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Facultad de Filosofía y Humanidades. Universidad Nacional de Córdoba.
Contacto: agusmaini@hotmail.com
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TRAZOS - AÑO IV – VOL.I – JULIO 2020 - ISSN 2591-3050
Resumen: En el presente trabajo me propongo extraer ciertas consecuencias del
desafío escéptico desarrollado por Graham Harman (1986/2002) en torno a la
normatividad de la lógica. Para ello, reconstruiré el desafío escéptico y analizaré
una propuesta por superarlo desarrollada por John MacFarlane (2004). Examinaré
una de las problemáticas presente en la literatura conocida como la «paradoja
del prefacio» la cual servirá como herramienta de análisis. Concluiré que el desa-
fío escéptico de Harman marca un límite a la fuerza normativa de la lógica sobre
los razonamientos.
Palabras clave: DESAFÍO ESCÉPTICO DE HARMAN – PRINCIPIOS PUENTE – PARADOJA DEL PREFACIO.
EL DESAFÍO ESCÉPTICO DE
G. HARMAN: ALGUNAS
CONSECUENCIAS
Agustina Laura Maini1
En el marco de este trabajo, creencia se entenderá como una actitud proposicional, es decir la actitud de creer de un agente frente a un
determinado contenido proposicional.
Para una profundización en los roles normativos, véase Florian Steinberger (forthcoming) Consequence and Normative Guidance. En el
simpliciter.
Pese a que existe una disputa al interior de los intérpretes aristotélicos sobre el lugar que Aristóteles daba a la lógica en sus tratados

en Aristóteles es directriz para el razonamiento teorético.
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La relación que guarda la lógica con el modo en que los seres humanos formu-
-
-

sentido en que la lógica es normativa
. Dentro de estos distintos enfo-
ques, uno de los puntos en desacuerdo es aquello considerado como el objeto
 
agentes. Otro de los puntos de desacuerdo es el grado de constricción normati-
.
La tesis de que la lógica establece normas para el razonamiento teorético
puede rastrearse al menos en el Órganon-
ca se ha sostenido que, a diferencia del pensamiento –concebido como una
actividad conceptual de secuencias desconectadas–, el razonamiento que se
-

tesis que la lógica es normativamente constitutiva del pensamiento, la cual

-
consti-
tutivistas, todos ellos han asumido que la lógica imprime normas que resultan
constitutivas para el pensamiento. Esto es, para que un episodio mental cuente
como pensamiento –lo cual abarca juzgar, creer e inferir– éste debe ser asible


