RESEÑA

DEL LIBRO: VERGALITO

ESTEBAN.

LACLAUY LO POLÍTICO . BUENOS AIRES: PROMETEO, 2016

Facundo Massa López

Universidad Nacional de San Juan. San Juan, Argentina.

facundomassa962@gmail.com

Recibido: 31 de julio de 2021

Aceptado: 10 de noviembre de 2021

trazos - revista de estudiantes de filosofía - año v - vol. ii. - diciembre 2021 páginas 53-57 - e-ISSN 2591-3050

http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/trazos/

https://trazosrevistadefilosofia.wordpress.com/

instituto de filosofía - facultad de filosofía, humanidades y artes - universidad nacional de san juan

53

En este libro, el autor propone una lectura de la obra del filósofo argentino Ernesto Laclau a partir de un abordaje holístico de sus categorías fundamenta - les, observando en profundidad el modo en que estas se construyeron a lo largo de las distintas etapas de su pensamiento, desde sus textos más tempranos. Tomando en cuenta que la recepción general del corpus laclauniano ha enfati - zado principalmente aspectos parciales del mismo, este enfoque busca aportar una visión global y original, deconstruyendo los conceptos de modo crítico con el objeto de encontrar su estructuración interna, como también sus aporías e insuficiencias. El autor da cuenta, además, de que las lecturas predominantes del aporte filosófico de Laclau provienen desde estudios marxistas, feministas, posestructuralistas y psicoanalíticas. Anuncia, entonces, que su lectura va a dar - se en una clave fenomenológica-hermenéutica, inspirada en el joven Heidegger, con la que busca encontrar un factor ontológico y hermenéutico de lo político en la teoría de la hegemonía, y elaborar a partir de ello una fenomenología de lo político.

La exposición de Vergalito está articulada en cuatro momentos sucesivos, donde expone su lectura de la filosofía de Laclau, y sienta las bases conceptua - les para su propia reinterpretación. La primera parte nuclea los primeros tres capítulos. En el primero, se detalla la evolución del pensamiento de Laclau a lo largo de los años, desde sus escritos tempranos, de los años setenta. En líneas generales, el autor encuentra un devenir en las categorías trabajadas, que dan cuenta de un triple movimiento: desde el marxismo hacia el posmarxismo; des - de el estructuralismo al posestructuralismo; y desde un esencialismo a una pos - tura postfundacional. En el contexto de este paulatino cambio que se gesta ya en los primeros textos, se detectan ciertos puntos nodales, que van a atravesar la obra de Laclau, y que van a recibir un replanteamiento constante a lo largo de los años, entre ellos la dimensión de lo político, la naturaleza de la ideología, y el modo de configuración de los populismos. En sus inicios, Laclau se veía in - fluenciado por el marxismo estructural de Althusser, pero es desde esos mismos comienzos donde se observan tensiones superadoras con respecto a la postura economicista y topográfica de este primer abordaje.

En el capítulo segundo, Vergalito describe los supuestos que atraviesan la obra de Laclau en torno a su concepción de lo político. Es aquí donde encuentra la influencia de tres autores fundamentales en el enfoque ontológico abierto laclauniano, “que despunta en la ‘filosofía de la existencia concreta’ de Schmitt, se amplía en el ‘historicismo absoluto’ de Gramsci, y se radicaliza en la ‘fenome - nología hermenéutica’ de Heidegger” (Vergalito, 2016, p. 83). Del aporte del juris - ta alemán destaca la importancia de la dimensión existencial de lo político, que se muestra como una instancia primaria con respecto a las demás, y que esta - blece la necesidad de un antagonismo en ella (como también una contrapartida

54

en un momento asociativo) desde la distinción entre amigos y enemigos. Por su parte, del teórico italiano retoma la categoría de hegemonía, la cual le permite superar los límites del marxismo economicista y esencialista de cuño althus - seriano. Por último, de la herencia de Heidegger encuentra una relación de la diferencia ontológica en la demarcación entre la política y lo político en Laclau. En el capítulo tercero el autor sienta las bases de su propia interpretación

en clave hermenéutica del corpus laclauniano, a partir de la reflexión sobre el campo de acción del pensamiento del joven Heidegger, es decir, su período filosófico de la década de 1920. En esta reflexión se desarrolla una vertiente on - tológica de la fenomenología aplicada a la analítica de la facticidad de la exis - tencia, que permitiría eliminar la alienación en la interpretación de sí misma, exhibiendo nuevas modalidades del ser. Gracias a los aportes de Ser y Tiempo , Vergalito considera que se abre una posibilidad deconstructiva de la tradición filosófica occidental. La hermenéutica recibe a partir de aquella obra una triple orientación, dirigida hacia la elucidación del sentido del ser y sus rasgos fun - damentales; el desarrollo de las condiciones de posibilidad de la investigación ontológica de los entes; y el esclarecimiento analítico del carácter existencial de la existencia (Vergalito, 2016, p. 93). Se destaca que la temporalidad se configura como la totalidad de la estructura del cuidado, mostrándose así la historicidad del Dasein.

