciones analíticas del  
presente artículo coadyuvarán a responder el siguien-  
te interrogante orientador del trabajo: ¿Qué tensiones,  
disputas y decisiones institucionales cristalizaron en  
la configuración del enfoque de “Sociología Histórica”  
dentro del plan de estudios de la carrera de Sociología  
en la UNSJ?  
Algañaraz, De Cara, Sánchez, Vega  
Tras las huellas de la “Sociología Histórica” en la Universidad Nacional de San Juan... | 59 - 81  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
1. ¿Qué es la Sociología Histórica?  
Según Goldberg: “no existen diferencias entre la socio-  
logía y la historia, quizás porque, como dice Peter Bur-  
ke, “la sociología no existía como disciplina separada”.  
Pero, también, porque las distancias y confrontaciones  
que se han establecido entre la sociología y la histo-  
ria están inscriptas en el proceso de autonomización  
y profesionalización de ambos campos, en la relación  
entre ellos y las otras ciencias sociales y en la relación  
entre estos campos y el espacio social”. (2009, p. 2).  
Aproximaciones teóricas  
1.1. Aportes para la comprensión de la siempre  
tensa relación entre Sociología e Historia.  
En la actualidad, en el campo de las Ciencias Sociales,  
encontramos una multiplicidad de estudios interdisci-  
plinarios. Sin embargo, la relación entre Sociología e  
Historia presentó algunas tensiones desde la génesis  
particular y la respectiva institucionalización de cada  
una de estas disciplinas. La intención de este aparta-  
do, consiste en caracterizar brevemente algunas de las  
rupturas y continuidades en el vínculo entre Sociolo-  
gía e Historia, y finalmente arribar a la convergencia  
de ambas en la denominada Sociología Histórica.  
La irrupción del estructural funcionalismo parsonia-  
no tendrá implicancias sustantivas en la relación entre  
la teoría sociológica y la historiografía tradicional en  
Estados Unidos, y la reacción a esta irrupción sentará  
las bases para la “hibridación” y la consolidación de la  
Sociología Histórica.  
Es importante señalar que la Sociología, desde su gé-  
nesis y tomando como referencia a los autores clásicos:  
Durkheim, Marx y Weber, no presenta una estricta  
división con la Historia. Por el contrario, las catego-  
rías de tiempo y espacio eran centrales para el análisis  
teórico de la sociedad. Los teóricos clásicos han con-  
centrado su esfuerzo en examinar los procesos macro  
sociales de cambio histórico, principalmente aquellos  
acaecidos con el advenimiento de la modernidad, la in-  
dustrialización y el surgimiento del capitalismo.  
1.2. Divorcio y reencuentro entre Sociología e  
Historia.  
El proceso de institucionalización de la Sociología en  
Estados Unidos, gestada por el estructural funciona-  
lismo de Parsons –que se convertirá en la corriente  
teórica hegemónica entre las décadas de 1940 y 1950–,  
se presenta como “la gran teoría” con la pretensión de  
consolidar su carácter científico, pero con un olvido  
voluntario del tiempo y el espacio, provocando el aban-  
dono de la historicidad.  
Por lo tanto, puede afirmarse que los padres fundado-  
res de la Sociología, contribuyeron con sus aportes a  
configurar el vínculo entre Sociología e Historia. Para  
Juliá “se puede decir razonablemente que la sociología  
fue en su origen historia de la sociedad y que, por tan-  
to, entre ella y la historia no podía trazarse una fronte-  
ra nítida” (Juliá, 1989, p. 59).  
Fue en el periodo inmediato a la posguerra que la co-  
rriente principal de la sociología norteamericana tuvo  
una “ruptura” con la historia, tanto con la disciplina  
como con el sentido del “tiempo y el espacio” de los  
fenómenos sociales. Entre las décadas de 1940 y 1950,  
el funcionalismo abandonó la perspectiva histórica  
evolucionista al establecer un modelo estático de las  
sociedades modernas. Simultáneamente se produce  
un importante cambio de orientación al interior de la  
historiografía norteamericana.  
La Sociología Histórica comenzó a institucionalizarse en  
los años sesenta en Estados Unidos, y emprende su con-  
solidación en la década siguiente. Para Ansaldi y Gior-  
dano (2012) “se trata de una sociología que recuperaba el  
pensamiento de los padres fundadores, principalmente  
el de Marx y el de Weber, para utilizarlos en el análisis  
de las transformaciones políticas, sociales y económicas  
en gran escala” (p. 44). Es en este mismo sentido que se  
propone definir a la Sociología Histórica como: “[…] un  
campo de conocimiento que se construye uniendo, en la  
explicación, dos lógicas analíticas, la de la historiografía  
y la de la sociología. Un problema histórico se construye  
a partir de la lógica de los acontecimientos, incluso de  
los procesos acaecidos en determinados tiempo y espa-  
cio. Un problema sociológico, en cambio, es generado a  
partir de un aparato conceptual.” (Ansaldi, 2007, p. 3).  
A principios de la década de 1940 los historiadores co-  
menzaron a revalorar el papel de las ideas y actitudes  
como fuerzas que también actuaban como motores de  
la vida social; así, se “reconoció que las fuerzas socio-  
lógicas, étnicas y culturales eran indispensables para  
una plena comprensión de los acontecimientos” de  
toda sociedad (Hofstadter, 1968, p. 403 en San Pedro  
López, 2004, p. 27).  
El reencuentro entre Sociología e Historia será pau-  
latino y comenzó a visibilizarse en la década de 1960,  
consolidándose, como se mencionó anteriormente, en  
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Tras las huellas de la “Sociología Histórica” en la Universidad Nacional de San Juan... | 59 - 81  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
la década del ´70. Resulta necesario preguntarse ¿qué  
condiciones históricas y disciplinares posibilitaron ese  
reencuentro? La crisis de 1929 y el fin de la Segunda  
Guerra Mundial marcarán una serie de transforma-  
ciones en el mundo y las Ciencias Sociales no fueron  
ajenas a dicha transformación. A la decadencia del es-  
tructural funcionalismo norteamericano y la crítica a  
la historiografía tradicional, le sucederán nuevas ma-  
nifestaciones en el campo de lo social y el surgimiento  
de nuevas corrientes en la historiografía. Pueden men-  
cionarse como las principales: la Escuela de los Anna-  
les en Francia; el conjunto de historiadores británicos  
marxistas que fundan la “historia desde abajo” -en-  
tre los que destacan Eric Hobsbawm y E. ompson-;  
la “nueva” historia social y la influencia de la “nueva  
izquierda” en EEUU. Si bien Europa se ubica como el  
centro de la renovación historiográfica, la irrupción de  
estos nuevos debates tendrá sus repercusiones en los  
Estados Unidos.  
(1991)–también conocida como la más influyente en la  
Sociología Histórica norteamericana- afirma que:  
“los inolvidables acontecimientos nacionales e  
internacionales de los sesenta, que crearon una  
“generación inconforme”, que no solamente ha  
causado problemas a sus mayores en todas las más  
importantes instituciones de Estados Unidos, sino  
que también ha revitalizado los aspectos más críti-  
cos y panorámicos de nuestras disciplinas”. (p. 54).  
Estas nuevas tendencias que emergieron, trasladan el  
foco del estructural funcionalismo y la historiografía  
tradicional, hacia el análisis estructural de los fenó-  
menos sociales situados históricamente, entendiendo  
la centralidad del tiempo y el espacio para el análisis  
del cambio social. Además, incorporaron una nueva  
mirada del sujeto histórico, dejando de lado la histo-  
riografía acontecimental, añadiendo la perspectiva de  
la larga duración.  
Uno de los factores que promovieron el acercamiento  
entre la historia y la sociología fue el cambio de orien-  
tación al interior de la historiografía norteamericana  
ocurrido a principios de la década de 1940 (San Pedro  
López, 2004). Este cambio de orientación fue motiva-  
do por la reacción en contra de la historiografía de las  
élites, centrada en la esfera de la política y alejada de  
las Ciencias Sociales.  
Los debates desarrollados a lo largo del siglo XX en-  
tre Sociología e Historia, también tendrán su reper-  
cusión en América Latina, la invitación de Immanuel  
Wallerstein a “abrir las Ciencias Sociales” (1996) y su  
propuesta del análisis del sistema-mundo, promovió la  
posibilidad de repensar las transformaciones sociales  
en América Latina y la posibilidad de construir socio-  
logía histórica desde la periferia. El trabajo de Ansaldi  
y Giordano “América Latina, la construcción del Or-  
den” (2012), es uno de los destacables en este sentido,  
además de proporcionar nuevos aportes para definir  
el estado actual de la sociología histórica como “…la  
confluencia en los márgenes de varios campos insti-  
tucionalizados: la sociología (fundamentalmente la  
institucionalizada en Estados Unidos hacia 1970, pero  
también la elaborada en algunos países de Europa, pri-  
mordialmente Inglaterra), los estudios culturales y los  
estudios de género” (Ansaldi y Giordano, 2012, p.52).  
Marc Bloch y Lucien Febvre, ambos profesores de la  
Universidad de Estrasburgo, a partir de la publicación  
de “Annales d’histoire économique et sociale” (1929),  
provocarán una fuerte influencia al promover una  
nueva forma de concebir la historiografía. El sucesor  
de Febvre, Fernand Braudel, incorporará la noción de  
la “larga duración” al análisis de los procesos sociales,  
la cual:  
“…alude a las continuidades, permanencias, recu-  
rrencias, persistencias, a realidades que, en tanto  
elementos o factores esenciales, operan de modo  
relevante, decisivamente sin rupturas radicales,  
a lo largo de los procesos históricos, de los cuales  
constituyen hilos conductores. Así la longue durée  
es una conexión entre el pasado y presente, esto es,  
cristalizaciones. Pero si se prefiere: observar y ex-  
plicar los cambios en las continuidades y las con-  
tinuidades en los cambios.” (Ansaldi y Giordano,  
2012, p.683).  
Finalmente, en la actualidad se está promoviendo la  
necesidad de una convergencia entre la sociología y  
la historia, convergencia que, dado el estado actual  
de ambas disciplinas, constituye una superación en  
la producción de conocimiento sobre lo social, enten-  
diendo lo social como una producción inherentemen-  
te histórica (Goldberg, 2009). En este mismo sentido,  
Bourdieu y Wacquant (2005) afirman la necesidad de  
promover una Ciencia Social total, definida como la  
“emergencia de una ciencia social unificada en la cual  
la historia sería una sociología histórica del pasado y la  
sociología una historia social del presente” (p.191).  
Para la década del ’70 se afianza el vínculo entre Socio-  
logía e Historia, este acercamiento para eda Skocpol  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
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2. De las raíces a la contemporaneidad:  
la trayectoria de la Sociología  
Histórica en Argentina.  
en sus estudios sobre modernización y estructura so-  
cial. Obras como Política y sociedad en una época de  
transición (1962) y compilaciones recientes – por ejem-  
plo, la editada por Alejandro Blanco (2006)- evidencian  
su influencia en la formación de una sociología empí-  
rica con fuerte anclaje histórico.  
Actualmente la Sociología Histórica es reconocida  
como un campo disciplinar de la Sociología, que se ca-  
racteriza por la síntesis dialéctica de los métodos y teo-  
rías sociológicas con la historia. Su génesis y desarrollo  
estuvo marcado por los debates entre ambas discipli-  
nas que, a pesar de sus enfoques complementarios,  
revelan diferencias notables en cuanto a sus métodos,  
objetivos y perspectivas. En efecto, uno de los mayo-  
res desafíos es el de enlazar y articular los aspectos y  
herramientas de cada una, en un enfoque propio que  
ayude a la comprensión de las sociedades humanas.  
De este modo, el estudio de las estructuras sociales,  
las relaciones e instituciones son abordados desde un  
enfoque interdisciplinario que facilita la reconstruc-  
ción y análisis de los procesos sociohistóricos para la  
comprensión del tiempo presente. En la práctica, este  
enfoque acude a métodos compartidos y a la comple-  
mentariedad teórica para abordar hechos y problemá-  
ticas sociales en perspectiva histórica, poniendo en  
evidencia la complejidad y diversidad del desarrollo  
social a lo largo del tiempo.  
Hasta mediados de la década de los ’70, la Sociología  
Histórica se fue consolidando como campo académi-  
co de estudio, llegando a integrar la oferta de cursos  
y programas universitarios dedicados a la sociología  
con fuerte componente histórico. En particular, los es-  
tudios sobre el peronismo y sus implicancias sociales,  
políticas y económicas dieron impulso a los estudios  
sociológicos de este tipo. Su objetivo era analizar el  
movimiento político como un fenómeno contemporá-  
neo, a la luz de la historia de la estructura social na-  
cional.  
En la etapa posterior, surgieron enfoques críticos y de  
revisión histórica, que cuestionaban las narrativas do-  
minantes y evidenciaron el peso de las ideologías en la  
interpretación de la historia. En esta línea, Juan Carlos  
Portantiero (1934 – 2007) desde una perspectiva mar-  
xista influida por Antonio Gramsci, aportó estudios  
como Estudios sobre los orígenes del peronismo (1977).  
Tulio Halperin Donghi (1926 – 2014), por su parte, des-  
de una historiografía económica y social con fuerte  
impronta crítica, desarrolló obras como Revolución y  
guerra (1972) y La larga agonía de la Argentina peronis-  
ta (1994), que contribuyeron a repensar los fundamen-  
tos políticos y sociales de la historia argentina más allá  
de los marcos eurocéntricos y elitistas.  
En Argentina, la Sociología Histórica ha sido un campo  
disciplinar que empezó a desarrollarse en las últimas  
décadas del siglo XIX. Sin embargo, los precursores  
más reconocidos surgen a principios del siglo XX,  
en un contexto donde el país atravesaba importantes  
cambios económicos, políticos y sociales. Influencia-  
das por las corrientes europeas, especialmente fran-  
cesas y alemanas, las producciones intelectuales en  
este campo buscaron focalizar y ahondar los procesos  
históricos propiamente nacionales tales como la mi-  
gración, modernización y urbanización. Uno de los  
intelectuales y referente clave fue sin dudas José In-  
genieros (1877 – 1925), pensador, médico y sociólogo  
argentino cuyas obras dejaron una marca significativa  
en el progreso de la sociología a nivel nacional y regio-  
nal, además de contribuir a su etapa de institucionali-  
zación. Sus análisis sociológicos e históricos, por caso  
su obra Sociología Argentina (1918), analizan el progre-  
so de la sociedad argentina desde una mirada crítica y  
profundamente nacionalista.  
Las consecuencias sociales y políticas de la última dic-  
tadura militar (1976 – 1983) incidieron fuertemente en  
las líneas de investigación sociohistórica. Desde los  
años 90 se expandieron los estudios sobre memoria,  
derechos humanos, violencia institucional, políticas  
públicas durante el llamado Proceso de Reorganiza-  
ción Nacional y el terrorismo de Estado, integrando  
aportes de la Antropología y la Ciencia Política.  
En la actualidad, los programas académicos de Socio-  
logía, incorporan a esta subdisciplina como área de co-  
nocimiento que abarca la historia económica nacional la  
dependencia y el subdesarrollo, los nuevos movimientos  
sociales, las desigualdades y la estratificación social, así  
como los procesos de globalización y modernidad.  
En la segunda mitad del siglo XX, Gino Germani (1911  
– 1979), reconocido intelectual a nivel nacional e inter-  
nacional que entre los años 1950 y 1960 desempeñó un  
papel crucial en la consolidación académica de la So-  
ciología en Argentina, integrando análisis históricos  
La trayectoria de la Sociología Histórica en Argentina  
reviste particular relevancia porque permite identifi-  
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Tras las huellas de la “Sociología Histórica” en la Universidad Nacional de San Juan... | 59 - 81  
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car las matrices intelectuales que han orientado la pro-  
ducción académica y las prácticas institucionales en el  
campo de la Sociología. Reconocer esta evolución no  
solo facilita comprender los vínculos entre investiga-  
ción y contexto histórico, sino que también contribuye  
a evaluar críticamente los enfoques vigentes, sus he-  
rencias teóricas y sus vacíos. En este sentido, el estudio  
de sus protagonistas, obras y debates, ilumina las ten-  
siones entre tradición y renovación disciplinar, ofre-  
ciendo claves para proyectar desarrollos futuros que  
integren memoria histórica y análisis social en diálogo  
con los desafíos del presente.  
c) Teorías sociológicas clásicas y contemporáneas  
Esta forma de incluir a la Sociología Histórica es la más  
extendida de todas. Se estudian las teorías de los clá-  
sicos de la Sociología (Karl Marx, Max Weber y Emile  
Durkheim) y su impacto en la estructura social. Ade-  
más, se estudian teorías contemporáneas que también  
recurren al enfoque histórico para la comprensión de  
los cambios sociales.  
d) Historia del pensamiento sociológico  
Es una línea de estudio muy propia de los programas  
de la carrera a nivel nacional. En ella se recurre al aná-  
lisis histórico para comprender el propio progreso de  
la sociología como disciplina. En particular, se analiza  
cómo los cambios sociales coyunturales han influido  
en el desarrollo de las ideas en el campo sociológico.  
2.1. Carreras de Sociología en Universidades  
Nacionales: la presencia del área de Sociología  
Histórica en el país.  
Actualmente la Sociología Histórica es un área funda-  
mental en todos los planes de estudio de las carreras de  
Sociología en las Universidades Nacionales. Su apor-  
te a la formación disciplinar consiste en acercar a los  
estudiantes a los procesos históricos y las estructuras  
sociales, enfatizando en cómo las dinámicas históri-  
cas influyen en las configuraciones sociales presentes,  
tanto a nivel mundial, nacional como regional.  
El relevamiento de planes de estudio vigentes en carre-  
ras de Sociología de universidades nacionales (Tabla 1)  
permite observar que la Sociología Histórica se encuen-  
tra institucionalizada como un área transversal y estable  
en la formación de grado. Si bien las denominaciones y  
enfoques varían entre instituciones, la presencia siste-  
mática de asignaturas que articulan historia y sociolo-  
gía es una constante, ya sea en forma de historia social,  
historia política, historia del pensamiento sociológico o  
teoría sociológica con enfoque histórico. Ahora bien, del  
análisis de la tabla 1, se desprende un dato por demás  
elocuente: por efecto combinado de la reivindicación del  
área y el consecuente desplazamiento del enfoque histo-  
riográfico, tal como veremos en las páginas que siguen,  
la UNSJ se ha convertido en la única institución del país  
donde se ha suprimido la denominación absoluta de  
toda disciplina histórica en las carreras de Licenciatura/  
Profesorado en Sociología.  
A partir de una revisión detallada de los planes de es-  
tudios vigentes, se ha logrado identificar un conjunto  
de características agrupadas del siguiente modo:  
a) Introducción a la Sociología Histórica  
Se trata de espacios curriculares impartidos en los pri-  
meros cuatrimestres de la carrera. Se proponen como  
asignaturas que introducen a los estudiantes en los  
principios y métodos de la Sociología Histórica. Los  
contenidos pueden incluir una revisión de las princi-  
pales teorías y enfoques disciplinares en relación con el  
contexto de surgimiento.  
Adicionalmente, el análisis comparativo muestra algu-  
nos patrones relevantes:  
b) Historia social y política  
Amplia cobertura temática y temporal: la ma-  
Son espacios curriculares dedicados a la historia ar-  
gentina y latinoamericana que abarcan los procesos  
sociales y políticos claves para la comprensión de los  
tiempos contemporáneos. Generalmente inician desde  
la colonización, pasando por la conformación del Esta-  
do nación hasta la actualidad. El objetivo es contribuir  
en la formación de un profesional capaz de contex-  
tualizar fenómenos/hechos sociales contemporáneos  
dentro de una narrativa histórica precisa, integral y  
amplia.  
yoría de los programas combina cursos de historia  
argentina, latinoamericana y mundial, lo que evi-  
dencia una intención formativa que vincula esca-  
las locales, regionales y globales.  
Articulación teórico-histórica: muchas cá-  
tedras integran el estudio de teorías sociológicas  
clásicas y contemporáneas con análisis históricos,  
reforzando el enfoque interdisciplinario caracte-  
rístico de la subdisciplina.  
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Tabla 1. Espacios Curriculares de Sociología Histórica, en carreras de Sociología de Argentina. Año 2024.  
SOCIOLOGÍA HISTÓRICA EN CARRERAS DE SOCIOLOGÍA  
UNIVERSIDADES NACIONALES EN ARGENTINA  
UNIVERSIDAD  
CARRERA  
CÁTEDRA  
Historia Social Moderna y Latinoamericana  
Historia Social Latinoamericana  
Historia Social Argentina  
Licenciatura  
Universidad Nacional de  
Buenos Aires  
en Sociología/  
Profesorado en  
Sociología  
Historia del Pensamiento Social Argentino  
(optativa)  
Historia Social y Contemporánea  
Historia Social Latinoamericana  
Historia Social Argentina  
Licenciatura  
en Sociología/  
Profesorado en  
Sociología  
Universidad Nacional de La  
Plata  
Historia Social y Política I (Contemporánea)  
Historia Social y Política II (Latinoamericana)  
Historia Social y Política III (Argentina)  
Historia General  
Universidad Nacional de  
Córdoba  
Licenciatura en  
Sociología  
Procesos Sociales y Políticos en América Latina  
Historia Argentina  
Universidad Nacional de  
San Martín  
Licenciatura en  
Sociología  
Estudios Sociológicos de la Argentina  
Historia Mundial Contemporánea  
Historia Argentina I  
Universidad Nacional del  
Litoral  
Licenciatura en  
Sociología  
Historia y Estructura Económica Argentina  
Historia del Pensamiento Económico  
Historia Argentina II  
Historia Social Argentina I  
Universidad Nacional de  
Cuyo  
Licenciatura en  
Sociología  
Historia Social Argentina II  
Sociología Latinoamericana y Argentina  
Historia Social General  
Licenciatura  
en Sociología/  
Profesorado en  
Sociología  
Universidad Nacional de  
Mar del Plata  
Historia Económica y Social Argentina  
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SOCIOLOGÍA HISTÓRICA EN CARRERAS DE SOCIOLOGÍA  
UNIVERSIDADES NACIONALES EN ARGENTINA  
UNIVERSIDAD  
CARRERA  
CÁTEDRA  
Historia Moderna y Contemporánea  
Historia Social y Económica Latinoamericana  
Historia Social Argentina  
Universidad Nacional de  
Villa María  
Licenciatura en  
Sociología  
Historia Social Moderna I  
Historia del Pensamiento Económico  
Historia del Conocimiento Sociológico I  
Historia del Conocimiento Sociológico II  
Historia Social Moderna II  
Universidad Nacional del  
Comahue  
Licenciatura en  
Sociología  
Historia del Conocimiento Sociológico III  
Historia Social Argentina  
Historia del Pensamiento Sociológico  
Historia Social I  
Universidad Nacional de  
Santiago del Estero  
Licenciatura en  
Sociología  
Historia Social II  
Sociología Histórica del Mundo Moderno y  
Contemporáneo  
Licenciatura  
en Sociología/  
Profesorado en  
Sociología  
Universidad Nacional de  
San Juan  
Sociología Histórica Argentina I  
Sociología Histórica Argentina II  
Sociología Histórica Latinoamericana  
Historia Argentina  
Licenciatura en  
Universidad Nacional Tres  
de Febrero  
Sociología (Carrera de Problemas de Historia Argentina  
distancia)  
Problemas de Historia del Siglo XX  
Fuente: Elaboración propia en base a datos publicados en páginas oficiales de Universidades Nacionales en Argentina.  
Variedad en la estructura curricular: algunas  
Relevancia del pensamiento sociológico nacio-  
universidades optan por secuencias progresivas  
de cursos (por ejemplo, Historia Social y Política I,  
II y III en la UNC), mientras que otras concentran  
los contenidos en materias más amplias o integra-  
das (como en la UNVM o UNLP).  
nal y latinoamericano: materias como Historia del  
Pensamiento Social Argentino (UBA) o Sociología  
Latinoamericana y Argentina (UNCuyo) muestran  
una preocupación por anclar el análisis histórico en  
marcos conceptuales producidos en la región.  
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Además de las materias que constituyen los programas  
académicos, en los últimos años se amplió la oferta  
universitaria mediante el dictado de seminarios y ta-  
lleres con temas variados. Entre ellos se incluye:  
estudios de caso a otros de tipo más amplio sobre polí-  
tica, economía, sociedad, cultura, ambiente, etc.  
La información incluida en este apartado, cumple una  
doble función, por un lado, contextualiza la experien-  
cia de la UNSJ dentro de un panorama nacional, mos-  
trando que su trayectoria en “Sociología Histórica” se  
inscribe en un proceso más amplio de consolidación  
disciplinar en Argentina. Por otro, permite evidenciar  
el grado de institucionalización de la subdisciplina en  
el sistema universitario, lo que ayuda a comprender  
su relevancia y continuidad en la formación de soció-  
logos/as. Este marco comparativo resulta clave para  
valorar tanto la permanencia del área en los planes de  
estudio como las particularidades y aportes que cada  
universidad – incluida la UNSJ – ha desarrollado a lo  
largo del tiempo.  
i. Historia del pensamiento sociológico, abor-  
dan la historia de las ideas y las teorías clásicas en  
la Sociología, interrelacionando con los procesos  
históricos que influyeron en ellas.  
ii. Seminarios y talleres metodológicos, que  
proponen fortalecer las destrezas en el uso de  
técnicas de investigación en fuentes primarias y  
secundarias, análisis de documentos históricos,  
entrevistas, manejo de fuentes históricas, entre  
otras.  
iii. Historia social y cultural de América Latina,  
aborda desde la colonización y los procesos inde-  
pendentistas, pasando por las dictaduras milita-  
res y los regímenes democráticos hasta tiempos  
recientes. Además, se analizan los efectos de esos  
eventos en la construcción de las identidades na-  
cionales y sociales, la institucionalidad, las rela-  
ciones de poder y el Estado.  
