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TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
Mariano ExEquiEl MorEno
Universidad Nacional de San Juan. San Juan, Argentina.
wacomoreno10@gmail.com
Recibido: 29 de agosto de 2023
Aceptado: 18 de noviembre de 2023
TRAZOS - REVISTA DE ESTUDIANTES DE FILOSOFÍA - AÑO VII - VOL. II. - DICIEMBRE 2023
páginas 71-86 - E-ISSN 2591-3050
http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/trazos/
INSTITUTO DE FILOSOFÍA - FACULTAD DE FILOSOFÍA, HUMANIDADES Y ARTES - UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
¿Qué es la bestia?
Un breve tránsito
histórico-situado
sobre conceptos
fundamentales de la
ontología animalista
What 's the beast? A brief
historical-situated transit
about fundamental
concepts of the animal
ontology
TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
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Resumen: De cara a distinguir ciertos conceptos claves que giran en torno a la
problemática ontológica animalista, ofreceremos una analítica histórico-situa-
da de las concepciones particulares de Bestia, Brutalidad, Monstruo, Animal
Salvaje, Animal Interior. Esto tiene el objeto central de dar cuenta de una di-
ferenciación ontológica entre cuestiones que aparecen de cierto modo analo-
gizadas en los discursos de los propios autores en disposición. De este modo,
podremos patentizar cual es el sentido en el cual se dispone en su uso, en cada
dispositivo de inteligibilidad.
Palabras clave: PODER-VIDA-BESTIALIDAD-ANIMALIDAD-GENEALOGÍA.
Abstract: To face to distinguish certain key concepts which turns over the ani-
mal ontological problematic, we will offer an historical-situated analytic of the
particular concepts of Beast, Brutality, Monster, Savage Animal, Inner Animal.
This has the central object of making sense about an ontological differentiality
between questions which appears analogicalized in certain way in the spee-
ches in disposition of the authors themselves. In this way, we could patentize
what's the sense that each intelligibility dispositive can be disposed in each
case.
Keywords: POWER-LIFE-BESTIALITY-ANIMALITY-GENEALOGY
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TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
El recorrido se enmarca dentro de lo que denominamos una óptica ani-
malista
1
, que ofrece una metabolización particular del concepto ontológico de
“vida” que ofreció la obra nietzscheana en casi su totalidad. Pero, para ser fun-

2
, y que la lectura sea ase-
quible, procederemos de modo “metódicamente atípico” con respecto a la mis-
ma, ya que dispondremos a los autores en cuestión de modo lineal, sincrónico,
como una totalidad dispuesta en un análisis histórico-situado
3
, pero alusivo
respecto a la emergencia de relaciones de poder, en distintos autores seleccio-
nados. Vale aclarar que, el orden sincrónico tiene aquí como objeto la inteligi-
bilidad o la pedagogización de la lectura, ya que la idea de una genealogía es
mostrar las disruptivas, las emergencias, la no-totalidad, esto siendo más bien
asincrónico. Es decir que usaremos la auto-predictibilidad de la analítica sin-
crónica, para entender asincrónicamente. Por lo cual comenzaremos en la an-
Ética a Nicómaco
(1999), pues nos ofrecerá nociones fundamentales relativas a la problemática,
que inquiere sobre la bestia, como aquello radical y totalmente Otro respecto a
lo Humano, entendido aquí, lo humano, desde la civilidad política griega. Lue-
-
bbes, El Leviatán (2005), donde el problema ontológico, que ya disponía de un
social
4
,
o bien se nutre situacionalmente de las transformaciones históricas modernas
tempranas. La selección de dicho autor tuvo objeto el tomarlo como punto de
apoyo –histórico-situado, como mencionamos previamente– para dar cuenta
de ciertos cambios en la vida política occidental, a saber, el establecimiento

cambios en los modos de vivir de los sujetos y de los no-sujetos. Añadimos que
dicha lectura histórica es funcional a comprender la situación epocal en la que
se encuentra la posterior obra que se dispondrá en el escrito. En continuidad,
presentaremos el trabajo nietzscheano tardío que, como se mencionó, es fun-
dacional al análisis en cuestión, curiosamente al ofrecer una ruptura radical
en sentido antifundacional. La sección bibliotecaria que hallamos de carácter

