LAS IMÁGENES DEFEMINIDAD EN LACULTURA. UNA ACTUALIZACIÓN

DELACRÍTICA A LA IGUALDAD REPRESIVA DESDE HERBERT MARCUSE

THEIMAGES OF FEMINITY IN CULTURE. ANUPDATE ON HERBERT MARCUSE’S CRITICISM OF REPRESSIVE EQUALITY

Berenice Amador Saavedra

Universidad Nacional Autónoma de México. México.

tonalli_04@yahoo.com.mx

Recibido: 21 de julio de 2021

Aceptado: 8 de noviembre de 2021

trazos - revista de estudiantes de filosofía - año v - vol. ii. - diciembre 2021

páginas 13-23 - e-ISSN 2591-3050

http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/trazos/

https://trazosrevistadefilosofia.wordpress.com/

instituto de filosofía - facultad de filosofía, humanidades y artes - universidad nacional de san juan

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Resumen: Nuestro objetivo es señalar la pertinencia de recuperar dos momen- tos de las referencias de Herbert Marcuse al movimiento feminista de la segun- da mitad del siglo pasado: la recuperación de lo femenino frente al principio de rendimiento, del productivismo, y los señalamientos del autor respecto a los alcances del movimiento feminista. Con esta recuperación buscamos apuntalar algunas consideraciones respecto a su actualidad y la potencia de las bases de la Teoría crítica o Escuela de Frankfurt como herramienta de análisis y de críti- ca; y con ello resaltar el aporte de las demandas que hace Herbert Marcuse al feminismo pues consideramos que su actualización puede abonar elementos para la reflexión de la condición actual de las mujeres y de los feminismos con - temporáneos.

Palabras clave: MARCUSE – FEMINISMO – IGUALDAD REPRESIVA

Abstract: The aim is to point out the relevance of recovering two moments of Herbert Marcuse’s references to the feminist movement of the second half of the last century: the recovery of the feminine against the principle of performance, of productivism, and the author’s remarks regarding the scope of the feminist movement. With this recovery we seek to shore up some considerations regar- ding its relevance and the power of the foundations of Critical Theory or the Frankfurt School as a tool for analysis and criticism; and with this highlight the contribution of the demands that Herbert Marcuse makes to feminism, since we consider that its updating can contribute elements for the reflection of the current condition of women and contemporary feminisms.

Keywords: MARCUSE - FEMINISM - REPRESSIVE EQUALITY

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Esperemos que se abran los ojos y que, al garantizarse la libertad de todos los individuos, no se olvide la suerte de las infortunadas muchachas; pero si ellas consiguen que sus quejas sean atendidas, si ellas aprenden a situarse por encima de las costumbres y los prejuicios, si logran pisotear con audacia las vergonzosas cadenas con las que pretenden avasallarlas, pronto triunfaran sobre las costumbres y la opinión.

Donatien de Sade, Filosofía en el tocador

A manera de introducción

El pasado 8 de marzo vimos replicarse, en los medios de comunicación tra- dicionales y digitales en México, la imagen de @LilaCizas o Hellen “G”, señalada como la Reinota en dichos medios, sujetando una bomba de humo con el gesto de devolverla al agresor durante los actos de la marcha conmemorativa del día de las mujeres. Referencias y discursos varios han surgido desde ese día en alu- sión a una revisión o, si se nos permite, confrontación de aquello llamado lo fe- menino. Las coordenadas de dichas alocuciones de una u otra forma señalan un conjunto de imaginarios que social y culturalmente se desprenden de la cultura patriarcal en occidente: ya sea que critiquen el arrojo en el ejercicio de cierta rudeza asociada culturalmente a los caracteres masculinos o que se limiten a indicar en ese ejercicio un igualitarismo de facto .

