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TRAZOS - AÑO VI – VOL.II – DICIEMBRE 2022 - e-ISSN 2591-3050
LE DIJE A ELLOS EN
LUGAR DE LES DIJE A
ELLOS: DESPRONOMI-
NALIZACIÓN DEL
CLÍTICO DATIVO
LE DIJE A ELLOS
INSTEAD OF LES DIJE A
ELLOS: DEPRONOMINA-
LIZATION OF THE
SPANISH DATIVE CLITIC
María Lourdes Graffigna Garcés
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Recibido:    
Aceptado:     
trazos - revista de estudiantes de filosofía - año vi - vol. ii. - diciembre 2022
 - - e-ISSN 2591-3050
http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/trazos/
https://trazosrevistadefilosofia.wordpress.com/
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TRAZOS - AÑO VI – VOL.II – DICIEMBRE 2022 - e-ISSN 2591-3050
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Resumen: El propósito de este trabajo es exponer un análisis de los factores
lingüísticos que motivan la pérdida de concordancia en plural del clítico da-
tivo en contextos de duplicación del objeto indirecto. Se analizó un corpus de
fuentes escritas proveniente del español de distintas provincias de Argentina
de los años 2019-2020. La hipótesis consiste en que la pérdida de concordancia
se produce mayoritariamente cuando los distintos elementos de la cláusula,
en particular, el participante que la gramática tradicional describe como objeto
indirecto, no posee sus características prototípicas denitorias, cuando el ha-
blante requiere un mayor procesamiento cognitivo para conceptualizar dicho
participante y cuando el contexto lingüístico resiste la exión de le/s. Dicha
hipótesis parte de la evidencia de que el clítico le se ha despronominalizado, es
decir, ha perdido su capacidad anafórica para convertirse en una partícula que
anticipa la presencia de un objeto indirecto.
Palabras clave: GRAMÁTICA – OBJETO INDIRECTO – PRONOMBRE
Abstract: The aim of this paper is to show an analysis of the linguistic factors
that motivate the lack of agreement in plural of the Spanish dative clitic in a
context of duplication of the indirect object. A corpus of written Spanish sources
from different provinces of Argentina in 2019-2020 was analyzed. The hypothe-
sis is that the lack of agreement is produced mainly when the different clause
elements, particularly the one that traditional grammar describes as indirect
object, do not have their prototypic characteristics, when the speaker requires
a greater cognitive process to conceptualize the indirect object, and when the
linguistic context resists the exion of le/s. This hypothesis has its basis on the
evidence that the Spanish clitic le is depronominalized, in other words, it has
loosed its anaphoric ability to be a particle that anticipates the presence of an
indirect object.
Keywords: GRAMMAR – INDIRECT OBJECT – PRONOUN
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Introducción
Desde una perspectiva formalista, una regla de concordancia del español es
que los pronombres átonos dativos deben concordar en número y persona con
el sintagma del preposicional del objeto indirecto (de ahora en más OI) (Com-
pany, 2006; RAE, 2009: 35.2j). Sin embargo, esta regla de concordancia no funcio-
na en determinados contextos, ya que el sintagma de OI plural suele co-ocurrir
con un pronombre átono singular (“le dije a mis amigos frente a “les dije a mis
amigos”). Dicha construcción presenta una alta frecuencia de uso, tanto en con-
textos informales como formales, lo que lleva a suponer que el hablante no lo
percibe como un uso incorrecto, sino que más bien es una estrategia lingüística.
Por tanto, este trabajo apunta analizar el uso de dicho fenómeno. Para abor-
darlo, se parte de una perspectiva funcionalista de la lengua, estudiando emi-
siones reales de hablantes. Esto se logra a partir de un corpus representativo
del español actual (2019-2020) de Argentina. Las fuentes son diversas, incluyen
tanto textos formales como artículos periodísticos y propagandas, y textos in-
formales, por ejemplo, mensajes instantáneos de redes sociales. Dicho corpus
incluye un total 250 casos. A n de comparar y contrastar las frecuencias de uso,
125 casos representan la no concordancia y 125 la concordancia entre clítico y
sintagma de OI. Las fuentes son únicamente escritas, puesto que la oralidad
presenta la ambigüedad de /s/ con respecto a la aspiración y a la elisión de
este.
La hipótesis indica que la pérdida de concordancia se produce mayorita-
riamente cuando los distintos elementos de la cláusula, en particular el OI, no
poseen sus características prototípicas denitorias, cuando el hablante requie-
re un mayor procesamiento cognitivo para conceptualizar dicho participante y
cuando los distintos elementos de la cláusula resisten la exión de le/s.
1. Marco teórico
El enfoque cognitivo prototípico (Langacker, 1987; Cuenca y Hilferty, 1999)
considera que el estudio del lenguaje no puede separarse de su función cog-
nitiva y comunicativa, lo cual impone un enfoque basado en el uso. El lenguaje
tiene un carácter inherentemente simbólico y su función principal es signicar.
