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TRAZOS - AÑO VII – VOL.I – JUNIO 2023 - e-ISSN 2591-3050
Sofia Gonzalez
Universidad Nacional de San Juan. San Juan, Argentina.
soagonzalez0220@gmail.com
Recibido: 29 de marzo de 2023
Aceptado: 8 de mayo de 2023
TRAZOS - REVISTA DE ESTUDIANTES DE FILOSOFÍA - AÑO VII - VOL. I. - JUNIO 2023
páginas 103-110 - E-ISSN 2591-3050
http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/trazos/
https://trazosrevistadelosoa.wordpress.com/
INSTITUTO DE FILOSOFÍA - FACULTAD DE FILOSOFÍA, HUMANIDADES Y ARTES - UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
Las
“terapias de
conversión”:
un punto de
convergencia
entre la “matriz
heterosexual” y la
“ideología de la cura”
"Conversion therapies"
a point of convergence
between the "heterosexual
matrix" and the "ideology
of cure"
TRAZOS - AÑO VII – VOL.I – JUNIO 2023 - e-ISSN 2591-3050
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Resumen: Este trabajo aborda las terapias de conversión como prácticas que
se ejercen sobre aquellas personas que discrepan con las normas y ontología
de género de la matriz heterosexual, utilizando dos ejes de análisis: la pato-
logización y la demonización de las disidencias sexo-genéricas. Para analizar
los conceptos de matriz heterosexual y ontología de género, se utiliza a Judith
Butler (2007) en “El género en disputa”. Asimismo, esta problemática se profun-
diza con la categoría de cisnormatividad de Blas Radi (2020). En este sentido,
-
das como padecientes de enfermedades o pecados, se plantea que la terapia
opera como un “antídoto” para aquellos cuerpos “anormales”. Así, se recupera
la categoría ideología de la cura de Eli Clare (2021) para dar cuenta de que la
-
cartados, por no encajar en la norma; o ser curados, para forzarlos a encajar.
Palabras clave: TERAPIAS DE CONVERSIÓN – MATRIZ HETEROSEXUAL – IDEOLO-
GÍA DE LA CURACIÓN.
Abstract: This paper addresses conversion therapies as practices that are exer-
cised on those people who disagree with the gender norms and ontology of
the heterosexual matrix, using two axes of analysis: the pathologization and
the demonization of sex-generic dissidences. To analyze the concepts of he-
terosexual matrix and gender ontology, Judith Butler (2007) is used in "Gender
Trouble". Likewise, this problem is deepened with the category of cisnormativi-
ty of Blas Radi (2020). In this sense, as in the cisheterosexual matrix sex-generic

the therapy operates as an "antidote" for those "abnormal" bodies. Thus, the
category ideology of the cure of Eli Clare (2021) is recovered to realize that the
-

Keywords: CONVERSION THERAPIES – HETEROSEXUAL MATRIX – IDEOLOGY OF
THE CURE.
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¿Qué modos de vida privilegiamos? ¿Qué modos de vida son sanos, legi-
bles, posibles de interpretar como humanos? ¿Qué corporalidades tienen que
atravesar tortuosos tratamientos para conseguir la normalidad y la legitimidad?
En este trabajo se pretende demostrar que aquellos cuerpos que desafían y se
escapan de la normatividad de la matriz heterosexual son presentados como
anormales, insanos, pecaminosos y, por lo tanto, deben pasar por procesos
de curación. A lo largo de la historia, utilizando a la ciencia y a la religión para
perpetuar la relación causal sexo-género-deseo-prácticas sexuales impuesta
por la matriz, se introdujeron las “terapias de conversión” como intentos de
restituir a la heterosexualidad -pues se piensa que es el orden heterosexual el
único “natural” y que precede a las relaciones humanas- a aquellos “desvia-
dos” de la norma.
Realizando una breve descripción de las técnicas y procedimientos utiliza-