2.2. La Sociología Histórica en la Provincia de  
San Juan.  
Este apartado se centra en analizar la trayectoria y el  
lugar de la Sociología Histórica en la formación uni-  
versitaria y en la producción académica de la provincia  
de San Juan, tomando como eje principal la evolución  
de su presencia en los planes de estudio de la carrera de  
Sociología de la UNSJ y complementando con un pano-  
rama de las líneas de investigación más consolidadas.  
El objetivo es mostrar cómo esta subdisciplina ha ido  
adaptándose a los cambios institucionales y académi-  
cos, manteniendo un papel relevante en la compren-  
sión de los procesos sociales e históricos locales, regio-  
nales y nacionales.  
iv. Historia y Sociología del Estado, es un área  
temática que se focaliza en la formación y evolu-  
ción del Estado argentino y América Latina. Se  
abordan temas como el autoritarismo, los proce-  
sos de democratización, Estado de Bienestar, polí-  
ticas públicas e institucionalidad.  
v. Sociología del Cambio Social, debido a la am-  
plitud del campo temático las ofertas varían en un  
amplio espectro. El objetivo es analizar los proce-  
sos de cambio social desde una perspectiva histó-  
rica y comparada tomando en cuenta los cambios  
en las estructuras de clase, raza y género.  
San Juan ocupa un papel relevante a nivel nacional en  
el desarrollo de los estudios sociológicos con enfoque  
histórico. Un sinnúmero de investigaciones atestigua  
el interés por comprender las particularidades e in-  
terrelaciones históricas y sociales de la provincia, la  
región y el país en general. Como en otras partes de  
Argentina, su desarrollo estuvo influenciado por co-  
rrientes europeas y norteamericanas, adaptadas al  
contexto local y por la evolución de las Ciencias Socia-  
les en el país y la región.  
vi. Historia de las ideas políticas en América La-  
tina, proponen trabajar en una línea temporal que  
inicia en la colonización y se extiende a tiempos  
contemporáneos. Se exploran las ideas que fueron  
surgiendo bajo la influencia de los procesos histó-  
ricos y su impacto en la construcción de las forma-  
ciones sociales y políticas nacionales.  
La historia de la Sociología en San Juan tiene más de 50  
años, por ello resulta interesante recuperar los docu-  
mentos que reflejan los primeros planes de estudio de  
la disciplina y el lugar que la Sociología Histórica tenía  
en ellos. Al respecto, accedimos a los Planes 1968; 1974,  
1979, 1982 y 1992.2, todos ellos previos al actual vigente.  
Un breve repaso por cada uno de ellos destaca que en el  
Cabe mencionar que la Sociología Histórica es parte  
integral permanente en proyectos de investigación y  
tesis de grado y posgrado. A menudo es un compo-  
nente clave en temas diversos que pueden variar desde  
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Plan 1968 se dictaban 2 materias del área: a) Historia de  
la Civilización y, b) Historia Social. En el siguiente, Plan  
1974, el área fue fortalecida, reorientando la formación  
a contenidos más concretos y delimitados espacial y  
temporalmente. En este sentido, el área se formó con  
las siguientes asignaturas: a) Historia de las Ideas Eco-  
nómicas, b) Historia Social de Europa y, c) Historia  
Social y Económica de América. A continuación, en el  
Plan 1979 aparece por primera vez una Sociología His-  
tórica específica para el estudio de los procesos nacio-  
nales. De esta forma el área quedó conformada con las  
siguientes asignaturas: a) Historia Social de América,  
b) Historia Social de Europa, c) Sociología Argentina I  
y, d) Sociología Argentina II.  
a. Economías regionales: Estos estudios suelen  
analizar cómo los recursos naturales, bienes co-  
munes e industrias asociadas han influido en la  
estratificación social, las migraciones internas y la  
configuración de la identidad provincial.  
b. Movimientos sociales y políticos: La provin-  
cia tiene una rica historia de participación políti-  
ca y social. En este sentido, se ha evidenciado un  
permanente interés por realizar contribuciones  
científicas al entendimiento de fenómenos socia-  
les como el peronismo, cantonismo y movimientos  
estudiantiles. En ellos, no solo se analiza el impac-  
to de estos hechos sino también su interrelación  
con procesos históricos más amplios.  
Los últimos dos planes que estuvieron vigentes en la  
provincia, es decir, Plan 1982 y Plan 1992.2 tuvieron un  
área socio-histórica bastante más acotada, tanto en lo  
que respecta al número de materias (3 en ambos casos)  
como en el espectro temporal y espacial trabajado. Así,  
en el Plan 1982 se dictaba: a) Historia Social de América,  
b) Sociología Argentina I y c) Sociología Argentina II. En  
tanto en el Plan 1992.2 los espacios curriculares fueron:  
a) Sociología Latinoamericana, b) Sociología Argentina  
y Regional I y c) Sociología Argentina y Regional II.  
c. Educación y cultura: La figura de Domingo  
Faustino Sarmiento está ligada necesariamente a  
la historia de la educación en San Juan. Por ello,  
suele ser campo de estudio predilecto de equipos  
de investigación y estudiantes. Esta línea de traba-  
jo es amplia y sus objetivos abarcan aspectos como  
las reformas educativas, el papel de las Universi-  
dades asentadas en el territorio provincial (Nacio-  
nal y Católica) en el desarrollo social y cultural, la  
producción y circulación del conocimiento cientí-  
fico, entre otros.  
Actualmente el Plan de Estudios 2018 es la materiali-  
zación de una esperada y necesaria reivindicación del  
área en la formación de los futuros profesionales en  
Sociología. Con cuatro espacios curriculares estraté-  
gicamente relacionados y distribuidos en los primeros  
cuatro años de formación las fortalezas del área “So-  
ciología Histórica” radican en la interdisciplinariedad  
–combinando enfoques de la historia, la economía po-  
lítica y la teoría sociológica– el enfoque latinoamerica-  
no –dado el fuerte interés en los procesos históricos en  
América Latina, sus especificidades y dinámicas pro-  
pias analizados desde un pensamiento históricamente  
situado con autores propios– la perspectiva crítica y  
emancipadora de las narrativas eurocéntricas a partir  
del cuestionamiento a la estructuras de poder, domi-  
nación y colonialidad a nivel nacional y regional.  
d. Memoria histórica  
y
derechos humanos:  
Como el resto del país, la provincia ha sido escena-  
rio del terrorismo de Estado, la represión política  
y la sistemática violación de los derechos humanos  
durante la dictadura de 1976-1983. Los estudios al  
respecto han sido reconocidos por su calidad e im-  
portancia en la recuperación de la memoria colec-  
tiva y la búsqueda de justicia para las víctimas y  
sus familias.  
e. Investigación sociohistórica: Desde hace mu-  
chos años esta área temática se ha constituido en  
un Programa de Investigación en la Facultad de  
Ciencias Sociales que articula diversos proyectos y  
contribuye en forma permanente a la comprensión  
de los antecedentes históricos.  
Por otro lado, hay que decir que la Universidad Nacio-  
nal de San Juan es un centro clave para el desarrollo de  
los estudios de la “Sociología Histórica”. En particular,  
las Facultades de Ciencias Sociales, Filosofía Huma-  
nidades y Artes y Arquitectura Urbanismo y Diseño,  
junto con sus institutos de investigaciones promueven  
el trabajo científico en esta línea. Algunos de los temas  
con mayor desarrollo por parte de los equipos de traba-  
jo, tesistas y becarios son:  
En síntesis, la trayectoria de la Sociología Histórica en  
San Juan muestra un vaivén entre momentos de ex-  
pansión y de retracción curricular, pero siempre con  
una presencia significativa en la formación y la inves-  
tigación. El Plan 2018 representa una etapa de revita-  
lización del área, en consonancia con su instituciona-  
lización a nivel nacional y ofrece un marco propicio  
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para fortalecer el diálogo entre el análisis histórico y la  
comprensión sociológica del presente.  
Como punto de partida para la recuperación de voces  
y experiencias sobre la “Sociología Histórica” en San  
Juan, se estableció contacto con 4 docentes que transi-  
taron por el área y que hoy gozan de su jubilación:  
3. Voces y experiencias de la “Sociología  
Histórica” en San Juan.  
Lic. ALICIA GIUGNI quién se desempeñó  
como Profesora Titular de Sociología Latinoamé-  
rica;  
3.1. El componente biográco-narrativo del  
área Sociología Histórica: orientaciones  
metodológicas.  
Mg. CLARA DE LA VEGA quién se desempeñó  
como Profesora Titular de Sociología Argentina y  
Regional I;  
En la búsqueda por comprender el proceso de consti-  
tución y cambios acaecidos en el área de la “Sociología  
Histórica” de la carrera Sociología en la UNSJ, resulta re-  
levante acudir al encuentro de quienes protagonizaron  
su devenir institucional. Es imprescindible contar con  
relatos que permitan reflexionar sobre lo que se hizo,  
compartir experiencias e inquietudes y encontrar res-  
puestas a la configuración y desafíos actuales del área.  
Lic. CRISTINA AYZA quién se desempeñó  
como Profesora Titular de Sociología Latinoamé-  
rica y Sociología Argentina y Regional II; y  
Mg. MÓNICA RIVERÓS DE CORRADI quién  
se desempeñó como Profesora Titular de Sociolo-  
gía Argentina y Regional II.  
Ello supone el diseño y la utilización de un método  
biográfico-narrativo, que permita recuperar las voces  
e historias de quienes se desempeñaron como docen-  
tes del área en nuestra carrera. Como veremos, en las  
páginas que siguen, sus distintas experiencias y pers-  
pectivas sobre el área, la carrera y la universidad ponen  
de relieve la importancia que representa la “Sociología  
Histórica” en el oficio de la Sociología.  
El propósito es interpretar cómo las entrevistadas, en  
tanto protagonistas institucionales, reconstruyen el  
trayecto del área desde su memoria subjetiva y colec-  
tiva a la vez. La idea es identificar fases o momentos en  
el desarrollo de sus propios recorridos académicos, así  
como acontecimientos, acciones, conocimientos cons-  
truidos durante el proceso de enseñanza-aprendizaje  
que impartieron. Al explicar determinada situación,  
cada entrevistada le va confiriendo sentido y signifi-  
cado a la realidad desde el lugar que ocupó en el mun-  
do universitario en general y el área de la “Sociología  
Histórica ” en particular. De acuerdo con Rodríguez  
Gómez et al. (1996), cada testimonio se despliega desde  
una perspectiva propia, y juntos van imprimiendo un  
carácter colectivo a sus relatos datando de historicidad  
social sus propias historias de vida.  
En relación a ello, en este trabajo desplegamos un abor-  
daje interpretativo desde un enfoque temporal me-  
diante un estudio de casos de carácter “instrumental  
y colectivo” (Stake, 1998), que contribuya a dotar de ge-  
neralidad la comprensión de un contexto social e insti-  
tucional específico. Como estudio colectivo, conlleva la  
selección de varios casos en simultáneo y la búsqueda  
de relaciones entre ellos, en pos de alcanzar una com-  
prensión más profunda del fenómeno en estudio.  
Como procedimientos para la recolección de datos se  
emplearon entrevistas narrativas. Taylor y Bogdan  
(1986), han señalado que esta herramienta permite in-  
dagar en los significados, perspectivas y enunciacio-  
nes de las personas, identificando el modo en que ven,  
clasifican y han experimentado su tránsito por deter-  
minada trama social.  
En este trabajo, los casos están conformados por las  
trayectorias académicas y experiencias pedagógicas  
de 4 docentes que se desempeñaron como Profesoras  
Titulares a cargo de las materias troncales del área.  
Goetz y LeCompte (1988, p. 137) han señalado que la  
selección basada en criterios requiere que se identifi-  
que previamente “un conjunto de atributos que deben  
poseer las unidades de estudio”. En relación a ello, las  
4 docentes fueron seleccionadas dada su trayectoria en  
el área y su participación activa en el diseño y planifi-  
cación de los contenidos programáticos, las semblan-  
zas de asignaturas por ellas impartidas y gestión pe-  
dagógica diaria frente al contexto áulico.  
Según Huberman (1998, p.187) la narrativa, constitu-  
ye la herramienta más adecuada para solicitarles a las  
personas que transmitan sus impresiones personales  
organizando sus prácticas y experiencias en función  
de una dimensión temporal determinada. En nuestro  
estudio, la entrevista narrativa constituyó la herra-  
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mienta metodológica más acertada para identificar y  
poner en valor aspectos del desarrollo del área de co-  
nocimiento examinada en la trama curricular de la  
carrera de Sociología a lo largo del tiempo.  
En este trabajo concebimos a las ex - docentes del área  
como protagonistas de sus propias tramas biográficas  
y al mismo tiempo como autoras de relatos institucio-  
nales. Y en ese narrar, y ser narradas, recrean el senti-  
do de la carrera y la universidad, reconstruyendo -en  
el mismo movimiento- su identidad como colectivo  
laboral y profesional del área “Sociología Histórica”.  
Conversar con ellas supuso abrir una puerta para escu-  
char sus historias, fue una invitación a sumergirnos en  
testimonios que narran experiencias académicas, pero  
A continuación, establecemos las particularidades del  
guión de entrevista aplicado, que fue organizado en  
torno a 3 grandes bloques: a) datos personales y etapa  
de desempeño estudiantil; b) etapa de formación pro-  
fesional y desempeño docente; y c) etapa de jubilación.  
Tabla 2. Principales dimensiones de análisis de las entrevistas realizadas a ex-docentes del área Sociología  
Histórica. Carrera de Sociología, UNSJ. Año 2024.  
GUIÓN DE ENTREVISTA A EX-DOCENTES DEL ÁREA SOCIOLOGÍA HISTÓRICA  
Factores de ingreso a la  
universidad y trayecto  
estudiantil en la carrera  
de la Sociología.  
Características del plan  
de estudios de la carrera  
y de materias vinculadas  
a lo “socio-histórico”.  
Semblanzas sobre la  
universidad y la facultad  
y perspectivas sobre el  
cuerpo docente.  
Trayecto inicial  
Características y  
Ejercicio de la actividad  
docente y desempeño  
en el área Sociología  
Histórica.  
Formación de nuevas  
“vocaciones” en el  
área y articulación con  
investigación.  
Fase de consolidación  
académica  
alcances de las  
funciones docentes en el  
nivel universitario.  
Cambios en la  
Perspectiva sobre la  
configuración actual del  
área socio-histórica.  
trayectoria personal  
fuera de la vida  
universitaria.  
Miradas sobre el legado  
transmitido.  
Etapa jubilatoria  
Fuente: Elaboración propia en base a guion de entrevista a ex – docentes del área Sociología Histórica.  
desde las sutiles percepciones de quienes las vivieron y  
hoy recrean colectivamente. En lo que sigue rescatare-  
mos sus voces y contaremos sus historias.  
sus expectativas iniciales hacia la disciplina, al tiempo  
que permite situar esas decisiones en un marco con-  
textual más amplio, caracterizado por las condiciones  
sociales, culturales e institucionales del momento.  
Los inicios y las primeras miradas sobre la  
carrera y el contexto  
Una de ellas ha compartido sus expectativas e incen-  
tivos:  
Indagar en la etapa de ingreso a la universidad, cons-  
tituye un eje central para comprender el proceso for-  
mativo de las entrevistadas y explorar los factores que  
influyeron en la elección de la carrera de Sociología,  
dando cuenta del momento fundacional de su trayec-  
toria académica y profesional. Al indagar en sus mo-  
tivaciones personales, familiares y profesionales, esta  
sección del trabajo aporta valiosa información sobre  
Siempre tuve como objetivo estudiar y llegar a la  
universidad para lograr superarme como persona.  
Además de haber adquirido un importante com-  
promiso social de mi entorno familiar. Tuve el gran  
incentivo de mis padres y fundamentalmente de mi  
madre, que siempre vi estudiando, y quien logró  
llegar a ser directora de escuela con mucho esfuer-  
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zo y trabajo. También influyó en mí el compromiso  
social influido por mi familia, mi padre fundamen-  
talmente, quien tenía convicciones muy claras sobre  
la lucha de clases y los derechos del trabajador, entre  
otros. (De la Vega, comunicación personal, 2024)  
Tuvimos una fuerte formación en dicha área con  
un ciclo básico que relacionaba lo filosófico, psico-  
lógico, sociológico de cada proceso histórico mun-  
dial. Posteriormente con esa formación, tuvimos  
cátedras referidas a la influencia de esos procesos  
en Latinoamérica y Argentina. En cualquier traba-  
jo de investigación, siempre se buscaba el contex-  
to histórico. Estudio sobre el cantonismo en San  
Juan, por ejemplo. (Giugni, comunicación perso-  
nal, 2024)  
Otro de los relatos destaca, cómo contribuyeron las ca-  
racterísticas del núcleo familiar en su decisión:  
Yo ingreso a la universidad en Buenos Aires por-  
que, aunque algunos no se acuerdan, soy porteña.  
Quería estudiar en Filosofía y Letras de la UBA. Mi  
padre obviamente no quiso saber nada de eso. ¡Era  
para los comunistas! Por eso, termino entrando  
en la Universidad del Salvador. Allí conocí a quién  
hoy es mi marido, nos casamos y él se quiso vol-  
ver a San Juan. Yo había tenido en El Salvador una  
materia que se llamaba Historia de las Ideas Polí-  
ticas. Cuando nos vinimos acá estaban las ofertas  
de la Universidad Provincial y me metí en Ciencias  
Políticas. Mi vínculo con la Sociología fue precisa-  
mente a través de la ciencia política. San Juan tenía  
un rasgo muy interesante que era un ciclo básico,  
cursábamos todos juntos. Y eran épocas donde  
había, así como un movimiento. Se cuestionaban  
muchas cosas, yo ahí conocí un montón de gente  
que después fueron colegas míos. (Riverós de Co-  
rradi, comunicación personal, 2024)  
Una ex – docente que ingresó a la carrera tras la recu-  
peración democrática, recuerda su trayecto estudiantil  
y el desempeño de sus primeros profesores en el área:  
Terminado el secundario, pasé por varias carre-  
ras. Inclusive me fui a Córdoba a hacer abogacía.  
Fue una época de muchos cambios y un contexto  
complicado. Volví a San Juan y empecé la univer-  
sidad aquí. Pero empecé en Ciencias Políticas,  
hice el cursillo y todo, pero después me cambié a  
sociología porque me atrajo mucho más. Me recibí  
con una tesis sobre el papel pendular de la Iglesia  
durante los distintos gobiernos. El “Chango” Illa-  
nes fue nuestro asesor en la parte socio-histórica y  
Alicia Ruso fue la que nos guió en la metodología.  
Siempre tuve una inclinación por los estudios con  
eje en los procesos históricos. Estudié con Marta  
Navarro, que en ese momento era docente de la ca-  
rrera de Sociología en la materia “Historia Social  
de América Latina” y me apasioné por los temas  
socio-históricos. (Ayza, comunicación personal,  
2024)  
Sobre los inicios de sus recorridos académicos, inda-  
gamos cuándo y cómo decidieron dedicarse a la socio-  
logía en particular y cómo era la universidad y la carre-  
ra en ese contexto.  
Cuando entré en la universidad de San Juan esta era  
provincial, el alcance del título era bastante limitado;  
pero poco tiempo después se comenzó la lucha por  
hacerla Nacional, lo cual cambió bastante el pano-  
rama. Pero abandoné la carrera durante 5 años por  
la dictadura que eliminó y torturó a varios de mis  
compañeros. Al regreso tuve mejores oportunidades  
y otros profesores. El título era solo Licenciatura, no  
había profesorado en Sociología. Me recibí con ese  
título. (De la Vega, comunicación personal, 2024)  
3.2. Conocimiento, experiencia y vocación  
como ejes del ejercicio docente en la “Sociología  
Histórica”…  
Sobre el inicio de sus labores en la universidad y su re-  
lacionamiento con el área de la “Sociología Histórica”,  
una de las primeras docentes del área ha relatado:  
Recibida de Licenciada en Sociología, comencé in-  
mediatamente a trabajar en el Departamento de  
Sociología, como jefa de trabajo práctico, luego  
adjunta en la cátedra: sociología general, materia  
de primer año, siendo titular la Lic. Cristina We-  
hbe. Este plan de estudio incluía el área histórica,  
con las siguientes materias: “Historia Universal”,  
“Argentina” y esta última tomaba aspectos regio-  
nales. Posteriormente, cuando se conformó la  
Universidad de San Juan, nuestro plan de estu-  
En relación a las características que tenía el plan de  
estudios de la carrera en ese momento, la siguiente  
entrevistada ha señalado que ya se incluían materias  
vinculadas a lo socio-histórico:  
Pertenezco a la primera promoción de licencia-  
dos en sociología de la Universidad Provincial.  
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dio incluyó ”Historia Universal”, “Historia Lati-  
noamericana” y “Argentina”. Yo seguía a cargo de  
“Sociología General” nutriendo mi programa con  
un fuerte conocimiento aportado por las mencio-  
nadas cátedras. Posteriormente, por un problema  
de accidente de la titular, se me propuso hacerme  
cargo de “Latinoamericana” y de “Argentina”. Área  
que siempre fue de mi agrado, pudiendo parti-  
cipar en Congresos con ponencias referidas a lo  
regional principalmente. También estuve como  
profesora del departamento de Ciencias Políticas  
como titular de la cátedra “Análisis de los Proce-  
sos Históricos de Argentina I y Regional”. Quiero  
agregar que me jubilé siendo profesora de la cáte-  
dra “Sociología Latinoamericana”, que era previa  
a “Sociología Argentina I”. (Giugni, comunicación  
personal, 2024)  
como cátedra y su distanciamiento de un enfoque me-  
ramente histórico:  
Cuando me recibí en el ´88, inmediatamente entré  
porque rendí un concurso de JTP. Empecé a traba-  
jar inmediatamente en el área histórica, que era la  
que a mí me gustaba. Estuve con Edith Masuelli  
primero y después con Alicia Giugni. Recuer-  
do que en ese interín se empezó a trabajar en un  
cambio del Plan de Estudio. Uno de los cambios  
más importantes fue en el área, donde la materia  
“Historia Social de América” pasó a ser “Sociología  
Latinoamericana”. Recuerdo que hubo un debate  
fuerte sobre las incumbencias de la carrera de So-  
ciología frente a gente de Historia. Además, para  
evitar que en los concursos participaran historia-  
dores y consolidar la propia perspectiva de la “So-  
ciología Histórica”. Por ello, se cambió la “Historia  
Social de América” por “Sociología Latinoameri-  
cana”. Fue toda una conquista. A partir de allí un  
sociólogo ya tenía otra visión. Esa capacidad de re-  
lacionamiento y de reflexividad sobre lo histórico,  
lo permite solo la Sociología. (Ayza, comunicación  
personal, 2024)  
En sintonía, otra de las entrevistadas recuerda su lle-  
gada al Departamento de Sociología y su tránsito por  
el área:  
Apenas recibida comencé trabajando ad honoren  
en el Gabinete de Investigaciones del Departa-  
mento de Sociología, en el equipo de Nora Toledo,  
quien luego me consiguió cargo. Al año siguiente  
me pidieron colaboración para el Curso de Ingreso  
que se dictaba conjuntamente con las demás carre-  
ras de la facultad y lo hice, me estrené en docencia  
sin cargo, frente a cientos de estudiantes y me fue  
muy bien, de modo que la directora del departa-  
mento me ofreció mi primer cargo docente en el  
área histórica, en la cátedra “Sociología Latinoa-  
mericana”, con la Licenciada Alicia Giugni. Siem-  
pre estuve vinculada al área socio-histórica. Como  
Profesor Adjunto de “Sociología Latinoamericana”  
primero, dictada en primer año en ese momento y  
luego con “Sociología Argentina y Regional I”, de  
segundo año, de la que fui profesora Titular por  
concurso. Me recibí de Magíster en Metodología  
de la Investigación Científica y también dicté la  
cátedra “Metodología de la Investigación I”, de la  
cual también fui titular por concurso, en el nuevo  
Plan de Estudios es llamada “Investigación Social  
I”. También participé varios años en “Núcleos Pro-  
blemáticos II” y como Profesor Adjunto de la cáte-  
dra “Sociología del Conocimiento” (1993-1996). (De  
la Vega, comunicación personal, 2024)  
La discusión sobre las incumbencias profesionales y  
expertise disciplinar entre “Sociología” e “Historia”  
siempre estuvieron presentes en el desarrollo institu-  
cional de la Sociología sanjuanina. Tal como señala la  
entrevistada, existía una tensión latente frente al cre-  
ciente interés de historiadores a participar en espacios  
promovidos por y para la Sociología. Ello reflejaba una  
disputa disciplinar por el sentido, el alcance y los fun-  
damentos de ambas profesiones en el ámbito universi-  
tario. Pero no se trató de una disputa disciplinar mera-  
mente corporativa, debe comprenderse como parte de  
un proceso más complejo de constitución de la “Socio-  
logía Histórica” como un campo específico dentro de la  
Sociología con un objeto y método propio. En definiti-  
va, la modificación del plan de estudios y, particular-  
mente la sustitución de la asignatura “Historia Social  
de América” por “Sociología Latinoamericana” reflejó  
un momento clave de definición epistemológico-polí-  
tica y de conquista de autonomía institucional. No fue  
un simple recambio en la denominación del espacio  
curricular o de los docentes a cargo, sino un proceso  
de reafirmación del enfoque sociológico en el análisis y  
comprensión de los procesos históricos.  