normativos de la lógica ejercen su regulación sobre las prácticas públicas. La

-

-

-

-
tivas, con aquellos que pertenecen exclusivamente al dominio de los procesos

literatura como el desafío escéptico de Harman
      
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introducidos por Makinson (1965) y Kolodny (2007), han propulsado un sinnú-
mero de debates al interior de las teorías que asumen que la lógica es normati-
va para los razonamientos, poniendo en aprietos sus principales presupuestos
y los intentos por justificar el cambio de creencias de los agentes.
En el presente trabajo examinaré el desafío escéptico de Harman y la pro-
puesta constitutivista de John MacFarlane (2004), la cual pretende eliminar el
hiato entre la lógica y los razonamientos producido por el desafío escéptico de
Harman. Argumentaré que los «principios puente» introducidos por MacFarla-
ne, si bien permiten reducir el hiato, enfrentan problemas para establecer una
conexión satisfactoria. Para mostrar tales dificultades, me centraré en una de
las problemáticas presente en la literatura, conocida como la «paradoja del
prefacio». Considero que esta problemática es una herramienta metodológica
que me permitirá evaluar las implicancias del desafío escéptico de Harman,
pese a que el autor no tematiza la paradoja como tal. Con todo, reconstruiré la
propuesta de MacFarlane mostrando cómo ella tiene problemas para dar una
respuesta satisfactoria a la «paradoja del prefacio». El objetivo que persigo es
identificar con lo dicho algunas consecuencias que pueden ser extraídas del
desafío escéptico de Harman.
Desafío escéptico y la «paradoja del prefacio»
a) Desafío escéptico de Harman
Harman (2002) argumenta que –contrario a lo que la tradición ha presupues-
to– dar un tratamiento sobre la lógica, entendida como una teoría de la deduc-
ción, no es lo mismo que llevar a cabo un tratamiento sobre los razonamientos
de los agentes (Harman, 2002, 172). Harman afirma que la relación entre el razo-
namiento y la lógica es oscura y que si nuestro propósito es esclarecer lo que
atañe a los razonamientos, es necesario que estudiemos este tópico por sepa-
rado de los estudios en lógica (cf. Harman, 2002, 178). Más aún, el autor sostiene
que si nuestro propósito es estudiar seriamente los razonamientos como enrai-
zados en una teoría de la racionalidad, capaz de explicar cómo los agentes ordi-
narios deberían formular, revisar y mantener sus creencias, debemos buscar la
respuesta por fuera de la lógica. Esto supone a su vez, desencarnarlo de las
disputas al interior de ella respecto a la consistencia del conjunto de creencias
de un agente. Esta formulación es conocida como el desafío escéptico de
Harman.
Harman concibe la lógica como implicación: ciertas proposiciones implican
5En palabras del autor: “Esto indica que la diferencia entre razones prácticas y razones teóricas no es sólo un asunto de para qué son
razones [of what they are reasons for] –intenciones versus creencias. La diferencia tiene que ver con el modo en que las razones son
razones” (Harman, 2002, 173, itálicas y traducción nuestras).
6Algunos ejemplos que Harman (2002) analiza, muestran que una razón para creer algo no hace que una creencia sea más probable de
ser verdadera. Este tipo de razones, Harman las denomina siguiendo a Foley (1987), razones no-epistémicas en contraste con las razones
epistémicas (más usuales) que hacen a una creencia más probable de ser verdadera. La tesis fuerte de Harman consiste en sostener que
no todas las razones prácticas para creer son no-epistémicas. Es decir, para el autor, algunas razones prácticas hacen a una creencia más
probable de ser verdadera (cf. Harman, 2002, 173). Este punto, sin duda importante, no será considerado aquí porque excede a la preten-
sión de nuestro trabajo.
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otras, cuando y sólo cuando, si las primeras son verdaderas entonces la última
también lo es. Entendida de este modo, la lógica no tiene componente normativo
alguno sobre las creencias ya que no se relaciona de manera directa con las acti-
tudes que los sujetos toman respecto a las proposiciones (creencia o descreen-
cia) (cf. Harman, 2002, 173). Lo mismo ocurre con la consistencia, entendida como
la relación entre proposiciones, la cual afecta sólo indirectamente la relación
entre las actitudes proposicionales (Harman, 2002, 174). Un conjunto de proposi-
ciones es consistente, según el autor, cuando y sólo cuando es posible para todas
ellas ser conjuntamente verdaderas pero tal formulación, al igual que la implica-
ción, no introduce ningún elemento normativo respecto a las creencias (Ibíd.).
Los razonamientos son concebidos como procesos psicológicos que permiten
efectuar cambios en nuestras creencias e intenciones. Adentrándose en un estu-