Entendemos que el “vitalismo” se ha interpretado como un movimiento diferente respecto al animalismo, con problemas propios,

identificar autores anteriores de corte naturalista, o por fuera de la matriz occidental. Incluso, autores que toman a Oriente como A.
-

Alusión a M. Foucault (1992), respectivamente a su estudio de la genealogía nietzscheana.
Esto sería, en primer lugar,  que dispone conceptos en un orden inteligible racionalizado de modo cronológico o
lógico desde abajo hacia arriba y disgregados en cuanto a la estructura al ser puestos en duda, al ser vistos, juzgados, criticados o, al
menos disputados. En segundo orden, histórico en tanto que se busca interpretar, más allá de los hechos establecidos como lo duro/
dado, las relaciones de poder que se manifiestan, presentan, aparecen, a las cuales les damos un significado.

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de amplia propiedad relativa a la problemática nuclear es el libro Más Allá del
Bien y del Mal
obra nietzscheana en el sentido ontológico que nos dispondría de cara a la
-
lización de la política, la apolitización hecha máquina, o tal vez, el comienzo

Y para concluir, ofreceremos la perspectiva de la soberanía agambeniana, que
nos resulta sumamente aportativa en tanto que es, en primer lugar, un traba-
jo situado en la era contemporánea y nos ofrecerá una mirada del presente
respecto a esta problemática, que no sólo dará cuenta del recorrido histórico

nuestras batallas cotidianas.
Lo Humano y lo Bestial: una visión fundante desde la ética-política aristocrá-
tica de la polis griega clásica

atención hacia el capítulo 2 del Libro III, adentrándonos en la cuestión de la
elección. La elección no puede reducirse a lo volitivo, pues lo volitivo es una
característica de todos los vivientes, y alberga al apetito, al deseo, al impulso,
y a la opinión (). No es apetito, porque el apetito domina a quien no
tiene la capacidad de elegir por irracionalidad –no poseer la razón–, como al
incontinente –quien no puede contener sus pasiones y ellas lo dominan–. Tam-
poco es un impulso, porque los mismos irrumpen, así tampoco un deseo, pues
el deseo puede ser irracional, al referirse a lo imposible, o hacia algo que sea


-
nes pueden referirse a lo imposible como a lo posible y pueden distinguirse
como verdaderas o falsas, pero no como buenas y malas. La elección es emi-


mejor para hacer, y, por supuesto, que es lo peor que no debemos hacer.

la concepción de la bestia
5


del Libro I. A saber, que la vida bestial es aquella que habita por fuera de los
parámetros del Ethos
esta determinación radica en que ciertos hombres no tienen un control, una
regulación de sus pasiones, perdiendo de este modo el honor, es decir, el re-
conocimiento político de los ciudadanos, ya que son incapaces de practicar



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bestias no tienen permitido participar en la polis, ya que son entes perjudicia-

una racionalización de la consecuencia de sus actos en el mundo político co-

muchedumbre, masa, por lo cual la virtud propia del hombre político es cosa
de pocos y, además, la virtud no corresponde con la riqueza, ya que dicho bien
es de menor qualia-
de ser perjudicial, conduciendo a modos violentos impropios para la civilidad.
Prosiguiendo, en el capítulo 10, tomamos al concepto de templanza. El mismo
es una virtud en la cual uno se dispone regulativamente sobre la parte irracio-
nal, buscando encontrar un punto medio entre el placer y el dolor, volviendo a
encontrar al honor como aquello a lo cual aspiramos como ciudadanos, pero
ahora, adherimos que el honor viene de consigo con el aprendizaje, es decir,

a distinguir con sabiduría como juzgar que cosas son buenas. Para ello, es fun-
damental distinguir que si bien la templanza es relativa a lo corporal (placer/

