TRAZOS - AÑO VIII – VOL.II – DICIEMBRE 2024 - e-ISSN 2591-3050
38
DOSSIER
Una Epistemología De Los A-Cercamientos
En El Trabajo Con Archivos Oníricos
An Epistemology Of Dis-Enclosures In Working
With Dream Archives
Soledad Nívoli
Universidad Nacional de Rosario. Rosario, Argentina.
lanivo@yahoo.com.ar
Recibido: 14 de septiembre de 2024
Aceptado: 20 de diciembre de 2024
TRAZOS - REVISTA DE ESTUDIANTES DE FILOSOFÍA - AÑO VIII - VOL. II. - DICIEMBRE 2024
páginas 38-51 - E-ISSN 2591-3050
http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/trazos/
INSTITUTO DE FILOSOFÍA - FACULTAD DE FILOSOFÍA, HUMANIDADES Y ARTES - UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
39
TRAZOS - AÑO VIII – VOL.II – DICIEMBRE 2024 - e-ISSN 2591-3050
Resumen: Presentamos aquí la apuesta a una epistemología disidente de
los a-cercamientos a partir del trabajo con archivos oníricos en situaciones
límite (nacionalsocialismo, pandemia, encierro carcelario, coyuntura política
actual en Argentina). Esta praxis epistemológica se presenta en contraste con
los procedimientos de cercamiento que fundamentan la Modernidad capitalista
occidental, empezando por el cercamiento de tierras y extendiéndose al de razas,
género, clase, etc., tal como los trabaja Silvia Federici en Calibán y la Bruja. La
versión weberiana del cientíco es un caso ejemplar del cercamiento epistémico
bajo la forma del “testigo modesto”.
Los sueños políticos que hacen archivo invitan a subvertir los clásicos lugares
epistémicos asignados (sujeto-objeto; episteme-doxa; academia-activismo;
interpretación-fenómeno; etc.) y a seguir sus múltiples derivas transdisciplinarias.
Los archivos oníricos nos hablan del mundo circundante, señalan la intromisión del
rumor social en nuestra intimidad y tejen sutiles territorios comunes dislocando,
de modo concreto, los dualismos jerarquizantes que aún nos habitan.
Palabras clave: CERCAMIENTOS – A-CERCAMIENTOS – ARCHIVO
ONÍRICO
Abstract: We propose a commitment to a dissident epistemology of dis-
enclosures, grounded in work with dream archives during extreme circumstances
(National Socialism, the pandemic, prison connement, and the current political
situation in Argentina). This epistemological praxis stands in contrast to the
processes of enclosure that form the foundation of Western capitalist Modernity,
beginning with land enclosure and extending to categories of race, gender, and
class, as analysed by Silvia Federici in Caliban and the Witch. The Weberian
scientist, in the role of the “modest witness,” exemplies the practice of epistemic
enclosure.
Political dreams that produce archives encourage the subversion of
conventional epistemic divisions (subject-object, episteme-doxa, academia-
activism, interpretation-phenomenon, etc.) and invite us to follow their manifold
transdisciplinary paths. Dream archives not only reect the world around us, but
also reveal the intrusion of social rumours into our private lives, weaving subtle
shared spaces that actively dismantle the hierarchical dualisms still present within
us.
Keywords: ENCLOSURES – DIS-ENCLOSURES – DREAM ARCHIVE
TRAZOS - AÑO VIII – VOL.II – DICIEMBRE 2024 - e-ISSN 2591-3050
40
Los archivos oníricos: un punto de partida para una
epistemología de los a-cercamientos
El punto de partida de este artículo es la posibilidad de pensar en una
epistemología disidente de los a-cercamientos a partir del trabajo de investigación
que los sueños en su versión política o colectiva nos invitan a realizar. Desde hace
algunos años, venimos explorando grupalmente la función de los sueños en
situaciones críticas o situaciones límite, como el nacionalsocialismo en Alemania
y Francia, la pandemia del Covid-19, el encierro carcelario y la actual coyuntura
sociopolítica de Argentina, que, a partir de la conguración de archivos, permiten
una elucidación alterna de las mismas.