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Nota. Adaptado de La Reinota, de @jessbautista.mx, 2021, Infobae

( https://www.infobae.com/america/mexico/2021/03/11/quien-es-

la-reinota-la-mujer-que-aparecio-en-un-video-viral-sobre-la-mar-

cha-del-8m/ ). Todos los derechos reservados (2021).1

¹Imagen que ilustra la nota: “Quién es La Reinota, la mujer que apareció en un video viral sobre la marcha del 8M” del portal https://

www.infobae.com/america/mexico/2021/03/11/quien-es-la-reinota-la-mujer-que-aparecio-en-un-video-viral-sobre-la-marcha-del-8m/

La revisión o confrontación realizada en esos términos invita al análisis tan- to de los imaginarios que tradicionalmente ciñen lo femenino como de la forma en que hemos asistido a su transformación.

Atendiendo esta urgencia y los elementos culturales de la crítica a esta igualdad de facto en los imaginarios asociados a las interpretaciones de la ima- gen de la Reinota, buscamos realizar una actualización del análisis cultural de los imaginarios sociales propuesto por la Teoría crítica o Escuela de Frankfurt, específicamente de la recuperación de las cualidades femeninas que Herbert Marcuse propone como rescate de una otra sensibilidad que permita liberarnos del dominio capitalista y criticar la igualdad moderna en occidente. Lo anterior con el propósito de recuperar en lo expuesto por el autor si es en esas cualida - des que hallaremos el germen de la liberación de mujeres, de hombres, de la sociedad entera, tal cual él lo propone.

Para ello, primeramente, recuperaremos dos momentos de las referencias de Herbert Marcuse sobre el movimiento feminista de la segunda mitad del si- glo pasado: por un lado, la recuperación de lo femenino frente al principio de rendimiento, del productivismo; por otro, los señalamientos del autor respecto a los alcances del movimiento feminista. Para finalmente, apuntar algunas con - sideraciones respecto a la actualidad y al aporte de las demandas al feminismo por parte de Marcuse.

El Gran Rechazo, la nueva sensibilidad y las imágenes de lo femenino

En “Imágenes de la feminidad” (Marcuse, 2018), a través de las pautas tra - zadas por Silvia Bóvenschen y Marianne Schuller en su conversación, Marcuse apunta dos sentencias -que no son las únicas, pero que consideramos ejes problematizadores- respecto a las bases de las luchas sociales encaminadas a la liberación de las mujeres, a saber: 1) la liberación de la sociedad pasa por la liberación de los hombres, y ésta por la liberación de las mujeres; y 2) la imagen tradicional de lo femenino guarda el germen de dicha liberación.

De la primera podríamos extraer, brevemente porque regresaremos a ella en un segundo momento, -siguiendo a las interlocutoras de Marcuse-, una es- pecie de ley de tres estadios, sin que ello, desde nuestra perspectiva, involucre desmerito alguno en la propuesta del autor de Eros y Civilización. Pues en la base del marco de liberación que él señala es fácil advertir los esfuerzos de Marcuse por vislumbrar las vías de construcción de una nueva subjetividad, un nuevo ethos, que, a la postre, se alejarían de la positividad de esta especie de ley, ya que este proceso de liberación se alejaría, como veremos, de una simple funcionalización de las demandas del movimiento feminista.

En razón de la segunda, que es la recuperación de las cualidades femeninas -como la pasividad o receptividad, y el decreto de una sensibilidad distinta, ci- frada en otras coordenadas- tal cual han sido producidas y reproducidas desde

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el discurso masculino, el autor señala que este movimiento de recuperación está en función de dos momentos del avance hacia la liberación. Por un lado, el freno, el rechazo a la productividad destructora y el principio de rendimiento de nuestras sociedades, el Gran Rechazo; por otro, el rescate de esa otra sensi- bilidad cifrada en esas otras coordenadas, que permitirían advertir, en términos del autor, la posibilidad de construir una nueva sensibilidad, una nueva subjeti- vidad desde la reinvención de los deseos humanos construyendo así una nueva segunda naturaleza2 .