La sintaxis, en este sentido, es el resultado de perlar ciertos rasgos semánticos
y pragmáticos contra otros (Company, 2003; Hopper, 1987). El hablante busca ser
comprendido para que lo comunicado sea eciente y exitoso, mientras que el
interlocutor debe inferir un mensaje coherente, ya que este presenta presuposi-
ciones, usos metafóricos, huecos informativos, etc. (García, 1975; Company, 2003).
Cada vez que se produce un enunciado, se emplean categorías, ya sean de
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sonidos, palabras, cláusulas o conceptos. La categorización, para la Lingüística
Cognitiva, es el proceso mental básico para la organización del pensamiento. Las
capacidades especícamente humanas (neurosiológicas y perceptivas) juegan
un papel fundamental en la categorización. En la lengua, las categorías son es-
pacios exibles, redenibles y manipulables de manera creativa por los hablan-
tes. Las formas lingüísticas constituyen, por lo general, un continuum categorial
tanto entre categorías como al interior de las mismas, con zonas centrales y
zonas periféricas. La conexión entre los distintos miembros de la categoría se
produce por asociación o extensión metafórica (Lakoff, 1987; Company, 2003).
Desde este enfoque, la transitividad es la cualidad de una cláusula que
muestra que una actividad es transferida desde un agente a un paciente. Una
cláusula con alto grado de transitividad será armativa; tendrá al menos dos
participantes; expresará una acción denotada, télica, inmediata, real, volitiva; el
objeto estará afectado; y los participantes serán individualizados y tendrán ca-
racterísticas de agente. Por consiguiente, cuantas más propiedades de las men-
cionadas tenga una cláusula, mayor será su grado de transitividad (Hopper y
Thompson, 1980).
Otro concepto pertinente en este trabajo es el de gramaticalización, de-
nida como un proceso hacia la abstracción que convierte íconos en símbolos,
mediante el cual las formas en el transcurso del tiempo adquieren signicados
abstractos y polisémicos (Mc Mahon, 1994 en Company, 2003). Es, además, de-
nida como la jación de estrategias discursivas (Traugott, 1982).
Por último, Gibson y Pearlmutter (1998) proponen el concepto de limitación
de localidad, que provoca que el hablante preera una interpretación asociada
con un elemento cercano antes que con uno lejano. Mientras mayor sea la dis-
tancia entre una palabra y el elemento del que depende, mayor será el costo de
integración. Mientras más extenso sea el tiempo en que una categoría se deba
mantener en la memoria antes de reunirse el elemento del que depende, mayor
será el costo para mantener esa predicción.
1.1. Pérdida de concordancia entre el clítico dativo y su sintagma plural
La pérdida de concordancia entre el clítico dativo y su sintagma de OI plural
ha sido caracterizada desde varias perspectivas. Según Alarcos (1994), se trata
de una inmovilización en número. Además, indica que le siempre precede al OI
léxico y que, en caso contrario, siempre se mantiene la concordancia. Si bien ad-
mite que este uso se está extendiendo, recomienda mantener el uso tradicional.
Para Keniston (1937 en Company 2006) es una asimilación a la invariabilidad de
las otras formas pronominales de dativo que existieron, como ge y se. Rodríguez
Martín (1949 en Company, 2006) apunta a la proximidad semántica del OI al su-
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jeto: “se trata de un sencillo error de óptica intelectual, que nos hace trastocar
los lugares de objetos y sujetos: ‘dale recuerdos a todos, ‘dale tú’”. Rini (1988 en
Company, 2006) considera que se trata de un arcaísmo sintáctico, equiparable al
antiguo uso de me por nos y te por os.
Si bien este fenómeno aparece con cierta frecuencia a partir del siglo XVI
(Company, 2006), no ha sido considerado gramatical por diversos autores. Algu-
nas gramáticas tradicionales (RAE, 1973: § 3.10.4d; Gili Gaya 1980: § 174) calican
la no concordancia como “incorrección”. Incluso es considerado como un vulga-
rismo que atestigua un bajo nivel de cultura en el hablante (Beinhauer, 1968 en
Company, 2006). Por su parte, la RAE (2009: 35.2k) aconseja mantener la concor-
dancia entre clítico y sintagma OI en registros formales.
La gran frecuencia de la duplicación de OI ha provocado que el clítico dativo
pierda su capacidad anafórica. Cuando el pronombre dativo de tercera persona
no concuerda con un referente plural, el clítico tiende a despronominalizar-
se, ya que no puede interpretarse gramaticalmente como un pronombre pleno
duplicador de un complemento, y adquiere así una función semejante a la de
anunciador de un objeto. De esta manera, se modica no solo la función gra-
matical del pronombre, sino que también el clítico se redene como marca de
concordancia, casi ajada al verbo, que realiza la concordancia entre el verbo y
el OI. Esta partícula no marca número, sino caso dativo, indicando en el núcleo
verbal la presencia de este argumento (Huerta Flores, 2005).