La orientación teórico-metodológica para este trabajo nos la ha
proporcionado El Tercer Reich de los sueños de la periodista alemana Charlotte
Beradt (2019). Esta joven de padre judío y madre alemana, se dedicó a recolectar
sueños durante la etapa de consolidación del nazismo en Alemania, de 1933 a
1939, porque advirtió que la vida onírica de los “ciudadanos de a pie”, es decir, de los
Mitläufer, “los que siguen la corriente” adaptándose a las nuevas circunstancias,
se había visto invadida por el mundo circundante. El archivo onírico resultante
de esa recolección le mostró a Beradt, por un lado, que los “sueños políticos en
el terror” (Koselleck, 1993, p. 275 y sigs.) funcionaban como una maquinaria
de propaganda coercitiva en el mundo íntimo de los soñantes alemanes, por
lo que habían visto alterados sus modos habituales de elaboración, tales
como la condensación y el desplazamiento señalados por Freud en su célebre
Traumdeutung [La interpretación de los sueños (Freud, 1979)]; y, por el otro, que
estos sueños se comportaban como un sismógrafo de su época, es decir, que
podían advertir las consecuencias de los avances del totalitarismo mucho antes
de que estas se concretaran en el mundo fáctico.
Las “fábulas políticas” del Tercer Reich, de contenido casi transparente,
donde se hacían presentes los personajes célebres del momento (el propio Hitler,
Göring, Goebbels, los “camisas pardas”, los agentes de la SS, etc.), mostraban
con claridad que mientras el mundo de la vigilia permanecía en estado de hipnosis
y adormilamiento, los sueños “velaban” (Cayrol, 2024) articulando en imágenes
lo que las categorías de la reexión despierta estaban impedidas de admitir y
que el propio régimen tardó años en admitir abiertamente, como es el caso de la
Endlösung, la “solución nal”. El sismógrafo se había encendido por las noches,
41
TRAZOS - AÑO VIII – VOL.II – DICIEMBRE 2024 - e-ISSN 2591-3050
dando un carácter “anticipatorio” al mundo onírico que se tramaba coralmente, y
que parecía surgido menos de la psiquis de los soñantes que del taller del régimen
totalitario (Beradt, 2019, p. 27)
El de Beradt no es el único archivo onírico en tiempos totalitarios. Jean
Cayrol, un joven poeta francés detenido por el régimen en 1942 bajo el decreto
Nacht und Nebel [Noche y niebla] que deportaba a los resistentes a campos de
concentración, recopiló sus propios sueños y los de sus camaradas durante su
encierro. En Lázaro entre nosotros reere a estos sueños como “lazarianos”,
es decir, como formaciones liminares entre lo real y lo irreal que a pesar de todo
les permitía formar una “comunidad de soñantes impenitentes” (Cayrol, 2024)
para seguir resistiendo. En esa línea, pero esta vez en la Italia de los “Brigadas
Rojas”, Nicola Valentino (2012) realiza junto a sus camaradas una recopilación
onírica durante su encierro político en la cárcel de máxima seguridad de Palmi,
construyendo así una comunidad de soñantes y otorgando a los sueños el poder
de elucidación de la domesticación del encierro les había obturado a ellos mismos.
Gracias tanto al trabajo de Beradt como al de Cayrol y el de Valentino,
pudimos prestar la debida atención a una versión de los sueños que en cierta
medida el psicoanálisis había obturado (Foucault, 1999; Nívoli, S. & Pérez López,
C., 2024) por haber cercado a los sueños en el espacio clínico-analítico, haberlos
sometido a la lógica del deseo sexual infantil reprimido (Freud, 1979) o a la de la
repetición traumática (Freud, 1984) y haberlos recluido al ámbito psíquico singular.
La vida onírica en su aspecto político o coral emergía, de la mano de los archivos
oníricos, como una vía alternativa de acceso a distintas realidades que debido a
su complejidad o a su perplejidad eran en cierta medida difíciles de articular con
las nociones o categorías disponibles en la vida despierta. El sismógrafo onírico
logra, en efecto, eludir los cercamientos disciplinarios, espaciales y temporales,
revelando en imágenes compartidas el negativo de una realidad que se ha
dislocado.
El llamado metodológico a hacer archivo, es decir, a recoger un material
que en general es desdeñado, olvidado o alojado en ámbitos cerrados sobre sí
mismos (el propio archivo personal de recuerdos oníricos, un diario de sueños o
el espacio de análisis individual) es una invocación a levantar los cercos que las
disciplinas han impuesto al fenómeno onírico (empezando con el psicoanálisis), y
una invitación a dejarnos guiar por la trama rizomática que los propios sueños van
tejiendo. En los archivos de sueños que conocemos (Beradt, 2019; Cayrol, 2024;
Valentino, 2012), en los que construimos (Castro; Farruggia; Nívoli, 2020) y en los
TRAZOS - AÑO VIII – VOL.II – DICIEMBRE 2024 - e-ISSN 2591-3050
42
que estamos en proceso de construir (Florito, 2022-2024; Bertino, Fissolo, Gauto,
2023-2024), percibimos que el fenómeno onírico-político no solo funge como
instrumento de disciplinamiento y de terror o permite conocer anticipadamente
algunas derivas nefastas del irrespirable mundo que nos rodea, sino que,
simultáneamente, abre trayectos inexplorados, instaura preguntas inesperadas e
interrumpe de modo irreverente la lógica habitual de los cercamientos heredados.