a dicho discernimiento, comete el vicio del desenfreno-

-

en cuanto somos hombres, sino en cuanto animales. El complacerse,
pues, en estas cosas y amarlas sobre todas las demás es propio de
bestias. (p. 121)

de la problemática en cuestión, podemos ir de cara a las distinciones del Libro
-
cia y la brutalidad
es propio de naturalezas bárbaras, enfermas, que rozan la inhumanidad. Aun-
-


yerra en juzgar lo bueno– y a la incontinencia – quien yerra al no poder regu-
lar sus pasiones más potentes que le “ganan” a la razón–. A partir del capítulo
5, lo brutal se caracteriza por ser desagradable, pero en un sentido de cierta
innaturalidad propia de la enfermedad o más bien de la locura, entre ellas el
canibalismo, el morbo, comer cosas que no son comestibles, ciertas relaciones

fóbicos, o que solo viven sensitivamente como los animales, es decir, todas
aquellas prácticas que de cierta resultan manera impropias de una conducta
humana, o bien de una naturaleza patológica. A continuación, en el capítulo

TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
76
brutal o bestial (que aparecen indistinguidos generalmente en el desarrollo
general de libro) de lo animal pues los animales no disponen de facultades de
razonamiento. Por ende, no pueden obrar con la misma magnitud de maldad, o
bien la maldad no es propiamente brutal o bestial en sí, sino que resulta que lo
bestial es propio de hombres enfermos que obran de manera inhumanamente
malvada. De modo concluyente, en el capítulo 14, da cuenta de la naturaleza

como todo remedio
6
, tiene efectos secundarios. Más allá de aquello, el placer
puede provenir de una naturaleza mala, como la bestial, o bien de un mal há-
bito vicioso, y en dicho caso de la brutalidad, el agravante de que el remedio
no concilia la naturaleza peligrosa de estos, y de hecho puede que las empeore
irremediablemente
7
.

-

rompiendo con su propio fundamento lógico de no contradecirse, que es algo
de la masa. Y que lo que se da con muy poca frecuencia es la normalidad, algo
que es propio del ciudadano, y que es propio de una casta aristocrática. La

racionalidad no puede ser asequible a pesar de ser propiamente constitutiva
de las bestias. Es decir, por una parte, hay una facultad que se niega, pero no
-
turaleza humana, pero no se la niega del todo. Parece que es, de cierto modo,
un problema volitivo en todo caso, volitivo en el sentido de no-querer orien-


del ciudadano griego.
La Bestia como amenaza al Leviatán: la identidad social moderna encapsu-
lada en el dispositivo de soberanía estatal, y la expulsión de lo bestial como
amenaza (a) política al bíos
Tras una larguísima serie de transformaciones sociales y políticas, propias
de la etapa medieval, nos situaremos en la modernidad, en el pensamiento del

transformaciones. Luego, en el pensamiento contemporáneo, será ineludible
su aporte ya que es profundamente criticado en varios frentes, de los cua-
les tomaremos una perspectiva, una digestión muy particular, como lo es la
del pensar nietzscheano. En el Leviatán


-
miento, sino de la inmovilidad y el placer se da más bien en inquietud que en el movimiento. El cambio de todas las cosas nos es


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TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
política, sino que hay una cuestión antropológica, o mejormente formulado,
una cuestión ontológica que resulta clave para comprender el presente con-

ontológica, comete una especie de giro o inversión muy interesante tal como
lo localizó M. Foucault en su etapa tardía
8
, en la cual el punto de partida no
es la desigualdad sino la igualdad de fuerzas. Donde “por lo que respecta a la

sea mediante secretas maquinaciones o confederándose con otro” (p. 100). Por
lo cual es de esperarse que, en primer lugar, no haya una disolución de dicho

 no nace por la desigualdad de oportu-

de que unos con los otros estemos enfrentados.
compe-
tir,  y prevalecer
embrutecerse, empobrecerse. Dicho es-
tado es la Guerra de todos contra todos, el cual no sólo es un estado propio
de lucha que se presenta, en cierto modo, contingente en sentido pasajero e
intrascendente (fugacidad fáctica), sino que, a la vez, la misma es eterna pues