dio sobre los tipos de razonamiento, Harman nos dice que podemos encontrar de
dos tipos: a). Razonamientos teóricos: aquellos que atañen exclusivamente al
cambio en las creencias; b). Razonamientos prácticos: aquellos que atañen a las
intenciones, deseos, planes y obligaciones por parte de los agentes (Harman,
2002, 171).
La principal diferencia entre ambos es que: mientras que en la esfera práctica
podemos sostener una arbitrariedad de elección; en el plano teórico de creen-
cias, no parece plausible tal libertad, siendo que entre todos los cambios de
creencias aceptables que podamos hacer, no serán todos igualmente razonables
(Harman, 2002, 171-172). Harman parece sugerir que tradicionalmente esta dife-
rencia ha sido interpretada en correspondencia con los tipos de razones que pro-
pician el cambio5.
Así pareciera que en general, se considera que las razones que guían el razona-
miento práctico son razones prácticas y aquellas que guían el razonamiento teó-
rico, razones teóricas6.
Contrario a ello, Harman argumenta que las consideraciones prácticas juegan
un sinnúmero de roles en los razonamientos teóricos que son difíciles de eludir
(Harman, 2002, 172). Es decir, muchas veces las razones prácticas son las que
ayudan a determinar qué cuestión es racional responder en los razonamientos
teóricos. Dicha formulación, fisura la dicotomía entre razonamiento teórico/razo-
nes teóricas y razonamiento práctico/razones prácticas. Pero no sólo “esto repre-
senta un aspecto adicional en el cual la racionalidad teórica depende sobre pre-
ocupaciones prácticas (Harman, 2002, 183). Por tanto, la crítica de Harman
supone por un lado, romper con el paralelismo clásico entre tipos de razones/ti-
pos de razonamientos y por otro, propone que para cualquier caracterización del
razonamiento teórico –en tanto revisión de creencias– que deseemos formular,
7La paradoja como tal ha recibido muchas formulaciones. Esto se debe principalmente a que la estructura de la misma no está anclada a
las particularidades del caso. En esa medida, la versión que aquí presento es compatible con cualquier otra formulación presente de la
paradoja.
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es menester que lo analicemos incorporando las razones prácticas que intervie-
nen en dicho proceso. Esto implica expandir el dominio de explicación de los
razonamientos teóricos hacia consideraciones sobre intenciones, simplicidad,
conservadurismo (justificación de creencias) y coherencia. Lo que me interesa
subrayar es que los aspectos en los que la teoría del razonamiento debe centrar-
se, no parecen ser capturados por la lógica. En esta medida, el desafío escéptico
de Harman se presenta con más fuerza. Esto es así porque ciertas posiciones filo-
sóficas que sostienen que la lógica es normativa para el razonamiento, parecen
haber asumido junto con dicha tesis, una correlación entre razones teóricas/ra-
zonamientos teóricos y razones prácticas/razonamientos prácticos. La ruptura de
Harman de dicha correlación supone que sea necesaria la consideración de las
razones prácticas que tienen un rol en la revisión de creencias de los agentes.
«Paradoja del prefacio»
La «paradoja del prefacio» fue introducida en la literatura por David Makinson
(1965) y señala la tensión que se encuentra presente en un agente que tiene
creencias inconsistentes (i.e., sus creencias no pueden ser tomadas juntas como
siendo verdaderas), y que a su vez tiene buenas razones para conservar dicha
inconsistencia. El problema en particular, nace porque la actitud de tal agente
nos resulta totalmente racional. Para apreciar el caso en profundidad, expondre-
mos una versión de la misma7:
Pongamos por caso que una bióloga marina muy reconocida ha escrito un libro
acerca de las tortugas de mar. El libro se publica y nosotros, dado que estamos
interesados en el tema, adquirimos uno en una librería. Sin embargo, cuando
comenzamos a leerlo, su prefacio nos desconcierta:
Pese a que mi investigación ha sido rigurosa, el libro contiene afirmaciones falsas
que no he podido detectar. Toda investigación empírica es siempre falible.
La bióloga marina
Luego de salir del estado de embotamiento producido por tal experiencia de
lectura, podemos analizar la situación en la que se encuentra la teórica. Por un
lado, ella cree en cada afirmación que ha realizado en su libro, dado que ha estu-
diado por mucho tiempo a las tortugas marinas. Por otro, debido a la falibilidad
de la investigación empírica, cree a su vez que al menos una de sus afirmaciones
es falsa. Es por este hecho que no cree en la conjunción de las afirmaciones de
su libro. De hecho, descree esto, a pesar de que es una consecuencia lógica de
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