pretende salvar vidas, se torturan y se desvitalizan cuerpos sistemáticamente,
aprovechando las lagunas legales de los Estados nacionales (siendo nuestro
propio país el ejemplo, que no prohíbe explícitamente las terapias de conver-
sión, pero sí plantea como ilegal que profesionales participen en ellas).
El desarrollo de este trabajo no pretende establecerse como una mera
descripción de las atrocidades que ciertos cuerpos-mentes, utilizando un tér-

de las prácticas que se perpetúan en la sociedad en nombre de valores que ex-

ontología de género que limita la libertad de ciertos cuerpos para visibilizar la
de otros, pensando en una nueva posibilidad de romper con la distinción dual
entre los seres legítimos y no legítimos.
Terapias de conversión: La patologización y la demonización de los cuerpos
Las terapias de conversión surgen a partir de la categorización de las di-
sidencias sexo-genéricas como cuerpos anormales, enfermos, que tienen la
posibilidad de “curarse” si se les proporciona un tratamiento adecuado. Ahora
bien, algunas corporalidades son marcadas de esta forma porque existen cier-
tos cuerpos privilegiados pensados como legibles, humanos, sanos. Estos, de
acuerdo con Butler (2007) son aquellos que “instauran y mantienen relaciones
de coherencia y continuidad entre sexo, género, práctica sexual y deseo” (p. 72).
Lo que permite articular esa relación causal es la matriz heterosexual, entendi-
da por la autora como:
El debate jurídico sobre la legalidad/ilegalidad de estas prácticas en el mundo excede al propósito de este trabajo, sin embargo, si
se quiere profundizar en el tema puede recurrirse a Mendos, L. R. (2020) Poniéndole límites al engaño: Un estudio jurídico mundial
sobre la regulación legal de las mal llamadas “terapias de conversión”. Ginebra: ILGA Mundo.
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Un modelo discursivo/epistémico hegemónico de inteligibilidad de género,
el cual da por sentado que para que los cuerpos sean coherentes y tengan
sentido debe haber un sexo estable expresado mediante un género esta-

obligatoria de la heterosexualidad. (Butler, 1990, p. 292)
Lo que se deja en claro es que, para que puedan distinguirse ontológica-
mente seres más humanos que otros, es necesaria la postulación de una rela-
ción causal que tiene como base la sustancialización del sexo, es decir, pensar
al sexo como una condición biológica inmutable que ya está dada de manera
previa a la formación de la identidad. Así, si el sexo nos determina biológi-

formando la causalidad: si el sexo asignado al nacer fue femenino, entonces
el género debe ser mujer. A esto, se le suman las prácticas sexuales y el deseo
—es decir, la heterosexualidad— categorías que se sostienen mediante normas
de género. Estas, producto de la matriz heterosexual y al mismo tiempo, sus
-
rosexual de los cuerpos, ideales y dominio de la masculinidad y la feminidad
adecuadas e inadecuadas” (Butler, 2007, p. 28). Ahora bien, gracias a la crítica
que hace Butler a través de la performatividad de género, entendida como una
repetición sucesiva de actos que producen la estilización del cuerpo basada
en el género (de acuerdo a esos ideales de masculinidad y feminidad adecua-
dos), queda claro que ni el género ni el sexo son sustancias, sino que surge
una apariencia de inmutabilidad producto de estas acciones que se sostienen