De lo anterior se desprende que en la actualidad la forma le tiene diversos
usos. Es utilizada para signicar un OI, para conceptualizar un caso acusativo
(leísmo) y para representar un dativo no argumental (tal son los casos de inter-
jecciones del tipo “dale” o expresiones no verbales como “épale”). A estos usos
se suma anticipar la presencia de un OI en la cláusula en OI duplicados, como
ocurre con la pérdida de concordancia. Esta multiplicidad de usos indica que su
signicado es impreciso. Mientras más impreciso es el signicado de una forma,
más probable es que dicha forma pueda ser utilizada en diferentes contextos y
así se provoque un cambio lingüístico.
El fenómeno de la pérdida de concordancia tiene un uso más extendido en
América que en España (Alarcos, 1994; Alcina y Blecua, 1995; Kanny 1964; Soler,
1992 en Huerta Flores, 2005). Se ha observado que aumenta el uso de la pérdida
de concordancia con OI de cosa frente a los que reeren a humanos y que hay
más frecuencia de uso cuando el clítico le precede al sintagma de OI. Si el orden
es el inverso, decrecen notablemente los casos de discordancia (Alcina y Blecua,
1975; RAE, 2009: 35.2k).
Huerta Flores (2005) analiza a través de textos orales y escritos del español
de México del siglo XX los factores sintácticos, léxico-semánticos y pragmáticos
que motivan la pérdida de concordancia del clítico dativo plural con su sintag-
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ma nominal. Examina seis factores que parecen ser los motivadores de la falta
de concordancia: la animacidad del OI, el carácter concreto o abstracto del OI,
la expansión del sintagma nominal del OI, los papeles semánticos del OI, la
coaparición de un objeto directo (de ahora en más OD) y la centralidad del OI
en el evento. Muestra que a medida que el OI se distancia de sus rasgos pro-
totípicos, se atenúa su jerarquía como entidad topical y requiere una marca de
concordancia ajada al verbo. Según su análisis, la pérdida de concordancia se
ve motivada por OI inanimados y abstractos, la expansión del sintagma nominal,
OI receptores, la presencia de un OD y OI no centrales en el evento discursivo.
Agrega que, en menor medida, el orden OI-V motiva la pérdida de concordancia,
pero también se está extendiendo al orden OI-V. Concluye que el clítico de OI ha
sufrido un proceso de gramaticalización, dejando de ser un pronombre átono de
tercera persona para ser una marca de concordancia verbo-objeto, cuya función
es anunciar el OI.
Barbeito (2017), por su parte, estudia la ausencia entre el pronombre dativo
y su sintagma nominal en esquemas verbales ditransitivos desde el enfoque
cognitivo prototípico con un corpus del español rioplatense. Analiza la varia-
ción con respecto a la animacidad del OI, el número del OD y el orden del OI
con respecto al verbo. Concluye que el número del OD no es un factor deter-
minante para la presencia o ausencia de la concordancia. No obstante, el rasgo
inanimado del OI y la posposición del sintagma de OI con respecto al verbo sí
son factores relevantes para la pérdida de concordancia. Además, indica que
mientras mayor sea la distancia entre el sintagma de OI y el pronombre dativo,
mayor será la tendencia a duplicar el OI plural con un pronombre en singular. En
general, cuando se presenta una anteposición del OI, hay menor distancia léxica
entre este y el pronombre, mientras que cuando se pospone, la distancia entre
ambos es menor y crece la posibilidad de usar un pronombre singular para un
referente dativo plural.
En síntesis, Huerta Flores (2005) y Barbeito (2017) concuerdan en que la
pérdida de concordancia en plural del clítico dativo de tercera persona es un
fenómeno frecuente en las variedades del español analizadas por las autoras.
Los factores que pueden motivar dicha alternancia son múltiples, siendo los
más concurrentes el carácter inanimado del OI y el orden V-OI.
2. Metodología
El enfoque de este trabajo es mixto, cualitativo-cuantitativo, a n de mos-
trar la frecuencia de las variables dependientes (la pérdida de concordancia y la
concordancia del clítico dativo y el sintagma de OI) en relación con las variables
independientes. Estas últimas son la posición enclítica o proclítica de la forma
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le, el carácter +/- animado del OI, la posición del sintagma de OI con respecto
al verbo, la presencia o ausencia de un objeto directo (OD) y el número del OD
(solo en casos donde este participante esté presente como sintagma nominal).
A partir de esta relación, se identica el contexto más recurrente de cada varia-
ble para explicar sus motivaciones.
El corpus consiste en 250 casos, 125 de los cuales representan la pérdida de
concordancia y 125 la concordancia entre el clítico dativo y el sintagma de OI.