En este sentido, al verse confrontado por sus interlocutoras, Bovenschen y Schuller, respecto a cómo a la luz de las reivindicaciones sostenidas por el movimiento feminista en los años sesenta del siglo pasado, y añadiríamos en la actualidad, es posible o plausible rescatar las cualidades cultural y tradicional- mente asociadas a la feminidad (pasividad, receptividad, sensibilidad, delicade- za) para dar soporte a esas luchas, Marcuse parte de asentar su posicionamiento hacia cierta interpretación de dichas cualidades, para señalar que: “«Pasividad» y «receptividad» pueden malentenderse fácilmente como sinónimos de «sumi - sión». Para mí, significan lo contrario: protesta contra la productividad destructi - va, contra la agresión, contra el principio de rendimiento” (Marcuse, 2018, p. 70). Tras este posicionamiento, las interlocutoras insisten en señalar que es justo en tales imágenes de feminidad producidas desde el discurso masculino que históricamente se ha ejercido el condicionamiento cultural de las mujeres caracterizándolas desde la inferioridad, pues, desde una lectura dialéctica, en la literatura por ejemplo, lo femenino cargado de las cualidades de lo sensible se ha encumbrado como promesa de felicidad3; pero, y en contraste, en el día a día, las mujeres son blanco de discriminación a raíz de estimarlas desde los atributos de lo sensible (sean estos atributos reales o supuestos). De lo ante- rior Bovenschen y Schuller desprenden, a lo largo de sus intervenciones, que es necesario seguir señalando cierta falsedad en la imagen de lo femenino que el discurso masculino ha erigido históricamente, y que de este hecho se des- prende, igualmente, que lo femenino todavía no se ha construido y está por construirse.

2Parte importante de esta propuesta sobre la producción de una segunda naturaleza se encuentra en los avances realizados por el autor en Marcuse, Herbert (1969) “l. ¿Un fundamento biológico para el socialismo?” en Marcuse, Herbert (1969) Un ensayo sobre la liberación . México: Editorial Joaquín Mortiz. pp.15-29. En este apartado, Marcuse sostiene a grosso modo que para atender los requerimientos de la liberación en las sociedades industrialmente avanzadas es necesario dinamizar la estructura psíquica de los individuos desde el princi- pio de placer para así articular un nuevo modo de socialización y producir un nuevo ethos, estético-político.

3El autor también trabajó hondamente las contradicciones inherentes a la promesa de felicidad (promesse de bonheur) del proyecto ilustrado en su obra El carácter afirmativo de la cultura (Marcuse, 2013). Esta crítica señala las limitaciones a las que se ha confinado la “cultura” en occidente por ser concebida desde dos campos: por un lado, ceñir en ella las satisfacciones inmateriales; por otro, desde esta delimitación, confinar la satisfacción individual como mero ideal inalcanzable en el modo de producción capitalista y en la cultura afirmativa que se desprende el éste. Es posible también referir el análisis realizado por Alicia Entel (2005) sobre este tópico; en particu - lar sobre su relación con los conceptos de libertad y la función social del arte en los análisis de los autores de la escuela de Frankfurt.

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En contraste con esta presentación de las imágenes de feminidad, Marcuse propone, en primer término, no olvidar que efectivamente dicha construcción de lo femenino en imágenes ha sido y sigue siendo pautada por varones; pero que, no obstante esto, no se puede, ni sería válido para la crítica, caer en la generalidad de negar la pertinencia de dichas imágenes en el análisis de la fun- ción social tanto de las imágenes como de las reivindicaciones de las mujeres frente a éstas en tanto se busque la superación del dominio capitalista y de la cultura patriarcal, sólo por el hecho de ser generadas, las imágenes, desde el discurso masculino.

