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TRAZOS - AÑO VII – VOL.I – JUNIO 2023 - e-ISSN 2591-3050
Francesc d’assís sañé díaz-santos
Universidad Autónoma de Barcelona. Barcelona, España.
francesctung4@gmail.com
Recibido: 9 de marzo de 2023
Aceptado: 31 de mayo de 2023
TRAZOS - REVISTA DE ESTUDIANTES DE FILOSOFÍA - AÑO VII - VOL. I. - JUNIO 2023
páginas 51-65 - E-ISSN 2591-3050
http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/trazos/
https://trazosrevistadelosoa.wordpress.com/
INSTITUTO DE FILOSOFÍA - FACULTAD DE FILOSOFÍA, HUMANIDADES Y ARTES - UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
La
gubernamentalidad
neoliberal,
posneoliberal y
el gobierno de la
sustancia gozante
Neoliberal & posneoliberal
governmentality, the
jouissance government
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Resumen: Vivimos un momento histórico en donde parece que las estrategias
-
tico de gobierno biopolítico. Ayudado por el concepto de Rose (2017) sobre el
authoritarian populism
un nuevo paradigma de la gubernamentalidad. Además, mediante un pequeño
authoritarian populism ya no concierne al cuer-
Palabras clave: GUBERNAMENTALIDAD - POSNEOLIBERALISMO - GOCE - BIOPO-
LÍTICA - PSICOANÁLISIS
Abstract: We are living in a historical moment in which it seems that neoliberal
capital, are coming to an end and a new socio-political paradigm of biopolitical
government is beginning. Aided by Rose's (2017) concept of authoritarian po-
-
gies that accommodate the shift toward a new paradigm of governmentality. In
thinks, but to a third substance: the enjoying substance.
Keywords: GOVERNMENTALITY - POSNEOLIBERALISM - JOUISSANCE - BIOPOLI-
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-
mentalidad, tanto las viejas conocidas como las nuevas, efectúan un control
sobre los individuos a diferentes niveles, yuxtaponiéndose, chocando entre
momentums his-
tóricos
neoliberal. Mi
del análisis sobre el populismo autoritario de Rose (2017); asimismo, proponer
Un rastreo genealógico desde los postulados foucaultianos hasta los
(2017): las racionalidades y sus tecnologías. A modo de propuesta personal, se
-
supuesta nueva metafísica, pero no como un estudio biopolítico. Es importante
que, para volver a situar a la biopolítica
se correlacione con otras disciplinas que puedan brindar herramientas para
entender el momento actual, como el caso de la neurociencia en Rose. De esta
El argumento del texto, pues, se detendrá en tres momentos: el estudio
foucaultiano del cuerpo, la incorporación de la dimensión-mente en la ecua-
ter-
cera sustancia lacaniana: la sustancia gozante (Lacan, 2023).
Genealogía de las sustancias biopolíticas: el cuerpo y la mente
físico en el centro de su estudio sobre el
control social de los individuos, un paradigma donde el poder opera ejercien-
do un control sobre el cuerpo, y con el cuerpo. Para el autor, el control sobre
-
to provisto por las disciplinas, por ejemplo, la medicina, divide los cuerpos
relaciona con el capitalismo (liberal y neoliberal) en tanto su necesidad de
producir cuerpos sanos y obedientes
para que sean sujetos de producción
en las fábricas. En la obra de este autor encontramos descrito un poder ejerci-
do sobre el cuerpo (social o individual) que invade la vida entera, que hace de
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esta un campo de administración, gestión y cálculo, gracias a los estudios de
la natalidad o la longevidad
tenido como elemento indispensable el biopoder para producir cuerpos dóci-
les insertados en el aparato de producción.
Para ver cómo la mente
gubernamentalidad y el biopoder, podemos comparar dos puntos de vista: el
gobierno desde el cerebropsicopolítica
poder que emergieron a partir del boom de la neurociencia, pues se indica que
se ha llegado a un complejo neurobiológico, un yo neuroquímico de la imagine-
ría psicofarmacológica, donde el gobierno de lo normal y anormal/patológico
atiende a una visión neuromolecular
centra en las exigencias del tecnocapitalismo digital contemporáneo, es decir,
la optimización
-
capital humano y del empresario de sí
ya no explotan el trabajo físico sino el rendimiento mental, la resiliencia, la
-
biopolítica a una psicopolítica, más acorde al
neoliberalismo thatcheriano: basado en la explotación, la libre circulación del
capital y el consumo de la big data
de plataformas. Un escenario donde el empresario de sí mismo se autoexplota
apasionadamente, de tal manera que convierte su cuerpo en un objeto estéti-
co, un campo de optimización mental-
ne en la normalidad, sino que busca la excelencia. El riesgo de exclusión social
normal/patológico sino que el sujeto debe-
más/mucho-más.