Otra de las docentes comenta sobre su incorporación  
a la carrera y el devenir del área, recordando en parti-  
cular el nacimiento de la “Sociología Latinoamericana”  
Fue un hito fundamental, a partir del cual la carrera  
dinamizó la formación de profesionales con un enfo-  
que socio-histórico diferente, donde el abordaje del  
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cambio social en los procesos históricos no se asentaba  
ya, y exclusivamente, en base a narrativas cronológi-  
cas, sino que promovía una articulación analítica entre  
estructura y agencia, conflicto social y relaciones de  
poder. Los sociólogos y sociólogas de profesión dejaron  
de ser considerados “historiadores de segunda”, para  
convertirse y desempeñarse como “sociólogos de pri-  
mera”, esto es: profesionales con herramientas teóri-  
cas, metodológicas y, ahora también, socio-históricas  
específicas, capaces de dialogar/reflexionar/discutir  
con la “Historia” y otros espacios del saber, pero desde  
su propio campo disciplinar.  
dedicada a lo suyo, un hombre siempre estudian-  
do, siempre buscando algo nuevo, polémico. Sus  
alumnos lo adoraban. Los alumnos lo querían por-  
que era un tipo que se hacía querer, no era el tipo  
de profesor que se sentaba a dar una clase magis-  
tral. El “Chango”, en cualquier momento, a cual-  
quier hora se sentaba con vos en la sala de profeso-  
res e iba a tomar un café. Para él, los alumnos eran  
personas muy importantes. Era, además, un tipo  
generoso y muy solidario. Tenía una metodología  
de trabajo con estudiantes, que era post cursado ir  
a la casa de él porque armaba grupos de estudio y  
él era el primer estudiante allí. Siempre traía pilas  
de libros y decía, vos tenés que leer para aprender y  
yo te voy a acompañar. (Riverós de Corradi, comu-  
nicación personal, 2024)  
Uno de los docentes más recordados del área “Socio-  
logía Histórica” de la carrera, fue sin dudas el Prof.  
Daniel “Chango” Illanes. Fue un destacado docente e  
investigador de la universidad, dedicado también al  
periodismo y la militancia política. Fue autor de varias  
publicaciones sobre historia y política. Se destaca tam-  
bién como formador de varias generaciones de estu-  
diantes. En la carrera de Sociología, por muchos años  
fue docente de la cátedra “Sociología Argentina y Re-  
gional II” que abordaba los procesos socio-históricos  
del siglo XX. La profesora, que debió asumir la cátedra  
en su reemplazo presenta una interesante semblanza  
sobre él.  
3.4. Viejos problemas, nuevos desafíos: balances  
y legados de la Sociología Histórica…  
Sobre los desafíos presentes al momento de la jubila-  
ción, una de las entrevistadas ha expresado:  
Nosotros nos sentimos parte de la universidad,  
aun siendo jubiladas. Mira, un montón de gen-  
te, de las personas con las que yo tengo más más  
contacto, nos seguimos sintiendo parte de la Uni-  
versidad. Hay como un juego doble ahí, donde la  
Universidad nos hace sin duda a cada uno, pero  
nosotros también a la institución. No es posible  
escindir las dos cosas, hay una identidad doble;  
nos construimos mutuamente. Y uno no es que se  
jubila, cierra la puerta y se va. Es como que se creó  
un lazo, se creó un vínculo que no se rompe. En  
muchos casos, seguimos vinculadas a la univer-  
sidad, porque continuamos proyectos de investi-  
gación, participamos como asesoras en algunos  
programas, nos invitan a dar charlas y a veces a  
participar de algunas clases. (Riverós de Corradi,  
comunicación personal, 2024)  
Mi desembarco en la carrera de Sociología, se pro-  
duce de una manera inesperada. Muere el “Chan-  
go” Illanes, le da un infarto. Él tenía diabetes, se  
descompensa y camino al hospital muere. ¿Qué  
pasaba? El “Chango” daba clases en Ciencias Polí-  
ticas y en Derecho con un cargo armado entre los  
dos departamentos. Pero daba clases en Socio-  
logía por extensión. Él muere en mayo de 2012 y  
la materia empezaba ya, en el segundo semestre.  
Era Sociología Argentina II. Desde el departa-  
mento me invitaron, porque era difícil encontrar  
un docente que dé clases por extensión. Yo acepté  
acompañar, pero para mí fue traumático entrar a  
esa aula porque yo lo conocía al “Chango” desde mi  
época en la Universidad Provincial. Yo sentía que  
me estaba poniendo en el lugar de alguien, que me  
quedaba grande. El “Chango” fue una persona su-  
mamente importante para la universidad, todos  
lo seguían: sus colegas, sus opositores políticos, lo  
que hacía con los estudiantes, cómo lo recordamos  
en cuanto a su enfoque disciplinar, la perspectiva  
pedagógica. Si vos lees su “Historia de San Juan”  
ahí tenés una descripción de lo que es el “Chango”,  
desordenado, caótico. Empieza a escribir por un  
lado y termina por el otro. Era una persona muy  
En relación a la mirada que las docentes entrevistadas  
tienen sobre la contribución del área a la malla curricu-  
lar de la carrera y a la formación de sociólogos, una de  
ellas destaca que:  
Esta área, permitió a los alumnos de aquel momen-  
to entender los procesos de cambio de la sociedad,  
principalmente de nuestro país. El aporte funda-  
mental dentro de la carrera, se lo daba al núcleo  
problemático, cátedra que intentaba bajo un tema  
común integrar las materias de cada año. Siendo  
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el análisis una línea de tiempo fundamental para  
lograr la integración propuesta. Si se me pregunta  
si es importante que exista un área histórica en el  
plan de estudios, expreso que sí, pues es el apoyo  
en tiempo y espacio no solo a otras cátedras, sino a  
todo tipo de investigación como fue por ejemplo la  
investigación de la nueva olivicultura, por mencio-  
nar alguna que pareciera ser un tema solo indus-  
trial-tecnológico. (Giugni, comunicación personal,  
2024)  
sos. Nosotros miramos la historia como parte de  
un proceso, pero un proceso más amplio, con un  
montón de componentes de poder, hay relaciones  
que van mucho más allá que las elecciones y si fue-  
ron en tal fecha y si los candidatos fueron Juan y  
Pedro. Me parece importante que un plan de es-  
tudios tenga materias socio-históricas. Vamos a  
ponerlo al revés: un profesional de las Ciencias So-  
ciales, no puede ignorar, qué es lo que nos llevó a  
ser lo que hoy somos. Un sociólogo, un politólogo,  
un comunicador, un trabajador social tienen que  
ser capaces de analizar el mundo en que viven, el  
país en que viven, la provincia en que viven. Para  
comprender lo que estamos viviendo y poder re-  
correr el mapa de hoy, la única forma es ver la ruta  
socio-histórica. (Riverós de Corradi, comunica-  
ción personal, 2024)  
En retrospectiva, otra de las entrevistadas rememora  
los aportes del área y contribuciones de los principales  
docentes que por allí pasaron, mencionando también  
el legado brindado a los nuevos equipos de cátedra.  
Siempre fue un área muy interesante que requería  
una continuidad histórica entre las diferentes ma-  
terias de los diferentes años, al menos era lo que se  
procuraba, aunque no siempre se logró. Tenía “So-  
ciología Latinoamericana” en primer año, “Socio-  
logía Argentina y Regional I” en 2º año, “Sociología  
Argentina y Regional II” en 3º año. Hubo docentes  
como Alicia Giugni, Daniel Illanes, Cristina Ayza,  
Graciela de Cara, Victor Algañaraz; estos últimos  
son ahora los titulares de algunas de ellas. Con el  
nuevo Plan de Estudios de la carrera de Sociología  
el área se ha enriquecido con la inclusión de una  
nueva materia en primer año, “Sociología Históri-  
ca del Mundo Moderno y Contemporáneo”, y “So-  
ciología Latinoamericana” fue pasada a 4º año. Es-  
pero haber dejado el mejor impacto y formación en  
mis estudiantes. De hecho, los dos titulares men-  
cionados anteriormente fueron alumnos míos.  
(De la Vega, comunicación personal, 2024)  
Cabe destacar que las 4 docentes entrevistadas, cuyas  
trayectorias rescatamos en este escrito, se desempeña-  
ron simultáneamente como docentes del área y com-  
partieron por tanto un enfoque general sobre el área de  
la “Sociología Histórica”, que fue la base para el ejer-  
cicio profesional de varias generaciones de sociólogos  
egresados.  
Sobre la perspectiva del área de “Sociología Histórica”  
que se impartía, una de ellas ha reflexionado:  
Siempre me apasionó la Historia. Pero, la Historia  
desde la Sociología es un enfoque distinto total-  
mente. Y me apasionó, justamente, ese enfoque.  
Yo vi que se le podía aplicar una teoría y que podía-  
mos verlo en conjunto, porque antes se estudiaba  
la historia social de forma no integrada, sino en  
compartimentos, muy segmentada. La Historia,  
sin la Sociología, es casi como memorizar aconte-  
cimientos relevantes, pero sin un porqué, sin inda-  
gar su conexión con lo anterior ni con lo siguiente.  
Con la “Sociología Histórica”, uno puede mirar el  
presente en razón del pasado. Lo podés compren-  
der si vos miras hacia atrás y vas estableciendo  
relaciones. No puedes comprender la magnitud  
de las situaciones que pasan hoy o exactamente lo  
que sucedió en el pasado, sino mediante relaciones  
entre lo que estoy viviendo en el presente y lo que  
ocurrió en el pasado. A los sociólogos se nos acusa  
a veces de vivir en el pasado, pero tenemos ante-  
ojos más amplios. Podemos ver pasado, presente  
y hasta futuro. Uno puede aproximarse a situacio-  
nes futuras, mirando el pasado y el presente. Decir  
que está ocurriendo esto y probablemente ocurra  
En sintonía, la siguiente entrevistada ha señalado la  
relevancia de que todo egresado de la disciplina cuente  
en su formación con aportes de la Sociología Histórica:  
El área es hermosa y es crucial para la formación  
de todo sociólogo. Pero al que es docente del área  
le tiene que gustar. Hay que reconocer que las ma-  
terias históricas no son sencillas porque además  
la mirada que le damos nosotros en la Facultad  
de Sociales no es la mera historia. A vos, no te im-  
porta cómo estaban compuestas la falange griega,  
cuántos hombres de a pie, cuántos lanceros eso  
no te sirve para nada, no te es útil. Nosotros des-  
de las Ciencias Sociales, miramos otra cosa. Mirá,  
una vez me dijo una profesora de Historia ustedes  
allá en sociales, han inventado la noción de proce-  
Algañaraz, De Cara, Sánchez, Vega  
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esto otro. Eso es lo que permite la “Sociología His-  
tórica”. (Ayza, comunicación personal, 2024)  
de las posguerras mundiales, dinamizó hacia fines de  
los ´60 la reflexión sobre la importancia de recuperar  
la unidad tradicional entre Sociología e Historia. Im-  
pulso que lo dió, finalmente, el devenir de la Sociología  
Histórica Norteamericana (1970), que afirmó la nece-  
sidad de analizar los cambios estructurales de la so-  
ciedad, teniendo en cuenta tiempo y espacio, con una  
nueva mirada sobre el sujeto social.  
4. Consideraciones finales.  
A modo de reflexión final diremos que, actualmen-  
te una de las características más significativas de las  
Ciencias Sociales es la variedad y contundencia de  
estudios interdisciplinarios y, entre ellos, destaca  
precisamente el enfoque de la “Sociología Histórica”.  
A lo largo de este trabajo, hemos visto que, entre sus  
potencialidades permite articular el análisis de proce-  
sos sociales con una comprensión profunda de su de-  
sarrollo en el tiempo, permitiendo dar respuestas a la  
complejidad de la realidad social. Es difícil pensar en  
un tipo de Sociología “ahistórica”, que sin dudas res-  
tringiría nuestro campo y foco de estudio al abordaje  
de estructuras o dinámicas como si fueran estáticas o  
universales, tal como lo advirtieron nuestros pensado-  
res primigenios y en pos de lo cual edificaron enfoques  
paradigmáticos diferenciales pero con un denomina-  
dor común: la perspectiva de la “Sociología Histórica”.  
Perspectiva que ha incorporado el tiempo como una  
dimensión constitutiva del análisis sociológico, reco-  
nociendo que los procesos sociales resultan de regula-  
ridades históricas específicas. Se trata de un enfoque  
que permite explicar de forma más acabada las cone-  
xiones causales y secuencias históricas de los fenóme-  
nos sociales. Varios autores, como los mencionados en  
párrafos precedentes, se han referido a la importancia  
de desplegar este enfoque de la “Sociología Histórica”,  
en tanto subsume y articula dos lógicas analíticas: la de  
la Historiografía y la de la Sociología, abarcando así los  
acontecimientos dentro de procesos contextualizados  
y situados.  
Debates que, sin dudas, tuvieron su efecto también en  
América Latina. La invitación de Immanuel Wallers-  
tein a “Abrir las Ciencias Sociales” (1996) tuvo lugar en  
este marco y estimuló un pensamiento socio-histórico  
reflexivo sobre los cambios y transformaciones socia-  
les en América Latina, desde una perspectiva ligada a  
la periferia.  
En cuanto a la “Sociología Histórica” en Argentina,  
devino un campo disciplinar con amplio desarrollo a  
partir del siglo XX, acompañando con su análisis y  
explicación a importantes transformaciones políticas,  
sociales y económicas del país. Influenciados por las  
escuelas francesas, inglesas y alemanas, autores como  
José Ingenieros (1918) y Gino Germani (1962) se desta-  
caron en el ámbito nacional como los precursores del  
enfoque disciplinar y, en efecto, sus obras refieren a  
los procesos de modernización, urbanización, migra-  
ción, y análisis de la estructura social pero no desde  
una “sociología aplicada a hechos del pasado”, sino que  
desarrollaron una perspectiva teórico-metodológica y  
socio-histórica que enriqueció la comprensión de la  
trama social circundante.  
El enfoque de la “Sociología Histórica” en Argentina,  
cobró impulso y relevancia a partir de 1970, dado el  
creciente el interés disciplinar estudiar y comprender  
cuestiones como el peronismo y su papel como movi-  
miento político, además de incursionar en temáticas  
como los partidos políticos, la movilidad social y el rol  
de los movimientos obreros, entre otras temáticas.  
No obstante, como hemos visto en este trabajo, la ten-  
sión entre una y otra ciencia siempre estuvo latente. El  
alejamiento entre ambos espacios, se fue produciendo  
a la par de la propia institucionalización de la Socio-  
logía con el desarrollo del Estructural Funcionalismo  
(Parsons), como la “Gran Teoría”, en EE.UU. (finales  
de 1940). No obstante, el debilitamiento del estructu-  
ral-funcionalismo, coincidente con las fuertes críticas  
hacia la Historiografía Tradicional y las nuevas co-  
rrientes que confluyeron en ella (como la “Historia de  
los Annales” en Francia, la “Historia desde abajo”, o “La  
historia de larga duración”, en Inglaterra, centradas en  
desterrar de alguna manera la mirada hegemónica so-  
bre el devenir de la humanidad) junto a la necesidad de  
explicar las grandes transformaciones en el contexto  
A partir de los años ´80, autores como Portantiero  
(1977) y Halperin Donghi (1994), se preocupan por dar  
nuevo impulso a la “Sociología Histórica Nacional”.  
Desde una mirada crítica y reflexiva sobre el relato  
histórico hegemónico de los procesos de formación y  
consolidación del Estado Nacional Argentino, ambos  
pensadores otorgan protagonismo y visibilidad en los  
procesos socio-históricos a sectores que durante todos  
estos años habían permanecido invisibilizados u ocul-  
tos, tal el caso de los obreros, de las mujeres y pueblos  
originarios.  
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Con la vuelta a la democracia, luego de las dictaduras  
militares, los sociólogos comenzaron a ocuparse de es-  
tudios referidos a los derechos humanos, a la violencia  
institucional, a la memoria y a las políticas públicas,  
tomando como complemento para el análisis discipli-  
nas como la Historia, la Antropología y las Ciencias  
Políticas. Fue tal el interés suscitado por estos estudios  
que, comenzaron a dictarse cursos y talleres al respec-  
to, además de insertarse en las Carreras de Ciencias  
Sociales, a la “Sociología Histórica” como aporte curri-  
cular indispensable para la comprensión de hechos y  
procesos del acontecer nacional y regional. Devino así,  
en un enfoque especialmente valioso para examinar y  
comprender los procesos de dependencia, dominación  
y resistencia desde una perspectiva situada, crítica y  
comprometida.  
socio-histórico, que suele exacerbar el uso de la histo-  
ria como mero recurso heurístico, como contexto ex-  
plicativo o mero telón de fondo para situar los procesos  
sociales, pero sin articular integralmente la dimensión  
temporal en la lógica del análisis. Se fue desarrollan-  
do, en contraste, un enfoque particular de la “Sociolo-  
gía Histórica” que estableció la variable tiempo como  
dimensión constitutiva de lo social, promoviendo la  
idea de que todo fenómeno social se configura históri-  
camente. Se consolidó, así, como un enfoque relativa-  
mente autónomo que permite explicar y comprender  
cómo y por qué tienen lugar ciertos cambios sociales y  
que condiciones/condicionamientos históricos los po-  
sibilitan u obstaculizan.  
En suma, desde los primeros planes de la carrera de  
Sociología de la UNSJ que datan de 1968 y que prece-  
dieron al actual en vigencia, se observa la relevancia  
del área “Sociología Histórica”. A las dos materias ini-  
ciales que componían el primer plan de estudios, y que  
fueron “Historia de la Civilización” e “Historia Social”,  
se añadieron “Historia de las Ideas Económicas”, “His-  
toria Social de Europa”, “Historia Social y Económica  
de América”. Para reforzar aún más el área bajo aná-  
lisis, se incorporó una “Sociología Histórica” focaliza-  
da en el estudio de los procesos nacionales, quedando  
conformada por las materias de “Historia Social de  
América”, “Historia Social de Europa”, “Sociologías Ar-  
gentina I y II”.  
En este sentido, puede afirmarse que actualmente en  
las Carreras de Sociología de las Universidades Nacio-  
nales del país, la “Sociología Histórica”, se encuentra  
presente como enfoque epistemológico y político y se  
ha configurado como un área indispensable en todos  
los planes de estudios. Al respecto, se han identifica-  
do dentro de dichos planes espacios curriculares con  
denominaciones diferentes, pero con enfoques teóri-  
co-metodológicos y contenidos disciplinares comu-  
nes. Entre dichos espacios se destacan: “Introducción  
a la Sociología Histórica”, “Historia Social y Política”,  
“Teorías Sociológicas Clásicas y Contemporáneas”,  
“Sociología Latinoamerica y Argentina” “Historia del  
Pensamiento Sociológico”, entre otras, que procuran  
internalizar en los estudiantes, categorías de análisis  
para la explicación y comprensión de fenómenos so-  
ciales del pasado y del presente, permitiéndoles inclu-  
sive una proyección hacia el acontecer futuro, análisis  
contextualizados y situados del mundo de la vida en  
sociedad.  
Con el tiempo, y posiblemente por una cuestión de  
funcionalidad del sistema curricular en los planes  
más recientes (1982 y 1992.2) se simplificó el número  
de materias. Sin embargo, en el actual Plan de Estu-  
dios (2018, en vigencia) y producto de una revisión ex-  
haustiva del área y puesta en valor del enfoque y sus  
aportes a la formación de los futuros egresados de la  
carrera, la misma pasó a conformarse con cuatro ma-  
terias: “Sociología Histórica del Mundo Moderno y  
Contemporáneo”, “Sociología Argentina y Regional I”,  
“Sociología Argentina y Regional II” y “Sociología La-  
tinoamericana”, reforzando la formación profesional  
de los estudiantes en estas cuestiones. Desde estos es-  
pacios, se fue desplegando además una mirada inter-  
disciplinaria en la que se combinaron la “Sociología”,  
la “Economía”, la “Ciencia Política” y por supuesto la  
“Historia”, en atención a la crítica reflexiva en cuanto  
a la narrativa europeizante, hegemónica y colonialista  
hacia la región americana en general.  
Dentro del panorama nacional de planes de estudio de  
Sociología examinados, destaca el enfoque de la ca-  
rrera de Sociología en la UNSJ, que de su génesis puso  
particular interés en relacionar los aportes de la Histo-  
ria y la Sociología, en cuanto al análisis de la realidad  
provincial, regional y nacional. Puede afirmarse que  
el recorrido de la Sociología Histórica en San Juan se  
presenta en sintonía con el desarrollo de la Sociología  
Histórica en el resto del país, pero con ciertos rasgos  
que la dotan de especificidad.  
En particular, como hemos visto en las páginas pre-  
cedentes, tomó como punto de partida, pero se fue  
distanciando/diferenciando del tradicional enfoque  
Dentro de la UNSJ, las Facultades que la componen,  
sus Institutos de investigación y Gabinetes de Estu-  
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dios, muestran tradicionalmente un especial interés  
en promover investigaciones en esta línea, y que se re-  
flejan en trabajos referidos a: Economías Regionales;  
Movimientos Sociales y Políticos; Educación y Cultura,  
por mencionar sólo algunos de ellos.  
fácil, reconociendo que debieron realizar algunos tra-  
bajos de ayudantía y ad honorem, hasta alcanzar su  
incorporación al plantel docente. Desde sus comienzos  
estuvieron comprometidas con el área de la Sociología  
Histórica, identificando la incorporación de la materia  
“Sociología Latinoamericana” como un eje de fortale-  
cimiento a la preparación general de los estudiantes de  
Sociología, consolidándose el enfoque interdisciplina-  
rio a partir de ponderar no sólo la variable tiempo sino  
además las diversas escalas geográficas en el análisis  
sociológico. El principal aporte de esta materia en el  
área, fue coadyuvar a descentrar los habituales marcos  
analíticos de la Sociología, generalmente asentados en  
la experiencia europea o norteamericana, e impulsar  
categorías analíticas y lecturas de importantes obras  
disciplinares, pero elaboradas desde las propias condi-  
ciones históricas específicas de la región.  
Para comprender cómo el enfoque tradicional del en-  
tonces área “Socio-Histórica” de la Carrera de Socio-  
logía se fue configurando y fortaleciendo hasta alcan-  
zar su configuración actual como área de “Sociología  
Histórica”, se acudió a la palabra de algunos de los pro-  
tagonistas de este proceso. Se trata de, profesionales  
que en sus trayectorias académicas ocuparon lugares  
destacados dentro de la misma, quienes a través de  
su memoria, rescataron el derrotero de la “Sociología  
Histórica” hasta nuestros días, los cambios y trans-  
formaciones acontecidas en los planes de estudios, los  
intereses y necesidades según los momentos y las cir-  
cunstancias, para lo cual se utilizó un método biográ-  
fico-narrativo. Las voces y experiencias recuperadas,  
fueron representadas por cuatro docentes que inte-  
graron el área, a través de sus trayectorias en el aula  
y que hoy disfrutan de su etapa de jubileo. A lo largo  
de este trabajo, se recuperaron algunos fragmentos de  
sus relevantes testimonios.  
Respecto a su etapa jubilatoria, las entrevistadas reco-  
nocen la importancia de la “Sociología Histórica” y del  
área en general, para la carrera de Sociología, y en este  
reconocimiento afirman que las discusiones sobre los  
cambios de enfoque, la mirada interdisciplinaria y el  
acceso analítico y comprensivo de las transformacio-  
nes y complejidades del mundo contemporáneo fue  
necesario y nutritivo. Entre otras cosas, ello permitió  
que los estudiantes no sólo analizaran acontecimientos  
y procesos próximos a su realidad, sino relacionarlos  
con procesos nacionales, regionales e internacionales.  
En relación a la etapa de ingreso a la Universidad, las  
ex-docentes entrevistadas, indicaron que más allá de  
las dificultades que todo aspirante presenta con res-  
pecto a la elección de una carrera, se encontraban in-  
mersas en procesos intrincados de la realidad Argenti-  
na. Algunas de ellas, debieron transitar por la carrera  
de Sociología en plena dictadura militar o postdicta-  
dura, debiendo superar el prejuicio negativo de iden-  
tificarse relativamente con el idealismo comunista y  
socialista que en el imaginario colectivo en desmedro  
actuaban en detrimento del conocimiento académico  
y la reflexión crítica y comprometida. Ello, en un con-  
texto social y momento histórico que no permitía otro  
pensamiento más que el impuesto por los grupos o sec-  
tores del poder dominante, teniendo que batallar por  
sus intenciones académicas, hasta inclusive dentro del  
ámbito familiar.  
Finalmente, entre sus expresiones se observa quizás, la  
parte más subjetiva de sus experiencias y cosmovisión,  
reflejada en el sentido de pertenencia y perspectiva  
identitaria que aún conservan con respecto al área, a  
las materias en las cuales se desempeñaron como do-  
centes y a la UNSJ que mencionan como emblema de su  
realización personal. Recuerdan con cariño y nostalgia  
a Historiadores que acompañaron sus pasos como do-  
centes dentro de la carrera de Sociología, con especial  
consideración hacia Daniel “Chango” Illanes y hacia  
Daniel Arias, quien, aunque tuvo un breve paso com-  
partir las aulas de Sociología, sólo apenas unos pocos  
años, dejo importantes huellas en el modo de hacer y  
entender la “Sociología Histórica”. Las profesoras ju-  
biladas consideran que, los docentes que actualmente  
nos desempeñamos dentro de esta Área recibimos de  
sus manos un innegable legado que hay que conser-  
var y mejorar para bien de las futuras generaciones de  
egresados de la Carrera de Sociología.  
Respecto de los inicios académicos, una de las entre-  
vistadas indica que cuando ingresa, la Universidad era  
Provincial y que ya en aquel momento existía el área  
“Socio-Histórica” dentro del plan de estudios, como eje  
prioritario en su formación académica.  