latencia, pero estando presente, en este caso en su devenir-amenaza, y arroja
al hombre a vivir sin seguridad, sin paz, sin futuro, y sin duda, miserable e in-



tierra, ni navegación, ni uso de los artículos que pueden ser impor-
tados por mar, ni construcciones confortables, ni instrumentos para
mover y remover las cosas que requieren mucha fuerza, ni cono-
cimiento de la faz de la tierra, ni cómputo del tiempo, ni artes, ni


tosca, embrutecida y breve. (2005, p. 103)
Como es de esperarse, ahora es cuando adviene la proposición del mons-
truo mitológico del Estado, en tanto aquel dispositivo que sublima las volunta-

a la vida
9
para no vivir en ese estado bestial
10

la racionalidad del contrato legal, en la cual los ciudadanos conviven, por un
lado, con deberes y obligaciones entre sí (a nivel moral, además de legal), y con
la delegación de sus voluntades a la voluntad soberana, que es la representa-
ción universal de la voluntad de los hombres libres. Además, por otro lado –y
8
Esto sería, específicamente, el curso denominado  (2001)
9
Destacamos la lectura de M. Foucault (2001), la cual propone que la paz establecida con la política, en principio un acuerdo de con-
cesión que la voluntad poblacional le otorgaría el poder al soberano, significa más bien el establecimiento de una Guerra sobre una
Alteridad que atenta contra el poder concentrado.
10
-


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78
siendo de vital importancia– se señala, se delimita que quienes transgreden
dicho límite por su naturaleza bestial quedan por fuera, no por ser animales
–meramente– sino por ser bestias apolíticas
11
-
lico prosigue, a pesar de las mencionadas transformaciones históricas que le

La Bestia amanece como Vida: una genealogía antihumanista de los valores
aristocráticos humanistas, para la salud, el fortalecimiento de la vida, y la
superación de la decadencia moderna
En la etapa contemporánea, ha surgido una gran crítica frente al dispositi-
vo moderno de la política y una apuesta muy radical hacia una puesta en foco
en lo político
12
. En sintonía con dicho modelo analítico del estado ontológico de
contingencia y de las prácticas entitativas de lo institucional, nos serviremos
del autor cuya obra nos resulta fundamental, ineludible, y realmente estreme-
-
taremos patentizar la realidad
13

la postula F. Nietzsche en su etapa tardía, que comienza en este libro radical,
potente como lo es Más allá del Bien y del Mal (1997). El autor en cuestión pro-
pone, en primer lugar, que la política moderna está infectada
14
del pensamien-
to moral cristiano, en tanto que operó una inversión de valores de los concep-
tos “Bueno y Malo
15
. Los Buenos comienzan a ser los débiles, aquellos que se

hacia los tiranos, los fuertes, los guerreros, operando una psicología moral que
se cristalizó en las relaciones contractuales de la política, que decanto por no
-

causa de la decadencia europea. En continuidad, resulta muy interesante ver


porque como no comprenden nuestro lenguaje, no entienden ni aceptan ninguna traslación de derecho, ni pueden transferir un

El concepto de lo político (pp. 56-64).
En el parágrafo 36, se refiere a la voluntad de poder, a la vida, como realidad –a pesar de que a uno no le parezca propio del pensa-
dor que se refiera a un realismo– (pp. 65-66).

Estos conceptos luego serán ampliados en su posterior labor, La Genealogía de la Moral (2005).
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         
numerosos peldaños, pero tres de estos son los más importantes.



fuertes que poseía, la “naturaleza” propia, esta alegría festiva brilla
en la cruel mirada del asceta, del hombre entusiásticamente “anti-


santo, lo saludable, toda esperanza, toda fe en una armonía oculta,

mismo y, por crueldad contra sí, adorar la piedra, la estupidez, la

nada -este misterio paradójico de la crueldad suprema ha quedado
reservado a la generación que precisamente ahora surge en el hori-

en-
carnado en el ethos político moderno, ha operado un enmascaramiento de

parte bestial del hombre, es para el alemán la parte constitutiva, esencial, pero
altura,
natural. A par-
tir de aquí, aparece ya con evidencia cómo operará la inversión de la inversión
del ethos
revival a la antigüedad griega, al pathos aristocrático que postuló el estagirita,

