TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
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Durante el siglo xix, la ciencia anatómica se consolidaba como una ciencia,
formándose tal como se la conoce hoy. Durante este proceso, trajo consigo
nuevas formas de conocimiento y constituyó una novedosa manera de enten-
der a los sujetos según cómo estaban constituidos sus cuerpos. Sin embargo,
esta transición no implicó una ruptura radical con las antiguas conceptualiza-
ciones de los cuerpos anómalos, por lo que viejas maneras de pensar conti-
estudio imparcial y objetivo de una ciencia, sobre todo, porque tratándose de
de historia repletos de monstruos. El imaginario colectivo de lo monstruoso
forma parte de esta ciencia a un nivel mucho más primario y elemental del
de esta manera, lo que se entiende por “monstruosidad”. En otras palabras,
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fundamentalmente, los casos de Sarah Baartman (1789-1815) y Joseph Merrick
(1862-1890), quienes fueron exhibidos en freak-shows y cuyos cuerpos estuvie-
ron sujetos a un exhaustivo estudio anatómico. Además, se mostrará cómo el
fetichismo y la exhibición propios al freak-show continuaban presentes en el
los monstruos, a pesar de que son reducidos a irregularidades anatómicas,
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tinción planteada por Canguilhem (1962) entre monstruoso y monstruosidad,
con el propósito de comprender mejor la particular manera en que la ciencia
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el trabajo realizado por Durbach (2007), que se titula Monstrosity, Masculinity,
and Medicine: Reexamining ‘the Elephant Man’. Nadja fue apodado “el hombre
expuesto en freak-shows como atracción de circo, principalmente, en Londres.
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bió su cuerpo en el Hospital Real de Londres (desnudándolo en frente de otros
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toria de Merrick en su ensayo titulado The Elephant Man, en 1923. Su esqueleto
permanece como parte de la colección del Hospital Real para estudiantes y
profesionales de la medicina.
Al narrar la historia de Merrick, sea en el propio libro de Treves o en la