Una arqueología de los cercamientos de la Modernidad
Para articular una epistemología disidente de los a-cercamientos
resulta relevante aludir a esa suerte de arqueología de los cercamientos de la
modernidad que Federici realiza en Calibán y la bruja (2015), cuando explora las
diversas consecuencias económicas, políticas, sociales, culturales y epistémicas
derivadas del originario cercamiento de las tierras comunales al que aludía
Marx. Inclosure, en el inglés antiguo de los documentos, enclosure en el inglés
moderno y Einschluss en alemán, son los tres términos que utiliza Marx en Das
Kapital (1867, pp. 710 y sigs.) y que fueron traducidos indistintamente al español
como “cercamiento” (Marx, 1988, pp. 906-911) para referir al gesto fundante del
desarrollo del capitalismo, que implica tanto el acto físico de rodear o cercar las
tierras que anteriormente eran de uso común, como el acto jurídico de privatizarlas
restringiendo el acceso a la gran mayoría de los no propietarios. Este originario
cercamiento implicó también, como lo señala Federici:
Una acumulación de diferencias y divisiones dentro de la clase
trabajadora en la cual las jerarquías construidas a partir del género,
así como las de “raza” y edad se hicieron constitutivas de la
dominación de clase y de la formación del proletariado moderno.
(2015, p. 105)
La voracidad del gesto se extendió a todos los órdenes, infectando nuestras
multiformes relaciones y aislándonos en parcelas cada vez más asxiantes Al
cercamiento originario de las tierras comunes le siguieron diversos cercamientos
que no solo trazaron líneas divisorias en las existencias y experiencias comunes
de clase, raza, género y edad, sino que se extendieron también a otras geografías,
separándonos del resto de la naturaleza (donde quedaron atrapados nuestros
cuerpos, nuestras pasiones, nuestra sensibilidad) y construyendo una interioridad
elevada, la de nuestra mente/razón/psiquis/pensamiento. Pero allí no termina
43
TRAZOS - AÑO VIII – VOL.II – DICIEMBRE 2024 - e-ISSN 2591-3050
todo. La operación no se detiene únicamente en la separación y la privatización de
los lugares comunes, sino que produce toda la serie de dualismos o binarismos
célebres que, como sabemos, vienen acompañados de jerarquías en el orden
del ser, del poder y del saber, siempre prestas a hacer sentir sus violentas
consecuencias.
Como vemos a partir de Federici, lo esencial de este gesto no es tanto
su relevancia histórica en un pasado clausurado, sino más bien su capacidad
para reactualizarse y reversionarse en diversos ámbitos de nuestra existencia
y de nuestra experiencia. Los cercamientos piden más cercamientos. Y lo más
desconcertante es que no se necesita un gesto soberano o autoritario para
multiplicar esta lógica. La tenemos instalada en nuestro inconsciente como una
suerte de premisa, como un existenciario. Se nos ha vuelto a tal punto invisible
que muchas veces, pretendiendo lo contrario, no hacemos más que profundizar
los cercos heredados y levantar otros, nuevos, incluso en el campo de la
investigación, que radica precisamente en realizar un recorrido impulsado por la
curiosidad, mantenido por la pasión (la libido, la atención) y guiado por la tarea.