Creencias como investigadora: 

Creencias sobre su investigación:
˄˄˄˅˅˅
Inconsistencia: 
˄˄˄˄˄˄
A
b) Desafío escéptico y la paradoja


















simpliciter
8Adscribo a la lectura de Steinberger, la cual dice que es posible interpretar a MacFarlane bajo esta línea. En sus palabras: “puede leerse su
posición como sugiriendo que un enfoque correcto del rol normativo en lógica en el razonamiento nos permitirá en última instancia
perfeccionar nuestra concepción de consecuencia lógica” (Steinberger, 2017).
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TRAZOS - AÑO IV – VOL.I – JULIO 2020 - ISSN 2591-3050
Desafíos y principios puentes
a) Aceptando el desafío
MacFarlane (2004) parte del desafío escéptico de Harman, reconociendo que
cualquier intento serio por tematizar la relación entre la lógica y los razonamien-
tos, debe tomar en consideración el desafío, ya que el mismo expone la compleja
relación existente entre ellos. Pero a diferencia de las conclusiones a las que
arriba refiere Harman, MacFarlane arguye que el hiato entre ellos es aparente y
puede ser eliminado. Para ello, el autor introduce «principios puentes». Ellos son
herramientas formales que nos permiten esclarecer la relación en términos
metodológicos y sistemáticos. MacFarlane considera que mediante el análisis de
los diferentes principios puentes que podamos generar, es posible evaluar y
elegir aquellos que sean más idóneos –en términos explicativospara dar cuenta
satisfactoriamente de la relación entre la lógica y los razonamientos.
MacFarlane (2004, 4) distingue dos sentidos en los que se puede concebir el
‘razonamiento’:
a) En un sentido formal: los razonamientos son entendidos como la validez
de los argumentos.
b) En un sentido informal: ellos son entendidos como un cambio revisado en
las creencias –adscribiendo a la caracterización de Harman sobre el razona-
miento teórico–.
En relación a esto, quisiera remarcar dos puntos fundamentales que se
encuentran operando en el marco teórico desde el cual MacFarlane está argu-
mentado. Por un lado, MacFarlane parece excluir de su consideración la distin-
ción entre los razonamientos teóricos y prácticos propuesta por Harman (será
retomado este punto en la próxima sección). Por otro lado, el propósito de Mac-
Farlane no se reduce a superar el hiato que presenta el desafío, sino que a su vez,
pretende explorar la posibilidad teórica de reconstruir una noción de validez a
través de un análisis del razonamiento en sentido teórico. En particular, MacFar-
lane sostiene que un entendimiento cabal de cómo la consecuencia lógica cons-
triñe normativamente el razonamiento puede ayudarnos a resolver los debates
en filosofía de la lógica acerca de la noción de validez (MacFarlane, 2004, 2). Es
por este motivo, que el autor pone énfasis en discusiones al interior de la noción
misma del concepto de validez que, según él, se centran en querellas sobre intui-
ciones y no se asientan en bases filosóficamente sólidas (“tus intuiciones en
contra de las mías, fin de la historia”). Parte de la motivación del autor por supe-
rar el desafío escéptico de Harman, se debe a su preocupación por establecer
una noción de validez satisfactoria8.
s pertinente subrayar que creer y descreer no-creer-
descreer.


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
b) Principios puente
-
principios puentes que




 
          
creencias?
 -
?
 

           
-


        

-




Wo
no deberías

Wr
tú crees

26
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El principal problema al que los principios puentes propuestos deben enfren-
tarse es la «paradoja del prefacio» expuesta en la primera sección. En particular,
el problema que tiene el principio puente Wo- es que, si lo intentamos aplicar al
caso de la «paradoja del prefacio», el mismo resulta ser demasiado fuerte. Este
principio le pide al agente una revisión estricta en sus creencias forzándolo a: no
creer en todas las creencias sobre tortugas de mar (o no cree A y no cree B), o a
no descreer que todas ellas son verdaderas (no descreer C). Parece que, en prin-
cipio, como he señalado, tal caso muestra que tenemos buenas razones para
seguir manteniendo el patrón de creencias-descreencias y aun así seguir siendo
racionales. Además, como el autor señala, no es voluntario dejar de creer algo: al
menos, quizá, que estemos locos, no puedes tan solo decir ‘bueno, por
supuesto que hay razones competentes para creer esas afirmaciones como
verdaderas, pero no voy a creer en ellas’” (MacFarlane, 2004, 15). Wr+ en sentido
contrario, resulta muy débil. Si bien establece que, en principio, contamos con
razones para que la investigadora se ajuste a que o no cree en alguna afirmación
o cree en la conjunción de sus afirmaciones (o no creemos A o no creemos B o
creemos C), no nos indica cómo efectivamente podríamos llevar a cabo tal modi-
ficación. Es decir, este principio puente no tiene la suficiente fuerza normativa
para indicarle al sujeto qué hacer con sus creencias. Es por esto que MacFarlane
propone la conjunción de ellos.
Si nosotros tomamos Wr+ y Wo- podemos ver cómo deberíamos ajustar nues-
tras creencias en base a las razones que tenemos. Es decir, si bien en el presente
estado, nos parece racional conservar el patrón de creencia-descreencia, eso no
implica que no estemos obligados a revisar nuestras creencias en vistas a restau-
rar la consistencia en algún momento. En última instancia, la inconsistencia no
parece ser racional. En particular, el autor señala que la teórica ‘no está como
debería’ en términos lógicos y que si bien en su estado actual puede tener creen-
cias inconsistentes, él debe en el futuro –a la luz de nueva evidencia– abolir su
estado actual. En virtud de ello, el autor concluye, que la «paradoja del prefacio»
representa un desafío, sólo si uno “niega (o ignora) la posibilidad de obligaciones
en conflicto(MacFarlane, 2004, 14). La respuesta, por tanto, es que debemos
aceptar que hay ciertas obligaciones en conflicto que van más allá de las exigen-
cia puramente lógicas y “que esto significa aprender a vivir con la idea de que las
normas lógicas, no son, (…) ‘estrictas’” (MacFarlane, 2004, 13).
c) Omisión de razones prácticas
MacFarlane, como he desarrollado en la sección anterior, considera que la rela-
27
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Tales razones pueden tener relación con falta de tiempo, habilidad o de otras prioridades en consideración (Cf. Harman, 2002, p.174).
ción entre la lógica y los razonamientos debe ser abordada a través de un estudio
de aquellos principios puentes que logren esclarecerla. En esa medida, la elec-
ción de Wo- y Wr+ resultan de la evaluación de todos aquellos principios genera-
dos, siendo los mismos los más idóneos en términos explicativos. Pese a que
ambos se enfrentan al problema de la «paradoja del prefacio», el autor arguye
que sólo es así, si se asume que no puede haber obligaciones de diferente orden
          