El segundo momento que articula el libro Laclau y lo político se desarrolla entre los capítulos cuarto y quinto. En esta parte, el autor busca, a través de la reconstrucción del planteo en torno a la construcción del espacio social con la categoría de hegemonía, la dimensión de una ontología hermenéutica de lo político tácita en el pensamiento de Laclau. En el capítulo cuarto, Vergalito re - construye la ontología de lo social que expresa el autor argentino a lo largo de sus obras. Destaca la distinción entre la dimensión de lo social y de lo político, influido por el binomio trabajado por Husserl de la sedimentación y la reacti - vación. Todo orden y relación social supondría estas categorías, que dan cuenta de un espacio de dislocación en la estructura de lo social, que permite el fun - cionamiento de los procesos hegemónicos de construcción de subjetividades, tomando como punto de partida acciones discursivas contingentes, que presen - tan una naturaleza temporal. Por otro lado, esto tiene implicancias en la forma de constitución del sujeto, que no responde ni a una determinación absoluta, ni a una radical libertad, sino más bien a figuras intermedias. Se elaboran también, los mecanismos de producción de sentido e interpretación de lo social.

En el quinto capítulo, por su parte, el autor detalla las nociones ontológicas del sujeto-político de Laclau, observando, a partir de aquellas, una dimensión fenomenológica implícita. Para ello toma como hilo conductor el concepto de decisión. Este ofrece una mediación en la relación entre la estructura y el sujeto,

55

es decir, entre lo decidible y lo indecidible. En el ámbito de institución de lo po - lítico, Laclau presenta tres movimientos del sujeto, que son atravesados por una valencia negativa y una positiva. A partir de estos elementos (acción, decisión, identidad), Vergalito establece un paralelismo entre ellos y los existenciales del Dasein heideggeriano: “resulta posible trazar una homología estructural entre la analítica existenciaria provista por Ser y Tiempo, y la teorización laclauniana del sujeto político-hegemónico, entendido aquí como existencia política” (Vergalito, 2016, p. 153). Los cuatro ejes que toma para desarrollar esta labor son el ser-en- el-mundo; la impropiedad; la propiedad; y la temporeidad. El sujeto de Laclau se piensa, de este modo, como un ser-en-el-mundo social .

El tercer momento del escrito refleja el esfuerzo del autor para detallar las aporías y problemáticas internas del sistema laclauniano, en torno a la cons - trucción de lo ético, la alteridad y la universalidad. Esta parte comienza con el sexto capítulo, donde se expone el contrapunto de la deconstrucción pensada por Laclau, con la esbozada por el filósofo argelino Jacques Derrida. Con este objetivo, se observa la relación propuesta por los enfoques entre la decisión y la indecidibilidad en la formación de estructuras sociales. En este sentido, la deconstrucción pensada por Derrida toma un camino ético-político, de impron - ta Levinasiana. Por su parte, el argentino propone un camino ontológico para la deconstrucción, donde lo ético es reducido a lo político. En otras palabras, los contenidos éticos-políticos son producidos por la decisión, desde procesos hegemónicos, y por lo tanto no pueden deducirse de modo lógico conceptual, sino que son contingentes e históricos. Por ello, la deconstrucción y la teoría de la hegemonía son dos momentos complementarios en la teoría de lo político de Laclau, uno negativo y el otro positivo. Vergalito encuentra en este esquema una epojé del otro, ya que nota una ipseidad constitutiva, donde no interviene el Otro.

En el séptimo capítulo se aborda la relación entre lo universal y lo parti - cular en Laclau. En este punto, es clave la noción de dislocación que presenta este pensador, cuya importancia se detalla en la primera parte del libro. En todo constructo social debe existir un conjunto de elementos míticos articulados, donde uno de ellos encarna la plenitud de la comunidad. Así surge la relevancia del vaciamiento en la relación de lo universal con lo particular. Lo universal no se presenta, para Laclau, como un orden cerrado y positivo; y no hay una recon - ciliación absoluta con los contenidos particulares, sino que estos últimos, en distintos momentos y a partir de la praxis hegemónica, encarnan lo universal. También son sustanciales los aportes en la relación de vaciamiento de signifi - cado de los significantes particulares, en la constitución de cadenas equivalen - ciales, donde se da una tensión entre la lógica de la equivalencia y la lógica de la diferencia. Vergalito, desde el análisis de la vacuidad, lleva a cabo una labor

56

deconstructiva en un momento sincrónico, y uno diacrónico. Allí advierte de un “déficit conceptual en la caracterización de lo universal, en virtud del cual este no provee criterios para una evaluación crítica de sus diversas interpretaciones concretas posibles” (Vergalito, 2016, p. 202).

El último capítulo del tercer momento se reconstruye el debate en torno a la cuestión de lo ético entre Laclau y el filósofo inglés Critchley. Este último observa un déficit normativo en la obra del argentino; crítica que es descartada por Laclau, por representar una especie de neofundacionalismo. En un segundo momento, en el marco del diálogo con Žižek y Butler, el autor de La razón popu- lista inscribe lo ético en el ámbito de lo ontológico, mientras que lo normativo ocuparía el lugar del contenido óntico contingente, que se construye en un con - texto de prácticas sedimentadas en el orden fáctico. Vergalito advierte en este punto de la falta de criterios para distinguir y decidir sobre las posibilidades concretas que llenarían el espacio ontológico, generando una aporía estructural en su sistema filosófico: “al concebir lo político exclusivamente en términos de hostilidad, a la teoría laclauniana de la hegemonía le es imposible incorporar a lo ético en su propio contenido, es decir en su primordial sentido de hospi - talidad” (Vergalito, 2016, p. 221). Este punto es retomado en el cuarto momento, donde, finalmente, Vergalito sintetiza las principales conclusiones de su obra.

57

Cómocitar este artículo:

Massa López, F. (2021). Reseña del libro: Vergalito Esteban. Laclau y lo político. Buenos Aires: Prometeo, 2016. Trazos-Revista de estudiantes

de Filosofía, 2(5), 53-57