Son casos de distintas provincias de Argentina, por lo que no se restringe a una
zona del país. Los casos corresponden a diversos géneros discursivos. Son todos
escritos ya que /s/ es ambiguo con respecto a la aspiración y la elisión. Además,
el corpus no incluye enunciados descriptos como leístas.
3. Resultados
Como se mencionó en el apartado anterior, se correlacionó la frecuencia
absoluta de pérdida de concordancia y la concordancia entre clítico y sintagma
de OI con el carácter enclítico/proclítico del pronombre, el rasgo +/- animado
del OI, la posición del sintagma OI con respecto del verbo, la presencia/ausen-
cia del OD y el número del OD. A continuación, se muestran los resultados según
las variables mencionadas.
3.1. Dativo enclítico vs. dativo proclítico
Uno de los parámetros que parece tener relevancia en la pérdida de con-
cordancia es la posición de la forma le como enclítica. Esto se debe a que en
algunas construcciones los pronombres proclíticos tienen un mayor grado de
libertad sintáctica que los enclíticos. Por ejemplo, los verbos personales coor-
dinados, que sugieren una acción continuada o repetida, comparten a veces un
mismo pronombre proclítico. Tal es el caso de “le molesta y disgusta. Los en-
clíticos, en cambio, no admiten la coordinación de sus bases (RAE, 2009: 16.7d).
Por ello, se espera que mientras más jo sea el contexto sintáctico, más
probable será que su número sea invariable. Si el clítico dativo aparece enclí-
tico al verbo, tendrá menor prominencia y participación en la cláusula, lo que
provocará que se desgaste su capacidad anafórica, cumpliendo únicamente una
concordancia objetiva verbo-objeto. Por el contrario, cuando se presente como
proclítico, será más probable que concuerde en número con su sintagma OI
plural. La Tabla I muestra las frecuencias absolutas según aparezca le como pro-
clítico o como enclítico.
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Tabla I: No concordancia vs. concordancia en relación con la clisis del pronombre dativo
Los datos muestran que los enclíticos en el parámetro ‘No concordancia
presentan una preferencia altísima (69,35 %) con respecto a los proclíticos. Por
otro lado, la cantidad de casos proclíticos en contextos de concordancia tam-
bién presenta una ventaja (56,38 %) con respecto a los casos enclíticos. El odds
ratio es un valor elevado, indicando la importancia de la enclisis en la pérdida
de concordancia entre la forma le y el sintagma OI y la proclisis en la concordan-
cia entre dichos elementos. Los ejemplos de (1) muestran la pérdida de concor-
dancia del pronombre dativo, tanto enclíticos como proclíticos.
(1)
a. [...] Si notás algo irregular o si obstaculizan de cualquier manera tu
derecho a votar, avisale a los scales de Juntos por el Cambio [...] (Twitter
[@mauriciomacri]. 24 de octubre de 2019).
b. Adriana Ginestar: “Debemos darle importancia a las situaciones vio-
lentas” (Radio UNSJ. 6 de marzo de 2020).
c. Según el banco mundial Argentina es el 2do país en el mundo que
más impuestos le cobra a las empresas (Propaganda del Partido Libertario
San Juan. 2019).
d. Uñac le conrmó a sus ministros que siguen, pero por dos años (El
Canillita Digital. 28 de noviembre de 2019).
En los ejemplos (1a) y (1b), el clítico dativo se encuentra unido al verbo
como sujo, como una forma lexicalizada invariable. Resulta interesante que
ambas cláusulas donde se encuentra el clítico son exhortaciones. En el ejemplo
(1a) es llamativo que el pronombre está inmediatamente antes del sintagma
preposicional, lo cual no favorecería el concepto de limitación de localidad de
Gibson y Pearlmutter (1998), ya que en la cláusula la forma le y el sintagma de OI
se encuentran en una posición inmediata, pero no concuerdan en número. En el
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caso de (1b), donde se presenta la locución verbal darle importancia, resultaría
extraño hacer la concordancia en número. Es probable que esto se deba a que
las locuciones imponen una forma invariable. La poca libertad y la rigidez de la
estructura de la locución provocan que el clítico pierda su capacidad de con-
cordar en número para anticipar la presencia de un OI en la cláusula. En el caso
de (1c) y (1d), la forma le está proclítica, por lo que es posible que otros factores
estén incidiendo en la pérdida de concordancia. Resulta llamativo que el OI
aparece inmediatamente después del verbo, lo cual demuestra que la distancia
léxica tampoco es un factor relevante en estos casos.
3.2. OI inanimados vs. OI animados
Se espera que cuando el referente del OI posea el rasgo animado (una de
sus características prototípicas) el clítico y el sintagma OI plural estarán concor-
dando en número. Mientras que cuando el referente del sintagma OI plural sea
inanimado, es más probable que se pierda la concordancia.
