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TRAZOS - AÑO VI – VOL.I – JULIO 2022 - e-ISSN 2591-3050
EDITORIAL
INSUMOS
DE LA ANTIGÜEDAD:
LECTURAS CREATIVAS
DESDE FILOSOFÍAS
CLÁSICAS
La losofía construye en movimiento de
redenición permanente sobre el suelo
de lo previo.
C. Mársico
Retomar la danza con las palabras antiguas, que los pies descansen sobre
el suelo en algún punto: tomamos a Platón como a un ventrílocuo, no sabemos
quién impone el tempo ¿Seremos acaso nosotrxs desde este extremo del círculo
marcando la velocidad de la música? ¿O serán las ruinas de los antiguos? Segui-
mos bailando entre preguntas y vaivenes, sobre un islote que se hizo gruta. Le
inventamos una operación siguiendo la necesidad de sobrevivir-nos. Llámese
ahora cueva, puente, refugio.
En un ejercicio que implica una exión de la memoria, quisimos indagar
a los discursos circulantes acerca de cuáles eran aquellos insumos que se to-
maban de la antigüedad para hacer de balsa. Emergen, entonces, las guturales
voces de pensadores canónicos, aquellos que fueron tomados como puntos
arquimédicos del pensamiento occidental. Se trata/trató de una decisión cuyos
criterios resultan ser objeto de estudio para la historiografía actual: ¿Por qué
recuperar aquellas sendas y no otras? ¿Por qué tejer urdimbres con aquellos
hilos, los socráticos, los platónicos y aristotélicos? ¿Quiénes ocupaban los lu-
gares de la marginalidad? ¿Podrían aquellos ser motivo y morada de lecturas
creativas? ¿Por qué hablar de Tales en lugar de Lao Tse? ¿Y si nuestra tradición
se remontara a otros espacios (en el mapa)? Si seguimos el ejemplo del mile-
trazos - revista de estudiantes de filosofía - año vi - vol. i. - julio 2022
 - - e-ISSN 2591-3050
http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/trazos/
https://trazosrevistadefilosofia.wordpress.com/
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sio, podemos danzar con las estrellas hasta caer en un pozo, ¿Podemos caer en
un pozo? ¿Hay algo nuevo bajo el cielo? ¿Conocemos con exhaustividad lo que
creemos pasado?
Un tema inquietante: las losofías y sus épocas. La Antigüedad, ese océa-
no donde naufragar cual Odiseo camino a Ítaca ¿Cómo naufragar a través de
lo antiguo? A grandes rasgos, existen al menos tres modos de disponernos al
(des)encuentro. Uno teñido por el anhelo de un tiempo ya perdido que busca
su reactualización; una pesada herencia que sofoca todo nuevo nacimiento, o
bien, un anclaje no determinante con nuestro ahora. Un ujo constante y vital,
en tanto que continúa produciendo efectos hoy, quizás sea la imagen más ase-
quible para abordar las tensiones irresolubles que atraviesan el pensamiento
losóco en general, y del mundo antiguo en particular.
No pretendemos un paseo sin ciclones, naufragar conlleva dar hasta la vida,
hacer acampes intermitentes, e incluso el olvido y redenición del destino car-
gado en el GPS. Nos preguntamos, ¿dónde radica la novedad al naufragar entre
palabras? ¿Cuál es el valor de las relecturas? Ahí es donde recurrimos a la crea-
tividad. Es común suponer que la Filosofía Antigua reposa debajo de produccio-
nes posteriores, tal como los sentidos se van encallando, aglutinando o acumu-
lando en los términos. Tal es así que la losofía pareciera estar compuesta por
una serie constante de repeticiones de términos cuyo anclaje es rastreable por
debajo de lo que se erige como novedad. Es difícil, por ejemplo, pensar en el bi-
nomio lósofo - poeta sin incurrir en la famosa sentencia (o condena) platónica
expresada en el Libro X de La República. Tenemos la sospecha de que no tiene
caso, por un lado, querer evadirse del recorrido histórico de los términos con los
que hacemos hoy reexión losóca, ni el aferrarse a las apreciaciones antiguas
como si de una verdad primigenia se tratara, por otro.