Para las entrevistadas, la incorporación como docen-  
tes con cargo, dentro del Departamento no fue tarea  
En suma, a lo largo de estas páginas esperamos haber  
puesto de manifiesto que la consolidación del enfo-  
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que de “Sociología Histórica”, en el plan de estudios de  
la carrera de Sociología de la UNSJ fue resultado de un  
complejo proceso atravesado por tensiones disciplina-  
rias, disputas institucionales y decisiones políticas que  
reflejaron la lucha por precisar los límites y alcances de  
la carrera y su perfil académico. En efecto, la configura-  
ción actual del área ha devenido en un rasgo distintivo  
de la sociología sanjuanina. Mediante el examen de los  
planes de estudio y el análisis de los testimonios recaba-  
dos, el presente trabajo buscó revelar que estas dispu-  
tas, especialmente con sectores vinculados a la Historia,  
impulsaron una reafirmación del enfoque sociológico,  
que se tradujo en cambios curriculares significativos  
(tal como la incorporación de materias específicas y la  
redefinición de contenidos). Estas transformaciones  
fueron interpretadas por sus protagonistas como con-  
quistas académicas y epistemológicas, que permitieron  
afianzar una perspectiva situada y crítica del análisis  
histórico-social en clave sociológica.  
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Queremos cerrar este trabajo, señalado que la incorpo-  
ración de la “Sociología Histórica” como enfoque teóri-  
co-metodológico relativamente autónomo y como área  
especializada en el diseño curricular de la carrera de  
Sociología en San Juan, da cuenta de la importancia de  
formar profesionales capaces de interpretar los proce-  
sos sociales en su dimensión histórica, contextualiza-  
da y relacional.  
Durkheim, É. (2004). Las reglas del método sociológico  
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Tras las huellas de la “Sociología Histórica” en la Universidad Nacional de San Juan... | 59 - 81  
81  
ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Investigar en ciencias sociales,  
una mirada sobre la formación  
en el oficio a 60 años de la  
introducción de la Sociología en  
San Juan, Argentina1  
Research in social sciences, a look at training  
in the profession after 60 years after the  
introduction of Sociology in San Juan,  
Argentina  
Valeria Gili Diez  
Franco Montaño  
María Luisa Graffigna  
María Griselda Henríquez  
Roberto Alejandro Dacuña  
1
La presente contribución es una colaboración de docentes que se desempeñan como titu-  
lares en asignaturas de investigación social.  
82  
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Resumen  
Al cumplirse 60 años de creación de la carrera de Sociología en la provincia  
de San Juan, la segunda en el país y algunos años después de la creada en  
1958 en la Universidad de Buenos Aires, consideramos propicia la ocasión  
para detenernos sobre “la piedra de toque” en la formación de sociólogos y  
sociólogas sanjuaninos, y que según Sautu (2018) se denomina consensua-  
damente como metodología de la investigación social.  
El artículo que presentamos parte del supuesto de que la investigación es  
un eje en la formación sociológica que ha adquirido algunas particulari-  
dades en San Juan. Para dar cuenta de ello se reconstruye el itinerario de  
la carrera universitaria haciendo énfasis en la formación en investigación  
social a partir del recurso a la memoria, mediante entrevistas semi estruc-  
turadas, de algunos docentes que formaron parte de las primeras cohortes  
de estudiantes de la carrera, así como también a la revisión de material  
documental e histórico, en particular, de los planes de estudio buscando  
poner en evidencia los cambios que se iban registrando en el desarrollo de  
la disciplina.  
Abstract  
Valeria Gili Diez  
IISE FACSO UNSJ  
On the 60th anniversary of the creation of the Sociology program in the  
province of San Juan, the second in the country and a few years after  
the one at the University of Buenos Aires from 1958, we consider it an  
opportune occasion for stop at “the touch stone” in the training of San  
Juan’s sociologists, and according to Sautu (2018) is called by consensus as  
social research methodology.  
valeriagili@unsj-cuim.edu.ar  
-
Franco Montaño  
IISE FACSO UNSJ  
gabrielfmontano@gmail.com  
-
e article we present is based on the assumption that research is a key  
element in sociological training, which has acquired some particularities  
in San Juan. Considering that, we reconstruct the university career  
path with emphasis on social research training from the memory of  
some teachers who were part of the first cohorts of students, through  
semi-structured interviews, as well as the revision of historical and  
documentary material, in particular, of the curricula, seeking to highlight  
the changes that were being recorded in the development of the discipline.  
María Luisa Graffigna  
FACSO UNSJ  
luisa.graffigna@gmail.com  
-
María Griselda Henríquez  
IISE FACSO UNSJ  
grisuhenriquez@yahoo.com.ar  
-
Roberto Alejandro Dacuña  
IISE FACSO UNSJ  
radacuna@yahoo.com.ar  
-
Palabras clave: investigación social;  
formación en investigación, carrera  
de Sociología, San Juan (Argentina)  
Keywords: social research; research  
training; sociology curriculum; San  
Juan (Argentina)  
Gili, Montaño, Graffigna, Henríquez, Dacuña  
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1. Introducción  
para ello proponemos reconstruir el itinerario de esta  
carrera en San Juan haciendo énfasis en la formación  
en metodología de la investigación social. Para ello re-  
currimos, a través de entrevistas semiestructuradas, a  
la memoria de quienes formaron parte de las primeras  
cohortes de estudiantes, allá por la segunda mitad de la  
década del 60, y se incorporaron luego como docentes  
a la misma. Estas entrevistas se complementaron con  
la realizada al secretario administrativo del Departa-  
mento de Sociología, así como también con la informa-  
ción surgida de la revisión de material documental e  
histórico, en particular, de los planes de estudio de la  
carrera buscando poner en evidencia los cambios que  
se fueron registrando en el desarrollo de la disciplina.  
En su clásica obra Epistemología y Metodología: elemen-  
tos para una teoría de la investigación científica (1993), Juan  
Samaja menciona, en el apartado dedicado a los agra-  
decimientos, su paso por la Universidad Nacional de  
San Juan (UNSJ) como organizador y director de la  
Maestría en Metodología de la Investigación Científi-  
ca, entre 1987-1991:  
Estoy especialmente agradecido al Lic. Carlos Yan-  
zón (Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de  
la Universidad Nacional de San Juan) por haberme  
confiado la organización y dirección académica del  
Master de Metodología de la Investigación Cien-  
tífica que actualmente se imparte en esa Univer-  
sidad. Le debo a él y a sus “maestrandos” mucho  
más de lo que podría expresar. (Samaja, 1993, p. 6)  
El texto se organiza en dos apartados. El primero abor-  
da el momento de origen y busca dar cuenta del vín-  
culo institucional entre el departamento académico, la  
unidad de investigación y la formación de las y los es-  
tudiantes que, con el tiempo, le otorgará a la Sociología  
la particularidad que la va a caracterizar y diferenciar  
del resto de las carreras dictadas en la FaCSo: el que-  
hacer en investigación. El segundo recupera algunas  
de las transformaciones que se plasmaron en los dos  
últimos planes de estudio de la carrera (1992 y 2018), en  
el área de formación en investigación social; cambios  
que resultaron de los debates en el claustro en cada  
momento en particular. Por último, y a modo de cie-  
rre, se exponen los fundamentos del supuesto inicial,  
así como algunas reflexiones surgidas de los procesos  
reconstruidos.  
A poco más de tres décadas de aquella experiencia, nos  
encontramos celebrando los 60 años de la creación de  
la carrera de Sociología en la provincia de San Juan; la  
segunda en el país, con solo unos años de diferencia  
de la creada en 1958 en la Universidad de Buenos Aires  
(UBA). En este contexto, consideramos propicia la oca-  
sión para detenernos sobre “la piedra de toque” en la  
formación de sociólogos y sociólogas sanjuaninos, en  
la que destaca “lo que consensualmente denominamos  
metodología de la investigación social” (Sautu, 2018,  
p. 75). Para ello, nos proponemos revisar los distintos  
clivajes que han ido cristalizando el “oficio” de la inves-  
tigación en la formación sociológica sanjuanina.  
Sin lugar a dudas, es largo el camino que la carrera vie-  
ne recorriendo en la formación para la investigación  
desde aquel momento en el que la Sociología acadé-  
mica comienza a desplegarse en nuestro país. En ese  
sentido, parece pertinente recuperar la referencia que  
una de sus pioneras, Ruth Sautu, hace de ello:  
Esta especificidad se ha observado, por ejemplo, en el  
hecho de que han sido mayormente sociólogos y so-  
ciólogas egresados de nuestra carrera quienes, trans-  
cendiendo los límites del claustro departamental, han  
asumido la titularidad de los diferentes espacios curri-  
culares del área investigación, tanto en las carreras de  
la Facultad de Ciencias Sociales (FaCSo) como de otras  
facultades, institutos superiores y universidades de la  
provincia. Profesionales que, además, destacan en su  
trayectoria académica por haber otorgado un especial  
énfasis a la formación en metodología de la investiga-  
ción, propiciando espacios y debates (epistemológicos  
y ontológicos, entre otros) que se objetivan tanto en los  
diferentes planes de estudio de la carrera, como en los  
diferentes espacios de formación a nivel de posgrado  
que se generaron en la Facultad.  
¡cuanto más sencillo era hacer investigación en  
ciencias sociales! Cada disciplina funcionaba en su  
propio departamento de la universidad o en ins-  
titutos especializados; los fondos estaban asegu-  
rados por la propia institución que los gestionaba  
ante quien correspondiera. La experiencia de los  
seniors, más solo un texto, o dos, de metodología  
eran suficientes para adentrarse en el campo, y lo  
más importante los modelos de investigación esta-  
ban bastante definidos según el área disciplinaria  
de que se tratara. Los economistas tenían el mo-  
nopolio en el uso de la estadística, los antropólo-  
gos no se preocupaban de ella y llevaban a cabo sus  
El artículo que presentamos parte del supuesto de que  
la investigación es un eje en la formación sociológica, y  
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trabajos en el campo, los demógrafos enseñaban  
a utilizar las fuentes censales, y los sociólogos se  
ubicaban en el medio. (Sautu, 2018, p. 75-76)  
de Ciencias Sociales (FLACSO), Chile4. Según Fuenza-  
lida (2007), Galtung llegó a Chile en 1963 como experto  
de la UNESCO y lo hace con recomendaciones de Paul  
Lazarsfeld, de quien había sido discípulo en la Univer-  
sidad de Columbia5.  
2. La investigación social como  
característica fundante de la  
Sociología en San Juan  
El reconocimiento que Navarro (2004) realiza de este  
grupo de sociólogos se ve respaldado tanto en el pro-  
yecto de factibilidad para la creación de la UNSJ, como  
en la Ordenanza 1/1974 de la misma Universidad, pri-  
mer acto de gobierno del Consejo Superior. Estos  
documentos describen, el primero, a cada una de las  
dependencias de las instituciones que confluirían en  
la nueva casa de altos estudios, y el segundo, su es-  
tructura y organización. Allí, y como parte de la pre-  
existente Facultad de Humanidades de la Universidad  
Provincial D. F. Sarmiento (UP), el IISE se presenta  
como una dependencia de la carrera de Sociología. De  
ahí que para participar como investigador o investiga-  
dora fuera requisito ejercer la docencia en la carrera  
(Navarro, 2004). De este modo, la carrera de Sociología  
traspasada a la nueva universidad traía una impronta  
de origen: la práctica académica y la enseñanza de la  
investigación serán un aspecto diferencial fundamen-  
tal, e inicial, de la Sociología con el resto de las carreras  
de las ciencias sociales dictadas en la UNSJ.  
2.1. El momento germinal  
Con el propósito de remontarnos a los inicios de la ca-  
rrera de Sociología en San Juan es inevitable apelar a  
los documentos y testimonios que recuperan aquel  
contexto. Es así que al cumplirse el aniversario núme-  
ro 30 de la creación del Instituto de Investigaciones  
Socioeconómicas (IISE), en el marco de lo que resulta-  
ría la Facultad de Ciencias Sociales (FaCSo) de la novel  
Universidad Nacional de San Juan, la docente investi-  
gadora Marta Navarro, responsable del discurso con-  
memorativo en esa oportunidad, relataba que la fuer-  
za de dicho Instituto provino de “la convicción de un  
grupo de sociólogos que, marcados por la impronta de  
un Germani o de un Galtung [aspiraban a otorgarle] un  
carácter científico a su quehacer sociológico” (Navarro,  
2004)2. A la vez que señala a estos dos referentes de la  
Sociología en ese entonces, menciona como integran-  
tes de ese grupo “inicial”, a Margot Romano, Leopoldo  
Allub, Eduardo Gallo, René Mardel, Carlos Wilkinson,  
en su mayoría egresados de la Universidad de Bue-  
nos Aires3. Hace también una particular referencia a  
la trayectoria académica de la primera directora del  
Instituto, Margot Romano, a quien identifica como  
discípula de Johan Galtung tras haberse formado con  
él, a nivel de posgrado, en la Escuela Latinoamericana  
de Sociología (ELAS) de la Facultad Latinoamericana  
2.2. La enseñanza y la práctica de la  
investigación en Sociología. Desde la  
Universidad Provincial a la Universidad  
Nacional.  
4
La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO),  
fue creada el 16 de abril de 1957 por iniciativa de la UNESCO (Nacio-  
nes Unidas), en la Conferencia Latinoamericana de Ciencias Socia-  
les celebrada en Río de Janeiro. La primera sede académica se ubicó  
Santiago de Chile, hasta 1974 cuando comienza su expansión geo-  
gráfica. Como institución educativa ha promovido una perspectiva  
transdisciplinaria buscando superar la rígida autonomía de los en-  
foques teóricos y metodológicos disciplinarios de las Ciencias So-  
ciales. Este enfoque está en la base de estudios clásicos de la FLAC-  
SO sobre teorías del desarrollo, educación, instituciones y cultura.  
2
Licenciada en Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad  
Nacional de Cuyo; Marta Navarro, mendocina y establecida en San  
Juan, fue nombrada como personal técnico en el IISE, el primer  
cargo asignado a esa unidad. Posteriormente ingresó a la docencia  
en la cátedra de Historia Social, que titularizaba Carlos Wilkinson,  
permaneciendo en el área histórica de la carrera hasta el cambio de  
plan de estudios, en 1992 cuando la Historia Social de América del  
Plan 82 se transforma en Sociología Latinoamericana.  
5
Es siendo profesor de FLACSO que escribe su libro sobre Meto-  
dología de la Investigación, traducido por Fuenzalida (2007) y pu-  
blicado en 1967 por la editorial de la Universidad de Buenos Aires,  
Eudeba. Es importante destacar aquí que el citado y conocido texto  
de Galtung fue publicado primero en español y en Argentina, antes  
que en inglés.  
3
Todos los investigadores referidos por Navarro (2004) habían  
egresado de la UBA o de la Universidad Católica de Buenos Aires.  
No eran sanjuaninos, ni con familia en San Juan. Desconocemos el  
origen de muchos de ellos/as.  
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Los pocos años que separan la primera carrera de So-  
ciología de la UBA de la creada en la provincia de San  
Juan y en la UP tendrá “mucho de la gravitante presen-  
cia intelectual de Gino Germani” (Tasso, 2002) ya que  
serán algunos de sus discípulos, esa primera genera-  
ción de sociólogos ‘profesionales’, los que contribuirán  
a construir la sociología en la provincia.  
ra en Sociología en 1967 y a la que refiere Arnedillo  
(2022), es posible reconocer como especialistas en el  
área de metodología al Dr. Campos, quien dictaba  
Metodología en la Universidad Nacional de Cuyo, en  
la UBA y en la Plata, a Jorge Padua (también egresado  
de la FLACSO-Chile, como cita Fuenzalida, 2007) y a  
Edmundo R. Romagnoli (especialista en Estadística)  
(Comunicación personal 1, agosto 2024)8. El plan de  
estudios 1968, el primero de la carrera, incluía el dic-  
tado de dos metodologías de la investigación (I y II):  
la primera, introductoria a la investigación; la segun-  
da, centrada en las técnicas de muestreo e investiga-  
ción cuantitativa, sumado a 200 horas de prácticas  
de investigación (Arnedillo, 2022), que “los estudiantes  
debían acreditar participando en proyectos de investiga-  
ción dirigidos por docentes de la carrera y enmarcados en  
temáticas propias de las sociologías especiales” (Comuni-  
cación personal 1, agosto 2024). Dicha práctica supo-  
nía la colaboración en las tareas de revisión del ma-  
terial bibliográfico, relevamiento de datos (aplicación  
de encuestas) y procesamiento de la información. La  
formación en el área —centrada en el método cien-  
tífico— y el énfasis neopositivista (Corbetta, 2007) de  
la metodología enseñada se complementaba con el  
dictado de dos matemáticas (Matemática I y II) y una  
estadística.  
En el diseño de la carrera en la UP, Leopoldo Allub6  
representa una figura central. Apenas egresado de la  
UBA llega a San Juan en 1966 invitado a impartir un  
curso de postgrado en la Universidad Provincial D.F.  
Sarmiento para ser luego contratado como docente y  
diseñar la malla curricular de la carrera (Allub, 1995  
citado en Arnedillo, 2022)7. La formación de estos  
primeros sociólogos y sociólogas se caracterizará por  
“una fuerte impronta empírica: se orientaron desde el  
comienzo hacia la a investigación de campo, y uno de  
los aportes de Germani fue abrir las puertas a las nue-  
vas corrientes de la sociología estadounidense, rica en  
técnicas de investigación al tiempo que orientada ha-  
cia la construcción de teoría” (Tasso, 2002). Como se-  
ñala el propio Allub,  
Germani procuró validar la construcción de un  
nuevo paradigma tratando de diferenciarlo de  
lo que él denominó, con cierto aire despectivo, el  
“ensayismo” vigente hasta entonces en Argentina.  
Inicialmente le llamó “sociología científica” a este  
modo de hacer sociología, puntualizando los mé-  
todos que el investigador debía usar para sus es-  
tudios, que no era otro que el método hipotético,  
ya que insistía en la necesidad de que las afirma-  
ciones científicas sobre la realidad social fueran  
sometidas a algún tipo de prueba independiente  
y objetiva para poder ser consideradas científicas.  
(Allub, 1998, p. 732)  
En este sentido, como sostiene Allub (1998, p.734) la cé-  
lebre obra de Germani, Estructura social de la Argentina,  
publicada en 1955, constituye tal vez la representación  
más nítida de la formación en investigación social por  
aquellas décadas. Es el primer tratado sociodemo-  
gráfico en el que se analizan, desde un punto de vista  
cuantitativo y utilizando datos agregados, la estructu-  
ra de clases argentina y la relación entre clases sociales  
y “actitudes” políticas.  
En 1974, en un nuevo período democrático que modifi-  
ca el contexto institucional del país, y en el marco de la  
constitución de la UNSJ, la carrera de Sociología cam-  
bia su plan de estudios. Si bien las materias asociadas  
a la formación en investigación presentes en el plan  
anterior se conservan (matemática, estadística, las  
dos metodologías y las prácticas de investigación), se  
incorporan a la currícula tres cursos optativos de pro-  
fundización teórica y/o metodológica. Ese mismo año,  
se reincorpora a la carrera y a la asignatura Metodo-  
logía de la Investigación I el ya Dr. Allub tras haberse  
En la conformación de la planta docente inicial con  
la que comienza el ciclo profesional de la Licenciatu-  
6
Leopoldo Allub nació en Santiago del Estero en 1938. Estudió  
Sociología en la UBA y se estableció en San Juan, provincia en la que  
falleció en el año 2002.  
7
En el citado curso de posgrado en Sociología Científica, dictado  
por Allub, participaron egresados de Ciencias Políticas y Sociales  
de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCu) y graduados de otras  
carreras provenientes de Buenos Aires, Chaco, La Rioja y San Luis,  
entre otros lugares del país (Arnedillo, 2022).  
8
De los citados docentes ninguno es sanjuanino.  
Gili, Montaño, Graffigna, Henríquez, Dacuña  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
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ausentado entre 1970 y 1974 para realizar su doctorado  
bajo la dirección de Gino Germani (Tasso, 2002).9  
ción en investigación se mantuvieron sin cambios en  
ese breve lapso. Las particularidades de la provincia  
no alcanzaron para proteger a la carrera de la misma  
suerte que tuvo en otros contextos, tal vez más com-  
plejos. Así, a partir del golpe de 1976, las autoridades  
universitarias dispusieron el cierre de la carrera. La  
autora sostiene que “luego de arduas negociaciones  
entre autoridades y un grupo de docentes, padres y  
estudiantes” se acordó continuar con el dictado y con  
ello, permitir el avance y egreso de quienes estaban  
cursando Sociología (Arnedillo, 2022, p.100). De esta  
manera, no hubo ingreso a primer año durante siete  
años. Fue recién el nuevo plan de estudios 1982, el que  
posibilitó la reapertura de la carrera y ser, hasta 1984,  
la única licenciatura de Sociología en una universidad  
pública nacional con ingreso abierto12.  
Una de las características de origen de la carrera,  
atravesada siempre por los vaivenes de la política y la  
economía nacional y provincial, fue la inestabilidad  
de su planta docente. Aspecto al que hacen referencia  
las personas entrevistadas. Durante los primeros años  
de la carrera, las y los docentes, en su mayoría prove-  
nientes de Mendoza y Buenos Aires, “pasaban” por el  
claustro, desempeñando la docencia durante algunos  
meses. Aunque solo unos pocos tendrán alguna per-  
manencia, esto no habría impactado de forma negati-  
va en la formación en investigación ya que la misma se  
consideraba inherente a la disciplina.  
Toda esa fuerza y movilidad inicial, al margen de la  
falta de continuidad, seguramente le confirieron a la  
carrera y sus profesionales otras virtudes que se verán  
desarticuladas con el golpe cívico militar ocurrido en  
marzo de 1976. La mayoría de las y los profesionales  
que ejercían la docencia en Sociología y la investiga-  
ción en el IISE, no verán renovados sus contratos10 (Na-  
varro, 2004). En consecuencia, la carrera, diezmada,  
va a sostenerse con sus egresados recientes (quienes  
permanecerán a cargo de las cátedras como ayudantes  
y jefes de trabajos prácticos), mientras algunos docen-  
tes seguirán viajando desde Mendoza. Tal fue el caso  
de Pedro Cortínez quien, ni bien egresado en 1971, se  
hace cargo de una asignatura de Metodología de la in-  
vestigación que dictaba Allub y quedó vacante cuando  
éste viajó a cursar su posgrado11. A su regreso, en 1974,  
Allub recupera la cátedra, y vuelve a quedar a cargo de  
Cortínez a partir del exilio del titular, hasta su regreso.  
Tras las elecciones presidenciales de 1983 se dio inicio  
al denominado proceso de “normalización” de las uni-  
versidades nacionales. La recuperación de la democra-  
cia, como sostiene Hermo (2013, p.9) “trajo un inme-  
diato desafío para el sistema universitario nacional:  
aceptar las cesantías, despidos y concursos realizados  
por la dictadura o retrotraer la situación al momen-  
to previo al golpe de Estado de marzo del 76”. Si bien  
la decisión adoptada por el gobierno de Alfonsín fue  
aceptar la situación heredada, se habilitó la posibilidad  
de recuperar los puestos de trabajo de los despedidos  
por razones políticas y se intervinieron todas las uni-  
versidades, relevando las autoridades instaladas a fin  
de normalizar su funcionamiento.  
La “normalización universitaria”, según Suasnábar y  
Lazzaro Jam (2022) suponía la designación de autori-  
dades transitorias, responsables de llamar y sustanciar  
concursos abiertos y de oposición (normalizar la plan-  
ta de profesores), elecciones de representantes de los  
claustros y realización de asambleas de consejos directi-  
vos para elegir decanos y asambleas universitarias para  
elegir rectores. En la UNSJ este proceso se cerró en 1986,  
cuando se realizan las primeras elecciones luego del res-  
tablecimiento de la democracia. Ese mismo año, y en el  
marco de la transición, se concursaron las cátedras de  
metodología de la investigación de la carrera:  
Como desarrolla Arnedillo (2022), en el período com-  
prendido por el gobierno de facto, la carrera modifi-  
ca dos veces su plan de estudios: una en 1979, a fin de  
evitar su cierre y, nuevamente, en 1982 para reabrir el  
ingreso a primer año. Sin embargo, y más allá de las  
modificaciones en la currícula, las materias de forma-  
9
Leopoldo Allub realiza su posgrado en la Universidad de Caroli-  
na del Norte (Estados Unidos).  
Leopoldo Allub, que se había exiliado en México,  
regresa nuevamente a la provincia y concursa Me-  
10 Entre esos contratos no renovados se encontraba el del Dr.  
Allub.  
11 Entrevista al Lic. Pedro Cortínez realizada y facilitada por Bea-  
triz Arnedillo, inédita.  
12 En 1984 reabre la UBA, en 1985 las carreras en la Universidad  
Nacional de Cuyo y la Universidad Nacional de La Plata.  
Gili, Montaño, Graffigna, Henríquez, Dacuña  
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todología de la Investigación I. Alicia Muro13, quien  
venía desempeñándose en Metodología de la inves-  
tigación II, concursa el cargo de titular. El tribunal  
de estos concursos se conformó con especialistas  
que llegaron desde Buenos Aires, La Plata y Santa  
Fe (Comunicación personal 4, agosto de 2024).  
ta fuerte de posgrado de la FaCSo que se financiará,  
prácticamente con un cargo de profesor visitante (pro-  
fesor titular con dedicación exclusiva), y se sostendrá  
alojando a los docentes visitantes en la casa del decano  
Yanzón. Toda esta idea se habría gestado antes de que  
fuera electo decano de la facultad.  
2.3. La especialización, certicada  
En el marco de esta maestría se formó un número sig-  
nificativo de docentes del claustro departamental de  
Sociología quienes o bien se desempeñaban entonces  
en alguna asignatura del área metodológica, o bien  
se fueron incorporando en el transcurso del tiempo a  
esas asignaturas. Tal el caso de sociólogas como: Ma-  
ría Cristina Negri (Profesora Adjunta de Metodología  
de la Investigación II primero, junto a Alicia Muro, y  
Profesora Titular después, hasta su jubilación); María  
del Carmen Goldberg (Profesora Titular de Epistemo-  
logía de las Ciencias Sociales), Susana Grillo (Profesora  
Titular en Metodología de la Investigación III, primera  
asignatura de investigación cualitativa en el renovado  
plan de estudio 1992; y que también se hiciera cargo  
transitoriamente de Metodología de la Investigación  
I tras la muerte de Allub, en 2002) y Clara de la Vega  
(quien titulariza Metodología de la Investigación I en  
2004 permaneciendo en la cátedra hasta su jubilación).  