Para denir la animacidad del OI, no solo se tomaron en cuenta aquellos
sintagmas que designaban un ser animado, sino también aquellos que se re-
eren a seres animados mediante una metonimia, por ejemplo “las provincias”
por los gobernantes de las provincias, “River y Boca” por los integrantes de los
clubes, “los sectores productivos” por las personas que trabajan, entre otros. La
Tabla II ilustra la cantidad de casos de no concordancia y concordancia del clíti-
co dativo con su referente plural según si el OI es inanimado o animado.
Tabla II: No concordancia vs. concordancia en relación con el rasgo +/- animado del OI
Según los datos de la Tabla II, del total de los casos hay más frecuencia
de OI animados, tanto en la no concordancia como en la concordancia; solo 12
casos presentaron OI inanimados frente a 238 casos con OI animados. Esto es
esperable ya que el prototipo del OI presenta el rasgo animado. Por su parte,
dentro de los OI inanimados, la tabla muestra una gran diferencia entre los ca-
sos de la no concordancia y de la concordancia. Únicamente en el 16,66 % de los
casos concuerda el clítico dativo en número con el sintagma OI plural, mientras
que el 83,33 % no presenta concordancia de número. Estos datos favorecen la
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hipótesis, pues el rasgo inanimado muestra un factor determinante para la pér-
dida de concordancia del clítico dativo.
Con respecto al OI animado, no hay una diferencia notable entre la concor-
dancia y la no concordancia. Por consiguiente, la hipótesis de que los OI anima-
dos motivan que el clítico concuerde con su sintagma OI no parece afortunada.
No obstante, es importante destacar que, según los datos, la no concordancia
también se usa en gran medida con rasgos prototípicos del OI, en este caso la
animacidad. A continuación, se muestran algunos ejemplos del corpus:
(2)
a. Le ponen nombre a las plazas porteñas (Titular de A24. Mayo de 2019).
b. Aseguraron que los sanjuaninos le faltaron el respeto a los muertos
(Facebook de Diario Huarpe. 28 de noviembre de 2019).
c. Freddie Mercury le sigue mandando regalos de Navidad a sus amigos
(La Viola. 25 de diciembre de 2019).
d. Falleció
Don Martínez, el abuelito sanjuanino que le daba lo poco que
tenía a los callejeritos (Diario Móvil. 8 de agosto de 2019).
En la oración (2a), el OI no es animado pues presenta lugar: las plazas por-
teñas. La oración (2b) muestra un OI explícitamente inanimado: los muertos. Si
bien tiene el rasgo de especicidad, que también es parte de los rasgos proto-
típicos del OI, la inanimacidad en este caso parece ser más importante al no
concordar en número con el clítico dativo. Ambos casos estarían abonando la
hipótesis según la cual, el rasgo inanimado motiva la pérdida de concordancia.
Como ya se mencionó anteriormente, la inanimacidad es un rasgo que hace
que el participante del OI se vea opacado, lo que provocaría que el clítico sim-
plemente sirva como marca de anticipación del OI. Sin embargo, hay una gran
cantidad de casos que presentan la no concordancia con OI animados. El ejem-
plo (2c) presenta a un OI animado y humano: sus amigos, mientras que (2d)
tiene un OI animado, no humano: los callejeritos. Es posible que la desprono-
minalización esté aumentado su frecuencia, expandiendo su uso a contextos
lingüísticos prototípicos, que no son los mayores motivantes de esta alternancia
lingüística.
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3.3. Sintagma OI en posición preverbal vs. sintagma OI en posición posverbal
Se espera que en contextos donde el sintagma OI se encuentra delante
del verbo, el clítico y el sintagma de OI concordarán en número, mientras que,
si el sintagma OI se encuentra en una posición posterior al verbo, no habrá
concordancia entre ellos. Esta elección se justica cognitivamente, ya que, si el
hablante emite primero el sintagma OI, tiene previamente presente cierta in-
formación léxica (incluyendo el número) de dicho sintagma, lo que le facilitará
concordar el clítico en número. Por el contrario, si el hablante ubica el sintagma
OI después del verbo y el clítico, es probable que haya más frecuencia de la
forma le invariable, pues el hablante cognitivamente no tiene aún perlado el
OI. Otro caso a favor de la hipótesis es que la posición preverbal suele coincidir
con la posición inicial de cláusula, que es la posición típica de un tópico. La
concordancia gramatical se inicia como concordancia verbo-tópico (Givón, 1976).
De esta manera, el hablante perla el OI como un elemento prominente en el
discurso. Es importante aclarar que, dentro de la cláusula, el OI es el segundo
participante prototípicamente más prominente, luego del sujeto (Givón, 1983).
Además, por lo general, en contextos donde el sintagma OI aparece delante del
verbo, hay menor distancia léxica entre los dos elementos que representan el
OI y por lo tanto habrá menor costo de integración (Gibson y Pearlmutter, 1998).