 -
sexual condena a todo aquel cuerpo que no cumpla con la relación causal se-
xo-género-deseo, el análisis butleriano da cuenta de que esa relación resulta
una construcción, pues no existen sustancias inmutables que funcionen como
causa de este orden, sino que son categorías que se producen para detentar el
poder y privilegiar ciertos modos de vida por sobre otros.
De la mano de la heterosexualidad obligatoria, Blas Radi da cuenta de que
este sistema binario de sexo-género incluye una cisnormatividad. Este término
cistrans, da cuenta de
aquellas personas que viven con la identidad de género que les fue asignada
al nacer. Entonces, Cisnormatividad
todas las personas son cis, que las personas asignadas al nacer como hombres
siempre se convierten en hombres y las personas asignadas al nacer como
mujeres siempre se convierten en mujeres” (Radi, 2020, p. 26). Esto deja en
claro otro modo de distinguir de manera binaria quiénes tienen una identidad
de género válida y quiénes no, y qué espera la sociedad que suceda con los
cuerpos y su género.
Dicho esto, podemos retomar las terapias de conversión. Estas se entien-
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den como aquellas prácticas que pretenden “corregir” la orientación sexual,
identidad o expresión de género de una persona. Siguiendo el esquema plan-
teado por la matriz heterosexual y cisnormativa, todo aquel cuerpo que no
siga esa relación causal sexo-género-deseo-prácticas sexuales, requeriría de
un tratamiento. Así, las personas dentro de la comunidad LGBTIQ+, son pensa-
das como cuerpos ilegítimos, no humanos, que no son capaces de leerse en
términos de la ontología de género de la matriz, de tal modo que, si pretenden
alcanzar la “humanidad”, deben someterse a la “curación”. Ahora bien, la matriz
heterosexual no actúa sola. Como dispositivo de poder, entendiendo por dis-
positivo a “un conjunto heterogéneo conformado por discursos, instituciones,
-
rias, medidas administrativas, disposiciones arquitectónicas, enunciados cien-

(Hellemeyer, 2012, p. 145), trabaja en conjunto con otras instituciones que posi-
bilitan su perpetuación. Históricamente, estas han sido la ciencia y la religión.
Por la intervención de la primera, se consiguió una patologización de las disi-
dencias sexo-genéricas y por la segunda, su demonización.
La patologización-
-
tos del desarrollo, abuso sexual, crianza disfuncional, entre muchos otros
(Mendos, 2020, p. 23). La demonización, en cambio, surge sistemáticamente a
principios de la década del ´70 en una red de organizaciones que operaban
como “ministerios religiosos” en Estados Unidos, que luego se expande por el
resto del mundo. Algunas de las organizaciones más importantes resultaron,
en primer lugar, Love in Action [Amor en Acción] y posteriormente, Exodus In-
ternational [Éxodo Internacional]. Esta última, “ofrecía un enfoque terapéutico
teológico híbrido para «liberarse de la homosexualidad a través del poder de

que “el problema más importante […] no es sexual, sino espiritual: [estas per-
sonas] están espiritualmente muertas y necesitan vida, necesitan un cambio
de orientación espiritual en lugar de un cambio de orientación sexual” (p. 40).
Ambas instancias proponen un diagnóstico que, desde sus categorías y
cosmovisiones particulares, perpetúan las imposiciones de la matriz hetero-
sexual, y plantean distintos procedimientos para encontrar una cura que los
lleve a su sanación, sea esta médica o espiritual. Esta interpretación de la ne-
cesidad de una cura surge de los análisis de la teoría crip que explica que: al
sistema de opresión moderno, del hombre blanco, burgués, heteronormado y
generonormado, se le suma la división binaria entre productivo, capaz e impro-
ductivo, incapaz. Este término funcionaría como un nuevo límite para alcanzar

incapaces, decientes
curación y la hace esencial” (p. 51). Se considera que la experiencia de vida de
las personas “incapaces” es trágica y que por eso es necesario liberarlas del
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sufrimiento con una cura. Se asume al cuerpo incapaz como antinatural y se
busca su acoplamiento a la norma, dando por sentada la necesidad y el deseo
de la cura por parte de esos mismos cuerpos. Ahora bien, entre las personas
decientes podemos encontrar tanto a los discas, como a los grupos en quie-
nes se enfoca este trabajo, las disidencias

central [de la ideología de la cura] son la erradicación y las múltiples formas
de violencia que la acompañan” (p. 56). Cualquier comunidad que sea marcada
-
to o institucionalización” (Clare, 2021, p. 52). Explica el autor que la ideología de
la cura es planteada como restauración, lo que implica que:
En primer lugar, la curación requiere de un perjuicio, un daño que se sitúa
enteramente en el interior de cuerpos-mentes humanos individuales […]
En segundo lugar, se basa en un estado original del ser y se sustenta sobre
la convicción de que lo que hubo antes es superior a lo que hay actualmen-