A este conjunto de docentes de la carrera podemos su-  
mar otras sociólogas que se desempeñaban en otras  
unidades académicas como docentes de metodología:  
Zulma García (Trabajo Social) y María Luisa Landini  
(socióloga, docente en el Departamento de Ciencias  
Políticas); o los y las docentes de la carrera José Casas  
(sociólogo, titular Sociología del Conocimiento), Lau-  
ra Ávila (socióloga, titular Teoría Sociológica II), Ma-  
rio Ruffa (sociólogo, titular de Economía Política) y  
la antropóloga Lilia Servetto, titular de Antropología  
Social, quienes además desarrollaban tareas de inves-  
tigación en el IISE15.  
La democratización de las universidades también pro-  
moverá la postergada formación de posgrado, restrin-  
gida hasta entonces a becas y estancias en el exterior.  
En estos años,  
un grupo de docentes investigadores, entre otros,  
Marta Navarro, Pedro Mallea, Alicia Muro, asiste  
a un curso en Mendoza donde conocen a Juan Sa-  
maja. Su mirada renovada sobre la metodología de  
la investigación social, que incorporaba la lectura  
epistemológica, suscitó el interés de éstos… quie-  
nes compartieron su inquietud (Comunicación  
personal 2, agosto 2024).  
La entrevistada destaca que Carlos Yanzón14, a quien  
le interesaba particularmente la formación en inves-  
tigación, y será electo decano de la facultad en 1990,  
le ofreció a Samaja (a quien ya conocía por su origen  
sanjuanino) organizar un posgrado, una maestría en  
Metodología de la investigación, en San Juan. Otra de  
las docentes entrevistadas, quien se desempeñó como  
secretaria académica de la carrera, señala que para  
Yanzón era muy importante que la facultad ofreciera  
un posgrado para que “los docentes que cobraban muy  
poco y tenían carga familiar, pudieran perfeccionarse  
en ‘casa’”. Asimismo, sostiene que “es posible que Yan-  
zón pensara en esta maestría porque era muy amigo  
de Susana Torrado, y ésta, de Sautu, Wainerman, etc.”  
(Comunicación personal 3, agosto 2024).  
Más de una década después, y a instancias de la en-  
tonces Dirección de Posgrado de la FaCSo, un grupo de  
egresados y egresadas de esa primera maestría junto  
a otras y otros sociólogos, docentes investigadores del  
Departamento de Sociología y del IISE, diseñaron la  
maestría en “Metodología de la investigación en Cien-  
cias Sociales” atendiendo tanto a la existencia de una  
La Maestría en Metodología de la Investigación Cientí-  
fica se dictará por una única vez y será la primera ofer-  
13 También egresada de la primera cohorte de la carrera.  
14 Carlos Yanzón, politólogo, es el segundo decano electo desde  
la vuelta a la democracia. Su primera gestión se inicia en 1990 hasta  
1993, Alicia Muro (socióloga) será su vicedecana y renueva por otro  
período hasta 1996, con Silvana Cordero (administradora de empre-  
sas) como vice decana.  
15 Todos los docentes investigadores que se citan son sanjuaninos  
y egresados de la carrera de la UNSJ, con la única excepción de Lilia  
Servetto, oriunda de Buenos Aires y egresada de la carrera de An-  
tropología de la Universidad Nacional de la Plata.  
Gili, Montaño, Graffigna, Henríquez, Dacuña  
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masa crítica disponible y consolidada en el área como  
a la vacancia regional en el tema. El posgrado inicia-  
do en 201416, contó con 36 inscriptos en su primera co-  
horte y representó no sólo una oferta dirigida a aten-  
der una demanda de especialización que empezaba a  
cobrar fuerza sino también la intención de constituir  
una instancia de profundización, institucionalización  
y difusión de los debates sobre la epistemología de la  
investigación (Jiménez Moreno et al., 2022). Desde sus  
inicios la dirección del posgrado, así como buena par-  
te del plantel docente ha sido cubierto por sociólogos y  
sociólogas egresados de San Juan. Hecho que segura-  
mente ha contribuido a reforzar, en los últimos años,  
la representación de propios y ajenos sobre la fortaleza  
disciplinar en la formación en investigación en social.  
badas) de la carrera y, una vez más, apelamos a la me-  
moria de docentes que participaron de las discusiones  
que condujeron a las modificaciones de dichos planes  
de estudio, a través de entrevistas semiestructuradas.  
Cabe señalar que, desde su creación, la carrera de So-  
ciología en la UNSJ se estructuró a partir de seis planes  
de estudio: 1968, 1974, 1979, 1982, 1992 y el vigente, 2018.  
En este sentido, el propósito de este apartado no es  
“historizar” acerca de las propuestas y apuestas educa-  
tivas que contiene cada plan, sino reconocer que éstos  
se inscriben en determinados marcos políticos, acadé-  
micos, históricos, entre otros, que dejaron sus huellas  
en las formas de pensar la carrera y, especialmente, de  
desarrollar la formación en investigación.  
El análisis de los datos disponibles mencionados más  
arriba tiene como objetivo evidenciar algunas de las  
disputas al interior del desarrollo de la ciencia que con-  
dujeron a dicotomizar los “métodos” y a registrar  
3. Los planes de estudio en las décadas  
de democracia. Desde “el método  
científico” hacia la multiplicidad de  
perspectivas en la investigación social  
las grandes tradiciones que, a fines del siglo XIX,  
se configuran alrededor de lo que se supone la  
cientificidad en el campo de las ciencias sociales  
comparadas con los patrones alcanzados en las  
ciencias naturales (…) la explicación y la compren-  
sión como dos grandes tradiciones metodológicas.  
La primera vinculada al positivismo, la segunda a  
las reacciones surgidas que tomaron distintas de-  
nominaciones: “idealismo”, “interpretativismo”,  
“hermenéutica” (Achilli, 2005, p. 33).  
3.1. Breve revisión de los espacios curriculares  
en los planes de estudio. Las disputas iniciales  
Como se ha mencionado, la carrera de Sociología en San  
Juan surge con una fuerte impronta en la formación y  
el desarrollo de la investigación social. Sin dudas, las  
transformaciones experimentadas a lo largo de sesenta  
años, marcan el devenir de la formación de grado, y más  
específicamente del área “investigación social”, que acu-  
ña este nombre recién en 2018 sustituyendo así la clásica  
denominación de área “metodológica”.  
Estas discusiones que se suscitaban en torno a las tra-  
diciones en investigación encontraban, a su vez, su ex-  
presión en el campo específicamente metodológico, tal  
como señalan Denzin y Lincoln (2012)  
En este apartado, nos interesa recuperar los planes de  
estudio de la carrera, en particular los del período que  
comprende a las dos últimas propuestas académicas,  
en tanto experiencias en contextos históricos especí-  
ficos que “marcaron” la formación en investigación.  
Para ello recurrimos a una breve revisión del material  
documental disponible17, al trabajo de Arnedillo, (2022)  
que pone el foco en las tesis de grado (rendidas y apro-  
Hacia 1960 ya se perfilaba nítidamente el campo de  
batalla entre la investigación cualitativa y cuanti-  
tativa. Los académicos cuantitativos relegaron la  
investigación cualitativa a un status subordinado  
en el quehacer científico y, en respuesta, los investi-  
gadores cualitativos ensalzaron las virtudes huma-  
nísticas de su enfoque subjetivo e interpretativo del  
estudio de la vida de los grupos humanos (p. 44).  
16 La carrera continua vigente y tres cohortes han concluido su  
cursada, la última iniciada en julio de 2021.  
Muchas de aquellas tensiones a las que refieren los au-  
tores citados continúan siendo parte del oficio sociológi-  
co, del quehacer de la investigación en ciencias sociales,  
aunque con matices. Y, como ya expusimos, en San Juan  
la formación en investigación estuvo marcada durante  
largas décadas por el posicionamiento predominante del  
positivismo y la unicidad del “método científico”. Una de  
17 Aquí nos referimos especialmente a los Planes de Estudio. Es  
pertinente indicar que no se pudo acceder a la propuesta completa y  
su fundamentación, sino sólo a la estructura curricular de asigna-  
turas con su despliegue y carga horaria.  
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las entrevistadas relata al respecto: “yo empiezo en el 69  
la carrera. En ese momento inicial, la sociología era bá-  
sicamente Parsons. Los planes de estudio eran Parsons,  
Merton (Comunicación personal 3, agosto 2024). A su  
vez, esa mirada teórica tenía su correlato metodológico,  
como explica Allub (1998), la Sociología argentina, de la  
mano de Germani, buscaba validar la construcción de un  
paradigma basado en el método hipotético deductivo. En  
este marco, no fue sino hasta avanzada la década de 1980  
que en la carrera comenzaron a expresarse miradas vin-  
culadas a otros paradigmas y sus correspondientes dis-  
cusiones epistemológicas, ontológicas y metodológicas.  
Antes de profundizar en las transformaciones de los  
dos últimos planes de estudio de la Licenciatura en So-  
ciología, realizamos un recorrido sobre las asignaturas  
del Área Investigación desde el inicio de la carrera de  
grado a la actualidad. En esta aproximación tuvimos  
en cuenta dos aspectos. El primero se vincula con los  
espacios curriculares específicos y su correspondien-  
te carga horaria. El segundo se relaciona con la deno-  
minación de los mismos, tema que abordaremos más  
adelante cuando consideremos el plan de estudios  
2018, en particular. La sistematización queda expresa-  
da en el siguiente cuadro:  
Cuadro 1. Materias específicas del Área Investigación Social de los planes de estudio de la Lic. en Sociología de  
San Juan. FaCSo. UNSJ.  
Énfasis en la  
Carga  
Plan de  
estudio  
denominación:  
Metodología /  
Investigación  
Materias específicas en la formación de investigación social  
horaria  
total  
Metodología y técnicas de investigación social I (2° año) anual, 6 hs.  
Metodología y técnicas de investigación social II (3° año) anual, 6 hs.  
Práctica de la investigación I (4° año) anual, 6 hs.  
1968  
1974  
672  
784  
Metodología  
Metodología  
Práctica de la investigación II (5° año) anual, 6 hs.  
Metodología y técnicas de investigación social I (2° año) semestral, 8 hs.  
Metodología y técnicas de investigación social II (3° año) anual, 6 hs.  
Práctica de la investigación social I (3° año) anual, 6 hs.  
Práctica de la investigación social II (4° año) anual, 6 hs  
Seminario de investigación (4° año) anual, 6 hs.  
Métodos y técnicas de investigación social I (2° año) anual, 5 hs.  
Métodos y técnicas de investigación social II (3° año) anual, 5 hs.  
Seminario de investigación (4° año) anual, 5 hs.  
1979  
1982  
1992  
2018  
560  
560  
448  
308  
Metodología  
Metodología  
Metodología  
Investigación  
Prácticas de la investigación social (5° año) anual, 5 hs.  
Métodos y técnicas de investigación social I (2° año) anual, 5 hs.  
Métodos y técnicas de investigación social II (3° año) anual, 5 hs.  
Prácticas de la investigación social I (4° año) anual, 5 hs.  
Prácticas de la investigación social II (5° año) anual, 5 hs.  
Metodología de la Investigación I (2° año) semestral, 8 hs.  
Metodología de la Investigación II (3° año) semestral, 8 hs.  
Metodología de la Investigación III (4° año) semestral, 8 hs.  
Epistemología de las Ciencias Sociales (4° año) semestral, 8 hs.  
Introducción al conocimiento científico (1°año) semestral, 4 hs.  
Investigación social I (2° año) semestral, 6 hs  
Investigación social II (3° año) semestral, 6 hs  
Investigación social III (4° año) semestral, 6 hs  
Fuente: Elaboración propia a partir de los planes de estudio de la carrera Lic. en Sociología de la FaCSo - UNSJ y las  
instituciones que la precedieron a su conformación.  
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De la lectura del Cuadro 1 advertimos que, en los di-  
versos planes de estudio, los espacios curriculares  
destinados a la formación en investigación social se  
desarrollan, principalmente, a través de cuatro asigna-  
turas, con la única excepción del plan 1974 que, formu-  
lado en democracia y entre dos procesos dictatoriales,  
cuenta con un peso sensiblemente mayor tanto en el  
número de materias como en la carga horaria que se  
les asigna.  
ambas confluyen, para concluir en una única asigna-  
tura: Epistemología de las ciencias sociales que, en el  
plan 92, formaba parte del área Teoría sociológica. So-  
bre esto volveremos en el apartado siguiente.  
Para resumir, el despliegue de la formación en inves-  
tigación durante los seis planes de estudio se ha desa-  
rrollado, en términos generales, en no menos de cua-  
tro asignaturas. A su vez, éstas constituyen materias  
nodales en la estructura curricular si consideramos  
que se les asigna una importante dedicación horaria  
con relación a otras. Esta centralidad también se hace  
evidente, cuando se analiza la formación en investiga-  
ción, comparativamente con otras carreras de grado  
de la FaCSo.  
A partir de los datos presentados, podemos advertir  
en los dos últimos planes de estudio, 1992 y 2018, una  
reducción significativa de las horas asignadas a la for-  
mación en investigación. Sin embargo, y como contra-  
parte, encontramos que ambos incorporan un espacio  
curricular destinado a la elaboración de lo que habi-  
tualmente denominamos “tesis”. Este requisito corres-  
ponde formalmente a un trabajo final de investigación  
que se denomina “Trabajo de grado” en el plan 1992 y  
“Taller proyecto de investigación” en el plan 2018. Dada  
la relevancia que tiene en el quehacer de la investiga-  
ción, y por el tiempo que implica su producción, es de  
gran centralidad poner en valor la curricularización de  
este espacio formativo.  
De este modo, y entendiendo que en todos los planes  
de estudio de la carrera la formación en investigación  
tiene una fuerte presencia, cabe ahora marcar algunos  
aspectos significativos que decantan en los dos últi-  
mos: a) la incorporación de la formación en investiga-  
ción cualitativa, b) la articulación teoría sociológica/  
metodología de la investigación y c) la convergencia del  
proceso en la denominación de “investigación social”,  
en lugar de “metodología de la investigación”.  
En cuanto al formato que asume el cursado de las asig-  
naturas encontramos que, en línea con las directrices  
nacionales para las carreras universitarias, en estos  
dos últimos planes de estudio los espacios curriculares  
adquieren, en su gran mayoría, un despliegue semes-  
tral y una menor asignación de horas.  
3.2. La investigación social en las dos últimas  
propuestas: Los planes de estudio 1992 y 2018  
Los años posteriores al plan 1982, atravesados por múl-  
tiples y complejos procesos de diferente escala, habi-  
litaron a objetivar la investigación cualitativa en los  
planes de estudio de la carrera. Así, el plan de estudios  
1992 incorporó por primera vez a la metodología cua-  
litativa como una asignatura de cuarto año. Arnedillo  
(2022) analiza el proceso de configuración histórica de  
la carrera y denomina al período 1992 – 2001 como de  
“apertura interpretativa” y allí señala:  
En el caso de San Juan, los cambios en la estructura de  
las propuestas de formación de grado han sido, en al-  
gunos casos, significativas y de gran profundidad, res-  
paldadas en importantes debates que se desenvolvían  
durante el proceso de elaboración18. En este sentido,  
podemos poner de relieve la manera en que se estruc-  
tura el plan de estudios 2018: las dos áreas troncales de  
la carrera “investigación social” y “teoría sociológica”  
se articulan de manera fuerte y coherente a la vez que  
El Plan de Estudios 1992 significó sin lugar a dudas  
la cristalización de las transformaciones operadas  
en el período anterior. La carrera de Sociología  
vive en estos años la “apertura hacia los métodos  
cualitativos”: a mediados de la década de los no-  
venta y hasta el cierre del intervalo considerado, la  
naturaleza de estas investigaciones, las estrategias  
y el posicionamiento del investigador van a res-  
ponder a ello. La relación con la teoría es “abierta  
e interactiva”; el método inductivo (donde la teoría  
surge del análisis) y la relación con el entorno y la  
interacción con el objeto de estudio, es naturalista.  
La recopilación de datos se hace a través de entre-  
18 Estos debates se manifiestan especialmente en los cambios en-  
tre los planes de estudio 1982 a 1992, y en el de 1992 a 2018. El devenir  
de la investigación social puede identificar dos rupturas importan-  
tes con relación a los posicionamientos hegemónicos: Una que bus-  
ca marcar la particularidad de las Ciencias Sociales con relación a  
otras Ciencias como las Naturales, y otra que discute la hegemonía  
de positivismo para dar lugar a enfoques ontológicos y epistemoló-  
gicos diferentes.  
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vistas, de casos individuales con muestreo teórico,  
donde tiene lugar la identificación empática con  
los sujetos y donde el fin último de la investigación  
es comprender los fenómenos sociales desde la  
perspectiva de los participantes (p.175).  
radas sobre la investigación social. En primer término,  
llama la atención la bibliografía de referencia, tanto  
por su contemporaneidad como por el carácter reflexi-  
vo –no prescriptivo- de su contenido. En este sentido,  
resultan constantes y centrales las citas al libro “Epis-  
temología y metodología” (1993) de Juan Samaja quien,  
como señalamos, se desempeñó como director de la  
primera maestría en Metodología de la Investigación  
entre los años 1989 y 1993. Asimismo, se referencian  
complementariamente, entre otros, “La Estructura  
social de la Argentina” de Susana Torrado (1992), “Mé-  
todos Cualitativos I” de Irene Vasilachis de Gialdino  
(1994) y “Técnicas Cualitativas de Investigación Social”  
(1997) de Miguel Valles. Indicios de la reflexividad se-  
ñalada y como contraparte a las aproximaciones ecléc-  
ticas en el uso de los métodos que proponían los ma-  
nuales de la época, destacan las menciones a las obras  
de Bourdieu, Chamborendon y Passeron (1994), “El ofi-  
cio del Sociólogo”; de Giddens (1993), “Las nuevas reglas  
del Método sociológico”; de Glaser y Strauss (1991) “El  
Muestreo Teórico” y a la Catalina Wainerman (1998),  
“La trastienda de la investigación”.  
De este modo, los planes de estudio de la Licenciatura  
en Sociología posteriores a 1982, y que corresponden a  
la continuidad de gobiernos democráticos en nuestro  
país, introdujeron cambios sustanciales en la forma-  
ción en investigación social. Con matices, en la carrera  
comienza a advertirse la primacía de los estudios de  
tipo cualitativo en los trabajos finales de grado de la  
Licenciatura en Sociología. En este sentido, Arnedillo  
(2022) señala que en el período 1992 - 2001 “las técni-  
cas cualitativas de investigación social como forma de  
acercarse a los problemas son preeminentes y repre-  
sentan un 68% del total de los TFG registrados” (p.133),  
mientras que en el período 2012 - 2018 los trabajos fi-  
nales “fueron realizados desde el paradigma interpre-  
tativo en un 89% y con un abordaje metodológico cua-  
litativo en el 75% de los casos” (p.151).  
De manera concomitante a los cambios introducidos  
en el plan de estudio 1992, desde el claustro comienzan  
a materializarse otros esfuerzos que dan indicios de  
“nuevos sentidos”. Así un grupo de docentes del Depar-  
tamento de Sociología, que a su vez desarrollaba activi-  
dades de investigación en el Gabinete de Estudios e In-  
vestigaciones en Sociología (GEIS) y en el IISE, llevaron  
a cabo un conjunto de propuestas dirigidas a fortalecer  
la formación en investigación de los alumnos avanzados  
de la carrera. Se destacan en esta línea dos iniciativas  
imbricadas; una desarrollada por el equipo conformado  
por Alicia Muro, Susana Grillo, Mirta Grillo, Nora Boce-  
lli, Clara De la Vega y Alicia Giugni, quienes atendiendo  
a estos “nuevos sentidos”, desarrollaron un Seminario  
de Orientación a estudiantes de 5° año de la carrera de  
Sociología. Entre sus objetivos se apuntaba a: compren-  
der el proceso de construcción del conocimiento desde  
una perspectiva concreta de investigación e integrar los  
conocimientos teórico-metodológicos a partir del aná-  
lisis y la reflexión sobre una experiencia de investiga-  
ción. La otra iniciativa, surge como un hallazgo de este  
Seminario y consistió en la elaboración de un cuaderno  
dirigido a estudiantes avanzados, recién egresados e in-  
vestigadores nóveles del campo de las ciencias sociales,  
que finalmente devendrá en la publicación del libro “La  
cocina de la investigación” (Muro et al., 1999).  
La preocupación de sus autoras por distanciarse de las  
aproximaciones que entienden lo “metodológico” en  
un sentido aperspectivo (Jiménez Moreno et al., 2022,  
p. 22), instrumental y pragmático se evidencia también  
en el apartado introductorio del texto, donde definen  
a la tarea de investigar como “un oficio y un arte, en el  
que cada investigación que realizamos es un reto a la  
creatividad y también necesaria apelación a los saberes  
teórico-metodológicos” (Muro et al., 1999, p. 5).  
Mientras se desarrollaban estos acontecimientos, la  
necesidad de renovar el plan de estudios 1992 no estaba  
al margen. Sin embargo, pasaron más de dos décadas  
hasta que el nuevo plan pudo materializarse y se im-  
plementó a partir de 2019. En todos esos años varias  
fueron las acciones y los intentos por generar una nue-  
va propuesta. En la ordenanza que aprueba el último  
plan de estudios, encontramos en el apartado de An-  
tecedentes y Justificación una amplia referencia a ello:  
El proceso de revisión del plan de estudio de la Li-  
cenciatura en Sociología, implementado en 1992,  
se inició en 2005 y ha atravesado diversos momen-  
tos. En un comienzo se rastrearon, consultaron y  
evaluaron planes de estudio de todas las carreras  
de Sociología en Argentina como así también de  
las más prestigiosas universidades latinoamerica-  
nas y españolas, no advirtiendo entonces mayores  
diferencias entre nuestra organización curricular  
El contenido de este texto nos orienta respecto a las  
transformaciones que acontecían en relación a las mi-  
Gili, Montaño, Graffigna, Henríquez, Dacuña  
Investigar en ciencias sociales, una mirada sobre la formación en el oficio a 60 años... | 82 - 95  
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y aquellas, situación que originó que el cambio de  
plan perdiera impulso.  
Por otro lado, se presentaba la separación u oposición  
entre metodologías cuantitativas y metodologías cua-  
litativas.  
A mediados de 2008 se retomó el tema y volvió a  
revisarse información sobre planes de estudio, ta-  
rea a partir de la cual se esbozó una propuesta de  
trabajo. Se accedió entonces a planes de estudio  
que planteaban transformaciones importantes (…)  
Con respecto a la primera de estas dicotomías, se hi-  
cieron modificaciones en los contenidos de las asigna-  
turas del área de teoría sociológica para desarrollarlas  
en tanto escuelas (a diferencia del plan anterior que  
tenía un criterio cronológico) y desde allí abordar su  
vínculo con los métodos. Por otro lado, en el área de  
investigación social se produjeron tres modificaciones  
significativas: a) se incorporó una asignatura intro-  
ductoria al conocimiento científico en primer año; b)  
en segundo año, la asignatura específica en lugar de  
orientarse a la investigación con metodologías cuanti-  
tativas como hasta entonces, propone como contenido  
un marco general que proporciona una mirada abar-  
cadora del conjunto de problemas de conocimiento so-  
ciológico; y c) tal como se expresa en el Cuadro 1, cam-  
bia la denominación de los espacios curriculares que  
pasan de ser denominados “metodologías de la inves-  
tigación social” a “investigación social” de modo que, al  
despojarse del término “metodología”, la investigación  
cobra una mirada integradora en torno a los problemas  
sociológicos que aborda. Estas modificaciones sustan-  
ciales, en nuestra opinión, reafirman la necesidad de  
no esencializar los métodos, esto es, “no se puede en-  
señar a investigar separadamente de la teoría. No debe  
aspirarse a formar metodólogos sino científicos socia-  
les que manejan la teoría y que conozcan las reglas de  
procedimiento para producirla”. (Wainerman y Sautu,  
2011, p.31).  
Como resultado de este trabajo, durante 2010 se  
hicieron modificaciones al Plan 92.219 permitien-  
do institucionalizar cambios realizados en la mar-  
cha (…)  
El plan 92 presenta un planteo pedagógico que  
intentó captar la esencia de las transformaciones  
que se habían iniciado en las Ciencias Sociales a fi-  
nes de la década de 1980 y que aún no hablan cris-  
talizado al momento de su formulación. (…)  
Hoy, las modificaciones que en 2010 se pensaban  
arriesgadas se convierten en imprescindibles.  
(Ord. 024/17-CS)  
A fines del 2016 y durante todo el año 2017 se retoma la  
necesidad de formular un nuevo plan de estudios que  
resolviera estructuralmente los puntos críticos que se  
presentaban en cada área de conocimiento, entendien-  
do que el paso del tiempo marcó significativamente  
el campo del quehacer sociológico en la investigación  
social. De las discusiones que tuvieron lugar en ese  
período, y tras varias reuniones de los docentes que  
entonces conformaban el “área metodológica”, conjun-  
tamente con los del área teórica, surgió la propuesta  
de revisar el término “metodología” e intentar resolver  
dos dicotomías que se advertían en la formulación del  
plan anterior. Por un lado, la disociación teoría socio-  
lógica / metodología de la investigación. En alusión a  
este aspecto es pertinente recuperar las palabras de  
Alicia Russo:  
4. A modo de cierre  
Para terminar, creemos que no es posible comprender  
el recorrido y las transformaciones en la formación de  
grado del área de investigación social sin poner en con-  
sideración, por un lado, el contexto epocal y, por otro,  
la relevancia que fue cobrando la formación de posgra-  
do en los ámbitos académicos. Al respecto, se advierte  
una dinámica que permite vincular el contenido de las  
propuestas de los planes de estudio 1992 y 2018 con un  
cuerpo docente que, a la vez que se formaba, resultaba  
en formador de estudiantes de grado.  
no se puede separar la metodología de la teoría.  