Esta nueva dimensión mental (puntera y compleja) ya se encontraba en
-
de Becker, es decir: el advenimiento del neoliberalismo. Al respecto, lo cierto
Seguridad, Territorio y PoblaciónEl nacimiento de la biopolítica-
Principalmente en lo que se refiere a su estudio sobre la medicina en La crisis de la medicina o la crisis de la antimedicina.
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abierto y global gracias al control de la información. En este sentido, su idea
de la medicalización indenida y la autoridad médica como autoridad social, es
los lugares de encierro por lugares abiertos donde los procesos se prolongan
sean obsoletas, al contrario, debemos considerarlas para entender el nuevo y
complejo estado del biopoder en la actualidad. Tarea que autores como Rose
A continuación, se exploran cuáles son las condiciones que posibilitan las
sus conocimientos.
Condiciones para las estrategias de gobierno
principal, a saber, la acumulación del capital, las condiciones subjetivizantes
del yodetonantes.
de las socialdemocracias del Norte Global (los estados del bienestar o welfare
state, el Nanny State tan denostado por los neoliberales) y el nacimiento del
-
-
Estas condiciones muestran el campo de gobierno de lo que Rose (2017)
-
sionaban como la nueva extrema derecha, es decir, un terreno donde la nueva y
-
nómicas contradictorias: el neoliberalismo y el neoconservadurismo.
-
de afectos tales como el malestar, la inseguridad y la vulnerabilidad hacen po-
sible el tipo de gobierno populista autoritario. Una condición sine qua non de
mercado y sus leyes sobre la bios
al monopolio y la aplicación de las relaciones de mercado a la totalidad de la
ambiental del problema.
-
pos de la perpetua empresa de restituir el sistema de normalidad
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vida crea la posibilidad de una continua degradación de la clase social a la cual
otro: el fe-
Esto nos resuena un poco desde el psicoanálisis crítico: el malestar provocado
y la cultura de masas.
El neoliberalismo no solo destruyó el proteccionismo, haciendo de este
La creación del sujeto moderno de la religión neoliberal-globalista y la priva-
que protegen la explotación y la forma-capital a toda costa, eliminó cualquier
tradición, comunidad y deuda que nos vincula como seres humanos que com-
partimos un mundo (Garcés, 2013).
Con condiciones subjetivizantes del yo quisiera referirme a las “tecnolo-
-
dades de las democracias neoliberales, las cuales crearon los empresarios de
bien un poder seductor, inteligente
ethos del sujeto neoliberal:
todo, desde la salud a la educación, la eliminación del espacio e instituciones
públicas, etc. ¿Cómo no vas a invertir en salud privada, si la pública está des-
Para la creación de esta particular subjetividad, explica Rose (2017), fue
necesario un séquito de expertos (relaciones públicas, consultores, coaches,
gurús, juristas, expertos en márquetin) que promovieron los valores del nuevo
ciudadano
cálculo económico en todas las decisiones de la vida, convertir a la clase traba-
jadora en motivados empleados-
pio. Estas estrategias implican un cambio en las prácticas educacionales que
promueven e implementan el deseo
(enterprise-
beralismo el nacimiento del sujeto de autoexplotación. Uno que, como expone
compite sanamente contra ellos. Un ethos empresarial que impregnaba los di-
versos procesos de formación y los diferentes ámbitos de la vida individual,
kafkiano
burnout, la depresión, el agotamiento, la autoculpa, la ansiedad o el extremo
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tiempo
y el cambio instantáneo de costumbres, objetos de consumo e identidades
patologías del ca-
pitalismo tardío
de auge y depresión, la anhedonia depresiva, o incluso, podemos pensar en
condiciones extremas como la percepción psicológica de la cancelación del fu-
turo
El sujeto está en constante ejercicio y estrés por la continua demanda de
positividad-
mos de los mitos de la realidad opresora: si quieres, puedes (donde el deber
poder motivacional), si no lo haces eres un vago, el
Las condiciones detonantes
denomina fallos congénitos en los sistemas de gobierno, es decir, aquellos fa-
-
de gobierno; asimismo, la extrema vulnerabilidad y dependencia económica
de los individuos, sumado al sentimiento de humillación, desesperación o ra-
eso implica una sumatoria de efectos controlables como la ansiedad (Nardulli
y Kuklinski, 2007), los cuales posibilitan la manipulación del comportamiento y
la subjetividad de la masa a partir de tres ejes: libertad, seguridad y felicidad
-
les de migración de capital, las cuales llevan a un aumento de la desigualdad,
cabreados varones
occidentales blancos
su propia tierra: culpables y el retorno de la identidad del pueblo. La condición
detonante, basándonos en lo que expone Rose (2017), es que el neoliberalismo
que acabó con la tiranía intervencionista del estado de bienestar —prometien-
do la libertad— ha resultado una falla tan grande que el sujeto contemporáneo
sociedades de control
formas de fuga de los códigos hegemónicos
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Racionalidades y tecnologías
experimentando el auge de un nuevo tipo de gubernamentalidad posneolibe-
ral pueden ser descritas cuando uno se pregunta qué es eso que promete el
nueva y vieja extre-
ma derecha evocan un nacionalismo sentido (pathic nationalism) que ni ellos
recuperar el orgullo, el sentimiento de identidad del pueblo; ofrecen una su-
puesta respuesta a las heridas en el orgullo del trabajador que ha perdido el
2017, p. 10), es decir, reconoce al trabajador y lo diferencia del parásito; ofrece
seguridad para los suyos y libertad solo para los que comparten sus valores y
-
lectuales, los cosmopolitas, los inmigrantes, los terroristas, las feministas, los
gays y el colectivo LGTB.