Nadie tendrá fácilmente por verdadera una doctrina tan sólo por-

acaso, los queridos «idealistas», que se entusiasman con lo bueno,
lo verdadero, lo bello, y que hacen nadar mezcladas en su estanque
todas las diversas especies de multicolores, burdas y bonachonas
idealidades. La felicidad y la virtud no son argumentos. (1997, p. 67)
Por ello, primero es necesario hacer patente cómo el cristianismo, el mo-

morales mantenga a la bestia encarcelada, domesticada, y enferma, pero jus-
tamente el fondo ontológico fundamental permanece, a saber, sin dudas, que

más bien es la nece-
sidad de dominación, autolegislación y legislación del otro
16
, en summa, una
-
selo bien antes de afirmar que el instinto de autoconservación es el instinto cardinal de un ser orgánico. Algo vivo quiere, antes que
-
directas y más frecuentes de esto. - En suma, aquí, como en todas partes, ¡cuidado con los principios teleológicos superfluos! - como


TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
80
actualización del pathos vital es lo que siempre funciona como principio. Pero
-

17
por su enfermiza


mundo de apetitos y pasiones, suponiendo que nosotros no po-
damos descender o ascender a ninguna otra «realidad» más que
justo a la realidad de nuestros instintos, - pues pensar es tan sólo

el intento y hacer la pregunta de si eso dado no basta para com-
 

no como una ilusión, una «apariencia», una «representación» (en
el sentido de Berkeley y Schopenhauer), sino como algo dotado de

como una forma más tosca del mundo de los afectos, en la cual está



en la que todas las funciones orgánicas, la autorregulación, la asimi-
lación, la alimentación, la secreción, el metabolismo, permanecen


-
do. (1997, p. 65)
Para desarrollar esta tesis, se presenta el desarrollo de una historia, a la
cual Nietzsche martilla, primero con la crítica, y luego con la proposición. Lo cu-


Interludios, donde por supuesto debemos mencionar que en dicho minimalis-

pero los salteamos por una necesidad analítica, por lo que iremos directo a la
-
tivo a la problemática en cuestión, es muy interesante como plantea esta cues-
-
tos de fuerza y debilidad que “merced a esto somos más ricos o más pobres”
(1997, p. 133). Dicha calidad rompe con la noción de felicidad, ligada a la virtud
humanista de la politicidad, proponiendo en su lugar una felicidad distinta,
una felicidad que es ligera, que vuela en cuanto a cómo se vive, pues, en rea-
lidad, es una jovialidad de la tierra, de la violencia, visceral en contraposición




es sentido como despreciable.” (p. 239)
81
TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
-
ción que denunciara al pueblo judeo-cristiano como aquel que ha moralizado
–arrojando a la vida debajo de la tierra, o bien ocultándola con gas, nubes o
-
ción. Él denuncia una guerra espiritual contra los ateos, los violentos, aquellos

mons-
truostatus quo demócrata-cristiano, en
tanto anormalidades patológicas, bestias invivibles-en-el-mundo. Es realmen-
bios al zoé
18
.
Esto puede verse cuando se habla de que se “malentiende de modo radical al
animal de presa y al hombre de presa (...), se malentiende la naturaleza mien-

plantas tropicales, los más sanos de todos" (1997, p. 137). Lo bestial, aquí ahora


político. Esto sucede tanto en los animales humanos, como en los animales no
humanos. Por lo tanto, la monstruosidad alberga en sí la peligrosidad bestial

¿No parece como que hay en estos un odio contra la selva virgen
y contra los trópicos
19

desacreditado a cualquier precio, presentándolo, bien como enfer-
medad y degeneración del hombre, bien como enfermedad y de-