original. (Clare, 2021, p. 46)
la ideología
de la curación y la performatividad de género, en tanto que se piensa a la
restauración de los cuerpos con base en una sustancialización del ser como

construcción que se efectúa de manera previa y que se perpetúa a través de
una repetición de actos que dan por natural esta diferencia entre los cuerpos
-
po “sano, con la cura se pretende devolver al cuerpo “desviado” a su estado
natural. Esto es homologable al caso de la hetero y cisnormatividad, que dan

como sustancias inmutables y causales. Así, un cuerpo disidente debe ser “cu-
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cación del género con el sexo asignado al nacer.
Para este retorno al estado original del ser de las disidencias, se han plan-
teado diferentes técnicas y procedimientos como “métodos de curación”. Men-
dos (2020) explica que en el caso de la patologización se llevaron a cabo: lobo-
tomías (p. 23); la ingesta de hormonas (p. 24); las terapias de aversión, sesiones
en las que se sometía a la persona a una sensación dolorosa mientras se la
expone a un estímulo, para que el dolor quede asociado a ese estímulo y pue-
da lograrse un cambio en el comportamiento (p. 25); electroshock (p. 25); tera-
pias de aversión química, donde se le inyectan al paciente/víctima diferentes
drogas que producen vómitos mientras se les expone a imágenes eróticas ho-
mosexuales, para asociar ese estímulo al vómito (p. 27); reacondicionamiento
masturbatorio
paciente/víctima homosexual a masturbarse con la mayor frecuencia posible
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solo a través de fantasías heterosexuales (p. 28); hipnosis, basada en la idea de
que la homosexualidad era producto de ideas inconscientes inducidas por un
pasado traumático (p. 29), bioenergética, se le pedía al paciente/víctima que
golpee algo con fuerza representándose a sus padres, ya que se trataba de in-
ducirlos a culpar a estos por sus atracciones sexuales (p. 39); entre otros. Con
la demonización se plantean principalmente exorcismos públicos, con gritos
de dolor, vómitos y convulsiones como sus reacciones más frecuentes (p. 45).
Reexiones nales
Existen personas disidentes de la matriz heterosexual que son marcadas
como cuerpos anormales, ilegítimos con relación a su falta de continuidad
entre sexo-género-deseo-prácticas sexuales. Como no respetan la ontología
de género marcada por la matriz y/o la imposición de la cisnormatividad, en-

cuerpos expulsados de la “humanidad”. Pero esta humanidad se da sobre la
base de una sustancialización del sexo y del género, que en realidad no es
más que el producto de la reproducción de las normas de género, producidas y
reproductoras de la matriz heterosexual. El conjunto de acciones repetidas de
la estilización del cuerpo se terminan naturalizando, simulando una “esencia

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
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la matriz heterosexual. Así, mediante la heteronormatividad, la cisnormativi-
dad y el diagnóstico de estas instituciones, se marcan ciertos cuerpos como in-
capaces, padecientes y a su existencia como trágica, por lo que la cura aparece
como la solución a aplicar. El problema es que la “curación” trae aparejada una

de la salvación. Así, surgen las terapias de conversión, donde a partir de la
patologización y demonización de las disidencias sexuales, se plantean dife-
rentes tratamientos médicos o religiosos para volver a convertir esos cuerpos
en “normales. La relevancia ética de este trabajo consiste en pensar cómo la
convergencia de este dispositivo de poder, como la matriz heterosexual, aso-
ciado a ideales médicos, psiquiátricos y religiosos de “curación” conducen a
prácticas sumamente violentas, de exterminio de comunidades con la justi-

dicotómica del sexo y el género, para pensar una nueva ontología que pueda
escapar de estas prácticas de dominación, como las terapias de conversión,
que traen aparejadas secuelas físicas y psíquicas de por vida para las víctimas,
que solo estaban tratando de habitar su cuerpo-mente en libertad.
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Cómo citar este artículo:
Gonzalez, S. (2023). Las “terapias de conversión”: un punto de convergencia
entre la “matriz heterosexual” y la “ideología de la cura”. Trazos-Revista de es-
tudiantes de Filosofía, 1(7),103-110