-
mete la nación, la familia, el deber, la autoridad, el patriarcalismo; por otro, el
autointerés, el individualismo y la competitividad. En otras palabras, promete
la libertad (neoliberalismo) para oprimir (neoconservadurismo). Además, pro-
mete lo que en psicoanálisis se conoce como la jouissance, es decir, promete
no tener que pasar por la castración, evitar la ley; promete no tener que res-
plus de
goce. También promete no reconocer nuestra interdependencia y vulnerabili-
dad
derecho —en forma de superyó obsceno— a explotar y dominar al otro porque
así debe ser.
educan
diferentes subjetividades para volverlas operacionales han evolucionado en
correspondencia con los principios del neoliberalismo (que explota la dife-
rencia en el mercado) y el posneoliberalismo (que promulga un retorno a una
identidad con valores cerrados y tradición). Rose (2017) expone un listado de
-
cuentran los programas de televisión que incentivaron el juego como la ruleta
palancas de persuasión, los gurús que promocionan un imaginario de la em-
prendería
la ambición gubernamental. Tanto el ethos
del individuo social se han retroalimentado y llegaron a convertirse en un arte-
-
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tad y la seguridad, es decir, un control a distancia. El mejor ejemplo de esto es
arquitectura de los smartphones y los algoritmos. Libremente usamos las apli-
caciones gratis
biocontrol gratuito mientras creemos ejecutar un ejercicio de libertad.
-
corregirse, para
adaptarse de nuevo y volver a la normalidad. Este paradigma comprende desde
-
et al., 2017). En un segundo nivel nos
encontramos con los nootrópicos, donde ya no se corrige el carácter exclusivo
nos devuelven a la vida laboral. Este segundo nivel funciona en el ethos de las
exigencias neoliberales de la sociedad del rendimiento, donde lo que prima no
como el Adderall
10
-
plementos deportivos para hacer batidos pre y postworkout, hasta los yogures
empresario de
sí y el sujeto de rendimiento, donde la disciplina corporal cede ante la optimi-
tness
11
.
la experiencia
del ser humano viviendo en una sociedad que conduce la totalidad de su vida
cotidiana-
do los desbarajustes químicos del cerebro que el mismo sistema injusto crea,
mediante el cual niega la causa efectiva, por ejemplo, —en el caso de la de-
presión— los bajos niveles de serotonina, la salud mental seguirá siendo una
pueda señalar sus causas sociales y estructurales.
Hacía la gubernamentalidad de la sustancia gozante
“La salud en cuanto se convirtió en objeto de consumo, que puede ser producido por unos laboratorios farmacéuticos, médicos, etc.,
“Este concepto, claramente de corte neoliberal, parte de la idea de potenciación y optimización de sí”
et al., 2017) hasta el embotamiento emocional en el caso de los antidepresivos
(Devlin, 2023).
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que explique una gubernamentalidad de lo pulsional, es decir, lo irracional
Para esto, detengámonos ahora a ver cuál es el rol del cuerpo y la mente en el
psicoanálisis y cómo se insertan en las lógicas de la mercadotecnia y las demo-
cracias neoliberales teñidas de autoritarismo.
pueblo nacionalista, que vuelva el sentido común, el conocimiento del ciuda-
un par de encarnaciones del goce (la jouissance) en esta lista. Entre ellos se
-
co, es decir, la recuperación del goce perdido. También como plus de goce, un
exceso fruto de la transgresión de la ley (del Otro), en este caso, la transgresión
responden al esquema si yo tuviera esto, entonces.