Probablemente, la conferencia Wissenschaft als Beruf [“La ciencia
como profesión/vocación”], dictada por Weber (1998) en 1917 a pedido de
sus estudiantes, sea la expresión más acabada del aspecto epistémico de los
cercamientos modernos, que adquiere su forma en el retrato del cientíco como
“testigo modesto” (Haraway, 2004, pp. 41 y sigs.) de la marcha irreversible
de la racionalización/secularización/desencantamiento del mundo. Allí el
sociólogo alemán les dedica un tiempo a los aspectos “externos” de la carrera
cientíca, esto es, a la ciencia como profesión: cómo se consigue un puesto en la
universidad, cuánto dinero se percibe, qué espera el estado y las instituciones del
conocimiento de los profesionales de la ciencia, etc. Todo esto en el marco de un
fuerte contraste, señalado lúcidamente por Weber, entre el “modelo europeo”, en
franco declive, y el ascendiente “modelo norteamericano”, que en ese entonces
ya dejaba entrever la pendiente ineludible que orientaba la ciencia hacia un
modelo de corte empresarial-industrial (1998, pp. 182-189). No obstante, lo que
más le interesa a Weber es transmitirles a sus estudiantes los principios de la
ciencia como vocación, esto es, sus aspectos “internos”. Por eso, consagra la
mayor parte de su conferencia a bosquejar una suerte de retrato mainstream del
investigador cientíco: personaje retraído que no busca la fama ni la aprobación
del gran público (“eso se lo dejamos a las estrellas deportivas”, diría Weber);
que no busca convencer a su auditorio (eso se lo dejamos a los políticos); que
TRAZOS - AÑO VIII – VOL.II – DICIEMBRE 2024 - e-ISSN 2591-3050
44
no persigue el sentido último de las cosas (eso se lo dejamos al religioso); y
que no busca imponer su experiencia de vida (su vivencia) al campo en el que
se despliega su actividad (eso se lo dejamos al artista). Modestia en el pensar,
en el hacer y en el decir, que oculta no solo el posicionamiento y la situación del
sujeto legitimado para presentar humildemente la verdad cientíca, sino también
la propia operación de ocultamiento.
El investigador cientíco weberiano es, fundamentalmente, capaz de dar
lugar a la creación (intuición) y de someterse con pasión a la marcha irrefrenable
del progreso, que en la época de la racionalización tiene forma de especialización.
Su perl es el resultado de un férreo divorcio, que es siempre necesario mantener a
raya, entre el territorio de la ciencia, el territorio de la ética y el territorio de la política.
Es por eso que Weber se esmera especialmente en señalar que la política no tiene
lugar ni en las aulas ni en los laboratorios porque las palabras (los conceptos) en
su terreno no son, como deberían ser, “(…) rejas de arado para labrar el terreno
del pensamiento contemplativo, sino espadas para acosar al enemigo, medios
de lucha” (Weber, 1998, p. 213). En esta pintura, el cientíco propietario, blanco,
varón, de vigorosa edad, en plena capacidad de contener y maniobrar la tormenta
y el ímpetu [Sturm und Drang] que aqueja a la mayoría, es la cristalización viva de
todos los cercamientos modernos.
“¡Pero bueno! Ese perl tiene más de un siglo”, solemos escuchar
habitualmente en los espacios académicos. Al argumento de antigüedad del
retrato se le suelen sumar otros, que generalmente arman que han pasado
muchas cosas desde entonces…la historia global ha demostrado por todos los
costados que la racionalización no es necesariamente la marcha ineluctable de la
Humanidad; que la ciencia no es en absoluto un asunto aislado de todas las otras
esferas de la vida; que las anteojeras de la especialización han gestado, como
sostiene Jean-Jacques Salomon (2008), la famosa “comunidad de denegadores”,
que con una mano rman peticiones de paz y con la otra construyen bombas
atómicas; y que, sobre todo, no es posible en la actualidad desentenderse del
impacto socio-ambiental de la actividad cientíca.
Sin embargo, desde nuestra posición de sujeto epistémico subalterno
que ha sufrido y sufre cotidianamente en sus ámbitos de trabajo académico los
gestos de desprecio del encumbrado “testigo modesto” y del tipo de trabajo
cientíco que se desprende de él, podemos armar que el retrato weberiano sigue
aun plenamente vigente, proyectando sus sombras sobre nuestras aulas, sobre
nuestras prácticas de investigación, sobre nuestros corazones y sobre nuestros
45
TRAZOS - AÑO VIII – VOL.II – DICIEMBRE 2024 - e-ISSN 2591-3050
sueños. Basta con prestar atención a las denuncias escritas en las paredes de la
universidad de Coimbra, recogidas en el artículo “Las paredes hablaban cuando
nadie más lo hacía. Notas autoetnográcas sobre control y poder sexual dentro
de la vanguardia académica” donde las académicas denunciantes del “profesor
estrella” (Viaene; Laranjeiro; Tom, 2023) advierten que las versiones aggiornadas
del testigo modesto actual, vestido de progresismo y articulando con su voz
autorizada consignas decoloniales, no ahorra en violencias sexistas, clasistas y
racistas, como tampoco en el más primitivo extractivismo intelectual.