La siguiente tabla muestra la distribución de los casos del corpus según su po-
sición con respecto al verbo y al clítico dativo.
Tabla III: No concordancia vs. concordancia en relación con la posición del sintagma de OI
La Tabla III muestra que, del total del corpus, hay menos casos de OI en
posición inicial (33 casos) que en posición posverbal (217 casos). En posición
inicial, la concordancia muestra una gran ventaja frente a la no concordancia.
Por lo tanto, los datos favorecen ampliamente la hipótesis de que la posición
inicial del OI motiva la concordancia entre clítico dativo y sintagma OI. En cuan-
to a la posición posverbal, los datos también favorecen la hipótesis de que la
no concordancia está motivada por la posición posverbal del sintagma OI. Los
siguientes ejemplos son casos ilustrativos del corpus de la no concordancia con
respecto a la posición del sintagma OI:
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(3)
a. Zlatan Ibrahimovic se despidió de la MLS y le dejó un mensajito a los
estadounidenses (TNT Sports. 13 de noviembre de 2019).
b. El presidente le pidió a los argentinos que concurran masivamente a
las urnas para “terminar con la corrupción que tanto mal le hizo al país y
que quiere volver para dejarnos otra vez de rodillas” (Facebook de Diario
Móvil. 8 de agosto de 2019).
c. A los barras bravas le secuestraron un arma de la policía federal (Titu-
lar televisivo de TN. Septiembre de 2019).
d. Y después a los nodos estos le hacés click derecho y te aparecen como
dos nodos más con líneas que se conectan con el nodo que apretaste
(Conversación de WhatsApp. Diciembre de 2019).
e. Si a ellos le sirve, está todo bien (Entrevista de Fox Sports. 7 de agosto
de 2019).
Las cláusulas (3a) y (3b) favorecen la hipótesis, mientras que (3c), (3d) y
(3e) no lo hacen. En el primer caso se presenta una noticia que anuncia la ida
del jugador de fútbol Zlatan Ibrahimovic de la MLS (Major League Soccer). En
el discurso de dicho ejemplo, el tópico no es los estadounidenses, sino Zlatan
Ibrahimovic, el sujeto de la cláusula, una función sintáctica que se encuentra
en la posición típica del tópico y que, como se mencionó anteriormente, es
prototípicamente más prominente que el OI. Por lo tanto, en este caso el OI
es un participante que se deja de lado frente a la prominencia del sujeto. Este
debilitamiento del OI es uno de los factores que puede provocar la pérdida de
concordancia entre el clítico dativo y el OI plural.
Asimismo, (3b) muestra un OI debilitado y no especíco (los argentinos)
con respecto al sujeto El presidente, que está en posición inicial y es tópico. El
OI, por su parte, no tiene posición de tópico al estar después del verbo, por lo
que no es uno de los participantes más importantes discursivamente. Además,
en estos casos es frecuente que el OI posea rasgos no prototípicos que harán
más difícil la concordancia, haciendo que el clítico únicamente funcione como
una marca de anticipación del OI. Es importante destacar que (3a) y (3b) no
muestran la misma distancia léxica entre el clítico dativo y OI. En (3a) hay un
elemento, el OD un mensajito, que se encuentra entre el clítico y el sintagma de
OI, además del verbo; mientras que en (3b) el sintagma OI le sigue inmediata-
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mente al verbo. Por consiguiente, la distancia léxica y el esfuerzo cognitivo que
esta supone no son factores pertinentes en la manifestación de la pérdida de
concordancia del clítico dativo.
Por el contrario, las cláusulas (3c), (3d) y (3e) muestran la pérdida de con-
cordancia con un OI en posición preverbal. Es interesante mencionar que en los
siete casos del corpus en los que la pérdida de concordancia se maniesta con
el OI en posición preverbal, hay un elemento singular presente. Dicho elemento
aparece inmediatamente después de la forma verbal, o está tácito y el verbo lo
supone. Se maniesta como un OD, un sujeto tácito, una palabra perteneciente
a una locución (verbo y elemento en singular) o un adverbio. En (3c) hay un OI
en posición inicial de cláusula: a los barras bravas, que es tópico y además ani-
mado. Posee varios de los rasgos prototípicos de un OI. Sin embargo, el OD sin-
gular un arma de la policía federal, que sigue inmediatamente al verbo, parece
estar incidiendo en el número del clítico dativo. El ejemplo (3d) pertenece a una
conversación virtual en la que se enumeran pasos para utilizar un programa de
computadora, el participante los nodos ya se había mencionado anteriormente,
por lo tanto, es un tópico. Se encuentra en posición preverbal, pero no en posi-
ción inicial de la cláusula, y es, además, inanimado y especíco; en otras pala-
bras, no cumple con los principales rasgos del prototipo del OI. El núcleo verbal
de esta cláusula es hacés click derecho, una locución conformada por un verbo
nito y un elemento singular. La forma click derecho es la que parece estar inci-
diendo en la pérdida de concordancia, junto con las características no prototípi-
cas que posee el OI. La cláusula (3e) proviene de una entrevista a un jugador de
fútbol que menciona la llegada del jugador italiano De Rossi al fútbol argentino.