En un momento histórico, donde caen constantemente las narrativas que
crean múltiples crisis de sentido y valores, donde se vive la paradójica expe-
-
de gobierno económico del goce. Aquellos que dan cuenta de los traspiés, las
disyunciones, las particiones y los llamativos quehaceres de la psique occiden-
tal.
decir, es un entremedio de cuerpo y mente producido por el efecto del signi-
sea breve y en todo caso circunstancial para el tema a tratar en este excur-
(Lacan, 2023), titulada Aún (Encore). En este, el autor introduce una pregunta:
¿dónde ubicamos el signicante, por el lado del cuerpo o de la mente? Después
-
cuerpo en sentido de res extensa
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real. El goce es
-
pletitud (para abreviar) que se pierden por la entrada al mundo del lenguaje
introducen al sujeto en una odisea en la cual este recuperará parcialmente y
con frustración partes de estos objetos libidinales que se encuentran en los
márgenes: senos, la mirada, la fe, entre otros.
-
cripción del sujeto en el lenguaje— ergo, la adhesión a la ley que genera una
norma y el exceso (un márgen, un resto), lugar hacia donde va dirigido el goce.
-
no lo podemos aprehender a través de la representación. Por tanto, el goce es
lenguaje. Y por eso, es tan fácil su manipulación.
Sabemos —y saben— que esto es imposible, que el goce es siempre lo ante-
en su reverso la sensación de que algo nos falta, algo nos impide el acceso al
goce
el racismo con el que la extrema derecha señala al Otro (el migrante, la mujer,
la persona trans) y su supuesta forma perversa de goce excesivo. Este robo o
corrupción de goce se observa, por ejemplo, en el clásico prejuicio de que los
los restaurantes. Creemos que el Otro nos roba algo que nos pertenece, pero
en realidad estamos enmascarando una pérdida fundamental neurótica que
nunca experimentamos como completa en principio. Este Otro ladrón es un
que muera de hambre, las feministas acaban con la familia, las trans quieren
borrar la mujer, etc.
El goce siempre es un plus de goce, es decir, aquello que excede una fan-
tasía más allá de la necesidad y que busca romper el principio homeostático.
Pensemos, por ejemplo, cómo el tabaco no nos aporta nada, sin embargo, no
podemos parar de fumar. Este no puedo/quiero dejar de hacerlo/repetirlo es
otra de las declinaciones del goce, esto es, la repetición sintomática. Y en tanto
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que fetichista, el goce es explotado a la perfección por la mercadotecnia y el
hiperconsumismo capitalista, donde siempre se ofrecerán más y más mercan-
objetos del mundo y que ofrece un valor trascendental; asimismo, aquello que
nos ata hacia los objetos limitantes, mientras que el goce se encuentra fuera y
dentro del cuerpo, lo que Lacan (2007) explica a la perfección como algo ajeno
Retomando el de nuevo (again)
12
-
-
mete satisfacer una necesidad, pero te promete algo más, por ejemplo, la li-
bertad, la receta de la felicidad, entre otros. Podemos intuir, entonces, que
términos como seguridad, libertad o el pueblo son puestas en escena de fan-
-
tenciones sintomáticas. Pensemos, por ejemplo, en que siempre que hay una
noticia sobre el éxito de una mujer, encontramos los mismos comentarios ma-
chistas-chauvinistas de turno.
El goce se relaciona con algo que causó placer, la dominación de la mu-
jer, y que ya no, por culpa de las feministas; no obstante, en realidad nunca
placer, es solo el reverso de la liberación femenina (lo que se percibe como
la nueva ley) que crea como excedente el mandato obsceno de transgredir y
pervertir esta lucha social. El goce ostenta la forma de una cierta dialéctica
rebelde
-
buenista ha posibilitado el retorno de lo reprimido en
sin límites al estilo de Berlusconi,
dar sentido a los asaltos al capitolio de los Estados Unidos.
no ofrecen una solución per se, al contrario, ofrecen modos de goce que —al
promesas, ya sea el éxito
de cambio y novedad, fantasear con la promesa de elegir (productos, ideas,
En el psicoanálisis se identifica la repetición (againgoce. Por tanto, en el momento en
que alguien promete escenificar de nuevo
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poder sigue siendo la misma. El goce, epifenómeno de la falta constitutiva (el
-
guir, moverse y habitar el mundo (e incluso puede ser motor revolucionario), a
Ante la manipulación y captura de la potencia de obrar, la resistencia
cual nos damos cuenta de la fragilidad, la imperfección y la vulnerabilidad de
y el tejido social gozante necesario para una producción de discurso revolu-
cionario con miras a un futuro más justo. Este gesto debe considerar avant la
lettre que, según el viejo dicho marxista, no tenemos nada a perder, excepto el
mito de la pérdida misma.
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Cómo citar este artículo:
Sañé Diaz-Santos, F. (2023). La gubernamentalidad neoliberal, posneoliberal y
Trazos-Revista de estudiantes de Filoso-
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