Una epistemología de los a-cercamientos por la vía de los
archivos oníricos
A partir de la arqueología de los cercamientos de Federici, es posible
concebir, por contraste, una praxis epistemológica de los a-cercamientos,
como ese gesto de remoción de los vallados que privatizan lugares comunes.
La investigación como a-cercamiento sería ese recorrido impulsado por la
curiosidad, mantenido por la pasión (la libido, la atención) y guiado por la tarea
(en nuestro caso, la que marcan los sueños), que necesariamente se va a topar
con cercos de todo tipo (disciplinarios, institucionales, culturales, económicos,
clasistas, sexistas, racistas) pero que no se va a conformar con reconocerlos
como un límite exterior, sino que se va a encargar de exhibirlos, de criticarlos y de
intentar removerlos para gestar nuevas territorialidades.
Las dicultades que conlleva esta concepción de la praxis epistemológica
son innumerables: generan sospechas de todo tipo, despiertan la paranoia de los
numerosos guardianes que patrullan los connes disciplinarios e institucionales
y fundamentalmente corren el riesgo de caer en las fosas comunes de las
producciones carentes de legitimidad cientíco-académica y, por ende, de ser
consideradas meras acciones inconsistentes, diletantes, outsiders o militantes.
Como contrapartida, las ventajas también son numerosas, porque apuestas
transdisciplinarias como la que venimos llevando adelante con los archivos de
sueños, encuentran su soporte en una serie de perspectivas epistemológicas
que desde hace algunas décadas vienen fortaleciéndose y mostrando su carácter
innovador, capaz de sublevar los clásicos cercamientos modernos. Nos referimos
a numerosos trabajos locales y del norte feminista/queer en torno a lo que se
conoce como giro afectivo, entre los cuales pueden mencionarse especialmente
los de Ann Cvetkovich (2018) sobre archivos de sentimientos y los de Esteban
Muñoz (2020; 2022) sobre documentos efímeros; así también como los de Sara
TRAZOS - AÑO VIII – VOL.II – DICIEMBRE 2024 - e-ISSN 2591-3050
46
Ahmed (2018; 2019) o de Laurent Berlant (2020). Desde estos enfoques, por
un lado, se cuestiona el orden que separa y jerarquiza la “razón” por sobre la
“emoción”; “episteme” sobre la “doxa”; el “saber académico” sobre el “activismo”;
y las “ciencias naturales” sobre las “ciencias humanas/sociales”. Y, por otro lado,
se concibe el conocimiento cientíco como el resultado de un diálogo polifónico,
policultural e interseccional a través del cual se obtienen resultados más objetivos
y adecuados a la difícil convivencia en este mundo.
En este sentido, entonces, la praxis epistemológica del a-cercamiento no
solo adquiere una creciente legitimidad al interior de la academia (aunque siempre
en disidencia con el modelo académico de los cercamientos disciplinarios y
disciplinantes), sino que, sobre todo, implica entrar en sintonía con la densidad
de tensiones que la atraviesan desde distintos exteriores y que a su vez nos
atraviesan. Establecer conexiones rizomáticas con múltiples “afueras” del
llamado “mundo académico” es lo que hace del quehacer epistemológico de
los a-cercamientos, precisamente, ese lugar común, esa tierra comunal tejida a
muchas manos y con diversos materiales.
Para nalizar, retomo la experiencia concreta de ese tipo de investigación
transdisciplinaria desde la praxis epistemológica de los a-cercamientos que
venimos ensayando desde hace tiempo, el trabajo con archivos oníricos que
se inauguró con la traducción del libro de Charlotte Beradt (2019) y que fue
produciendo distintas derivas en los últimos cinco años. Lo primero que tuvimos
que lograr en torno a los sueños fue subvertir nuestro propio cercamiento
académico del fenómeno onírico, que desde la elaboración freudiana es muy difícil
disputar a la teoría y a la praxis psicoanalítica. Tal como apuntamos al comienzo de
este artículo, junto a Beradt, Koselleck, Cayrol, Valentino, Siruela, Foucault, entre
otres, fuimos recuperando recorridos por algunos territorios oníricos que habían
quedado del otro lado de la cerca. En el camino, conocimos distintas perspectivas
feministas, entre ellas la de Vinciane Despret (2021), que nos animaron a corrernos
del lugar central, y nos enseñaron que, en lugar de preguntar “¿qué hacemos con
los sueños?”, era más adecuado invertir el interrogante, y preguntarse “¿qué
hacen los sueños con nosotres?”.