Sobre esto el autor explica que:

Lo decisivo no es quién ha proyectado y definido esas cualidades, sino, más bien, su función histórico-social. Y a este respecto estimo que esas imágenes estaban lo suficientemente colmadas de realidad como para convertirse en la sociedad patriarcal en punto de cristalización de un con- tra-potencial liberador, de un proyecto de libertad. La imagen proyecta- da por los varones se vuelve contra los imagineros (Marcuse, 2018, p. 76)

Así, tras la enumeración de diversas obras literarias donde se ejemplifican los caracteres culturalmente asociados a la feminidad, Marcuse recupera que es justo en la distinción cualitativa cultural entre varones y mujeres, ya sea que se piense en términos de lo público y lo privado, de los tiempos de la productivi- dad y los tiempos del goce, o el ejercicio de la violencia y el ejercicio de la liber- tad, distinción que se proyecta en esas imágenes femeninas, es donde podemos hallar el germen, las pautas para la construcción de una nueva sensibilidad para mujeres y hombres, basada en Eros, en un nuevo ejercicio de la economía libi- dinal, en una exaltación del principio femenino en el orden social.

El movimiento feminista y la crítica a las sociedades industrialmente avanzadas Rosie, the riveter, o Rosie la remachadora, ha sido durante las últimas déca-

das una imagen recurridamente citada como ícono de las reivindicaciones femi- nistas en la lucha por la igualdad en el ejercicio de derechos sociales y civiles. Es fácil recordar la imagen de Rosie, inspirada en una canción que pretendía motivar a las mujeres estadounidenses a trabajar mientras los hombres perdían la vida en la segunda guerra mundial, levantando el puño, enseñando el bicep con el overol remangado, pañuelo rojo en la testa, y sí ya con la leyenda: We can do it! Quizá podemos recordar pocas imágenes con tanta claridad como a Rosie, ya sea en su versión original pegada en las paredes de la Westinghouse Electric (1942) aún con los motivos de Norman Rockwell o ya en alguna emulación. Sin duda esta imagen se ha erigido como símbolo de las potencialidades conquis-

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tadas en la lucha por el pan, el cobijo y el respeto dentro de las sociedades capitalistas.


Nota. Adaptado de Rosie la Remacha- dora, de Norman Rockwell, 2014, El país ( https://smoda.elpais.com/moda/ro- sie-la-remachadora-la-verdadera-his-

toria-que-esconde-el-icono-del-femi-

nismo/). Dominio público 4

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Diversas fuentes historiográficas5 han asentado que la salida de las muje- res al espacio público fue a raíz de la búsqueda de empleo durante la segunda revolución industrial. El hecho de ingresar al mercado laboral es sin duda el marco de las reivindicaciones feministas por el ejercicio igualitario de derechos civiles y sociales.

En este marco del desarrollo de las sociedades capitalistas donde el espacio púbico ha sido gestado desde y por las relaciones establecidas entre hombres y mujeres, las pautas derivadas de la actualización de cualidades o caracteres femeninos y masculinos son recuperadas en el análisis de las luchas sociales y civiles por conquistar la felicidad prometida en la modernidad.

En “Marxismo y feminismo”, conferencia pronunciada el 7 de marzo de 1974 por invitación del Center for Research on Women de la Stanford University (Mar- cuse, 1976), Marcuse no se aleja de esta revisión y nos plantea que el desarrollo y la liberación de las cualidades culturalmente asignadas a lo femenino a escala social se traduciría en ese salto cualitativo hacia la liberación del dominio capi- talista. En esta conferencia, Marcuse insiste una y otra vez que la lucha feminista

4Imagen tomada de la nota: “Rosie la Remachadora: la verdadera historia que esconde el icono del feminismo” en https://smoda.elpais. com/moda/rosie-la-remachadora-la-verdadera-historia-que-esconde-el-icono-del-feminismo/

5Como referencia podemos citar el texto de Hobsbawm Las revoluciones burguesas. (Hobsbawm, 1980). El autor nos presenta la deriva que han tenido la Revolución Francesa y la Revolución Industrial británica en la configuración de la forma social del capitalismo en nuestros días. Parte de esta interpretación recoge la aparición del trabajador pobre sus los correlatos culturales, donde se inserta la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo.