Esto de que tenés algunos metodólogos que dicen  
‘no, yo con la teoría no me meto’, ‘de teoría no sé  
nada’, entonces salen esos híbridos con un marco  
teórico marxista y modelo matemático detrás (Co-  
municación personal 3, agosto 2024).  
En este sentido, recuperamos como clivaje, la Maestría  
en Metodología de la Investigación Científica (1989-  
1993), dado que en ese marco las discusiones episte-  
mológicas y ontológicas sobre el quehacer de la inves-  
tigación tuvieron su impacto en lo específicamente  
19 Refiere al Plan de estudio 1992 en su segunda versión.  
Gili, Montaño, Graffigna, Henríquez, Dacuña  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
metodológico. La incorporación de la investigación  
cualitativa comienza a ponerse en debate a partir de  
los contenidos, la bibliografía, las clases y la dinámica  
formativa en general, hasta cristalizar en el plan 1992  
y producir el cambio al que refiere Arnedillo (2022).  
Aquel posgrado significó “una apertura a lo cualitativo  
que antes no era tan clara o tan fuerte, quizá. Y habi-  
litó, también, otras conversaciones sobre epistemolo-  
gía” (Comunicación personal 3, agosto 2024). Los tex-  
tos que comienzan a circular a partir de ese momento  
complejizan la mirada sobre el oficio de investigar y los  
debates que se dieron en ese contexto se vieron plas-  
mados en el plan de estudio 1992 a través de las y los  
docentes del grado que cursaban el posgrado. Se fue  
gestando así una nueva manera de comprender la in-  
vestigación social.  
dizaje la falsa dicotomía “cuali-cuanti”. Sin embargo,  
los matices y posicionamientos son diversos y, en oca-  
siones, divergentes, plasmando siempre y en cada pro-  
puesta el momento histórico con sus propias disputas.  
Referencias  
Achilli, E. (2000). Investigar en Antropología Social. Los  
desafíos de transmitir un oficio. Laborde Editor.  
Allub, L. (1998). Biografía y teoría social: el paradigma  
socio histórico de Gino Germani. Estudios Sociológi-  
cos de El Colegio de México, XVI(48), 731 a 743. https://  
estudiossociologicos.colmex.mx/index.php/es/ar-  
ticle/view/653  
El correlato puede encontrarse en el análisis que Arne-  
dillo propone con relación a la bibliografía de los tra-  
bajos finales de grado, donde podemos observar que se  
pasa de la casi nula mención a bibliografía metodoló-  
gica cualitativa en los períodos anteriores, a una pro-  
fusa mención para el período 1992-2001, con autores  
como Glaser y Strauss, quienes dan origen a la Teoría  
Fundamentada en los datos, a través de la inducción;  
Vasilachis de Gialdino introduciendo la metodología  
cualitativa; Moscovici sobre representaciones sociales,  
por mencionar sólo algunos (2022, p. 134).  
Arnedillo B. (2022). Medio siglo de la carrera de Sociología  
en la provincia de San Juan. Un abordaje desde los Tra-  
bajos Finales de Grado. 1965 – 2018. [Tesis de grado].  
Departamento de Sociología. Facultad de Ciencias  
Sociales, Universidad Nacional de San Juan. Ar-  
gentina.  
Corbetta, P. (2007). Metodología y técnicas de investi-  
gación social. Edición revisada. Mc Graw Hill.  
https://luisdoubrontg.school.blog/wp-content/  
uploads/2021/04/corbetta-metodologia-y-tecni-  
cas-de-investigacion-social.pdf  
Esta impronta que la Maestría otorgó a la formación de  
grado a través de sus docentes, no quedó circunscrip-  
ta a la formulación del plan de estudio de la carrera.  
Como se dijo antes, además de ejercer como docentes  
de la Licenciatura en Sociología, estas personas confor-  
maban equipos de investigación que desarrollaban su  
actividad mayoritariamente en el IISE, pero también  
en otros espacios de la UNSJ y de otras instituciones de  
educación superior. De este modo, con el tiempo se irá  
afianzando esta característica de las y los profesionales  
de Sociología en el ámbito de la FaCSo de ser docentes  
con formación de posgrado, consolidados en la activi-  
dad de investigación, y con el reconocimiento que se  
le otorga a la disciplina en el ámbito provincial. Como  
corolario de esta dinámica, la apertura de la Maestría  
en Metodología de la Investigación en Ciencias Socia-  
les creada a instancias de un grupo de sociólogas y so-  
ciólogos en 2014, y aún vigente, mantuvo en el tiempo  
los debates y reflexiones del devenir de la investigación  
social permeando tanto la actividad de los equipos de  
investigación como a la formación de grado y pos-  
grado. El último plan de estudios intentó, entre otras  
tensiones, superar en el proceso de enseñanza-apren-  
Denzin N. y Lincoln Y. (2012). Manual de investigación  
cualitativa. Volumen I: El campo de la investigación  
cualitativa. Gedisa.  
Fuenzalida, F. (2007). La primera FLACSO (1957-1966).  
Cooperación internacional para la actualización de la  
sociología en América Latina. Recuerdos de la FLAC-  
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Gili, Montaño, Graffigna, Henríquez, Dacuña  
Investigar en ciencias sociales, una mirada sobre la formación en el oficio a 60 años... | 82 - 95  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
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DepartamentodeSociología(s/f). Asignaturas Plan de  
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01. Mag. María Cristina Negri  
02. Mag. María Alicia Muro  
03. Lic. Alicia Russo  
vestigación. Buenos Aires, Argentina.  
04. Lic. Gerardo Mestre  
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TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
De Germani a Bourdieu. Origen,  
escuelas y transformaciones  
teórico-epistémicas en el proceso  
académico de la Carrera de  
Sociología de San Juan (1965-2018)  
From Germani to Bourdieu. Origin, schools and  
theoretical-epistemological transformations  
in the academic process of the Sociology  
Department of San Juan (1965-2018)  
Beatriz Arnedillo  
José María Carelli  
Nancy Gómez  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
Resumen  
Este artículo, tiene como objetivo reconstruir y repensar los hitos de cons-  
titución teórico-epistemológica de la sociología en la Carrera de Sociología  
de San Juan entre 1965-2018. Para ello, se entrelaza la reconstrucción his-  
tórica del Departamento de Sociología con las tradiciones teóricas -para-  
digmas- vertidas en los Trabajos Finales de Grado (TFG) de la Licenciatura  
en Sociología con el conocimiento sobre las condiciones del conocimiento  
sociológico presentes en el campo local.  
Dado el carácter histórico del objeto, adoptamos un análisis procesual de  
larga duración, fundamentado en la teoría figuracional de Norbert Elias,  
lo que permite comprender las relaciones de interdependencia y las fluc-  
tuaciones que se producen en las configuraciones sociales a lo largo del  
tiempo. A partir de lo trazado por la propuesta eliasiana, construimos un  
objeto de estudio que muestre las huellas que posibilita el entendimiento  
del proceso histórico-sociológico, en particular, de la institucionalización  
de la sociología en el ámbito universitario en la provincia cuyana.  
El estudio se basa en el análisis de 142 Trabajos Finales de Grado (TFG) en-  
tre 1965 y 2018, centrándose en el particular desarrollo de los abordajes teó-  
rico-epistémico. Se entrama las Seis décadas de sociología en la provincia  
de San Juan con el proceso de creación, institucionalización y desarrollo  
de la carrera de Sociología (1965) a partir de su génesis en la Universidad  
Provincial Domingo F. Sarmiento (1964) y su posterior inserción en la Fa-  
cultad de Ciencias Sociales con la creación de la Universidad Nacional de  
San Juan (1973).  
Abstract  
Beatriz Arnedillo  
is article aims to reconstruct and rethink the milestones of theoretical-  
epistemological constitution of sociology in the Sociology Department of  
San Juan between 1965-2018. For this, the historical reconstruction of the  
Department of Sociology is intertwined with the theoretical traditions  
-paradigms- poured in the Final Degree Works (TFG) of the Bachelor's  
in Sociology with the knowledge about the conditions of sociological  
knowledge present in the local field.  
IISE FACSO UNSJ  
Given the historical nature of the object, we adopted a long-term  
processual analysis, based on Norbert Elias' figurational theory,  
which allows us to understand the interdependence relationships and  
fluctuations that occur in social configurations over time. Based on the  
Eliasian proposal, we construct an object of study that shows the traces  
that make possible the understanding of the historical-sociological  
process, in particular, of the institutionalization of sociology in the  
university environment in the province of Cuyo.  
nancyegomez@ymail.com  
-
Palabras Claves: Sociología - Teoría  
Sociológica - Trabajos Finales  
de Grado - San Juan - Empírico -  
Neopositivista  
e study is based on the analysis of 142 Final Degree Works (TFG)  
between 1965 and 2018, focusing on the particular development of  
theoretical-epistemic approaches. It interweaves the six decades of  
sociology in the province of San Juan with the process of creation.  
Keywords: Sociology - Sociological  
Theory - Final Degree Projects - San  
Juan - Empirical - Neopositivist  
Arnedillo, Carelli, Gómez  
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ARTÍCULOS DOSSIER  
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Introducción  
nes fundamentales, tal lo señalado por Corcuff (2015),  
la teorética sintetizadora y la empírica orientada a lo  
concreto. Tendencias teoricistas desde conceptos ab-  
solutos o totalizadores, así como tendencias empiris-  
tas que actúan en desmedro de la teoría, dejan paso a  
investigaciones que logran una mirada del proceso.  
Si entendemos las teorías sociológicas y sus constructos  
epistémicos como instrumentos que posibilitan analizar  
el cambio histórico en el estudio científico de la socie-  
dad, podemos destacar la validez de las mismas en tanto  
desempeñan un doble rol: por una parte, como instancia  
de conocimiento aceptada y legítima, y un segundo as-  
pecto, como prismas de abordaje científico que sinteti-  
zan el estado del campo en un determinado periodo.  
En el recorrido del camino que supone el difícil equi-  
librio entre teoría y empiria unido a la significación  
histórica, presentamos algunos resultados fruto del  
trabajo realizado en el proyecto interno del Gabine-  
te de Investigación del Departamento de Sociología  
(GEIS) titulado: “Estructuración institucional del De-  
partamento de Sociología a partir de los actores par-  
ticipantes, FACSO-UNSJ (1965-2024)”, en los espacios  
curriculares del área teórica de la carrera de Licencia-  
tura y Profesorado en Sociología, y desde la relectura  
del trabajo final de grado “Medio siglo de la carrera de  
sociología en San Juan. Un abordaje desde los trabajos  
finales de grado. 1965-2018” (Arnedillo, 2022).  
Warner (1982) bosqueja el camino del “descubrimiento  
de la sociedad” merced al cual la perspectiva socioló-  
gica triunfó sobre los planteamientos previos, que no  
eran ni sociológicos ni científicos. La sociología como  
ciencia logró delimitar su objeto de estudio, la forma  
en que deben plantearse los principales problemas,  
el sentido en que debe dirigirse la investigación y las  
prácticas que permiten acceder al conocimiento de esta  
forma particular de fenómenos. Dicho proceso de con-  
tinuidades y cambios en el desarrollo de la sociología y  
en particular, de la teoría sociológica supone la contex-  
tualización del problema que abordamos. Se conciben,  
entonces, las teorías como marcos explicativos de los  
principales mecanismos de producción y reproducción  
del mundo social, como así también pueden estudiarse  
en calidad de síntesis de las condiciones en las cuales  
de producen estas explicaciones.  
A partir de estas investigaciones, se centra el interés  
en estudiar el origen, las escuelas y transformaciones  
teórico-epistémicas operadas al interior del proceso de  
construcción de conocimiento académico en el depar-  
tamento de Sociología de la Universidad Nacional de  
San Juan en el período 1965-2018.  
Al nacer concretamente la sociología como una dis-  
ciplina científica, reconocemos y hacemos referencia  
a un cierto estilo de época; tal el término empleado  
por Koyré (1997) que, inevitablemente, tiene que ver  
con los momentos en forma de tiempos, de etapas o  
circunstancias en ese proceso de larga duración que  
supone conocer esas raíces históricas, intelectuales y  
biográficas que enriquecen la comprensión de los teó-  
ricos y proporcionan un andamiaje a sus teorías. Así  
expuesto, nos permite conocer y reconocer las trans-  
formaciones o cambios sociales, culturales, políticos  
y económicos que marcan ese aire de época, tanto en  
lo socio cultural como en lo referido a los procesos de  
cada campo en particular.  
La construcción teórico metodológica  
del objeto de investigación  
sociohistórico  
En la búsqueda por comprender las condiciones las  
que se desarrolla nuestra práctica científica, el presen-  
te artículo se propone reconstruir y repensar los hitos  
de constitución teórico-epistemológica de la sociología  
en el proceso académico de la Carrera de Sociología de  
San Juan entre los años 1965 y 2018. El inicio se ajusta  
a la fundación de la Carrera en 1965, delimitando su  
cierre con el inicio del último plan de estudios apro-  
bado e implementado en el año 2018, y actualmente  
en vigencia. Las interrelaciones dadas en cada perio-  
do histórico particular de la sociología en la provincia  
ameritan la construcción epistemológica del presente  
objeto desde un doble reconocimiento: de su condición  
de objeto histórico y de su condición de objeto autóno-  
mo. La construcción de un objeto que recorre 60 años,  
tiempo durante el cual, se estructura y desarrolla, esto  
es, un objeto dotado de una lógica histórica y social que  
es necesario evidenciar, implicó situarse en los aportes  
de la teoría figuracional de Norbert Elias.  
En tanto es Bourdieu (2001) quien insiste en la nece-  
sidad de entender la falta de competencia teórica que  
existe para explicar una práctica; en este sentido, a  
través de la literatura sociológica es posible recoger  
este planteo y recorrer el mismo desde sus inicios.  
Comte ya se preocupaba de la interdependencia de  
observación y teoría en su análisis científico de la so-  
ciedad distinguiendo la interrelación de dos operacio-  
Arnedillo, Carelli, Gómez  
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La sociología de Elias (1995) se pregunta por la géne-  
sis de toda construcción histórica, y comprende que  
las relaciones de interdependencia entre individuo y  
sociedad, constituyen dos aspectos indisolubles y di-  
ferentes de una misma figuración. Mirada desde esta  
perspectiva relacional y procesual, las estructuras so-  
ciales y las estructuras de la personalidad son “muta-  
bles” y se modifican de forma interdependiente en los  
procesos de larga duración:  
nuestros o que nos resultan inadmisibles a nuestro  
tiempo, lugar e ideología (Gómez, 2016, p. 2).  
Es entonces en larga duración de los procesos sociales  
donde se hace posible explicar las fluctuaciones que en  
las figuraciones se producen, entendiendo que las mis-  
mas poseen una estructura y dirección, que sin ser te-  
leológica, posibilita la explicación de los procesos socia-  
les en la medida que no se altere su autonomía relativa.  
A primera vista puede parecer que preguntar  
siempre por la génesis de toda construcción histó-  
rica es una complicación inútil. (…) No es ningún  
prejuicio teórico, sino simplemente la experiencia,  
la que nos obliga a buscar interpretaciones y cami-  
nos que orienten a nuestra conciencia entre la Es-  
cila de este estatismo, que trata de expresar todo lo  
histórico como inmóvil y no motivado, y el Carib-  
dis1 de ese relativismo histórico que solamente ve  
en la historia un cambio continuo, sin penetrar en  
la ordenación de ese cambio y en la regularidad de  
las formaciones históricas. Esto es precisamente lo  
que se intenta aquí. (p.50)  
Subrayamos aquí, la importancia de reconocer en el  
análisis procesual el instrumento conceptual que nos  
permite construir el objeto de estudio. Y la recons-  
trucción empírica actúa en consonancia y como conse-  
cuencia del rigor teórico e histórico que le da su marco  
y su método. Permite descubrir distintas articulacio-  
nes y formas que asumen, en palabras de Elias (1999),  
los entramados de interdependencia entre los sujetos y  
entender dichos entramados como la expresión de las  
correlaciones de fuerza que los entrelazan en un espa-  
cio y en un tiempo determinado.  
Lo que se entiende aquí por figuración es el mode-  
lo cambiante que constituyen los jugadores como  
totalidad, esto es, no sólo con su intelecto, sino con  
toda su persona, con todo su hacer y todas sus omi-  
siones en sus relaciones mutuas. Como se ve, esta  
figuración constituye un tejido de tensiones. La in-  
terdependencia de los jugadores, que es la premisa  
para que constituyan entre sí una figuración espe-  
cífica, es no sólo su interdependencia como aliados  
sino también como adversarios (Elias, 1999, p. 157).  
Para Elias, los procesos sociales poseen una autonomía  
relativa frente a las intenciones y finalidades humanas,  
y es este reconocimiento, el núcleo del tránsito a un  
pensamiento científico de las sociedades. La condición  
de autonomía relativa del objeto, está dada, entonces,  
por su existencia más allá del sujeto que investiga y ha-  
ciendo referencia a un objeto de estudio apartado de  
una identificación con el mismo:  
Elias plantea en cuanto a la tarea del sociólogo la  
importancia de un equilibrio entre distanciamien-  
to y compromiso. Al respecto, destaca la necesi-  
dad de no pensar el objeto como si éste debiera su  
existencia al observador, ya que entonces, él no  
logra percibirlo sino referido a sí mismo; lo que se  
necesita es poder comprender y explicar aquellos  
comportamientos que no son familiares con los  
Plantearlo desde la individualidad del estudio, el tra-  
bajo evidencia una reconstrucción empírica, justa-  
mente, del proceso en el que surge y se constituye el  
objeto de estudio. Comprender dichas interrelaciones  
en el análisis procesual en la larga duración hace po-  
sible explicar las fluctuaciones que de ellas resultan,  
entendiendo que las mismas constituyen un rasgo ca-  
racterístico de esas relaciones y de sus tensiones.  
La lógica de larga duración de las figuraciones sociales,  
implica situarse en continuidad histórica y en la com-  
paración histórica, como herramientas que ofrecen la  
posibilidad de pensar dinámicamente los objetos de  
investigación y las problemáticas que en él se inscri-  
ben. Ahora bien, estas herramientas no deben com-  
prenderse sólo en sus posibilidades de aplicación en  
la totalidad de la figuración analizada, en cadenas de  
interdependencia tan largas en las que se pierde su hilo  
genético, también al decir del autor:  
1
Escila y Caribdis son dos monstruos marinos de la mitología  
griega, ubicados en lados opuestos de un estrecho canal, represen-  
tando un peligro constante para los marineros. Escila, con múl-  
tiples cabezas, atacaba a los barcos desde un lado, mientras que  
Caribdis, devoraba todo lo que se acercaba desde el otro. Navegar  
entre ambos era una tarea peligrosa, dando origen a la expresión  
“estar entre Escila y Caribdis”, que significa estar entre dos peli-  
gros, donde evitar uno significa caer en el otro.  
Arnedillo, Carelli, Gómez  
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Los modelos empíricos de determinadas figu-  
raciones sociales, es decir, modelos en un plano  
de síntesis relativamente bajo, pueden ser útiles  
también como herramientas en la formación de  
teorías. En cierto modo se los puede colocar como  
muestra sobre otras figuraciones de tipo similar e  
investigar cómo y por qué éstas presentan caracte-  
rísticas estructurales y modos de funcionamiento  
similares o distintos (1998, p. 300).  
tuales, los planes de estudios y la cultura disciplinar  
propia del departamento de sociología a lo largo de su  
historia institucional. Así, el análisis se realizó sobre  
un universo de 173 trabajos registrados hasta 2018, ac-  
cediendo efectivamente a 142 de ellos entre versiones  
impresas y digitales, lo que representa el 82% del total.  
La información obtenida de los abordajes teóricos de  
los TFG se clasificó utilizando como criterio el encua-  
dre proporcionado por la categoría paradigmas. Se em-  
pleó como una herramienta heurística, aun asumiendo  
que la misma presenta limitaciones; dada la condición  
multiparadigmática de la sociología, la cual, no posee  
una interpretación de lo humano y de lo social que se  
posicione como “única” en las ciencias sociales, o dicho  
en términos kuhnianos, que las realizaciones científi-  
cas efectuadas al interior de la disciplina sociológica y  
de las ciencias sociales en general no detentan “el mo-  
nopolio teórico y metodológico de un campo científico  
específico” (Kuhn; 1971, p. 15).  
En línea con lo citado, resulta legítimo analizar un pe-  
riodo acotado al interior de la figuración que la contie-  
ne. Seis décadas de sociología en la provincia de San  
Juan, supone el proceso de creación, institucionali-  
zación y desarrollo de la carrera de Sociología (1965) a  
partir de su génesis en la Universidad Provincial Do-  
mingo F. Sarmiento (1964) y su posterior inserción en  
la Facultad de Ciencias Sociales con la creación de la  
Universidad Nacional de San Juan (1973).  
Se hizo posible así reconstruir el proceso de configura-  
ción histórica de la carrera abordando el conocimiento  
académico de los Trabajos Finales de Grado de la Licen-  
ciatura en Sociología de la Universidad Provincial D.F.  
Sarmiento y de la Universidad Nacional de San Juan,  
desarrollados entre los años 1965 y 2018, centrándose  
este artículo en el particular desarrollo de los abor-  
dajes teórico-epistémico. A partir de lo trazado por la  
propuesta eliasiana, construimos un objeto de estudio  
que muestre las huellas que posibilita el entendimien-  
to el entendimiento del proceso histórico-sociológico,  
en particular, de la institucionalización de la sociolo-  
gía en el ámbito universitario en la provincia cuyana.  
Desde allí, las temáticas, los procedimientos y las con-  
diciones de conocimiento académico que presentan  
los Trabajos Finales de Grado (en adelante TFG) de la  
licenciatura en sociología, nos permitirán escrudiñar  
el entramado de relaciones que definió su escritura y  
la configuración sociohistórica en la que se objetivaron  
esas producciones académicas.  
En ciencias sociales coexisten, se disputan, diferentes  
enfoques para definir qué es ciencia, cuál es su objeto y  
cuáles son las herramientas e instrumentos para ana-  
lizarlo. Se ha optado por utilizar las definiciones de los  
paradigmas existentes en ciencias sociales estudiados  
por Vasilachis de Gialdino (2007) que permiten clasifi-  
car la información de archivo. La autora entiende que  
son los tres paradigmas que coexisten en las ciencias  
sociales y forman parte de lo que denomina “la epis-  
temología del sujeto cognoscente” clasificando las ex-  
plicaciones científicas en: paradigma neopositivista;  
paradigma materialista histórico dialéctico; paradig-  
ma interpretativo2. Ahora bien, para Corbetta (2007)  
2
Vasilachis (2007) resume los presupuestos, modelos de proble-  
mas y soluciones de cada paradigma que se detallan a continuación:  
paradigma positivista: “a) la observación exterior de los fenómenos  
sociales; b) las leyes sociales como expresión de regularidades; c)  
las explicaciones causales y ; d) la verificabilidad y/o refutabilidad  
de las teorías (Comte 1965, pp.54-62; Durkheim 1961, p.41; Parsons  
1967, pp.185-186; Merton 1970, p.99); (...) para Comte (1965, pp.90-  
91), resumen los caracteres “del verdadero espíritu filosófico” y que  
eran: lo real, lo útil y lo preciso” (Vasilachis de Gialdino, 2007, p.37).  
paradigma materialista histórico: “a) el carácter real y comprobable  
empíricamente de las principales premisas, que son: los individuos  
reales, su acción, sus condiciones materiales de existencia, tan-  
to las que encuentran y como las que crean con su acción (Marx &  
Engels 1970, p.19); b) la necesidad de conocer elevándose de lo más  
simple a lo más complejo y de lo más concreto a lo más abstracto  
El esquema teórico que estructura nuestra propuesta  
considera a los TFG como referentes empíricos de deter-  
minados momentos históricos, dado que pueden ser  
estudiados en calidad de data, en tanto constituyen  
documentos que sintetizan, contienen y materializan  
la historia de la carrera en la provincia. Se busca, en-  
tonces, mostrar cómo las condiciones de construcción del  
conocimiento de los TFG en la licenciatura en sociolo-  
gía están dadas por los diferentes grados de diferen-  
ciación y especificación alcanzados por la sociología  
académica local, definidas por las tradiciones intelec-  
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existen cambios en el positivismo como paradigma  
fundacional de las ciencias sociales. Ya situados en el  
siglo XX se prefiere hablar de neopositivismo, por ello  
se selecciona como criterio la clasificación de Vasila-  
chis (2007), pero considerando las variaciones históri-  
cas del paradigma positivista, al que se lo denomina  
neopositivismo.  
como explicaciones empíricas sobre las condiciones del  
conocimiento sociológico presentes en el campo local.  
Relecturas de los abordajes teórico-  
epistémico en el proceso de larga  
duración 1965-2018.  
En cuanto al recorte temporal, se estiman los diferen-  
tes recorridos definidos mediante periodos propuestos  
por Sidicaro (1993); Blanco (2006); Blois (2018) para dar  
cuenta del desarrollo de la sociología argentina, tanto  
en el contexto provincial se consideraron los aportes de  
Bazán (2000); Aguiar (2000) y Goldberg et al. (2003).  
Nuestra propuesta se enmarca y redefine los anterio-  
res, construyendo los siguientes intervalos para el aná-  
lisis: 1965-1975; 1976-1982; 1983-1991, 1992-2001; 2002-  
2011; 2012- 2018. De la clasificación realizada en el  
decurso de la investigación devinieron en emergentes  
que vinculan a los agentes intervinientes con períodos  
históricos y tradiciones intelectuales en las seis déca-  
das de la Sociología en San Juan.  