Nos dimos cuenta de que los sueños en situaciones límite
(nacionalsocialismo, dictadura, pandemia, cárcel) hacen muchas cosas y
nos hacen hacer muchas cosas, pero, fundamentalmente, nos constriñen
a escucharlos como un coro que resuena con el mundo circundante, y nos
demandan cobijo, al mismo tiempo que lo proveen.
47
TRAZOS - AÑO VIII – VOL.II – DICIEMBRE 2024 - e-ISSN 2591-3050
En el caso de Charlotte Beradt durante la emergencia del régimen
nacionalsocialista en Alemania, de Jean Cayrol durante su encierro
concentracionario en Austria, o de Nicola Valentino en el encierro carcelario
de Palmi, vemos emerger la noción de archivo onírico como un mecanismo
epistemológico privilegiado para advertir las formas especícas que adquieren los
anudamientos entre los acontecimientos históricos-institucionales y las formas de
la imaginación. La extrañeza mostrada por los soñantes sobre sus producciones
oníricas, consideradas por muchos de ellos como cuerpos extraños, la estereotipia
de las imágenes, la repetición uniformizada de los temas, los personajes y los
escenarios y el empobrecimiento paulatino de los recursos de elaboración de
las producciones oníricas, son algunos de los elementos característicos de
estos archivos, que evidencian la alteración de la “fuente” de la que provienen
los sueños, asociada en principio (freudianamente) a la singularidad del deseo
subjetivo pretérito. En efecto, cuando el “afuera” se vuelve ensordecedor, cuando
los mecanismos de vigilancia y de control capturan todas las dimensiones de la
existencia, los sueños parecen sintonizar en esa frecuencia, transmitiendo sus
señales de advertencia bajo la forma de la homogeneización y de la reiteración
compartida de “oniremas” (Castaño, 2024).
En este sentido, los archivos oníricos se constituyen en vías de
acceso privilegiadas a las lógicas de la dominación total, permitiendo advertir
tempranamente las dinámicas especícas que las animan. Para Beradt, la
conguración de este tipo de archivos no solo permite conocer la historia cuando
los acontecimientos han tenido su lugar en la historia efectiva, sino anticipar
muchos de sus desastres cuando aún no han tenido lugar. De ahí la importancia
de concebir a los archivos de sueños como sismógrafos de una época, tal como
lo mencionamos al principio de este escrito.
Teniendo en cuenta este principio metodológico sugerido por Charlotte
Beradt, lanzamos una tímida convocatoria sobre producciones oníricas en marzo
de 2020, en las vísperas de lo que sería el largo encierro pandémico del Covid-19.
Habíamos imaginado que probablemente el acontecimiento que se avecinaba, y
que mostró tempranamente su carácter planetario, produciría sueños “extraños”,
corales, estereotipados y transparentes, similares a los del archivo congurado
por la periodista alemana. Los relatos comenzaron a uir como un río sin n, hasta
que nalmente se fueron disecando, en noviembre del mismo año. Como quien
resguarda un material frágil y valioso, sin saber a ciencia cierta lo que pueda
llegar a indicar, a mostrar o a decir, fuimos explorando por diversos territorios
TRAZOS - AÑO VIII – VOL.II – DICIEMBRE 2024 - e-ISSN 2591-3050
48
disciplinarios (losofía, ciencia política, literatura, antropología, archivología,
historia, arquitectura) las resonancias que acompañaron el despliegue
desterritorializador de los sueños y advertimos que, en el caso especíco de esta
recopilación de sueños, el archivo onírico resultante no solo permitió explorar
de modo inédito las diversas fases de un evento que aún sigue mostrando sus
consecuencias en el cuerpo, en los afectos y en las formas de sociabilidad, sino
que también conguró diversas cartografías asociativas y extensionistas que
rebasan cualquier cercamiento y que materializan el diálogo de saberes.
El resultado nos sigue sorprendiendo. Nos hemos dejado guiar por los
sueños y nos han llevado muy lejos: siguen orientando nuestra tarea. Gracias a
ellos, y con el n de explorar qué efectos podría tener la conguración deliberada
de archivos oníricos en contextos carcelarios, comenzamos a trabajar en 2022
en la cárcel de mujeres, en la cárcel de Piñero y en la Unidad 3 de la ciudad de
Rosario, y desde entonces hemos organizado numerosos talleres de sueños
junto a la ONG “Mujeres tras las rejas” y a los estudiantes del Programa
socioeducativo en contextos de encierro de la UNR. La metodología de estos
talleres fue adquiriendo un perl más denido a lo largo de los encuentros y tuvo
características diferenciales en la experiencia piloto con las mujeres de la Unidad
5 y en la cárcel de máxima seguridad de Piñero. La idea rectora de los talleres
reside en generar diálogos con los diversos aspectos de nuestra vida onírica para
establecer lazos más uidos con las imágenes que emergen mientras dormimos.