Cabe recordar la salida pautada a dicha tensión. En la tradición, dicho bi-
nomio fue sacricado a n de dar lugar a la primacía del lósofo, amigo y único
conocedor de la verdad; y, así, distanciar de la vida pública a quienes aun ha-
ciendo uso de la palabra, se alejaban de la verdad que la razón discursiva era
capaz de aprehender. Un sucinto recordatorio de cómo el logos fue triunfando
en nuestra historia, doblegando y subordinando lo no idéntico a sí a un segun-
do plano. Sin embargo, aquí mismo vale recordar también que, siendo Platón
quien enunció la condena, nunca logró renunciar al ropaje poético en su obra.
Sin esta dimensión, gran parte de sus reexiones se tornan crípticas e incapaces
de ser digeridas por la mera razón, precisamente por exceder los límites de lo
racional discursivo. Pocxs se atreven a revitalizar la tensión del binomio, el cual
tradicionalmente es resuelto —o disuelto— en la opción por la razón; aún a sa-
biendas de que el mismo maestro que expulsó a los poetas de la polis, fue inca-
paz de renunciar a los caminos y posibilidades trazados por la lengua de los poetas.
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Un binomio equiparable al evocado podría ser el siguiente: logos - poié-
sis (o incluso uno más contemporáneo razón - locura), en tanto especica los
modos en que uno, el lósofo, y otro, el poeta, comprenden la vida, y en conse-
cuencia la viven: Poiesis, término antiguo que gira en torno a la labor de manu-
facturar cosas creativa y artesanalmente. Sospechamos que es en el modo de
hacer reexión donde radica la novedad posible. Cuando losofamos, es decir,
en el ejercicio mismo de reexionar, decidir los modos es una decisión política.
Aún hoy, el peso está puesto en inducirnos a identicarnos en el rigor lógico y
racional —instrumento necesario, pero no exclusivo del quehacer losóco—,
antes que en el disfrute/padecimiento que engendra el habitar una tensión.
Toda lectura/escritura es política: marca, produce efectos, semantiza cuerpos,
cosas, vidas.
Si el mundo antiguo es susceptible de relecturas, y deseado como espacio
de nuevas producciones, es gracias a su potencial poético, siempre abierto a
reconguraciones que trascienden la mera lectura correcta y lineal sobre lo pa-
sado. Una suerte de materia oscura proteiforme que, antes de fundar y clausu-
rarse cual sistema cerrado, es condición de posibilidades para la invención por
presentarse como obra inconclusa. El mundo antiguo es un gran teatro donde
escenicar la vida, una obra con elenco y guiones en tensión continua.
Pensamos en ejemplos de actualizar el sentido, en autores que usen con-
ceptos antiguos para amordazar nuestra contemporaneidad. El maestro Horst
Matthai Quelle hace énfasis en un modo verbal: la diátesis media; esta indica
una dependencia donde sujeto, acción y objeto están íntimamente implicados.
Este modo dual se reere a acciones que recaen sobre el propio sujeto, el cual
no sólo la realiza, también es el destinatario del efecto (por ejemplo: disfrazar-
se). No hay separación entre sujeto y objeto, ni la distancia con respecto a la na-
turaleza (φΰσις). Este modo reexivo es de escaso uso en la actualidad, y según
este lósofo, contribuye al alejamiento del mundo y la constante disconformi-
dad en el habitar. Al concebir al cosmos como algo propio, se abre la posibilidad
de la contemplación y el cuidado.
Es a la creatividad a lo que recurrimos para suponer que las lecturas no se
agotan, que toda producción losóca puede ser un insumo para reexiones
alternativas. La creatividad, esa nota propia del poeta, puede ser la clave para
revitalizar el binomio herido. Entonces la Antigüedad es capaz de múltiples for-
mas de revitalización, resignicación o reexión losóca, y aún más: pensamos
que no son las ideas o los conceptos, los términos o los problemas los que
permanecen; sino más bien la posibilidad de éstos de ser relacionados creando
nuevos mundos. Generar otros pivotes ingeniosos que provoquen otras lecturas
contemporáneas y menos autopsias losócas que solo clasican lo pasado
cual muestrario inerte.
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Por ahora, nos animamos a responder que la novedad radica en la lectura/
escritura creativa, ese azaroso impulso de leer a contrapelo, al revés, de leer mal,
de torcer las palabras, de hacer decir otra cosa a la misma palabra, de profanar
los sagrados sentidos unívocos, y de ejercitar la losofía en suelos movedizos. A
n de cuentas, volver a bailar al son de las tensiones.
Comité Editorial