Si bien el OI de este caso, a ellos, está en la posición prototípica de tópico, no
funciona como tal, ya que el tópico es la llegada de De Rossi. Luego del verbo,
este ejemplo no presenta expresamente un elemento singular, pero se puede
recuperar un sujeto singular a partir del núcleo verbal sirve. Dicho elemento es
el que puede estar inuyendo, en este caso, en el clítico dativo singular. En de-
nitiva, es probable que el contexto en que un elemento singular (sea sujeto, OD,
adverbio, parte de una locución, entre otros) siga a la forma verbal favorezca la
pérdida de concordancia del clítico dativo.
3.4. Presencia de OD vs. ausencia de OD
El OI se presenta prototípicamente con verbos ditransitivos, recibiendo la
transmisión de un objeto físico o mental, el OD, que es dirigido por el sujeto.
De esta manera, si en la cláusula hay una co-presencia de un OI con un OD, la
transferencia de la acción se verá reejada con mayor intensidad en la cláusula.
Se espera que esta intensidad de la acción facilite la concordancia entre clítico
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dativo y sintagma OI. Por el contrario, la pérdida de concordancia estará favo-
recida por contextos en que el OD esté ausente. La siguiente tabla muestra los
valores absolutos y los porcentajes de cada variable:
Tabla IV: No concordancia vs. concordancia en relación con la presencia/ausencia de OD
Los resultados en la Tabla IV muestran que la cantidad de casos de pérdi-
da de concordancia de OD son casi equivalentes a los casos con concordancia,
tanto en contextos de presencia de OD, como en contextos de ausencia. Si bien
la concordancia presenta más casos que maniestan un OD, lo que estaría favo-
reciendo la hipótesis, este parámetro no parece ser un factor tan determinante
como los anteriores, ya que el odds ratio es un valor muy cercano a 1. Los ejem-
plos (4) muestran casos de pérdida de concordancia con presencia y ausencia
de OD:
(4)
a. Carrió le pidió a los ministros que “no se borren” (Titular de A24. Agos-
to de 2019).
b. Hoy le comuniqué a los jugadores mi continuidad (Titular de TNT
Sports. Diciembre de 2019).
c. Todos le hablan a los que van a votar (Titular de Crónica. 8 de agosto
de 2019).
d. De esta al calabozo: fueron a un cumpleaños y le robaron a los veci-
nos (Canal 13 San Juan. 2 de marzo de 2020).
Los OI de (4a) y (4b), los ministros y los jugadores respectivamente tiene el
rasgo animado, humano y especíco y están ubicados inmediatamente después
del verbo. Ambas presentan un OD, (4a) posee un OD proposicional, mientras
que (4b) un OD nominal. En cláusulas mencionadas, el OD sigue inmediatamen-
te al OI. Las cláusulas (4c) y (4d) muestran la ausencia de OD en contextos de
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pérdida de concordancia del clítico dativo. En estos ejemplos también se pre-
sentan OI animados, humanos y especícos: los que van a votar y los vecinos
respectivamente. Por ello, la presencia o ausencia del OD no es un factor deter-
minante en la falta de concordancia del clítico.
3.5. OD singular vs. OD plural
El último factor analizado es el rasgo singular o plural de OD. Se tomó como
total 101 casos, los cuales presentan un OD nominal. Se excluyeron de esta can-
tidad aquellos casos que presentan un OD proposicional.
A partir esta frecuencia se analizan cuántos de ellos son singulares y plura-
les. Se estima que el número del OD puede estar incidiendo en el número del
clítico, de manera que cuando el OD sea singular, el clítico dativo cedería su
morfología a favor del OD. De esta manera, la pérdida de concordancia ocurrirá
con OD singulares, mientras que la concordancia ocurrirá con OD plurales.
Tabla V: No concordancia vs. concordancia en relación con el número del OD
La Tabla V muestra que 39 casos del total de las cláusulas con el clítico en
singular presentan un OD singular y que la concordancia se da con OD plural
únicamente en 6 casos. El odds ratio es menor a cero, por lo que no apoya la
hipótesis. El OD no es un participante que inuya en el número del clítico dativo.
Esto se puede explicar porque el OI es un participante más prominente discur-
sivamente (Givón, 1983). A continuación, se presentan una serie de ejemplos
según cada variable:
(5)
a. Doce amigas sanjuaninas le festejarán el día del niño a nenes humil-
des y necesitan ayuda (Diario Móvil. 3 de agosto de 2019).
b. Un jubilado o jubilada que cobra más de $ 19 mil tiene que ser soli-
dario con los que cobran $ 14 mil mientras este mismo proyecto plantea
la reducción de las retenciones a las mineras; y no le tocan un centavo a
los bancos que fueron de los grandes ganadores, agregó (Infobae. 19 de
diciembre de 2019).