Las preguntas iniciales relativas a la memoria o al olvido de nuestros sueños, a
los tipos de sueños que pueden sobrevenir y a las escenas que en ellos aparecen,
dan paso a otras, que aluden a las transformaciones del soñar en los diversos
momentos de nuestras vidas, a la posibilidad de transformar nuestros sueños y a la
generación de nuevos lazos con los demás a partir de los sueños. A lo largo de los
talleres, que se realizaron de modo quincenal con el mismo grupo de mujeres en la
Unidad 5 y mensualmente con el mismo grupo de varones de la cárcel de Piñero,
pudimos advertir no solo la potencia epistemológica de los archivos oníricos,
sino su carácter profundamente performático en lo que reere a la posibilidad
de transformar los modos de soñar tramados por las lógicas de las instituciones
totales en diálogos oníricos con diferentes integrantes del taller. En general, los
sueños que aparecen en los primeros encuentros aluden a diversas dimensiones
de la vida carcelaria, en los que las historias del afuera (familia, amigos, actividades
del medio libre) se entrelazan con escenarios y personajes del adentro (celada,
pabellón, patio, personal penitenciario, compañeras y compañeros de encierro).
49
TRAZOS - AÑO VIII – VOL.II – DICIEMBRE 2024 - e-ISSN 2591-3050
A medida que continuamos con los encuentros, los sueños comienzan a dialogar
activamente con los temas que aparecen en el dispositivo, se “despiertan” y
van teniendo redes sutiles con cada uno de los participantes, incluidos las y
los coordinadores. El archivo onírico que se va conformando a lo largo de los
encuentros, resultante de la reconstrucción por escrito de los relatos compartidos
por cada participante, y refrendado en la puesta en común realizada al comienzo
de cada encuentro, adquiere en estos casos dimensiones que exceden el carácter
de herramienta epistemológica que veíamos en los casos de Beradt, Cayrol y
Valentino, acercándose más a un carácter performativo, que hace de la puesta
en acto de los diálogos oníricos, la ocasión de emergencia de una “comunidad de
soñantes”.
El trabajo con los sueños permitió que conformemos una “comunidad
de soñantes impenitentes”, como decía Jean Cayrol. Hemos encontrado en los
sueños compartidos no solo motivos de conversación, sino, fundamentalmente,
espacios de elucidación de las lógicas totales y fascistas en las que todes
estamos enredades, no solo quienes se encuentran en el encierro carcelario.
Esto ha llevado, por ejemplo, a Damián Florito, estudiante del Programa en la
Unidad 3 y auxiliar de la cátedra Problemas Epistemológicos de la Psicología B,
a trazar un plan de investigación que tiene como uno de sus objetivos indagar el
rol de la formación del agente penitenciario en el sistema carcelario santafesino.
Damián comenzó recolectando sueños en 2022 para congurar el Archivo de
sueños del Pabellón 12” y fue convirtiendo su estancia carcelaria en una praxis
de la investigación como a-cercamiento. Coordina talleres losócos en el patio
del penal, da conferencias virtuales y sigue estudiando Psicología. El impulso a
hacer archivo condujo a Damián a generar diversos a-cercamientos en lugares
absolutamente impensados y, en principio, imposibles.
Seguiremos orientándonos por los sueños que hacen archivo. Ellos nos
están enseñando qué preguntar, qué hacer y cómo hacerlo. También nos muestran
modos sutiles, pero contundentes, de sublevar los cercamientos, de multiplicar el
rizoma y de agenciarse territorios donde tenga lugar lo común.
TRAZOS - AÑO VIII – VOL.II – DICIEMBRE 2024 - e-ISSN 2591-3050
50
Referencias bibliográcas
Ahmed, Sara. (2018). Vivir una vida feminista. Bellaterra.
Ahmed, Sara. (2019). Fenomenología queer. Orientaciones, objetos, otros.
Bellatera.
Beradt, Charlotte. (2019). El Tercer Reich de los sueños (L. Levi & S. Nivoli,
Trads.; B. Hahn, Posf.). LOM.