parece relegar a un segundo plano la naturaleza de las distintas obligaciones que

Algunas consecuencias del desafío escéptico
Como señalé al comienzo, la «paradoja del prefacio» muestra una situación
donde el puente entre la lógica y el razonamiento no es fácil de trazar. Considero
que una explicación más natural de las distintas obligaciones
reconocer, junto con Harman, la incidencia de las consideraciones prácticas a la
hora de lidiar con los cambios en las creencias y el requisito de consistencia de
ellas para un agente. La investigación empírica realizada por la teórica sobre
tortugas marinas constituye una razón teórica robusta para su creencia en cada

de su investigación constituyen otra razón para creer que al menos una de todas
ellas no es verdadera. La historia misma de las ciencias muestra que el conoci-
miento que antes se tenía por verdadero, ya no lo es para nosotros, por lo que la
teórica tiene una obligación con respecto a la naturaleza de su propia investiga-

aunque no sepa cuál en un estado actual. Esto la lleva a no creer en la conjun-
ción de todas sus premisas, pese a que es una consecuencia lógica (implicación)
de lo que ella cree. En este punto, hay razones prácticas para que, en su momento
actual, la teórica no revise sus creencias en favor de restaurar la consistencia en
ellas.
Tras haber considerado la «paradoja del prefacio» como una herramienta de
análisis para profundizar el diagnóstico que postula el desafío escéptico de
Harman

abolir este problema incorporando el principio puente Wr+, el cual nos da razo-
nes para revisar nuestras creencias a la luz de las obligaciones que impone Wo-.
Pero consideramos que esto omite el punto central que el desafío escéptico de
Harman
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a la correlación entre los tipos de razones que motivan a los distintos tipos de
razonamientos. En este sentido, la propuesta de MacFarlane no da cuenta del
tipo de razones que pueden intervenir en el cambio razonado de creencias y del
modo en que efectivamente ellas lo hacen. Según lo que hemos reconstruido,
cualquier enfoque satisfactorio sobre la teoría de los razonamientos debe dar
tratamiento a: a). Los tipos de razones que entran a jugar a la hora de revisar
nuestras creencias y; b). El modo en que esos tipos de razones contribuyen a la
revisión.
Ambos parecen ser desideratas para cualquier teoría del razonamiento y los
mismos quedan fuera de la consideración de los sistemas lógicos. Este señala-
miento requeriría de un tratamiento mayor que excede los límites de la presente
investigación.
Conclusión
Nuestro objetivo en este trabajo fue reconstruir el desafío escéptico de Harman
y la propuesta de principios puente de MacFarlane por superarlo. Consideramos
que, el señalamiento de Harman respecto de las razones prácticas que influyen
en los cambios de creencias en los razonamientos teóricos, muestra ciertos lími-
tes a la pretensión de la lógica para ser normativa simpliciter para el razonamien-
to. Dicho límite no debería ser considerado tan sólo como un reconocimiento de
la existencia de obligaciones en conflicto a la hora de elegir qué creencias con-
servar y qué creencias cambiar, sino más bien, como un punto de partida para
cualquier teoría cuyo objetivo sea modelar el racionamiento teórico de los agen-
tes.
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Bibliografía
Harman, G. (2002): “Internal Critique: a Logic is not a Theory of Reasoning and a
Theory of Reasoning is not a Logic”. En Gabbay et al. (Eds.), “Handbook of the Logic
of Argument and Inference” (171-186). North Holland: Elsevier.
MacFarlane, J. (2004): “In What Sense (If Any) Is Logic Normative for Thought?”
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de 2015).
Steinberger, F. (2017): "The Normative Status of Logic", The Stanford Encyclopedia
of Philosophy (Spring 2017 Edition). Edward N. Zalta (ed.). Recuperado de:
https://plato.stanford.edu/archives/spr2017/entries/logic-normative/.