
Salas sigue a Stenius en su interpretación del concepto objeto. Parece ser que
esta interpretación se da por la ambigüedad que aparece en el Tractatus
respecto a este concepto. Para dar mayor peso al argumento, Salas (2004) cita El
diario filosófico de Wittgenstein: “También las relaciones y propiedades, etc. son
objetos” (Salas, 2004, 84), esta última cita pone en aprietos la interpretación de
Copi, ya que para este es contradictorio indicar que las relaciones son objetos
frente.
Ante todo esto, podríamos decir que reina la ambigüedad sobre la explica-
ción. Sin embargo, las relaciones son parte de la forma lógica del objeto. Por lo
tanto, no es un tercer objeto como tal, sino que es una dirección propia del
objeto en la posibilidad de relación. También, debemos tener en cuenta que lo
fijo son los objetos y los estados de cosas son contingentes. Por lo tanto, la rela-
ción entre objetos, que es la estructura de los estados de cosas, estaría en varia-
ción, porque depende de las propiedades externas.
Sin embargo, Salas indica que si una relación no fuese objeto sería imposible
distinguir la dirección de la relación. Por ejemplo, al decir Juan come arroz se
cuentan tres elementos: Juan, arroz y comer. Salas afirma que, si la relación no
fuese objeto, de acuerdo al ejemplo dado no se daría una dirección al objeto
comer, por lo tanto, no se entendería el sentido de la proposición, pues se
podría decir el arroz se come a Juan.
En otras palabras, para Salas es importante incluir la relación como objeto y
no presuponerla, porque si incluimos la relación como objeto, no se hablaría de
Juan y arroz, sino de Juan quien come arroz. Con esto se quiere decir, que la
unión entre dos objetos no implica un solo sentido de relación, sino que la rela-
ción es un objeto que nos permite saber el sentido de la proposición. Siguiendo
lo anterior, el sentido de la proposición parece más concreto al nombrar la rela-
ción comer, si esta relación no se nombra, nos quedarían únicamente dos obje-
tos: Juan y arroz.
Igualmente, si presuponemos la relación, no sabríamos quién es comido,
podríamos decir que el arroz se come a Juan, siguiendo el ejemplo utilizado
hasta el momento. Al ser la relación objeto, sus propiedades internas nos indi-
can la relación que tiene con los otros objetos. Siguiendo el ejemplo Juan come
arroz, entonces, comer sería un objeto que de acuerdo con sus propiedades
internas puede ser relacionado con Juan, como quien come, y al arroz, como el
objeto comido. De esta manera, obtiene mayor claridad la perspectiva de Salas,
puesto que al ser la relación objeto, se conoce el sentido de la oración.
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TRAZOS
AÑO II - VOL I
JULIO 2018
ISSN 2591-3050