Bertino, Guadalupe; Fissolo, Luisina & Gauto, Camila. (2024). Archivo de
sueños del contexto político en Argentina (agosto 2023-agosto 2024). (Material
en proceso de clasicación). CEPE.
Berlant, Laurent. (2020). El optimismo cruel. Caja Negra.
Brienza, Lucía; Casto, Flavia; Farruggia, Victoria; Harraca, Florencia; Nivoli,
Soledad; Secci, Soledad & Varela, Julián. (2024). La pandemia de los sueños.
Un archivo onírico del Covid-19. CEPE.
Castaño Peñuela, Ángela. (2024). Sueños y memoria: tras las huellas de la
violencia armada en el medio Baudo Chocó. Tesis Doctoral. Universidad de
Barcelona.
Castro, Flavia; Farruggia, Victoria & Nivoli, Soledad. (2020). Archivo onírico
del Covid-19. QR de acceso. En Brienza, Lucía; Casto, Flavia; Farruggia, Victoria;
Harraca, Florencia; Nivoli, Soledad; Secci, Soledad & Varela, Julián. (2024). La
pandemia de los sueños. Un archivo onírico del Covid-19. CEPE.
Cayrol, Jean. (2024). Lázaro entre nosotros (S. Nivoli, S. Payaro, V. Farruggia, &
E. Donato, Trads.). LOM. (En prensa).
Cvetkovich, Anne. (2018). Un archivo de sentimientos. Trauma, sexualidad y
culturas públicas lesbiana. Bellasterra.
Despret, Vinciane. (2021). A la salud de los muertos. Relatos de quienes quedan.
Cactus.
Federici, Silvia. (2015). Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación
originaria. (V. Hendel y L.S. Touza, Trad.). Tinta Limón.
Florito, Damián. (2024). Archivo de sueños del Pabellón 12, Unidad 11, Cárcel
de máxima seguridad de Piñero (agosto 2023-agosto 2024). (Material en proceso
de clasicación). CEPE.
Foucault, Michel. (1994). Introducción a Sueño y existencia de Ludwig
51
TRAZOS - AÑO VIII – VOL.II – DICIEMBRE 2024 - e-ISSN 2591-3050
Binswanger. En Filosofía y literatura. Obras esenciales I (M. Morey, Trad.). Paidós.
Freud, Sigmund. (1979). La interpretación de los sueños (segunda parte).
En Obras completas (Vol. 5, J. L. Etcheverry, Trad.). Amorrortu. (Obra original
publicada en 1900).
Freud, Sigmund. (1984). Más allá del principio de placer. En Obras completas
(Vol. 17, J. L. Etcheverry, Trad.). Amorrortu. (Obra original publicada en 1925).
Haraway, Donna. (2008). Testigo modesto@ segundo milenio, Hombre-
Hembra© Conoce Oncoratén®. Feminismo y tecnociencia (H. Torres, Trad.).
UOC.
Koselleck, Reinhart. (1993). Terror y sueño. En Futuro pasado. Para una
semántica de los tiempos históricos (N. Smilg, Trad.). Paidós.
Marx, Karl. (1867). Das Kapital. Kritik der politischen Oekonomie. Otto Meissner.
Marx, Karl. (1988). El capital. Crítica de la economía política. Libro 1, tomo III.
Siglo XXI. (Obra original publicada en 1867).
Muñoz, J. E. (2020). Utopía queer. Caja Negra.
Muñoz, J.E. (2022). “Lo efímero como evidencia. Notas introductorias a los actos
queer”. Introducción y traducción por Constanza San Pedro y Magalí Herranz “La
traducción como lectura. Epistemología queer en José Esteban Muñoz”. Revista
Transas Letras y artes de América Latina.
Nivoli, Soledad & Pérez López, Carlos. (2024). Foucault y los sueños. Despertar
de la existencia, experiencia meditativa y técnica de sí. Cuadernos de losofía
latinoamericana. 45(131), pp. 433 465. https://doi.org/10.15332/25005375.9815.
Salomon, Jean-Jacques. (2008). Los cientícos. Entre poder y saber (L.
Gindina, Trad.). UNQUI.
Siruela, Jacobo. (2013). El mundo bajo los párpados. Atalanta.
Cómo citar este artículo:
Nívoli, S. (2024). Una epistemología de los a-cercamientos en el trabajo con
archivos oníricos. Trazos-Revista de estudiantes de Filosofía, 2(8), 38-51