Clausurando el recorrido de la historia de la moral y avanzando hacia la
parte conclusiva de la analítica del aparato nietzscheano en disposición, me
parece claramente alusivo el concepto de rebaño-
cados. Uno que puede confundirse como un guiño al darwinismo vigente de la
animalizadora y otro como un concepto
malvadamente inteligente en tanto que nos da pie para comprender el rasgo
de pasividad, obediencia propio tanto de las especies que se agrupan y se

mediocres. Todo esto con la motivación martilladora de no solo denunciar la
mediana política europea, sino de hacer aparecer el fondo ontológico reprimi-
-
ma investigativo bastante interesante y poco determinable en tanto a la problematicidad de la historización-situación de los sucesos

La contradicción nietzscheana respecto a su europeísmo, propio de lo nórdico, lo barbárico, o bien de lo anti-latino, o bien las
zonas templadas europeas, y esta reivindicación de las zonas tropicales, parece ofrecerse como un campo muy curioso y novedoso de
estudio, pero no será ampliado sino más bien aludido ante cualquier objeción de que “nos pasamos por alto cosas arbitrariamente”,

TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
82
do de la guerra de todos contra todos


permitida de hombre y ensalza sus cualidades, que lo hacen dó-


que se volvía insoportable constituye, a pesar de todo, para estos
europeos-animales de rebaño la aparición de un que mande incon-


-
dad superior alcanzada por todo este siglo en sus hombres y en sus
instantes más valiosos. (p. 139-140)
Finalmente, y ya tomando esto como la conclusión del análisis de los apor-
tes nietzscheanos, llegamos a la parte propositiva, la cual –además del capítu-
lo de aforismos– radica en “Nuestras Virtudes. No hay dudas de que el título
es confuso, pero considero que Nietzsche era un artista que amaba jugar con


-
chos autores humanistas es una bestia apolítica, pero ahora utiliza el concepto
de Animal Cruel y Salvaje –destaco la nómina “cruel” aquí– que con miedo
lo mantienen cautivo, cosa que el autor halla decadente, peligroso, enfermizo
y apuesta a hacer una inversión de la inversión respecto a la crueldad men-
cionada, instándonos a desespiritualizar la noción, noción cuya enfermedad



-

produce un efecto agradable en la llamada compasión trágica y, en
el fondo, en todo lo sublime, hasta llegar a los más altos y delicados
-
te del ingrediente de crueldad que lleva mezclado. Lo que disfruta-

trabajador del suburbio de París que tiene nostalgia de revoluciones
sangrientas, la wagneriana que “aguanta” con la voluntad en vilo,
Tristán e Isolda, -lo que todos esos disfrutan y aspiran a beber en
un ardor misterioso son los brebajes aromáticos de la gran Circe
llamada Crueldad. (1997, p. 189)
-
-
vos, democráticos, civiles, políticos. No solo en la crueldad con los otros, sino
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TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050

amplio, amplísimo” (p. 189). Y siempre está

más fuerte, al tirano que hay dentro de nosotros, se somete no sólo nuestra

de toda autoperceptibilidad sensible, siempre está la bestia latente, pero ac-
tiva y nunca a disposición de nada ni nadie. Ampliando en dicho sentido, es
que cuando hablamos de civilización, modernización, humanización, y esto, sin
dudas, como europeización, es una analogía de moralización, cristianización,

– y mucha crueldad– para dar con un animal de rebaño dócil espiritualizado,
y utilizable. Por lo cual, la apuesta del röckeniano es darle rienda suelta al

todo aquello que representa a esa vida en cierto estado de naturalidad, salva-
jidad, fortaleza, y que solo quiere potenciar su vida, ampliar su dominio, seño-
reartélos, ni arkhé, este vitalismo es
una respuesta al humanismo, es un antihumanismo que propone una verdad,

de los espejos de todos los tiempos. Es un naturalismo, pero antinatural, por


donde el Bien es la Fortaleza, pero la Fortaleza es propia de la Psyché. Por lo
cual esta casta aristocrática debe comprenderse como “la casta de los bárba-