nos ha mostrado la necesidad de no biologizar las diferencias entre mujeres y hombres; la urgencia de analizar las pautas promovidas por la caracterización de lo femenino desde el discurso patriarcal, y de atender con justeza las deman- das para conseguir un ejercicio igualitario de derechos civiles y sociales. Recuperando un poco lo que ha significado la salida de las mujeres al espa -

cio público, el autor nos señala:

La mujer fue considerada como subordinada al hombre, como ser más débil, como ayuda y apéndice del hombre, como objeto sexual, como instrumento de la reproducción, únicamente como trabajadora alcanzó la mujer una for- ma de igualdad, una represiva igualdad con el hombre” (Marcuse, 1976, p 18).

Si bien, la revisión de las bases, los alcances y los límites de las luchas sociales por la igualdad de derechos hoy día pasa por el análisis de las luchas feministas, éstas últimas se siguen cifrando en la conquista de esa igualdad, en términos de Marcuse, represiva. En este sentido, vale la pena preguntar en qué medida la igualdad deseada es represiva y hasta qué punto la liberación y el de- sarrollo de las cualidades femeninas posibilitaría la conquista de esa igualdad sin ese talante represivo.

Por un lado, la forma de igualdad de la mujer con el hombre ha imprimido el desarrollo de los caracteres masculinos, si no en detrimento de las cualida- des femeninas, sí con cierta continuidad en la minusvaloración de éstas últimas y por los elementos socioculturales involucrados en esta lucha por el ejercicio igualitario de derechos. El productivismo, la agresión, el principio de rendimien- to se siguen posicionando en todas las esferas del desarrollo social, el empeño por hombres y mujeres de cierta rudeza o dureza en las conquistas cotidianas conquistas cotidianas son ejemplo del carácter represivo del desarrollo de di- chos caracteres. En palabras de Marcuse:

[…] el principio de rendimiento, con la alienación a él inherente, sería también mantenido y reproducido por las mujeres. Para conseguir la igualdad de derechos, presupuesto esencial de la liberación, el movimiento feminista tiene que ser también agresivo. Pero igualdad de derechos no es todavía libertad (Marcuse, 1976, p. 20).

En continuidad con esta denuncia, y en alusión a la liberación de las cuali- dades femeninas a escala social, el autor también comenta que:

Pienso que hay buenas razones para llamar a esta forma de sociedad so- cialista un «socialismo feminista»: la mujer habría conseguido, en una for - mación general de sus capacidades, la igualdad de derechos, una igualdad total de derechos en lo económico, político y cultural, y sobre esta base de igualdad se verían penetradas tanto las relaciones sociales como también las personales: el hombre y su postura ante la naturaleza, por la sensibi-

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lidad receptiva, concentrada en la época de dominación masculina, en su mayor parte, en la mujer: la antítesis “masculino-femenino” se convertiría entonces en una síntesis, la idea imaginaria del androginismo (Ibíd, p. 21).

Al decir de Marcuse, recuperar el desarrollo igualitario de los caracteres femeninos y masculinos en hombres y en mujeres, más allá de reducir las di- ferencias biológicas estaría encaminado a liberar de la carga de inferioridad a lo femenino y a justipreciar la receptividad, la sensibilidad, cierta pasividad en atención a una nueva forma de relacionarnos con nosotros mismos y con la na- turaleza. Esto permitiría llevar a la esfera pública no sólo la reducción paulatina de la cosificación, sino que alcanzaría a tocar la esfera de la producción, de la tecnología y de la producción de conocimiento.

Es en este sentido, al sentenciar que la liberación de la sociedad pasa por la liberación de los hombres y ésta por la liberación de las mujeres, Marcuse propone una vía para la construcción de una nueva sensibilidad, una nueva segunda naturaleza que cifre en otras coordenadas nuestros deseos y sus sa- tisfacciones, un nuevo ethos como nueva subjetividad que vaya más allá de la esfera del dominio patriarcal capitalista.