1. Período 1965- 1975: Momento inaugural.  
Germani como faro  
La Carrera de Sociología en la provincia de San Juan  
tiene su origen en el año 1965 y se encuentra entre las  
primeras carreras de sociología en el orden nacional.  
Es la cuarta carrera del país y la segunda de gestión pú-  
blica; creada ocho años después de la primera carrera  
en la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1957, cinco  
años más tarde que la Universidad Católica Argentina  
(UCA) creada en 1960, y a dos años de la carrera de la  
Universidad del Salvador, creada en 1963, las dos últi-  
mas de gestión privada3.  
En sus comienzos la carrera formó parte de la Facultad  
de Humanidades de la ex Universidad Provincial “Do-  
mingo Faustino Sarmiento”. En 1973, su pertenencia  
institucional cambia al crearse la Universidad Nacio-  
nal de San Juan y se incluye a la estructura de la Facul-  
tad de Ciencias Sociales en 1975.  
A partir de aquí, se entrelaza la reconstrucción histó-  
rica de la configuración del Departamento de Sociolo-  
gía con las tradiciones teóricas vertidas en los TFG, así  
(Marx 1970, p.269); c) el movimiento dialéctico (Marx 1969, p.80) y,  
para el neomarxismo y para la teoría crítica; d) la totalidad concre-  
ta (Lefebvre 1967, p.325; Goldmann 1962, p.25) y la voluntad de to-  
talidad como categoría crítica (Adorno et al. 1973, pp.22, 96) y e) la  
realidad social frente a sus posibilidades utópicas (Marcuse 1969,  
p.85, Horkheimer 1973, p.190)” (Vasilachis de Gialdino, 2007, p.7).  
paradigma interpretativo: “Su fundamento radica en la necesidad  
de comprender el sentido de la acción social en el contexto del mun-  
do de la vida y desde la perspectiva de los participantes (Vasilachis  
de Gialdino 1992a, p.43). Sus cuatro supuestos básicos se vinculan,  
específicamente, con la consideración del lenguaje como un recurso  
y una creación, como una forma de reproducción y producción del  
mundo social (Vasilachis de Gialdino 1992 b, p.153). Estos supuestos  
son los siguientes: a. La resistencia a la “naturalización” del mun-  
do social (Dilthey 1973, p.13; 1960, p.170; Husserl 1981, p.139; Winch  
1971, p.70) (...), b. La relevancia del concepto de mundo de la vida  
(Husserl 1975, p.93; Schütz y Luckmann 1977; Habermas 1987, p.104;  
1990a, p.87) (...); c. El paso de la observación a la comprensión y del  
punto de vista externo al punto de vista interno (Weber 1944, p.4-  
12; Habermas 1987, p.155; Giddens 1987, p.165) (...) y d. La doble her-  
menéutica (Schütz 1972, p.44; Winch 1971, pp.83-85; Giddens 1987a,  
p.165, 1987b, p.346; Habermas 1990b, p.462-464) (...)” (Vasilachis de  
Gialdino 2007, p.8-9).  
Los orígenes de la sociología en la provincia de San  
Juan se relacionan en forma directa con el Instituto  
de Sociología de la Facultad de Filosofía y Letras de  
la UBA (actual Instituto de Investigaciones Gino Ger-  
mani -IIGG-). En 1965, la carrera de Sociología abre la  
inscripción en la Universidad Provincial. Simultánea-  
mente a su apertura en la universidad y, mientras las y  
los estudiantes cursan los dos años correspondientes  
al ciclo básico inicial, los docentes, se especializan en la  
disciplina mediante un Programa de Postgrado en Socio-  
3
Se podría marcar aquí el carácter capitalino en el comienzo de  
la sociología en Argentina y su primera expansión geográfica “ins-  
titucionalizada” con la carrera de San Juan, aunque capítulo apar-  
te merece el tratamiento sobre los modos institucionalización de  
la sociología en Argentina. Sobre los inicios es notable destacar la  
existencia de cátedras de sociología desde 1898 en la UBA; sumado  
al notable desarrollo que existió en el marco de los estudios jurí-  
dicos en la Universidad Nacional de Córdoba. Sobre esta discusión  
aportan las lecturas de González, H. (2000); Blanco, A. (2006); Pe-  
reyra, D. (2007), entre otros.  
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logía. Este posgrado fue dictado en el año 1966 por in-  
vestigadores del Instituto de Sociología (UBA), quienes  
viajaron a formar a las y los docentes que, posterior-  
mente, impartirán las materias específicas del ciclo  
profesional de la licenciatura:  
(...) aprobamos y nos dieron un certificado que  
decía que aprobamos… el título del posgrado era  
de Sociología Cientíca, cuál era la línea ideoló-  
gica que tenía Germani (…) Y para atrás de Ger-  
mani quiénes estaban: Weber, Durkheim, Parsons  
y Merton, sagrados y un poquito de Marx, pero  
como anecdótico, te quiero decir, no se estudiaba  
en profundidad, pero sí leímos todo de la teoría  
de Durkheim, Parsons, Merton, toda esa línea, las  
investigaciones empíricas de Estados Unidos se  
pusieron de moda y por eso teníamos que leer no-  
sotros. Rendimos. Al año siguiente, Allub arma el  
ciclo profesional de la carrera de Sociología en San  
Juan (Arnedillo, 2022, p.43).  
Gino Germani organiza la creación de la carre-  
ra de sociología en la UBA; además se hace cargo  
del Instituto Di Tella, donde se dictaba como pos-  
grado la carrera de sociología. Todo el grupo del  
Di Tella se va a trabajar a la católica (UCA) y a la  
UBA y desde allí varios vendrán a dictar clases a  
San Juan. La Universidad Provincial y la Univer-  
sidad del Salvador representarán nuevos espacios  
de trabajo académico para aquellos que iniciaban  
su profesión como para aquellos que ya habían lo-  
grado reconocimiento de la comunidad científica  
(Informante anónimo en Bazán, 2000, p.34).  
En el año 1967, comienza el cursado del ciclo profesio-  
nal de la licenciatura en sociología para los primeros  
estudiantes de la carrera. Los docentes de San Juan  
pudieron entrar en interacción con docentes de otras  
universidades nacionales y de esta relación ambos  
vieron acrecentar su capital simbólico, en términos de  
Bourdieu (1988). Para quienes formaron parte de este  
período lo recuerdan como una época dorada4.  
Entre los docentes que dictan el postgrado en socio-  
logía, se destaca la figura de Leopoldo Allub, santia-  
gueño de nacimiento, sociólogo egresado de la UBA,  
quien se radica en la provincia para dictar las materias  
troncales de la carrera y diseñar la malla curricular del  
primer plan de estudios.  
En 2017, en el marco de la conmemoración de los 50  
años de la carrera de sociología, José María Carelli,  
director del Departamento por entonces, realiza una  
entrevista a la Lic. Cristina Wehbe en el canal univer-  
sitario XAMA, posteriormente publicada en la revista  
científica Tramas Sociales. En dicha entrevista la Lic.  
Wehbe caracteriza a la sociología en sus primeros años  
de la siguiente manera:  
El presente trabajo atribuye a los acontecimientos se-  
ñalados en esta sección como un eslabón inicial, en  
términos específicos y siguiendo la lógica figuracional  
estamos en presencia del momento germinal del pro-  
ceso que estudiamos.  
En el año 1965 se dictó el Programa de Postgrado en So-  
ciología sorteando los condicionamientos socio histó-  
ricos de la época tales como: a) el contexto autoritario,  
b) la falta de instalaciones -ya que se cursaba en una  
oficina cedida en calidad de préstamo ubicada en la ca-  
lle Rivadavia (hoy peatonal)- y c) el desconocimiento de  
la disciplina en la provincia. Sobre la importancia del  
Programa, Allub, rescata:  
Originalmente, la Sociología aparece como una  
ciencia empírica. La línea con la cual se crea la  
carrera de Sociología en San Juan, está originada  
en Gino Germani, director de la primera carrera  
de Sociología (en Buenos Aires) y director del Ins-  
tituto de Investigaciones, desde 1957. En 1966, el  
grupo de profesores del Instituto Germani, viene  
a San Juan a dictar un posgrado. Las temáticas,  
la metodología y la orientación eran estructural  
funcionalista, porque había una neta influencia,  
clara influencia, de la escuela norteamericana  
de Sociología, la Escuela de Chicago, las investi-  
Deseo llamar la atención respecto del hecho de que  
la Universidad Provincial D.F. Sarmiento fue una  
de las primeras en organizar cursos de postgra-  
do en ciencias sociales en el país, para capacitar a  
su personal, y que en este programa participaron  
graduados provenientes de Buenos Aires, Mendo-  
za, Chaco, La Rioja y San Luis, entre otros lugares  
del país (Allub, 1995, p. 3).  
4
En diversas entrevistas del proyecto interno, como así también  
las realizadas por Carelli (2918) para la Revista Tramas Sociales, los/  
as docentes, quienes fueron estudiantes de aquel período, lo afir-  
man, entre ellos Wehbe, Giugni, Cortínez, Muro.  
Al respecto, Cristina Wehbe, quien realizó el progra-  
ma, relata:  
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gaciones empíricas (que se habían hecho en esos  
momentos), y por supuesto las obras de Germani:  
“Estructura Social Argentina”, “Política y Sociedad  
en la Época de transición” (Carelli, 2019, p. 135)  
rrera de sociología, por segunda vez, elabora un plan  
de estudios en el año 74 ́. Mini et. al. (2019) señalan:  
(...) en 1974, se aprueba un nuevo plan de estudios  
caracterizado por una profundización en las he-  
rramientas metodológicas en un intento por inter-  
pretar la realidad empíricamente. Por otro lado,  
en el primer año continúan presentes las Intro-  
ducciones, pero, a diferencia del plan anterior, se  
tornan más específicas y concretas incorporándo-  
se además Introducción a la Sociología (p.11).  
Ya hacia fines de los sesenta, se produce un cambio dis-  
ruptivo de la Sociología metropolitana, con un fuerte  
proceso de politización que corrió los márgenes del  
campo, cambiando las apuestas de los agentes e im-  
pactando en las reglas del juego del campo académico.  
Para la provincia, esta fase de politización es vivida  
fuertemente entre los estudiantes más que entre los  
docentes, según los testimonios rescatados. Las críti-  
cas hacia el funcionalismo como esquema de explica-  
ción de realidad y sus postulados, ya se vislumbraban  
previamente a la dictadura, y según los relatos “lo si-  
guen dando, porque no se podía sacar, pero entra en crisis”  
(Arnedillo, 2022, p.)”. Mini, profesor jubilado de la  
carrera en aquel momento estudiante de Sociología,  
en las entrevistas realizadas en el marco del proyecto  
interno5, relata esta separación epistemológica entre  
docentes y estudiantes, los cuales establecían lecturas  
alternativas a las que se contenía el plan de estudios:  
Lo que muestra este nuevo plan de estudio es la cre-  
ciente especificidad que comienza a lograr la carrera  
una vez institucionalizada. Resulta necesario recalcar  
que, dicho plan de estudios sufre durante sus primeros  
años de implementación el advenimiento de la dicta-  
dura militar en el año 1976 que truncó su espíritu en el  
camino de su aplicación. Sobre el cierre del momento  
inaugural del Departamento, Cristina Wehbe relata  
el cambio de sentido que torna la sociología local por  
aquellos años:  
Años setenta; todo lo que pasa en Argentina, los  
conflictos, interpelan al desempeño de la Socio-  
logía, a su metodología. Interpelan fuertemente  
a los marcos teóricos, a las posiciones neutrales  
del investigador. El investigador empieza a tomar  
posiciones ideológicas, y eso revoluciona mucho lo  
que es la Sociología. Cambia mucho la disciplina;  
se pasa de un paradigma de lograr un conocimien-  
to objetivo, a un conocimiento comprometido (Ca-  
relli, 2019, p. 136).  
“los estudiantes de la época éramos un cuerpo muy  
homogéneo y muy separado de la estructura “profe-  
soral” (…) teníamos esa visión, la recuperación aca-  
démica-científica y en ese sentido abrazamos más  
las corrientes epistemológicas de nuestra discipli-  
na, que a lo mejor las perspectivas socio-políticas”  
Si bien no se expresa en los abordajes teóricos de la  
época del proceso un cambio en la hegemonía del es-  
tructural funcionalismo -dado que los estudiantes  
realizan trabajos que sean viables para la finalización  
de sus estudios en contextos intervenidos- existe una  
fuerte politización del colectivo de estudiantes y se  
expresaba en la existencia de currículums oficiales (es-  
tructural funcionalista) y currículums paralelos (teoría  
crítica). Esto es, la crítica no se refleja formalmente en  
un primer momento, pero sí finaliza con una modifica-  
ción de la lógica epistémica.  
Lo que la profesora Wehbe expresa como el cambio de  
un “conocimiento objetivo a un conocimiento com-  
prometido” es la nueva forma específica de interés, es  
decir, una nueva illusio que —como producto históri-  
co— todo campo genera como condición de su funcio-  
namiento (Bourdieu, 1995).  
Lo anterior nos permite suponer que el contexto de  
dictadura enmudece las críticas y aletarga las discu-  
siones intelectuales.  
Cuando la Universidad Provincial se incorpora a la  
creación de la Universidad Nacional de San Juan, la ca-  
2. Período 1976-1982: La Ciencia Condicionada y  
sus estrategias de permanencia”  
5
Proyecto interno del Gabinete de Investigación del Departa-  
Este período de dictadura militar, se verá signado por  
la desaparición del director del departamento de so-  
ciología y su esposa, la cesantía de docentes y el secues-  
tro de estudiantes de la carrera. Como resulta eviden-  
mento de Sociología (GEIS) titulado: “Estructuración institucional  
del Departamento de Sociología a partir de los actores participan-  
tes, FACSO-UNSJ (1965-2024)”.  
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te, y casi en las antípodas del periodo anterior, no es lo  
estrictamente académico lo que emerge como primera  
variable a considerar.  
3. Período 1983-1991: Reapertura democrática y  
formalización disciplinar  
El Departamento de Sociología presenta caracterís-  
ticas heterogéneas hacía el retorno de la democracia  
y no se encontró exento de discusiones y heridas del  
pasado aún abiertas. La nueva configuración presen-  
ta un entramado de relaciones hacia el interior del  
departamento la cual generó una serie de tensiones,  
provocando fuertes desequilibrios en las relaciones  
de poder hasta entonces ejercidas. En la mirada de  
Aguiar (2000) la restauración democrática fue viven-  
ciada como un momento de “reencuentro con los que  
se habían cesanteado y exiliado”:  
Desde las autoridades interventoras de la Universidad  
se dispone al cierre de la carrera de sociología. Van a  
catalogar a la disciplina como subversiva. La sociología  
se verá condicionada, en su desarrollo tanto desde sus  
perspectivas analíticas, la elección de los problemas de  
investigación como en la falta de libertad de cátedra y  
de expresión. El contexto político institucional acorra-  
ló la lógica departamental al límite de deslegitimar el  
plan de estudios vigente 1974. A consecuencia, se co-  
menzó a elaborar un nuevo plan (1979) que tenía como  
finalidad, evitar el cierre de la carrera sintonizando en  
contenido e ideología con la atmósfera de la época.  
Algunos volvieron y a partir de la gran cantidad  
de concursos que se realizaron en esos años, se  
reincorporaron a la Universidad. Sin embargo,  
las heridas dejadas por la etapa del gobierno mi-  
litar no estaban cerradas y el departamento, que  
antes del golpe era visto por sus agentes como un  
grupo humano, era ahora una pluralidad de gru-  
pos, algunos enfrentados entre ellos, que actuaba  
independientemente de otros, por la dificultad de  
encontrar consensos en la acción (p.32).  
Período de repliegue intelectual, de interrupción sobre  
la matrícula de ingreso, de adaptación las currículas,  
de libros escondidos y enterrados: elaborar un nuevo  
plan fue la salida para poder reabrir la inscripción,  
realizado bajo el fuerte tutelaje de las autoridades  
interventoras. Según los testimonios, luego de ar-  
duas negociaciones entre autoridades y un grupo de  
docentes, padres y estudiantes se acuerda la decisión  
de continuar el dictado y permitir, con ello, avanzar y  
concluir los estudios a los estudiantes en carrera, pero  
se mantiene el cierre de la inscripción a nuevos estu-  
diantes. En el año 1980, el gobierno de la UNSJ brindó  
las condiciones para que, las autoridades departamen-  
tales de sociología, convocaran una comisión de elabo-  
ración del plan de estudios, que permitiría la apertura  
a la inscripción de nuevos estudiantes. Así se elaboró  
un informe final titulado “Análisis del Plan de Estudios  
para la carrera de Sociología” (1978).  
A nivel universitario, el inicio del proceso de normali-  
zación y los procesos de concursos permiten construir  
una estructura docente estable. Se puede afirmar que,  
con la vuelta a la democracia, hacia fines de los años  
ochenta y principios de los noventa, parece constituir-  
se casi en su totalidad la planta docente que permane-  
cerá en sus cargos hasta entrada la década del 2000.  
A nivel profesional, la consolidación institucional de la  
disciplina se expresa en la creación, en 1986, del Cole-  
gio de Sociólogos de San Juan. Por medio de la sanción  
de la Ley n° 5582 de “Ejercicio Profesional del Sociólo-  
go” dictaminada por el Poder Legislativo de la provin-  
cia. El Colegio de Sociólogos de San Juan es una enti-  
dad abocada a la defensa y promoción de los intereses  
profesionales y “corporativos” de los miembros de la  
disciplina. Aun cuando el derrotero del Colegio no fue  
lineal y enfrentó las mismas dificultades que sus pares  
de otras jurisdicciones (Carrera, 2019), su formación  
da cuenta del peso de las y los sociólogos en el ámbi-  
to local, y un reconocimiento político y social sobre la  
ciencia. Al respecto del caso sanjuanino, Pereyra (2017)  
escribe el derrotero del Colegio en la provincia  
La comisión trabajó durante dos años en el diseño de  
un nuevo plan, teniendo como modelo los planes de  
estudio desarrollados en universidades extranjeras en  
ese momento, de modo tal que quedara debidamente  
justificado y pudiera ser aprobado, revocando con ello  
la suspensión de la inscripción a ingresantes impuesta  
por las autoridades interventoras.  
Tras dos años de cierre de la inscripción de nuevos  
alumnos, se aprueba el cuarto plan de estudios de la  
carrera de Sociología en el año 1982. Este plan marca  
el fin de este período histórico y reabre, no sólo la ins-  
cripción a estudiantes, sino la posibilidad de continui-  
dad histórica e institucional de la carrera de Sociología  
en la provincia de San Juan.  
Luego de un primer período de cierta falta de ac-  
tividad, este colegio fue reactivado en 1998. Hasta  
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2014 poseía 122 matriculados, de los cuáles 91 tie-  
ne su “matrícula consolidada”. Se observa aquí un  
aceptable porcentaje de participación, dado que  
las matrículas superan el 45 % del total de 270 gra-  
duados en esa provincia (p. 22).  
ra de materias compartidas entre la licenciatura y el  
profesorado. Para ello, el plan se diseñó anexado a la  
estructura curricular de la licenciatura: sumadas a la  
totalidad de las asignaturas de la licenciatura (incluida  
la tesis), se incorporan las materias pedagógicas co-  
rrespondientes, los denominados “Talleres Docentes”.  
En 1988, el Honorable Congreso de la Nación (HCN)  
sancionó y promulgó la Ley Nacional N° 23.553, de ejer-  
cicio profesional de la sociología en la Argentina. San  
Juan es una de las cuatro provincias que cuenta con  
una legislación de ejercicio profesional, junto a Buenos  
Aires (19856 actualizada en 1997); Santiago del Estero  
(2005) y Mendoza (2009).  
Desde ese entonces, De cumplimentarse los requisitos  
académicos que demanda la articulación de los pla-  
nes y carreras, resulta posible para los estudiantes la  
titulación en las dos carreras. Bajo la guía de este plan  
se forma la mayor parte de egresados y egresadas de  
las carreras de Licenciatura y Profesorado en Sociolo-  
gía7. En 1996, se producen ajustes a la versión original  
y ya, entrados los años 2000, se inicia un proceso de  
revisión que, por diversas razones, fue aletargando la  
construcción y debate de un nuevo plan. Se pudo recu-  
perar un acta de reunión de claustro del año 2007 don-  
de se sienta la información de un grupo de docentes  
que comenzaron a reunirse para reflexionar sobre el  
nuevo plan de estudios. También se crearon varias co-  
misiones que, sin mayor éxito, trabajaron en diferentes  
momentos entre 2007 y 2015. Se amplia esta informa-  
ción en el periodo correspondiente a dicho año, pero  
es menester agregar aquí que el Plan 1992 finaliza su  
vigencia con sucesivas modificaciones, llegando a con-  
tarse tres versiones 1992, 1992.1; 1992.2; 1992.3  
Continuando con la exploración de los hitos de cons-  
titución histórico epistemológico del período 1983-  
1991, que se corresponde con la aplicación del plan de  
estudios 1982, puede observarse la pérdida de hege-  
monía del paradigma positivista o, para mayor preci-  
sión, neopositivista. En otros espacios de Sociología  
del país, como en la UBA, por ejemplo, este fenómeno  
aconteció en años anteriores.  
4. Período 1992-2001: Normalización  
institucional y apertura interpretativa  
En la carrera de Sociología se abre el debate para la  
modificación de su plan de estudios. Dicho debate es  
producto del proceso de normalización de la UNSJ.  
Hacia fines de la década del ochenta y comienzos de  
los noventa, se comenzó la tarea de reformular los pla-  
nes de estudio. Esta fue una decisión académica, que  
circuló en la universidad y se extendió todas las fa-  
cultades. Producto de esa revisión, se crea el Plan de  
Estudios 1992. La diferencia con los planes de estudios  
anteriores es emergencia de una nueva carrera: la de  
Profesorado en Sociología. Cuando la Licenciatura en  
Sociología se acercaba a su tercera década de existen-  
cia, se abre el debate para la elaboración del plan de es-  
tudios de Profesorado en Sociología. El mismo surge  
por motivación de los propios docentes y una demanda  
creciente de parte de los estudiantes.  
El Plan de Estudios 1992 significó sin lugar a dudas  
la cristalización de las transformaciones operadas en  
el período anterior. En términos metodológicos, la  
Carrera de Sociología vive en estos años la “apertura  
hacia los métodos cualitativos”: se incorpora por pri-  
mera vez una asignatura específica sobre investigación  
cualitativa en el plan de estudios 1992. A mediados de  
la década de los noventa y hasta el cierre del intervalo  
considerado, la naturaleza de las investigaciones, las  
estrategias y el posicionamiento del investigador van a  
responder a ello. La relación con la teoría es “abierta e  
interactiva”; el método inductivo -donde la teoría sur-  
ge del encuentro con el trabajo de campo y su relación  
de ida y vuelta entre la teoría y análisis empírico- y la  
relación con el entorno y la interacción con el objeto de  
estudio, es naturalista:  
Tras ser aprobado, comienza su implementación. Se  
piensa desde las autoridades del departamento, bajo  
la figura de su directora Mirta grillo, una estructu-  
7
Remarcar que seguramente la extensión de la vigencia de dicho  
6
Se puede remarcar, como parte del proceso de formalización  
plan fue un factor clave para la anterior afirmación, dado que 26  
años de vigencia corresponden a casi el 50% de los periodos tempo-  
rales analizados  
disciplinar, nuevamente San Juan es segunda a nivel nacional y solo  
con un año de diferencia con Bs As.  
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“Aquí la interpretación – integrada al proceso analí-  
tico, por lo que hablamos de “análisis interpretativo”  
(E. Rockwell 1987) se la considera en un doble senti-  
do. Por un lado, significa la búsqueda de nexos con-  
ceptuales con que se va argumentando la construc-  
ción del objeto de estudio en sus diferentes niveles  
de abstracción. Por el otro, se entiende “interpre-  
tar” en el sentido de “entender” los significados que  
producen los sujetos en sus contextos particulares.  
“Entender”, como diría C. Geertz (1987) el sentido de  
los “conocimientos locales” o “el mundo conceptual  
en el que viven los sujetos” (Achilli; 2005; p. 41)  
La cartografía de las nuevas sociologías elaborada por  
Corcuff (2013) se encuentra en estrecha relación con  
la perspectiva que el autor recibe de Jean Claude Pas-  
seron, para quien, lejos de la noción evolucionista de  
un saber acumulativo, la Sociología se construye me-  
diante acumulaciones parciales y provisorias de cono-  
cimiento (p, 14).8  
La primera clasificación trata de aquellos autores que  
dirigen sus análisis desde la estructura hacia las in-  
teracciones, centrada en las figuras de autores como  
Elias, Bourdieu y Giddens, en cuyas teorías se privile-  
gia el peso de la estructura sobre los sujetos, aunque  
sin negar la tensión entre el individuo y la sociedad.  
La recopilación de datos se hace a través de entrevis-  
tas, de casos individuales con muestreo teórico, que  
implica una identificación empática con los sujetos y  
donde el fin último de la investigación es comprender  
los fenómenos sociales desde la perspectiva de los par-  
ticipantes y en un contexto analítico más amplio. Por  
ello la entrevista no tiene por objetivo recopilar infor-  
mación de las personas, sino hacerlas hablar y tender  
a sus puntos de vista, situándolos en un entramado  
social con sentido.  
Desde el punto focal posicionado en el periodo, es po-  
sible constatar el elevado número de citas referidas a  
Pierre Bourdieu y otros autores que podríamos con-  
siderarlos en el mismo eje epistémico, es el estructu-  
ralismo genético, o también entendido como cons-  
tructivista, el perfil analítico que se destaca. Si bien,  
se incluye a estos trabajos como realizados dentro del  
paradigma interpretativo, es pertinente aclarar que  
específicamente se sitúa al autor dentro de las pers-  
pectivas reflexivas en las ciencias sociales, que buscan  
desplazar las oposiciones objetivo/ subjetivo y colecti-  
vo/ individual atendiendo a una visión estructuralista  
constructivista, esto es, concediendo cierta prepon-  
derancia a las estructuras, al decir de Corcuff (2014) y  
referenciando que existen estructuras independientes  
de la conciencia y de a la voluntad de los agentes y que  
las mismas tienen una génesis social (Bourdieu, 1995).  
