
TRAZOS - AÑO VIII – VOL.II – DICIEMBRE 2024 - e-ISSN 2591-3050
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distingue entre dos tipos de racionalidades afro: La Razón de Calibán y la Razón
Cimarrona de Exú-Elegguá. Calibán, en tanto gura literaria presentada por
Shakespeare en su última obra La tempestad y como arquetipo retomado en
múltiples ocasiones desde la tradición intelectual nuestramericana para ilustrar
el pensamiento y la cultura de la región, representa al sujeto subalterno que hace
suyoslossaberesdelcolonizadorylosempleaparasuspropiosnes.
Por otro lado, Exú-Elegguá o Exú-Elegbara es el Orixa (divinidad yoruba)
encargado de abrir y cerrar caminos, así como de facilitar la comunicación y la
adivinación, una especie de Hermes de la tradición afro. “Es así que Elegguá o
Exú sirve tanto de principio ontológico (los caminos de la vida), como de principio
epistemológico (descifrar los códigos interpretativos)” (Laó-Montes, 2020,
p. 38). Respecto al asunto de cimarronaje, el propio Laó-Montes aclara: “[…]
postulamos el concepto de Razón Cimarrona parasignicarunalargatradición
de sentipensamiento y política afrodescendiente que constituye un recurso vital
de liberación a contracorriente de la matriz de poder moderno/colonial” (2020,
pp. 39-40). De modo tal que ambas racionalidades, tanto la de Calibán como la
Cimarrona de Exú-Elegguá, son manifestaciones legítimas de epistemologías
disidentes.
Desde esta disertación se procura mencionar la trascendencia y ciertos
aportesdeloslósofosafroantillanosAiméCésaireyFrantzOmarFanon,como
expresiones de la Razón de Calibán. Ambos originarios de Martinica, estudian
en la metrópoli francesa y hacen suyos distintos aportes intelectuales como el
marxismo, el psicoanálisis y la fenomenología. Ello con el afán de comprender y
transformar su realidad propia. No obstante, también marcan cierta distancia ante
estossaberes,dadoquelosconsideranincompletosyresultaninsucientespara
abordar la trayectoria, urgencias y experiencias del Tercer Mundo, en concreto,
del mundo afro. Por lo tanto, su obra busca retrabajar, fortalecer y desarrollar tales
aportes; es decir, ejercer un sano ejercicio de la crítica.
Desde el ámbito teórico, aunque critican el alcance limitado que se ha
otorgado a diversos conceptos generalmente asociados a la “cultura occidental”,
tanto Aimé Césaire, en Discurso sobre el colonialismo (2015), como Frantz
Fanon, en Piel negra, máscaras blancas (2016), ejercen una apropiación crítica
de nociones como “humanismo”, “derechos del hombre” y “universalidad”. Esta
instrumentación también resulta crítica, dado que la universalidad que ellos
emplean no alude a una “universalidad abstracta” que se encontraría en ciertos
promotores del eurocentrismo, sino que es una universalidad cimentada en