Consideraciones finales

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A la luz del análisis y recuperación de las imágenes de lo femenino efec- tuado por Marcuse, es posible advertir la apuesta del autor de la Escuela de Frankfurt por justipreciar no solo la función histórico-social de lo femenino sino también del papel de las imágenes que lo han promovido. En este sentido, si- guiendo las referencias del autor al potencial emancipador de la imagen ligado al potencial de la imaginación y la fantasía (Marcuse, 2010) es plausible recupe - rar no únicamente la revisión crítica de la lucha por la conquista de igualdades en los ámbitos económico, político y cultural, sino también promover este acer- camiento a la producción de las imágenes mismas.

En esta actualización de las aportaciones de la Escuela de Frankfurt o Teoría crítica, desde la crítica marcuseana a la cultura patriarcal, a la igualdad represi- va y al sesgo de cierto análisis unidimensional de las imágenes de lo femenino en nuestras sociedades, hemos buscado plantear la pertinencia de regresar a las bases de esta Teoría crítica tanto para advertir el potencial de sus aporta- ciones como su actualidad, en este caso, para analizar la forma en que proble- matizamos nuestro contexto y el de las luchas que emprendemos hacia nuestra liberación.

Con Marcuse, podemos decir que, ya sea Madame Bovary, Sor Juana, Ro - sie, Hellen “G”, Desdemona, Antígona o Elinor de Aquitania, el potencial de la

imagen de lo femenino quizá sí contenga efectivamente el germen de nuestra liberación. Quizá sí sea plausible apostar por el desarrollo y liberación de los caracteres femeninos a escala social, aunque esto reporte una advertencia:

Ésta será, ciertamente, una lucha llena de amargos conflictos, do - lor y tormentos. Un ejemplo de ello son las tensiones en las relacio- nes eróticas, tensiones que aparecerán, irremisiblemente, en el cur- so del proceso de liberación. Tensiones que no pueden ser eliminadas ni de una forma superficial, juguetona, ni por medio de la brutalidad, ni por el hecho de que uno emprenda relaciones de cambio. El socialis- mo feminista tendrá que fundar y desarrollar su propia moral, que de- berá ser otra cosa, más que la mera negación de la moral burguesa.

La liberación de la mujer será un proceso doloroso, pero será un paso necesario, decisivo, en el camino hacia una so- ciedad mejor para hombres y mujeres (Marcuse, 1976, p. 25).

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Bibliografía

Entel, A., Lenarduzzi, V., Gerzovich D. (2005) Escuela de Frankfurt. Razón, arte y Libertad. Buenos Aires: Eudeba

Hobsbawm, E. (1980) Las revoluciones burguesas. Segunda edición España: Labor Vol I Evoluciones, Vol II Consecuencias .

Marcuse, Herbert (1969) “l. ¿Un fundamento biológico para el socialismo?” en Marcuse, Herbert (1969) Un ensayo sobre la liberación. México: Editorial Joaquín Mortiz. pp. 15-29.

________________ (1976) Marxismo y feminismo. Chile: Sudamericano.

________________ (2010) Eros y civilización. España: Ariel

________________ (2013) El carácter afirmativo de la cultura. Argentina: Cuenco

de plata.

________________ (2018) “Imágenes de la feminidad”. Participantes: Herbert

Marcuse, Silvia Bovenschen y Marianne Schuller en Habermas, Popper, Dahren- dorf et al. (2018) Filosofía radical. Conversaciones con Marcuse. Prefacio de Jor - di Maiso. Segunda edición. España: Gedisa. Serie Cla.De.Ma Política. pp. 69-90.

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Cómocitar este artículo:

AmadorSaavedra, B. (2021). Las imágenes de femineidad en la cultu- ra. Una actualización de la crítica a la igualdad represiva desde Herbert

Marcuse. Trazos-Revista de estudiantes de Filosofía, 2(5), 13-23