5. Periodo 2002-2011: La primacía de lo  
cualitativo. Bourdieu como nueva legitimidad  
Adentrados los años 2000, comenzaron a registrarse  
trabajos que se hacen eco de las consideraciones epis-  
temológicas y metodológicas que plantea la lógica re-  
lacional representado en la figura intelectual de Pierre  
Bourdieu. Se observa a partir de aquí, un fuerte pre-  
dominio del estructuralismo genético en la literatura  
citada, junto al comienzo de la construcción de pro-  
blemas de investigación desde el esquema y categorías  
que el francés propone. En línea con lo anterior se re-  
ferencian categorías como de campo, habitus, capital,  
espacio social, entre otros.  
La segunda clasificación trata acerca de autores y  
teorías que se configuran en el análisis desde la inte-  
racción hacia las estructuras sociales. En este marco,  
se enfatiza el uso de bibliografía del constructivismo  
fenomenológico de Berger y Luckman, los aportes del  
interaccionismo simbólico de Goffman, a Max Weber y  
la obra fenomenológica de Alfred Schütz.  
En la misma línea, pero enfocados desde la posición  
epistémica-metodológica, irrumpe el denominado  
relacionismo metodológico que encuentra en la doble  
existencia de lo social una nueva forma de praxeología  
de lo social. En este sentido, se plantean en las inves-  
tigaciones un momento objetivo, donde se construyen  
las relaciones objetivadas del campo y, un momento  
subjetivo, en el que se incorporan las estructuras sig-  
nificativas de la realidad investigada. La referencia  
a la necesidad de relacionar, a través del análisis, los  
momentos objetivos y subjetivos es la que posibilita  
dar cuenta de la doble existencia de lo social, y de esta  
manera articular estructura y agente.  
Es de notar la aparición tardía que registra la obra de  
Michel Foucault en las citas bibliográficas de los TFG,  
en comparación con la profusa utilización en carreras  
como Sociología en la UBA. Esto podría entenderse  
producto de su paulatina incorporación en los progra-  
mas de estudios de los espacios curriculares de teoría  
8
Se toma del autor su categorización para analizar el abordaje  
teórico de este período.  
Arnedillo, Carelli, Gómez  
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sociológica. Se registran tan sólo dos trabajos que rea-  
lizan genealogías como vía de acceso para el abordaje  
de los objetos.  
Recapitulando el análisis de los hitos históricos epis-  
temológicos, posible notar en este período del uso del  
paradigma neopositivista como vía de acceso a la in-  
formación y perspectiva de elaboración teórica y epis-  
temológica de los trabajos: se presentan trabajos con  
supuestos derivados de las teorías, hipótesis iniciales  
o aproximaciones de sentido, pero no se realizan es-  
tudios de tipo estadístico con prueba de hipótesis. La  
preeminencia que este tipo de realizaciones tuvo en los  
inicios de la carrera, ya para los años 2000 lo presentan  
los trabajos interpretativos.  
6. Período 2012-2018: reconguración  
institucional y especicidad académica.  
Factores tanto inmanentes como externos retrasaron la  
discusión de un nuevo plan de estudio el cual fue apro-  
bado en diciembre de 2017 e implementado en 2019.  
Dicho plan buscó salvar algunos aspectos que se consi-  
deraban como falencias que mostró el plan 1992, luego  
de cuarto de siglo de aplicación. Se realizó en base a  
intentos previos de reformulación y resulta llamativo  
que se construyó sobre un bloque sólido, docentes y  
estudiantes, que priorizó la necesidad de modificar el  
plan. El mismo se encuentra en vías de seguimiento y  
evaluación, dado que aún no existen egresados no es  
posible emitir algún tipo de balance.  
Hacia el final de los años analizado se puede observar  
el predominio de los estudios de género y de trabajo  
como dos temáticas que se imponen en el conjunto de  
los trabajos finales de grado analizados. En parte, esto  
acontece porque los movimientos sociales permean la  
estructura académica, como es el caso del feminismo.  
Esta interpelación tiene lugar en todos los órdenes de  
la vida, y la universidad y las ciencias sociales no que-  
daron fuera de la discusión. Marcos teóricos, episte-  
mologías feministas, construcción de objetos en torno  
a las problemáticas de género, sexualidad y diversidad  
son centrales para estos trabajos finales de grado pro-  
ducidos en estos años.  
Se podría agregar aquí una observación sobre la orga-  
nización institucional de las Carreras de Sociología en  
sí, sobre el “grado” de autonomía del Departamento/  
Carrera. Se trae a discusión este punto, ya que no se  
encuentran en las mismas condiciones la Sociología  
académica en la UBA, la Plata, Mar del Plata que las  
de carreras históricas como las de San Juan o Santiago  
del Estero, o esta carrera en la Universidad de Coma-  
hue o Tierra del Fuego, o las nuevas carreras de Villa  
María y Córdoba, sólo por nombrar algunas a modo  
de ejemplo. Este aspecto es fundamental en el análisis  
de la institucionalización de la Sociología: el financia-  
miento de cargos, el grado de decisión de sus autorida-  
des, el formato electivo de Dirección-Coordinación de  
la carrera, si quienes ocupan dichos cargos de gestión  
perciben un sueldo diferente por este trabajo, si exis-  
ten Consejos Departamentales, Gabinetes de investi-  
gación, Revistas, etc. Para mostrar estos matices, hay  
carreras de Sociología en Argentina en las que el cargo  
de dirección es ad-honorem. El análisis socio histó-  
rico de la constitución de un campo académico y sus  
posibilidades de autonomía permiten comprender la  
posición de la Sociología local. No se encuentran en la  
misma situación carreras que comparten ciclo básico  
con otras disciplinas que aquellas que adquieren plena  
autonomía y especificidad. Por otro lado, también son  
importantes las asociaciones profesionales y el marco  
legal que construye cada caso. San Juan es una de las  
únicas tres provincias con Ley de ejercicio profesional,  
la Ley provincial N° 5582, sancionada el 10 de noviem-  
bre de 1986.  
A modo de síntesis: abordaje en la  
continuidad histórica de los trabajos  
finales de grado de la licenciatura en  
sociología 1965-2018.  
La posibilidad de abarcar las producciones académicas  
de grado, estudiadas e interpretadas diacrónicamen-  
te en un continuum histórico, permite aproximarse a  
la síntesis de los procedimientos y conocimientos aca-  
démicos aplicados en la construcción de los objetos de  
investigación de estos trabajos. En este sentido, (Gior-  
dano, 2011) subraya la importancia que reviste la com-  
paración histórica para, “pues comparar lleva siempre  
consigo un doble trabajo de conocimiento minucioso  
del hecho histórico concreto y de conceptualización a  
partir del material histórico” (p. 44). A continuación,  
se presentan algunos de los resultados del análisis en  
la continuidad histórica de los TFG de la licenciatura  
en sociología 1965-2018, en particular sobre el abordaje  
teórico.  
Se puede decir que en la configuración de la carrera de  
Sociología han coexistido diferentes líneas de investi-  
gación y enfoques, con dinámicas particulares en cada  
período histórico analizado. El 57% de los trabajos se  
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Gráfico N° 1: Abordaje Teórico prevalentes en los trabajos finales de grado. Período 1965 - 2018.  
Elaboración propia en base a la información procesada.  
enmarcan en análisis de tipo interpretativo, un 23% de  
tipo neopositivista y un 20% que se posicionan en el pa-  
radigma materialista histórico dialéctico.  
TFG se encuentran basados en análisis estadísticos  
refinados y presentan un carácter empírico. El estruc-  
tural funcionalismo como forma de interpretación de  
lo social, fue el paradigma inicial en el que se formaron  
los primeros docentes de la carrera y, en este sentido,  
estas primeras trayectorias son signadas por la in-  
fluencia de la Escuela Norteamericana de Sociología  
y la temprana introducción de obra de Germani en la  
provincia, a través del programa de Posgrado dictado  
en la provincia, tal como se relata al comienzo del pre-  
sente artículo.  
La comparación histórica entre los abordajes teóricos  
de los dos primeros períodos analizados —1965-1975 y  
1976-1982— muestra que la perspectiva teórica desde  
la cual se realizan los trabajos es neopositivista desde  
la definición de Corbetta (2007). En ese sentido, se de-  
nomina a estos períodos como empírico- neopositivistas.  
Esto es posible visualizarlo claramente en  
En este sentido se puede afirmar que los primeros Tra-  
bajos de Grado, el Marco Teórico posee una utilidad,  
una función: formular a la luz del análisis lógico- teó-  
rico las hipótesis que se pondrán a prueba. Esto es, la  
teoría sociológica cumple una función lógico metodo-  
lógica que responde específicamente a brindar la defi-  
nición teórica de las variables utilizadas en las hipóte-  
sis a contrastar; conceptos que son operacionalizados  
en el abordaje metodológico y, si el trabajo lo requería  
proceder a la construcción de índices.  
La Sociología nace directamente en forma institucio-  
nal, generando determinadas tendencias, entre ellas,  
el predominio de la sociología académica, estrecha-  
mente vinculada al ejercicio de la profesión sociológica  
como técnico profesional de neutralidad valorativa. Lo  
anterior puede visualizarse en los trabajos finales de  
grado de los primeros dos períodos analizados (1965-  
1975 y 1976-1982), en los que la casi la totalidad de los  
análisis (con excepciones) se abordan desde esta pers-  
pectiva.  
En estas primeras producciones, las temáticas, la me-  
todología y la orientación son construidas desde el  
Estructural Funcionalismo. Siguiendo esta línea, los  
El resumen de la información sobre los abordajes teó-  
ricos de los trabajos finales de grado arroja que el 42%  
pueden ubicarse dentro del paradigma neopositivista;  
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Gráfico N° 2: Abordajes Teóricos prevalentes en los TFG por períodos  
Elaboración propia en base a la información procesada.  
Gráfico N° 3: Abordajes Teóricos prevalentes en los trabajos finales de grado por períodos  
Elaboración propia en base a la información procesada.  
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un 33% en el paradigma materialista histórico y un 25%  
en el interpretativo. Esto podría interpretarse así: una  
vez quebrada la hegemonía del estructural funciona-  
lismo comienzan a disputar la lógica y la definición  
de la sociología los otros paradigmas existentes de las  
ciencias sociales. A partir de este período que inaugura  
la democracia, en la sociología local, coexisten, se dis-  
putan, diferentes enfoques para definir qué es ciencia,  
cuál es su objeto y cuáles son las herramientas e instru-  
mentos para analizarlo.  
mular en los trabajos finales de grado, primeramente,  
una reseña bibliográfica que con los años deviene en  
un apartado diferenciado como antecedentes, estado  
del arte o estado de la cuestión, distinto del marco teó-  
rico- epistemológico general que delimita el enfoque  
sociológico y ayuda a construir el problema de inves-  
tigación y posterior análisis del fenómeno a investi-  
gar en este período. Estas nociones generales vienen a  
conformar un ámbito teórico sociológico de encuadre  
o posicionamiento que permite la vigilancia episte-  
mológica al momento de construir el problema. Si se  
compara con la “función” que cumplía el marco teórico  
en los primeros trabajos finales de grado, en la actua-  
lidad los marcos teóricos presentan la característica de  
brindar una orientación y toma de posición acerca del  
modo en que se aborda teórica-epistemológicamente  
el hecho social a investigar.  
Es por ello que el período entre 1983-1991 se caracteriza  
por la transición en las teorías explicativas para abordar  
el fenómeno de lo social. Esta transición puede verse re-  
flejada en los modos de realizar este tipo de investiga-  
ciones académicas: si bien es cierto que ya en períodos  
anteriores se plantean rupturas con la corriente fun-  
cionalista, todavía un buen número de asignaturas del  
plan de estudio siguieron presentando continuidades  
con esta corriente teórica. Esto podría ser explicado, en  
parte, por la socialización de los docentes en esa matriz  
disciplinar, aunque amerita un mayor desarrollo.  
Así, en su primer apartado, estos Trabajos exponen el  
Estado del Arte, esto es todo lo escrito hasta el momen-  
to sobre la temática a investigar desde la perspectiva  
adoptada, seguidamente, se construye el marco de  
referencia con las categorías analíticas que brindan  
un andamiaje intelectual al análisis. Poseen supues-  
tos de investigación o aproximaciones de sentido que  
guían el proceso de investigación pero que no necesa-  
riamente se ponen a prueba. Las categorías no quedan  
agotadas en el marco teórico, sino que se ahondan y  
profundizan en el análisis específico del objeto en los  
desarrollos de estas investigaciones. Estas categorías  
generales posteriormente se profundizan en el aná-  
lisis de los datos o se utilizan para el desarrollo, pero  
también surgen en el análisis otras categorías que no  
se encuentran presentes en el marco teórico, dado que,  
el conocimiento social se construye y reconstruye en  
el trabajo de campo. El mismo contiene las categorías  
analíticas mínimas que permiten caracterizar al fenó-  
meno, pero sin definirlo o prefijarlo con antelación al  
trabajo de campo, dejando que el fenómeno exprese  
sus atributos, (Guber, 2005). En el mismo sentido, se  
recurren a otras líneas interpretativas en la instancia  
de análisis en función de los ejes de análisis y cate-  
gorías emergentes de los relatos de los entrevistados,  
esto es, del mismo análisis emergen categorías clasifi-  
catorias y conceptuales que no siempre se encuentran  
ex ante explicitados en los marcos teóricos.  
Es claro el viraje hacia las teorías críticas de análisis de  
los fenómenos sociales que comienza con la incorpo-  
ración creciente del paradigma materialista histórico  
dialéctico y una apertura interpretativa. En cuanto a  
las temáticas es posible observar la presencia de los  
análisis macro estructurales. En este tipo de trabajos  
priman estrategias metodológicas mixtas, cuanti-  
cualitativa, con énfasis en el análisis de la estructura  
material, productiva e histórica y un análisis cualitati-  
vo que tiene como objetivo de comprender al sujeto y al  
fenómeno particular en estudio.  
En el período 1992 - 2001 y dadas las circunstancias  
históricas, de ruptura del tejido social, de protesta, de  
reconversión económica y productiva, de flexibiliza-  
ción y precarización laboral y de apertura económica  
privatización y régimen es de acumulación financiera  
y especulativa, los análisis desde posicionamientos crí-  
ticos presentan mayor incidencia. Es posible reconocer  
en estos años el posicionamiento del paradigma ma-  
terialista histórico dialéctico, en cuanto es ilustrativa  
la cantidad de citas que recoge en este período. Aun-  
que es importante observar como el sociólogo francés  
Bourdieu comienza a instalarse como un autor predo-  
minante en la carrera, en referencia especialmente a  
los trabajos de Sociología de la Educación.  
Si bien el cuadro muestra las cristalizaciones teóricas  
hegemónicas en de cada época, podemos afirmar -si-  
guiendo una lógica gramsciana- que existen enfoques  
dominantes y subalternos. En línea con lo anterior,  
Goldberg (2009) reflexiona sobre el complejo entra-  
En el Departamento de Sociología de la UNSJ, a partir  
Plan de Estudios de 1992, se adoptó el criterio de for-  
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mado que presenta el campo científico en las ciencias  
continuum que podría definirse entre la confron-  
sociales:  
tación y la complementariedad (p.8).  
El hecho de que haya un enfoque dominante que  
impone su propia definición no significa la des-  
aparición o la anulación de los otros enfoques en  
pugna. Algunos de ellos pueden entrar en un esta-  
do de latencia, pero lo que sucede con mayor fre-  
cuencia es que se modifican sus relaciones, en un  
A continuación, esbozamos una síntesis en modo de  
cuadro donde es posible visualizar el desarrollo de los  
abordajes teórico-epistemo-metodológicos en los tra-  
bajos finales de grado analizados en la continuidad  
histórica 1965-2018:  
Período  
Plan de  
Abordaje Teórico de los TFG  
Abordaje Metodológico de los TFG  
Histórico  
Estudios  
• Paradigma Neopositivista:  
Estructural Funcionalismo  
(la teoría precede a la  
• Investigación Empírica Cuantitativa:  
Método Hipotético - Deductivo: explicación  
Estructura tipo de la investigación: Teoría- Hipótesis-  
operacionalización- producción de datos- medición-  
análisis- vuelta a la teoría.  
1965-  
1975  
1968 y  
1974  
investigación);  
Historia y Estructura Social.  
• Instrumento de recolección: encuestas con  
cuestionarios estructurados de preguntas cerradas con  
muestras estadísticamente representativas uniforme  
para todos los sujetos.  
• Paradigma Neopositivista:  
Estructural Funcionalismo  
(la teoría precede a la  
investigación)  
1976-  
1982  
1979 y  
1982  
Primeros usos de entrevistas como acercamiento a las  
temáticas.  
• Fuentes de información: mayormente primarias.  
• Investigación Empírica Cuantitativa y Cualitativa:  
“transición cuanti-cuali” uso de técnicas mixtas.  
Caracterización de la estructura social a través de  
datos secundarios de tipo cuantitativos y apertura a los  
métodos cualitativos de investigación  
• Paradigma Neopositivista en  
crisis.  
1983-  
1991  
• Apertura Teórica:  
Paradigma Materialista  
Histórico Dialéctico y  
Paradigma Interpretativo  
1982  
-Instrumento de recolección: mayor utilización de  
fuentes secundarias.  
Primacía Cualitativa: Método Inductivo: Naturalista  
análisis cualitativo desde la perspectiva de los agentes.  
• Estrategias: Estudio de caso; Representaciones  
sociales; Significaciones.  
• Posicionamiento del  
Materialismo Histórico  
Dialéctico  
1992-  
2001  
1982 y  
1992  
• Paradigma Interpretativo  
(la teoría surge de la  
investigación)  
Instrumento de Recolección: entrevistas  
principalmente y caracterización desde datos  
secundarios  
Cualitativa: Método Inductivo: Naturalista análisis  
cualitativo desde la perspectiva de los agentes  
• Relacionismo Metodológico unido al análisis desde  
la perspectiva de Estructuralismo genético (momento  
objetivo relacionado a al análisis de la estructura  
y momento subjetivo de la investigación con la  
incorporación del agente)  
• Paradigma Interpretativo-  
Perspectiva Estructuralismo  
Genético de Pierre Bourdieu  
2002-  
2011  
1992 y  
versiones  
• Instrumento de recolección: entrevistas  
Paradigma Interpretativo  
Perspectiva Estructuralismo  
Genético de Pierre Bourdieu  
Temáticas que se imponen:  
• Estudios de Trabajo  
Cualitativo: análisis cualitativo desde la perspectiva de  
los agentes.  
1992 y  
2012- 2018  
• Estrategias: Estudio de caso; Representaciones  
sociales; Significaciones.  
versiones  
• Instrumento de recolección: entrevistas  
• Estudios de Género  
Elaboración propia en base a Arnedillo (2022, p 175).  
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Breves consideraciones a modo de  
reflexión  
El periodo caracterizado como “Ciencia Condicionada  
y sus estrategias de permanencia” (1976-1982): hace-  
mos mención al significado que implicó la dictadura  
militar como régimen que interrumpió la inscripción  
y restringió el desarrollo de la disciplina, catalogándo-  
la de “subversiva”, forzando un repliegue intelectual  
y una adaptación curricular para su supervivencia. A  
pesar de esto, la carrera ya estaba institucionalizada y  
logró persistir.  
El artículo, titulado “De Germani a Bourdieu. Origen,  
escuelas y transformaciones teórico-epistémicas en el  
proceso académico de la Carrera de Sociología de San  
Juan (1965-2018)”, se propone reconstruir y repensar los  
hitos de constitución teórico-epistemológica de la so-  
ciología en el proceso académico de la Carrera de So-  
ciología de San Juan. Para ello, adopta un análisis pro-  
cesual en la larga duración, situándose en los aportes  
de la teoría figuracional de Norbert Elias, que permite  
comprender las relaciones de interdependencia y las  
fluctuaciones que se producen en las configuraciones  
sociales a lo largo del tiempo, reconociendo su autono-  
mía relativa.  
La Reapertura democrática y formalización disciplinar  
(1983-1991), sitúa Con la vuelta a la democracia como  
instancia de apertura y normalización académica e  
institucional. En términos epistémicos, se produjo en  
una pérdida de hegemonía del paradigma neopositi-  
vista. Este periodo estuvo marcado por una apertura  
teórica hacia el paradigma materialista histórico dia-  
léctico, así como un sensible avance de lo interpreta-  
tivo. La consolidación institucional de la disciplina se  
manifestó con la creación del Colegio de Sociólogos  
de San Juan en 1986 y la sanción de la Ley Nacional N°  
23.553 de ejercicio profesional de la sociología.  
Aludimos a su persistencia y la permanencia frente a  
los cambios, como figuración histórica, como entrama-  
dos de interdependencias, con un relativo equilibrio de  
poder en el interior y frente al poder, en consecuencia,  
presenta sus tensiones, rupturas y cambios, pero cons-  
truyendo desde las lógicas específicas de lo académico.  
La historia de la carrera de Sociología en San Juan, la  
cuarta en el orden nacional y la segunda de gestión pú-  
blica, revela un recorrido de continuidades y cambios.  
Con el avance de su proceso va adquiriendo en su diná-  
mica, y a través de los planes de estudio y la especiali-  
zación de sus agentes, una especificidad propia de una  
disciplina que ubica su interés en el trabajo académico,  
científico, que en su búsqueda de autonomía relativa  
se expone a intrusiones de lógicas foráneas, situación  
lógica en sociedades periféricas como la nuestra.  
Avanzando con lo que verbalizamos como Normali-  
zación institucional y apertura interpretativa (1992-  
2001): El Plan de Estudios de 1992 reflejó las transfor-  
maciones operadas, incorporando por primera vez una  
asignatura específica sobre investigación cualitativa.  
La relación con la teoría se volvió “abierta e interacti-  
va”, priorizando el método inductivo y el enfoque na-  
turalista, donde la teoría emerge del trabajo de campo  
y se busca comprender los fenómenos sociales desde la  
perspectiva de los participantes. El materialismo his-  
tórico dialéctico mantuvo una fuerte incidencia, y se  
empezó a notar la instalación de Pierre Bourdieu como  
autor predominante.  
Lo que denominamos como Momento inaugural. Ger-  
mani como faro (1965-1975), nos enfocamos en des-  
entrañar Los orígenes de la carrera que estuvieron  
directamente ligados al Instituto de Sociología de la  
Facultad de Filosofía y Letras de la UBA (actual IIGG),  
bajo la influencia y centralidad científica de Gino Ger-  
mani. Durante este periodo, la sociología se concebía  
principalmente como una ciencia empírica, con una  
clara influencia estructural funcionalista de la Escue-  
la Norteamericana de Sociología y las investigaciones  
empíricas. Los TFG de esta época se enmarcaban casi  
en su totalidad en el paradigma neopositivista, donde  
el marco teórico tenía la función de formular hipótesis  
a probar, y los análisis eran predominantemente esta-  
dísticos. La disciplina buscaba un conocimiento objeti-  
vo, en sintonía con las pretensiones de la sociología de  
entonces que fijaba como puerto consolidarse y reco-  
nocerse como “ciencia”.  
Entre una tensión de crisis social y estabilidad aca-  
démica, los periodos (2002-2011): La primacía de lo  
cualitativo. Bourdieu como nueva legitimidad y la re-  
configuración institucional y especificidad académica  
(2012-2018), se caracterizan por el fuerte predominio  
del estructuralismo genético casi monopolizado por  
la figura relevante de Pierre Bourdieu en los TFG, con  
un uso extendido de categorías como campo, habitus  
y capital. Desde la lógica de los procedimientos de in-  
vestigación Se adoptó el relacionismo metodológico,  
buscando articular los momentos objetivos y subjeti-  
vos para dar cuenta de la doble existencia de lo social.  
La primacía de lo cualitativo se consolidó, enfocán-  
dose en estudios de caso y significaciones. Hacia el  
final del periodo analizado, se observa la imposición  
Arnedillo, Carelli, Gómez  
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TRAMAS SOCIALES • N° 07 | ISSN: 2683-8095  
de temáticas como los estudios de género y de trabajo,  
permeados por los movimientos sociales y la interpe-  
lación feminista a la estructura académica. La forma  
de construir los marcos teóricos también evolucionó,  
pasando de una función de contrastación de hipótesis  
a una de orientación y toma de posición teórico-episte-  
mológica, permitiendo la emergencia de categorías en  
el trabajo de campo.  
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En síntesis, la carrera de Sociología en San Juan ha  
transitado desde una hegemonía neopositivista y es-  
tructural funcionalista en sus inicios, fuertemente  
vinculada a una concepción técnico-profesional de  
neutralidad valorativa, hacia una creciente apertura y  
predominio de los paradigmas interpretativo y mate-  
rialista histórico dialéctico, particularmente influen-  
ciados por autores como Bourdieu. Este viraje se dio en  
un entramado complejo de tensiones y coexistencias  
de enfoques, que, si bien existen enfoques dominan-  
tes, los subalternos no desaparecen, sino que modifi-  
can sus relaciones en un continuo de confrontación y  
complementariedad. La carrera ha logrado consolidar-  
se y desarrollar una especificidad propia, mantenien-  
do su relativa autonomía frente a los campos de poder,  
a pesar de las tensiones, rupturas y cambios históricos.  
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Así, la historia de la sociología en San Juan es como un  
río que, naciendo de una fuente principal -el funcio-  
nalismo y Germani- ha ido sumando a su cauce dis-  
tintos afluentes -materialismo histórico, interpretati-  
vismo, constructivismo estructuralista- adaptándose  
al terreno cambiante -contextos políticos, sociales- y  
esculpiendo su propio lecho, sin perder su autonomía  
relativa a la hora de explorar la sociedad, pero enrique-  
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