
27
TRAZOS - AÑO VII – VOL.I – JUNIO 2023 - e-ISSN 2591-3050
El empresario de sí y la exclusión del ‘viejo’
Foucault sostiene que el pensamiento neoliberal lleva a cabo una reintro-
ducción del homo œconomicus dentro de sus análisis sobre el trabajo (2008a,
-
guración de sentido del homo oeconomicus, que comprende al humano como
un ente que tiene a su haber una serie de habilidades que, ocupadas en ins-
tancias de trabajo, permiten obtener ingresos, y, con ello, la satisfacción de
necesidades humanas básicas (2008a, p. 225). Con todo, uno de los aspectos
más relevantes de esta reinterpretación del homo oeconomicus consiste en
enmarcar la inteligibilidad de dichas habilidades, esto es, el valor del capital
aspectos que no dependen de sus portadores. Quien llega a ‘viejo’, en virtud
del deterioro de su cuerpo, pierde su valor como capital humano.
No es difícil saber cómo es considerado institucionalmente el individuo
‘viejo’ en nuestra época. Hay una excesiva atención por parte de variadas po-
líticas públicas a los efectos del deterioro acumulativo que está presente en
los adultos mayores
el cuerpo humano va presentando a lo largo de su vida. De ahí que su prin-
cipal foco de preocupación consista, aparentemente, en cómo proporcionar
una buena calidad de vida a aquel humano al que su misma vida ya le resulta
problemática en virtud de aquello que su cuerpo le fuerza a padecer. De hecho,
basta con hacer un breve recorrido sobre estas políticas para ver que la deter-
minación biológica —o biologicista— del humano, junto con sus remisiones en
su entrecruzamiento con la economía, no es abandonada, pues allí se pueden
encontrar resoluciones dirigidas a una facilitación en el acceso a fármacos y
atención y asistencia médica, descuentos permanentes en servicios de trans-
porte público, instancias de cultivo cultural —arte, teatro, cine, eventos socia-
les, etc.—, entre otras cosas. Por lo demás, existe una diversidad de investiga-
ciones sobre el individuo viejo como una reacción frente a la determinación
que institucionalmente se tiene de este.
Lo anterior parece indicar que al viejo no le es accesible el trabajo, o, me-
jor dicho, no le es accesible una autocomprensión desde dicho valor, esto es,
no puede ser inadvertidamente reconocido como trabajador o capital huma-
no. Si bien esto podría parecer obvio en virtud de que a este individuo le co-
rresponde el júbilo, lo cierto es que dicho merecimiento no sería sino una
Esto se deja ver en programas de salud, tales como el Plan nacional de salud de las personas adultas mayores (MINSAL, 2014), en el
plan de propuestas para políticas públicas Envejecimiento y vejez en América Latina y el Caribe: políticas públicas y las acciones de
la sociedad (Viveros, 2001), que tematiza como principal foco de vulnerabilidad social el deterioro de la salud del adulto mayor y el
escaso acceso a servicios de salud. Por lo demás, está reconocido que el principal foco de intervención en relación con los adultos
mayores es la salud (Badal, Contreras, Santana, Vásquez, 2016), asunto que se constata en el proyecto de resolución de la ONU (24 de
mayo del 2016) titulado Estrategia y plan de acción mundiales sobre el envejecimiento y la salud 2016-2020: hacia un mundo en el que
todas las personas puedan vivir una vida prolongada y sana.
Esta es una de las caracterizaciones principales que ofrece la OMS en torno a la vejez (OMS, 2021). Bien menciona Aurenque (2021)
dicho ‘quien’ como un constante obstáculo para la realización de aquello a lo que su existencia se proyecta.
Por mencionar tan solo unos casos: la propuesta de Aurenque (2021) intenta revindicar cierto valor de la etapa de la vejez en virtud
del descubrimiento que en esta se hace de la propia temporalidad. Asimismo, varios estudios en interdisciplinarios están dedicados
a barrer con prejuicios que se extienden desde la asunción que muestra al cuerpo viejo como intrínsecamente relacionado con la
enfermedad. Claro ejemplo de esto es la obra The Palgrave Handbook of the Philosophy of Aging (Scarre (Ed.), 2016).