¿En qué momento del día reflexionamos acerca de nuestro actuar personal? En
el Chile del siglo XXI esta pregunta puede parecer lejana, poco utilizada, y a
veces sin sentido. Al enfrentarnos ante algún problema, proyectar un nuevo
desafío en el plano laboral o personal puede ser relevante de implementar
para examinar las distintas posibilidades de nuestros actos personales. Ahora
bien, un número significativo de personas examinan el actuar social y personal
de otros individuos, por ejemplo, quienes conducen los destinos del país, los
contenidos y formas de los programas de Televisión, cómo los jóvenes afrotan
sus perspectivas de vida. En estos casos la reflexión es dirigida hacia el actuar
de terceras personas, externas a ella o él, pero que de una u otra manera afec-
tan, cuestionan o interpelan el actuar a nivel social y personal provocando un
rechazo o aceptación. Independiente de la valorización efectuada no se realiza
una revisión interior de lo que hago o lo que voy a hacer en palabras de Jorge
Millas: “La mayoría de la gente no quiere nada con el intelectual ni con la inte-
ligencia. Tomarlos en serio significa amargar la tranquilidad de la rutina”
(Millas, 1975,15).
En este escenario social donde la inquietud por el conocimiento no pertene-
ciente a una estructura formal a ido pérdido vigencia relegando al asombro y
las preguntas sin respuesta a una condición de segundo, tercer o cuarto orden,
el desinterés por parte de la ciudadanía chilena por preguntarse por el por qué
Instituto de Teología ,
Universidad Católica de la
Santísima Concepción
Contacto:
jhuilinir@filosofia.ucsc.cl
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ISSN 2591-3050
LA IMPORTANCIA DE LOS
ACTOS HUMANOS EN LA
SOCIEDAD CHILENA DEL
SIGLO XXI. UNA REFLEXIÓN
SOBRE LA APERTURA AL
OTRO
Javier Antonio Huiliñir Curío
de sus acciones puede estar asociado a la estabilidad de vida en términos eco-
nómicos. En la actualidad Chile no se ha visto afectado por una crisis enconómi-
ca. Entre los paises Sudaméricanos se caracteriza por dar garantías y generar un
buen pasar de vida evidenciado por el acceso a distintos tipos de bienes. Sin
embargo, detrás de esta estabilidad se esconde falta de preocupación, una
escasa búsqueda en otorgar importancia al por qué del actuar personal y social
junto con la no valorización de poder entrar en estas materias de discusión. Se
asume así la pérdida de espacios para dilogar estos temas, poco interés por
hacer uso de distintos espacios sociales en los cuales se puede interacturar,
bajo compromiso en la ciudadana con su rol de su ciudadano, desintrés en los
ambientes educacionales por instalar estas temáticas generando desmotiva-
ción y despreocupación por reflexionar sobre la importancia de nuestras accio-
nes acciones desde lo personal y comunitario (Cordua, Torreti, 2017).
A partir de esta problemática se puede redescubrir el rol de la filosofía en
Chile y valorar la apertura a un otro. En los planes y programas de la Educación
Chilena secundaria se sigue discutiendo si se debe implementar la asignatura
de filosofía en los dos últimos años a nivel técnico profesional y científico
humanista. A lo largo de la historia de la humanidad, el quehacer filosófico se
ha caracterizado por una constante búsqueda de posibles respuestas motivadas
por las inquietudes surgidas desde el actuar de cada persona. En efecto, las teo-
rías filosóficas construyen postulados que recogen reflexiones de distintas
temáticas y son utilizadas de apoyo para múltiples áreas de estudio, no obstan-
te, en Chile aún no se logra valorar este enfoque filosófico multidisciplinario.
Existe un cuestionamiento a nivel social y Educacional del por qué y para qué de
la filosofía con lo que se dificulta el examen crítico-reflexivo de nuestras accio-
nes y se hace más lejana la pregunta ¿Por qué las personas no reflexionan
respecto a la importancia de su actuar personal y social? (Giannini, 2007).
Para afrontar esta interrogante una primera aproximación es reflexionar
respecto a la despreocupación por pensar las acciones que están construyendo
la vida personal. Las personas realizan una serie de actos durante su diario vivir.
Por ejemplo: desde que un individuo se levanta hasta que finaliza su jornada se
efectúan variadas actividades, cada una de las cuales puede ser calificada con
mayor o menor grado de importancia. Esta valoración es realizada por cada
sujeto generando un accionarse de forma habitual, rutinaria y constante, pero
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en ciertas ocasiones solamente se ejecuta y preguntarse ¿por qué lo realizamos?
No es algo habitual y necesario, por el contrario, el ritmo de vida se comprende
desde esta dinámica del hacer por el hacer sin hacer utilización del pensamien-
to reflexivo-crítico por falta de tiempo, cansancio y desinteres.