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c. Un comercio sanjuanino le regaló zapatillas a personas que viven en la
calle (Diario Móvil. 11 de diciembre de 2019).
d. Messi le regaló útiles escolares a nenes sanjuaninos (Diario Móvil. 2 de
diciembre de 2019).
Las cláusulas de (5) muestran distintos ejemplos de la pérdida de concor-
dancia según si el OD es singular o plural. En (5a) y (5b) se presentan OD sin-
gulares, inanimados y abstractos, ubicados entre el verbo y el OI. En el primer
caso el OI, nenes humildes, es animado, no especíco. El segundo, los bancos,
es inanimado y si bien presenta un artículo denido, es una mención genérica
pues no especica a qué bancos se reere. En otras palabras, estos OI no cum-
plen con los principales rasgos prototípicos.
Los casos (5c) y (5d) son cláusulas con OD plurales, concretos e inanimados.
Con respecto al OI, en ambos ejemplos tienen los rasgos animado, humano y
no especíco: personas que viven en la calle y nenes sanjuaninos. Los cuatro
ejemplos hasta ahora mencionados tienen el orden constituido por Sujeto-Ver-
bo-OD-OI, es decir aquel que mejor reeja la transitividad. Es decir, tienen ca-
racterísticas muy similares y el número del OD no parece ser un factor que
motive el clítico singular le.
En resumidas palabras, el número del OD, en los casos antes citados, no es
un factor que motive ni la pérdida de concordancia, ni la concordancia entre el
clítico dativo y el sintagma de OI.
Conclusiones
En este trabajo se analizaron y se explicaron, desde una perspectiva funcio-
nalista de la lengua, las motivaciones del fenómeno de la pérdida de concor-
dancia del clítico dativo en contextos de duplicación con un sintagma OI plural.
Con base en el análisis del corpus, se concluye que el uso de le en lugar de
les está mayormente motivado por la inanimacidad del OI (uno de los rasgos no
prototípicos del OI), la posición posverbal del sintagma OI, seguido por la en-
clisis de la forma le y, en menor medida, por la ausencia de OD. El OD singular,
por su parte, no es una variable determinante en la selección de la partícula le
en contextos de duplicación en plural. Es importante remarcar que, si bien se
analizaron los parámetros por separado, dicha variante está motivada por una
multicausalidad. En otras palabras, los parámetros pueden funcionar en conjun-
to, de modo que, mientras más parámetros que favorezcan una variante posea
la cláusula, más probable será que dicha variante se manieste.
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Además, los datos muestran que la pérdida de concordancia está invadien-
do contextos que no presentan rasgos prototípicos, como lo es el OI animado.
Esto demuestra que esta variante se está generalizando más allá
de sus contex-
tos favorables.
El hecho de que el clítico deje de exionar en número y no concuerde con
el sintagma OI no es arbitrario. En la actualidad la forma le tiene diversos usos.
Es utilizada para signicar un OI, para conceptualizar un caso acusativo (leísmo),
para representar un dativo no argumental y para anticipar la presencia de un
OI en la cláusula en contexto de doblado de OI, como lo hace con la pérdida de
concordancia. Esta multiplicidad de usos del clítico dativo indica que su signi-
cado es impreciso. Mientras más impreciso es el signicado de una forma, más
probable es que dicha forma pueda ser utilizada en diferentes contextos y así se
provoque un cambio lingüístico. La invariabilidad de número del clítico dativo
es una consecuencia de la imprecisión del signicado de la forma le, lo que faci-
lita que pueda ser usada en nuevos contextos con nuevos signicados. Por estas
razones es que la construcción del clítico le y el sintagma OI plural ha sufrido
una gramaticalización. En este contexto, la forma le ha adquirido un signicado
más abstracto y polisémico, ya no es un pronombre que indica la función de OI
y que concuerda en número con este referente, sino que es una marca de con-
cordancia Verbo-Objeto que únicamente indica la presencia de un participante
OI en la cláusula. Este proceso de gramaticalización está apoyado en contextos
redundantes o anes con el signicado y el valor de esta forma, los cuales son
la inanimacidad del referente OI, el orden V-OI y la enclisis. Esto ocurre porque
los cambios lingüísticos son altamente dependientes de los contextos. Además,
como suele ocurrir en la gramaticalización la forma ha perdido peso fonológico,
pasando de les a le. Si la variante analizada sigue aumentando su frecuencia es
posible que desplace a les como forma más utilizada.
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Cómo citar este artículo:
Grafgna Garcés, María L. (2022). Le dije a ellos en lugar de les dije a ellos: des-
pronominalización del clítico dativo. Trazos-Revista de estudiantes de Filosofía,
2(6), 45 – 63.