-
veles, «bestias más enteras»)” (p. 233). Pues, en el fondo, en el principio, no hay
un fundamento de ser, sino que “la vida misma es esencialmente apropiación,
-
-
tación” (p. 235) y su actividad, su actualización, su potencialidades posibles, en
tanto voluntad de poder
-
ner preponderancia -no partiendo de una moralidad o inmoralidad cualquiera,
sino porque vive y porque la vida es cabalmente voluntad de poder” (p. 235).
La Bestia como Paradoja: la problematización aporética propiciada por la
cuestión abismal de los límites de la soberanía
A modo de poder articular las diferentes perspectivas que se encuentran a
lo largo del recorrido atravesado, traeremos –brevemente– a la discusión los
aportes de G. Agamben, propiamente en el capítulo 1 “La Paradoja de la Sobera-
nía”, de la Parte Primera de su libro Homo Sacer (2006), ya que en dicha sección
podemos ubicar una visión biopolítica de la soberanía y de la política que nos
TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
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abre el espectro que, tras la lectura nietzscheana, y tras la muerte temprana
ocaso. Tal como, a primer
encuentro, anuncia al decir “El soberano está al mismo tiempo, fuera y dentro
del ordenamiento jurídico” (p. 27), por lo cual en una precipitada “olída” del
estado de las cosas, diríamos que el soberano es bestial, pues se encuentra en
un estado ontológico previo al estamento entitativo de la vida humana política




totalitaria, o al menos, monopólica, a saber, porque “la autoridad demuestra
que para crear derecho no necesita tener derecho” (p. 28). Esto es, entonces,

otro lado, la norma jurídica, la cual se separa de la decisión, cuya realidad le
es trascendente. O bien, se habla de la suspensión del derecho jurídico sobre
-
     

a una fundante determinación soberana, a la voluntad soberana, por lo cual

inclusión de aquello que, a la vez, es rechazado hacia fuera” (p. 30). Esto es que


personería soberana, está en un umbral, en un abismo. Entonces, norma jurídi-

al mismo tiempo aplicación y fundamento de toda la situación paradójica de
soberanía.
Cerrando el aporte agambeniano, la relación entre la vida y la política, en-

de modo biopolítico, a saber, la vida es el territorio poblacional sobre el cual
se aplica la política, pero su fundamento es un viviente que está por fuera de
-
ción se denomina bando-



lo tanto, nos remite a cierto estado…de bestialidad, inequívocamente, aunque
no de modo total, a la vez. Pues la bestia, aquí, tiene claramente un lugar muy

o hobbesiana que amenaza y que es incompatible con la civilidad política.
La cuestión es que tal vez, está presente cierta reminiscencia nietzscheana,
-
tocracia dominante, aunque como modo de abandonar la política moderna u
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TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
occidental. Aquí, nos encontramos que justamente toda politicidad, toda civi-
lidad, tiene como origen una bestia, una bestia soberana. La bestialidad y la

Conclusión: la Bestia como Problema, en tanto dispositivo de proliferación de
lo que podemos trazar como lo Humano y lo Animal
Pretendemos, en conclusión, que este recorrido haya ofrecido una am-
plia variedad de perspectivas históricas acerca de lo que entendemos como lo
animal, como lo bestial, como lo humano, como lo inhumano, cuestiones que

cívicos, con los históricos, incluso, con las concepciones de la psicología y la

de rizomas conceptuales que se remiten a instintos. Pero, sin dudas, nos ofre-
cen un bagaje conceptual, o bien armas, herramientas de las cuales podemos
disponernos de cara a un porvenir-devenir y, especialmente, detectamos que
es muy pertinente y urgente para confrontar a las actuales problemáticas que

talante estamos hechos, es decir, ¿si somos vida que quiere vivir, cómo pode-

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bemos disponernos a romper con los dispositivos que nos adormecen para po-
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preguntas fundamentales, discontinuamente proliferantes, pero continuamen-
te devinientes, esperamos que surjan de las vísceras de este trabajo.
TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
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Moreno, M. 
conceptos fundamentales de la ontología animalista. Trazos-Revista de estu-
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