Por otra parte, el filósofo Chileno Humberto Giannini en su obra “La metafísica
eres tú” invita al lector a redescubrir su actuar en términos sociales bajo el
siguiente enfoque:
“Todas las personas que conforman una sociedad puedan desafiarse a valorar la
importancia de su actuar, es decir, estar constanemente re-pensando los actos
desde una actitud reflexiva y crítica sobre lo que se realiza en lo cotidiano de nues-
tras vidas. En estos términos se hace un enfásis es el constante incentivo a la
búsqueda del por qué y para qué del actuar humano inserto en una sociedad”
(Giannini, 2005, 38).
Este enfoque tiene como elemento principal poder pensarse a uno mismo y
también ayudado de los otros. Aquellas personas externas no nos deben resul-
tar ajenos, si bien es cierto no se les conoce en profundidad la interacción con
ellos ayudará para profundizar respecto a su identidad y valorar el sentido de
realizar acciones comunitarias en pos de una sociedad más justa donde el indi-
vidualismo no sea el actor princpial. El sentido del por qué en término sociales
es valorar la acción humana desde el sentido de comunidad. La comunidad
ayuda, anima, escucha a quien es parte de un determinado grupo social e invita
a descubrir el para qué del actuar en términos personales y salir de estructuras
preconcebidas para descubrir por medio de una acción con objetivo común
otras formas de comprender la realidad produciendo una reflexión respecto de
los actos humanos.
La apuesta por descubrir la apertura a un otro. Es importante examinar y pre-
guntarse ¿Quién es el otro para mí? ¿Valoro al otro o lo instrumentalizo en fun-
ción de mis necesidades? ¿La figura del otro es imporante a nivel social y perso-
nal? En Chile es recurrente utilizar la expresión “conocido” al momento de esta-
blecer relaciones con un otro. Este adjetivo se emplea para calificar que este
otro es alguien con quien se comparte, se interactúa desde límites, pero si en
algunas situaciones es posible benefiiciarse de ella o él se procede a dicho
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beneficio. Lo anterior, puede generar una relación utilitarista, es decir, valoro al
otro en función de lo que me sirve para conseguir un determinado fin sin nece-
sariamente estar involucrado en mis acciones cotidianas. Es Aquí donde se pro-
picia el espacio para contrastarnos respecto al otro y el lugar que este ocupa en
nuestro actuar. Es válido poder tener una postuar ajena, distante e incluso de
no-necesidad, pero también es posible aceptarlo como un alguien que es igual
que yo, produciendo y activando la apertura a conocerlo tal cual es, sin prejui-
cios, barreras y desde una actitud de escucha y confianza en pos de construir
relaciones humanas que puedan favorecer la construcción de una sociedad
Chilena más humana, libre de prejuicios, aceptando las diferencias de pensa-
miento y la riqueza en lo diverso de cada estilo de vida, contribuyendo a los
distintos contextos sobre los cuales se establecen nuestras acciones (Contreras,
2012).
Iván Jaksic en el año 1985 realizo una entrevista a Humberto Giannini donde
el filósofo señala: “una filosofía que no le hable al tiempo en que uno vive es
una filosofía muerta, y en ese caso yo no la estudio”. La acción cotidiana realiza-
da por cada persona está en estrecha relación con la búsqueda de un determi-
nado fin. Es así como cada individuo proyecta distintos fines personales, pero
también, cuando redescubre sus actos en la sociedad, es decir, en interacción
con un otro, se activan los bienes comunes (educación, salud, vivienda, espacios
públicos, entre otros) evidenciando el poder reflexionar y no dejar de lado este
importante tema. Por lo tanto, surge un gran desafío para el Chile del siglo XXI
puesto que es necesario asumir el carácter de necesidad y urgencia de esta pro-
blemática con el objetivo de retomar caminos de diálgo y espacios de encuentro
donde se pueda compartir el día a día de nuestras acciones, así como también,
aprender a escuchar y escucharse desde la confianza y apertura hacia un otro.
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Bibliografía
Contreras, B. (2012) La sabiduría práctica en la ética de Paul Ricoeur. Editorial
FILOSOFÍA UC, Santiago de Chile.
Cordua, C., Torreti, R. (2017) Perspectivas. Editorial EDICIONES UDP, Santiago de
Chile.
Giannini, H. (2005) Breve historia de la filosofía. Editorial CATALONIA, Santiago de
Chile.
Giannini, H. (2007) La metafísica eres tú. Editorial CATALONIA, Santiago de Chile.
Millas, J. (1985) Introducción a la filosofía. Editorial UNIVERSITARIA, Santiago de
Chile.
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